Aprendiendo del Gran Maestro

 1. ¿Por qué debería ser la instrucción un deleite para personas de toda edad?

SEAMOS jóvenes o de edad avanzada, la instrucción puede ser —y debería ser— un deleite. ¿Por qué? Porque la instrucción abre las ventanas de la mente; es la enemiga de la monotonía y la torpeza. ¡Hay tanto que aprender! La Tierra a nuestro alrededor está llena de personas interesantes, lugares interesantes, variedades sorprendentes de criaturas y plantas. Sí, la Tierra, para no mencionar los cielos estrellados arriba, es una tesorería de conocimiento. Tiene asuntos cuyo estudio tomaría la duración de mil vidas y más.—Pro. 9:9.

 2. Cómo resultado de la instrucción, ¿qué habilidad deberíamos tratar de adquirir, y por qué?

² Pero podemos hacer más que solo aprender acerca de las cosas. Por medio de la instrucción, podemos adquirir la habilidad de hacer cosas, para nosotros y otros... y la vida, después de todo, se compone de hacer. En esto también, las cosas valiosas que los hombres pueden aprender a hacer son tantas que casi no tienen fin. No puede haber duda en cuanto a ello, la instrucción puede enriquecernos inmensamente, puede multiplicar los intereses y gozos de la vida mil veces.—Ecl. 3:12.

HALLANDO “LOS TESOROS DE LA SABIDURÍA Y DEL CONOCIMIENTO”

 3. ¿Cuán importante es que aprendamos?

³ Pero lo de más importancia para todos nosotros es que la instrucción puede ser el factor que determine si tendremos vida o muerte. En Proverbios 8:35, 36, el escritor inspirado personifica a la sabiduría diciendo: “Porque el que me halla [a la sabiduría] ciertamente hallará la vida, y consigue buena voluntad de Jehová. Pero el que no me alcanza le está haciendo violencia a su alma; todos los que me odian con intensidad son los que de veras aman la muerte.” ¿Quiere usted hallar la vida? Entonces tiene que hallar sabiduría. ¿Cómo? ¿Dónde? El Hijo de Dios nos mostró el camino cuando dijo: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.”—Juan 17:3.

 4. (a) ¿De quién proviene todo el conocimiento verdadero, y por qué? (b) ¿Qué nos dice Colosenses 2:3 acerca del Hijo de Dios?

⁴ Jehová Dios, quien creó el universo y todo lo que hay en él, es la verdadera Fuente de toda instrucción. Él sabe todo lo que se puede saber, mucho más de lo que nosotros pudiéramos aprender. Pero Dios ha suministrado la manera por la cual podemos aprender las cosas más importantes. (Pro. 2:6) En su Palabra, la Biblia, nos da las cosas que debemos aprender que más contribuirán a nuestra felicidad ahora y en el futuro. También ha nombrado para nosotros un Gran Maestro, su propio Hijo, Cristo Jesús. De él, Colosenses 2:3 dice significativamente: ‘Cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.” ¿Qué significa eso?

 5, 6. (a) ¿Cuán extenso es el conocimiento de Jesús? (b) ¿De qué manera usó Jesús ese conocimiento para beneficiar a la humanidad, como se explica en los escritos del apóstol Juan?

⁵ Porque Jesús es el Hijo primogénito de Dios, conoce al Padre mejor que cualquier otra persona. De todos los hijos de Dios, solo de este Hijo es cierto que “por medio de él todas las otras cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra.” (Col. 1:15, 16) Por esa razón Jesús tiene un conocimiento de la historia universal sobrepasado solo por el de su Padre. Conoce los modos de obrar de su Padre mejor que cualquier otra persona. Uno de sus propósitos al venir a la Tierra fue ayudar a los hombres a conocer a Dios mejor de lo que jamás lo habían conocido antes. Como dice el apóstol Juan: “De modo que la Palabra vino a ser carne y residió entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la que pertenece a un hijo unigénito de parte de un padre; y estaba lleno de bondad inmerecida y verdad. A Dios ningún hombre lo ha visto jamás; el dios unigénito [es decir, Jesucristo] que está en la posición del seno para con el Padre es el que lo ha explicado.”—Juan 1:14, 18.

