-
Una espantosa falta de aprecioLa Atalaya 1979 | 1 de agosto
-
-
¿Ha hecho una nación intercambio de dioses, aun por los que no son dioses?” En otras palabras, vayan hacia el oeste hacia Kitim y hacia el este hacia Quedar y vean si hay alguna nación que haya cambiado sus dioses por otros. Las naciones quizás llevaban las deidades de otros pueblos a los panteones de ellas. Sin embargo, el que reemplazaran por completo sus propios dioses por los de otras naciones era algo sin precedente. “Pero mi propio pueblo,” continúa informando la palabra de Jehová, “ha cambiado mi gloria por lo que no puede traer provecho.” (Jer. 2:10, 11) Sí, los israelitas cambiaron la gloria del Dios invisible por ídolos sin valor.
¡Qué espantoso era aquello! Era algo tan grave como para hacer que hasta los cielos se ‘erizaran en horror.’ La profecía de Jeremías dice esto mismo: “‘Fijen su mirada asombrada, oh cielos, en esto; y erícense en muy grande horror,’ es la expresión de Jehová, ‘porque hay dos cosas malas que mi pueblo ha hecho: Me han dejado aun a mí, la fuente de agua viva, para labrarse cisternas, cisternas rotas, que no pueden contener el agua.’”—Jer. 2:12, 13.
Ciertamente la línea de conducta de Israel era el colmo de la falta de aprecio. Jehová había tratado maravillosamente con su pueblo como Esposo fiel. Pero el pueblo era peor que las naciones que adoraban ídolos. Mientras que las naciones eran culpables de idolatría, los israelitas habían abandonado a Jehová y habían acudido a deidades sin valor en busca de favor. En su Dios tenían una fuente inagotable de protección, guía y bendición. Él era una fuente, “la fuente de agua viva.” No obstante, los israelitas se labraron sus propias cisternas, y buscaron ayuda por medio de hacer alianzas militares con potencias mundiales paganas, como Egipto o Asiria.—Jer. 2:18.
UNA LECCIÓN PARA NOSOTROS
La experiencia de los israelitas proporciona una lección vital para los siervos de Dios hoy día. Tal como Israel fue librado maravillosamente de la esclavitud en Egipto, así los cristianos han sido liberados de los poderes satánicos de la oscuridad. Han sido limpiados con la preciosa sangre de Jesucristo y se hallan en el camino hacia la vida eterna en un justo nuevo orden de nuevos cielos y una nueva tierra. (Col. 1:13, 14; 1 Ped. 1:17-19; 2 Ped. 3:13) Esto ha sido posible por una expresión superlativa del amor de Dios, el que diera a su Hijo como sacrificio de rescate.—Rom. 5:6-8.
En vista de lo que Jehová ha hecho a favor de sus siervos, ciertamente sería una espantosa falta de aprecio el que algún cristiano abandonara la adoración verdadera y empezara a ir en pos de un modo de vivir que fuera contrario a la voluntad divina. Cualquier cristiano que persistiera en este modo de actuar incorrecto y no se arrepintiera vendría a estar bajo condenación. La Biblia nos dice: “Si practicamos el pecado voluntariosamente después de haber recibido el conocimiento exacto de la verdad, no queda ya sacrificio alguno por los pecados, sino que hay cierta horrenda expectativa de juicio y hay celo ardiente que va a consumir a los que se oponen.” (Heb. 10:26, 27) Entonces, ciertamente tenemos buena razón para esforzarnos vigorosamente para estar entre los que verdaderamente aprecian todo lo que Jehová Dios ha hecho por medio de Jesucristo. De la misma manera que los practicantes voluntariosos del pecado no escaparán del castigo, con la misma seguridad es cierto que los que se apegan lealmente a su Creador recibirán su recompensa.
-
-
Por qué eran inaceptables las ofrendas de mielLa Atalaya 1979 | 1 de agosto
-
-
Por qué eran inaceptables las ofrendas de miel
La ley de Dios a Israel declaraba: “No deben hacer humear ni levadura ni miel como ofrenda hecha por fuego a Jehová.” (Lev. 2:11) Evidentemente la miel en particular a la cual se hace referencia es el jarabe o almíbar de frutas, puesto que de esa miel, y no de la miel de abeja, se podía decir que era primicias. (Lev. 2:12; 2 Cró. 31:5) La miel de frutas podía fermentarse y, por lo tanto, apropiadamente se prohibía su uso como ofrenda sobre el altar.
-