Vaya al mismo paso amoldándose a los requisitos teocráticos
“Te doy órdenes de que observes el mandamiento de manera inmaculada e irreprensible hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.”—1 Tim. 6:13, 14, NM.
1. ¿Cuál fué la gran responsabilidad que les sobrevino a los testigos ungidos de Jehová y cristianos profesos después de 1914 d. de J.C.?
CON el establecimiento del reino de Jehová en el año 1914 (d. de J.C.) una gran responsabilidad les sobrevino a los testigos ungidos de Jehová Dios y a todos los que profesaban el cristianismo. ¿Se levantarían para declarar estas buenas nuevas del reino establecido en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, o les faltaría su fe, de modo que se hundieran en el olvido desesperanzado de este viejo mundo? El tener fe y confianza en Jehová y en su Palabra era un requisito que tenía que llenarse antes de que Dios pudiera usarlos como testigos suyos. Por lo tanto, Jesús preguntó: “Cuando llegue el Hijo del hombre, ¿verdaderamente hallará esta fe sobre la tierra?” Dando un vistazo a través de los años allá a 1918, cuando Jehová vino a su templo, sinceramente podemos dar gracias a Dios de que él hallara “esta fe sobre la tierra,” la fe de Abrahán. Halló a hombres y mujeres que estaban enteramente dedicados a él como el Todopoderoso Dios Jehová y que abandonaron “todas las cosas” de este mundo y no amaron su vida hasta la muerte.—Luc. 18:8; Mat. 19:27; 24:14; Apo. 12:11, NM.
2, 3. (a) ¿Por qué y cómo usó Jehová al resto ungido? (b) ¿Qué palabras de Isaías comenzaron a tener cumplimiento?
2 Esos años de 1914 a 1918 fueron años angustiosos. El enemigo había demolido considerablemente su organización visible terrestre, pero no pudo destruir su amor y devoción a Dios. Su fe en él permaneció imperecedera. Fué con estos dedicados que Jehová comenzó a edificar una nueva organización terrestre, una sociedad del Nuevo Mundo, bajo el establecido reino de Dios. A estos fieles colectivamente, Jesús los ‘nombró al cargo de todos sus bienes.’ Inmediatamente sintieron el apremio de su responsabilidad y cargo. Y dado que estaban libres de todo vínculo con la Babilonia mística pudieron emprender inmediatamente el trabajo que se hallaba a la mano, el cumplir su comisión de declarar hasta los fines de la tierra las buenas nuevas del reino de Jehová. Con el espíritu de Dios sobre ellos y mucho trabajo que hacer, los del resto ungido volvieron a la vida y ante ellos relució un futuro brillante y de bendición divina, al formar ellos el núcleo de la sociedad del Nuevo Mundo.—Mat. 24:45-47, NM; Eze. 37:1-14; Apo. 11:11.
3 Las palabras de la profecía de Isaías comenzaron a tener cumplimiento: “¡Levántate! ¡resplandece, oh Sión! porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. Pues he aquí que las tinieblas cubrirán la tierra, y densas tinieblas las naciones; mas Jehová, cual sol, se levantará sobre ti, y en ti será vista su gloria. Y naciones vendrán a tu luz, y reyes a tu naciente resplandor. ¡Alza tus ojos, mira al rededor y ve! todos estos se reúnen y vienen a ti: tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos. Entonces tú lo verás, y rebosarás de gozo; y pasmaráse tu corazón y se ensanchará; porque las riquezas del mar serán derramadas sobre ti; los caudales de las naciones vendrán a ti.” “Asimismo vendrán a ti, postrándose, los hijos de los que te afligieron; y a las plantas de tus pies se encorvarán todos los que te trataron con desprecio; y te llamarán la ciudad de Jehová; la Sión del Santo de Israel.” Después de 1919, y especialmente desde 1935, grandes muchedumbres de personas, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, comenzaron a reunirse con la sociedad del Nuevo Mundo para instrucción teocrática. La organización universal de Dios llegó a ser conocida como “La ciudad de Jehová; la Sión del Santo de Israel.”—Isa. 60:1-5, 14; Apo. 7:9; Miq. 4:1-5.
