Parte dos
1. En el día de Jesús, ¿qué era el Gehena, y de qué castigo se usó como símbolo?
EL Gehena, o el valle de Hinom, se menciona doce veces en las Escrituras Griegas Cristianas. En los días de Jesucristo sobre la Tierra era un lugar ardiente y, siendo un valle fuera de los muros de Jerusalén, estaba sobre la Tierra. Llegó a ser símbolo del peor castigo que pudiera sobrevenirle a una persona. Por ejemplo, en Mateo 5:22, en su Sermón del Monte, Jesús dijo: “Todo el que continúe airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia; pero quienquiera que se dirija a su hermano con una palabra execrable de desdén [Raca] será responsable al Tribunal Supremo; mientras que quienquiera que diga: ‘¡Despreciable necio!’ estará expuesto al Gehena ardiente.” Así Jesús clasifica al “Gehena ardiente” como tercero y peor. ¿Por qué? Porque el que llamara a otro despreciable necio y fuera sentenciado al Gehena ardiente era ejecutado a muerte y no recibía un entierro. Su cadáver era quemado en los fuegos del Gehena y las cenizas jamás se recogían para que se conservaran en una urna. De modo que se representaba como no yendo al Hades.
2, 3. ¿Qué muestra Mateo 5:29, 30 en cuanto al cadáver de un pecador?
2 Unos cuantos versículos después en el mismo Sermón del Monte Jesús muestra que el cadáver del pecador es arrojado al Gehena como horno crematorio. En Mateo 5:29, 30 Jesús dice:
3 “Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado al Gehena. También, si tu mano derecha te está haciendo tropezar, córtala y échala de ti [no, atorméntala]. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo vaya a parar en el Gehena.”
4. ¿En qué sentido usó Jesús allí el Gehena, y cómo se muestra esto?
4 Por este lenguaje vemos que Jesús usó de manera simbólica al antiguo Gehena que estaba situado fuera de los muros de Jerusalén. Jesús no quiso decir que sus seguidores deberían sacarse un ojo literal o cortarse la mano derecha. Más bien, Jesús estaba hablando acerca de algo precioso que nos hace pecar con el ojo derecho o la mano derecha. De consiguiente, entonces, como el ojo y la mano derecha se mencionaron simbólicamente, Gehena también debe haberse mencionado de manera simbólica, no literalmente.
5. En Mateo 18:8, 9, ¿con qué contrasta Jesús el que uno sea arrojado al Gehena simbólico?
5 Observe cómo Jesús contrasta el ser uno arrojado al Gehena con el entrar uno en la vida. Esto indica que el Gehena simbólico no es un lugar de vida en absoluto. En Mateo 18:8, 9 Jesús dijo: “Si, pues, tu mano o tu pie te está haciendo tropezar, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida manco o cojo que con dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. También, si tu ojo te está haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti [no, atorméntalo]; mejor te es entrar en la vida con un solo ojo que con dos ojos ser echado al Gehena ardiente.” En este “Gehena ardiente” es donde arde “fuego eterno,” hablando simbólicamente.
6, 7. (a) Además de fuego, ¿qué otras cosas destructoras se hallaban presentes en el Gehena fuera de Jerusalén? (b) ¿Cómo indicó Jesús esto en Marcos 9:43-48?
6 Jesús nos recuerda que en el Gehena fuera de Jerusalén también había gusanos o cresa, no, por supuesto, en el fuego, sino en materia orgánica en estado de descomposición cerca del fuego. Estos no son, por supuesto, lombrices de tierra tales como las que se arrastran por el suelo y se alimentan de cuerpos humanos enterrados en los sepulcros. Son como los gusanos por los cuales murió el rey Herodes Agripa I, según estas palabras de Hechos 12:23: “Al instante lo hirió el ángel de Jehová, porque no dio la gloria a Dios; y vino a ser comido de gusanos y expiró.” Usando esta misma palabra griega (skólex), Jesús dijo:
7 “Si en cualquier tiempo tu mano te hace tropezar, córtala; mejor te es entrar manco en la vida que con dos manos irte al Gehena, al fuego que no se puede apagar. Y si tu pie te hace tropezar, córtalo; mejor te es entrar cojo en la vida que con dos pies ser arrojado en el Gehena. Y si tu ojo te hace tropezar, tíralo; mejor te es entrar con un solo ojo en el reino de Dios que con dos ojos ser arrojado en el Gehena, donde su cresa [skólex] no muere y el fuego no se apaga.”—Mar. 9:43-48; Isa. 66:24.
