¿Viene primero su adoración a Dios?
1. ¿Qué afrontan los pueblos de todas las naciones, lo cual lleva a qué clase de pensar?
UN DILUVIO de propaganda nacionalista inunda a los pueblos de todas las naciones por sus propios periódicos, revistas, radio y televisión. Confinados por fronteras y censura, el pensar de los pueblos queda limitado a su propia nación, a adorarla, a idolatrarla. Este pensar controlado afecta la mente de casi toda persona.
2. ¿Cuáles son algunos de los peligros del nacionalismo, como los señala The Encyclopedia Americana?
2 Dice The Encyclopedia Americana: “El nacionalismo es una condición mental que puede ser inducida, y frecuentemente lo es, por propaganda gubernamental y privada. Puede ser la creación de caudillos ambiciosos que desean formar ciertos patrones de opinión que esperan usar, quizás para sus propios propósitos, o para fines que consideran que son para el interés público.”a Bajo el encabezamiento “Irrationality” (Irracionalidad), declara: “La habilidad de caudillos gubernamentales y civiles para esparcir el fermento del nacionalismo entre las masas la facilita grandemente el carácter altamente irracional de éste. El patriota extremado es en gran grado impenetrable al argumento racional. Aun en países libres, quizás nunca oiga la verdad, especialmente si lee solamente periódicos con inclinaciones definitivas o sintoniza su radio a comentadores con prejuicios y de celo patriótico exagerado. Además, es difícil entender cómo pudiera haber adultos que consideraran con algún grado de objetividad los problemas internacionales que afrontara su nación si como niños la mente les fue formada por libros de historia que eran parciales y encerraban prejuicio.”b
3. (a) ¿Qué pregunta oportuna se nos hace ahora? (b) ¿Qué valor tiene la Biblia en asuntos de adoración?
3 Analizando estos comentarios por observadores mundanos, hágase esta pregunta: ¿Tiene el nacionalismo el primer lugar en mi vida, y todo mi tiempo y pensamiento, o viene primero mi adoración a Dios? Recuerde, la Biblia es un libro que también se debe estudiar. En él usted aprende acerca de Dios y lo que debe ser la adoración que usted le dé a él, y este libro da la historia del hombre desde la misma creación de éste. Hasta describe las condiciones que existen en la Tierra hoy, y nos habla de los nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según Su promesa, y en los cuales la justicia habrá de morar. (2 Ped. 3:13) Si la Biblia hace eso, entonces, ¿por qué no pensar, también, en lo que su autor, Jehová, dice acerca del hombre y lo que debe ser nuestra relación con él?
4. Mencione las preguntas que ahora necesitan una respuesta.
4 ¡Piense cuidadosamente ahora! ¿Le da la nación en que usted vive todas las cosas que usted posee? ¿Le dio su gobierno el Sol, las estrellas y la Luna que están arriba? ¿Creó la nación suya las montañas coronadas de nieve, las colinas arboladas, los fértiles valles, los raudos ríos? ¿Produjo ella la verde hierba, el fresco aire, los murmurantes arroyuelos? Cuando desde la cima de un cerro usted observa el paisaje, ¿son las cosas que usted ve, las flores de los árboles frutales, las espigas ondeantes, cosas que el gobierno le haya dado a usted? ¿Fue su gobierno nacional el que creó la vegetación y el ganado sobre mil colinas? Los gobernantes quizás hayan tenido algo que ver con el manejo de la tierra productiva, ¿pero quién creó los cielos y la Tierra? ¿Quién hizo posible que hubiera gente? ¿No hizo Dios al hombre con poderes de reproducción? ¡Seguramente el Estado no tiene control de éstos!
5. ¿Cómo revela la Biblia en Hechos 17:24-27 la obra de Dios con respecto a nuestra Tierra?
5 Lea lo que Dios dice en su libro la Biblia por medio del apóstol Pablo a los atenienses: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, siendo, como es Este, Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos de manos, ni es atendido por manos humanas como si necesitase algo, porque él mismo da a todos vida y aliento y todas las cosas. E hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para morar sobre la entera superficie de la tierra, y decretó las sazones señaladas y los límites fijos de la morada de los hombres, para que busquen a Dios, por si acaso busquen a tientas y verdaderamente lo hallen, aunque, de hecho, no está muy lejos de cada uno de nosotros.”—Hech. 17:24-27.
6. ¿Cómo respondió Jesús a los fariseos hipócritas que trataron de usar una treta contra él?
6 Dios nos dio “vida y aliento y todas las cosas. E hizo de un solo hombre toda nación de hombres.” El nacionalismo no hizo eso, ni lo hizo, César. Los fariseos judíos, orgullosos religiosos del, día de Jesús, trataron de atrapar a Jesús en su habla intentando hacer que dijera algo que estuviera contra el nacionalismo romano. Jesucristo tenía la reputación de hablar la verdad con libertad, pero siempre lo que hablaba era la Palabra de Dios. De modo que los fariseos dijeron: “‘Enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad: ¿Es lícito pagar la capitación a César o no? ¿Debemos pagar, o no debemos pagar?‘ Echando de ver su hipocresía, les dijo: ‘¿Por qué me ponen a prueba? Tráiganme un denario para verlo.’ Trajeron uno. Y él les dijo: ‘¿De quién es esta imagen e inscripción?’ Ellos le dijeron: ‘De César.’ Jesús entonces dijo: ‘Paguen de vuelta a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios.’”—Mar. 12:14-17
7, 8. (a) Aunque Jesús no estaba contra el gobierno ordenado, ¿de qué también se daba cuenta? (b) Puesto que Jehová Dios es verdaderamente la gran Primera Causa, ¿qué pregunta nos deberíamos hacer otra vez?
