Aprenda por contrastes a apreciar las riquezas verdaderas
“¿Por qué siguen ustedes pagando dinero por lo que no es pan, y por qué es su afán por lo que no resulta en satisfacción? Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, y halle su alma su deleite exquisito en la grosura misma.”—Isa. 55:2.
1. Al hacer contrastes, ¿qué beneficios se pueden obtener?
LOS contrastes hacen interesante la vida. A menudo ayudan a profundizar nuestro aprecio. ¡Con qué gusto recibimos el caluroso sol después de un invierno frío y lluvioso! La buena salud, que a menudo se da por supuesta, llega a apreciarse muchísimo después de recuperarse de un grave período de enfermedad. Sí, los contrastes atraen nuestra atención al valor y la importancia de las cosas que de otra manera solo recibirían poca consideración.
2. (a) ¿Qué papel desempeñan los contrastes en la Palabra de Dios? (b) ¿Qué escena atractiva se representa en el relato de la creación?
2 En la Palabra de Dios, la Biblia, abundan los contrastes, de modo que es un libro sumamente interesante y vívido. Además, estos contrastes atraen nuestra atención a cosas de importancia vital y nos ayudan a apreciarlas en su valor verdadero. Por ejemplo, el relato de apertura de la creación, en el libro de Génesis, rápidamente desarrolla en los ojos de nuestra mente una escena atractiva de los grandes preparativos hechos para un hermoso hogar para el hombre, incluso la creación del hombre mismo como una obra magistral hecha a la propia imagen de Dios. La escena se completa, también la felicidad del hombre, al describir la creación de aquella mujer perfectamente hermosa, que le fue dada al hombre como ayudante ideal, “como complemento de él,” formando un agradable contraste, el varón y la mujer.—Gén. 2:18.
3. ¿Cómo siguió a esto un agudo contraste y en qué resultó?
3 En seguida aparece un contraste agudo. Una sombra siniestra atraviesa la escena. Por medio de la serpiente, se oye una nota disonante. La palabra de Dios es puesta en tela de juicio: “¿Es realmente el caso que Dios dijo . . .?” Luego es desmentida la palabra de Dios: “Positivamente no morirán,” si comen del fruto prohibido. Primero la mujer decide comer del fruto y después el hombre. Así, en vez de dejar que Dios sea el Instructor de ellos tocante al “conocimiento de lo bueno y lo malo” a su propio modo y tiempo, asumen el encargarse de las cosas ellos mismos. Mediante experiencia dolorosa prueban el contraste amargo entre la vida y la muerte. Al abandonar la Fuente del conocimiento verdadero, que conduce a las riquezas verdaderas de la vida eterna, se arrojan ellos mismos y arrojan a su posteridad a condiciones miserables, sujetos a acaudillamiento malo e información falsa.—Gén. 2:17; 3:1-6, 16-19.
4. A la inversa, ¿qué contrastes se registran en Revelación, dando qué perspectiva?
4 En la parte concluyente de la Palabra de Dios hallamos más contrastes, pero a la inversa. Leemos acerca de la derrota de “la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás,” en una guerra en el cielo, y más tarde en cuanto al atar y poner completamente fuera de combate a “la serpiente original . . . por mil años.” Se hace esto ‘para que no extravíe más a las naciones’ con conocimiento falso y acaudillamiento malo. (Rev. 12:7-9; 20:1-3) Después que se describe la caída y destrucción de “Babilonia la Grande” y luego de todas las otras partes y partidarios de la organización de Satanás en la guerra del Har–Magedón, llegamos a un contraste vívido y maravilloso. Leemos, no de la creación de una Tierra literal, sino del nuevo sistema de cosas de Dios, “un nuevo cielo y una nueva tierra.” En vez de que entre en la escena la muerte, “la muerte no será más.” En los ojos de nuestra mente aparece una escena, no del primer hombre y de su esposa y de jefatura humana, sino una descripción del gobierno celestial que provee jefatura verdadera, compuesto de Jesucristo, el Esposo, con su congregación cristiana, la “santa ciudad, la Nueva Jerusalén,” la iglesia verdadera, “preparada como novia adornada para su esposo.” Entonces leemos, no de un “río” literal “que procedía de Edén,” sino de un “río de agua de vida.” En ambas riberas hay árboles, no cargados de fruto prohibido, sino “árboles de vida . . . dando sus frutos cada mes,” simbolizando las provisiones de Dios para dar vida eterna con todas sus riquezas a la humanidad creyente y obediente en un Paraíso restaurado.—Gén. 2:10; Rev. 21:1-4; 22:1, 2.
