Aumentando sus privilegios de servicio
1. (a) ¿Qué ilustró enérgicamente Jesús en la parábola de las minas y cómo? (b) ¿Quién es el que ha recibido poder regio, y qué intereses ha confiado a sus siervos?
JESÚS, en una parábola, ilustró enérgicamente la necesidad de que seamos productivos en el servicio de nuestro Amo. Habló de cierto hombre de nacimiento noble que estaba a punto de viajar por el extranjero para obtener poder regio y el cual llamó a sus siervos ante él y, confiándoles una mina a cada uno, les dijo que negociaran con ella. “Con el tiempo, cuando él volvió a casa después de haber conseguido el poder regio, él mandó a llamar a estos esclavos a quienes les había dado el dinero de plata, con el fin de averiguar qué habían ganado por la actividad de negociar. Entonces el primero se presentó, diciendo: ‘Señor, su mina, al comerciar con ella, aumentó hasta diez minas.’ De modo que él le dijo: ‘¡Bien hecho, buen esclavo! Porque has probado ser fiel en un asunto muy pequeño, acepta autoridad sobre diez ciudades.’ Ahora el segundo vino, diciendo: ‘Su mina, Señor, ganó cinco minas.’ Él también dijo a éste: ‘Tú, también, encárgate de cinco ciudades.’” Otro esclavo, aunque no había perdido su mina, no mostró aumento, y debido a esto fue juzgado infiel y lo que tenía le fue quitado. (Luc. 19:12-26) Cristo Jesús es Aquel a quien Jehová ha dado poder regio y él ha confiado el privilegio de participar en el ministerio como testigos de Jehová a todos sus seguidores, diciendo: “Vayan pues y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.”—Mat. 28:19, 20.
2. ¿Por qué es importante que cada uno muestre un aumento?
2 Mediante esta parábola él muestra que la aprobación se obtiene, no solo por medio de retener lo que se nos ha confiado, sino trabajando con ello de tal manera que mostremos aumento. ¿Por qué? Porque esto indica una condición de corazón correcta y buena. Como Jesús explicó en su parábola del sembrador: “En cuanto al que es sembrado sobre tierra de la clase apropiada, éste es el que oye la palabra y percibe su sentido, que verdaderamente lleva fruto y produce, este de a ciento por uno, aquél de a sesenta, el otro de a treinta.” (Mat. 13:23) Aquel cuyo corazón resulta ser tierra de la clase apropiada es receptivo a la Palabra de Dios y responde a la dirección de su organización, y, como resultado, Dios bendice el trabajo de sus manos con aumento.
3. ¿Qué se necesita de parte nuestra si vamos a mostrar un aumento?
3 Para mostrar un aumento tenemos que aplicarnos, tratando de adquirir más conocimiento y habilidades aumentadas; debemos ser progresivos y estar dispuestos a asumir más responsabilidad en el servicio de Dios. Cada uno necesita continuar creciendo en conocimiento de la verdad bíblica, producir el fruto de las cualidades cristianas en su vida, y diseminar las buenas nuevas por medio de hacer declaración pública de su fe. (1 Tim. 2:3, 4; Juan 15:8; Rom. 10:10) En ninguna ocasión debemos llegar a estar satisfechos, estancándonos con una actitud de haber hecho todo lo que se necesita. Más bien, necesitamos esforzarnos. “¡Manténganse despiertos, estén firmes en la fe, pórtense como hombres, háganse fuertes! Que todos sus asuntos se efectúen con amor.” “Esfuércense vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo, tratarán de entrar pero no serán suficientemente fuertes.”—1 Cor. 16:13, 14; Luc. 13:24.
PROGRESO EN EL MINISTERIO DEL CAMPO
4. ¿Qué privilegio está disponible para los que han conseguido algún conocimiento de la Palabra de Dios y lo han aceptado, y cómo deben considerar esta oportunidad?
