Sea valeroso y fuerte mediante la fe
“Sé valeroso y muy fuerte para cuidar de obrar de acuerdo con toda la ley . . . para que actúes sabiamente.”—Jos. 1:7.
1. ¿Cómo demostró Judas mismo ser el agente traidor del Diablo, y qué indica que sus planes fueron trazados cuidadosamente?
ERA el 14 de nisán de 33 d. de J.C. en la noche de la pascua. En Jerusalén había traición en el ambiente a esas altas horas de la noche. Él traidor había trazado bien sus planes. Nada se había dejado a la casualidad. Sí había luna llena, pero, el traidor pensó que podría estar nublado, y en aquel jardín de hermosos olivos el Maestro podría estar sentado bajo la sombra de sus hojas. De modo que debería haber antorchas y lámparas encendidas para alumbrar el camino por la ladera del monte de los Olivos, donde sin duda se hallaba Jesús. Él traidor “Judas llevó a la banda de soldados y a los oficiales de los sacerdotes principales y de los fariseos y llegó allí con antorchas y lámparas y armas.” Al fin, como agente del Diablo, Judas mismo resultaba ser el discípulo desleal de Cristo Jesús al ser el caudillo de la chusma que pronto prendería al Hijo de Dios. Él “conocía el lugar, porque Jesús se había reunido allí muchas veces con sus discípulos.”—Juan 18:2, 3.
2. (a) ¿Por qué el ser traicionado ante sus enemigos no sorprendió a Jesús? (b) ¿Cómo demostró valor en presencia de ellos?
2 Esto no era un ataque por sorpresa para Jesús. Estaba consciente de que iba a ser traicionado esa misma noche y de que ese mismo día de la pascua moriría en un madero de tormento. “Porque sabía antes del festival de la pascua que su hora había llegado para que él saliera de este mundo y fuera al Padre, Jesús, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.” (Juan 13:1) Esta era la hora; y, oyendo que la tierra era aplastada por muchos pies y viendo que las luces se acercaban, “por lo tanto, Jesús, sabiendo todas las cosas que le sobrevenían, salió y les dijo: ‘¿A quién buscan?’ Ellos le contestaron: ‘A Jesús el nazareno.’ Él les dijo: ‘Yo, soy él.’ ” (Juan 18:4, 5) ¡Se requirió valor para que dijera eso! Él sabía que significaba su muerte.
3. (a) Mientras estaba con sus discípulos fieles en un cuarto superior en Jerusalén, ¿cómo demostró Jesús que sabía lo que le esperaba? (b) ¿Cómo demostró valor Jesús en su oración en Getsemaní?
3 Hacía unas cuantas horas en “un cuarto superior grande” en la ciudad de Jerusalén Jesús había introducido algo nuevo ante sus once discípulos fieles. Judas ni siquiera sabía de qué se trataba. No estuvo allí con Jesús cuando él “tomó un pan, dio gracias, lo partió, y se lo dio a ellos, diciendo: ‘Esto significa mi cuerpo que se dará a favor de ustedes. Sigan haciendo esto en memoria de mí.’ La copa también de la misma manera después que habían cenado, diciendo él: ‘Esta copa significa el nuevo pacto por virtud de mi sangre, la cual ha de ser derramada a favor de ustedes.’ ” (Luc. 22:19, 20) Jesús sabía que tenía que morir para llevar a cabo la voluntad de su Padre. En el jardín de Getsemaní Jesús oró a su Padre con tal sinceridad y fervor que “su sudor vino a ser como gotas de sangre que caían al suelo.” Él oró: “Que no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Luc. 22:42, 44) Se requirió valor para pedir esto en oración.
