¿Qué significará para usted “Venga el reino de Dios”?
“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.”—Mat. 6:9, 10, Versión Valera; vea también Versión Scío.
1. ¿Para quiénes no significan nada en absoluto las palabras “Venga el reino de Dios,” pero por qué debe llamárseles a la atención ahora este asunto?
PARA más de dos tercios del mundo de la humanidad no significan nada en absoluto las palabras “Venga el reino de Dios.” Eso se debe a su religión. No todas las personas son de la misma religión, y millones de personas hasta dicen que no tienen Dios y que no tienen ninguna religión. No obstante, prescindiendo de que les interese saber acerca de la venida del reino de Dios o no, el reino de Dios vendrá. Tendrán que enfrentarse a ese gobierno cuando se realice completamente su venida en el futuro cercano. Por eso, gente en toda la Tierra necesita que se le llame a su atención este asunto vital ahora.
2. (a) ¿Cuáles otros tienen también una necesidad semejante de que se les dé esta notificación, y por qué? (b) ¿Para qué es ahora el tiempo de hacer una decisión tocante a que venga el reino de Dios?
2 Esa necesidad no es solo de los que lo ignoran. Aun casi todas las personas que están familiarizadas con las palabras “Venga el reino de Dios” tienen una necesidad semejante. ¿Por qué debería ser eso así? Porque, aunque se llaman cristianas y religiosamente hacen la oración “Venga tu reino,” no hablan ni obran como si entendieran lo que oran. Ciertamente no hablan ni obran en armonía con tal oración. Pregúnteles qué significará para ellas y para el resto de la humanidad la venida del reino de Dios, y usted obtendrá diferentes clases de respuestas, y éstas sin ninguna prueba o apoyo autoritativo. El reino de Dios, cuando venga, ciertamente tendrá un efecto sobre todo miembro de la humanidad, ya sea para el bien eterno de uno o para la destrucción eterna de uno. ¿Qué, por lo tanto, significará para cada uno de nosotros que venga el reino de Dios? Naturalmente deberíamos querer que significara nuestro bien infinito. ¿Qué podemos efectuar para hacer que esto signifique tal cosa para nosotros? Ahora es el tiempo para decidir que esto signifique mucho para nosotros. Ahora es el tiempo para saber qué hacer para conseguir ese futuro feliz.
3. ¿De qué raza y nacionalidad fue el que enseñó la oración “Venga tu reino,” y dónde nació?
3 Las palabras “Venga el reino de Dios” se basan en la oración dirigida a Dios en el cielo, a saber, “Venga tu reino.” Muchas personas no observan el hecho de que esta oración la enseñó un asiático. Entre las tres ramas de la raza humana: la jafética, la semítica y la camítica, este asiático fue de la rama semítica. Hace remontar su linaje hasta Sem, el segundo de los tres hijos de Noé, de quienes ha descendido toda la humanidad de hoy en día. (Gén. 10:21; Luc. 3:23-36) Entre las muchas familias de semitas encontramos a la familia de los hebreos, israelitas o judíos. El maestro asiático de la oración para que venga el reino de Dios fue hebreo, israelita o judío. Nació en la población de Belén en la provincia romana de Judea hace casi dos mil años, en la misma población donde había nacido su famoso antepasado, David hijo de Jesé, que llegó a ser rey de Jerusalén.
4. ¿Cómo le fue dado su nombre, y qué recalca el significado de su título “el Hijo de David”?
4 Antes de nacer en Belén, Dios ya había decidido cómo llamarlo, y por eso al nacer fue llamado Jeshúa por los hebreos o Jesús por los griegos. Más tarde le fue añadido a su nombre el título Mesías o Cristo, y por eso llegó a llamarse Jesús el Mesías o Jesucristo. También se le llamó Jesús el Hijo de David, para poner énfasis en su título o derecho al reino que en otro tiempo tuvo su antepasado David sobre la nación de Israel.—Mat. 1:1, 18-25; Mar. 10:47, 48; Luc. 1:28-33; 2:4-21; Juan 7:42.
5, 6. (a) ¿De qué fue parte esta oración “Venga tu reino”? (b) En conexión con eso, ¿cómo se recalcó repetidamente aquello por la venida de lo cual oramos, y por eso, por qué ofrecemos correctamente la oración?
5 En la primavera del año 31 de nuestra era común, o cuando Jesucristo tenía treinta y un años de edad, enseñó la famosa oración conocida generalmente como el padrenuestro, incluyendo la petición a Dios que está en el cielo: “Venga tu reino.” Parece que pocas personas se dan cuenta de que esta oración fue parte de su famoso Sermón del Monte. Este Sermón empieza con las llamadas Bienaventuranzas o nueve Felicidades, la primera de las cuales dice: “Felices son los que están conscientes de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.” Otra declaración de esta Felicidad dice: “Felices son ustedes, los pobres, porque de ustedes es el reino de Dios.” En ese mismo Sermón del Monte Jesucristo enseñó lo que se ha llamado la Regla Aurea, con estas palabras: “Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos.”
6 En este Sermón Jesús también dijo concerniente a nuestras necesidades terrestres: “Su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. Sigan, pues, buscando primero el reino y Su justicia, y todas estas otras cosas les serán añadidas.” (Mat. 5:1-4; Luc. 6:20; Mat. 7:12; 6:32, 33) Así Jesús puso el reino de Dios delante de todas nuestras necesidades terrestres, como siendo de la más elevada importancia. El no dijo que se buscara primero el reino de este país o el reino de aquel país, o la presidencia de los Estados Unidos de América ni ningún otro puesto mundano, sino que dijo que se buscara primero el reino de Dios junto con la justicia de Dios. Muy evidentemente, entonces, el reino celestial de Dios tiene que ser del mayor valor y de la mayor importancia, y correctamente deberíamos orar para que venga, como Jesucristo enseñó a sus seguidores verdaderos que hicieran.
SE AGREGÓ CONTRADICCIÓN
7, 8. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a su venida, y para saber las respuestas exactas qué tenemos que hacer?
7 ¿Cómo, sin embargo, vendrá el reino celestial de Dios? ¿Cuándo habrá venido Su reino en respuesta a esta oración que se enseñó hace diecinueve siglos y que han orado desde entonces los que buscan el reino de Dios? ¿Significará su venida calamidad para usted, o bendición para usted, y qué tiene que hacer cada uno para evitar la calamidad?
8 Para que nosotros lo sepamos exactamente, tenemos que examinar el asunto a la luz de las enseñanzas de Jesús y a la luz de toda la Biblia, de la cual las enseñanzas de él son solo una parte. Centenares de millones de personas han entendido mal el asunto debido a palabras que se le agregaron incorrectamente a la oración original que enseñó Jesucristo. Según las copias manuscritas más tempranas de la Santa Biblia, la oración dice como sigue:
9, 10. ¿Cómo dice la oración según las copias manuscritas más primitivas de la Santa Biblia?