7 Jesús no estaba en contra del gobierno ordenado, ni en contra del pago de impuestos. Pero los gobernantes deben reconocer, también, que hay ciertas cosas que pertenecen a Dios. ¡No todo es de César! Recuerde, fue Jehová quien creó al hombre para que morara en la Tierra. Jehová el Dios Todopoderoso dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, de acuerdo con nuestra semejanza, y que tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal movible que se mueve sobre la tierra.” Y Dios pasó a decir a los recientemente creados hombre y mujer: “Miren que les he dado toda vegetación que produce semilla que está sobre la superficie de toda la tierra y todo árbol en el cual está el fruto de un árbol que produce semilla. Que les sirva a ustedes de alimento.”—Gén. 1:26, 29.
8 Fue Jehová Dios quien proveyó todas estas cosas para la humanidad. Estas estaban ya aquí en abundancia antes que se formaran naciones, antes que se oyera de nacionalismo. De modo que otra vez preguntamos: ¿Está en primer lugar su adoración a Dios? ¡Debería estarlo!
9. ¿Cómo influyó en los judíos del día de Jesús el nacionalismo romano?
9 Hace mil novecientos años los judíos nacionalistas estaban bajo el dominio romano y definitivamente rechazaron a su Dios, Jehová, así como a su Hijo, Jesucristo. Esto es lo que sucedió después que los judíos entregaron a Jesús, su prisionero, en manos de Pilato. Pilato sacó a Jesús a la muchedumbre y dijo a los judíos: “¡Miren! ¡Su rey!” “Sin embargo, ellos gritaron: ‘¡Quítalo! ¡Quítalo! ¡Al madero con él!’ Pilato les dijo: ‘¿A su rey fijo en un madero?’ Contestaron los principales sacerdotes: ‘No tenemos más rey que César.’” (Juan 19:13-15) Estos judíos mostraron su espíritu extremadamente nacionalista. Habían rechazado y olvidado a su Dios y despreciado a su Hijo que hablaba la verdad.
10. (a) A pesar de esto, ¿cómo se ha mostrado el amor de Dios? (b) ¿Qué tratamiento pueden esperar los seguidores de Cristo?
10 Sin embargo, esta acción no hizo que el amor de Jehová a la humanidad disminuyera. “Porque tanto amó Dios al mundo [de la humanidad] que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16) Ningún gobernante de ninguna nación, ni siquiera César, ha podido dar a alguien vida eterna. El mensaje de Jesús durante sus tres años y medio de ministerio fue un mensaje de vida para toda la humanidad por medio del reino de Dios, pero los nacionalistas entre los judíos no quisieron escuchar. No querían tener nada que ver con el reino de Dios. Los individuos que escucharon y creyeron aceptaron el mensaje de Jesús y predicaron las buenas nuevas del reino de Dios en medio de circunstancias muy adversas. Finalmente, los gobiernos se opusieron a ellos. Jesús les había advertido bien de antemano en cuanto a lo que sucedería si se hacían seguidores de él. Él les había dicho: “Les echarán mano a ustedes y los perseguirán, entregándolos a las sinagogas y prisiones, siendo llevados ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre. Resultará para ustedes en testimonio.”—Luc. 21:12, 13.
11. ¿Cuáles son las palabras de un judío que puso la adoración de Dios por encima del nacionalismo?
11 Ni los judíos ni los romanos apreciaron el mensaje de buenas nuevas que estaban entregando los cristianos. No obstante, el apóstol Pablo, aunque era judío por nacimiento, puso al cristianismo y su adoración a Dios por encima del nacionalismo. Él puso su vida en las manos de Jehová Dios. Por eso pudo decir: “Por lo tanto me complazco en debilidades, en insultos, en necesidades, en persecuciones y dificultades, por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy poderoso.” (2 Cor. 12:10) ¡Pablo tenía un trabajo que hacer y lo hizo! Él sabía que su vida eterna no dependía de su servicio a ninguna nación o su gobernante. Su vida eterna vendría de Jehová Dios a través de Sus arreglos. Pablo creía a Jesús, que dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida.”—Juan 14:6.
SIN TEMOR A LA MUERTE
12. ¿Cómo son las Escrituras un consuelo a los que quizás tengan que afrontar la muerte por no inclinarse al Estado?
12 A través de los siglos muchos cristianos han recibido la muerte por no inclinarse al Estado. Se cree que Pablo fue decapitado en Roma. Los cristianos no han temido a la muerte, porque saben que Dios es el Dador de vida y están bien familiarizados con estas palabras de Jesús: “No se hagan temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma; sino, más bien, teman al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.”—Mat. 10:28.
