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La historia de una interpolación—1 Juan 5:7, 8La Atalaya 1964 | 15 de agosto
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Text, 1 Juan 5:7 . . . (segunda edición) por T. Emlyn, 1717, página 72.
6 The New Testament in Greek and English, 1729, tomo 2, página 934.
7 The Decline and Fall of the Roman Empire por E. Gibbon, capítulo 37, edición de Chandos, tomo 2, página 526.
8 The Westminster Version of the Sacred Scriptures, tomo 4, página 146.
9 Principles of Textual Criticism por J. Scott Porter, 1848, página 510.
10 A Plain Introduction to the Criticism of the New Testament por F. H. A. Scrivener, 4.a edición, 1894, tomo 2, página 407.
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Un infierno frescoLa Atalaya 1964 | 15 de agosto
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Un infierno fresco
DURANTE siglos, caudillos religiosos de la cristiandad han contemplado en la imaginación, como el destino seguro de los pecadores, un infierno ardiente de tormentos agudísimos. Desde los púlpitos y en publicaciones religiosas han usado imaginaciones desenfrenadas para describir en detalle horripilante los tremendos tormentos que se cree que los “condenados” sufren eternamente en el infierno. Esto lo han hecho sin haber sido testigos presenciales de un infierno ardiente y sin haber hallado en la Palabra escrita de Dios las descripciones de él que han dado. El tema todavía es popular entre algunos grupos religiosos, pero la tendencia creciente entre los clérigos es pensar en un infierno fresco más bien que en uno literalmente caliente.
Comentando sobre cómo los teólogos están comenzando a considerar el infierno hoy en día, el clérigo Juan Mellin, de la Primera Iglesia Presbiteriana de Nueva York, declaró: “Hoy en día, la mayor parte de los teólogos define el infierno como el estar uno alejado de Dios. Es una experiencia presente y un proceso continuo, cierto ahora así como después de la muerte. Más y más personas se están apartando de la idea de una región física de fuegos crepitantes.” El clérigo P. M. Dawley, del Seminario Teológico General Episcopal, dijo: “El cuadro medioeval del infierno como lugar de tormento llameante que aprisionó la mente de los hombres por algunas generaciones era inadecuado.” Más que “inadecuado,” el concepto de un infierno ardiente es antibíblico. Pero al decir Mellin que el infierno es “una experiencia presente,” aunque está expresando un punto de vista mundano común, no es mejora desde el punto de vista de la Biblia. La gente debería saber lo que la Palabra de Dios enseña acerca de infierno.
Hay pasajes en la Biblia que hablan de infierno, tormento y fuego, pero estos pasajes no declaran que los pecadores impenitentes son restringidos eternamente en un infierno ardiente donde experimentan tormento consciente como castigo para los pecados. La Biblia declara que la muerte, no tormento, es el castigo para el pecado. (Rom. 6:23) Los muy citados versículos del capítulo dieciséis de Lucas que hablan acerca de un hombre rico y un mendigo llamado Lázaro hablan del infierno o el Hades, llamas y tormento, pero ésta es una ilustración o parábola y no una experiencia de la vida real o de la vida futura, como se muestra por el hecho de que Jesús principió esta ilustración con la misma expresión que usó para principiar otras ilustraciones, a saber, “cierto hombre.” Compare Lucas 16:19 con el versículo uno y con Lucas 19:12.
Si Jesús hubiera estado enseñando por
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