4. ¿Por qué es necesario que los mansos se amolden a los requisitos de Jehová, y cuáles son algunos de esos requisitos?
4 Ahora que estas personas mansas han venido a la organización teocrática de Jehová, es del todo correcto que se amolden a los requisitos de Él; porque sólo si proceden así podrán ellos ir al mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo. Entre los primeros requisitos está la necesidad de reconocer la organización teocrática; que por medio de la clase del “esclavo fiel y discreto” Jehová está suministrando a su rebaño alimento espiritual al debido tiempo. También, el estudio y la asociación son requisitos gozosos, un medio de correr parejas con la luz de entendimiento que siempre va aumentando emitida por medio de la organización del Nuevo Mundo. Hay que reconocer lo necesario que es descartar los hábitos y las ambiciones del viejo mundo. Las riñas, los odios raciales y religiosos, las tradiciones, los orgullos y rivalidades nacionales y un sinnúmero de otras teorías divisivas y prácticas peculiares del viejo mundo deben verse como cosas que uno gozosamente echa a un lado porque pertenecen a este sistema de cosas que está desapareciendo. Toda forma de egoísmo mundano, de celos, envidias, ambiciones ególatras, guerras sectarias religiosas, persecuciones de unos a otros—todas ellas manifestaciones del espíritu de este sistema agonizante y su dios, Satanás—tienen que ser dejadas a este viejo mundo. No hay lugar para ellas en el nuevo sistema de cosas. Y es sólo al amoldarnos a estos requisitos teocráticos que nos será posible ir al mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo.—Sant. 3:13-18; 4:1-4; Mat. 24:45, 46, NM.
EJERCIENDO GOBIERNO DE UNO MISMO
5. ¿Cómo le ayuda a uno el gobierno de uno mismo a llevar el paso de la sociedad del Nuevo Mundo?
5 El recorrido hacia el nuevo mundo requiere gobierno de uno mismo. Moisés después de servir diligente y fielmente por muchos años como siervo de Jehová no entró en la Tierra Prometida, porque en una ocasión perdió el gobierno de sí mismo. Él se dejó llevar a la ira, y en un momento de cólera no santificó a Jehová a la vista de Israel. Eso le costó el privilegio de entrar en la Tierra Prometida. Los que viajan hoy día hacia la Tierra Prometida antitípica tienen que estar alerta en contra de perder el dominio. El gobierno de uno mismo es moderación y autodisciplina en todas las cosas. Pablo aconsejó a los filipenses: “Llegue a ser conocida a todo hombre su racionalidad.” A medida que abandonamos los hábitos del viejo mundo y hacemos nuestros los hábitos del nuevo, queremos hallarnos adoptando un proceder razonable, sensato en todo lo que hacemos. El consejo del sabio es: “No seas excesivamente justo; ni te hagas sabio en demasía; ¿por qué querrás destruirte? No quieras ser muy inicuo, ni seas un insensato; ¿por qué has de morir antes de tu tiempo?” Esto significa gobierno de uno mismo, un conocimiento de cuándo comenzar y cuándo terminar. El llegar a ser, no extremadamente de una manera o de otra, no desigual o desproporcionado, sino equilibrado en todas las cosas, es un detalle de importancia al que quiere ir al mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo.—Fili. 4:5, NM; Ecl. 7:16, 17.
6. ¿Qué debe poder recomendar todo miembro de la sociedad del Nuevo Mundo?