5. ¿Qué invitación se da tocante al “agua de vida,” y qué obligaciones están envueltas en relación con esto?
5 Por último, leemos, no en cuanto a perder el favor de Dios y la expulsión del hogar-jardín, sino en cuanto a la invitación de que “cualquiera que desee tome del agua de vida gratis.” La vida misma en perfección todavía no puede conseguirse, pero el camino a ella se ha indicado claramente. Particularmente desde 1934, esta revista, La Atalaya, basándose en las Escrituras ha mostrado que los que desean disfrutar del favor de Dios, con la esperanza de sobrevivir al Har–Magedón, tienen que dedicarse plenamente a él, simbolizándolo mediante su bautismo en agua. Tienen que identificarse con los otros siervos dedicados de Dios, conocidos como testigos de Jehová. Esto significa participar con ellos en extender la invitación a todavía otros, a “cualquiera que tenga sed,” para que vengan y empiecen a apagar su sed.—Rev. 22:17; véase La Torre del Vigía de enero de 1935, página 12, párrafos 31-34.
INVITACIÓN A RIQUEZAS VERDADERAS
6. ¿Cómo podemos hallar el “camino que conduce a la vida” para nosotros mismos, y cómo podemos ayudar a otros en este sentido?
6 ¿Cómo se extiende tal invitación a otros? Jesús dijo en su oración: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.” En expectación de la vida en realidad, podemos y tenemos que empezar ahora a adquirir ese conocimiento vivificante obteniendo un entendimiento de la verdad bíblica. Como dijo más tarde Jesús en esa misma oración: “Tu palabra [de Dios] es la verdad.” Es la “palabra de vida,” y al amoldarnos estrechamente a ella aprendemos a apartarnos del “camino que conduce a la destrucción,” y, en contraste feliz, a encontrar el “camino que conduce a la vida.” Luego podemos invitar y ayudar a otros a que Dios los instruya “acerca de sus caminos,” y, con los cristianos verdaderos, a ‘andar en sus sendas,’ que conducen a las riquezas verdaderas.—Juan 17:3, 17; Fili. 2:16; Mat. 7:13, 14; Isa. 2:3.
7. ¿En qué ocasiones habló Jesús de “agua viva” y a qué conclusiones condujo esto?
7 Temprano en su ministerio Jesús comenzó a hacer esta invitación, usando la misma ilustración que se encuentra en Revelación 22:17. No limitó ésta a los judíos, sino a una samaritana le habló de “agua viva” como “el don gratuito de Dios.” Luego dijo de modo invitador: “El agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna.” Más tarde en su ministerio clamó con voz fuerte: “Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. El que pone fe en mí, así como ha dicho la Escritura: ‘De su parte más interior fluirán corrientes de agua viva.’” Esto ciertamente denota que la persona bendecida con esta provisión vivificante no la retiene, sino que invita a otros, a “cualquiera que tenga sed,” a “cualquiera que desee,” a que vengan y ‘tomen del agua de vida gratis.’—Juan 4:7-15; 7:37, 38; Rev. 22:17.
8. ¿Qué papel desempeña el espíritu de Dios en el asunto de conseguir e impartir conocimiento vivificante?