13. (a) ¿Por qué se necesita el buen gobierno? (b) ¿Cómo muestran Pedro y los apóstoles que esto no significa que se le debe adorar?
13 El gobierno es una cosa necesaria y buena cuando sirve al pueblo, pero cuando es opresor, el pueblo sufre. Se necesita buen gobierno, especialmente hoy cuando hay más de 3,200,000,000 de personas en el mundo. Pero, ¿tiene que adorar al gobierno el pueblo? ¿Tiene éste que ser superior a toda otra lealtad del pueblo? Si las leyes del hombre están en conflicto con las leyes de Dios, ¿entonces qué? Los apóstoles tuvieron que contestarle esa pregunta al Sanedrín. “Pedro y los otros apóstoles dijeron: ‘Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.’” Debido a su devoción a Jehová Dios los gobernantes “les dieron azotes y les ordenaron que dejasen de hablar.” Después de eso, ¿qué hicieron éstos? “Todos los días en el templo y de casa en casa continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.” (Hech. 5:29, 40-42) De modo que aunque el gobierno es necesario, no puede hacer que se cese de decir la verdad, que es las buenas nuevas para todos los pueblos, y no tiene derecho a hacer eso.
14-16. (a) Muestre cómo comienzan los sentimientos nacionalistas. (b) ¿Cuál ha sido el resultado final a través de los siglos?
14 ¿Pero cómo empieza el nacionalismo? Ciertos grupos de personas, generalmente con la misma cabeza de familia, viven en estrecha unión y tienen un sentido profundo de pertenecerse mutuamente. Forman los mismos hábitos y tienen el mismo modo de vivir. Su lealtad es lealtad al grupo y quieren que todos los del grupo contribuyan al bienestar mutuo. Ciertamente no hay nada malo en que las personas se amen mutuamente, y quieran disfrutar de asociación mutua y estén interesadas en el bienestar mutuo. Este es un mandamiento dado por Dios, el amar uno a su prójimo como a sí mismo.
15 No obstante, a medida que estos grupos crecen, frecuentemente ciertos individuos empiezan a hablar de patriotismo nacional. Ahora a su grupo nacional se le dice que es superior a todos los demás grupos, y un caudillo trata de mostrar la superioridad del grupo de ellos sobre otros grupos por medio de la agresión y la conquista. No prestando atención a la habilidad de pensar de algunos que quieren vivir como dirige la Biblia, el dictador de un grupo trata de obligar a todo el pueblo a reunirse alrededor de él, a rendir homenaje a una insignia, bandera o imagen hecha por el hombre o a un símbolo del modo de vivir del grupo. Cuando eso sucede el espíritu nacionalista de éstos está llevándose a un extremo exagerado. Los hombres que temen a Dios saben que Jehová “hizo de un solo hombre toda nación de hombres” y por lo tanto no concordarán con que se adore al Estado por medio de sus emblemas. Entonces la minoría sufre por no seguir el mismo rumbo que la mayoría. Jesús y los apóstoles estaban en minoría pero estaban en lo correcto.
16 Algunos de los otros factores que producen el nacionalismo son el idioma, la raza, la religión, el territorio y el modo de vivir político, además de factores económicos. Cuando examinamos la historia mundial verdadera podemos ver que muchos grupos nacionales se han formado de grupos muy pequeños. En realidad, toda la familia humana desde el gran diluvio ha venido de Noé y sus tres hijos, Sem, Cam y Jafet. La Biblia dice claramente que “estos tres eran los hijos de Noé, y de éstos se extendió por todas partes la población de la tierra.” (Gén. 9:19) Primero hubo grupos de familia, entonces tribus, más tarde vino el vivir juntos en ciudades. Así vino el reino de Nemrod. (Gén. 10:9, 10) Con el transcurso de los siglos grandes naciones se han extendido a través de los territorios conquistando otras naciones. De este modo hemos tenido imperios mundiales, Egipto, Asiria, Babilonia, Medopersia, Grecia y Roma. Desde entonces, en años recientes, hemos visto a muchas naciones empujarse adelante a la prominencia. Recuerde a Mussolini de Italia, que quiso ser conquistador de partes del África. Él se alió con Hitler de Alemania, quien trató de apoderarse de toda Europa, Asia y África. Él verdaderamente quería ser el gobernante del mundo. ¡Qué carnicero resultó ser! Después del fracaso de sus planes para conquistar las naciones, ha habido muchos grupos nacionales que han buscado la independencia, y han mostrado intenso patriotismo y lealtad a ciertos caudillos.
17. Muestre cómo se ha desarrollado el nacionalismo desde la II Guerra Mundial.
17 “Lucha” ha sido el encabezamiento de los periódicos, especialmente desde 1914, hasta este mismo día. Nacionalistas agresivos están exigiendo ciertos derechos y territorio para ciertos grupos de gente. De modo que se forman nuevos gobiernos. En los pasados cuatro años en tan solamente África se han establecido unos veinticuatro nuevos países. Y desde la II Guerra Mundial ese continente ha producido unos treinta y seis nuevos estados.c The Encyclopedia Americana declara lo siguiente: “Desde la II Guerra Mundial, el nacionalismo continúa desempeñando un papel principal en todo el mundo. Las técnicas hitlerianas recibieron aun más desarrollo de José Stalin, quien resultó discípulo hábil del nacionalismo fascista.”d Sin embargo, al considerar el nacionalismo la Americana dice: “En tiempos primitivos, la lealtad suprema del hombre tenía como centro su religión. Hoy este lugar ha sido tomado por la nación.”e
18, 19. (a) Defina nacionalismo. (b) Cuando el nacionalismo se lleva a la exageración, ¿cuáles son los resultados?
