Mantenga su juicio en todas las cosas
“Mantengan su juicio, sean vigilantes.”—1 Ped. 5:8.
1. ¿A qué recurren muchas personas para escaparse de los problemas de la vida, y con qué resultados?
¡QUÉ refrescante es asociarse con personas que mantienen su juicio y permanecen equilibradas en situaciones que producen tensión y presión! Especialmente es esto cierto hoy día, con las condiciones como están por todo el mundo. Hasta en lugares remotos son problemas tan abrumadores los que ejercen influencia en la gente que los líderes mundiales desesperan de hallar maneras de enfrentarse a ellos, y mucho menos esperan resolverlos. Enfrentándose a estas condiciones, muchas personas han tratado de olvidarlas recurriendo al alcohol o las drogas en un esfuerzo por embotar sus sentidos a las realidades de la vida. Pero al hacerlo simplemente crean más problemas para sí.—Pro. 23:29-35.
2. ¿Qué condiciones que les sobrevendrían a los cristianos del primer siglo requerían que mantuvieran su juicio, y cómo describió esto Pablo?
2 En el primer siglo, los cristianos, también, se vieron acosados por condiciones que finalmente los someterían a prueba hasta el mismísimo límite. ¿Se les aconsejó que embotaran su mente para que aquellas condiciones se les hicieran más soportables? Al contrario, aunque quizás haya sido desagradable encararse a las expectativas de persecución y considerable apostatar de la fe, los constantes necesitaban saber qué encerraba el futuro para que pudieran vencerlo con buen éxito. Por lo tanto, el superintendente Timoteo recibió del apóstol Pablo franca advertencia en cuanto a esta apostasía venidera, en estas palabras: “Habrá un período de tiempo en que no soportarán la enseñanza sana, sino que, de acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que les regalen los oídos; y apartarán sus oídos de la verdad.” Debido a la inminencia de aquel peligro, el apóstol declaró además: “Tú, sin embargo, mantén tu juicio [“sé de mente sobria”—Kingdom Interlinear] en todas las cosas.” (2 Tim. 4:3-5) Estando armado así, Timoteo podría contrarrestar aquellos engaños sutiles.
3. (a) ¿Por qué es apremiante que mantengamos nuestro juicio hoy día? (b) Como explicó Pedro, ¿por qué tienen que ser vigilantes los ancianos, y por qué anima Pablo a que estemos despiertos?
3 En los más de mil novecientos años desde que Pablo escribió esas palabras, esa apostasía ha llegado a florecer plenamente y puede ser identificada como la cristiandad del día moderno. Aunque Jehová Dios ha separado de ella a su congregación cristiana verdadera, todavía hay la misma necesidad apremiante de mantener uno su juicio porque la apostasía de ella se acerca a su zenit y está envolviendo a toda la Tierra. Además, su hostilidad para con los seguidores verdaderos de Cristo puede, a cualquier hora, tomar la forma de persecución intensa, tal como en el primer siglo. ¿Están, por lo tanto, los ancianos de la congregación fortaleciendo espiritualmente a sus asociados cristianos para que resistan esas presiones aumentadas y permanezcan leales? Es con buena razón que el apóstol Pedro dio esta exhortación a los ancianos: “Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia,” y agregó esta advertencia: “Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien.” (1 Ped. 5:2, 8) La gravedad del peligro que representa ese adversario ha aumentado durante estos tiempos de condiciones mundiales que empeoran y hay que considerarla sobriamente para que los tiempos en acelerado movimiento y la rápidamente cambiante escena del mundo no nos confundan. Esto somete a prueba a los ancianos en cuanto a si pueden o no salvaguardar a la congregación cristiana con guía sensata, sana. No es hora tampoco para embotamiento de la mente. Pablo advirtió que “el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche” y luego dio esta exhortación: “No sigamos durmiendo como los demás, sino quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio.” (1 Tes. 5:2, 6-9) ¿Qué tiene que hacer usted, entonces, como anciano, para mostrar que ha tomado a pechos la admonición de ‘mantener su juicio en todas las cosas’?
DESARROLLANDO UN PUNTO DE VISTA DE MENTE SOBRIA EN CUANTO A LAS RESPONSABILIDADES
4. ¿De qué maneras tiene que ‘efectuar su ministerio plenamente’ el anciano?
4 Esa advertencia tan repetida de ‘mantener su juicio’ debe poner sobre aviso a los ancianos en cuanto a la necesidad de mantener en enfoque claro sus muchas responsabilidades para que, como Timoteo, ‘efectúen su ministerio’ a grado cabal. La preferencia personal pudiera tender a hacer que un anciano exagerara y dirigiera la mayor parte de su atención a solo uno o dos aspectos de su superintendencia. Sin embargo, ése no sería un punto de vista sano. Más bien, al considerar el tiempo que tiene disponible, debería hacerlo con la intención de ver cómo puede repartirlo a fin de que pueda atender responsabilidades de familia, pastoreo, enseñanza, y predicar y hacer discípulos. El atender todo esto con buen éxito requiere un modo de pensar claro, equilibrio y sensatez de modo que se dé atención debida a cada una y ninguna sufra desatención.
5. ¿Debe un anciano que es hombre de familia dedicar todo su tiempo a su familia? ¿Por qué?