9 “Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día dánosle hoy. Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del maligno.”—Mat. 6:9-13, Versión Hispano-Americana.
10 La declaración repetida de la oración, como se encuentra en Lucas 11:2-4, dice: “Padre, santificado sea tu nombre; venga tu reino; danos cada día nuestro pan cotidiano; y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe; y no nos metas en tentación.”—Versión Hispano-Americana.
11. ¿Cómo se introdujo contradicción en la manera en que la oración llegó a ser recitada, y en qué consiste esa contradicción?
11 Se introdujo contradicción en esta oración cuando algún copista religioso de las Santas Escrituras agregó a la oración según fue dada en el Sermón del Monte las siguientes palabras: “Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.” (Mat. 6:13, Versión Valera, Versión Alemana de Martín Lutero) Como resultado, centenares de millones de personas religiosas de la cristiandad por siglos han recitado la oración con la adición de esas palabras no autorizadas como conclusión o Gloria Patri. Aparentemente nunca se han detenido a pensar cómo al principio de la oración pueden recitar las palabras “Venga tu reino” y luego en la conclusión de su oración decir: “Tuyo es el reino.” Si el reino ya era de Dios, ¿por qué deberían orar en la misma oración: “Venga tu reino”?
12. ¿Qué necedad, contra la cual amonesta Proverbios 30:5, 6, muestra tal adición?
12 Esto demuestra la necedad de agregar algo a la Palabra inspirada de Dios con la idea de tratar de mejorarla o completarla. Bien advirtió Proverbios 30:5, 6 contra esto, diciendo: “Todo dicho de Dios es refinado. . . . No añadas nada a sus palabras, para que no te reprenda, y para que no se te tenga que probar mentiroso.” Ciertamente en el día de Jesús el reino de Dios no había venido.
13. ¿De dónde evidentemente se sacaron las palabras agregadas?
13 Las palabras agregadas incorrectamente a la oración correcta de Jesús evidentemente fueron sacadas de las palabras del rey David dirigidas a Dios, como se encuentran en 1 Crónicas 29:11, que la Biblia Versión Moderna traduce como sigue: “¡Tuya, oh Jehová, es la grandeza, y el poder, y la gloria, y la victoria, y la majestad; porque todo cuanto existe en el cielo y en la tierra tuyo es! ¡Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú te ensalzas como cabeza sobre todas las cosas!”a
14. ¿Cuándo fueron ciertas las palabras: “Tuyo, oh Jehová, es el reino,” y por qué las dijo el orador?
14 Esas palabras eran ciertas en el año 1037 antes de nuestra era común, en los días finales de David como rey de Jerusalén. David era el rey sobre la nación de las doce tribus de Israel, pero se daba cuenta de que solo era el representante humano visible de su Dios, Jehová, quien era el Rey verdadero, el Rey invisible, celestial, sobre la nación de Israel. El trono regio material sobre el cual se sentó David por cuarenta años realmente era el trono de Jehová, y el rey David ahora, a causa de su vejez, estaba abdicando este trono a favor de su hijo joven pero sabio, Salomón. Por eso, el rey David, en este discurso de despedida a la congregación de Israel en Jerusalén, estaba confesando que el reino sobre Israel realmente no le pertenecía a él ni a su familia regia. Realmente pertenecía al Dios a quien él y todo Israel adoraban entonces, Jehová.
15. (a) ¿Por qué era el gobierno de Israel entonces realmente un reino de Dios en miniatura? (b) ¿Qué textos bíblicos apoyan ese hecho?
15 Era Jehová Dios quien había establecido el reino humano sobre la nación de Israel en el año 1117 antes de nuestra era común. También, fue El quien hizo que David fuera ungido como rey sobre todas las doce tribus de Israel en 1070 a. de la E.C. En consecuencia, el reino de la nación de Israel allá en los días de David era un reino de Dios en miniatura o en escala pequeña sobre la Tierra. En armonía con esto leemos en el versículo 23 del mismo capítulo de 1 Crónicas 29 lo que sucedió después que David abdicó el trono a favor de su hijo amado Salomón: “Y Salomón empezó a sentarse en el trono de Jehová como rey en lugar de David su padre y a hacerlo con buen éxito, y todos los israelitas le fueron obedientes.” Más tarde, cuando la reina de Sabá visitó al rey Salomón en Jerusalén y vio su gloria, ella dijo: “Llegue a ser bendito Jehová tu Dios, que se ha deleitado en ti al colocarte sobre su trono como rey para Jehová tu Dios.” (2 Cró. 9:8) En correspondencia con el hecho de que el trono visible de Jehová estaba en Jerusalén, la profecía de Jeremías 3:17 dice: “En ese tiempo llamarán a Jerusalén el trono de Jehová; y a ella todas las naciones deben ser congregadas al nombre de Jehová en Jerusalén.”
16. ¿De qué manera prometió Jehová que David tendría un heredero permanente en el reino de Dios?
16 Años antes de la abdicación y muerte del rey David, Jehová su Dios hizo un pacto o contrato solemne con él de que la soberanía real sobre este reino de Dios en escala pequeña sobre Israel permanecería para siempre en la familia regia de David. Mediante su profeta Natán, Jehová Dios dijo al rey David: “Jehová te ha dicho que una casa es, lo que Jehová hará para ti. Cuando tus días se cumplan cabalmente y tengas que acostarte con tus padres, entonces yo ciertamente levantaré tu descendencia después de ti, la cual saldrá de tus entrañas; y realmente estableceré firmemente su reino. . . . Y tu casa y tu reino ciertamente serán firmes hasta tiempo indefinido delante de ti; tu mismísimo trono llegará a ser un trono establecido firmemente hasta tiempo indefinido.” (2 Sam. 7:11-16) De esta manera Jehová prometió que el rey David tendría un heredero permanente al trono en el reino de Dios. Este heredero sería llamado el Hijo de David.
INTERRUPCIÓN
17. ¿Continuó el reino típico de Dios sobre Israel, y qué acontecimiento en la historia de Israel prueba la respuesta?