4 Quizás usted es una persona que ya ha estado estudiando la Biblia por un período de algunos meses con la ayuda de un testigo de Jehová. Sin duda sus esfuerzos han sido abundantemente recompensados; usted ha hallado satisfactorias respuestas bíblicas a preguntas que lo mantuvieron a usted perplejo por muchos años y también la solución de muchos problemas personales; usted ha hallado una esperanza confiable en el nuevo mundo de Dios que lo ha llenado de gozo. Habiendo comparado los acontecimientos de nuestra generación con la gran profecía de Jesús sobre el fin del viejo mundo, usted ahora sabe que estamos viviendo en ese tiempo y que hemos estado viviendo en él desde 1914. Usted también aprendió de esa profecía que hay servicio en el cual usted puede participar, porque Jesús dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la Tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:14) Teniendo presente que la Palabra de Dios estimula a cada uno a progresar a la madurez cristiana, ahora es el tiempo para hacer arreglos definitivos para aumentar su servicio a Dios por medio de participar en esa obra grandiosa. (Heb. 5:12–6:1) Todavía hay millones de personas que no conocen las cosas que usted ha aprendido. Como dijo Jesús: “La cosecha es grande, pero los trabajadores son pocos.” (Mat. 9:37) ¿Participara usted en el gozoso trabajo de cosechar junto con la persona que lo ha instruido a usted oralmente? ¿Aumentará usted sus privilegios de servicio, mostrando que la verdad que Dios le ha dado a usted ha entrado en la ‘tierra apropiada’ de un buen corazón, que usted ha percibido el sentido de ella y que es productivo en su servicio?—Gál. 6:6.
5. (a) En lo que toca al ministerio, ¿qué deben tener en mente todos los que están asociados con la sociedad del nuevo mundo? (b) ¿Cuáles son algunas de las actividades a las cuales cada uno puede extenderse para mostrar aumento?
5 Todos los que están asociados con la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová sean ministros recién interesados o ministros experimentados, deben tener en mente el aumentar sus privilegios de servicio. Cada uno, siendo progresivo, debe tener una meta hacia la cual esté trabajando en el ministerio—una meta que pueda lograrse en un período de tiempo razonable y que sirva de escalón para más progreso. Hay muchos rasgos de servicio en los cuales podemos participar, y debemos esforzarnos progresivamente para incluirlos todos en nuestro programa regular de actividad. En las congregaciones en todas partes hay mucho lugar para mejorar en esto, y eso significa que hay necesidad de mejoramiento personal. ¿Está usted participando con regularidad en el ministerio de casa en casa, como participaron Jesús y sus apóstoles? (Hech. 20:20; 1 Cor. 11:1) ¿Lo ha hecho usted así esta semana? Siendo éste el tiempo para que se proclamen las noticias del reino establecido de Dios, ¿está usted participando regularmente en distribuir la revista que está dedicada a proclamar ese reino, La Atalaya, junto con ¡Despertad!, su compañera? Mucho bien puede lograrse mediante la distribución regular de estas revistas, y cada publicador tiene el privilegio de participar. ¿Es ése un privilegio que usted aprecia? Luego hay las muy importantes actividades de revisitas y estudios bíblicos. Sin duda fue por medio de tal servicio que usted pudo llegar a un conocimiento de la verdad, y esto debe ayudarle a usted a apreciar la importancia de participar semanalmente, con regularidad, en estos rasgos de servicio para ayudar a otros a entrar en el camino que conduce a la vida. Aumente su ministerio para incluir todas estas actividades. Si usted ya participa con regularidad en ellas, considere cómo usted puede mejorar su eficacia para efectuar más en el tiempo que usted de hecho dedica al ministerio del campo. Al aumentar su servicio encuentre usted a alguna otra persona de la congregación que necesite ayuda para hacer lo mismo, y amorosamente ofrezca esa ayuda y estímulo. A medida que usted muestre aumento en su propio ministerio, y ayude a otros a hacer lo mismo, el gozo recompensador que acompaña a tal derrotero productivo será de usted.—Mat. 25:23.
6. (a) ¿Cómo ayuda a uno a progresar la escuela del ministerio teocrático? (b) ¿Cómo es la diligencia de cada estudiante para progresar una fuente de bendición a todos los que asisten a la escuela?