8 Juan agrega el comentario de que Jesús “dijo esto respecto al espíritu que estaban para recibir los que ponían fe en él.” (Juan 7:39) Esto aclara que el adquirir este conocimiento vivificante, también el ayudar a otros a beber de él, realmente es una operación del espíritu de Dios. No puede hacerse sin la ayuda del espíritu santo. Esto definitivamente excluye toda filosofía humana y tradición religiosa que ‘invalida la palabra de Dios.’—Mat. 15:6.
9. Por medio de Isaías, ¿qué invitación semejante se extendió, creando qué contraste, y por qué fue apropiado esto?
9 Sin embargo, Jesús no fue el primero en expresar tal invitación en tales términos. Más de setecientos años antes, Jehová, por medio de su profeta, extendió esta invitación llamativa: “¡Oigan, todos ustedes los sedientos! Vengan al agua. ¡Y los que no tienen dinero! Vengan, compren y coman. Sí, vengan, compren vino y leche aun sin dinero y sin precio. ¿Por qué siguen ustedes pagando dinero por lo que no es pan, y por qué es su afán por lo que no resulta en satisfacción? Escúchenme atentamente, y coman lo que es bueno, y halle su alma su deleite exquisito en la grosura misma.” (Isa. 55:1, 2) ¡Qué invitación, y qué contraste! En el día de Isaías, bajo acaudillamiento malo de sus reyes y príncipes, el pueblo de Jehová estaba afanándose y pagando un precio elevado por las riquezas falsas que no daban sustento ni seguridad. Entre otras cosas, acudían a naciones gentiles, como Asiria y Egipto, para protección. (2 Rey. 16:7; 18:21) Además de eso, bajo influencia sacerdotal mala, muchos se volvieron a la idolatría crasa, mientras que otros se contentaban con una manera formal e hipócrita de adorar a Jehová. Como Jehová les dijo: “Este pueblo se ha acercado con su boca, y me ha glorificado meramente con sus labios, y ha alejado de mí su corazón mismo, y su temor para conmigo llega a ser mandamiento de hombres que se está enseñando.”—Isa. 29:13.
10. ¿Qué llamamiento adicional hizo Jehová a su pueblo y así qué perspectiva ofreció?
10 Por eso, en contraste, Jehová invitó y pidió al pueblo: “Escúchenme atentamente” y beban, no simplemente agua, sino “vino y leche,” y eso “sin dinero y sin precio.” Lo invitó a entrar en su “pacto . . . respecto a las bondades amorosas para con David,” es decir, para el reino y gobierno duraderos bajo el David Mayor, Cristo Jesús, el correcto y verdadero “caudillo y comandante a los grupos nacionales.” Lo invitó a apartarse de sus propios pensamientos y caminos y, en cambio, prestar atención a “mi palabra que sale de mi boca.” Él garantiza que su palabra tendrá “éxito seguro,” y que “ciertamente hará aquello en que me he deleitado.” El responder a esta invitación quiso decir adquirir conocimiento verdadero, que conduce con certeza a riquezas verdaderas. Esto resultaría en un contraste deleitable, porque “en vez del matorral de espinos . . . [y] la ortiga que causa comezón,” habría el enebro y el mirto, y toda la creación se regocijaría, “porque con regocijo saldrán ustedes, y con paz se les hará entrar.”—Isa. 55:1-4, 8-13.
UN MENSAJE PARA NUESTRO DÍA
11. ¿Por qué fue apropiado el mensaje de Isaías 55:6, 7, en el día de Isaías, y qué paralelo tenemos de esto en nuestro propio día?