17 En su propio día el rey David pudo decir a Dios: “Tuyo, oh Jehová, es el reino.” Pero llegó el tiempo en que no hubo reino de Dios en miniatura sobre la Tierra, cuando no hubo reino típico de Dios sobre la nación de Israel. ¿Cuándo llegó a ser eso? En el año 607 antes de nuestra era común. En ese año Dios Todopoderoso permitió que los ejércitos de Babilonia destruyeran la ciudad regia de Jerusalén donde los reyes de la línea de David se sentaban en el trono de Jehová. Dejó que su trono fuera trastornado, e hizo que los sobrevivientes del sitio y la destrucción de Jerusalén fueran deportados a la tierra lejana de Babilonia. Jerusalén y la tierra de Judá llegaron a estar desoladas sin habitante humano ni animal doméstico. Con ese acontecimiento cesó de haber un reino de Dios sobre la Tierra.—Eze. 21:25-27.
18. (a) Después de la restauración de los desterrados judíos a su tierra natal, ¿por qué los gobernadores que hubo en Jerusalén no podían decir: “Tuyo, oh Jehová, es el reino”? (b) En vista de eso, ¿cuál era la pregunta?
18 Setenta años más tarde, después que los israelitas desterrados fueron restaurados a su tierra natal, no había trono de Jehová en Jerusalén sobre el cual se sentaran los gobernadores. El reino típico de Dios no fue restablecido en Jerusalén con un descendiente del rey David reinando en representación de Dios sobre el trono de Jehová. Habían comenzado “los tiempos de las gentes,” o, “los tiempos señalados de las naciones.” (Luc. 21:24, Val; NM) Por consiguiente, los gobernadores judíos en Jerusalén, que estuvieron sujetos a los vencedores gentiles, no pudieron decir, como el rey David había dicho, a Jehová Dios: “Tuyo es el reino.” Según el pacto de Dios con David para un reino eterno, todavía estaba por venir un heredero permanente al reino de Dios sobre Israel. Esto quería decir que el reino de Dios sería revivificado con este heredero permanente en el trono como representante de Jehová. Con razón los judíos fieles esperaban que viniera el reino de Dios. La pregunta, por lo tanto, era: ¿Por cuánto tiempo continuaría esta interrupción al funcionamiento del reino de Dios? ¿Cuándo vendría el reino de Dios de acuerdo con Su promesa?
19. ¿Por qué el que Jesús llamara a Jerusalén “la ciudad del gran Rey” no refutó el hecho de que aquella situación continuaba para con Israel?
19 Esta situación para con el Israel antiguo continuó por siglos. Cerca del comienzo de nuestra era común, Jesús el Hijo de David nació en Belén de la tierra de Judea. Es cierto que, cuando pronunció su Sermón del Monte, Jesús dijo: “No juren de ninguna manera, ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.” (Mat. 5:34, 35) Sin embargo, esas palabras no significaron que el reino de Dios estaba gobernando en Jerusalén. Jesús dijo que el trono de Dios es el cielo, no un trono material para gobernantes humanos en Jerusalén. Toda la Tierra era semejante a un simple escabel para los pies de Dios. (Mat. 23:22) Cuando Jesús dijo esas palabras, Jerusalén y la tierra de Judea eran parte de la provincia romana de Judea. El hombre que entonces se sentaba para regir como gobernador era, no un judío, no un descendiente del rey David, sino un romano llamado Poncio Pilato.—Luc. 3:1.
20. Cuando Jesús entró montado en un asno en Jerusalén, ¿qué esperaban los entusiasmados judíos, y cómo mostraron esto sus gritos?
20 En la semana final de su vida sobre la Tierra, Jesucristo entró montado en un asno, como en una procesión triunfal, en Jerusalén. Los judíos entusiasmados que esperaban que el reino de Dios fuese establecido con Jesús lo acompañaron alegremente y clamaron: “¡Salva, rogamos, al Hijo de David! ¡Bendito es el que viene en el nombre de Jehová! ¡Sálvalo, rogamos, en las supremas alturas!” “¡Salva, te rogamos! ¡Bendito es el que viene en el nombre de Jehová, sí, el rey de Israel!” “¡Bendito es el reino venidero de nuestro padre David!”—Mat. 21:9; Juan 12:13; Mar. 11:10.
21. ¿Cómo continuó la situación para con Israel de modo que nadie en Jerusalén podía decir correctamente: “Tuyo es el reino”?
21 Dentro de Jerusalén, Jesús fue al templo, pero no fue ungido por el sumo sacerdote judío para ser rey. No se sentó en un trono de Jehová en Jerusalén y reinó como el representante visible, terrestre, de Dios. Cinco días después, o en el día de la Pascua, estuvo ante el gobernador Poncio Pilato enjuiciado por su vida. Allí dijo: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.” (Juan 18:36) Por eso, aun en los días de Jesús sobre la Tierra las palabras de David en 1 Crónicas 29:11 no podían decirse correctamente a Dios por nadie en Jerusalén, a saber: “Tuyo es el reino.”
22. Por eso, en el padrenuestro, ¿por qué cosa enseñó Jesús a sus discípulos que oraran, y en recitar qué no se unen a la cristiandad?
22 Por esa razón, cuando Jesús enseñó a sus discípulos a orar lo que se conoce como el padrenuestro, él no agregó esas palabras al final de su oración. Jesús sabía que esas palabras no eran ciertas. Por eso, él enseñó a sus discípulos a orar por el reino de Dios que todavía tenía que venir, el cual reino había sido trastornado típicamente en 607 a. de la E.C. Hoy en día, los seguidores de Jesús, enseñados correctamente, no participan con los religiosos de la cristiandad en decir las palabras espurias: “Tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.” Ellos no contradicen la oración: “Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” Saben que el reino de Dios todavía tiene que venir.
¿DE QUÉ MANERA?
23. ¿Cómo dicen algunos religiosos de la cristiandad que habrá de venir el reino de Dios?
23 Ahora bien, ¿qué significará exactamente para la gente de la Tierra el reino de Dios, cuando haya venido? ¿De qué manera vendrá el reino de Dios? Pregúntele usted a algún religioso de la cristiandad y él dirá: ‘El reino de Dios llegará de aquí a cincuenta mil años, porque ha de venir mediante la conversión del mundo de la humanidad a Cristo.’ Pero, ¿es cierta tal respuesta?
24. ¿Qué muestra The World Almanac por las cifras de la población tocante a convertir el mundo a Cristo?
24 Según la página 719 de The World Almanac de 1963 (edición de Nueva York) la llamada población cristiana sobre la Tierra asciende a 904,332,500. Sin embargo, el Anuario Estadístico de las Naciones Unidas, publicado en mayo de 1962, mostró que la población del mundo había pasado de tres mil millones ya en 1961 y que había llegado a tres mil ciento cuatro millones, y que estaba aumentando por cincuenta y cuatro millones cada año. Un examen a las cifras a través de los años también muestra que la población no cristiana está aumentando más aprisa que la llamada población cristiana. Evidentemente el mundo no está siendo convertido a Cristo, sino que la cristiandad está encogiéndose en comparación con la población del mundo. Ahora es menor a un tercio de toda la humanidad.