4. Contraste el valor de Jesús con la valentía de Pedro.
4 Jesucristo tuvo fuerza interna, tuvo plena confianza en Jehová Dios su Padre al dar un paso hacia adelante para quedar ante la luz plena de la luna, las antorchas ardiendo y las lámparas encendidas, enfrentándose a estos hombres que traían armas, espadas, cachiporras y palos. Después de identificarse ante ellos, “retrocedieron y cayeron al suelo. Por lo tanto él les preguntó otra vez: ‘¿A quién buscan?’ Ellos dijeron: ‘A Jesús el nazareno.’ Jesús respondió: ‘Les dije que yo soy él.’ ” (Juan 18:4-8) No temía a los hombres. ¡Su esperanza estaba puesta en Jehová! Se mantenía en calma, pero era valeroso. Sin embargo, Pedro, el impetuoso, era el hombre que iba a desplegar valentía momentánea. El historiador Marcos nos dice que el traidor Judas “subió directamente y se acercó [a Jesús] y dijo: ‘¡Rabí!’ y lo besó muy tiernamente. De modo que pusieron las manos sobre él y lo tomaron en custodia. Sin embargo, cierto individuo de los que estaban de pie allí sacó su espada e hirió al esclavo del sumo sacerdote y le cortó la oreja.” (Mar. 14:45-47) El esclavo se llamaba Malco. Jesús, sin embargo, le dijo a Pedro: ‘Mete la espada en su vaina. La copa que el Padre me ha dado, ¿acaso no la he de beber?’ Entonces la banda de soldados y el comandante militar y los oficiales de los judíos prendieron a Jesús y lo ataron, y lo condujeron primero a Annás; porque era suegro de Caifás, quien era sumo sacerdote ese año.”—Juan 18:10-13.
5. Aun bajo premura extremada de parte de los enemigos, ¿qué derrotero rechazó Jesús, y cómo desenmascaró los métodos de operar de ellos?
5 Jesús no demostró su valor peleando con armas carnales ni quiso que sus discípulos demostraran su valor de esa manera. De modo que tocó la oreja del hombre a quien Pedro había herido y lo sanó. Con valor calmado “Jesús entonces dijo a los sacerdotes principales y a los capitanes del templo y a los hombres de mayor edad que habían venido hasta allí por él, ‘¿Salieron con espadas y cachiporras como contra un ladrón? Mientras estuve con ustedes en el templo día tras día ustedes no estiraron las manos contra mí. Pero ésta es la hora de ustedes y la autoridad de la oscuridad.’ ” (Luc. 22:52, 53) Satanás el enemigo de Jehová Dios y del Hijo de Dios no prendió a Jesús en pleno día mientras predicaba en el templo. Clandestinamente hizo que sus cobardes efectuaran su obra baja en la noche. Las personas llenas de odio, como lo está el Diablo, no pueden ver la luz. “El que dice que está en la luz y no obstante odia a su hermano está en oscuridad hasta ahora mismo.” (1 Juan 2:9) ¡Cuán cierta la declaración de Jesús: “Pero ésta es la hora de ustedes y la autoridad de la oscuridad”! Se requirió valor para no contestar el ataque.
6, 7. (a) ¿En quién confió Jesús cuando fue llevado a juicio, y por qué? (b) Por otra parte, ¿cuál fue la reacción de los discípulos de Jesús al tiempo de su arresto?
6 Mientras proseguía esta discusión los discípulos de Jesús se estuvieron quedando a la zaga “y todos lo abandonaron y huyeron.” (Mar. 14:50) Sin embargo, al llevarse el grupo a Jesús y al introducirlo en la casa del sumo sacerdote, Pedro lo seguía a cierta distancia. “Ahora bien, tanto Simón Pedro como otro discípulo seguían a Jesús. Ese discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús en el atrio del sumo sacerdote, pero Pedro permanecía de pie afuera a la puerta. Por lo tanto el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló con la portera e introdujo a Pedro.” (Juan 18:15, 16) Pero ¿tenían bastante valor estos dos discípulos para salir en defensa de Jesucristo entonces? ¿Tenían la fe y la fuerza necesarias para permanecer solos como Jesús ahora permanecía solo delante de los caudillos religiosos judíos y más tarde delante de los gobernantes romanos? Esa prueba les iba a llegar. Entonces Jesús experimentaba una prueba suprema de su valor. Entendía plenamente la lucha que había entonces entre Satanás y él mismo. ¡Jesús confiaba en Jehová! Estaba poniendo el ejemplo correcto para que lo siguieran todos los amantes de la vida. Él podía decir: “Sé valeroso y sea fuerte tu corazón. Sí, espera en Jehová.”—Sal. 27:14.
