Lealtad a la organización de Jehová
“Inclina, oh Jehová, tu oído. Respóndeme, porque estoy afligido y pobre. Oh guarda mi alma, sí, porque soy leal.”—Sal. 86:1, 2.
1. ¿Cómo demuestra uno lealtad a Dios?
LEALTAD significa ser fiel, adherirse en obediencia sin desviarse, con devoción tan fuerte que obre como poderosa sustancia adhesiva, manteniendo a la persona compacta y segura en toda clase de dificultades divisivas. La lealtad a Dios se muestra por su pueblo cuando amorosamente se adhiere tenazmente a él y a su organización tanto cuando es fácil como cuando es difícil, sí, como lo declara la antigua expresión: ‘A través de nardos y cardos.’
2, 3. ¿Por qué recuerdan a Abrahán ciertos escritores bíblicos, y por qué fue leal a Jehová?
2 Se puede usar al fiel hombre Abrahán para ilustrar la lealtad a Dios y a su organización. En 1943 a. de la E.C. Jehová hizo un pacto importante con Abrahán. (Gén.12:4, 7) Entonces Abrahán tenía setenta y cinco años de edad, y durante los siguientes cien años se mostró fiel en toda clase de pruebas. Se mantuvo junto a Jehová; de hecho, tan junto que en la Biblia se le llegó a llamar “amigo de Jehová.” (Sant. 2:23) Después de cien años de servicio fiel murió Abrahán, a la edad de ciento setenta y cinco años (1843 a. de la E.C.), y la Biblia, en Génesis 25:8, informa: “Entonces Abrahán expiró y murió en buena vejez, anciano y satisfecho, y fue juntado a su pueblo.” Abrahán estuvo sumamente contento con permanecer leal a su Dios hasta el último día. Fue lo bastante sobresaliente para ser recordado dos mil años después, cuando se le menciona dos veces en el capítulo 11 de Hebreos, por fidelidad a Dios.
3 Entonces medite en el punto que se hace resaltar en ese mismo capítulo acerca de Abrahán, Isaac y Jacob: “Por lo tanto Dios no se avergüenza de ellos, de ser invocado como Dios de ellos.” (Heb. 11:16) Piense en la lealtad que practicaron estos hombres para recibir tal reconocimiento del Gobernante Soberano del universo.
4. ¿Por qué podemos decir que los testigos de Jehová de hoy día son como Abrahán?
4 Y así ha sucedido con muchos testigos de Jehová del día moderno de muchas partes de la Tierra. Estos Testigos son bien conocidos en todo el mundo por mantenerse apegados a los principios de la Biblia. No transigen en lo más mínimo en cuanto a observar los principios bíblicos de Dios, aun si esto significa muerte para ellos por sus enemigos. Ellos se enfrentan a la persecución de César o de amigos allegados, a la pérdida de miembros de la familia, o al señuelo seductor del materialismo con la misma guardia fuerte: fe basada en la Palabra de Dios. Registros de toda clase procedentes de todas partes nunca dejan de engrandecer este punto, que estos Testigos son fieles a su Dios.
5. ¿Quién es responsable de enseñar lealtad a los testigos de Jehová, y cómo se hace?
5 ¿De dónde viene este espíritu de devoción? ¿Quién toma la delantera en poner el ejemplo de obediencia sin desviarse? ¿De dónde obtienen los Testigos su alimento que produce ánimo? Aquí somos sabios al dejar que la Biblia nos traiga la respuesta de Jesús a estas preguntas. “¿Quién es verdaderamente el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento a su debido tiempo? Feliz es aquel esclavo si al llegar su amo lo hallare haciéndolo así. En verdad les digo: Lo nombrará sobre todo lo suyo.” (Mat. 24:45-47) Ciertamente no va a ser difícil hallar a este “esclavo” fiel, feliz, responsable, en tiempos modernos.
6, 7. ¿Dónde obtiene su instrucción y ejemplo el “esclavo fiel y discreto”?