⁶ Las enseñanzas de Jesús abrieron la mente de los hombres de modo que aprendieran maravillosas verdades que nunca antes se habían entendido. Esas enseñanzas eran realmente las de Dios mismo, porque Jesús dijo: “Cuantas cosas he visto con mi Padre las hablo . . . Las cosas que les digo a ustedes no las hablo de por mí; sino que el Padre que permanece en unión conmigo está haciendo sus obras.” (Juan 8:38; 14:10) Nosotros hoy podemos dar gracias a Dios de que él haya hecho que unos hombres registraran la vida, obras y palabras de su Hijo para nuestro provecho de modo que nosotros hoy podamos aprender también de este Gran Maestro que Dios ha provisto.

 7. Compare la enseñanza que está efectuando actualmente Jesús con la del rey Salomón.

⁷ La obra de enseñanza de Jesús no terminó con su muerte como humano. Habiendo resucitado y regresado al cielo, se sienta a la diestra de Dios como el Rey ungido de Jehová. Jesús dijo, según se le cita en Mateo 12:42, que la reina del sur viajó desde los fines de la Tierra para oír la sabiduría del rey Salomón, pero Jesús añadió: “¡Miren! algo más que Salomón está aquí.” El rey Salomón, cuando fiel, enseñó a su pueblo por medio de sabios proverbios, dichos y juicios. El Salomón Mayor, Cristo Jesús, también enseña a todos los que acuden a él con fe y aceptan su gobernación de Rey.—Juan 14:25, 26.

 8. (a) Por eso, ¿por qué se puede decir de Jesús que “cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”? (b) ¿Por qué no detrae esto de la posición de su Padre?

⁸ Entonces, ¿vemos por qué se puede decir, como leemos en Colosenses 2:3, que “cuidadosamente ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”? Es porque Jesús es la figura clave en la revelación y el desenvolvimiento de todos los propósitos de Dios. Por eso el apóstol Pablo también pudo referirse a Jesús como “el poder de Dios y la sabiduría de Dios.” Sí, porque el propósito sabio de Dios se manifiesta poderosamente por medio de este Hijo, y está resumido en él, Jesús ciertamente ha venido “a ser para nosotros sabiduría procedente de Dios, también justicia y santificación y liberación por rescate.” (1 Cor. 1:24, 30) ¿Disminuye esto de manera alguna la posición de su Padre como el Dios Omnisapiente? De ninguna manera. Porque al cumplir el propósito de Dios y al servir como el Gran Maestro, Cristo Jesús continuamente dirige la atención al Dios verdadero y honra su Nombre. Él nos lleva a Dios.

 9. Lea y explique el significado de Proverbios 8:35, 36 en relación con el Hijo de Dios.

⁹ Recuerde, ahora, que en el libro de Proverbios, capítulo 8, se representa a la sabiduría diciendo: “El que me halla ciertamente hallará la vida.” Puesto que la sabiduría tiene su personificación en el Hijo de Dios, Jesús podía decir esencialmente lo mismo, a saber: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6) ¿Queremos hallar la sabiduría que lleva a la vida? Entonces tenemos que aprender de este Gran Maestro que Dios ha nombrado para nosotros. No hay otro camino. El no alcanzar a aprender de él es, como pasa a declarar el proverbio, ‘hacer violencia a nuestra alma’ y sería lo mismo que ‘amar la muerte.’—Pro. 8:35, 36.

¿ES USTED REALMENTE UNO DE SUS DISCÍPULOS?

10. ¿Cuáles son algunas de las cosas que hemos aprendido del Gran Maestro, y cómo ha sido afectado nuestro punto de vista en cuanto al futuro?

¹⁰ ¿Ha aprendido usted de este Gran Maestro? Todos hemos tenido la oportunidad de hacerlo. Los que se han aprovechado de esa oportunidad han aprendido lo que son la voluntad y los caminos de Dios, lo que son sus normas, cómo deben comportarse para con él y para con otros, cómo vivir vidas que sean limpias y de buena moralidad. Por lo que han aprendido de Jesús tienen una esperanza clara para el futuro, una esperanza brillante, sí, de vida en un nuevo orden justo.

11. ¿Con quiénes nos ha enseñado Jesús a compartir esta esperanza?