11 En el día de Isaías el pueblo de Jehová era indócil y rebelde en su mayor parte. Pero eso no impidió que Jehová enviara por medio de su profeta esta mismísima invitación atrayente: “Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca. Deje el inicuo su camino, y el hombre perjudicial sus pensamientos; y vuélvase a Jehová, quien tendrá misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él perdonará en gran manera.” (Isa. 55:6, 7) Podemos ver cómo ese mensaje fue apropiado entonces, pero, ¿qué hay acerca de nuestro día? ¿Es la mayoría de la gente de hoy indócil y rebelde desde el punto de vista de Dios, especialmente los que pretenden ser cristianos? ¿No es el espíritu del nacionalismo más fuerte hoy que nunca antes, teniendo éste el apoyo de la religión? Bajo el presente acaudillamiento político y religioso, ¿se le enseña a la gente a escuchar atentamente el mensaje del reino establecido de Dios bajo Cristo Jesús, o, en cambio, se le dice que su deber cristiano es servir y apoyar el reino y gobierno nacionales bajo los cuales viven? Sobre estas cuestiones vitales, ¿se le da a la gente conocimiento verdadero que conduce a las riquezas verdaderas, o ha cegado el archiengañador, “la serpiente original,” “el dios de este sistema de cosas,” su mente con información falsa?—Rev. 12:9; 2 Cor. 4:4.
12. ¿De qué manera muestran las profecías que el mensaje de Isaías es adecuado para nuestro tiempo?
12 Como muestran muchas profecías, Dios claramente previó y predijo las condiciones que harían apropiado el mensaje susodicho para nuestro día. Como Pablo fue inspirado a escribir: “En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos . . . presumidos . . . testarudos . . . teniendo una forma de devoción piadosa mas resultando falsos a su poder.” (2 Tim. 3:1-5) Aun en los remotos días de David, Dios habló proféticamente acerca de la oposición combinada de las naciones y gobernantes “contra Jehová y contra su ungido,” Cristo Jesús, después de haber sido instalado como Rey en 1914 en el monte Sion celestial. (Sal. 2:1-6; Heb. 12:22) Esta oposición combinada, bajo acaudillamiento demoníaco, reúne a las naciones y a los “reyes de toda la tierra habitada” al Har–Magedón, como se predice en el último libro de la Biblia. (Rev. 16:13-16) Jesús también fue inspirado a dar una profecía detallada que habla de la ‘señal de su presencia’ en nuestro día, cuando habría “muchos falsos profetas” y el “aumento del desafuero,” y la gente ‘no haciendo caso,’ resultando en que el juicio final viniera sobre ella “como un lazo.”—Mat. 24:3, 11, 12, 39; Luc. 21:35.
13. De acuerdo con Isaías 55:6, 7, ¿qué contraste notable hace Jesús en Mateo 7:13, 14?
13 Sí, el mensaje que se registra en Isaías 55:6, 7, con su fuerte llamamiento, ciertamente es apropiado para nuestro tiempo, pero la pregunta es: ¿Cómo estamos respondiendo a él? ¿Vamos con la mayoría por aquel “ancho y espacioso . . . camino que conduce a la destrucción,” pasando por alto y quizás hasta resistiendo cualquier llamamiento de ‘buscar a Jehová mientras pueda ser hallado’? Jesús claramente dijo que “angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan.” No obstante, hizo bastante clara la invitación: “Entren por la puerta angosta.” No es imposible. No es Dios quien lo ha hecho difícil. Al contrario, nos invita a abandonar el camino malo y los pensamientos perjudiciales y volvernos a él. Está dispuesto a mostrar misericordia y a ‘perdonar en gran manera.’—Isa. 55:6, 7; Mat. 7:13, 14.