6 Al comienzo este “esclavo” recibió la influencia de Cristo Jesús y desplegó las mismas cualidades, una de ellas siendo la actitud que David menciona en el Salmo 40:8: “En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado.” ¿Confiable? ¡Sí! Como el Maestro, “Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y para siempre.” (Heb. 13:8) Este “esclavo” entrenó a los que estaban bajo su cuidado para enfrentarse a la oposición de poderosas autoridades judías, que mandaron a los apóstoles cristianos “que en ningún lugar hiciesen expresión alguna ni enseñasen sobre la base del nombre de Jesús,” con esta respuesta directa: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” (Hech. 4:18; 5:29) Los “domésticos” de la casa espiritual del Señor Jesucristo estuvieron bien alimentados, y las congregaciones de fieles domésticos estuvieron ocupadas alimentando a otros. “Por lo tanto, en verdad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y aumentando en número de día en día.”—Hech. 16:5.
7 Solo había un lugar reconocido por Cristo Jesús. Uno podría dejar ese lugar, pero, ¿podría hallar otro “esclavo” fiel que diera alimento dador de vida bajo la dirección de Cristo Jesús? ¡No! Pedro contestó tal pregunta con las palabras: “Señor, ¿a quién nos iremos? Tú tienes dichos de vida eterna.”—Juan 6:68.
8. (a) ¿Exactamente cómo edifica la fe del pueblo de Dios este “esclavo fiel y discreto”? (b) ¿Cuán activo es este esclavo al encargarse de sus responsabilidades?
8 Cuando llegamos a nuestro día, hallamos esa misma fuerte fe inmovible de los cristianos primitivos en la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. También vemos a éstos aumentando en número. Son un pueblo feliz. Ponen el ejemplo para estas personas los cristianos ungidos que todavía están en la Tierra y quienes, trabajando juntos bajo la dirección de Cristo Jesús, forman el compuesto “esclavo fiel y discreto.” Medite por un instante en su organización hoy día. El sostener ellos los principios bíblicos por todo el mundo debido a predicar las “buenas nuevas” ha introducido a estos cristianos en tribunales millares de veces, donde dicen como sus hermanos primitivos: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” El predicar “estas buenas nuevas del reino” es su responsabilidad, y por eso van y predican a las familias en todas partes de la Tierra, ahora en 194 países e islas del mar. Superintendentes de congregaciones reciben entrenamiento especial que los equipa a edificar la fe de los miembros de las congregaciones. Se entrenan y envían misioneros a los cuatro cabos del globo terráqueo. Cada congregación recibe la ayuda de un ministro visitante maduro cada pocos meses para enseñar a los individuos de la congregación a ser mejores ministros. Se hacen arreglos para asambleas para alimentación regular con la Palabra de Dios y para el gozo de asociarse con muchos otros. Hay arreglos para cinco reuniones con un programa que edifica la fe en cada congregación. Libros y tratados sobre muchos temas se han impreso y distribuido en más de 162 idiomas. La Biblia se ha publicado en varios idiomas en la forma más conveniente posible para ayudar a la casa a usarla prontamente cada día.—Mat. 24:14.
9. (a) ¿Por qué es la revista La Atalaya tan sobresaliente ejemplo de lealtad? (b) ¿Cuáles son los resultados?
9 Por más de ochenta años el “esclavo fiel y discreto” ha publicado la revista La Atalaya, ahora en 68 idiomas y con más de 4,400,000 copias impresas de cada número. La lealtad de esta revista a la Palabra de Dios ha inspirado a sus suscriptores a esperar su visita regular como una rica comida espiritual. Su primer número, julio de 1879 (Vol. 1, núm. 1, página 1), declaró: “No se halla obligada a ningún hombre, a ningún partido, y a ningún credo, sino a la Biblia,” y todavía se adhiere tenazmente a la Biblia. Como Abrahán, esta clase del “esclavo” ha estado satisfecha con muchos años de servicio a Dios. (Gén. 25:8) ¡Asóciese con ella y adore a Jehová Dios verdaderamente!