7 Previamente esa misma noche, el 14 de nisán, Jesús había dicho a sus once discípulos fieles: “Ustedes son los que han permanecido conmigo en mis pruebas; y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino.” Luego Jesús dirigió sus palabras a Pedro y dijo: “Simón, Simón, ¡mira! Satanás ha demandado tenerlos a ustedes para zarandearlos como trigo. Pero yo he rogado por ti para que tu fe no ceda; y tú, una vez que hayas vuelto, da sostén a tus hermanos.” Luego Pedro le dijo: “Señor, estoy listo a ir contigo tanto a prisión como a la muerte.” Pero Jesús dijo: “Te digo, Pedro: El gallo no cantará hoy hasta que tres veces hayas negado conocerme.” (Luc. 22:28-34) Jesús sabía que Satanás trataría de zarandear a todos los cristianos como trigo, y por lo tanto todos necesitaban más fe. Necesitaban un ayudante, el espíritu santo, de Dios, y Jesús se lo prometió. Él dijo: “Les digo la verdad, Es para beneficio de ustedes que yo me voy. Porque si yo no me voy, el ayudante de ninguna manera vendrá a ustedes; pero si yo prosigo mi camino, yo se lo enviaré a ustedes. Y cuando ése llegue dará al mundo evidencia convincente concerniente al pecado y concerniente a la justicia y concerniente al juicio.”—Juan 16:7, 8.
UNA AYUDA PARA VALOR
8. ¿Qué ayuda al valor se proveyó en el Pentecostés, en cumplimiento de qué profecía, y con qué resultados?
8 Este ayudante vino más tarde en el Pentecostés cuando los seguidores fieles de Jesucristo recibieron el derramamiento de espíritu santo, y este espíritu de Dios los impulsó a hablar en muchas lenguas “acerca de las cosas magníficas de Dios.” (Hech. 2:11) Esto, dijo Pedro, también fue un cumplimiento de la profecía de Joel. “ ‘Y en los últimos días,’ dice Dios, ‘derramaré algo de mi espíritu sobre toda clase de carne,’ ” hijos, hijas, jóvenes y ancianos así como esclavos. Pedro declaró enfáticamente: “A este Jesús Dios resucitó, del cual hecho todos nosotros somos testigos. Por eso, debido a que fue exaltado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen.” (Hech. 2:17, 32, 33) En ese día festivo del Pentecostés “cerca, de tres mil almas fueron añadidas” a la congregación cristiana. La gente vio y oyó el poder de este ayudante allá en el Pentecostés, y la gente está viendo los efectos de ello sobre los testigos de Jehová hasta este día.
9. ¿Cómo demostró la experiencia que tuvo Pedro la noche del arresto de Jesús que necesitaba ayuda divina?
