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“¿Quién ha llegado a conocer la mente de Jehová?”La Atalaya 1984 | 1 de septiembre
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preguntó cuál era “el mandamiento más grande” del código de la Ley, Jesús contestó: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón [kardía, en griego] y con toda tu alma [psykhé] y con toda tu mente [dianoía]’. Éste es el más grande y el primer mandamiento. El segundo, semejante a él, es éste: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.’ De estos dos mandamientos pende toda la Ley y los Profetas” (Mateo 22:35-40). Aquí se hace referencia al corazón en relación con la mente, lo cual muestra que tiene que tratarse del “corazón” en sentido figurado.
14 Jesús estaba citando estas palabras de Deuteronomio 6:5: “Y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón [lebab en hebreo] y con toda tu alma [néphesh] y toda tu fuerza vital”. También de Levítico 19:18: “Y tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Jehová”. Así, de los mandamientos del pacto de la Ley de Moisés, Jesús clasificó aquellos dos mandamientos como el mayor y el que le sigue al mayor respectivamente. Hoy día nosotros no estamos bajo la Ley mosaica, pero aquellos requisitos fundamentales no han pasado de moda. Deberíamos satisfacerlos.
15. a) ¿Qué impulsa al corazón físico, y cómo funciona éste? b) ¿Qué relación existe entre el corazón físico y el cerebro y la mente?
15 Sabemos que el “espíritu de vida” mueve al corazón físico (Revelación 11:11; Génesis 7:22). Esta fuerza de vida da impulso al corazón de carne que vive y éste bombea la sangre vital a todas las partes del cuerpo humano, incluso al cerebro. Jehová Dios dijo: “El alma [néphesh] de toda clase de carne es su sangre por el alma en ella. En consecuencia dije yo a los hijos de Israel: ‘No deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre’” (Levítico 17:14). Para que todo el cuerpo viva, el corazón físico tiene que impulsar la sangre sostenedora de vida a todas las partes del cuerpo, sea que la circulación de la sangre se efectúe mediante el corazón natural que Dios nos ha dado o mediante un corazón transplantado del cuerpo de otra persona o por un insensible corazón mecánico que no sea de carne. Así la sangre es impulsada al cerebro y las facultades del pensamiento son estimuladas, lo cual resulta en que la mente funcione. Por lo tanto, es patente que el corazón físico alimenta al cerebro por medio de suplirle la sangre que contiene la fuerza activa vital, el “espíritu de vida”. Sea que la persona esté consciente o no, el corazón continúa impulsando la sangre al cerebro y a todas las demás partes del cuerpo.
16. a) De acuerdo con la Biblia, ¿qué es el corazón figurativo? b) ¿Qué se requiere de nosotros para que amemos a Jehová con ‘todo el corazón’? c) ¿Cómo lo amamos a Él con toda nuestra “mente”?
16 Pero echemos un vistazo más allá del corazón literal de tejido vivo. Según se usa en la Biblia, el corazón representa el centro de los motivos y de las emociones. Éste es el corazón figurativo, que en realidad representa la parte más íntima de nuestro ser. En 1 Pedro 3:4 se le describe como “la persona secreta del corazón” (NM), “la persona interior escondida en el corazón” (Torres Amat), “el ser interior de la persona” (Reina-Valera, 1977). De modo que estamos bajo el mandato de amar a Jehová Dios con “todo el corazón”. También se nos manda amar a Jehová Dios con toda nuestra alma, con todo nuestro ser. Esto nos impone la obligación de amar al único Dios vivo y verdadero, el Todopoderoso, con toda nuestra fuerza vital por medio de usar toda nuestra energía para hacer la voluntad revelada de Dios y desempeñar plenamente Su obra durante esta “conclusión del sistema de cosas” (Mateo 24:3). Además de esto, tenemos que amar al Dios de la Biblia con toda nuestra “mente”, nuestras facultades mentales. (Marcos 12:29-31.)
17. a) Si amamos a Jehová con todo nuestro corazón y con toda nuestra mente, ¿qué garantía tenemos? b) De acuerdo con Filipenses 4:7, ¿qué efecto tendrá en nuestro corazón y en nuestra mente la paz de Dios?
17 Podemos tener plena seguridad de que, si expresamos nuestro amor a Jehová Dios con todo nuestro corazón y toda nuestra mente, él se complacerá en contestar nuestras oraciones, y esta garantía nos mantendrá libres de inquietud. Disfrutaremos de una paz de la cual este mundo turbulento no disfruta y la cual no puede entender. ¿Por qué? Porque tal como el apóstol Pablo aseguró a los amados cristianos de la antigua ciudad de Filipos, en Grecia, “la paz de Dios que supera todo pensamiento [noun, en griego] guardará sus corazones [kardías] y sus facultades mentales [noémata: “pensamientos”, Franquesa-Solé; Nácar-Colunga] por medio de Cristo Jesús” (Filipenses 4:7). Así nuestro corazón figurativo no se excitará debido a precipitados motivos incorrectos o inquietud emocional, y las facultades mentales, o la mente, no se confundirán ni se torcerán. El cristiano continuará procurando un derrotero que esté en armonía con la divinamente inspirada Biblia, con la ayuda del Caudillo, Cristo Jesús.
¿Puede usted contestar estas preguntas?
◻ ¿Qué se quiere decir con la “mente” de Jehová?
◻ ¿Cómo usó Pablo el olivo teocrático para ilustrar lo que es la “mente” de Jehová?
◻ ¿Qué es el “corazón” figurativo?
◻ ¿Qué papel desempeñan el “corazón” y la “mente” en el que amemos a Dios?
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Amoldamiento a la “mente de Jehová” según se revela ahoraLa Atalaya 1984 | 1 de septiembre
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Amoldamiento a la “mente de Jehová” según se revela ahora
1. ¿Qué nación reemplazó al Israel natural, y en qué pacto?
EL HIJO de Dios ha sustituido al profeta Moisés, quien fue el mediador del pacto de la ley entre Dios y el Israel natural. Jesucristo ha llegado a ser el Mediador nombrado del predicho nuevo pacto de Jehová. Este pacto se efectuó con la nación que reemplazó al antiguo Israel natural y es un Israel espiritual, “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16). Los Diez Mandamientos y las demás leyes relacionadas con el pacto mediado por el imperfecto Moisés se registraron en manuscritos, pero no fueron realmente inscritas en el corazón y la mente de los judíos, o israelitas, circuncidados en la carne. Al notar esa debilidad con respecto al pacto de la Ley mosaica, Jehová Dios predijo por medio del profeta Jeremías, según se registra en Jeremías 31:31-34, que haría un nuevo pacto.
2. a) ¿Cómo llegó a ser Jesús el Mediador del pacto? b) ¿Cómo y cuándo entró en vigor éste?
2 Jesucristo selló ese prometido “nuevo
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