18 La revista Time del 7 de diciembre de 1962, en la página 20, dijo: “Los señores feudales de la edad media daban su lealtad al rey, no al país, y a los barones franceses que peleaban del lado de los reyes ingleses invasores se les consideraba vasallos fieles, no colaboradores. Escribe el historiador Carlton Hayes: ‘La nacionalidad siempre ha existido. El patriotismo ha existido desde largo tiempo, y se ha aplicado a una localidad o se ha extendido a un imperio. Pero la fusión del patriotismo con la nacionalidad y el predominio del patriotismo nacional sobre toda otra lealtad humana—lo cual es nacionalismo—es cosa moderna, muy moderna.’
19 “Los nacionalistas llegaron a aprender que su credo contenía malas semillas así como buenas. La nación exigió lealtad suprema de sus ciudadanos, insistió en su superioridad sobre otras nacionalidades, fomentó el orgullo en el carácter y destino nacional. Llevadas a la exageración, estas convicciones desempeñaron su parte en la I Guerra Mundial y, en una perversión del nacionalismo, soltaron contra el mundo el terror nazi, y en la Tierra se apilaron los cadáveres.”
20. ¿Cómo llega a ser una lealtad suprema el nacionalismo?
20 En su libro Nationalism: A Religion, el autor católico romano Carlton Hayes también declara lo siguiente, en la página diez: “Hay grados de nacionalismo, como sucede con cualquier emoción. Nuestra lealtad a la nacionalidad y al estado nacional puede ser acondicionada por otras lealtades—a la familia, a la iglesia, a la humanidad, al internacionalismo—y por lo tanto restringida en un grado correspondiente. Por otra parte, el nacionalismo puede ser una lealtad de superioridad prominente, suprema, que domine sobre todas las demás. Esto generalmente ocurre cuando la emoción nacional se funde con la emoción religiosa, y el nacionalismo mismo llega a ser una religión o un sustituto para la religión.”
EL CRISTIANISMO Y EL NACIONALISMO
21, 22. (a) ¿Hay compatibilidad entre el nacionalismo y el cristianismo? (b) ¿Qué ha hecho la cristiandad para obligar una mezcla de los dos, y con qué resultados?
21 De todos modos, sépase esto: El cristianismo y el nacionalismo no se mezclan. Cristo Jesús nunca los mezcló. Pero, ¿qué hay de las religiones católicas y protestantes de la cristiandad? Ellas se entregan plenamente al nacionalismo y apoyan a cada país en el cual tienen adherentes. El clero de todas estas religiones hasta hace campaña por líderes políticos y algunos del clero son candidatos para puestos políticos ellos mismos. En tiempos de guerra el clero toma la delantera en estimular a los jóvenes de su nación a participar en asesinato contra miembros de su misma organización religiosa en otro país, aunque la Biblia, que según ellos es la base para su creencia religiosa, dice que no se debe matar.
22 ¿Qué ha llegado a ser el clero de estas organizaciones religiosas? ¿Qué han hecho que sean sus parroquianos? Santiago, seguidor en los pasos de Jesucristo, dijo esto: “Adúlteras, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, por lo tanto, que quiere ser amigo del mundo está constituyéndose enemigo de Dios.” (Sant. 4:4) Usted debe saber a qué son leales ellos. ¿No pueden entender ellos que o uno es fiel a un amo, mientras odia al otro, o viceversa? Jesús dijo vigorosamente: “Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.” (Mat. 6:24) ¿Es usted cristiano? Si así es, ¿qué está en primer lugar en su vida? Usted tiene derecho a escoger por sí mismo. Pero, ¿tiene usted derecho a condenar y castigar a otro cristiano que escoja a su Creador como su Amo en vez de al Estado?
23. Como Jesús y sus discípulos, ¿cuál es la actitud del cristiano cuando se trata de hacer la voluntad de Jehová?
23 El cristiano que está dedicado a hacer la voluntad de Jehová va a hacer lo que Jehová le enseña a hacer. Jehová se ha revelado y ha revelado su voluntad por medio de su Palabra escrita, la Santa Biblia. Mientras más uno se familiariza con la Palabra escrita, mejor entiende uno lo que debe hacer. Jesús se declaró—lo mismo hicieron los apóstoles y los cristianos primitivos—no contra Roma, sino a favor de Jehová, su Amo escogido. Él era su Dios. Otras personas, la mayoría, escogieron a César. Ese era su privilegio, ¿pero por qué perseguir a la minoría, a los que creían en Dios y lo adoraban?