6 Le es obligatorio a cada persona que viaja hacia el nuevo mundo, y especialmente a los siervos, poner ejemplos apropiados. Todo siervo debe comportarse de tal modo que pueda recomendar su proceder a otros. Cada uno debe poder decir igual que el apóstol: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.” ¿Qué clase de ejemplo fué este apóstol? Bajo inspiración, aquí está lo que él dijo de sí mismo: “Los llamo para que sean testigos este mismo día de que yo estoy limpio de la sangre de todos los hombres, porque no me he retraído de decirles a ustedes todo el consejo de Dios. . . . Por lo tanto manténganse despiertos, y recuerden que por tres años, noche y día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas. Y ahora los encomiendo a Dios y a la palabra de su bondad inmerecida, la cual palabra puede edificarlos y darles la herencia entre todos los santificados.”—1 Cor. 11:1; Hech. 20:26-32, NM.
7. ¿Por qué no puede permitir el siervo que sus hábitos, y especialmente sus hábitos de comer y beber, sean desordenados?
7 Los siervos del Nuevo Mundo tienen que copiar el ejemplo excelente de Pablo para que ellos también sean ejemplos de bien a las muchas decenas de miles de personas que cada año llegan a formar parte de la sociedad del Nuevo Mundo. Estos nuevos, al ver este ejemplo excelente de comportamiento que se pone delante de ellos, se sentirán impulsados a imitar a los siervos y así irán al mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo. Por eso Pablo declaró enérgicamente: “El superintendente por lo tanto debe ser irreprensible, el esposo de una sola mujer, moderado en los hábitos, de juicio sano.” El siervo no puede permitir que sus hábitos sean desordenados. El rebaño de Dios espera de él dirección apropiada. Algunos hábitos muy fácilmente pueden llegar a ser inmoderados a menos que se ejerza gobierno de uno mismo. Esto es especialmente cierto de los hábitos del comer y el beber. Se nos advierte que ni los glotones ni los borrachos heredarán el reino de Dios. El atracarse de alimento manifiesta falta de buen juicio. Mina la energía de uno y lo hace mentalmente perezoso y soñoliento. El beber con exceso hace que uno pierda el gobierno de uno mismo. Un borracho carece de serenidad, dignidad y respetabilidad. ¿Cómo puede un borracho representar la organización teocrática con una conciencia limpia? ¡Imposible! La borrachera impide el progreso y deshonra a la congregación de Dios y de su Cristo. Ciertamente no es cosa digna de los que corren parejas con la sociedad del Nuevo Mundo. Por lo tanto Pablo aconseja a los superintendentes que sean moderados “en los hábitos, . . . no un pendenciero ebrio, no un golpeador, sino razonable.” Y a las mujeres cristianas su consejo es: “Ser serias, no calumniadoras, moderadas en los hábitos, fieles en todas las cosas.” Y a la familia de Dios él dice: “Sea que estén comiendo o bebiendo o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para gloria de Dios.”—1 Tim. 3:2, 3, 11; 1 Cor. 9:25; 10:31, NM.
8. ¿Por llevar qué clase de vida debe esforzarse el cristiano?
8 El amoldarse a los requisitos de Dios permite que el testigo cristiano lleve una vida equilibrada y feliz. Trae satisfacción. Y “la devoción piadosa es un medio de ganancia. Ciertamente es un medio de gran ganancia, esta devoción piadosa junto con suficiencia en sí mismo.” Ayuda al cristiano a apreciar que él sólo es uno de un gran cuerpo de alabadores que refleja la gloria de Dios; que su comportamiento se hace sentir en la entera organización cristiana, ya sea ayudando o impidiendo el progresar con la sociedad del Nuevo Mundo.—1 Tim. 6:5, 6, NM.
9. ¿Cómo podemos examinar nuestros hábitos?