25. Según las cifras dadas, ¿cómo están alistadas las religiones del mundo según la fuerza de números?
25 De todas las organizaciones religiosas sobre la Tierra la católica romana es la organización más fuerte. The World Almanac muestra que tiene 550,350,000 miembros, el cual número incluye a los bebés recién bautizados. La segunda organización religiosa más fuerte es la mahometana, con 433,740,000 musulmanes, un grupo no cristiano. Luego está el hinduismo de la India con 335,802,500 miembros. Después del hinduismo está el confucianismo con 300,240,500. Después de eso, en orden, en lo que toca a números, están los protestantes, luego los budistas, luego las Iglesias Ortodoxas Orientales, luego los religiosos primitivos como nativos de África y Australia, luego los sintoístas, los taoístas, los judíos o hebreos, y los zoroástricos. Finalmente, The World Almanac da un grupo general de personas religiosas o personas que no tienen ninguna religión como de 552,771,700, que es más del número dado de católicos romanos.b
26. (a) ¿Cómo le va al catolicismo romano ante el comunismo internacional? (b) ¿Cómo indicó recientemente este hecho un clérigo tocante a la América del Sur?
26 Fuerte como es numéricamente, y aunque su papa en la ciudad del Vaticano afirma ser el vicario de Cristo gobernando como Rey, el catolicismo romano está siendo derrotado ante el comunismo internacional. El 14 de diciembre de 1963, en la reunión en la ciudad de México de unos 200 caudillos protestantes y de la Iglesia Ortodoxa procedentes de 48 países, el secretario ejecutivo del Comité sobre la Cooperación Presbiteriana en la América Latinac dijo:
“Ya nadie se adhiere a la idea cándida” de que la América del Sur es un “continente católico.” . . . “Muchos cristianos cuya conciencia ha sido sensibilizada mediante la predicación del Evangelio,” dijo él, “han optado por abandonar la iglesia y hacerse caudillos comunistas.”—El Times de Nueva York, 15 de dic.e de 1963.
27. ¿Qué clase de país es hoy en día religiosamente los Estados Unidos de Norteamérica?
27 En cuanto a los Estados Unidos de Norteamérica, mientras que ya no puede llamarse un país protestante, está lejos de ser un país católico romano. Los prelados católicos romanos ofrecen hechos y cifras sombrías en cuanto al aspecto de la Iglesia en los Estados Unidos.d
28. A pesar de las esperanzas frustradas de la cristiandad, ¿cuándo vendrá el reino de Dios, y por qué?
28 Si depende de la conversión mundial al cristianismo, la gente religiosa de la cristiandad jamás puede esperar ver que el reino de Dios venga en su día o en esta generación, o, de hecho, que venga en absoluto. No obstante, aunque sus esperanzas han sido frustradas a causa de estar basadas en una interpretación incorrecta de la Santa Biblia, esto no significa que el reino de Dios no vendrá en nuestro día, dentro de esta generación. A la luz de las profecías y medidas de tiempo de la Biblia, todas las evidencias muestran que Su reino vendrá dentro de nuestra generación, porque no vendrá mediante la conversión del mundo al cristianismo y jamás hubo el propósito de que viniera de esa manera. (1 Tim. 4:1-3; 2 Tim. 3:1-7; 2 Ped. 3:3, 4, 7) Si no vendrá mediante la conversión mundial pacífica, ¿cómo vendrá el reino de Dios y asumirá control completo?
29, 30. (a) En la visión descrita en el capítulo siete de Daniel, ¿qué serie de potencias mundiales se le muestra al profeta? (b) En la visión, ¿cómo se representa la venida del reino de Dios?
29 Si usted tiene una copia de la Santa Biblia, ésta contestará para usted la pregunta, porque la Biblia es el Libro inspirado de Dios. Diríjase a la profecía de Daniel, capítulo siete. Allí encontramos una descripción de la venida del reino de Dios en manos de aquel que se llama el Hijo del hombre. Él es Jesucristo el Hijo de David, sí, el heredero permanente del reino eterno prometido a la familia regia de David. Primero se le muestra al profeta Daniel un cuadro simbólico de las potencias mundiales desde la Potencia Mundial Babilónica hasta el sistema político que incluye a la Potencia Mundial Anglo-Americana de hoy en día.e En la visión Daniel ve, no la conversión pacífica de esas potencias mundiales al Hijo del hombre, sino su destrucción violenta. Después de ver esto, el profeta Daniel pasa a decir:
30 “Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡vea allí! con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien semejante a un hijo de hombre; y consiguió acceso al Anciano de Días, y lo hicieron subir cerca aun delante de Aquél. Y a él le fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguas, todos le sirvan aun a él. Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno al que no se le reducirá a ruinas.”—Dan. 7:13,14.
31. En la visión, ¿cuál reino es el que se da a Jesús el Hijo de David?
31 Puesto que Jesús el Hijo de David está representado allí como el “hijo de hombre,” el reino dado a este hijo del hombre por Dios, el “Anciano de Días,” es aquel por el cual Jesús enseñó a sus seguidores a orar.
32. (a) ¿Cómo se representa el fin del último sistema político que Dios el Juez permite? (b) ¿Cómo les fueron quitadas las gobernaciones a las otras bestias simbólicas, y cómo les fue dado un alargamiento de vida?
32 ¿Qué, entonces, significa la entrada de su gobierno en el poder para los sistemas políticos de este mundo? En la visión el ángel de Dios le explica a Daniel el símbolo de la cuarta bestia y sus cuernos como el último de los sistemas políticos que Dios el Juez permite sobre la Tierra; después de lo cual el ángel describe el fin violento de este sistema político mundano, diciendo: “Y el Tribunal mismo procedió a celebrar sesión, y finalmente le quitaron su propia gobernación, a fin de aniquilarlo y destruirlo totalmente.” (Dan. 7:26) Esto explica el cuadro de este sistema político bestial final según se da en los versículos once y doce, que dicen: “Seguí contemplando hasta que la bestia fue muerta y su cuerpo fue destruido y fue entregado al fuego ardiente. Pero en cuanto al resto de las bestias, sus gobernaciones les fueron quitadas, y les fue dado un alargamiento de vida por un tiempo y una sazón.” Las gobernaciones de aquellos otros sistemas políticos bestiales les fueron quitadas una tras otra en tiempos pasados; y el “alargamiento de vida” que “les fue dado” solo es hasta que el sistema político cuarto y final es destruido violentamente mediante matanza y quema, en el cual tiempo también son destruidos.
