El modelo de juicio
“Esto es prueba del justo juicio de Dios, que conduce a que sean considerados dignos del reino de Dios, por el cual verdaderamente están sufriendo.”—2 Tes. 1:5.
1.¿Qué contrastes marcaron el ministerio de Juan el Bautista?
JUAN EL BAUTISTA comenzó su ministerio predicando: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” No perdió tiempo en reunir a discípulos en torno de él que participaron en las bendiciones de su ministerio, preparándolos para ser “considerados dignos del reino de Dios.” Al mismo tiempo dijo a los caudillos religiosos indignos que era inminente un tiempo de juicio, que “ya el hacha yace a la raíz de los árboles,” y que el que venía ‘recogería su trigo en el granero, mas la paja la quemaría con fuego que no se puede apagar.’—Mat. 3:1, 2, 7-12; 2 Tes. 1:5.
2. ¿Qué se da a entender por un modelo, y cómo comenzó Jesús tal modelo en su ministerio?
2 El que venía, Jesús, tan pronto como se enteró de que Juan había sido arrestado, comenzó a predicar el mismo mensaje: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mat. 4:12, 17) Allí comenzó a tejer el modelo de juicio, logrando un diseño armonioso gobernado por un propósito fijo, porque eso es un modelo. La primera hebra, el importantísimo elemento del tiempo, fue señalada por la predicación del mensaje del Reino. Como Jesús dijo en sus comentarios anteriores a la ilustración del hombre rico y Lázaro: “La Ley y los Profetas eran hasta Juan. Desde entonces se declara el reino de Dios como buenas nuevas.”—Luc. 16:16.
3. Según se registra en Lucas 16:17, 18, ¿qué dos hebras consideró Jesús entonces?
3 Entonces Jesús procedió a considerar dos hebras más, diciendo primero: “Más fácil es que pasen el cielo y la tierra que el que quede sin cumplirse una pizca de una letra de la Ley.” Luego agregó: “Todo el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una mujer divorciada de un esposo comete adulterio.” (Luc. 16:17, 18) Es improbable que sus oyentes vieran alguna relación entre esas declaraciones. De hecho, no fue sino hasta después de que la congregación cristiana tuvo los escritos inspirados del apóstol Pablo que se aclaró la situación. A la luz de esos escritos hoy podemos examinar esas dos hebras y apreciar su propósito designado.
4. ¿De qué manera cumplió Jesús la Ley, conduciendo a qué realidades y resultado final?
4 Jesús no solo guardó la Ley mediante obediencia perfecta a sus requisitos, también la cumplió. Como dijo en una ocasión: “No vine a destruir, sino a cumplir,” también diciendo que hasta la última ‘pizca de una letra. . . [tienen que] suceder todas las cosas.’ (Mat. 5:17, 18) Pablo escribió que la Ley fue una “sombra [o, “representación típica”] de las cosas por venir, mas la realidad pertenece al Cristo.” (Col. 2:17; Heb. 8:5; 10:1) En su vida y muerte de sacrificio, Jesús hizo que tuvieran lugar las realidades grandes. Uno de los principales requerimientos de la Ley era el sacrificio por los pecados, especialmente los del día de expiación. Sin embargo, aquellos sacrificios animales no podían “en ningún tiempo quitar los pecados completamente. Pero este hombre [Jesús] ofreció un solo sacrificio por los pecados perpetuamente” al entregar su vida humana perfecta en la muerte. (Heb. 10:11, 12) Su muerte colocó el fundamento para cambios tremendos, con grandes beneficios para los que ejercen fe en ello, comenzando con los miembros judíos de la clase de “Lázaro.” Habiendo cumplido sus requerimientos, entonces, dice Pablo, que aquel pacto anterior de la Ley fue quitado del camino y clavado al madero de tormento en el que Jesús fue fijado. (Col. 2:14) Pero, ¿qué relación hay entre eso y la siguiente hebra: el comentario de Jesús acerca de divorcio y adulterio?
