Sobreviviendo con lo nuevo
1. A causa de su predicación, ¿de qué quizás se acuse a los testigos de Jehová, y cómo se escapó Jeremías mismo de ser ejecutado por una acusación semejante?
POR predicar un mensaje como éste a las naciones los testigos de Jehová tal vez sean acusados de ser subversivos. Jeremías fué acusado de eso. Los caudillos religiosos trataron de hacer que los príncipes políticos lo mataran. “Entonces los sacerdotes y los profetas y toda la gente procedió a prenderlo, diciendo: ‘Positivamente morirás. ¿Por qué es que has profetizado en el nombre de Jehová, diciendo: “Como la de Silo es como esta casa [este templo] llegará a ser, y esta mismísima ciudad será devastada de modo que quede sin habitante”?’” Luego ellos dijeron a los príncipes de Jerusalén: “A este hombre le corresponde el juicio de muerte, porque ha profetizado concerniente a esta ciudad tal como lo han oído ustedes con sus propios oídos.” Jeremías se defendió, diciendo: “Fué Jehová que me envió a profetizar concerniente a esta casa y concerniente a esta ciudad todas las palabras que ustedes han oído.... Y en cuanto a mí, he aquí que estoy en mano de ustedes. Hagan conmigo según lo que sea bueno y según lo que sea correcto a los ojos de ustedes. Sólo que deberían saber sin falta que, si me dan muerte, es sangre inocente la que están poniendo sobre ustedes mismos y sobre esta ciudad y sobre sus habitantes, porque en verdad Jehová me envió a ustedes para hablar a sus oídos todas estas palabras.” En esa ocasión los príncipes mostraron suficiente valor como para resistir a los caudillos religiosos y profetas falsos y rehusaron matar al testigo de Jehová. (Jer. 26:1-24) Eso aconteció veintidós años antes que Jerusalén fuera destruída.
2, 3. (a) A pesar de la ayuda egipcia, ¿cómo siguió Jeremías derribando a Jerusalén? (b) ¿De qué fué acusado Jeremías después, y por qué llegó a estar dentro de la cisterna cenagosa y no obstante se escapó de morir?
2 Más tarde, en el año noveno del rey Sedequías, los ejércitos caldeos bajo el rey Nabucodonosor vinieron contra Jerusalén. Cuando oyeron que el Faraón de Egipto estaba subiendo para socorrer a la ciudad, levantaron el sitio y se retiraron. Pero Jeremías desarraigó y derribó a Jerusalén prediciendo que esa ciudad estaba condenada a la destrucción. Dijo él: “‘Los caldeos ciertamente regresarán y pelearán contra esta ciudad y la capturarán y la quemarán con fuego.’ Esto es lo que Jehová ha dicho: ‘No engañen sus almas.’” Después Jeremías fué acusado de desertar a los caldeos. Al salir por una de las puertas de Jerusalén fué prendido por el guardia oficial de la puerta, quien dijo: “¡Es a los caldeos que usted se está apartando!”
3 Entonces Jeremías fué puesto en una casa de detención. Aun desde allí Jeremías le dijo al rey Sedequías mismo que los caldeos enemigos regresarían y capturarían al rey y a la ciudad. (Jer. 37:1-19) Cuando fué puesto en libertad, Jeremías predicó la misma cosa. Dijo a la gente que se rindiera al rey Nabucodonosor si quería escaparse de la destrucción que se efectuaría dentro de la ciudad por espada, hambre y peste. Los príncipes políticos no tomaron a pecho el mensaje con fe ni obraron en conformidad con él. Interpretaron mal el mensaje y dijeron al rey: “Que se le dé muerte a este hombre, por favor, porque así es como está debilitando las manos de los hombres de guerra que quedan en esta ciudad y las manos de toda la gente, hablándoles según estas palabras. Porque este hombre es uno que no busca la paz de este pueblo, sino calamidad.” Ahora Jeremías fué arrestado y echado en un pozo sin agua, una cisterna con fondo cenagoso. Allí fué dejado Jeremías para que se hundiera en el cieno. Sin embargo, un eunuco etíope fué lo bastante hombre como para sacarlo de aquel hoyo mortal. Luego Jeremías quedó bajo detención en el Patio de la Guardia hasta que Jerusalén cayó y le vino la liberación a manos de los caldeos.—Jer. 38:1-13.