33. Según Daniel 7:27, 28, ¿a quiénes se les da la gobernación bajo todos los cielos, y por cuánto tiempo?
33 Eso es lo que significará para los sistemas políticos de este mundo la venida del reino de Dios, según es dado al Hijo del hombre y a sus discípulos fieles. Por consiguiente, Daniel 7:27, 28 termina la explicación, diciendo: “‘Y el reino y la soberanía y la magnificencia de los reinos bajo todos los cielos fueron dados al pueblo que es los santos del Supremo. Su reino es un reino indefinidamente duradero, y todas las gobernaciones hasta los servirán y los obedecerán.’ Hasta este punto es el fin del asunto.”
34. (a) ¿A quiénes se les menciona como los “santos del Supremo,” y cuántos de ellos hay? (b) ¿Cómo se efectuará la remoción violenta de los sistemas políticos de la Tierra: con la ayuda del resto espiritual, o sin su ayuda?
34 En esta profecía los que son mencionados como los “santos del Supremo” son el Señor Jesucristo y todos sus seguidores fieles que heredan el reino celestial con él. Según el último libro de la Biblia, Revelación, que hace muchas citas del libro de Daniel, el número de estos seguidores que heredan el reino celestial con el glorificado Jesucristo solo asciende a 144,000. (Rev. 7:4-8; 14:1-3) Hoy en día solo existe sobre la Tierra un resto de estos herederos espirituales del reino celestial de Dios, menos de 13,000, según la estadística. Pero éstos no se ocuparán en ninguna violencia contra los sistemas políticos de este mundo. Jehová Dios el Juez se encargará de la remoción de los sistemas políticos sobre la Tierra por medio de su Hijo celestial, Jesucristo el Hijo de David.
35. El fracaso de la cristiandad en cuanto a convertir al mundo, ¿qué hecho recalca en cuanto al reino de Dios?
35 A los llamados cristianos que han acariciado la idea agradable de convertir pacíficamente al mundo al cristianismo y establecer el reino de Dios por sí mismos de esa manera, la destrucción violenta de las instituciones políticas de la Tierra mediante la violencia de parte del Dios del cielo quizás les llegue como un pensamiento horripilante. No obstante, deberían horrorizarse también por el fracaso de su programa de conversión mundial. Su fracaso solo recalca el hecho de que, a fin de que el reino de Dios mediante Cristo domine toda la Tierra, el camino debe ser despejado por medios violentos desde el cielo. Otras profecías de la Biblia confirman ese hecho.
36. En el capítulo dos de Daniel, ¿qué marcha delinea la visión?
36 Vuelva a la profecía del capítulo dos de Daniel. En ese capítulo Daniel registra la visión de la marcha de las potencias mundiales, desde la antigua Potencia Mundial Babilónica, a través de la Potencia Mundial Romana, y hasta algo que ha crecido de aquella Potencia Mundial Romana, la Potencia Mundial Anglo-Americana de hoy en día, la alianza política del Imperio Británico y los Estados Unidos de Norteamérica.f
37. ¿Cómo será destruido lo que queda de esa sucesión de potencias mundiales políticas, y cómo representa esto la visión?
37 Esta sucesión de potencias mundiales ha sido idolatrada, como una imagen idolátrica. Según el decreto de Dios indicado en la profecía de Daniel, lo que queda hoy en día de esta sucesión de potencias mundiales políticas será destruido por un acto violento de Dios. Será como cuando, en la visión, la piedra cortada de la montaña de Dios da contra la imagen idolátrica y la aplasta, pulverizándola para que los vientos violentos se la lleven sin que se pueda recobrar.—Dan. 2:1-43.
38. ¿Qué significa de hecho la venida de la piedra simbólica contra la imagen simbólica?
38 Aludiendo a esa piedra como símbolo del reino de Dios mediante Jesús el Mesías, el profeta Daniel explica: “Y en los días de aquellos reyes [los gobernantes políticos presentes de este mundo] el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Aplastará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.” (Dan. 2:44) La venida del reino mesiánico de Dios simbolizado aquí por la piedra significa nada menos que la pelea de la guerra final predicha en el último libro de la Biblia, “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” llamada comúnmente la Batalla del Armagedón.—Rev. 16:14-16.
39. ¿Cómo ha sido interpretado por comentadores de la cristiandad el dar la piedra contra la imagen, y cuándo se entiende que fue dado el gran golpe?
39 Comentadores bíblicos de la cristiandad, como el Dr. Adán Clarke de Inglaterra en el siglo diecinueve, han interpretado Daniel 2:44 como significando que la piedra cortada de la montaña es el Evangelio cristiano y que cuando diera contra las naciones las convertiría, y tanto los gobernantes como la gente gobernada llegarían a ser cristianos hasta que, con el tiempo, todo el mundo de la humanidad sería cristiano. Se creía que el gran golpe se le dio al Imperio Romano pagano cuando, en el año 312 E.C., el emperador Constantino el Grande fue convertido y quedó establecida la Iglesia Católica Romana con su religión de fusión.g
40. Pero, ¿qué puede decirse acerca de la fuerza golpeadora de las religiones de la cristiandad hoy en día, y cómo le va a la cristiandad a manos del comunismo internacional?
40 Pero aquí estamos, más de sesenta años dentro del siglo veinte, y el poder golpeador de las religiones de la cristiandad está perdiendo cada vez más su fuerza. Los gobernantes políticos ya no están llegando a ser católicos romanos o griegos o protestantes y obligando a sus súbditos a llegar a serlo con ellos. Según se informó en el Morning News (y también en el Times Herald) de Dallas, Texas, del 22 de junio de 1963, un clérigo presbiterianoh dijo que, no solo está enjuiciada la religión de la cristiandad, sino que “el mundo se está riendo de nosotros. Aquí en los Estados Unidos está el campo misional más selecto para las otras religiones del mundo.” Parte de la culpa de esto la echó sobre la ignorancia religiosa de los feligreses de la cristiandad, y agregó: “Hemos cedido muchas de nuestras responsabilidades a un mundo pagano.” Sin embargo, no solo el mundo se ríe de los llamados cristianos en su ignorancia, sino que la cristiandad está tambaleándose bajo los golpes descargados sobre ella por el comunismo internacional. La cristiandad no quiere ser enterrada por el comunismo uno de estos días.
UNA ILUSTRACIÓN AMONESTADORA
41. ¿Es bíblica la conversión mundial pacífica, y, en su parábola de las minas, qué muestra Jesucristo acerca de los enemigos del reino de Dios?