9 El formar buenos hábitos no es fácil en un mundo imperfecto, porque los hábitos no se forman automáticamente. Los buenos hábitos tienen que ser cultivados meditativamente por medio de trabajo arduo. Y en la mayor parte los buenos hábitos son los frutos del espíritu de Dios, un resultado de la aplicación diligente de su Palabra. Los hábitos malos o incorrectos inevitablemente nos harán perder el paso y nos sacarán de la sociedad del Nuevo Mundo. De modo que examine sus hábitos y progreso. Pregúntese: ¿Se hubiera portado Jesús como me porté yo? ¿Cómo hubiera él manejado este asunto que demanda gobierno de uno mismo? Copie su ejemplo. Si está a punto de emprender un derrotero dudoso, pregúntese: ¿Enriquecerá o corromperá este derrotero mi aprecio del Creador? ¿Qué sucederá si dejo que las cosas se desarrollen hasta el grado más pleno? ¿Será el fruto teocrático, razonable, práctico? ¿O perjudicará mi bienestar espiritual? Recuerde las palabras de Pablo: “Sigan examinándose para ver si están en la fe.” Sigan examinándose para ver si están yendo al mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo, por medio de examinar su actitud mental, su disposición, su comportamiento y su progreso. Sigan haciéndose maduros no sólo horizontalmente, es decir, hacia adelante con los años en la verdad, sino hacia arriba también, verticalmente, en espiritualidad, apreciación, amor y entendimiento. “Sigan probando lo que ustedes mismos son.”—2 Cor. 13:5, NM.
OBEDIENTES A LA REPRESENTACIÓN TEOCRÁTICA
10, 11. ¿De qué manera deben considerarse las normas y principios del Nuevo Mundo y la clase del “esclavo fiel y discreto”?
10 Los recién llegados tienen que aprender a amoldarse a los principios y normas de la sociedad del Nuevo Mundo y a obrar en armonía con ellos, de modo que todos funcionen suavemente para el bienestar y bendición de todos los que están dentro de la organización, para la gloria de Dios el Padre. Algunas veces se les hace algo difícil a algunos de nuestros nuevos asociados hacer este cambio. Tienen la tendencia de ser un poco rebeldes o ingobernables. Pero para llegar a ser genuinamente parte de la sociedad del Nuevo Mundo es imperativo que se muestre respeto al arreglo y orden teocráticos. Hay que tener una actitud mental humilde, obediente. No podemos permitir que las disposiciones y tendencias del viejo mundo influyan en nuestro pensamiento y acciones una vez que hayamos entrado en la organización del Nuevo Mundo. Hemos dejado atrás al viejo mundo, por eso ¿por qué no dejarlo todo atrás para siempre? ¿Por qué tratar de arrastrar con uno las normas y métodos del viejo mundo al arreglo del Nuevo Mundo? Dichas normas no le han resultado provechosas al viejo mundo; ¿cómo le pueden ser de algún valor al nuevo? Sólo si hacemos un esfuerzo concienzudo por rehacer nuestra mente, rehusando amoldarnos a este sistema de cosas, podremos probar para nosotros mismos la buena y aceptable y completa voluntad de Dios.—Rom. 12:2, NM.
11 Dado que al “esclavo fiel y discreto”’ se le han confiado todos los bienes del Amo, entonces consideremos con la apropiada percepción mental que cualquier cosa que el “esclavo fiel” hace es para nuestro bien. De este modo el esclavo está cumpliendo su propia obligación ante Jehová por medio de efectuar Su trabajo. Por lo tanto la voluntad del esclavo es la voluntad de Jehová. El rebelarse contra el esclavo es rebelarse contra Dios. El tener la debida actitud mental respecto a la dirección del esclavo es una parte del ir al mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo.
12. ¿Por qué es peligroso seguir el camino del “librepensador”?