¹¹ Pero Jesús también ha enseñado que debemos compartir esta esperanza con otros, con nuestras familias, amigos y personas en general, en cualquier lugar y en todo lugar. De hecho, además de la atención primaria que da a su congregación, que es como una novia para él, Jesús está dirigiendo personalmente la más grande campaña educativa de toda la historia humana, haciendo que las buenas nuevas de su reino se prediquen en toda la tierra habitada, y supervisando una obra de hacer discípulos que ha afectado ya la vida de millones de personas.—Hech. 1:8; Mat. 28:19, 20.

12. ¿Qué significa ser discípulo verdadero de Jesús?

¹² Si hemos aprendido de este Gran Maestro, entonces él nos considera responsables de demostrar que somos sus verdaderos discípulos. ¿Es usted un discípulo verdadero? ¿Cómo muestra que lo es? El ser su discípulo verdadero significa vivir una vida como la de él, una vida que armonice plenamente con la Palabra inspirada de Dios, una que refleje los frutos del espíritu santo de Dios y que resulte en honor para nuestro Padre celestial. Significa amar a nuestros hermanos con un amor como el de Cristo, haciendo todo lo que podemos para ayudarlos a obtener la vida. También quiere decir ser predicadores de las buenas nuevas a los del mundo de la humanidad que todavía no son nuestros hermanos, y participar en hacer discípulos de todos los que estén dispuestos a recibir enseñanza. ¿Cómo sabemos cuál es la manera correcta de hacer todo esto? Lo sabemos por el ejemplo que Jesús puso personalmente mientras estuvo en la Tierra como el Gran Maestro.—Juan 15:8, 12.

SIGUIENDO SU CONSEJO SOBRE LA SOLTERÍA

13. (a) ¿Con qué meta en mira animó Jesús a la soltería? (b) ¿A qué ventaja de la soltería dirigió la atención Pablo?

¹³ Como hombre, Jesús se dedicó con mente concentrada en un solo propósito y corazón completo a la obra que su Padre le dio, la de vindicar el nombre de Dios y suministrar un rescate para la humanidad. No se casó. Declaró que ‘algunos hombres se hacen eunucos a causa del reino de los cielos.’ Hasta estimuló a seguir este derrotero de soltería, diciendo: “Quien pueda hacer lugar para ello, haga lugar para ello.” (Mat. 19:10-12) Su apóstol, Pablo, igualmente animó a la soltería de modo que uno pudiera, sin distracción, dirigir su atención a “las cosas del Señor.” Pablo mostró que, para el cristiano, la soltería puede tener una ventaja sobre el matrimonio, debido a la mayor libertad que permite.—1 Cor. 7:32-35.

14. (a) A fin de determinar una persona, en la soltería, si realmente está siguiendo el consejo de Jesús y Pablo, ¿qué debería considerar? (b) ¿Cómo han usado algunas personas solteras su soltería de maneras muy provechosas?

¹⁴ Quizás usted sea soltero. ¿Quiere decir esto que está siguiendo el consejo de Jesús y Pablo? No necesariamente. La pregunta es: ¿Qué está haciendo usted dentro de su estado de soltero? ¿Cómo está usando usted su libertad? ¿La está usando usted como Pablo dijo, para “atender constantemente al Señor,” estando inquieto por cosas espirituales en vez de cosas materiales? (1 Cor. 7:35) ¿Se mantiene usted espiritualmente fuerte por medio de serio estudio bíblico y consideración de la Biblia con otros? ¿Contribuye usted al bienestar espiritual de otros, ayudándolos a producir los frutos del espíritu de Dios, y pone un buen ejemplo en esto usted mismo? ¿Qué servicio rinde usted a la congregación de la cual Jesucristo es Cabeza? ¿Qué servicio rinde usted a los de fuera de la congregación, a los del mundo de la humanidad? Algunas personas solteras hoy día están rindiendo excelentes servicios dentro de congregaciones locales; otras están sirviendo en hogares Betel de la Sociedad Watch Tower por toda la Tierra. Otras están en la obra de predicación de tiempo cabal como precursores, algunas sirven como misioneros en campos lejanos. Por su disposición de todo corazón a las cosas espirituales, dan evidencia de ‘hacer lugar para el derrotero de la soltería’ en el sentido en que Jesús lo presentó. Han obtenido abundantes bendiciones. No tienen qué lamentar.

LO QUE ENSEÑÓ JESÚS ACERCA DEL MATRIMONIO Y DE SER PADRE O MADRE

15. ¿Cómo pueden las parejas casadas mostrar que son discípulos devotos del Gran Maestro?