4. A pesar de medidas de seguridad nacionales y falsas acusaciones de parte del clero, ¿qué tenemos que seguir haciendo, igual que lo hizo Jeremías?
4 En estos días, cuando los gobiernos políticos creen aconsejable el tomar medidas especiales de seguridad y cuando es popular que ciertos clérigos religiosos griten: “¡Comunistas!” porque los testigos de Jehová predicen la destrucción de la cristiandad en la guerra universal del Armagedón, nosotros no podemos modificar nuestro mensaje. Cuando estemos bajo arresto y encarcelados, es preciso que nos adhiramos tenazmente al mensaje que Jehová nos ha comisionado para predicar, porque es la verdad y ciertamente se cumplirá. Es preciso que recordemos a Jeremías y sigamos dando la amonestación.
5, 6. ¿De qué manera disputarán con nosotros los clérigos y los profetas de la cristiandad, pero qué están olvidando que Jeremías dijo tocante al templo?
5 El clero religioso y los profetas de la cristiandad disputarán con nosotros. Negarán que Jehová Dios destruirá a la cristiandad y que usará a Jesucristo mismo como uno Mayor que Nabucodonosor para destruir el dominio que lleva el nombre de Cristo. Argüirán que el sistema eclesiástico de ellos fué fundado por Jesucristo y que ellos pueden confiar en que él preserve y no destruya lo que es suyo. “¡Esta es casa de Dios!” dicen ellos. “¡Esta es casa de Dios!” Hablando así, se olvidan de lo que Jesús dijo acerca del templo en Jerusalén: “¡Miren! su casa se les deja a ustedes.... De ninguna manera será dejada aquí piedra sobre piedra que no sea derribada.” (Mat. 23:38; 24:2) Olvidan que Jeremías dijo lo siguiente acerca del templo:
6 “No cifren su confianza en palabras falaces, diciendo: ‘¡El templo de Jehová, el templo de Jehová, el templo de Jehová son ellos!’... ‘He aquí que ustedes están cifrando su confianza en palabras falaces—ciertamente no será de ningún provecho. ¿Puede haber robo, asesinato y el cometer adulterio y jurar en falso y hacer humo sacrificatorio a Baal y andar tras otros dioses que ustedes no habían conocido, y deben venir ustedes y pararse delante de mí en esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, y deben decir: “Ciertamente seremos librados,” a pesar de hacer todas estas cosas detestables? ¿Ha llegado a ser esta casa sobre la cual se ha llamado mi nombre una mera cueva de ladrones a los ojos de ustedes? He aquí, yo mismo también lo he visto,’ es la declaración de Jehová. ‘Sin embargo, vayan, pues, a mi lugar que estaba en Silo, donde hice que morara mi nombre al principio, y vean lo que le hice a causa de la maldad de mi pueblo Israel.... También haré a la casa sobre la cual se ha llamado mi nombre, en la que ustedes están confiando, y al lugar que les di a ustedes y a sus antepasados, exactamente como le hice a Silo. Y los arrojaré a ustedes de delante de mi rostro, exactamente como arrojé a todos sus hermanos.’”—Jer. 7:4-15; 1 Sam. 4:3-22.
7. ¿Por qué, por lo tanto, no podemos modificar nuestro mensaje simplemente para complacer a la gente?
7 Esa declaración de parte de Jehová niega lo que los sacerdotes y profetas de la cristiandad dicen a la gente en contradicción de los testigos de Jehová. Por eso no podemos modificar el mensaje simplemente para complacer a la gente y a los caudillos religiosos que ella ha escogido. El cambiar el mensaje no salvará a nadie, ni siquiera a nosotros mismos. Igual que Jerusalén, la cristiandad está condenada a extinción y con ella todo el resto de este sistema mundano de cosas, en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Su Mariscal de Campo celestial, Jesucristo, destruirá a la cristiandad no cristiana, porque hipócritamente lo ha representado en falsos colores delante de todos los pueblos y naciones no cristianos.
8. ¿Qué les sucederá a los que permanecen dentro de la cristiandad, y a qué instamos y educamos a la gente a que salga?