10. ¿Llegará a ser tan grande esta organización que perdamos la atención personal que se necesita, y por qué es así la respuesta?
10 Aunque esta sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová es una organización que crece aprisa, habiendo hasta conseguido 86,345 nuevos ministros bautizados en el año 1959 (Yearbook of Jehovah’s Witnesses para 1960, página 34), los individuos no se pierden en la muchedumbre. Atención cuidadosa se da a los individuos por medio de un estudio bíblico de casa regular. La ayuda personal los familiariza además con la organización teocrática y les enseña a gozar del ministerio efectivo de casa en casa. Los superintendentes de cada congregación hacen grandes esfuerzos para familiarizarse con cada persona de la congregación. Jehová por medio de su Palabra dice que esto debe ser así: “Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza,” y, “estas cosas encárgaselas a hombres fieles, quienes, a su vez, estarán adecuadamente capacitados para enseñar a otros.” (1 Tim. 4:16; 2 Tim. 2:2) El mismo arreglo eficaz de organización que estuvo en funcionamiento en el tiempo de Pablo se halla floreciendo hoy día en la congregación de los testigos de Jehová. (Efe. 4:11, 12) Vemos a millares de nuevos que buscan esta organización y a viejos que se adhieren tenazmente a ella.
11. ¿Qué hecho afecta nuestro punto de vista de esta organización, y en cuáles dos puntos establecidos nos interesamos ahora en nuestro estudio?
11 ¿Cómo, entonces, consideraremos la organización? ¿Podemos ser independientes y pensar que Dios tratará con nosotros o nos usará separados de su organización? Si hemos de ser leales a ella tenemos que reconocerla como la organización de Dios, como una organización que él ha arreglado para hacer una obra, para conseguir que se haga algo, y para persistir en ella hasta que Jehová diga que se ha terminado. Si Jehová edificó la organización, entonces él es Quien ha hecho los arreglos para los diferentes puestos de responsabilidad en ella. No dejó duda acerca de ello, como se declara en Hechos 20:28: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.” Efesios 4:11, 12 nos dice más acerca de la obra de esta organización. Los libros bíblicos: 1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito, tratan principalmente de superintendentes y de sus deberes en la congregación. Esto significa, entonces, que aquí tenemos dos cosas bajo consideración. Una es el puesto de responsabilidad para el cual Jehová hizo el arreglo. La otra es la criatura humana imperfecta que tiene el privilegio de servir en ese puesto.
12. (a) Dé un ejemplo de individuos que se han enfrentado cara a cara a estos hechos. (b) ¿Cómo considera Jehová estos asuntos?
12 Es fácil olvidar el puesto y ver solo al individuo. Aarón y María cometieron este error. Miraron a Moisés su hermano y se olvidaron de quién puso a Moisés en su puesto de responsabilidad. Creyeron que podían desempeñar el puesto tan bien como Moisés. No era difícil hallar algo incorrecto en Moisés. Era imperfecto. ¿Observó usted, sin embargo, cómo Jehová consideró el asunto? De Moisés, Jehová dijo: “A él se le está encargando toda mi casa.” De Aarón y María, se dice: “Y la cólera de Jehová se encendió contra ellos.” (Núm. 12:7, 9) Tocante a esto el registro de la Biblia se presenta con consejo procedente de Jehová: “A los que me honran honraré, y los que me desprecian serán de poca monta.” (1 Sam. 2:30) Todos los superintendentes de las congregaciones hoy día tienen imperfecciones. Usted no tiene que buscar mucho para hallarlas; ningún superintendente es perfecto. (Rom. 5:12) Ellos reciben consejo animado exactamente como los demás de nosotros, para ayudarlos a mayor madurez. Más se exige de ellos, y por eso a veces quizás sus imperfecciones sean engrandecidas. (Luc. 12:48) Ellos están bajo escrutinio minucioso a todo tiempo.
13. ¿Podemos determinar siempre el derrotero correcto que hay que emprender? ¿Cómo?