6 El consejo tocante al ministerio que Pablo dio a Timoteo es apropiado para todos nosotros hoy día. Él dijo: “Reflexiona acerca de estas cosas, absórbete en ellas, para que tu progreso sea manifiesto a toda persona. Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Tim. 4:15, 16) La escuela del ministerio teocrático en todas las congregaciones de testigos de Jehová ofrece oportunidades excelentes para hacer exactamente eso, y todos los que están asociados con la congregación hacen bien al aprovecharse de esta provisión. Pruebe usted mismo ser como Timoteo y ‘deje que su progreso sea manifiesto a toda persona.’ Tenga presente el consejo que usted recibe en la escuela y haga un esfuerzo diligente, no solo al tiempo de su próxima asignación, sino diariamente en su conversación y regularmente en su ministerio del campo para lograr progreso. Que cada asignación sea un marcador de progreso en su ministerio, a medida que usted conozca a fondo la materia que presenta y desarrolle buenas cualidades de hablar y enseñar. El auditorio también se beneficiará al progresar usted. Es verdad que casi todos tienen un conocimiento general de la materia que usted presenta, pero el esfuerzo adicional por parte de usted por expresar las ideas con claridad los capacita a entender más claramente los puntos. El presentar usted la materia como realmente lo haría a una persona de buena voluntad en el ministerio del campo hace posible que ellos aprendan por su ejemplo a razonar sobre ello y hacerlo entendible a una persona que sabe muy poco de la verdad bíblica. El ánimo y entusiasmo en su presentación aumentan el aprecio sincero por la verdad de parte de todos los que lo oyen a usted. Hasta su presentación bien preparada, diligente, puede ser la mismísima cosa que estimule el aprecio de una persona recién llegada lo suficientemente de modo que regrese a las reuniones futuras y continúe bebiendo de las aguas de la verdad dadoras de vida. Por lo tanto el progreso de usted es una fuente de bendición tanto para usted mismo como para todos los que lo observan.
ESFORZÁNDOSE POR PRIVILEGIOS MAYORES
7. En conexión con el ministerio del campo, ¿qué oportunidades para el servicio aumentado en la congregación están disponibles para los maduros, y cómo deben considerar todos esta actividad?
7 Es grande la necesidad de ministros maduros, los que se han aplicado y cuyo progreso es manifiesto a todos, los individuos que están listos y anuentes a aceptar mayor responsabilidad. ¿Cuantos hay en su congregación que, debido a falta de madurez, solo dedican unas cuantas horas al servicio cada mes y muestran poco en lo que toca a aumento? Necesitan la ayuda de individuos maduros que estén dispuestos a sentarse y estudiar con ellos, ayudarlos a preparar sermones, ayudarlos a mejorar su modo de manejar los problemas que encuentran en el trabajo de casa en casa, acompañarlos a las revisitas y ayudarlos a establecer estudios bíblicos de casa. Necesitan instrucción y estimulo personales. “No obstante, nosotros que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los que no son fuertes, y no estar agradándonos a nosotros mismos. Que cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno para su edificación.” (Rom. 15:1, 2) ¿Está usted dando pasos para aumentar su ministerio con el fin de incluir este privilegio?
8. ¿Cuál es el punto de vista correcto de las asignaciones de la reunión de servicio que tal vez le sean dadas a uno?
8 Al progresar usted quizás encuentre que tiene el privilegio de superentender una parte del programa de la reunión de servicio de la congregación. A muchos se les pide con regularidad que hagan esto. ¿Cómo debe considerarse esto? Pablo contesta: “El que preside, que lo haga con verdadero ahínco.” (Rom. 12:8) Cuando usted reciba este privilegio, aun si fuese cada semana, no deje la preparación para el último instante y luego junte apresuradamente algunas ideas solo para llenar el tiempo asignado. A usted se le ha confiado servir a la congregación del pueblo de Dios alimento y consejo espirituales de Su mesa; jamás lo trate como algo común. (Mal. 1:12) Cuidadosamente estudie su asignación con bastante anticipación. Considere el presentar la materia de tal manera que aplique directamente a las circunstancias de los de la congregación. Su asignación no consta de simplemente presentar información, sino de transmitirla de tal manera que todos aprecien su valor, la recuerden y la usen. Su eficacia se reflejará en la eficacia de ellos en el ministerio del campo, y, a su vez, en la vida de aquellos a quienes ellos ministren.