41 La esperanza religiosa de convertir pacíficamente el mundo a las religiones de la cristiandad no solo no es bíblica, sino que no se apega a la realidad hoy en día. Aun en su parábola o ilustración de las minas (o, libras), registrada en el Evangelio de Lucas, capítulo diecinueve, el Señor Jesucristo advirtió que los enemigos del reino mesiánico de Dios serían destruidos violentamente por acción del Mesías mismo.
42. ¿Por qué dio Jesús la parábola, y cómo midió la parábola el tiempo para la venida del reino de Dios?
42 Lucas 19:11 dice por qué Jesús dio esta parábola, diciendo: “Mientras escuchaban ellos estas cosas él habló adicionalmente una ilustración, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos se imaginaban que el reino de Dios iba a exhibirse instantáneamente.” Al contrario, Jesús representó que faltaba mucho tiempo entonces para que llegara el reino de Dios. ¿De qué manera? Pues, Jesús se asemejó a un noble con riqueza, que tuvo que viajar a una tierra lejana para “conseguir para sí poder real” y regresar como rey. Medido por la velocidad de los medios de viajar en el día de Jesús, el viaje hasta la tierra lejana, seguido del viaje de regreso con poder real, tomaría largo tiempo. Por consiguiente, Jesús iba a tardar largo tiempo.
43. ¿Qué hicieron los ciudadanos que odiaban al noble, y cómo se expresó tal odio en el cumplimiento de la parábola?
43 Sin embargo, había quienes se oponían a que el noble consiguiera tal poder regio. Lucas 19:14 declara: “Pero sus ciudadanos lo odiaban y enviaron tras él un cuerpo de embajadores a decir: ‘No queremos que éste llegue a ser rey sobre nosotros.’” La parábola no entra en detalles sobre cuán plenamente expresaron su odio aquellos ciudadanos ni sobre cómo el noble llegó a la tierra lejana para recibir el poder real. Pero en el cumplimiento de la parábola casi todos los judíos dijeron: ‘No dejaremos que este hombre Jesucristo gobierne como rey sobre nosotros.’ En un esfuerzo por impedir que él llegara a ser rey sobre ellos, los judíos lo condenaron a muerte y lo entregaron a las autoridades romanas de Jerusalén para que fuera muerto mediante muerte lenta en un madero de tormento.
44. ¿Cómo llegó Jesús a la simbólica “tierra lejana,” y cómo continuó mostrando su propio pueblo odio a él?
44 ¿Cómo, entonces, llegó Jesús a la “tierra lejana,” es decir, al cielo, que Jesús dijo que era el trono de Dios? Al tercer día después de su cruel muerte Jehová el Dios Todopoderoso levantó a su noble Hijo de entre los muertos y lo llamó al cielo en el día cuadragésimo después de eso y sentó al resucitado Jesucristo a su propia diestra en el cielo. (Hech. 2:22-36; 3:13-21) Aun después que Jesucristo ascendió a la “tierra lejana” de la presencia celestial de Dios, los de su propio pueblo terrestre, los judíos, continuaron mostrando su odio a él persiguiendo a sus seguidores fieles. Así dieron a saber adicionalmente a Dios que no querían que su noble Hijo llegara a ser rey sobre ellos.
45. ¿Dónde, también, se hallan otros que odian el reino de Dios, y cómo muestran odio?
45 Sin embargo, no solo hay enemigos judíos del reino de Dios bajo su Mesías, sino también enemigos en todas las otras naciones del mundo de la humanidad. Estos también rehúsan el mensaje del Reino de los seguidores de Cristo y los persiguen. Prefieren las gobernaciones políticas por hombres de este mundo, incluyendo la organización de las Naciones Unidas de 113 naciones miembros. ¿Qué, entonces, significará para tales enemigos terrestres la venida del reino mesiánico de Dios?
46. En la parábola, ¿cómo mostró Jesús la manera en que la venida del reino afectará a sus enemigos, y qué cumplimiento típico de esto hubo?
46 Jesús dio la respuesta en la conclusión de esta parábola de las minas. Allí él hace que el noble que consiguió el poder real y regresó para gobernar diga: “Además, a estos enemigos míos que no querían que yo llegara a ser rey sobre ellos, tráiganlos acá y degüéllenlos delante de mí.” (Luc. 19:27) Ciertamente eso no significa ninguna conversión pacífica de ellos al cristianismo verdadero. Significa una destrucción violenta. Hubo un cumplimiento típico de esto en el año 70 E.C., cuando los judíos no convertidos que se habían rebelado contra el César romano fueron sitiados en su ciudad capital de Jerusalén y finalmente, después de un sitio horroroso, la ciudad fue destruida. Se informa que a 1,100,000 judíos rebeldes se les hizo perecer, y 97,000 de los sobrevivientes fueron llevados para llegar a ser esclavos en diversas partes del Imperio Romano.—Luc. 19:41-44; 21:20-24.
47. A pesar de aquel acontecimiento de 70 E.C., ¿por qué cosa oran todavía los cristianos, y qué significará el cumplimiento de la oración en comparación con lo que sucedió en 70 E.C.?
47 Sin embargo, el reino mesiánico de Dios no llegó en aquel año 70. Hoy en día los cristianos verdaderos todavía oran las palabras del padrenuestro a Dios: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” El horario de la Biblia y el cumplimiento de la profecía bíblica en las condiciones y acontecimientos mundiales desde 1914 prueban que se acerca la venida del reino de Dios como se describe en las profecías susodichas. La destrucción violenta que su venida significará para sus enemigos en la Tierra será más extensa y más terrible que la destrucción de Jerusalén y la matanza atroz de los judíos no convertidos por los romanos hace mil novecientos años.
48. ¿Qué no aprecia la gente de la cristiandad en cuanto al significado de aquello por lo que ora en el padrenuestro?
48 ¡Cuán poco, por lo tanto, comprende la gente de la cristiandad por lo que ora cuando recita en sus iglesias: “Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”! Poco aprecia, sí, que ora por algo violento a manos de Dios, por la destrucción del presente sistema mundial de cosas, sí, por la destrucción aun de la cristiandad, la principal sostenedora de la organización de las Naciones Unidas y la poseedora de enormes almacenamientos de bombas atómicas y de hidrógeno y otras armas de matanza atroz en masa. Esto es lo que la venida del reino mesiánico de Dios significará para sus enemigos tanto dentro como fuera de la cristiandad.
49. En su profecía sobre el fin de este sistema mundano, ¿con los días de quién comparó él los días del Hijo del hombre, y en qué respectos?
49 No fue sin significado que Jesús, en su profecía sobre el fin de este sistema de cosas mundano sobre la Tierra, dijo: “Así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre. Manténganse alerta, pues, porque no saben en qué día viene su Señor.”—Mat. 24:37-39, 42.
50. ¿Qué clase de suceso fue el diluvio del día de Noé, y qué pronostica esto para la población de la Tierra de hoy en día?