5. ¿Con qué ilustración muestra Pablo que algunos fueron “desobligados” de la Ley?
5 Habiéndose ofrecido aceptablemente “sin tacha a Dios,” Jesús fue hecho “mediador de un nuevo pacto.” (Heb. 9:14, 15) Pablo explica que antes de esto los judíos estaban atados bajo el pacto de la Ley como “la mujer casada está atada por ley a su esposo mientras éste vive. . . Pero si muere su esposo, queda libre de su ley, de modo que no es adúltera si viene a ser de otro hombre. Así es que, hermanos míos, a ustedes también se les hizo morir a la Ley por medio del cuerpo del Cristo, para que llegasen a ser de otro, de aquel que fue levantado de entre los muertos, para que llevemos fruto para Dios.” Pablo se estaba dirigiendo a sus hermanos de la clase de “Lázaro,” y solo fueron éstos quienes fueron “desobligados de la Ley.”—Rom. 7:1-6.
6. ¿Qué norma estableció Jesús tocante al divorcio, y cómo afectaría ésta a los fariseos?
6 En contraste, las palabras de Jesús sobre divorcio y adulterio se dirigieron principalmente a los fariseos, miembros de la clase del ‘hombre rico.’ No estaban libres de la Ley. Es verdad, la Ley contenía una estipulación sobre el divorcio mediante la cual un hombre podía tener más de una esposa viviente, pero Jesús se remontó hasta el modelo original de Dios para todos los que habrían de tener el favor de Dios en el nuevo pacto o bajo éste. No hubo provisión de divorcio para Adán y Eva. De modo que el que un cristiano se divorcie de su cónyuge, salvo sobre la base de infidelidad sexual, y luego se vuelva a casar mientras vive el cónyuge divorciado, significa que tal persona comete adulterio. Por consiguiente los comentarios de Jesús a los fariseos que confiaban en la tradición y en la enseñanza del entonces no escrito Talmud sobre este tema, simplemente los irritaría. Era parte de su tormento.—Deu. 24:1-4; Mat. 19:3-9.
7. ¿Cómo anticipó Jesús los beneficios de su muerte?
7 Así vemos que el modelo de juicio asume forma. Sin embargo, tenga presente que los cambios garantizados por la muerte de Jesús comenzaron a entrar en vigor antes de que realmente ocurriera su muerte. El mensaje y trabajo tanto de Juan el Bautista como de Jesús se basaron en la fe firme de que Jesús con certeza cumpliría todo lo que se predijo y se prefiguró en la Ley y en los Profetas. En prueba de esto, cuando Jesús instituyó el memorial de su muerte la noche antes de ser fijado en el madero, pasó la copa a sus discípulos, diciendo: “Esta copa significa el nuevo pacto en virtud de mi sangre, que ha de ser derramada a favor de ustedes. . . y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino.”—Luc. 22:20, 29.
8. ¿Qué resultó de la declaración que hizo Jesús del mensaje del Reino?
8 No, esos cambios no tuvieron que esperar. La declaración de las buenas nuevas del reino comenzó a invertir completamente las circunstancias de ambas clases que estamos considerando. Desde entonces ambas clases murieron en cuanto a su condición y experiencia anteriores, lo cual se muestra en la ilustración de Jesús por la muerte de Lázaro y el hombre rico. Al morir Jesús en cumplimiento de la Ley mosaica la clase de “Lázaro” murió en cuanto a esa Ley; y en el siguiente Pentecostés se les confirmó que estaban en el seno del Abrahán Mayor mediante el derramamiento del espíritu santo. Seguiremos con interés lo que sucedió después, como lo describió Jesús, y lo que se dio a entender mediante ello.
ABRAHÁN, LA FIGURA IMPORTANTE
9, 10. (a) ¿Cuál personaje importante introdujo Jesús en su ilustración? (b) ¿Cómo consideraban los fariseos su relación con Abrahán? (c) ¿En qué no se equivocaron, y en qué sí se equivocaron, en sus conclusiones?