8. Así el Gehena era representado como un lugar de ¿qué, y de qué manera habla en cuanto al Gehena la Cyclopœdia de M’Clintock y Strong?
8 De modo que, si el cadáver arrojado en el Gehena fuera de Jerusalén no caía en el fuego mezclado con azufre, sería consumido de cualquier manera. ¿Cómo? Por la cresa de los huevos que las moscas pusieran en el cadáver en estado de descomposición. Así el Gehena era un lugar de destrucción o consunción total, en el cual eran arrojados los cadáveres de las personas que consideraban indignas de ser enterradas en un sepulcro marcado o tumba conmemorativa. Concerniente al Gehena, la página 764 del 3.er tomo de la Cyclopœdia de M’Clintock y Strong dice:
En consecuencia de estas abominaciones el valle fue contaminado por Josías (2 Reyes 23:10); subsecuentemente de lo cual llegó a ser el basurero de la ciudad, donde los cadáveres de criminales, y los cadáveres de animales, y toda otra clase de suciedad se arrojaba, y, según autoridades recientes y algo dudosas, la porción combustible se consumía con fuego. Por la profundidad y angostura de la cañada, y, quizás, por sus fuegos que siempre ardían, así como por ser receptáculo de toda clase de materia que se pudre, y todo lo que contaminaba a la santa ciudad, llegó a ser en tiempos posteriores la imagen del lugar de castigo eterno, “donde su gusano no muere, y el fuego no se apaga;” en el cual los talmudistas colocaban la boca del Infierno: “Hay dos palmas en el valle de Hinom, entre las cuales sube un humo . . . y ésta es la puerta del Gehena.”a
LO QUE SIMBOLIZA
9. (a) ¿Qué dijo Jesús en cuanto al Gehena en Mateo 10:28 y Lucas 12:4, 5? (b) Cuando Dios destruye tanto el cuerpo como el alma, ¿qué resulta?
9 Prescindiendo de lo que cualesquier autoridades de referencia declaren en cuanto al Gehena, ¿qué dijo acerca de él Jesucristo, el Hijo de Dios? ¿Qué significaba para la persona sentenciada por Dios el Todopoderoso al Gehena simbólico? Jesús claramente respondió cuando envió a sus doce apóstoles en obra misional y dijo: “Y no se hagan temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.” (Mat. 10:28) En otra ocasión Jesús dijo a una muchedumbre de miles: “Además, les digo, amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo y después de esto no pueden hacer nada más. Pero yo les indicaré a quién temer: Teman a aquel que después de matar tiene autoridad para echar en el Gehena. Sí, les digo, teman a Este.” (Luc. 12:4, 5) Cuando el Dios Todopoderoso destruye tanto el cuerpo como el alma de una criatura humana, ¿qué queda? Hay destrucción completa; y, a causa de que esta destrucción es eterna, tal destrucción del cuerpo y alma humanos es un castigo eterno. No hay resurrección de tal destrucción.
10. ¿Qué ha de entenderse por el “fuego” del Gehena simbólico que es un “fuego eterno”?
10 Así Jesús usó al Gehena como símbolo de destrucción completa, sin fin, exactamente como el fuego es destructor. Puesto que la destrucción es eterna, se dice que el fuego del Gehena simbólico es “fuego eterno.” Esto significa que siempre existirá tal Gehena; jamás entregará a los que están en él; jamás será vaciado, jamás será eliminado como lo serán la muerte adámica y el Hades. (Rev. 20:13) Hablando figuradamente, el Gehena simbólico siempre arde y siempre estará disponible para ejecutar a cualquiera que se rebele contra Dios a través del tiempo eterno, de toda la eternidad.