12 Una tendencia entre la generación ascendente es exaltar la individualidad—“librepensamiento,” lo llaman. El “librepensador” expresa un deseo individual de independencia. Resiste el ser atado a cualquier regla o reglamento establecido. Tiene su propio modo de hacer las cosas, que a él siempre le parece mejor. El someterse a la autoridad o representación teocrática se le hace difícil a él. Siente que le hace falta espacio, como si estuviera rodeado por todos lados de instrucciones. Todos los que están en la sociedad del Nuevo Mundo han perdido el paso menos él. Parece que él siempre sabe una manera mejor de hacer las cosas. Su proceder es un proceder hinchado de orgullo y amor propio. Si no tiene cuidado de rectificar su indocilidad, engreimiento, su orgullo lo conducirá a una caída vergonzosa. Siempre es mejor reconocer de la manera bíblica el arreglo teocrático que nos trajo la verdad y amoldarnos a él que resistir su dirección simplemente porque a veces no entendemos por qué se hacen las cosas de la manera que se hacen. “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu mismo entendimiento: tenle presente en todos tus caminos, y él dirigirá tus senderos. No seas sabio a tus propios ojos; teme a Jehová y apártate del mal.” “La soberbia precede a la destrucción, y el espíritu altivo va delante de la caída. Mejor es ser de espíritu sumiso en medio de los humildes, que repartir los despojos entre los orgullosos.” Basten estas palabras.—Pro. 3:5-7; 16:18, 19.
13. ¿Cómo muestran las Escrituras lo necesario que es obedecer a la representación teocrática y tenerle respeto?
13 El obedecer a la representación teocrática y tenerle respeto es un requisito en la organización de Jehová. “Que los de mayor edad que presiden de manera correcta sean considerados dignos de doble honra, especialmente los que trabajan con ahinco en hablar y enseñar.” (1 Tim. 5:17, NM) Jehová es responsable de la organización de sus criaturas y delega poder y autoridad a éstas y dirige qué honor debe dárseles. “Ahora Dios ha colocado a los miembros en el cuerpo, cada uno de ellos, así como él quiso.” Los superintendentes terrestres representan a Jehová en su asignación tanto como los celestiales. “Estén en sujeción los unos a los otros en temor de Cristo. Estén sujetas las esposas a sus esposos como al Señor, . . . De hecho, así como la congregación está sujeta al Cristo, que las esposas también lo estén así a sus esposos en todo. . . . La esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo.” Esto demuestra lo necesario que es el orden y tenerle respeto dentro de la congregación cristiana a la autoridad delegada.—1 Cor. 12:18; Efe. 5:21-33, NM.
14-16. (a) ¿Cómo se ilustra el respeto a la representación teocrática en el caso de Zacarías? (b) ¿En el caso de Pablo con el sumo sacerdote Ananías? (c) ¿En el caso de David y el rey Saúl? (d) ¿En el caso de Miguel el arcángel y el Diablo?
14 Cuando Gabriel le dijo a Zacarías que él iba a tener un hijo, Zacarías no creyó al ángel. Zacarías mostró falta de respeto por medio de incredulidad. Por lo tanto el ángel le dijo: “Soy Gabriel, quien permanece cerca delante de Dios, y fuí enviado para hablar contigo y declararte las buenas nuevas de estas cosas. Pero, ¡mira! estarás callado y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas, porque no creíste mis palabras. A pesar de eso, se cumplirán en su tiempo señalado.” Gabriel era representante de Jehová. Sus palabras no habían de ponerse en tela de juicio. El que no se le tuviera respeto a esta autoridad resultó en que Dios impusiera un castigo severo.—Luc. 1:19, 20, NM.
15 Cuando Ananías ordenó que se le pegara a Pablo en la boca, Pablo le dijo: “Dios le golpeará a usted, pared blanqueada. ¿Se sienta usted para juzgarme de acuerdo con la Ley y al mismo tiempo, quebrantando la Ley, manda que yo sea golpeado?” Los que estaban cerca dijeron: “¿Vilipendia usted al sumo sacerdote de Dios?” Pablo entonces pidió disculpas, diciendo: “Hermanos, yo no sabía que era el sumo sacerdote. Porque está escrito: ‘No hablarás perjudicialmente de un gobernante de tu pueblo.’” En otras ocasiones ante reyes y gobernantes de este mundo, Pablo siempre tuvo mucho cuidado de mostrar el debido respeto. ¡Cuánto más debemos nosotros respetar a aquellos a quienes Jehová delega autoridad!—Hech. 23:1-5, NM.