9 Imagínese la escena. En tormento en el Hades el hombre rico alza los ojos, y ¿qué ve? ¡A lo lejos está aquel que en otro tiempo era mendigo disfrutando ahora de la posición del seno con Abrahán, es decir, el lugar favorecido, como cuando uno se reclina frente a otro en el mismo sofá en una comida! (Luc. 16:23; vea también Juan 13:23.) El introducir a Abrahán en el cuadro fue muy significativo, agregando la hebra más importante de todo el modelo de juicio. ¿A quién representa él? Recuerde, Jesús estaba hablando directamente a los fariseos. Consideraban que ellos como los gobernantes religiosos eran los únicos que tenían el derecho a la posición del seno de Abrahán. A los ojos de ellos la gente común no entraba en absoluto en el cuadro. Aquellos gobernantes dijeron a Jesús en un encuentro más temprano con él: “Somos prole de Abrahán,” y otra vez: “Nuestro padre es Abrahán,” y aún otra vez: “Tenemos un solo Padre, Dios.”—Juan 8:33, 39, 41.
10 Por esto es evidente que los fariseos consideraban que Abrahán representaba a Dios. En esto tenían razón. Pero se equivocaban al afirmar que eran hijos de Abrahán o de Dios. A los ojos de Dios esta relación se determina, no por descendencia carnal, sino por la disposición y obras de uno. Como Jesús les dijo en esa misma ocasión: “Si son hijos de Abrahán, hagan las obras de Abrahán,” y Jesús también dijo: “Ustedes proceden de su padre el Diablo, y quieren hacer los deseos de su padre. Ese era homicida cuando principió.”—Juan 8:39, 44.
11. ¿Por qué era esencial la fe a fin de aceptar a Jesús como el Mesías?
11 Aunque eso explica por qué Jesús representó muy alejado de Abrahán al que en otro tiempo fue hombre rico, pudiéramos preguntarnos por qué Lázaro, después de su muerte, fue representado como llevado directamente a la posición del seno de Abrahán. (Luc. 16:22) Se le da énfasis a la fe. Jesús vino, no como Rey, como se esperaba, sino en la “semejanza de carne pecaminosa,” “se le fue trayendo justamente como una oveja al degüello.” (Rom. 8:3; Isa. 53:7) Se requería verdadera fe para aceptarlo como el Mesías. Algunos, no los arrogantes, sino los humildes, si ejercieron tal fe. Salieron con fe, tal como Abrahán, lo hizo cuando “salió [de su propio país], aunque no sabía adónde iba.” (Heb. 11:8) Llegaron a ser discípulos de Jesús y más tarde, en el Pentecostés cuando recibieron el espíritu santo, llegaron a ser cristianos. De éstos, Pablo escribió: “Porque todos los que son conducidos por el espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. . . . El espíritu mismo da testimonio con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.”—Rom. 8:14-16.
12. ¿Por qué recibieron bendiciones adicionales los que se adherían a la fe?
12 Pablo también dijo en cuanto a éstos: “Los que se adhieren a la fe, éstos son hijos de Abrahán . . . [y] están siendo bendecidos junto con el Abrahán que tuvo fe.” ¿Por qué? Porque a Abrahán se le hizo la magnífica promesa de que por medio de su descendencia “ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra.” Esa descendencia principalmente es Cristo Jesús. Pero en las riquezas de la bondad inmerecida de Dios otros tienen el privilegio de participar con Cristo como parte de esa descendencia. Como dijo Pablo otra vez: “Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios por medio de su fe en Cristo Jesús. . . . Además, si pertenecen a Cristo, realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.”—Gál. 3:7-9, 16, 26-29; Gén. 22:18.
13. (a) ¿Quiénes componían la clase de “Lázaro” en el primer caso? (b) ¿De qué manera fueron Juan y Jesús como ángeles para con ellos?