9 Pedro y los otros discípulos no tenían este ayudante o don del espíritu santo cuando Jesús fue prendido y atado y llevado delante del sacerdote principal. Por eso hallamos que Pedro observaba afuera y se preguntaba qué le sucedería a Jesús. Cuando “la sirvienta, la portera, entonces dijo a Pedro: ‘¿No es usted también uno de los discípulos de este hombre?’ Él dijo: ‘No lo soy.’ ” (Juan 18:17) Lucas nos proporciona un cuadro que conmueve el alma en cuanto a la negativa pública de Pedro de que era galileo como Jesús. Pedro dijo a otro inquiridor: “Hombre, no sé lo que dice.” Entonces, “instantáneamente, mientras aún hablaba, cantó un gallo. Y el Señor volteó y miró a Pedro, y Pedro recordó la declaración del Señor cuando le dijo: ‘Antes de cantar el gallo hoy me negarás tres veces.’ Y salió y lloró amargamente.” (Luc. 22:60-62) Pedro necesitaba ayuda divina, fe, espíritu santo y asociación con sus hermanos cristianos. Por otra parte Jesús estaba desplegando fe maravillosa en su Padre celestial. No tenía ninguna ayuda carnal. ¡Todo lo que podía hacer y quería hacer era esperar en Jehová! De modo que fue valeroso.
10. ¿De qué manera había preparado Jesús a sus discípulos para las pruebas a que habían de enfrentarse, y por qué fue necesario que él muriera?
10 No obstante, Jesús había hablado claramente a sus discípulos en cuanto a estos mismísimos sucesos y advirtió lo que el futuro encerraría para los cristianos que no transigen. Él dijo: “Les he hablado estas cosas para que no tropiecen. Los hombres los expulsarán de la sinagoga. De hecho, viene la hora en que todo aquel que los mate se imaginará que ha rendido un servicio sagrado a Dios. Pero ellos harán estas cosas porque no han llegado a conocer ni al Padre ni a mí. No obstante, yo les he hablado estas cosas para que, cuando llegue la hora para ellas, se acuerden de que yo se las dije. Sin embargo, no les dije al principio estas cosas, porque estaba con ustedes. Pero ahora voy hacia el que me envió, y no obstante ni uno de ustedes me pregunta: ‘¿Adónde vas?’ ” (Juan 16:1-5) Teniendo a Jesús tan cerca de ellos mismos, siendo él un hombre perfecto, siendo él el Hijo de Dios, siendo él el Mesías, siendo él ejecutor de milagros, era difícil que los discípulos apreciaran que tenía que morir en el madero de tormento y ser levantado de entre los muertos para establecer su reino eterno por el cual les había enseñado a orar. Pero él les dijo todas estas cosas, sabiendo que adquirían entendimiento cuando recibieran el espíritu santo. Pero el que ellos recibieran el espíritu santo dependía de que él muriera y fuera levantado de entre los muertos para que pudiera ir hacia su Padre y preparar un lugar para sus 144,000 seguidores fieles.
11. ¿Qué hizo posible que Pablo avanzara valerosamente para recibir el premio de la llamada hacia arriba?
11 Con ese lugar celestial preparado en mira, el apóstol Pablo dijo: “Prosigo hacia la meta para alcanzar el premio de la llamada hacia arriba de Dios por medio de Cristo Jesús.” (Fili. 3:14) Para conseguir ese premio celestial Pablo siguió adelante valerosamente. ¿Iba a dejar que la premura lo aplastara? ¿Iba a romperse en añicos bajo el impacto de la tribulación? Contesta estas preguntas diciendo: “¿Quién nos separará del amor del Cristo? ¿La tribulación o la angustia o la persecución o el hambre o la desnudez o el peligro o la espada? Tal como está escrito: ‘Por tu causa se nos está haciendo morir todo el día, se nos ha contado como ovejas para el degüello.’ Al contrario, en todas estas cosas estamos saliendo completamente victoriosos por medio de aquel que nos amó.” (Rom. 8:35-37) De modo que Pablo pudo avanzar valerosamente.
12. (a) ¿Cómo es la victoria de Jesús contra el mundo una fuente de fortaleza para sus seguidores? (b) ¿Cuál, entonces, es la actitud del cristiano para con otros hombres?