11. ¿Por qué no hay resurrección del Gehena simbólico?
11 Puesto que el Gehena simbólico es el lugar de destrucción eterna, Jesús correctamente colocó el entrar una persona en el Gehena como lo opuesto a entrar uno en la vida. Por consiguiente si alguien entra en el Gehena simbólico, en el cual Dios destruye tanto al cuerpo como al alma, ¿cómo puede tener alguien una resurrección para una oportunidad de vida eterna en el reino celestial de Dios o en el Paraíso restaurado aquí en la Tierra bajo el reino de Dios? No hay resurrección del Gehena simbólico.
12, 13. (a) ¿A cuántos puede encender la lengua no controlada y qué puede manchar? (b) Como el Gehena, ¿qué puede causar?
12 Puesto que el Gehena ardiente es destructor, el discípulo Santiago lo enlaza con la lengua humana no controlada, con estas palabras: “Pues, [como el fuego pequeño que incendia un monte grande] la lengua es un fuego. La lengua se constituye un mundo de injusticia entre nuestros miembros, porque mancha todo el cuerpo y enciende en llamas la rueda de la vida natural y es encendida en llamas por el Gehena.”—Sant. 3:6.
13 Por consiguiente, todo el mundo de la humanidad, no una persona en particular, tiene que vigilar la lengua, porque todo el mundo nace en injusticia. La lengua, por su propaganda que se esparce de una lengua a otra, puede encender a todo un mundo de personas e incitarlo a la injusticia. No solo mancha la boca en la que se mueve, sino todo el cuerpo humano; de modo que, si uno tiene un cuerpo hermoso pero no tiene una lengua controlada, le resta a la impresión excelente que hace el cuerpo atractivo. Esto es así especialmente ante la presencia de Dios, porque, como Jesús nos dice, por nuestras palabras seremos declarados justos y por nuestras palabras seremos condenados. (Mat. 12:37) Como el Gehena, la lengua puede causar destrucción irreparable.
14. ¿A qué puede causar que sea sentenciado uno la lengua, cuando “es encendida en llamas por el Gehena”?
14 La entera esfera de vida de uno puede ser afectada por las palabras ardientes que contaminan el cuerpo del que habla, encendiéndolo para acción destructora. Santiago 3:8 dice bien: “Pero la lengua, nadie de la humanidad puede domarla. Cosa ingobernable y perjudicial, está llena de veneno mortífero.” La lengua, cuando “es encendida en llamas por el Gehena,” puede causar que el que la use sea sentenciado por Dios para ir al Gehena simbólico, ya que esto denota una mala condición de corazón.—Vea el Salmo 5:9; Romanos 3:13.
LA “TIERRA DE DONDE NO SE REGRESA”
15. (a) ¿Cómo se simboliza en Revelación lo que representa el Gehena? (b) ¿Cómo afectaron a Sodoma y Gomorra el fuego y el azufre procedentes del cielo?
15 En el último libro de la Biblia, Una Revelación a Juan, la palabra “Gehena” no aparece. Sin embargo, lo que Gehena representa está simbolizado allí por el “lago de fuego que arde con azufre,” o, el “lago de fuego y azufre,” el “lago de fuego,” “el lago que arde con fuego y azufre.” (Rev. 19:20; 20:10, 14, 15; 21:8) Sabemos cuál es el efecto del fuego mezclado con azufre sobre las cosas combustibles. En los días de Abrahán y su sobrino Lot, como nos dice Génesis 19:24: “entonces Jehová hizo que lloviera azufre y fuego desde Jehová, desde los cielos, sobre Sodoma y sobre Gomorra.” Jesús nos explica cómo afectó esto a Sodoma y Gomorra, al decir: “Mas el día en que Lot salió de Sodoma llovió del cielo fuego y azufre y los destruyó a todos.”—Luc. 17:29.