¹⁵ Hay muchos otros entre los testigos de Jehová que están casados. ¿Quiere decir esto que éstos de alguna manera son menos discípulos verdaderos del Gran Maestro? No, porque muchos de los apóstoles de Jesús eran casados también. (1 Cor. 9:5) De nuevo la pregunta es: ¿Qué están haciendo ellos en ese estado de casados? Algunas parejas casadas están rindiendo excelentes servicios en congregaciones locales, en hogares Betel o en actividad evangelizadora, incluso servicio en países extranjeros. Muestran que son discípulos verdaderos por la vida que llevan en servicio a Dios y a Hijo, por su amor a sus hermanos y por su compasión para con las personas con cualidades de oveja en el mundo de la humanidad ante quienes tienen la Palabra de vida asida con fuerza.—Fili. 2:12-16.

16. ¿De qué modo vio Jesús el asunto de ser padre o madre en relación con el discipulado?

¹⁶ Algunas de estas personas casadas no tienen hijos; otras sí. ¿Hace el que tengan hijos que los que son padres o madres sean menos discípulos verdaderos del Gran Maestro que las personas solteras o las personas casadas que no tienen hijos? De ninguna manera. Como hemos visto, Jesús, personalmente y por medio de su apóstol Pablo, mostró que la soltería tenía cierta ventaja sobre el matrimonio para el cristiano. Por otra parte, en cuanto a las personas casadas Jesús les dejó el asunto de tener hijos enteramente a ellas, sin instar en una dirección ni en la otra.

17. (a) Entonces, ¿cuál es el significado de la declaración de Jesús que se registra en Mateo 24:19? (b) Pero, ¿de qué tienen que guardarse esas mujeres?

¹⁷ Pero, quizás usted pregunte, ¿no dijo Jesús en su profecía acerca de la gran tribulación: “¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días!”? (Mat. 24:19) Sí; porque en su primera aplicación aquella profecía tuvo que ver con tribulación sobre la ciudad de Jerusalén y la provincia de Judea. A los que quisieran escapar de la desolación venidera les era necesario huir de aquella zona a las montañas. El tardarse no sería prudente, sería peligroso. ¿Qué pasaría si algunas cristianas pospusieran la salida y entonces se encontraran encintas o dando de mamar en un tiempo en que la oportunidad para huir ya casi se hubiera terminado por completo? Estarían en circunstancias difíciles. Pero en el cumplimiento moderno, la huida no es una huida física de una ciudad o provincia literal a montañas literales. Es una huida espiritual, un separarse por completo de la antitípica Jerusalén, la cristiandad, así como de toda la simbólica Babilonia la Grande, de la cual la cristiandad es parte, porque todas éstas están condenadas a sufrir desolación en la tribulación venidera. En este cumplimiento más amplio de la profecía de Jesús el mensaje todavía es el mismo: de no posponer su salida de la Jerusalén antitípica, la cristiandad. No obstante, hoy esto no exige un movimiento efectivo en sentido geográfico. No se exige de mujeres encintas o de las que crían infantes que viajen literalmente y por eso en este sentido no tienen desventaja particular alguna en lo que tiene que ver con efectuar la salida espiritual necesaria de la cristiandad y de todo el resto de Babilonia la Grande. Pero si permiten que los intereses de la familia las envuelvan hasta el grado que no cultiven una buena relación con Jehová, esto es otro asunto. Para esas mujeres y para todas las demás, el punto es el siguiente: No retarde su huida espiritual de la zona de peligro, porque si espera, circunstancias futuras imprevistas pudieran hacer la huida mucho más difícil.

18. (a) Por todas las Escrituras, ¿cómo se considera el ser padre o madre? (b) ¿Por qué no significa esto que los que tienen familias pueden disfrutar de todos los mismos tipos de servicio que otros pueden desempeñar? (c) Sean nuestras circunstancias lo que sean, ¿cómo debemos todos desempeñar nuestro servicio a Dios y a su Hijo?