50 Ese diluvio del día de Noé fue un funcionamiento violento de fuerzas naturales bajo el control de Dios. Pasó arrasando sobre toda la Tierra, destruyendo todas las multitudes de gente y animales fuera del arca en la cual Noé y su familia y muchos especímenes de animales sobrevivieron. Hoy en día la población humana de la Tierra pasa de tres mil millones, y por eso, ¡qué matanza atroz, qué destrucción habrá cuando, en nuestro día, al venir el reino de Dios, esto sea como fue en el día de Noé cuando vino el diluvio!
51. ¿Qué significará la venida del reino de Dios para los que lo aman, y qué significa para ellos la semejanza de los días del Hijo del hombre con los días de Noé?
51 Pero, ¿solo significa destrucción la venida del reino de Dios como el gobierno legítimo de toda la Tierra? Para los enemigos del reino mesiánico de Dios, ¡sí! Por otra parte, para los amadores del reino de Dios, que buscan primero el reino de Dios y su justicia, habrá felicidad, bendición, liberación, salvación. En el diluvio en el día de Noé hubo la conservación de él y de sus hijos: Jafet, Sem y Cam y de las cuatro esposas, ocho almas humanas en total. Después de un año solar completo dentro del arca salieron a una Tierra purificada y comenzaron de nuevo su adoración a Jehová Dios. Su supervivencia bajo el cuidado de Dios resultó en vida para todos nosotros los que hoy en día estamos sobre la Tierra. (Gén. 7:1 a 9:19) Puesto que Jesús predijo que, como fue en los días de Noé, así será en los días del mesiánico Hijo del hombre, habrá sobrevivientes de la destrucción violenta de este sistema de cosas, el cual sistema es enemigo del reino de Dios.
52. ¿Cómo indicó Jesús esta supervivencia en su profecía concerniente a la tribulación final?
52 En su profecía sobre el fin de este sistema de cosas Jesús dijo que la tribulación llegaría a un gran punto culminante de dificultad que sobrepasaría cualquier cosa que la humanidad hubiera experimentado antes. Él dijo: “Habrá entonces tribulación grande como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos serán acortados aquellos días.” (Mat. 24:21, 22) Por consiguiente, habrá sobrevivientes del fin del sistema mundano, en concordancia con Noé y su familia.
SIERVOS FIELES
53. (a) ¿Cómo se representó en la parábola de las minas a los “escogidos” que sobreviven? (b) ¿Qué preguntas surgen en cuanto al único esclavo que no negoció con la mina de su señor?
53 En tales sobrevivientes estarán incluidos aquellos a quienes Jesús llamó “los escogidos,” los que son representados en su parábola de las minas por los esclavos fieles a quienes el noble dio minas antes de salir a la tierra lejana para conseguir poder real. Uno de los diez esclavos mencionados no obedeció las órdenes del noble: “Negocien hasta que venga.” Los otros nueve esclavos negociaron provechosamente con su mina cada uno; el esclavo perezoso, infiel, no. Guardó su mina en un paño. No obtuvo ningún interés para su amo noble. ¿Qué significaría el retorno de su amo como rey para este esclavo improductivo, especialmente cuando devolvió solo la suma de dinero que había recibido —nada perdido, pero nada ganado? ¿Significaría una bendición o una maldición? ¡Su propio derrotero decidió!
54. En la parábola, ¿qué significó para este esclavo improductivo la venida del rey?
54 Su amo noble, ahora rey, lo llamó inicuo. Ordenó que le quitaran la mina, porque no había trabajado a favor del reino de su amo. No estaba a favor del rey y por eso fue clasificado con los ciudadanos que odiaban al rey y estaban contra el rey. Fue castigado junto con aquellos ciudadanos enemigos que fueron muertos atrozmente por mandato del rey. (Luc. 19:13, 20-27) En una de las otras parábolas de Jesús semejante a ésta, el esclavo que no servía para nada fue echado de la casa del amo “a la oscuridad de afuera,” para allí llorar y crujir sus dientes junto con todos los otros que estaban allí. (Mat. 25:24-30) ¡La venida del rey no significó ningún gozo para él!
55. Para los esclavos que negociaron cada uno con su mina, ¿qué significó la venida del rey?
55 En la parábola, los otros nueve esclavos obtuvieron utilidades a favor del reino al negociar con la mina que se le había dado a cada uno. Su amo real los declaró buenos esclavos y les encargó ciudades a través de su dominio. No merecían ser muertos atrozmente con los ciudadanos enemigos del rey. Para ellos la venida del rey significó bendición y vida. (Luc. 19:15-19, 24-26) ¿Significará algo semejante para nosotros la venida del reino mesiánico de Dios?
56. ¿A quiénes representan los esclavos con quienes el Señor dejó las minas?
56 Cuando Jesucristo, representado por el hombre de noble nacimiento, salió de esta Tierra para la región celestial, dejó tras sí objetos de valor en manos de sus seguidores representados por los esclavos que obtuvieron una mina cada uno con la cual negociar. Estos esclavos no representaron solo a los doce apóstoles de Jesucristo ni solo a todos sus discípulos de aquel tiempo, sino también a sus seguidores fieles de hoy en día, creyentes dedicados y bautizados a quienes Dios ha llamado para ser coherederos con el Rey Mesiánico en el reino celestial.—Rom. 8:14-17.
57. (a) ¿Cuántos de esos coherederos del Reino hay todavía sobre la Tierra, y qué están haciendo con la mina simbólica? (b) ¿Quiénes se han unido a ellos, y qué significará para éstos la venida del reino de Dios?
57 Un resto de estos coherederos todavía está vivo sobre la Tierra, aumentando activamente los objetos valiosos del reino mesiánico de Dios al hacer como Jesús dijo, en Mateo 24:14: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Ahora se han unido a éstos centenares de miles de personas que han prestado atención a las buenas nuevas del reino de Dios y que han abandonado a los que odian el reino de Dios. Han probado su amor al reino de Dios por medio de también emprender la predicación de él y recoger al lado del gobierno justo a todavía otros amadores de éste. Como en el caso del resto de los herederos del Reino, recibirán la aprobación del rey. Serán introducidos, no en el reino celestial como coherederos con Jesús el Mesías, sino en una “nueva tierra,” una Tierra purificada por la matanza atroz de todos los enemigos del reino de Dios. Eso es lo que significará para ellos la venida del reino de Dios.—Rev. 14:1-5; 7:4-17; 21:1-5.
58. En cuanto a la venida del reino de Dios, ¿por qué es éste un tiempo peligroso en el cual estar viviendo, pero qué oportunidad también presenta para nosotros?