16. (a) En el caso de Sodoma, ¿cómo estuvo asociado un lago con el fuego y el azufre? (b) ¿Cuál fue el efecto temporal y el efecto final del fuego y el azufre derramados copiosamente sobre la gente?
16 Además, Sodoma estaba muy cerca del mar Muerto o mar Salado. Este es un lago grande interior en el cual no existe nada vivo; el cual hecho añade al pensamiento la idea de completa pérdida de vida causada por el fuego y azufre literales que fueron derramados copiosamente sobre las ciudades de ese distrito. Así, también, como en Revelación, tenemos un lago mortífero asociado con fuego y azufre. La gente sobre quien llovió el fuego y el azufre pudo haber sido atormentada por el tiempo en que continuaba consciente, pero el efecto final del fuego y del azufre juntos tenía que destruirlos.b Esta destrucción precedida de tormento es el pensamiento transmitido en Revelación 14:10, 11, y también en el Salmo 11:5, 6, donde se mencionan juntos el fuego y el azufre, evidentemente en un sentido simbólico.
17. ¿Qué será derramado copiosamente sobre el ejército de Gog de Magog, y cuál será el efecto de esto?
17 Entre las fuerzas destructoras que Dios derramará copiosamente sobre el ejército de Gog de la tierra de Magog cuando éste ataque al pueblo restaurado de Jehová, se incluye “fuego y azufre” en Ezequiel 38:22. Aunque estos elementos atormenten y angustien al ejército de Gog por un tiempo, al fin destruyen al ejército enemigo, matándolo. El hecho de que éste es el caso se muestra en el siguiente capítulo, en Ezequiel 39:11-20, que describe cómo se deshacen de los cadáveres del ejército de Gog de Magog hasta el mismo último hueso.
18. En Revelación 20:14, ¿cómo se muestra la diferencia entre el Hades o Sheol y el lago de fuego y azufre?
18 De todo lo susodicho es inequívocamente evidente que el Hades o Sheol es diferente del Gehena y el “lago que arde con fuego y azufre.” De otra manera, ¿cómo pudiera declarar Revelación 20:14: “La muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego”? Este versículo también muestra el significado del “lago de fuego,” diciendo: “Esto significa la muerte segunda: el lago de fuego.”
19. (a) ¿Entrega la “muerte segunda” (“lago de fuego”) a los que son arrojados en ella? (b) Por consiguiente, ¿de qué es símbolo el Gehena o el lago de fuego y azufre?
19 Así la muerte que se esparció a todos los hombres por nacimiento desde Adán se le hará morir en la “muerte segunda.” La muerte será destruida en la “muerte segunda” y no será atormentada allí para siempre. Tampoco será atormentado para siempre el Hades en la “muerte segunda,” sino que será destruido para siempre en este “lago de fuego” simbólico. Este “lago de fuego” o “muerte segunda” nunca liberta a “la muerte y el Hades” que son arrojados en él. Por consiguiente, Gehena o el lago que arde con fuego y azufre es un cuadro bíblico de destrucción eterna o absoluta de la cual no hay resurrección. Por eso los individuos resucitados que han sido entregados por la muerte heredada y por el Hades más tarde pueden ser “arrojados al lago de fuego” y sufrir la “muerte segunda,” porque no logran que sus nombres sean escritos en el rollo de la vida.—Rev. 20:15.
20. (a) ¿Adónde son arrojados la “bestia salvaje” y el “falso profeta,” cuándo, y por cuánto tiempo? (b) ¿Qué se simboliza con eso?