13 En resumen, entonces, vemos que los miembros de la congregación cristiana, guiados por espíritu de Dios, son hijos de Dios. También se habla de ellos como hijos de Abrahán debido a su fe como la de él y debido a que, con Cristo Jesús, constituyen la descendencia de Abrahán, el instrumento de Dios para cumplir su propósito concentrado en su reino. Componen la clase de “Lázaro,” que comenzó con aquellos judíos que estaban conscientes de su necesidad espiritual y que ejercieron fe cuando oyeron a los mensajeros de Dios, Juan el Bautista y Jesús. De hecho, Juan y Jesús fueron como ángeles o mensajeros, al poner a esos judíos en camino para aquellas magníficas bendiciones enlazadas a la promesa de Dios dada bajo juramento a Abrahán y a su descendencia. Con razón, entonces, Jesús representó a Lázaro como inmediatamente “llevado por los ángeles a la posición del seno de Abrahán.”—Luc. 16:22.
14. ¿Qué indicación se dio de que muchos no judíos entrarían en el favor divino?
14 Aunque la clase de “Lázaro,” al comenzar, se limitó a los judíos fieles, no permaneció así. A cierto gentil oficial del ejército que mostró fe extraordinaria, Jesús dijo: “Yo les digo que muchos vendrán de las partes orientales y de las partes occidentales y se reclinarán a la mesa con Abrahán e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; entre tanto que los hijos del reino serán echados a la oscuridad de afuera. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes.” (Mat. 8:5-12) Esto indicó que muchos no judíos, hasta entonces alejados de Dios y en una condición miserable, vendrían de todas partes y serían introducidos en el seno del favor divino. Como dijo Pablo: “Ahora bien, la Escritura, viendo anticipadamente que Dios declararía justa a gente de las naciones debido a fe, declaró las buenas nuevas de antemano a Abrahán, a saber: ‘Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas.’” (Gál. 3:8) Pero en cuanto a los que pensaban que como los hijos naturales de Abrahán eran los herederos indisputables a todas las posiciones claves del reino de Dios, se hallarían rechazados y en tormento.
15. ¿Qué excelente cuadro de la Teocracia describió Jesús en Mateo 8:11?
15 La inclusión de Isaac y Jacob junto con Abrahán en este caso forma un cuadro excelente del Reino, la Teocracia, en su arreglo completo. Abrahán, el padre de los que se adhieren a la fe, representa al Padre celestial, Jehová, la fuente verdadera de todas las bendiciones a las naciones. Isaac, el hijo de Abrahán, representa al Hijo de Dios, Jesucristo. Por eso cuando Abrahán ofreció a su hijo Isaac en sacrificio en el monte Moría, o llegó al grado de hacerlo, prefiguró cómo Jehová ofreció a su Hijo unigénito en sacrificio verdadero. A su vez, el hijo de Isaac, Jacob, representa a la congregación cristiana. Tal como Jacob recibió vida de Abrahán por medio de Isaac, igualmente la congregación cristiana recibe vida espiritual de Jehová por medio de Jesucristo. Esta congregación comenzó con un resto de judíos fieles, pero unos tres años y medio después del Pentecostés se comenzaron a predicar las buenas nuevas del Reino a los gentiles, principiando con Cornelio. Desde entonces la gente de las naciones ha venido de todas partes, componiendo el número completo. Todos ellos constituyen la clase de “Lázaro.”
LA “DECISIÓN JUDICIAL” DE DIOS UNA “GRAN SIMA”
16. ¿Cómo mostraron las peticiones que hizo el hombre rico su verdadera intención tocante a Lázaro, y qué disposición revelaron?