12 La fe de Pablo fue tan fuerte que se mantuvo firme bajo toda clase de dificultades. ¿Es su fe así de fuerte? Pablo apreció ahora por medio de sus propias experiencias lo que Jesús dijo a los apóstoles en aquella noche de la pascua: “¡Miren! La hora viene, en verdad, ha llegado, en que ustedes serán esparcidos cada uno a su propia casa y me dejarán solo; y no obstante no estoy solo, porque el Padre está conmigo. Les he dicho estas cosas para que por medio de mí puedan tener paz. En el mundo tendrán tribulación, pero ¡cobren valor!, yo he vencido al mundo.” (Juan 16:32, 33) Cuando Jesús dijo: “Yo he vencido al mundo,” quiso decir que si sus seguidores cobraban valor también podrían vencer al mundo. Jesús tuvo un corazón unificado libre del temor a los hombres. (Sal. 86:11) Por eso sus seguidores leales deben tener corazón valeroso, fuerte, por medio de la fe y la esperanza en Jehová. Con tal valor cada seguidor de las pisadas de Cristo que está haciendo la voluntad de Dios no tendrá temor de ningún hombre religioso, político o comercial, porque solo glorificará el nombre de Jehová. Puede respetar a los hombres pero no puede venerar ni temer a los hombres. “El temblar ante los hombres es lo que tiende una trampa, pero el que está confiando en Jehová será protegido.”—Pro. 29:25.
EJEMPLOS HISTÓRICOS
13. ¿Qué ejemplo de valor tenemos en Moisés?
13 Hay numerosos ejemplos de verdadero valor en la vida del pueblo dedicado de Dios. Moisés fue uno de tales ejemplos. Así como Jesús amonestó a sus discípulos a cobrar valor, así Moisés mucho tiempo antes amonestó a Josué y a una nación entera a cobrar valor. Moisés tuvo valor cuando se presentó delante de Faraón, diciéndole acerca de las diez plagas que venían sobre Egipto. Después también se requirió valor para que Moisés condujera a los hijos de Israel fuera de Egipto y a través del mar Rojo y hasta el desierto del Sinaí. También se requirió valor para subir solo al monte Sinaí y recibir de Jehová Dios los Diez Mandamientos y estar dispuesto a guiar a los hijos de Israel bajo estas leyes.
14. ¿Se demostró valor verdadero al espiar la Tierra Prometida?
14 Se requirió valor para que los doce espías a quienes Moisés escogió entraran en la Tierra Prometida para ver con anticipación qué clase de país era. Estos hombres fueron al norte hasta el Negeb y entraron en la región montañosa para saber qué clase de gente moraba en la tierra. ¿Eran personas fuertes o débiles? ¿Eran pocos o muchos? ¿Era buena o mala la tierra? Habían de espiar las ciudades, moradas, campamentos y las fortificaciones. ¿Era la tierra rica o pobre, y había árboles? Antes de partir los espías, Moisés dijo: “Deben mostrarse valerosos y tomar algo del fruto de la tierra.” Lo hicieron. “Finalmente al fin de cuarenta días regresaron de espiar la tierra.” (Núm. 13:17-25) ¿Cuál fue el informe? La tierra manaba leche y miel. En prueba trajeron consigo algo de su fruto. Todo esto era un buen informe; pero diez espías tuvieron miedo a la gente que vivía allí. Hablaron de las muy grandes ciudades fortificadas. Temerosamente dijeron que no entraran en esa tierra. Pero Caleb, un espía valeroso como Josué, dijo: “Subamos directamente, y no podemos menos que tomar posesión de ella, porque seguramente podemos prevalecer sobre ella.” (Núm. 13:30) Pero los israelitas tuvieron miedo a causa del informe de la mayoría. No confiaron en Jehová Dios. Murmuraron contra Moisés y su hermano Aarón, y muchos pasaron a decir: “¡Si solo hubiéramos muerto en la tierra de Egipto, o si solo hubiéramos muerto en este desierto!”—Núm. 14:2.
15. ¿Qué retrajo a los israelitas de entrar en la Tierra Prometida, pero cómo se esforzaron Josué y Caleb por animar al pueblo?