14. Además de contrastes, ¿qué paralelos interesantes se registran en la profecía bíblica?
14 Para hallar esa “puerta angosta” y el estímulo para seguir tras ese ‘camino estrecho’ no solo se requiere conocimiento exacto sino también un aprecio vehemente. Como ya se mencionó, los contrastes pueden ser muy útiles con este fin. Jesús comprendió que éste era un buen método docente y lo empleó muchas veces, tanto con sus discípulos como cuando hablaba a las muchedumbres. Pero antes de considerar algunos de estos contrastes, hay algo más que vale la pena notar; no un contraste, sino un paralelo. Jesús sabía que las condiciones en Israel en su día se hallaban, en muchos aspectos, en un paralelo estrecho con las del día de Isaías, y con frecuencia citó de la profecía de Isaías que se cumplía en su propio tiempo. Por ejemplo, en una ocasión dijo a los fariseos: “Aptamente profetizó de ustedes Isaías, cuando dijo: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí.’” (Mat. 15:7-9; vea Isaías 29:13.) Jesús también sabía que las condiciones en nuestro tiempo, especialmente en la cristiandad, estarían en un paralelo estrecho con las de su propio tiempo, también, por supuesto, con las del día de Isaías. Tengamos presente esto al escuchar a Jesús hacer algunos contrastes muy al grano, puesto que nos ayudan a apreciar las riquezas verdaderas.
DOS CLASES PUESTAS EN CONTRASTE
15. En Lucas 6:20, 21, ¿qué contrastes hizo Jesús en lo que se refiere a sus discípulos y sobre qué base?
15 Después de la Pascua de 31 E.C. Jesús dio el bien conocido Sermón del Monte. Se dio a oídos de una gran muchedumbre, pero se dirigió principalmente a sus discípulos reunidos cerca de él. (Mat. 5:1, 2) Mateo da un relato pleno de este sermón en los capítulos 5 al 7, pero Lucas, en su relato más breve, registra la parte de apertura como una serie, o, más bien, como una serie doble, de contrastes sorprendentes. Primero, Jesús se refiere al hecho de que sus discípulos han sufrido condiciones difíciles hasta ese tiempo. Dice: “Felices son ustedes, los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios. Felices son ustedes los que tienen hambre ahora, porque serán saciados. Felices son ustedes los que lloran ahora, porque reirán.” (Luc. 6:20, 21) Note que cada declaración es un contraste, pero, en vez de compadecerse de ellos, dice cada vez: “Felices son ustedes.” ¿Por qué? Porque había llegado el tiempo para que experimentaran un gran cambio. Hasta entonces pobres y con hambre y con llanto, ahora iban a ser enriquecidos con la herencia del reino de Dios, y se les prometió ser saciados y hacérseles reír.
16. ¿A qué otra clase se refirió entonces Jesús y qué identificación hace?
16 Luego viene un contraste sumamente interesante. Dice Jesús: “Felices son ustedes cuando los hombres los odien, y cuando los excluyan y los vituperen y desechen su nombre como inicuo por causa del Hijo del hombre. Regocíjense en aquel día y salten, porque, ¡miren! su galardón es grande en el cielo, porque ésas son las mismas cosas que hacían los antepasados de ellos a los profetas.” (Luc. 6:22, 23) Jesús aquí no solo dice a sus discípulos una causa adicional de felicidad, sino que menciona otra clase de personas, a saber, aquellos que fueron responsables del ofensivo maltrato contra sus discípulos. Indica la identificación de esta clase mala de perseguidores cuando dice que “las mismas cosas . . . hacían los antepasados de ellos a los profetas” (los profetas verdaderos), entre ellos Isaías. ¿Quiénes fueron estos antepasados? Isaías dice que se referían a los gobernantes de Israel, “los de edad madura de su pueblo [de Dios] y sus príncipes,” especialmente los caudillos religiosos, “sacerdote y profeta” (profeta falso), que “se han extraviado a causa del licor embriagante . . . se han extraviado en su ver, han trastabillado en cuanto a decisión.”—Isa. 3:14; 28:7.
17, 18. (a) ¿A quiénes se dirige la serie de contrastes de Lucas 6:24-26? (b) ¿A qué puntos dio énfasis entonces Jesús?