9. ¿Qué oportunidades de servicio se han abierto como resultado del aumento en el número de congregaciones?
9 El ministerio del campo productivo ha resultado en un aumento asombroso en el número de congregaciones, y esto también hace accesible las oportunidades para servicio aumentado. Póngase usted a pensar: ¡Durante los últimos dos años se formaron 3,130 congregaciones nuevas del pueblo de Jehová en todo el mundo! Esto significa que durante ese tiempo se necesitaron 3,130 nuevos superintendentes de congregación, además de más de 21,000 siervos ministeriales y más de 160 siervos de circuito y de distrito para efectuar visitas a intervalos regulares. No obstante, esto no es todo. Casi en cada congregación hay oportunidades para que los hermanos maduros aumenten sus privilegios al asumir responsabilidades como siervos, porque muchos de los que ahora están asignados tienen dos o tres puestos.
10. (a) ¿Cómo se esfuerza uno por el puesto de superintendente? (b) ¿Por qué es éste el derrotero correcto que ha de seguirse?
10 Pablo encomia a los que se están esforzando por tal servicio, diciendo: “Si algún hombre se está esforzando por tener un puesto de superintendente, está deseoso de un trabajo de la clase correcta.” (1 Tim. 3:1) No es honor lo que buscan; desean trabajo, trabajo de la clase correcta; quieren efectuar más en el servicio de Jehová y servir más a sus hermanos cristianos. Como ya hemos visto en la parábola de las minas, alguien se esfuerza por el puesto de superintendente, y se muestra digno de que se le confíe mayor responsabilidad, al probarse fiel y mostrar aumento al cuidar lo que ya ha sido puesto a su cuidado. Si es diligente y adquiere habilidad en el ministerio de casa en casa, hace revisitas, conduce estudios bíblicos de casa progresivos, es regular en todos los rasgos del servicio, se encarga de cada asignación en las reuniones de congregación de una manera edificante, y manifiesta en todo lo que hace los frutos del espíritu de Dios, está mostrando mediante su derrotero fiel que llena los requisitos para ser usado como superintendente. Los superintendentes son eso, no porque se hayan ganado la atención de algún hermano prominente, sino porque se han ganado la aprobación de Dios. Habiéndose probado fieles en cosas pequeñas, son bendecidos por Dios con mayores responsabilidades. (Sal. 75:5-7; Luc. 16:10) ¿Está usted yendo en pos de tal derrotero de fidelidad al cuidar los intereses del Reino confiados a su cuidado?
11. ¿Qué es lo que impulsa a uno a emprender el servicio de precursor, y qué arreglo hace posible el que muchos participen en este servicio?
11 Millares de ministros previsores en la sociedad del nuevo mundo, sabiendo que nada de lo que este viejo mundo tiene se compara en valor con el servicio de Dios, han organizado sus asuntos para dedicar más tiempo al trabajo actual de predicar y enseñar como ministros precursores de tiempo cabal. Decenas de millares más, aunque tienen responsabilidades que hacen imposible el que sean precursores regulares, también tienen la vista puesta en los privilegios de servicio aumentados. Por medio de planear cuidadosamente pueden procurarse tiempo oportuno al grado de tener dos semanas o un mes o más cada año para el servicio de precursor de vacaciones. Su corazón se halla en el servicio de Jehová, y constantemente vigilan para tener oportunidades de participar más plenamente en él. Siguen probando si están yendo en pos del derrotero de la fe verdadera, y se sienten impulsados a esforzarse por crearse oportunidades para así aumentar su servicio.—Efe. 5:15, 16; 2 Cor. 13:5.
12. ¿Por qué se están mudando individuos y familias para servir donde es grande la necesidad de testigos del Reino?