8 Los que permanezcan dentro de la cristiandad por medio de adherirse a sus sistemas religiosos morirán en la guerra universal del Armagedón, así como los que permanecieron dentro de Jerusalén y no se entregaron al rey sitiador de Babilonia murieron miserablemente dentro de la ciudad. Mediante nuestro mensaje contra la cristiandad no aconsejamos ni animamos a la gente a que se ponga de parte de comunismo impío de clase alguna. En conformidad con Jeremías, instamos a las personas que aman la libertad y la vida a que se entreguen al Rey conquistador Jesucristo. De la Santa Biblia educamos a las personas a tomar sobre ellas el yugo del Rey Jesucristo y a servirle. Les decimos aun a los gobernantes políticos que hagan esto, así como Jeremías instó fuertemente al rey Sedequías a obrar de manera semejante. Significa su vida, su vida eterna.—Jer. 38:17-20; 27:12-17.
9. ¿Qué significa para uno el tomar el yugo del Rey reinante Jesucristo, y en qué resulta el llevarlo?
9 El tomar el yugo del Rey reinante Jesucristo sobre uno, aun en una fecha tan adelantada como ésta en el tiempo del fin del mundo, significa refrigerio agradable para el alma de uno. Centenares de miles de personas semejantes a ovejas en todas partes de la tierra ya han descubierto eso. Jesucristo, aunque ya tiene puesto su traje de batalla para la guerra universal del Armagedón, todavía dice: “Vengan a mí, todos ustedes los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y háganse mis discípulos, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.” (Mat. 11:28-30) Es semejante a un yugo o travesaño de yugo de madera, y él nos ayuda a llevarlo, en vez de hacernos agachar opresivamente y aplastarnos con él. ¡El llevar su yugo ahora resulta en beneficio de nuestra vida en el nuevo mundo!
10. ¿Cómo adoptan los sacerdotes y profetas de la cristiandad la misma actitud que adoptó el profeta Hananías, y cómo le irá a la gente que siga el consejo de ellos?
10 Los sacerdotes y profetas de la cristiandad adoptan la misma actitud que adoptaron el profeta falso Hananías y otros caudillos religiosos que se opusieron a Jeremías. Ellos niegan que Jesucristo, que ahora reina en medio de sus enemigos desde 1914, está contra la cristiandad y que la destruirá y que es muy urgente desertar de la cristiandad sin demora y dedicarse a Jehová Dios y seguir verdaderamente en las pisadas de Cristo, llevando su yugo en conformidad con las Santas Escrituras y no en conformidad con los credos religiosos de la cristiandad. Si la gente sigue el consejo de hombres como Hananías y rehusa salirse de la cristiandad e inclinar el cuello bajo el yugo del Rey de los reyes y Señor de los señores, le irá muy mal en el Armagedón.
11. ¿Cómo contradijo Jehová a Hananías y lo sentenció, y entre qué yugos tiene que escoger ahora la gente?
11 El profeta Hananías rompió el travesaño de yugo de madera del cuello de Jeremías. Él dijo que la ilustración de Jeremías en cuanto a su profecía era falsa; y que así como él (Hananías) había roto el yugo de madera, así en el transcurso de dos años cabales Jehová rompería el yugo de Nabucodonosor del cuello de todas las naciones. Jehová le dijo a Jeremías que le dijera a Hananías que travesaños de yugos de hierro era lo que ahora les tocaría en vez de travesaños de madera: “Un yugo de hierro pondré sobre el cuello de todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor el rey de Babilonia; y deben servirle. Y aun las fieras del campo se las daré.” Otra cosa: Hananías, que había “hablado rebelión franca contra Jehová,” tenía que morir. Él murió ese mismo año. (Jer. 27:1 a 28:17) ¿Qué le sucederá a la gente que hoy día opta por seguir a caudillos religiosos semejantes a Hananías? Jesús dijo: “Si, pues, un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo.” (Mat. 15:14) Hoy toda la gente tiene que escoger entre un yugo de madera simbólico que significa vida para nuestra alma en el nuevo mundo y un yugo de hierro que significa muerte por rebelión contra Jehová y su Rey.
EDIFICANDO Y PLANTANDO
12. ¿Por qué podía Jeremías bien dar expresión a las declaraciones del libro de Lamentaciones, y no obstante cómo exhala ese libro la justicia de Jehová?