15 El temor a los hombres, el temor a los gobiernos que poseían la Tierra Prometida, retrajo a los hijos de Israel de seguir adelante aunque el año anterior habían pasado a través del mar Rojo, consiguiendo la liberación de Egipto, bajo la dirección de Jehová Dios. Todo esto debería haber estado fresco en su memoria. Moisés y Aarón, al ver la actitud del pueblo, cayeron de cara delante de toda la congregación de Israel. Josué y Caleb, dos hombres fieles que habían espiado la tierra, rasgaron sus prendas de vestir, “y procedieron a decir esto a toda la asamblea de los hijos de Israel: ‘La tierra por la que pasamos para espiarla es una tierra muy, muy buena. Si Jehová ha hallado deleite en nosotros, entonces ciertamente nos introducirá en esta tierra y nos la dará, una tierra que mana leche y miel. Solo que contra Jehová no se rebelen; y ustedes, no teman a la gente de la tierra, porque son pan para nosotros. Su refugio se ha apartado de sobre ellos, y Jehová está con nosotros. No les teman.’ ”—Núm. 14:5-9.
16. ¿Qué les faltó a los Israelitas que hizo que continuaran como personas errantes en el desierto?
16 Si estos israelitas hubieran tenido el espíritu de David, quien vivió siglos después, habrían exclamado con entusiasmo: “Sean valerosos, y sea fuerte su corazón, todos ustedes los que esperan a Jehová.” (Sal. 31:24) Habrían avanzado. Pero les faltó valor y permanecieron como personas errantes en el desierto. No tenían fe, por lo tanto no tenían valor. Ahora estarían como desterrados por cuarenta años hasta que muriera toda la generación infiel. ¡Qué deshonra, cuando con valor pudieran haber sido vencedores!
17. ¿Cómo mostró Moisés, a la edad de 120 años, fe cuando dio consejo a los israelitas?
17 Habiendo muerto los rebeldes en el transcurso de cuarenta años, llegó el tiempo para que la nación cruzara el río Jordán y entrara en la Tierra Prometida. Moisés, de 120 años de edad, estaba por morir también. Pero no tenía una fe débil, pues con convicción dijo a la nación: “Jehová tu Dios es el que está cruzando delante de ti. Él mismo aniquilará a estas naciones de delante de ti, y debes ahuyentarlas. Josué es el que está cruzando delante de ti, como ha hablado Jehová.” Ahora viene muy fuerte amonestación de parte de Moisés para que la oiga toda la nueva generación de Israel: “Sean valerosos y fuertes. No les tengan miedo ni sufran un espanto delante de [estos enemigos], porque Jehová tu Dios es el que marcha contigo. Él no te desamparará ni enteramente te dejará.”—Deu. 31:3, 6.
18. Hablando a Josué, ¿qué consejo dio Moisés, y cómo respondió el pueblo al acaudillamiento valeroso de Josué?
18 Moisés habló a Josué personalmente como el caudillo de ellos y dijo: “Sé valeroso y fuerte, porque tú—tú introducirás a este pueblo en la tierra que Jehová juró a sus antepasados darle, y tú mismo se la darás como herencia.” (Deu. 31:7) ¿Demostraron valor los israelitas para seguir a su nuevo y valeroso caudillo? La historia prueba que sí. Marcharon con Josué a través del Jordán, y Jehová les dio la victoria sobre sus enemigos.
VALOR PARA ENFRENTARSE A UN NUEVO MUNDO
19. El que los israelitas se mudaran a su nueva tierra, ¿qué requería de su parte?
19 Para los hijos de Israel eso era semejante a entrar en un nuevo mundo. Era una tierra nueva, no un desierto, sino una tierra muy agradable, virtualmente un Jardín de Edén. Tenían que trabajar por ella, en realidad, pelear por ella, pero no según su propia fuerza. Se requería fe en Dios, pues su siervo Moisés dijo: “Él mismo aniquilará a estas naciones de delante de ti.”