¹⁸ La Palabra de Dios dice que “los hijos son una herencia de parte de Jehová; el fruto del vientre es un galardón.” (Sal. 127:3-5) Esto todavía es verdad. El ser padre o ser madre es honrado por todas las Escrituras; el Gran Maestro enviado por Dios no dijo nada que disminuyera ese honor. Por otra parte, es patente que en lo que tiene que ver con cierto trabajo, como el que hizo el apóstol Pablo, que envolvía mucho viajar y largas horas de predicación y enseñanza a discípulos y a otros, sería casi imposible ejecutar esa obra si uno tuviera que atender a una familia grande. Por eso, hasta el grado que los cristianos casados puedan controlar la situación, es asunto de para qué rasgo del servicio de Dios se esfuerzan por hacerse disponibles, o qué creen que les permiten sus circunstancias. Pero sea lo que sea por lo que nos esforcemos o sean nuestras circunstancias lo que sean o hayan de ser, debemos dar de corazón completo el servicio que damos a Dios y a su Hijo. Esto asegurará el que seamos discípulos verdaderos y fieles del Gran Maestro.—Luc. 10:27.

HACIENDO DISCÍPULOS CRISTIANOS DE SUS HIJOS

19. Además de ser un privilegio, ¿qué más es el ser padre o madre? Explique.

¹⁹ Es cierto que el ser padre o madre es un privilegio dado por Dios. Pero también lleva consigo una pesada responsabilidad, y ésta también es dada por Dios. Con el nacimiento de un hijo comienza lo que un padre llamó “un proyecto de veinte años,” el atender al hijo hasta que llega al estado de adulto. Esto no es tarea fácil. Sería difícil calcular todo el tiempo, dinero y trabajo que se gastan en atender a un hijo, mantenerlo limpio, suministrarle abrigo, ropa, alimento, protegerlo de peligro, atenderlo durante las enfermedades y suministrarle educación escolar. Es una inversión grande, una que exige mucho amor y abnegación. Y las circunstancias actuales en la Tierra —el aumento de la delincuencia y el crimen, de la delincuencia juvenil, las condiciones económicas inciertas— todo aumenta la preocupación sobria con la cual las personas casadas quizás consideren la perspectiva de criar hijos.

20. ¿Por qué no es cumplir adecuadamente con las responsabilidades de padre o madre el simplemente encargarse de que su hijo sea atendido físicamente y reciba una educación?

²⁰ En el mundo muchos padres hoy día están satisfechos con atender el cuerpo de su hijo y el desarrollo de su habilidad mental por medio de educación. Pero, ¿es eso todo lo que abarca nuestra responsabilidad? De ninguna manera. Si somos discípulos del Gran Maestro sabemos que el que un hijo crezca con un cuerpo saludable y una mente bien educada significará poco si la mente llega a estar corrupta y el corazón no es fiel, ni es justo. Los padres que sinceramente desean dar a su hijo un excelente comienzo en la vida no pasarán por alto esto abrigando un punto de vista falto de perspicacia.

21. (a) Si los hijos habrán de llegar a ser discípulos de Jesucristo, ¿qué tienen que hacer sus padres? (b) ¿Cuán a menudo es necesario considerar con los hijos el punto de vista cristiano en cuanto a las prácticas mundanas?

²¹ Ustedes los padres, ¿están atendiendo su responsabilidad? ¿Están ustedes haciendo discípulos de sus hijos? ¿Están dirigiéndolos al Gran Maestro para ser instruidos por él en la sabiduría que lleva a vida eterna? (Luc. 18:15, 16) No piensen que sus hijos llegarán a ser discípulos naturalmente solo porque ustedes los padres lo son. No serán seguidores de Jesucristo a menos que ustedes les enseñen para que lo sean. Tarde o temprano sus hijos van a ponerse en comunicación con otras personas de fuera de su hogar. Van a tener que ver con niños en el vecindario y en la escuela. ¿Aprenderán de esos niños acerca del Gran Maestro? Lo que sabemos no nos lleva a pensar eso. Ellos van a oír a personas que usan lenguaje sucio, que mienten; van a ver a personas que tienen mala moralidad, personas cuyos modos de proceder representan las obras de la carne caída, no los frutos del espíritu de Dios. ¿Han preparado ustedes a sus hijos para esto, los han ayudado a tener la fortaleza espiritual que necesitan para resistir el ser infectados por esas cosas? Quizás ustedes digan: ‘Sí, yo he hablado a mi hijo acerca de estos peligros.’ Pero, ¿cuántas veces han hecho ustedes esto? ¿Una vez? ¿Dos veces? ¿Unas cuantas veces? Recuerden, su hijo o hija afrontará algunas de estas cosas, y no una sola vez, ni dos, ni unas cuantas veces, sino repetidamente, día tras día. Si él o ella van a resistir esta presión diaria y no ceder, tienen que ser renovados en su punto de vista y fortaleza espirituales con la misma regularidad con que se ejerce la presión. Es amoroso el padre o madre que suministra esta ayuda.