12 A Jeremías se le ha llamado un “profeta de obscuridad y tristeza.” “Obscuridad y tristeza,” sí, para los inicuos, que merecen esto. A causa de que el santo nombre de su Dios, Jehová, estaba implicado, Jeremías pudo dar expresión a las declaraciones de pesar abarcadas en su libro de Lamentaciones. Sin embargo Lamentaciones es un libro de gran belleza poética; exhala la justicia de Jehová. Derrama dolor por los pecados cometidos contra él; de él mana esperanza en restauración y reconstrucción misericordiosas por él, y trae consuelo por la venganza divina que vendrá contra los que han participado y se han regocijado en ocasionar ruina al pueblo de Jehová.—Lam. 1:18, 21, 22; 3:26-41, 55-66; 4:21, 22; 5:19-21.
13. ¿Qué es lo que entristeció a Jeremías, y no obstante en cumplimiento de qué vino eso?
13 Porque el enemigo se deleitaba y se jactaba, porque vituperaba y causaba oprobio al nombre de Dios, porque los símbolos de la religión típica de Jehová fueron arruinados y derribados, y porque el pueblo de Jehová se hizo tan rebelde, infiel y mundano como para merecer esta experiencia dolorosa, se entristeció el profeta Jeremías. No obstante, dicha experiencia vino en cumplimiento de la predicación de Jeremías, en la cual Jeremías desarraigó y derribó, destruyó y demolió con lenguaje descriptivo.
14. Felizmente, ¿qué otra cosa fué comisionado Jeremías para hacer, y en conformidad con esto qué grandiosas profecías tuvo él el privilegio de declarar?
14 Felizmente Jeremías también fué comisionado “para edificar y para plantar.” Fué él quien predijo una restauración milagrosa del pueblo de Jehová, resultando esto en un desbordamiento de gozo. Jeremías fué el que dijo estas conmovedoras palabras de Jehová a su organización visible: “Con un amor hasta tiempo indefinido te he amado. Por eso te he atraído con bondad amorosa. Todavía te reedificaré, y realmente serás reedificada, oh virgen de Israel. Todavía te ataviarás con tus panderos y realmente saldrás en el baile de los que están riéndose. Todavía plantarás viñas en los montes de Samaria. Los plantadores ciertamente plantarán y comenzarán a usarlas. Porque existe un día en que los atalayas de la región montañosa de Efraín realmente clamarán: ‘Levántense y subamos a Sión, a Jehová nuestro Dios.’” Jeremías disipó la obscuridad y tristeza al predecir que los cautivos del pueblo de Jehová ‘regresarían de la tierra del enemigo.’ Jeremías también predijo el “pacto nuevo” que Jesucristo había de mediar con Dios para su cuerpo de seguidores, la nación del Israel espiritual. En este pacto Jehová dijo: “Pondré mi ley en medio de ellos, y en su corazón la escribiré. Y llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo.... porque todos ellos me conocerán, desde el menor de ellos hasta el mayor de ellos,... Porque les perdonaré su error, y no recordaré más su pecado.”—Jer. 31:3-6, 16, 31-34.
15. (a) ¿Qué vió Jeremías que les sucedió al rey y a los sacerdotes de Jerusalén, y no obstante qué dijo él animadoramente tocante a los pactos con David y con el sacerdocio levítico? (b) Por eso, ¿qué predicamos ahora?
15 Jeremías vió cómo el “trono [típico] de Jehová” en Jerusalén fué vaciado de su último rey, Sedequías. Vió cómo el sacerdote principal del templo de Jehová, Seraya, y el segundo sacerdote, Sofonías, fueron muertos por el ejecutor babilonio. No obstante Jeremías edificó y plantó al declarar gozosamente que los pactos de Jehová con el rey David y con el sacerdocio levítico para un “reino de sacerdotes,” una “nación santa” de reyes sacerdotes, “un sacerdocio real,” perdurarían: “Esto es lo que Jehová ha dicho: ‘Si ustedes pudiesen romper mi pacto del día y mi pacto de la noche, aun para que el día y la noche no sucedan a su tiempo, asimismo podría ser roto mi propio pacto con David mi siervo de modo que no llegase él a tener un hijo que gobernara como rey sobre su trono; también con los levitas, los sacerdotes, mis ministros. Así como no puede contarse el ejército de los cielos, ni puede medirse la arena del mar, así multiplicaré yo la simiente de David mi siervo y los levitas que me están ministrando.’” (Jer. 33:20-22; Éxo. 19:6; Núm. 25:10-13; 1 Ped. 2:9) Igualmente hoy día, los testigos de Jehová predican con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones las buenas nuevas de que Jehová ha plantado el reino duradero de su Rey Sacerdote semejante a Melquisedec, Jesucristo. Consigo mismo en ese reino celestial Jesús tendrá al grupo completo de los 144,000 seguidores ungidos, que “serán sacerdotes de Dios y del Cristo” y que “gobernarán como reyes con él por los mil años.” (Apo. 20:4-6) El género humano obtendrá bendiciones eternas mediante ese reino.