16 Dirigiendo ahora nuestra atención a la parte final de la ilustración de Jesús, y considerando el argumento entre el hombre rico y Abrahán, encontramos expresiones adicionales del juicio de Dios. Note las dos súplicas que hace el hombre rico. Primero, pide que envíe a Lázaro para que le refresque la lengua con una gota de agua a causa del fuego. No habiendo logrado eso, entonces pide que envíe a Lázaro a advertir a sus cinco hermanos en cuanto a este lugar de tormento. (Luc. 16:24-28) ¡Cualquier cosa por alejar a Lázaro del seno de Abrahán, y mantenerlo alejado! ¿Por qué no pidió que los ángeles fueran enviados a estos mandados de misericordia, en vista de cuán velozmente actuaron cuando llevaron a Lázaro a Abrahán? Pero, no, tenía que ser Lázaro quien habría de correr y ser el mensajero. A juzgar por la descripción que da Jesús del hombre rico solo podemos imaginarnos que, si Lázaro realmente hubiera ido a él y le hubiera puesto el dedo en la boca para refrescar su lengua con una gota de agua, ¡el hombre rico se habría apoderado del dedo y habría retenido a Lázaro allí! Sabemos de hecho, como dijo Jesús, que los escribas y fariseos se esforzaban hasta lo sumo por “hacer un solo prosélito,” y, una vez que lo tenían, lo dejaban ‘expuesto al Gehena dos veces más que ellos mismos.’—Mat. 23:15.
17. ¿Cómo y por qué trataron los gobernantes religiosos de obtener alivio de parte de la clase de “Lázaro”?
17 ¡Cuán ridículo es pensar que esto tuvo lugar literalmente, pero cuán conforme a los hechos, puesto que conocemos las clases a que Jesús se refería! Por eso preguntamos: ¿Cómo trataron de obtener alivio los caudillos religiosos, aunque fuera solo con una gota de agua, de la clase de “Lázaro”? Esos hombres no habrían sido atormentados tanto si los seguidores despreciados de Jesús solo lo hubieran seguido y se hubieran quedado callados. En cambio, fueron entrenados y enviados, primero los doce y luego los setenta. Ellos, y no los gobernantes, ahora se estaban comportando como descendencia de Abrahán, transmitiendo bendiciones enviadas desde el cielo, curando a los enfermos y predicando el reino de Dios. (Luc. 9:1, 2; 10:1, 9) Llegó el Pentecostés, y unos 120 fueron habilitados por el espíritu santo a hablar en lenguas, y antes de terminarse el día 3.000 fueron agregados a su grupo. ¡Y qué denuedo! Tanto públicamente como ante el Sanedrín, el apóstol Pedro y otros, como Esteban, nunca titubearon en declarar la responsabilidad y culpabilidad de aquellos gobernantes por derramamiento homicida de sangre. (Hech. 2:23; 3:14, 17; 4:10; 5:30; 7:52) Como descendientes naturales de Abrahán, la clase del ‘hombre rico’ gritó figuradamente: ¡“Padre Abrahán, ten misericordia de mí” y haz que esta clase de “Lázaro” hable a favor nuestro, aunque sea una sola palabra! ¿Qué contestó Abrahán?
18. ¿Cómo representó apropiadamente a ambos lados del modelo de juicio la respuesta de Abrahán?
18 Las primeras palabras de Abrahán simplemente expresaron los hechos: “Hijo, acuérdate que recibiste de lleno tus cosas buenas en tu vida, pero Lázaro correspondientemente las cosas perjudiciales. Ahora, sin embargo, él tiene consuelo aquí pero tú estás en angustia.” (Luc. 16:25) No se desperdiciaron palabras en el hombre rico. ¿Por qué no? Porque Jesús sabía que estaba actuando como siervo de Dios en un tiempo de inspección. Él era en verdad la descendencia de Abrahán y cualquiera que invocara el mal sobre tal descendencia sería maldecido por Dios. (Gén. 12:3) Como clase, el ‘hombre rico’ había estado en su apogeo, había disfrutado de su “vida,” durante la cual había ‘recibido de lleno las cosas buenas’ que tan fácilmente podía haber distribuido a los necesitados. Pero esa clase mostró que nunca tuvo intención alguna de hacerlo, y ahora el juicio adverso de Dios se había manifestado sobre ella. El juicio favorable de Dios se manifestó igualmente sobre la clase de “Lázaro.” Este fue el modelo de juicio, como un diseño en un dibujo en el que un lado equilibra y neutraliza al otro. Se traza una fuerte línea recta por en medio para dar énfasis, y aquí es donde entra la “gran sima.” Note las siguientes palabras de Abrahán al hombre rico.