13 Los mansos y leales trabajarán juntos porque comprenden que Dios tiene trabajando a su organización para que se hagan las cosas. Los que son mansos como ovejas prestarán atención al consejo del apóstol Pablo: “Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta de ellos, imiten su fe. Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que rendirán cuenta; para que lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes.” (Heb. 13:7, 17) A causa de amor estos leales, mansos, como ovejas, enfocan su atención en las cosas grandes que tienen que ver con la obra de Dios. Las personas faltas de perspicacia quizás no vean estas cosas grandes, pero el estudio continuo pronto trae más madurez y la visión con la cual mirar hacia arriba y hacia adelante. Por eso Pablo recalcó encarecidamente en Filipenses 1:9, 10, diciendo: “Esto es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde todavía más y más con conocimiento exacto y pleno discernimiento; para que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de defectos y no estén haciendo tropezar a otros hasta el día de Cristo.”
14. (a) ¿Por qué dice usted que los superintendentes son nombrados por espíritu de Dios? (b) ¿Se encargará ese solo individuo de todos los deberes de una congregación? Entonces, ¿cuál es la responsabilidad de él?
14 Los superintendentes son nombrados por Dios, porque Hechos 20:28 dice que el espíritu santo coloca a estos individuos en el lugar o puesto de responsabilidad como superintendentes. Cuando Dios aclara por medio de su Palabra qué es la obra y cuáles los deberes envueltos, el “esclavo fiel y discreto” por medio de la organización teocrática puede hallar al individuo que da la medida de los requisitos bíblicos y puede nombrarlo para encargarse de la obra determinada. Solo se nombra a hermanos dedicados después de haberse considerado esto en oración. La obra es la cosa esencial, y la persona nombrada tiene que ser productiva y efectuar el propósito de Dios. El rebaño tiene que ser cuidado de la manera que Dios se propuso que se hiciera. El superintendente en esta posición especial debe hacer la obra, la cual se describe muy sencillamente: “Pastorear la congregación de Dios.” (Hech. 20:28) Luego hay siervos ministeriales auxiliares asignados a este superintendente, y éstos también tienen el deber de ayudar a atender toda la obra que esté envuelta en pastorear la congregación. (Efe. 4:11, 12) Hay muchos detalles que atender cuando se trata de pastorear la congregación de Dios hoy día. Las cinco reuniones que celebran las congregaciones cada semana tienen que prepararse, participando varios de la congregación. Eso significa estudiar y ensayar las partes del programa para que éste sea instructivo y edificativo. La obra del ministerio de casa en casa requiere una manera sistemática de visitar a todas las familias de la comunidad, y eso significa hacer mapas del territorio de la congregación. Los registros de suscripciones para las revistas La Atalaya y ¡Despertad! tienen que ser exactos para asegurar servicio rápido. Hay la necesidad de visitar a los enfermos y a los débiles de la congregación. El Salón del Reino, sea propio o alquilado, requiere limpieza y mantenimiento. Una persona, el superintendente de congregación, jamás podría hacerlo todo; por eso, otros ayudan voluntariamente en estos detalles, teniendo presente que la asignación viene de Dios y es parte de la obra de pastorear. Jehová espera que la organización, su congregación, la efectúe.
15. (a) ¿Cuáles son algunas de las asignaciones que hace el superintendente de congregación? (b) ¿Deberíamos considerar éstas como menos importantes porque las asigna el superintendente?