16. ¿Cómo efectuó trabajo constructivo Jeremías tocante al reino del nuevo mundo de Dios y también tocante a los sobrevivientes que entrarán en ese nuevo mundo?
16 “‘¡Mira! Vienen días,’ es la declaración de Jehová, ‘y yo levantaré a David un retoño justo. Y un rey ciertamente reinará y actuará con discreción y ejecutará juicio y justicia en la tierra. En sus días Judá será salvo, e Israel mismo morará en seguridad. Y éste es el nombre con el cual se le llamará: Jehová Es Nuestra Justicia.’” (Jer. 23:5, 6) En su trabajo profético Jeremías hizo más que edificar y plantar el único gobierno de esperanza, el reino eterno del nuevo mundo de Dios. También edificó y plantó una grande muchedumbre de adoradores de Jehová semejantes a ovejas, introduciendo a éstos en ese nuevo mundo sin que ellos mueran. Jehová usó a Jeremías para hacer que se manifestaran personas como ilustraciones de estas “otras ovejas.” ¿Quiénes fueron?
ACTORES DRAMÁTICOS QUE PREFIGURARON A SOBREVIVIENTES
17. Por mandato de Dios, ¿qué hizo Jeremías con los recabitas, y cómo respondieron ellos?
17 Entonces Jerusalén estaba en su tiempo del fin. El rey Joaquim, que cortó un rollo de la profecía de Jeremías y lo arrojó al fuego, todavía reinaba, pero arrostraba presión de parte del rey de Babilonia y sus ejércitos. Encerrada en la ciudad con Jeremías estaba una tribu de recabitas, que no eran israelitas pero no obstante eran adoradores de Jehová. Dios le dijo a Jeremías que trajera a los hombres recabitas al templo y les diera a beber vino. Los recabitas categóricamente rehusaron beberlo. Ellos explicaron, diciendo: “Seguimos obedeciendo la voz de Jonadab el hijo de Recab nuestro antepasado en todo lo que él nos mandó, no bebiendo vino en todos nuestros días, nosotros, nuestras esposas, nuestros hijos y nuestras hijas, y no edificando casas para morar nosotros en ellas, de modo que ninguna viña o campo o semilla llegase a ser de nosotros. Y seguimos morando en tiendas y obedeciendo y obrando de acuerdo con todo lo que Jonadab nuestro antepasado nos mandó.”—Jer. 35:1-10.
18, 19. (a) Por eso, ¿cuál fué el mensaje de Jehová para los recabitas, y por qué? (b) ¿A quiénes da seguridad hoy día la seguridad que dió Jehová a los recabitas, y por qué?
18 Si hombres como esos recabitas guardaban sin titubear los mandatos de su antepasado, ¿por qué no podrían guardar y por qué no guardaban los israelitas los mandatos de su Dador de vida celestial, su Dios Jehová? El ejemplo fiel de los recabitas temerosos de Dios condenaba a los israelitas que abandonaban a Dios. Por lo tanto, ¡caigan en destrucción Jerusalén y sus habitantes inicuos, pero sigan viviendo los recabitas!