20 Según Revelación 19:20, la “bestia salvaje” y el “falso profeta” simbólicos serán “arrojados al lago de fuego que arde con azufre” durante la venidera “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Esto sucede exactamente antes de que el Diablo, Satanás, y sus demonios sean atados y arrojados al abismo por los mil años del reinado de Cristo. Al fin de los mil años la “bestia salvaje” y el “falso profeta” simbólicos todavía están en ese simbólico “lago de fuego y azufre” y no son soltados de él aun cuando Satanás y sus demonios son soltados del abismo para tratar de extraviar a la humanidad. La “bestia salvaje” y el “falso profeta” simbólicos nunca son soltados de ese lugar de destrucción, “la muerte segunda,” sino que todavía están allí cuando se unen a ellos todos los que más tarde son arrojados al “lago de fuego.” (Rev. 20:10, 15) Así en la venidera “guerra del gran día” en el Armagedón la “bestia salvaje” y el “falso profeta” simbólicos serán destruidos para siempre, sin ninguna esperanza de resurrección jamás.
21. (a) ¿Adónde es arrojado Satanás el Diablo después de su breve liberación del abismo, y cómo se cumple completamente así Hebreos 2:14? (b) ¿Cómo se simboliza su lugar de castigo eterno en Mateo 25:41?
21 Al fin de los mil años del gobierno próspero de Cristo sobre la humanidad redimida, Satanás y sus demonios serán soltados del abismo. Así, de hecho, cesará de existir ese abismo, siendo vaciado de ellos. Durante su poco tiempo de libertad tratan de extraviar en la destrucción a tantos de los súbditos terrestres del reino de Dios como pueden. Después de eso son arrojados a la “muerte segunda,” donde han estado todo este tiempo la “bestia salvaje” y el “falso profeta.” (Rev. 20:1-3, 7-10) Es de esta manera que Jehová Dios efectúa su glorioso propósito por medio de su Hijo abnegado Jesucristo, “para que por su muerte redujera a la nada al que tiene el medio para causar la muerte, es decir, al Diablo.” (Heb. 2:14) Este castigo de “destrucción eterna” es lo que se simboliza por el “fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles,” al cual también será enviada la gente semejante a cabra maldecida de la Tierra en el Armagedón, según las palabras de Jesús en Mateo 25:31-33, 41, 46.
INDIGNOS DE RESURRECCIÓN
22, 23. (a) ¿Con qué palabras advirtió Jesús a los caudillos religiosos judíos, pero con qué efecto? (b) ¿Cómo mostraron las palabras de Esteban al Sanedrín de Jerusalén si aquellos jueces habían prestado atención a la advertencia de Jesús o no?
22 Hace diecinueve siglos, en sus días como hombre sobre la Tierra, Jesucristo advirtió a los judíos de esa generación en cuanto al peligro de entrar en la destrucción eterna simbolizada por el Gehena. Dijo a los caudillos religiosos hipócritas de los judíos que hacían prosélitos de los gentiles que los hacían ‘expuestos al Gehena dos veces más que ellos mismos.’ Llamó a los hipócritas escribas y fariseos judíos serpientes y prole de víboras, identificándolos así como hijos de Satanás el Diablo la “serpiente original.” Luego preguntó cómo podían “huir del juicio del Gehena” cuando voluntariosamente se hallaban oponiéndose al reino de Dios y a los predicadores de ese reino. (Mat. 23:13-15, 29-36) Continuaron en las obras mentirosas, asesinas de su “padre el Diablo.” (Juan 8:44) Y antes de que mataran a Esteban, “varón lleno de fe y de espíritu santo,” él dijo a los jueces judíos en la sala del tribunal:
23 “Hombres obstinados e incircuncisos de corazón y de oídos, siempre están ustedes resistiendo el espíritu santo; como hicieron sus antepasados, así hacen ustedes. ¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados? Sí, mataron a los que de antemano hicieron anuncio respecto a la venida del Justo, cuyos traidores y asesinos ustedes ahora han venido a ser, ustedes que recibieron la Ley según fue transmitida por ángeles, pero no la han guardado.”—Hech. 6:5; 7:51-60.