15 En toda congregación de testigos de Jehová hay una provisión de entrenamiento para ayudar a todos los miembros a alcanzar mayor madurez. Miembros más maduros son asignados por el superintendente para ayudar a otros que quieren tal ayuda en estudio, en preparar sermones de casa en casa, o en alguna parte de la actividad de predicación. Esto también es parte de la obra de pastorear que realmente arregla Jehová. ¡Y piense en cuán maravilloso es que cualquiera sea usado para ayudar en esto o sea reconocido por Dios como un individuo digno de pastorear y de recibir entrenamiento! Igualmente, una persona jamás tendría en menos el privilegio de cuidar un pequeño grupo de estudio bíblico de libro que se reúna en un hogar para recibir instrucciones del ministerio en el campo y para visitar a las familias de esa localidad. No, Jesús dijo: “Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” (Mat. 18:20) Debe haber el mismo cuidado anuente, ansioso y amoroso para todas nuestras asignaciones que Dios por medio de su Palabra exhorta a los superintendentes a usar al pastorear el rebaño. Escuche lo que dice Pedro: “Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena voluntad; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con verdaderas ganas; tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño.” (1 Ped. 5:2, 3) A la responsabilidad, cuidado, anuencia, ahínco y amor no se les hace de menos importancia porque hayamos sido asignados por el superintendente de la congregación para atender algunos de los detalles de pastorear el rebaño. Tampoco lo fueron en el caso de Jesús cuando entrenó y envió a los setenta discípulos a predicar.—Luc. 10:1-24.
16. ¿Qué actitud contribuye a la felicidad y el logro en la congregación?
16 La lealtad a Jehová y, por supuesto, a su organización se demuestra por acción. El que tiene razones para ser leal a la organización de Dios hallaría sumamente difícil, si es que no imposible, el mantenerse callado o el ser simplemente un espectador para con los que predican las buenas nuevas del reino de Dios. Más bien, nos preparamos para participar de alguna manera en pastorear el rebaño obrando como Pedro instó: “Fortifiquen su mente para actividad, mantengan su juicio completamente; pongan su esperanza resueltamente en la bondad inmerecida que ha de ser traída a ustedes al tiempo de la revelación de Jesucristo.” (1 Ped. 1:13) Piense en lo que pudiera efectuarse en una congregación y en las condiciones entusiásticas, edificantes, que prevalecerían si los auxiliares del superintendente de congregación y todos los que reciben alguna asignación para participar en pastorear el rebaño reaccionaran como Pablo sabía que reaccionaría nuestro hermano Filemón: “Confiando en tu anuencia, te estoy escribiendo, sabiendo que harás aún más de las cosas que digo.”—File. 21.
17. El participar en pastorear la congregación, ¿qué clase de actitud para con la organización de congregación significa?
17 En vez de buscar el derrotero más fácil posible en el estudio o en participar en cualquiera de las actividades de la congregación, ¿por qué no ‘reflexionar sobre estas cosas; hallarse intensamente ocupado en ellas, para que su adelantamiento sea manifiesto a todos’? (1 Tim. 4:15) Busque oportunidades para crecer a mayor madurez en la organización de Dios, en vez de complacer los deseos fáciles de la carne. Si todos los de una congregación decidieran obrar en armonía con sus gustos y escogieran el territorio más conveniente en el cual predicar o el grupo de estudio bíblico de congregación más fácil con el cual asociarse, sería difícil que el superintendente pastoreara el rebaño. ¡Cuán diferente cuando todos ponen en primer lugar la Palabra de Dios y la obra y están anuentes a participar en edificar la organización! Tal derrotero se aconseja en Efesios 4:15: “Por el amor crezcamos en todas las cosas en aquel que es la cabeza, Cristo.”
18. ¿Cómo es posible aprender la mente de Jehová, y qué programa de congregación refleja esto para nosotros?
18 El asistir fielmente a las reuniones es una señal de lealtad, juntándose con otros de la organización de Dios para examinar información de la Biblia que edifica la fe. Las reuniones que se celebran en cada congregación son una parte definida de la organización de Dios en acción. Los cristianos leales tienen en primer lugar en su horario la provisión para asistir a estas reuniones. Pablo nos dice por qué: “No abandonando el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose.” (Heb. 10:25) Tenemos la oportunidad de participar por medio de expresarnos en estas reuniones. Esto nos edifica poco a poco para poder explicar estos puntos bíblicos hasta que llegan a formar parte de nuestro modo de pensar. El estar con la organización por medio de reuniones, asambleas, actividad del ministerio en el campo, asociación con otros más experimentados y estudio de las muchas publicaciones resulta en que hablemos como la organización. Nos acercamos más y más a ella, obrando, hablando y regocijándonos con ella en toda su actividad. Debido a que la organización está siguiendo a su maestro Cristo Jesús, nos estamos acercando más a su modo de pensar. Entonces llegaremos a tener la mente de Cristo. (1 Cor. 2:16) Puesto que Jesús refleja la voluntad de su Padre (Juan 5:30), podemos aprender la mente de Jehová y aprender a andar en sus caminos. (Isa. 2:1-4) ¿De qué otra manera podría efectuarse esto? Solo es por medio de adherirse tenazmente a los instrumentos que usa Jehová, así como se indica en Colosenses 3:10: “Vístanse de la nueva personalidad, que por medio de conocimiento exacto va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la creó.”