20. (a) ¿Qué preguntas concernientes a las perspectivas del nuevo mundo surgen apropiadamente en estos últimos días? (b) ¿De qué manera están probando muchos la profundidad de su fe en el nuevo mundo de Dios?
20 En estos últimos días, en la conclusión de este sistema de cosas, ¿cuántas personas tienen el valor de mudarse a un nuevo mundo de justicia? Sí, ¿cuántas aun quieren el nuevo mundo? ¿Cuántas tienen el valor de predicarlo públicamente y de casa en casa? ¿Cree usted que el Mayor Moisés, Cristo Jesús, murió por usted para que pudiera vivir en esa tierra prometida en la Tierra, en realidad el nuevo Jardín de Edén? ¿A qué grado cree usted en el nuevo mundo de justicia? ¿Solo lo bastante para orar silenciosamente o dentro de un edificio religioso: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la Tierra”? (Mat. 6:10) Cientos de millares de hombres y mujeres de todas las naciones no solo creen en orar por ese reino sino que realmente lo están proclamando en alta voz, públicamente, así como lo hicieron Jesús y sus seguidores fieles hace mil novecientos años. ¿Lo hace usted?
21, 22. ¿Cómo podemos beneficiarnos hoy del consejo que Jehová dio a Josué?
21 Lea lo que Pablo escribió para nosotros hoy día: “Ahora estas cosas . . . se escribieron como una amonestación para nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.” (1 Cor. 10:11) ¿Se siente usted como Josué cuando Jehová le dijo: “Únicamente sé valeroso y muy fuerte para cuidar de obrar de acuerdo con toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella a la derecha ni a la izquierda, para que actúes sabiamente dondequiera que vayas. Este libro de la ley no debería apartarse de tu boca y debes leerlo en tono de voz bajo día y noche a fin de que cuides de hacer de acuerdo con todo lo que está escrito en él, porque entonces harás próspero tu camino y entonces actuarás sabiamente”? (Jos. 1:7, 8) ¡La fe y el valor lo lograron entonces! ¡La fe y el valor lo lograrán hoy, si todos los creyentes no se apartan del completo “libro de la ley,” la Santa Biblia! ¡Léala! ¡Estúdiela! ¡Vívala! Haga de este asunto de adquirir conocimiento de Jehová Dios y de su Hijo su vida, porque eso es exactamente lo que es.—Juan 17:3.
22 Nadie puede desviarse de la instrucción de Jehová Dios, ni siquiera a la derecha ni a la izquierda, y actuar sabiamente. La sabiduría proviene de Jehová Dios. Él es la fuente de todo el conocimiento, y la información que hoy necesitan los hombres se encuentra en la Palabra escrita de Jehová. Oh sí, muchos dirán que la Biblia es anticuada, que es un libro de historia antigua. ¿Lo es? Bueno, la salvación de usted está escrita allí. Vida o muerte—¿qué escoge usted? Se requiere valor hoy para que la mayor parte de la gente vea el contenido de una Biblia; mucho menos va a estudiarla o discutirla con alguien. Si se necesitó que Jehová le dijera a Josué: “Este libro de la ley no debería apartarse de tu boca y debes leerlo en tono de voz bajo día y noche,” a fin de que él ‘actuara sabiamente,’ ¡cuánto más lo necesitamos hoy para actuar sabiamente! Tengamos hoy el valor de hacerlo en este mundo. La persona que cree y vive de acuerdo con las enseñanzas de Cristo tendrá el valor necesario para actuar aun cuando se enfrente a tribulación. Satanás, “el dios de este sistema de cosas,” no será su amigo así como no fue amigo de Jesús. Satanás fue el adversario de Jesús. Es el adversario de todos los cristianos, también, pero ellos pueden vencer valerosamente al mundo de Satanás.