24. (a) ¿Adónde fueron al morir los caudillos religiosos judíos no arrepentidos, y con qué posibilidad de resurrección? (b) ¿Quiénes fueron allí con ellos, según Mateo 15:12-14?
24 Cualesquiera de tales caudillos religiosos judíos que no se arrepintieron de este derrotero de resistir el espíritu santo y de oponerse al reino mesiánico de Dios y de perseguir a los predicadores del Reino no ‘huyeron del juicio del Gehena.’ En su muerte, cuando hubo acontecido, fueron al Gehena. Por esta razón no tendrán resurrección alguna sobre la Tierra bajo el reino de Dios. Quizás hayan sido honrados con ritos funerales solemnes pero no fueron al Hades o Sheol. Sufrieron de parte de Dios el “juicio del Gehena.” Eran “guías ciegos,” y los judíos y prosélitos religiosamente cegados que siguieron a estos hipócritas guías ciegos en tal derrotero fueron a dar con ellos en el Gehena. Tanto los guías como los guiados “caerán en un hoyo,” dijo Jesús en Mateo 15:12-14. Entran en la “muerte segunda,” y el sacrificio de Cristo no les consigue una resurrección de entre los muertos. El no murió por los que van al Gehena.—Mat. 23:16, 17, 19, 24, 26.
25, 26. (a) ¿Qué pregunta surge en cuanto a la entera generación judía a través de la Tierra en aquel día? (b) Según las palabras de Jesús en Mateo 12:39-42, ¿por quiénes sería condenada esa generación?
25 ¿Qué hay de aquella generación de judíos en general, esparcida a través de lo que entonces era la tierra habitada conocida, en ese primer siglo de nuestra era común? Por no haber llegado a ser cristianos con una esperanza celestial, ¿llegaron a estar todos bajo una responsabilidad de comunidad judía que los destinó al Gehena al morir, haciéndolos a todos indignos de una resurrección? Para ayudarnos a conseguir la respuesta correcta, Jesús hizo una comparación de esa generación judía con otros y se refirió al profeta Jonás y a la reina de Sabá, diciendo:
26 “Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, mas no se le dará ninguna señal, sino la señal de Jonás el profeta. Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches. Varones de Nínive se levantarán [anastesontai] en el juicio [krisis] con esta generación y la condenarán; porque ellos se arrepintieron por lo que Jonás predicó, pero, ¡miren! algo más que Jonás está aquí. La reina del Sur será levantada en el juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino desde los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, pero, ¡miren! algo más que Salomón está aquí.”—Mat. 12:39-42; Luc. 11:29-32.
27. Para que los ninivitas asirios hagan esto, ¿qué tendrán que recibir, en armonía con otros textos bíblicos?
27 Para que los “varones de Nínive” se levanten o se presenten en el juicio como testigos será necesario que tengan una resurrección de entre los muertos. Nínive era la capital regia de la Asiría antigua. Recordamos que Ezequiel 32:21, 22 nos revela que es en el Sheol o Hades “donde están Asiría y toda su congregación. Sus lugares de entierro están alrededor de él.” Puesto que el Hades o Sheol entregará todos los individuos muertos que están en él en el día de juicio (Rev. 20:11-15), podemos apreciar que esto significará una resurrección de los ninivitas muertos de sus lugares de entierro en la Tierra durante el reinado de mil años de Jesucristo.
28. ¿Harían los ninivitas tal condenación sin la resurrección de aquella generación de judíos, y cómo condenarían a éstos?
28 Examinando el lenguaje de Jesús, observamos que él dijo que los varones de Nínive se levantarán en el juicio “con esta generación,” no contra esta generación. Esto indica que no todos los judíos de aquella generación en los días de Jesús y sus apóstoles fueron sentenciados con el “juicio del Gehena” al morir ellos. Bajo la misericordia de Dios fueron al Hades o Sheol, a pesar del hecho de que no murieron como conversos cristianos. Serán resucitados como los asirios y ninivitas, para estar de pie unos junto a los otros en el juicio delante del “gran trono blanco.” Entonces por su mera conducta de hace mucho tiempo en el día de Jonás esos ninivitas del siglo octavo antes de nuestra era común condenarán a los judíos del día de Jesús. ¿Por qué? Porque los ninivitas asirios se arrepintieron a causa de la predicación por el profeta de Jehová, Jonás, aunque no llegaron a ser prosélitos judíos, mientras que los judíos no se arrepintieron a causa de la predicación de Jesucristo, el cual era mucho mayor y más importante que Jonás.