24. Defina el término ‘amor al prójimo’ cuando envuelve la lealtad a Dios.
24 En la vida de cada persona llega un tiempo en que tiene que decidir dónde mantener su lealtad. El ser leal a Jehová no significa que uno no muestre amistad a su prójimo, o siquiera a la nación en que uno haya nacido. Jesús enseñó que debemos amar tanto a nuestro Padre que está en los cielos como a nuestro prójimo. (Luc. 10:27) Pero eso no significa que tenemos que hacer lo que nuestro prójimo hace. Jesús aconsejó en su Sermón de la Montaña: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo.’ Sin embargo, yo les digo: Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen; para que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos.” (Mat. 5:43-45) De modo que usted puede amar a su prójimo, hasta a su enemigo, pero eso no significa que usted tiene que hacer las cosas malas que él hace.
EJEMPLO HISTÓRICO
25, 26. ¿A qué tiempo en la historia iremos ahora para un ejemplo apropiado de lealtad a Dios o al Estado, y quiénes son los individuos envueltos en esto?
25 Por un momento remontémonos más atrás en la historia al año 617 a. de la E.C. En aquel año Nabucodonosor, el rey de Babilonia, se llevó cautivos a muchos israelitas a Babilonia. Nabucodonosor escogió a algunos de los hijos de Israel, de la simiente o descendencia real, para que recibieran entrenamiento especial en su corte. Se seleccionó a los mejores, los que eran de buen parecer, los que tenían perspicacia en toda sabiduría, y estaban familiarizados con el conocimiento y el buen discernimiento. Estos habían de estar en el palacio del rey. Se dieron instrucciones de enseñar a estos jóvenes la escritura y la lengua de los caldeos. Para que pudieran recibir buen alimento, “el rey les señaló una porción diaria de las exquisiteces del rey y de su vino de beber, hasta para nutrirlos por tres años, para que al fin de éstos estuvieran ante el rey.”—Dan. 1:1-5.
26 Entre los niños especialmente escogidos había cuatro muchachos, probablemente entre las edades de catorce y dieciocho años. Eran de la tribu de Judá. Sus nombres eran Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Cada uno de sus nombres tenía un significado interesante: Daniel significaba “Dios Es Juez”; Ananías, “Jah Ha Favorecido”; Misael, “¿Quién Es Lo Que Dios Es?”; Azarías, “Jah Es Custodio.” El que se les cambiara el nombre muy evidentemente tenía algo que ver con el deseo de Nabucodonosor de apartarlos de su Dios y hacer que ellos pensaran del modo caldeo en vez del modo hebreo. El nombre de Daniel fue cambiado a Beltsasar, que significa “Príncipe de Bel,” o “El Caudillo del Señor.” El nombre de Ananías fue cambiado a Sadrac, el significado del cual es oscuro, pero algunos dicen que significa “El Siervo de Aku” (el dios de la Luna). A Misael se le llamó Mesac. El significado de Mesac no se sabe, pero alguna tradición dice que es posiblemente el nombre de una deidad babilónica. El nombre de Azarías fue cambiado a Abednego, que significa “Siervo de Nego [o Mercurio].” Así, ellos habían de ser siervos de otros dioses y no de Jehová. ¿Los cambió a ellos el que les cambiaran el nombre?
27, 28. (a) ¿Cambió la actitud de estos individuos en cuanto a la adoración de Dios el que les dieran nombres paganos? (b) ¿Cómo mostraron ellos que aun en el asunto de comer no violarían la ley de su Dios, y cuál fue el resultado?
27 Estos jóvenes no se sintieron adulados por el cambio de sus nombres o por la atención especial que estaban obteniendo del rey. Estaban dedicados al Dios Todopoderoso Jehová. Aunque estaban en cautiverio en Babilonia, deseaban vivir por la ley de Dios como estaba escrita en Su Palabra. “Daniel resolvió en su corazón que él no se contaminaría con las exquisiteces del rey y con su vino de beber.” (Dan. 1:8) Él, junto con sus tres compañeros, siguió solicitando solamente vegetales para comer y agua para beber. Daniel tuvo una discusión grande con el funcionario de la corte que proveía el alimento, pero finalmente lo convenció de traerle aquella clase sencilla de alimento por diez días. Daniel y estos mozos que estaban con él probablemente recordaban las palabras de Deuteronomio 6:4-7: “Escucha, oh Israel: Jehová nuestro Dios es un solo Jehová. Y debes amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma y toda tu fuerza vital. Y estas palabras que te estoy mandando hoy deben resultar estar en tu corazón; y debes inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.”
28 Ellos conocían los Diez Mandamientos y los reglamentos de Jehová en cuanto al comer. Tenían inculcadas en su mente las palabras de Moisés: “Y ahora, oh Israel, escucha los reglamentos y las decisiones judiciales que les estoy enseñando a hacer, a fin de que vivan.” (Deu. 4:1) Aborrecían el alimento inmundo y prohibido. Rehusando comer carne y beber vino que muy probablemente eran ofrecidos a ídolos, comieron vegetales y “al fin de diez días sus rostros parecían mejores y más engrosados en carne que los de todos los niños que estaban comiendo las exquisiteces del rey.” (Dan. 1:15) Esto, por supuesto, le fue agradable al funcionario de la corte que cuidaba a Daniel, Ananías, Misael y Azarías. Le fue agradable a Jehová, también, porque, “en cuanto a estos niños, los cuatro, a ellos el Dios verdadero les dio conocimiento y perspicacia en toda escritura y sabiduría; y Daniel mismo tenía entendimiento en toda suerte de visión y sueño.”—Dan. 1:17.