12 Otros individuos y grupos de familia de corazón fuerte han recogido sus cosas y se han mudado a nuevas localidades y aun a países extranjeros donde es grande la necesidad de testigos del Reino. ¿Por qué? No es que no tuvieran obligaciones de familia u otras responsabilidades o que tuvieran abundancia de dinero que no supieran como usar de otra manera. Más bien, están profundamente conscientes de la voluntad de Dios para nuestro día; tienen fe en Dios de que este trabajo de dar testimonio que ahora se está haciendo es el más importante para nuestro día. Habiendo oído la llamada por ayuda en el ministerio de parte de estos otros lugares, se sintieron como Pablo y sus compañeros cuando Pablo tuvo una visión de un macedonio que le rogaba y que le decía: “Pase a Macedonia y ayúdenos.” “Ahora bien, tan pronto como hubo visto la visión,” el relato continúa, “procuramos partir para Macedonia, llegando a la conclusión de que Dios nos había llamado para declarar las buenas nuevas a ellos.” (Hech. 16:9, 10) Por eso, hoy, los que han respondido a la llamada sienten que es Dios quien los ha llamado, que es él quien les ha mostrado esta puerta abierta de servicio, y, como Isaías, responden: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí.” (Isa. 6:8) Su fe está siendo recompensada abundantemente a medida que ayudan a los que tienen hambre y sed de justicia a asirse del servicio del Dios verdadero con ellos.
13. ¿Qué punto de vista debemos adoptar de las oportunidades presentes para aumentar nuestro servicio, y con qué punto de vista del futuro?
13 Sin importar dónde estemos sirviendo en la organización de Jehová, hay oportunidad para que nosotros obremos como los esclavos fieles de la parábola de Jesús, y para que mostremos un aumento de la mina, el ministerio del Reino, confiado a nosotros. La fe firme en Dios, el amor a los que manifiestan buena voluntad para con el Creador, ‘el tener muy presente’ el inminente día de la destrucción del mundo inicuo por Jehová, y la ansiosa expectación de las bendiciones del nuevo mundo nos estimulan a tal derrotero fiel. (2 Ped. 3:11-13) No esperamos el tiempo cuando seamos eximidos del servicio al Amo. No esperamos el Armagedón como ocasión en que se termine nuestro servicio a Dios. Cuando una asignación se ha desempeñado fielmente, Dios no exime a la persona de su servicio ni la jubila del servicio activo. Nuestro gozo estriba en servir activamente a Jehová, y los que ahora se prueban fieles serán bendecidos con aumentadas oportunidades de servir a su Creador en el nuevo mundo. Como se muestra por Jesús en la parábola de los talentos, al que se prueba fiel en su cargo el Amo dice: “¡Muy bien, esclavo bueno y fiel! has sido fiel en lo poco. Te pondré sobre lo mucho. Entra en el gozo de tu amo.”—Mat. 25:23.
YENDO EN POS DE LA META DE SERVICIO DEL NUEVO MUNDO
14, 15. ¿Qué perspectivas de servicio aumentado les esperan a los miembros del cuerpo ungido de Cristo que se prueban fieles ahora?
14 ¡Póngase usted a pensar en la magnífica obra que aguarda a los que prueban su fe ahora! Los que han sido ungidos con espíritu de Dios y que aseguran la llamada y selección de ellos tendrán asignaciones de servicio en el reino celestial con Cristo. Gloriosos nuevos campos de actividad estarán disponibles para ellos, pues “serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes,” como miembros de la Nueva Jerusalén, la organización capital de todo el universo de Dios. (Apo. 20:6) A estos ungidos que han servido a Dios con todo su corazón, que han ido en pos del derrotero de la paz con Dios y con su Hijo y con sus hermanos cristianos, y que han permanecido firmes aun ante la persecución violenta, aplican las promesas: “Felices son los de corazón puro, puesto que ellos verán a Dios. Felices son los pacíficos, puesto que serán llamados ‘hijos de Dios’. Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que el reino de los cielos pertenece a ellos.”—Mat. 5:8-10.