17 Ahora Jesús habla directamente a esta clase mala con una serie adicional de contrastes, pero a la inversa de la anterior. También, podemos imaginarnos que en vez de mirar directamente a sus discípulos, ahora levanta la vista e incluye a la entera muchedumbre, viendo en medio de ella a varios de aquellos a quienes aplica esta segunda serie. Su expresión subsecuente indica este abarcamiento más extenso: “Mas les digo a ustedes que escuchan,” es decir, a cualesquiera que prestaran atención y sacaran provecho de su enseñanza.—Luc. 6:27; 7:1.
18 Note ahora los contrastes tersos de esta segunda serie, cuando dice Jesús: “Mas ay de ustedes los ricos, porque ya disfrutan de su consolación completa. Ay de ustedes los que están saciados ahora, porque padecerán hambre. Ay, ustedes que ríen ahora, porque se lamentarán y llorarán. Ay, cuando todos los hombres hablen bien de ustedes, porque cosas como éstas son las que los antepasados de ellos hicieron a los falsos profetas,” es decir, con lisonja y con provecho egoísta.—Luc. 6:24-26.
19. ¿Qué contrastes semejantes se hallan en Isaías 65:13, 14, y qué preguntas provocan?
19 Aquí podemos observar otra relación estrecha entre el profeta Isaías y el profeta mayor, Cristo Jesús. Se discierne semejanza de expresión, no solo en la invitación de venir y beber (vea los párrafos 7 al 9), sino también en los contrastes que se acaban de mencionar. Escuche lo que Isaías fue inspirado a registrar: “Esto es lo que ha dicho el Señor Jehová: ‘¡Miren! Mis propios siervos comerán, pero ustedes mismos padecerán hambre. ¡Miren! Mis propios siervos beberán, pero ustedes mismos padecerán sed. ¡Miren! Mis propios siervos se regocijarán, pero ustedes mismos sufrirán vergüenza. ¡Miren! Mis propios siervos clamarán gozosamente a causa de la buena condición de corazón, pero ustedes mismos clamarán a causa del dolor de corazón y aullarán a causa de puro quebranto de espíritu.’” (Isa. 65:13, 14) ¿Tienen estos contrastes que expresaron ambos profetas un cumplimiento paralelo en nuestro día? ¿Nos ayudan a identificar más agudamente las dos clases envueltas? ¿Avivan nuestro aprecio de las riquezas verdaderas? Y, ¿es posible que un individuo huya de una clase a la otra, aunque, como clases, están separadas por una gran sima?
20. ¿Qué diferentes métodos docentes adoptó Jesús?
20 A fin de considerar apropiadamente estas preguntas examinaremos en un estudio subsiguiente algo de interés especial que Jesús dijo más tarde sobre este mismo tema. No solo enseñó por medio de habla llana y explicación directa, como lo hizo en gran parte del Sermón del Monte, sino que también enseñó extensamente usando ilustraciones, o parábolas, especialmente cuando se dirigía a las muchedumbres. “En verdad, sin ilustración no les hablaba,” registra Mateo. (Mat. 13:34; también vea los versículos Mt 13:10-15) Una de estas ilustraciones gira en torno de las dos clases que se mencionan en Lucas 6:20-26 y vale la pena prestarles nuestra atención cuidadosa.
21. ¿Por qué serían prominentes las dos clases de Lucas 6:20-26 en los pensamientos y declaraciones de Jesús?
21 Una cosa es evidente. Al principio de su ministerio Jesús tuvo muy presente a estas dos clases y se refirió mucho a ellas, porque (1) se delinearon claramente en las Escrituras Hebreas, (2) ya se habían manifestado aun antes de comenzar su ministerio, y él sabía por las Escrituras que continuarían haciéndolo, y (3) sabía que estas mismas Escrituras, además de su propia enseñanza, serían una fuente de esclarecimiento y para una “amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.” Mostrémonos dignos de estar entre aquellos “que escuchan.”—1 Cor. 10:11; Luc. 6:27.