19. ¿Cómo necesita nuestra protección la organización de Dios?
19 Luego tenemos la responsabilidad de proteger la organización. Somos parte de ella. La reconocemos por todo el mundo como hechura de Dios. Esta trabaja y está siendo usada por el “esclavo fiel y discreto” para cuidar intereses por toda la Tierra. (Mat. 24:45-47) Nos da alimento al debido tiempo. No se pone en huelga. No está dividida sino que permanece fuerte y sólida a medida que nos guía en actividad del Reino. Nos cuida día y noche. No la consideramos como una enorme corporación o gigante que explota. Cuando veamos que otros traten de aprovecharse de ella, no nos encogeremos de hombros diciendo: “Oh, ¿qué me importa?” Con el crecimiento de la organización, inmensas cantidades de propiedad, máquinas, Salones del Reino, equipo de asamblea, publicaciones y abastecimientos se usan, y aquí no seguimos las prácticas mundanas de tomar estas cosas para nosotros mismos y concluir que la organización es grande y que nunca las echará de menos. Lo mismo es verdad en cuanto a la limpieza de la organización. No nos encogeremos de hombros y pensaremos: “¿Por qué excitarse acerca de que alguien cometa algún acto inmundo? ¿Por qué herir el amor propio de alguien? La organización es grande; no importa.” Pero sí importa. La organización es de Dios. Con preocupación profundamente arraigada nosotros mismos nos vemos siendo perjudicados y, más, vemos que el arreglo de Dios está siendo desarreglado.
20. ¿Qué razones tenemos para felicidad ahora?
20 Eche un vistazo de una parte a otra en la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová. Al vivir en este tiempo de tensión con mayores obstáculos para la unidad mundial que nunca antes, tenemos paz que brota del amor, tan profundamente arraigada que las naciones poderosas no pueden desarraigarla. El materialismo y el nacionalismo no pueden romper la sociedad teocrática ni enajenar su afecto a su hacedor, Jehová Dios. Vemos que las personas están siendo alimentadas con alimento espiritual edificante que produce crecimiento y madurez. Como Jesús instruyó a Pedro, ‘las ovejas están siendo apacentadas.’ (Juan 21:15-17) La organización es madura y se está madurando más cada día. Tenemos conocimiento de doctrina segura, sin necesidad de estar inseguros acerca de nuestra relación con Dios ni vacilar acerca de lo que es su voluntad. Hay alimento, alimento espiritual en abundancia. Tenemos el mejor equipo con el cual trabajar, en publicaciones, Biblias, instrucciones y consejo animador. Seguramente en la sociedad teocrática hay un lugar floreciente, próspero y seguro en el cual vivir, e Isaías 32:18 lo describe bien: “Mi pueblo debe morar en un lugar de habitación pacífico y en residencias de plena confianza y en descansaderos tranquilos.” Esta condición habrá de proseguir eternamente. Sí, como Abrahán, podemos estar satisfechos. En esta sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová estamos rodeados de personas leales a Dios; son sus amigos y él no se avergüenza de ser llamado su Dios. Adhiérase tenazmente a Jehová, entonces, viva en armonía con su Palabra, trabaje con su pueblo, sí, viva eternamente con la organización de Jehová.
[Ilustración de la página 754]
‘¿Por qué no temieron hablar contra mi siervo Moises?’