29, 30. ¿Los cambió a ellos y cambió su lealtad a Dios el adquirir un puesto en el gobierno y regalos?
29 Durante su curso de entrenamiento de tres años ellos aprendieron el idioma caldeo y las otras cosas que se les enseñaban, pero nunca olvidaron a su Dios y las cosas que habían aprendido en Judea en cuanto a las leyes de Jehová. Aun cuando se les llevó para que estuvieran ante el rey, este hecho no los deslumbró. Daniel, por la ayuda de Dios, interpretó sueños, recibió muchos regalos del rey y fue nombrado gobernante sobre el distrito jurisdiccional de Babilonia y fue nombrado prefecto principal sobre los sabios de Babilonia; pero aun esto no lo envaneció. Su lealtad a Jehová todavía quedó en primer lugar.
30 Daniel, estando ahora en tan alta posición, “hizo una solicitud al rey, y él nombró sobre la administración del distrito jurisdiccional de Babilonia a Sadrac, Mesac y Abednego, pero Daniel estaba en la corte del rey.” (Dan. 2:49) Estos cuatro judíos se mantuvieron estrechamente unidos entre sí y juntos en su adoración. Sin embargo, aun así atendieron sus deberes asignados, porque eran esclavos en Babilonia. No obstante, estos cuatro muchachos con gran conocimiento y responsabilidad no iban a hacerse nacionalistas y a ser adoradores del Estado y olvidar su amor a Dios. Rehusaban dar al Estado más de lo que era del Estado y nada a Dios. Ciertamente no darían nada al Estado que fuera de Dios.
31. ¿Qué prueba tendrían que afrontar cierto día estos cuatro hebreos, lo cual hace que surjan qué preguntas?
31 Todos los siervos de Jehová Dios afrontarán pruebas en un tiempo u otro. Jesús dijo a los testigos cristianos de Jehová que ellos también se encararían a oposición y persecución por motivo de Cristo. Así fue con estos cuatro niños hebreos; algún día tenían que afrontar el asunto en cuanto a su lealtad y devoción. ¿Resultaría estar su lealtad dirigida a su Dios o al Estado? ¿Adorarían ellos a la nación y renunciarían a su Dios? ¿Se inclinarían al Estado si llegara a ser un asunto de vida o muerte? La narración bíblica en el capítulo tres de Daniel nos da la respuesta.
AFRONTANDO LA CUESTIÓN
32. Describa cómo se estaba adelantando hacia un punto en disputa en Babilonia.
32 El rey Nabucodonosor mandó a hacer una gran imagen de oro. Su altura era de sesenta codos (veintisiete metros) y su anchura era de seis codos (tres metros). Se construyó en las llanuras de Dura en el distrito jurisdiccional de Babilonia, un lugar a aproximadamente diez kilómetros al sur de Babilonia. “Nabucodonosor mismo como rey mandó a reunir a los sátrapas, los prefectos y los gobernadores, los consejeros, los tesoreros, los jueces, los magistrados de la policía y todos los administradores de los distritos jurisdiccionales para que vinieran a la inauguración de la imagen que Nabucodonosor el rey había erigido.” (Dan. 3:1, 2) Este mandato, por supuesto, incluiría a Sadrac, Mesac y Abednego, quienes habían sido nombrados administradores sobre el distrito jurisdiccional de Babilonia.
33. (a) ¿Cuál era el objetivo del Diablo ahora en cuanto a los tres niños hebreos, y en qué palabras dio el rey su mandato de adorar? (b) ¿Qué declaración interesante aparece en la nota al pie de la página, tomada del folleto Our Flag?
33 Esto era un intento deliberado de parte de Satanás el Diablo, el verdadero dios de Babilonia, para hacer que estos tres hebreos se inclinaran ante el Estado, la imagen del Estado, fuese un monumento, estandarte o bandera.f La imagen dorada representaba el imperio de Babilonia. Todos los gobernantes nombrados de los países que Nabucodonosor había conquistado habrían de estar allí al mismo tiempo e inclinarse ante esta imagen. El nacionalismo de Babilonia se estaba imponiendo obligatoriamente a los judíos, asirios, egipcios y a todos los que Nabucodonosor había conquistado. Vinieron juntos. “Y el heraldo estaba gritando fuertemente: ‘A ustedes se les dice, oh pueblos, grupos nacionales y lenguas, que al tiempo que oigan el sonido de la corneta, del caramillo, de la cítara, del arpa triangular, del instrumento de cuerdas, de la gaita y de toda suerte de instrumentos musicales, se postren y adoren la imagen de oro que Nabucodonosor el rey ha erigido. Y el que no se postre y adore será al mismo momento lanzado en el ardiente horno de fuego.’” (Dan. 3:4-6) El mandato era: ¡Inclínense ante la imagen, adoren al Estado! ¡Nacionalismo! ¡Todos los pueblos, los gobernantes, grandes y pequeños, ahora tenían que adorar lo que Jesús llamó César, o su imagen, el Nacionalismo!