16 El rey Saúl amenazó la vida de David en muchas ocasiones. No obstante, cuando estaba dentro del poder de David quitarle la vida a Saúl, él dijo: “¿Quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?” David desplegó temor a Dios y profundo respeto a las personas nombradas por él al rehusar tocar a Saúl. (1 Sam. 26:9, Val; Sal. 105:14, 15) Judas hace un contraste entre el comportamiento de personas que son semejantes a los hombres de Sodoma y Gomorra y las ciudades a su alrededor y el de Miguel. De los inicuos, él dijo: “Estos hombres, también, entregándose a sueños, profanan la carne y no reconocen el señorío y hablan injuriosamente de los gloriosos. Por otra parte, cuando Miguel el arcángel tuvo una diferencia con el Diablo y estaba disputando acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a traer un juicio contra él en términos injuriosos, sino que dijo: ‘Jehová te reprenda.’ Sin embargo, estos hombres están hablando injuriosamente de todas las cosas que realmente no conocen, pero todas las cosas las entienden ellos de modo natural como los animales irracionales, en estas cosas siguen ellos corrompiéndose.” Pedro lanzó una acusación semejante en contra de los irrespetuosos y de mal vivir: “Atrevidos, obstinados, no tiemblan ante los gloriosos, sino que hablan injuriosamente, mientras que los ángeles, aunque son más grandes en fuerza y poder, no traen contra ellos una acusación en términos injuriosos, no haciéndolo por respeto a Jehová. Pero estos hombres, como los animales irracionales nacidos naturalmente para ser prendidos y destruídos, sufrirán, en las cosas de las que son ignorantes y hablan injuriosamente, aun la destrucción en su propio curso de destrucción, haciéndose mal a sí mismos como recompensa por hacer mal.”—Jud. 8-11; 2 Ped. 2:6-13, NM.
17, 18. ¿Qué graves consecuencias por mostrar falta de respeto a la autoridad se destacaron en los casos de Ananías y su esposa Safira, Coré, María y Aarón?
17 El siervo fiel tendrá cuidado de mostrar respeto debido a la autoridad a todo tiempo, apreciando que estos representantes hablan en el nombre de Jehová. Cuando Ananías y Safira mintieron a Pedro, el apóstol les dijo: ‘Han tratado de engañar, no a los hombres, sino a Dios.’ Pagaron con la vida por esta falta de respeto a Jehová y su representante. Coré se rebeló contra la dirección de Moisés y Aarón, pero Moisés mostró que la falta de respeto de Coré era más trascendente que eso. Moisés dijo: “Por esto ustedes sabrán que Jehová me ha enviado a hacer todas estas obras, que no es de mi propio corazón: Si es según la muerte de todo el género humano que estas personas morirán y con el castigo de todo el género humano que el castigo se les impondrá, entonces no es Jehová quien me ha enviado. Pero si es algo creado que Jehová creará y el suelo tiene que ensanchar su boca y tragárselos y todo lo que les pertenece y ellos tienen que descender vivos al Sheol, entonces ustedes de cierto sabrán que estos hombres han tratado a Jehová irrespetuosamente.” Por su comportamiento rebelde, Coré y sus cohortes “pecaron en contra de su propia alma.” Tales hombres se oponen, no a hombres, sino a Dios.—Hech. 5:1-6; Núm. 16:1-38; Hech. 5:38, 39, NM.
18 Las consecuencias graves de mostrar falta de respeto también se destacan en el caso de María y Aarón, que no hicieron caso a Moisés como el portavoz escogido de Jehová: “¿Es únicamente por Moisés solo que Jehová ha hablado?” preguntaron. “¿No es también por nosotros que él ha hablado?” Por su comportamiento antiteocrático María fué herida con lepra. Sólo a causa de su actitud arrepentida y por la intercesión de Moisés a favor de ella fué limpiada María. No obstante, en estas palabras que Jehová dirigió a Moisés se hace patente cuánto le desagradó a Jehová el comportamiento de María: “Si el padre de ella le escupiera directamente en el rostro, ¿no estaría humillada ella siete días? Que esté en cuarentena siete días fuera del campamento y después que se le reciba.” De esto, tanto los hermanos como las hermanas deben tomar a pecho una amonestación, la de que el hablar injuriosa o irrespetuosamente de la autoridad, los representantes de Jehová, es un pecado suficientemente grave como para remover a uno “fuera del campamento,” la organización teocrática. Sea conocido que “es cosa horrenda caer en las manos del Dios vivo.”—Núm. 12:1-15; Heb. 10:31, NM.