19 Por consiguiente Jeremías les dijo: “Esto es lo que Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, ha dicho: ‘Por motivo de que ustedes han obedecido el mandamiento de Jonadab su antepasado y continúan guardando todos sus mandamientos y obrando de acuerdo con todo lo que él les mandó, por lo tanto esto es lo que Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, ha dicho: “No será quitado de Jonadab hijo de Recab un hombre que siempre esté de pie delante de mí.”’” (Jer. 35:12-19) ¡Sucedió así! Los recabitas sobrevivieron a la destrucción que le sobrevino al pueblo infiel de Jehová por Su ejecutor, así como su antepasado Jonadab había sobrevivido al degüello de los israelitas adoradores de Baal en su templo de idolatría. Hoy, asociada con la clase ungida de Jeremías hay una grande muchedumbre de “otras ovejas.” Los de esta muchedumbre condenan a la cristiandad al rehusar unirse a ella en abandonar a Jehová para poder entregarse al materialismo y a la idolatría egoísta. La promesa que Dios hizo a los recabitas asegura a estas otras ovejas que ellas sobrevivirán a la destrucción de la cristiandad y continuarán viviendo en el nuevo mundo de Dios.
20. Durante el sitio final de Jerusalén, ¿cómo fué maltratado Jeremías por seguir dando su advertencia, y qué persona no israelita vino a su rescate?
20 El hijo del rey Joaquim sucedió a éste y reinó en el trono de Jehová por sólo tres meses. Luego el hermano de Joaquim, Sedequías, fué hecho rey. En el noveno año de su reinado Jerusalén de nuevo fué sitiada por el rey de Babilonia y sus ejércitos. Por seguir advirtiendo que Jerusalén sería quemada y arrasada, Jeremías fué arrestado, acusado de sedición y puesto en una cisterna, donde se hundía en el cieno. Acudió al socorro de él, en desafío de los príncipes, no un israelita circunciso, sino un etíope castrado, un eunuco llamado Ebed-melec. Él condenó lo que los príncipes habían hecho al profeta de Jehová. Por orden del rey Sedequías, Ebed-melec llevó consigo a treinta hombres para proveer seguridad y ayuda y sacó a Jeremías del hoyo cenagoso de muerte. Después de eso, gracias a Ebed-melec, “Jeremías continuó morando en el Patio de la Guardia.”
21. ¿Qué les pasó a muchos habitantes durante el sitio de Jerusalén, pero qué se le mandó a Jeremías que dijera a Ebed-melec?
21 Durante el sitio de Jerusalén algunas madres hirvieron a sus propios hijos para alimentarse y no morir de hambre, muchos murieron a causa de la peste, y muchos murieron por la espada de los babilonios. Pero, ¿qué le pasó a Ebed-melec, que estaba en la casa del rey Sedequías? Jehová mandó a Jeremías, que estaba en el Patio de la Guardia, que le dijera a su rescatador Ebed-melec: “‘Te libraré en aquel día,’ es la declaración de Jehová, ‘y no serás entregado en manos de los hombres a causa de quienes tú mismo estás atemorizado.’ ‘Porque sin falta te proveeré un escape, y no caerás a espada; y ciertamente llegarás a tener tu alma como despojo, porque has confiado en mí,’ es la declaración de Jehová.”—Jer. 39:15-18.
22. ¿Quiénes hoy día, semejantes a Ebed-melec, han cifrado su confianza en Jehová, y cómo han probado ellos esta confianza?
22 Hoy, cerca de la destrucción de la cristiandad en el Armagedón, una clase semejante a ovejas y parecida a Ebed-melec ha cifrado su confianza en el Dios de Jeremías. Ha demostrado esta confianza al estar dispuesta a arriesgar la muerte a manos de los príncipes de la cristiandad para venir al rescate del Jeremías antitípico de hoy día. “Al grado que lo hicieron a uno de los menores de éstos mis hermanos, me lo hicieron a mí,” dijo el Rey Jesucristo a las “otras ovejas” en su parábola de las ovejas y las cabras, la última parte de su profecía acerca del fin del mundo.—Mat. 25:40.
23. ¿Qué significará la invitación que el Rey da a estas ovejas para que vengan y hereden el reino preparado para ellas, y, por consiguiente, qué promesa recordará entonces Jehová y aplicará a ellas?