22. ¿Cómo pueden ser fortalecidos los hijos para afrontar las pruebas que surgen en la escuela?

²² Probablemente en la escuela sus hijos van a oír la teoría de la evolución; probablemente se les ponga bajo presión para que exhiban el espíritu del nacionalismo; quizás se les tiente para que participen en ceremonias de religiones falsas y otras celebraciones de origen pagano. ¿Están sus hijos listos para encararse a estas pruebas y mantenerse fieles a las enseñanzas del Gran Maestro y a su Padre, Jehová Dios? ¿Los han equipado ustedes para hacer esto? ¿O van a esperar ustedes hasta el día en que su hijo venga a casa llorando porque uno de estos asuntos se presentó en la escuela y él no estuvo preparado para ello, se sintió confuso, asustado, y quizás hizo algo que sospecha que fue malo? Dense cuenta del efecto perturbador que esto puede tener en un niñito. Tengan misericordia de sus hijos. Ustedes mismos han pasado por suficientes experiencias en la vida como para saber los problemas que con certeza casi absoluta surgirán en la vida de su hijo. Amorosamente ayuden a su hijo a saber lo que su Padre celestial quiere que él haga. Edifiquen en su hijo el deseo de agradar a Jehová Dios sobre toda otra persona, a comprender que la opinión que Dios tenga de nosotros es lo que realmente cuenta.—Pro. 29:25; Sal. 119:11.

23. (a) ¿De qué manera tienen los padres cristianos una ventaja sobre los que solo se guían por la sabiduría mundana? (b) Para enfrentarse a la vida con buen éxito, ¿qué necesitan los hijos, y cuándo?

²³ Como discípulos del Gran Maestro, ustedes los padres cristianos tienen enorme ventaja sobre los que solo son guiados por sabiduría mundana. Ellos no tienen la sabiduría, el consuelo y el estímulo que da la Palabra de Dios. Ustedes los padres cristianos saben que pueden contar con el apoyo de Dios a medida que cumplen su asignación como proveedores, protectores, educadores y entrenadores de sus hijitos. Comprenden que no pueden pensar que han cumplido su deber con sencillamente suministrar alimento, ropa y abrigo para sus hijos y enviarlos a la escuela. Saben que si sus hijos van a enfrentarse a la vida con buen éxito necesitan guía moral, principios por los cuales vivir. Y tienen que comenzar a aprender éstos aun en sus años tiernos, si es que van a tener la dirección y protección que necesitan.

24. ¿Cómo enfatizan los Proverbios la importancia de dar al hijo entrenamiento adecuado?

²⁴ La Palabra de Dios nos dice: “Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se desviará de él.” (Pro. 22:6) Por otra parte, dice que “el muchacho que se deja a rienda suelta le estará causando vergüenza a su madre” y que “un hijo estúpido le es una vejación a su padre y una amargura a la que lo dio a luz.” (Pro. 29:15; 17:25) La estupidez, por supuesto, es lo contrario de la sabiduría. Y si los padres no se esfuerzan por dirigir sus hijos al Gran Maestro, a aquel en quien están ‘cuidadosamente ocultados todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento,’ ¿no llevan ellos una pesada responsabilidad si sus hijos siguen un proceder insensato y estúpido como el de este mundo? Sí, cosas dolorosas para el corazón pueden suceder y suceden cuando un niño no recibe ayuda o cuando no la recibe suficientemente temprano en la vida.

[Ilustración de la página 428]

El que usted vaya de vez en cuando a visitar a otros para compartir con ellos las “buenas nuevas,” ¿significa que está siguiendo el consejo de Jesús sobre la soltería? ¿Cuál realmente es la cosa importante en su vida? ¿Está dándose usted de todo corazón a la obra de Dios?

[Ilustración de la página 430]

Los padres jamás deben olvidar que el atender el desarrollo físico de su hijo y enviarlo a la escuela no basta. ¿Qué está haciendo usted para guiar su mente y su corazón en los caminos de la justicia?