29. (a) La condenación por los ninivitas ¿significará la sentencia de los judíos? (b) ¿Cómo se probará si salieron a una resurrección para juicio adverso o no?
29 Así los ninivitas condenarán a los judíos de aquella generación por su incredulidad y dureza de corazón, pero no condenarán a tales judíos al Gehena. Solo el Juez celestial, Jehová Dios, y su Diputado Jesucristo, pueden hacer eso. Por lo que hagan en la Tierra durante los años restantes del reinado milenario de Cristo, los judíos de aquella generación condenada probarán una de dos cosas. ¿Qué cosas? Si merecen ser sentenciados al Gehena o el “lago de fuego,” “la muerte segunda,” o merecen que sus nombres se anoten en el “rollo de la vida.” Así tendrán que probar si salieron del Hades o Sheol a una resurrección de vida o a una resurrección de juicio adverso.—Juan 5:28, 29.
30. (a) ¿Por quién más vendrá sobre esa generación judía una condenación? (b) Con ese fin, ¿qué tendrá que recibir la reina de Sabá?
30 Condenación semejante contra aquellos judíos del día de Jesús vendrá de otra parte además de la de los hombres de la Nínive asiría, a saber, de la “reina del Sur.” Según 1 Reyes 10:1-10 y 2 Crónicas 9:1-9, ella era la reina de Sabá. Su país, Sabá o la tierra de los sabeos, yacía a más de mil seiscientos kilómetros al sur de Jerusalén, en la Arabia sudoeste, probablemente en el área oriental de lo que hoy en día se conoce como Yemen. Su tierra o pueblo no se nombra en los capítulos 31 y 32 de Ezequiel, entre aquellas naciones cuyos muertos se declara que están en el Sheol o Hades, pero su tierra estaba en esa área de tierra general. Esta reina del Sur o de Sabá “será levantada en el juicio con [no contra] esta generación.” Esto requerirá una resurrección de ella, y no es razonable pensar que ella será la única de su pueblo que se levante en ese juicio delante del “gran trono blanco” durante los mil años del reinado de Cristo. Como aquellos otros a quienes Ezequiel nombró, la reina del Sur y su pueblo se hallan en el Sheol o Hades y por lo tanto tendrán una resurrección.
31. (a) ¿Por qué la conducta de la reina del Sur fue condenatoria para la generación judía de los días de Jesús? (b) ¿Cómo debe afectarla esto en el Día de Juicio?
31 Estando entre su pueblo resucitado la reina en particular condenará a la generación judía del día de Jesús, por su conducta mil años antes del día de Jesús. Ella viajó toda esa distancia usando el medio de transporte de aquel tiempo para oír la sabiduría del rey Salomón y para contemplar sus obras en Jerusalén; y como resultado ella reconoció al Dios del rey Salomón. Pero Jesucristo era mucho mayor y más importante que el rey Salomón; y no obstante la generación judía del día de Jesús, en su mayor parte, no escuchó su sabiduría celestial. Por eso, en el día de juicio durante el reinado de Cristo, el contraste entre ellos y la reina del Sur será algo adicional para humillarlos. Esto debería ayudarlos a ser obedientes al reino milenario del Salomón Mayor.
32. ¿Qué pregunta surge en cuanto al rey Salomón mismo, y cómo esclarecen el asunto 1 Reyes 11:43 y 2 Crónicas 9:31?