34, 35. ¿Cómo se enfrentaron los tres hebreos al punto en disputa que ahora surgió, y en qué mandato de su Dios pensaron?
34 ¡Pero mire! ¡Hay tres hombres de pie! ¡No se quieren inclinar! ¿Puede imaginarse eso? Estos tres hombres habían ido junto con todos los otros a la llanura de Dura al mandato del rey, pero no iban a inclinarse. ¿Por qué? Fueron hasta el punto que pudieron. Se reunieron con los otros, pero ahora vino la prueba. Hicieron la decisión correcta. Los tres judíos, Sadrac, Mesac y Abednego, pensaron en las palabras que Jehová le dijo a Moisés:
35 “Yo soy Jehová tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos. No debes tener ningunos otros dioses contra mi rostro. No debes hacer para ti una imagen tallada o una forma parecida a cosa alguna que esté en los cielos arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en las aguas debajo de la tierra. No debes inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirlas, porque yo Jehová el Dios tuyo soy un Dios que exige devoción exclusiva, trayendo castigo por el error de los padres a los hijos, a la tercera generación y a la cuarta generación, en el caso de los que me odian; pero ejerciendo bondad amorosa hacia la milésima generación en el caso de los que me aman y guardan mis mandamientos. No debes tomar el nombre de Jehová tu Dios de manera indigna, porque Jehová no dejará impune al que tome su nombre de manera indigna.”—Éxo. 20:1-7.
36. ¿En quién cifraban su confianza?
36 Eso lo podían entender estos tres hebreos. Ellos daban a su Dios devoción exclusiva. Ellos no se iban a inclinar ante una imagen o estandarte hecha por el hombre y adorarla. Ellos amaban su vida y creían que el Dios de ellos los salvaría. Pero si no se les mantenía vivos, entonces no había razón para temer a la muerte porque ellos creían en la resurrección de los muertos. Cuando Nabucodonosor oyó lo que había ocurrido estalló en rabia y furia y ordenó una investigación.
37. ¿Qué ocurrió después, cuando llevaron a estos hombres ante el rey?
37 Estos tres hebreos fueron llevados ante Nabucodonosor, y él les dijo: “¿Es verdaderamente así, oh Sadrac, Mesac y Abednego, que ustedes no están sirviendo a mis propios dioses, y no están adorando la imagen de oro que he erigido?” (Dan. 3:14) Perturbaba al rey el que estos excelentes siervos suyos se desviaran de lo esperado y no hicieran esta cosa sencilla, ‘solamente inclinarse, nada más.’ De modo que Nabucodonosor dijo que les daría otra oportunidad. Sus palabras fueron: “Ahora bien, si ustedes están listos de modo que cuando oigan el sonido de la corneta, del caramillo, de la cítara, del arpa triangular, del instrumento de cuerdas, de la gaita y de toda suerte de instrumentos musicales, se postren y adoren la imagen que he hecho, muy bien. Pero si no adoran, en ese mismo momento se les arrojará en el ardiente horno de fuego. ¿Y quién es ese dios que pueda rescatarlos de mis manos?”—Dan. 3:15.
38. ¿Hubo alguna vacilación por los tres hebreos cuando se les ofreció otra oportunidad de inclinarse, y cuáles fueron sus palabras en respuesta al rey?
38 Estos hebreos no necesitaron ni un momento para decidir. Ya estaban resueltos. Desde el tiempo en que eran jovencitos, desde cuando se les estaba alimentando en la escuela privada del rey para nobles, ellos sabían a quién servirían. Si ellos no quisieron quebrantar las leyes de Jehová en cuanto a comer alimentos, ¿quebrantarían ahora su ley en cuanto a la adoración de imágenes? De modo que sin vacilación “Sadrac, Mesac y Abednego contestaron, y estaban diciendo al rey: ‘Oh Nabucodonosor, no estamos en necesidad alguna en este respecto de devolverte palabras. Si ha de ser, nuestro Dios a quien servimos puede rescatarnos. Del ardiente horno de fuego y de tu mano, oh rey, nos rescatará él. Pero si no, llega a saber tú, oh rey, que no es a tus dioses que servimos, y a la imagen de oro que has erigido no la adoraremos.”—Dan. 3:16-18.
39. ¿Qué otra persona dio una respuesta similar en defensa de la adoración pura de Dios?
39 ¡Fe! ¡Lealtad! ¿Dónde desde entonces hemos oído una decisión poderosa como ésta? ¿Recuerda cuando Satanás trató de hacer que Jesús ‘le rindiera un acto de adoración’ a él? Jesús no se tardó en darle la respuesta tampoco. “Entonces Jesús le dijo: ‘¡Vete, Satanás! Porque está escrito: “Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solo que tienes que rendir servicio sagrado.”’”—Mat. 4:8-10.
LIBERACIÓN A LOS FIELES
40-42. Describa ahora el tenso drama que se desenvuelve delante de Nabucodonosor y el resultado final del episodio del horno ardiente.