23 En este día del juicio de las naciones, Jesucristo el Rey, sentado en su trono celestial para obra de juicio, dirige su atención a la derecha y dice a estas ovejas: “Vengan, ustedes que tienen la bendición de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.... Yo estuve en prisión y ustedes acudieron a mí.” Desde el año 1914 ese reino celestial está aquí y esta verde tierra es su dominio. Estas personas semejantes a ovejas de la clase Ebed-melec no tienen que morir y ser resucitadas para entrar en el dominio en que rige ese reino del nuevo mundo de Dios. Ya están viviendo en el dominio terrestre del Reino. Este es el dominio que tienen que heredar, y por eso no serán desalojadas de esta herencia terrestre suya. La cristiandad ha sido maldecida, pero estas ovejas tienen la bendición del Padre del Rey, Jehová Dios. La cristiandad con sus cabras será destruída, porque no hay lugar para ella en este dominio terrestre del Reino. Pero el Padre del Rey, Jehová, recordará la promesa que hizo a Ebed-melec cuando Jerusalén fué destruída. Por eso estos cristianos benditos semejantes a ovejas no caerán por la espada del Ejecutor en el Armagedón.
24. ¿Cómo será posible que estas ovejas jamás mueran de sobre la tierra, su herencia?
24 En esa batalla ciertamente llegarán a tener su alma, su vida, como despojo del vencedor. Esto garantiza que ellos vivirán a través de la caída estrepitosa de la cristiandad y sus templos religiosos y que comenzarán a disfrutar de su herencia terrestre en el nuevo mundo eterno. Por medio de seguir siendo obedientes cual ovejas para con su Rey Pastor nunca morirán de sobre la tierra, su herencia. Las cabras “irán al arrasamiento eterno, pero los justos a la vida eterna,” dijo Jesús el Juez.—Mat. 25:31-46.
25. ¿A causa de qué trabajo sufrimos oprobio, pero debemos ser como Jeremías cuando él estaba sufriendo oprobio?
25 Así como sucedió con Jeremías, así sucede con el resto ungido y sus compañeros, los justos semejantes a ovejas. Opresivo es el oprobio que llevan a causa de su trabajo de desarraigar, derribar, destruir y demoler el viejo mundo por medio de predicar el día de la venganza de Jehová. Pero, ¿debemos nosotros, a causa de eso, dejar de llenarnos con la Palabra de Jehová y cesar de predicar su mensaje severo? No podemos, así como Jeremías dijo que él no podía: “Nota que he llevado oprobio por causa de ti mismo. Fueron halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra viene a ser para mí la exultación y el regocijo de mi corazón, porque tu nombre ha sido llamado sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.”—Jer. 15:10, 15, 16.
26. ¿Quiénes se oponen a nosotros y nos ponen estorbos aun a causa de nuestro trabajo constructivo?, pero en lo que concierne a dejar de hablar, ¿cómo somos semejantes a Jeremías?
26 Aun porque hacemos un trabajo de edificar y plantar a favor del nuevo mundo de Dios, los que aman y sostienen el viejo mundo se oponen a nosotros y tratan de obligarnos a detenernos. Pero encendidos como estamos con la Palabra de Dios, ¿cómo podemos dejar de hablar? Citando a Jeremías: “La palabra de Jehová llegó a ser para mí causa de oprobio y de mofa todo el día. Y dije: ‘No voy a hacer mención de él, y no hablaré más en su nombre.’ Y en mi corazón resultó ser como un fuego ardiente encerrado en mis huesos; y me cansé de refrenarme, y no pude aguantarlo.... ¡Canten a Jehová! ¡Alaben a Jehová! Porque él ha librado el alma del pobre de la mano de los malhechores.”—Jer. 20:8, 9, 13.
27. Mientras expresamos el tema de nuestra predicación, ¿cómo nos fortalece Jehová para que no temamos los rostros de los enemigos?, y, en armonía con las liberaciones que efectuó cuando pereció la antigua Jerusalén, ¿qué hará Jehová?
27 Por lo tanto, en expresión del tema de nuestra predicación: ¡Abajo con el viejo mundo! ¡Arriba con el nuevo mundo! El Todopoderoso Dios del nuevo mundo nos manda que no temamos los rostros de los enemigos: “Ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque ‘Contigo estoy yo,’ es la declaración de Jehová, ‘para librarte.’” (Jer. 1:19) En fiel cumplimiento de su promesa, él libró a Jeremías y a los recabitas y a Ebed-melec cuando Jerusalén pereció. En fiel cumplimiento de ese cuadro profético, Jehová de los ejércitos nos librará a nosotros, el resto y las otras ovejas, cuando, en el Armagedón, él cumpla lo que hemos predicado derribando el viejo mundo y levantando su justo nuevo mundo.