DIOS IMPARCIAL
19. ¿Por qué no es prudente mirar al imperfecto hombre de carne?
19 Pedro declaró que Jehová “no es parcial, sino que en toda nación el hombre que le teme y obra justicia es aceptable a él.” Por lo tanto, ponga fin a las ideas del viejo mundo de que la organización de Jehová está llena de “favoritos.” No hay favoritos. Si usted teme a Jehová y hace obras de justicia, entonces usted es favorito de él tanto como cualquier otro. En la congregación, los siervos son escogidos por sus cualidades y habilidad para servir. La congregación debe mostrarles el respeto que sea digno de su asignación, porque éste es el medio de Jehová de tratar con usted y usted con Él. No debilite su relación teocrática por medio de tropezar con la “carne” que a usted personalmente no le guste. Porque, dice Pablo: “De ahora en adelante nosotros no conocemos a nadie según la carne. Aun si hemos conocido a Cristo según la carne, ciertamente ya no lo conocemos así. En consecuencia, si alguien está en unión con Cristo, es una nueva creación; las cosas viejas pasaron, ¡miren! nuevas cosas han venido a la existencia.” Si nos inclinamos a mirar a cualquier hombre imperfecto de carne, eso tenderá a disminuir nuestro aprecio por su puesto teocrático, su responsabilidad como esclavo de Jehová. Si vemos esto claramente, este principio de representación teocrática, no insistiremos en nuestros propios derechos e intereses, sino que seguiremos el consejo sabio de las personas nombradas de Jehová. Estas son “dádivas en hombres” de parte de Jehová. Nos ayudarán a obrar nuestra salvación para la honra de Dios y para la vindicación de su grande y santo nombre.—Hech. 10:34, 35; 2 Cor. 5:16, 17; Efe. 4:8, NM.
20. ¿Qué, entonces, significa ir al mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo?
20 Por lo tanto, el ir al mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo significa muchas cosas para nosotros. Significa una vida de dedicación, abnegación, estar dedicado enteramente y sin reservas a Jehová Dios como Cristo Jesús lo estuvo y como ahora lo está. Significa el librarnos de hábitos del viejo mundo y amoldarnos a los requisitos de Jehová. Significa reconocer al “esclavo fiel y discreto,” y mostrar el debido respeto a los que están en autoridad. Significa ‘el probar lo que nosotros mismos realmente somos.’ En substancia todo esto significa observar “el mandamiento de manera inmaculada e irreprensible.”—2 Cor. 13:5; 1 Tim. 6:14, NM.
21. ¿Cómo nos resultará provechoso ir al mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo?
21 Si hacemos esto, llegaremos a la madurez por la bondad inmerecida de Jehová. Nos daremos cuenta de cuán copiosa bendición es ir al mismo paso que su organización. Nos emocionaremos con la expansión teocrática. Fulguremos con el espíritu por el aumento de conocimiento y entendimiento. Segaremos con gozo lo que hemos sembrado. Nuestra convicción será fuerte, nuestra fe inmovible, nuestra apreciación profunda, nuestro gozo abundará de la plena seguridad de que llevamos el mismo paso que la sociedad del Nuevo Mundo de Dios, cuya guía y dirección no sólo nos alimentará bien espiritualmente en los últimos días de este viejo mundo, sino que nos mantendrá vivos para entrar en el Nuevo Mundo de justicia y para siempre jamás.
[Ilustración de la página 633]
Años en la verdad
Crecimiento espiritual