15 Por medio de su Palabra inspirada Jehová les ha dado a saber cuáles son algunas de las perspectivas deleitables que les aguardan, y el apóstol Pablo hace mención de esto, diciendo: “Continuo mencionándolos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento acertado de él, habiendo sido iluminados los ojos de su corazón, para que ustedes sepan cuál es la esperanza a la que el los llamó, cuáles son las gloriosas riquezas que él guarda como una herencia para los santos, y cuál es la sobrepujante grandeza de su poder para con nosotros los creyentes. Es de acuerdo con la operación de la potencia de su fuerza, con la cual ha operado en el caso del Cristo cuando lo levantó de entre los muertos y lo sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad y potestad y señorío y todo nombre que se nombra, no solamente en este sistema de cosas, sino también en el que ha de venir. Él también sujetó todas las cosas debajo de sus pies, y le hizo cabeza sobre todas las cosas de la congregación, la cual es su cuerpo, el complemento de aquel que lo llena todo en todo.” (Efe. 1:16-23) Su esperanza de tan maravilloso servicio celestial es un “ancla del alma,” que los capacita a adherirse fielmente al servicio que Dios les ha dado ahora y a asirse de la esperanza puesta delante de ellos.—Heb. 6:19.
16, 17. ¿Qué privilegios de servicio aguardan a los que son bendecidos con vida en el dominio terrestre del Reino?
16 Luego hay una grande muchedumbre de otros que ahora sirven hombro a hombro con los hermanos ungidos del Rey y sobre quienes también descansa el espíritu de bendición de Dios. A ellos Cristo dice: “Vengan, ustedes que tienen la bendición de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.” (Mat. 25:34) Esperan servir en el dominio terrestre del Reino, y ¡cuán deleitables perspectivas tienen!
17 Los que ahora se prueban fieles superintendentes en la sociedad del nuevo mundo, sin duda continuarán gozando de puestos de servicio principesco después del Armagedón. Habrá mucho trabajo que hacer, y se hará de una manera ordenada. (Isa. 32:1, 2; 1 Cor. 14:33) Después de la ejecución de juicio de Dios sobre los inicuos en su guerra del Armagedón, los súbditos terrestres del Rey tendrán ante sí un programa mundial de limpieza completa que eclipsará cualquier cosa que este globo haya visto. Multitudes incontables de muertos humanos tendrán que ser enterradas. (Eze. 39:11-16) Se construirán casas. Las condiciones paradisíacas se extenderán hasta los cabos de la Tierra. Esa no será ocasión para los trabajadores irregulares ni para los que se esfuerzan por hacer solo lo que creen necesario para irla pasando. Los que estén vivos para participar en ese servicio serán los que aman a Dios con todo su corazón y con toda su fuerza y con toda su energía vital; son los que se prueban fieles en sus asignaciones ahora, y quienes serán bendecidos con aun más que hacer entonces. A medida que nazcan los niños de los sobrevivientes del Armagedón, y cuando las personas que están en la memoria de Dios sean levantadas de entre los muertos, habrá un tremendo programa educativo. (Apo. 20:12) La habilidad docente adquirida ahora continuará siendo puesta a buen uso entonces, ayudando a los recién llegados a conseguir conocimiento acertado y profundo aprecio de la voluntad de Dios. Bajo la administración del reino del cielo, esta Tierra llegará a adquirir belleza paradisíaca y sus habitantes obedientes alcanzarán la perfección. Todos esos habitantes serán participantes de todo corazón en la adoración de Jehová.
18. ¿Qué punto de vista apropiado debemos tener para con el servicio presente y futuro que Dios nos da?
18 Esta es la voluntad de Dios, y es por ello que todos los cristianos oran, diciendo: “Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la Tierra.” (Mat. 6:9, 10) ¡Anhelando vehementemente ese tiempo, sirven ahora a Dios, para que sean bendecidos con participar en las asignaciones satisfactorias de servicio que Jehová les proveerá entonces y a través de toda la eternidad! Para ellos, el servicio de Dios no es carga opresiva; no consideran el asumir mayor responsabilidad como alguna perspectiva desagradable. Hallan el mayor gozo y satisfacción en hacer la voluntad divina, y es con expectación gozosa que se esfuerzan por aumentar su participación en ello.