19. ¿Cuál fue el efecto y significado de la “gran sima”?
19 “Y además de todas estas cosas, se ha fijado una gran sima entre nosotros y ustedes, de modo que los que quieran pasar de aquí a ustedes no pueden, tampoco se puede cruzar de allá a nosotros.” (Luc. 16:26) ¡Ninguna confraternidad! La clase de “Lázaro” no podría transigir ni hablar paz a la clase del ‘hombre rico.’ Jesús apreció que ésta era una hebra vital en el modelo de juicio, y que “tu decisión judicial [de Dios] es una vasta profundidad acuosa.” (Sal. 36:6) Reflexione usted, solo fue como clases que el juicio fue final. Ninguna clase, ni clases apoyadoras, podían cruzar al lado de la otra, pero individuos si podían y lo hicieron durante su vida. El apóstol Pablo fue un ejemplo notable que, cuando estuvo “en otro tiempo en el judaísmo,” persiguió enconadamente a la clase de “Lázaro.” (Gál. 1:13-17) Juan el Bautista llamó a los fariseos y saduceos “prole de víboras,” y luego dijo: “Produzcan fruto propio de arrepentimiento.” Algunos de ellos lo hicieron más tarde.—Mat. 3:7, 8; Hech. 6:7.
20. ¿Cómo hizo un llamamiento adicional el hombre rico, y cómo tuvo esto un cumplimiento en el día de Jesús?
20 Conociendo la actitud mental de la clase del ‘hombre rico,’ Jesús agregó a su ilustración un argumento adicional a causa del hombre rico. Tratando de pasar por alto o evadir esa sima, suplicó: “En tal caso te pido, padre, que lo envíes [a Lázaro] a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé un testimonio cabal, a fin de que no entren ellos también en este lugar de tormento.” (Luc. 16:27, 28) Observe que, mientras se dirige a Abrahán como padre, habla de un padre más estrechamente relacionado, en cuya casa hay cinco hermanos suyos. Jesús conocía la casa religiosa del judaísmo, edificada sobre tradición humana, a la que pertenecían los gobernantes religiosos. Fue esa casa la que impulsó el espíritu de persecución enconada, aun de asesinato. Su padre era el Diablo, que “era homicida.” (Juan 8:44) Los cinco hermanos (sumando seis con el hombre rico, un símbolo de la organización del Diablo) representaron a todos los admiradores y apoyadores de los gobernantes religiosos, y manifestando el mismo espíritu. Los gobernantes buscaban alivio del desenmascaramiento, no solo a sus propios ojos, sino también a los ojos de sus apoyadores. Si éstos, sus hermanos, fuesen a morir figuradamente y fueran a dar al mismo lugar, eso solo aumentaría su tormento. De modo que, en efecto, esos gobernantes querían que la clase de “Lázaro” renunciara a la posición de favor divino y diera un “testimonio cabal,” no del mensaje de juicio, sino uno que diera la apariencia de que las cosas estaban siendo restauradas a lo que fueron antes del período de inspección, cuando ni los gobernantes ni sus apoyadores estaban expuestos a tormento.
21. ¿Cuál fue el significado de la respuesta de Abrahán?
21 ¿Se podría hacer esto? ¿Cuál fue la respuesta de Abrahán? “Pero dijo Abrahán: ‘Tienen a Moisés y a los Profetas; que escuchen a éstos.’” (Luc. 16:29) ¡Nada más ni nada menos que la palabra de verdad de Dios! Esta fue la única autoridad de la cual Jesús se valió al hablar a la gente y a sus gobernantes, incluso el mensaje de juicio que entonces había de darse. La clase de “Lázaro” habló igualmente. Por ejemplo, el mensaje fuerte y conmovedor de Pedro en el día del Pentecostés se basó enteramente en citas de las Escrituras Hebreas, de Moisés (la Ley) y los Profetas y los Salmos. El hecho de que tres mil respondieron inmediatamente y fueron bautizados probó que las Escrituras Hebreas en sí mismas fueron una advertencia y guía suficiente para los que estaban dispuestos a escuchar, muchos de los cuales eran ex adherentes del judaísmo.—Hech. 2:41.