32 La reina de Sabá será favorecida con una resurrección del Sheol o Hades, pero, ¿qué hay del rey Salomón a quien ella visitó? Su padre David se menciona en Hebreos 11:32 estando entre los testigos antiguos aprobados de Jehová, pero Salomón, el rey más sabio de tiempos antiguos y escritor de tres libros de la Biblia, no se menciona ahí. Algún tiempo después de la visita de la reina de Sabá, él cedió a la influencia de sus centenares de esposas y concubinas y apostató a la adoración insensata de ídolos paganos. (1 Rey. 11:1-8; Neh. 13:25, 26; Rom. 1:25) Sin embargo, tanto 1 Reyes 11:43 como 2 Crónicas 9:31 dicen que “Salomón yació con sus antepasados” y que fue enterrado “en la ciudad de David su padre.” Por eso, puesto que Salomón yació para dormir en la muerte con sus antepasados, incluyendo a David, eso lo coloca en el Sheol o Hades, con la perspectiva de ser sacado de allí bajo el reino del Salomón Mayor.—Compare con Deuteronomio 31:16; 2 Samuel 7:12; 1 Reyes 1:21; 2 Reyes 20:21.
[Notas]
a En la página 18 del Apéndice Alfabético del Nuevo Testamento de The Emphatic Diaglott por Benjamín Wilson leemos:
“GEHENA, la palabra griega traducida infierno en la versión común, aparece 12 veces. Es el modo griego de deletrear las palabras hebreas que se traducen: ‘El valle de Hinom.’ Este valle también se llamaba Tofet, una detestación, una abominación. En este lugar se arrojaba toda clase de suciedad, con los cadáveres de las bestias, y los cuerpos no enterrados de criminales que habían sido ejecutados. Se mantenían fuegos continuos para consumir a éstos. . . . Gehena, entonces, como aparece en el Nuevo Testamento, simboliza muerte y destrucción total, pero en ningún lugar significa lugar de tormento eterno.”
Bajo HINOM la Cyclopœdia de M’Clintock y Strong dice:
“Aprendemos de Josefo que la última lucha terrible entre los judíos y romanos tomó lugar aquí (Guerra, VI, 8, 5), y aquí, también, parece que los cadáveres fueron arrojados fuera de la ciudad después del sitio (V, 12, 7). . . . La mayor parte de los comentadores sigue a Buxtorf, Lightfoot, y a otros, al asegurar que se mantenían fuegos perpetuos para consumir los cuerpos de criminales, cadáveres de animales, y cualquier otra cosa que fuese combustible; pero las autoridades combinadas generalmente presentadas en apoyo de esta idea parecen insuficientes. . . .”—Tomo 4 (edición de 1891), página 266.
b Puesto que los elementos que componen el cuerpo humano son más de 90 por ciento de agua, se requeriría un fuego con calor volcánico, un fuego que alcanzara una temperatura de 1,760 a 2,760 grados Centígrados, para destruirlo. Así podemos apreciar por qué se agregaba azufre a los fuegos que ardían en el Gehena fuera de los muros de la antigua Jerusalén a fin de acelerar y efectuar tanto como fuera posible la destrucción total de los cadáveres arrojados en él.
El Dr. Wilton Krogman, profesor de antropología física en la Universidad de Pensilvania en Filadelfia, Pensilvania, informó haber observado un cuerpo arder en un crematorio a 1,093 grados Centígrados por más de ocho horas, ardiendo bajo las mejores condiciones posibles en lo que toca a calor y combustión, estando todo bajo control: pero al fin de ese tiempo casi no vio hueso alguno que no estuviera allí todavía y que del todo no se pudiera reconocer como hueso humano. Cierto, estaba calcinado, pero no había llegado a ser ceniza o polvo. Fue solo a más de 1,760 grados Centígrados que vio que un hueso se derritió y fluyó y se hizo volátil.—Vea el artículo “La desconcertante muerte ardiente,” por Alano W. Eckert, en la revista intitulada “True The Man’s Magazine,” de mayo de 1964, páginas 33, 105-112.