40 Nabucodonosor sabía muy bien a quién adoraban estos tres hebreos. Pero, ¿cederían bajo presión cuando se les atara y estuvieran listos para ser arrojados en el horno? ¿Se inclinarían entonces al Estado y se harían nacionalistas? ¿Tratarían de servir a dos amos? ¿Rendirían al Estado las cosas que no pertenecían al Estado?
41 Estos tres hombres ‘no se hicieron temerosos de los que matan el cuerpo mas no pueden matar el alma.’ Más bien, fueron como los verdaderos cristianos de hoy día que realmente aprecian el excelente ejemplo de los tres hebreos que ‘temían al que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el Gehena.’ (Mat. 10:28) Observaron a Nabucodonosor lleno de furia y con su mismo semblante cambiado en cuanto a ellos. El rey ordenó: ‘Arrójenlos en el horno de fuego, ahora siete veces más caliente.’ Los arrojaron en el horno que estaba calentado hasta tal punto que cuando los hombres a quienes se ordenó que lanzaran a los tres hebreos en el horno lo hicieron, ellos mismos fueron muertos por las intensas llamas.
42 Entonces Nabucodonosor vio algo que infundía temor. Se levantó apresuradamente y dijo: “¿No fueron tres hombres físicamente capacitados los que arrojamos atados en medio del fuego?” Los que estaban con él dijeron: “Sí, oh rey.” Pero Nabucodonosor, excitado, dijo: “¡Mira! Contemplo cuatro hombres físicamente capacitados caminando libremente en medio del fuego, y no tienen daño, y la apariencia del cuarto se asemeja a un hijo de los dioses.” Entonces Nabucodonosor gritó a los tres hombres que estaban en el fuego y les dijo que salieran y vinieran a él. Sadrac, Mesac y Abednego salieron de en medio del fuego. Era verdaderamente pasmoso. El fuego no había tenido poder sobre sus cuerpos, ni siquiera un cabello de sus cabezas se había quemado. ¡Hasta sus mantos habían quedado sin ser afectados y no tenían ni el olor del fuego mismo! Estos hombres habían pasado por una gran experiencia y probado su fidelidad.—Dan. 3:24-27.
43. ¿Cuáles fueron entonces las siguientes palabras de Nabucodonosor, en vindicación del poder de Jehová para librar?
43 Esta experiencia sacudió a Nabucodonosor, porque él dijo: “Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, que envió su ángel y rescató a sus siervos que confiaron en él y que cambiaron la misma palabra del rey y entregaron sus cuerpos, porque no quisieron servir y no quisieron adorar a ningún dios de ninguna manera excepto a su propio Dios. Y de mí se está dando una orden, de que cualquier pueblo, grupo nacional o lengua que diga cualquier cosa incorrecta contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego sea desmembrado, y su casa debe ser convertida en retrete público; puesto que no existe otro dios que pueda librar como éste.” (Dan. 3:28, 29) ¿Cree usted también hoy que “no existe otro dios que pueda librar como éste”?
[Notas]
a The Encyclopedia Americana, tomo 19, página 755, edición de 1956.
b The Encyclopedia Americana, tomo 19, página 756, edición de 1956.
c Foreign Letter, 24 de diciembre de 1963 (¡Despertad! del 8 de junio de 1964, página 29).
d The Encyclopedia Americana, tomo 19, página 755.
e Íb., página 756.
f En el folleto Our Flag (Nuestra Bandera), publicado por la Oficina de información y Educación de las Fuerzas Armadas, Departamento de Defensa, en la página uno dice esto: “La historia del origen de nuestra bandera nacional hace paralelo con la historia del origen de nuestra patria. Tal como nuestra patria recibió sus derechos de nacimiento de los pueblos de muchos países que se reunieron en estas orillas para fundar una nueva nación, así el diseño de las Estrellas y las Franjas surgió de varios orígenes allá atrás en las neblinas de la antigüedad para llegar a estar blasonado en los estandartes de nuestra República en su infancia.
“La estrella es un símbolo de los cielos y de la meta divina a la cual ha aspirado el hombre desde tiempo inmemorial; la franja simboliza los rayos de la luz que emana del Sol. Ambos temas por largo tiempo han estado representados en los estandartes de las naciones desde las banderas de los adoradores astrales de Egipto y Babilonia antiguos hasta la bandera de doce estrellas de los conquistadores españoles bajo Cortés. Continuando en favor, se extendieron a los estandartes franjeados de Holanda y la Compañía de la India Occidental en el siglo XVII y a los patrones actuales de estrellas y franjas en las banderas de varias naciones de Europa, Asia y las Américas.”
En la página 23 dice: “El Secretario de Defensa, Washington, 28 de diciembre de 1959, OUR FLAG (DOD Pam 5-6a)—Esta Publicación oficial del Departamento de Defensa es para uso del personal en el servicio militar. [Firmado] Tomás S. Gates. Publicado por la Oficina de Información y Educación de las Fuerzas Armadas, Departamento de Defensa, Washington 25, D.C.”
[Ilustración de la página 165]
“No es a tus dioses que servimos, y a la imagen de oro que has erigido no la adoraremos.”—Dan. 3:18.