22. (a) ¿Cuál fue la súplica final del hombre rico? (b) ¿Qué motivó esta súplica, y cómo respondió Jesús a la demanda de una señal?
22 Pero el hombre rico no había terminado. Mostrando ahora su verdadera personalidad y llanamente en desacuerdo con Abrahán, dijo: “No, por cierto, padre Abrahán, pero si alguien va a ellos de entre los muertos se arrepentirán.” (Luc. 16:30) En otras palabras, pidió una señal culminante, que alguien fuera levantado de entre los muertos, como la única cosa que faltaba. Esto evitaría la necesidad de predicar con las Escrituras o desenmascarar las tradiciones del judaísmo. Más de una vez los fariseos y otros le pidieron a Jesús que “les mostrase alguna señal del cielo.” Contestó: “Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, mas no se le dará ninguna señal, sino la señal de Jonás.” Jonás fue suficiente señal para los ninivitas que, Jesús dijo, “se arrepintieron por lo que Jonás predicó, pero, ¡miren! algo más que Jonás está aquí.” (Mat. 16:14; 12:38-41) Jesús predicó con mucha más autoridad y evidencia apoyadora que Jonás. Pero el resultado fue como dijo Jesús: “A menos que ustedes vean señales y prodigios, de ninguna manera creerán.”—Juan 4:48.
23. ¿Por qué fueron apropiadas y conforme a los hechos las palabras finales de Abrahán?
23 De acuerdo con esto, Abrahán le contestó al hombre rico: “Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco serán persuadidos si se levanta alguien de entre los muertos.” (Luc. 16:31) Estas fueron las palabras finales de juicio contra la clase representada por el hombre rico y sus hermanos. Si se hacían sordos al mensaje de Dios en las Escrituras, se harían ciegos al mensajero de Dios, fuese Jesús o la clase de “Lázaro.” Como Jesús les dijo: “Ustedes escudriñan las Escrituras. . . que dan testimonio acerca de mí,” y agregó que, “si creyeran a Moisés me creerían a mí, porque aquél escribió de mí. Pero si no creen los escritos de aquél, ¿cómo creerán mis dichos?”—Juan 5:39, 46, 47.
24. ¿Qué advertencia y estímulo se puede conseguir de la palabras finales dichas en esta ilustración?
24 La ilustración de Jesús terminó con una nota de juicio fuerte, tan claramente definida como aquella “gran sima.” Mostró la justa “decisión judicial” de Dios tanto a favor como en contra. Fue contra la entera casa de aquellos que solo “han oído con molestia,” y que “han cerrado los ojos; para que nunca vean. . .ni capten el sentido de ello con el corazón y se vuelvan.” (Mat. 13:15) Pero, gracias a Dios, esa palabra final fue enteramente a favor de la clase de “Lázaro.” Nunca habría necesidad o justificación para que dejaran o abandonaran el lugar de favor divino con todas sus provisiones consoladoras y la oportunidad de banquetear a la mesa de Jehová.
25. ¿Qué preguntas hace surgir esto en cuanto a nuestro propio día?
25 ¿Podemos trazar líneas paralelas y extender el modelo de juicio en todos los rasgos prominentes a nuestro propio día? ¿Tiene para nosotros la ilustración de Jesús un mensaje que va al grano? ¿Podemos determinar el origen de dos clases que están en contraste y ver cómo ha tenido lugar un gran cambio, un cambio de circunstancias, ante nuestros mismísimos ojos? Y ¿nos ayudará a nosotros, como individuos, a ver lo que tenemos que hacer para hallar riquezas verdaderas bajo el juicio favorable de Dios?