58 Ahora es el tiempo para que nosotros hagamos una decisión, puesto que todos inevitablemente afrontamos la pregunta: ¿Qué significará para usted “Venga el reino de Dios”? Tiene que significar una de dos cosas, ya sea matanza atroz con los enemigos y los que pasan por alto ese justo gobierno divino, o vida, paz, felicidad y privilegios aumentados con ese reino. El largo período de tiempo que pasaría desde la ida del Heredero del Reino Jesucristo a la “tierra lejana” hace diecinueve siglos hasta la venida del reino de Dios con el Mesías en el trono está expirando rápidamente. Jesús predijo que el Reino vendría súbitamente para la ejecución de juicio divino hacia los amigos y los enemigos de ese gobierno celestial. ¡De modo que es tiempo peligroso para nosotros en el cual estar viviendo! Pero si sinceramente deseamos que la venida del reino de Dios signifique bendición para nosotros, ahora también es un período de tiempo oportuno de duración incierta para que salgamos de entre los enemigos del reino de Dios, a fin de no perecer con ellos.
59. ¿Por qué es el tiempo actual un tiempo de gran privilegio, y cómo pueden hacerse buenas nuevas para uno las nuevas del Reino?
59 El tiempo actual también es un tiempo de gran privilegio. En una escala mucho más grandiosa que nunca antes se está cumpliendo la profecía de Jesús, puesto que estas buenas nuevas del reino de Dios se están predicando ahora sobre toda la Tierra en por lo menos 194 países en 162 idiomas, a los habitantes de la Tierra prescindiendo de su raza, color o religión presente. (Mat. 24:14) Hagamos de las nuevas del reino de Dios buenas nuevas para nosotros mismos por medio de aceptar las nuevas como verdaderas y por medio de ponernos de parte del reino de Dios y luego por medio de predicar las nuevas a todavía otros, para que ellos igualmente puedan hacerlas buenas nuevas para ellos mismos. Ayudémoslos así también a sobrevivir al “día de la venganza de parte de nuestro Dios.” (Isa. 61:1, 2) El reino de Dios en manos del Heredero Permanente del rey David es para siempre, y nosotros podemos gozar de ese dominio principesco del Hijo de David para siempre por la manera en que decidimos ahora.
60. ¿Cómo indica Isaías 9:6, 7 que podemos disfrutar del dominio principesco del Hijo de David para siempre?
60 “Porque,” dice la profecía de Isaías 9:6, 7 al pueblo de Jehová Dios, “nos ha nacido un niño, se nos ha dado un hijo; y el dominio principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Poderoso Dios, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Para la abundancia del dominio principesco y para la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino para establecerlo firmemente y para sostenerlo por medio de la justicia y por medio de la rectitud, desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido. El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto.”
61. ¿Qué hay de la paz y la durabilidad de su gobierno?
61 Piense en vivir sobre la Tierra bajo el dominio principesco de este Hijo que nació hace diecinueve siglos en Belén de Judea. Glorificado ahora en el cielo, actuará de acuerdo con los títulos que Jehová Dios le otorga, a saber, Maravilloso Consejero, Poderoso Dios, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Su dominio principesco no tendrá fin. Su paz para sus súbditos no tendrá fin. De hecho, su gobierno estará firmemente establecido y estará sostenido perpetuamente por la justicia y la rectitud. Bajo su dominio, ¡qué lugar será esta Tierra!
62. ¿Por medio de hacer qué podemos sentir y experimentar el significado magnífico del canto angelical de Lucas 2:13, 14?
62 La venida del reino que Jehová Dios establece con su Príncipe de Paz en el trono celestial puede significar paz eterna para usted. Lo que se debe hacer es emprender ahora el derrotero que consigue para nosotros la buena voluntad de Jehová Dios. Entonces verdaderamente podemos sentir y experimentar por nosotros mismos el magnífico significado del canto de la hueste de ángeles al tiempo del nacimiento humano del Hijo de Dios: “Gloria en las supremas alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad.” (Luc. 2:13, 14; Isa. 61:1, 2) Que ustedes, nuestros lectores, hagan que la venida del reino de Dios mediante Cristo signifique paz para ustedes.
[Notas]
a En la conclusión agregada al padrenuestro El Nuevo Testamento de Paralelo de Goodspeed, por el Dr. Edgardo J. Goodspeed (1943), hace el siguiente comentario, en la página 76, párrafo 4:
Mt “6:13 El Gloria Patri al fin del padrenuestro no aparece en los mejores manuscritos griegos antiguos (Aleph, B, D, Z), la versión Latina Antigua, y la Vulgata Latina, sino que fue agregado a la Oración muy temprano, cuando se usaba en la adoración pública. Una forma de éste se conocía bien en el tiempo de Crisóstomo, a fines del siglo cuarto. Es una adición litúrgica, evidentemente basada en 1 Cró. 29:11.”
Dijo la Zion’s Watch Tower del 15 de enero de 1898, página 31, párrafo 2: “‘Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, para siempre. Amén.’ Estas palabras, aunque se hallan en nuestra Versión Común y en algunos de los manuscritos griegos, no se hallan en los más antiguos M.SS. griegos, el Sinaítico y el Vaticano. Por lo tanto, parece que éstas fueron palabras humanas agregadas a las palabras de nuestro Señor. En lo que toca a esta Tierra, estas palabras no han sido ciertas a través de la era del Evangelio; el dominio de la Tierra no ha sido del Señor; el poder de la Tierra no ha sido del Señor; y la gloria de la Tierra no ha sido del Señor. . . .”
b El National Catholic Almanac para 1963, página 375, edición de Nueva York, dice que el total mundial de católicos romanos es de: 558,220,654.
c El Dr. Gonzalo Castillo-Cárdenas, de Bogotá, Colombia, América del Sur, hablando a la primera conferencia de la Comisión sobre Misión y Evangelismo Mundiales, la cual Comisión es una unidad del Concilio Mundial de Iglesias.
d Vea la ¡Despertad! del 8 noviembre de 1963, página 30, columna 1.
e Vea el libro “Hágase tu voluntad en la Tierra,” páginas 177-199, edición española de 1961.
f Vea el libro “Hágase tu voluntad en la Tierra,” capítulo 5, intitulado “La marcha de las potencias mundiales,” páginas 111-135 de la edición española de 1961.
g Vea el Clarke’s Commentary, tomo 4, edición de 1836, página 3210.
h El Dr. Guillermo A. Benfield, hijo, pastor de la Primera Iglesia Presbiteriana de Charleston, Virginia del Oeste, hablando en la Asamblea de Hombres de los Presbiterianos del Sur, celebrada por cuatro días en Dallas.