5 Considere, por ejemplo, a un anciano que es hombre de familia. Ciertamente tiene fuerte razón para ser de mente sobria al considerar las pruebas y presiones severas que los que son allegados suyos tienen que afrontar casi diariamente. Para que él continúe siendo anciano tiene que mostrar interés genuino en su propia familia y poner un buen ejemplo como padre delante de la congregación. Pablo detalló los requisitos que el anciano debe satisfacer, declarando que debe ser “hombre que presida su propia casa excelentemente, teniendo hijos en sujeción con toda seriedad.” (1 Tim. 3:4, 5) Sin embargo, si pasara todo su tiempo con su familia no les pondría buen ejemplo ni siquiera a ellos. ¿Por qué no? Porque esto los animaría a desarrollar una actitud egocéntrica, una de excluirse de otros. En cambio, se les debería estimular a mostrar interés en otros, tanto en los de la congregación como en personas del mundo de la humanidad. Se les debería invitar a participar en la proclamación de la maravillosa esperanza de la vida eterna, tal como a ellos se les había dado esa esperanza. Este punto de vista ensanchado, pues, inculcará en ellos una compasiva comprensión de otros y un aprecio más pleno del propósito del Creador.
6. ¿Cómo debe considerar el anciano la necesidad de adquirir conocimiento?
6 De igual manera, los ancianos deben estar ‘capacitados para enseñar’; de modo que es preciso que sean estudiantes serios de la Palabra de Dios. (1 Tim. 3:2) Dependiendo de su educación, por cuántos años hayan estado estudiando la Biblia, y otros factores, algunos quizás piensen que tienen que dedicar una porción considerable de su tiempo a estudiar, a investigar en las Escrituras y preparar discursos. Sin embargo, en esto también un anciano pudiera exagerar a menos que ejerciera cuidado y mantuviera sus otras responsabilidades bien enfocadas. Pablo señala un peligro sutil que puede alcanzar a los que dan mucha atención al conocimiento, al declarar: “El conocimiento hincha, pero el amor edifica.” (1 Cor. 8:1; 13:2) Esto no quiere decir que el conocimiento no sea importante, sino, más bien, que es necesario que tenga amor consigo para que efectúe algo que valga la pena. El amor difiere del conocimiento en que se expresa en actividad y no es simplemente datos inertes almacenados en la mente. Por consiguiente, el anciano que ‘mantiene su juicio’ combinará el estudio con servir a sus hermanos y a los del mundo de la humanidad; así dará buen uso a su conocimiento.—1 Juan 3:18.
7. (a) ¿Cuán apremiante es la obra de pastoreo? (b) ¿Cómo puede asegurarse el anciano de que su amor sea completo?
7 Pablo dio mucho énfasis al pastoreo, al exhortar a los superintendentes efesios a “pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.” (Hech. 20:28) No hay duda de que ésta es una obra urgente, en vista de estos tiempos peligrosos en que la mismísima vida de los cristianos pudiera estar en balanzas. (2 Tim. 4:2) Además, el pastoreo eficaz requiere tiempo. Hay que pasar muchas horas preparándose para reuniones y conferencias, visitando y animando a los que necesitan ayuda o que están enfermos. Sin embargo, esta obra vital, también, tiene que considerarse en relación con otros aspectos de las responsabilidades de un anciano. Jesús mostró que, aunque el amor a los hermanos cristianos de uno es una señal principal de discipulado verdadero, no excusa a sus seguidores de extender amor a los del mundo de la humanidad. De hecho, el amor de ellos sería incompleto a menos que abarcara aun a los opositores, como dice Jesús: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo.’ Sin embargo, yo les digo: Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen.” (Mat. 5:43-48) De modo que, importante como sea el pastoreo, éste, también, tiene que ser equilibrado con las otras responsabilidades de un anciano.
8. (a) ¿Qué obra revela el amor y la compasión de Jehová, y cómo llega a familiarizarse con esto la gente? (b) ¿Cómo únicamente glorificarán a Dios nuestras “obras excelentes”?
8 Una responsabilidad en la que puede participar la entera asociación de cristianos es la responsabilidad urgente de predicar las buenas nuevas y hacer discípulos. (Mat. 24:14; 28:19, 20) Esta obra familiariza a la gente con el amor y la compasión que Jehová Dios le tiene a la humanidad, un amor tan grande “que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16) Si han de recibir la luz de la verdad será de los siervos de Dios que la obtendrán, pues Jesús dijo de ellos: “Ustedes son la luz del mundo.” ¿Qué han de hacer con esa luz? No ocultarla; más bien, dijo él, “resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus obras excelentes y den gloria a su Padre que está en los cielos.” (Mat. 5:14-16) Las “obras excelentes” identifican a los individuos como personas excelentes... obras como las que producen familias excelentes y hogares ordenados, empleados honrados y congregaciones de cristianos que se tienen amor genuino unos a otros. Sin embargo, ¿vería la mayor parte de la gente el verdadero significado de estas “obras excelentes” si nunca expresáramos la verdad, predicando las buenas nuevas de casa en casa? Probablemente nos considerarían solo como ‘buena gente.’ Sin embargo, si nos expresamos, discernirán por qué somos diferentes, qué es lo que nos hace fructíferos en obras excelentes, y entonces, en vez de darnos a nosotros el crédito, ‘darán gloria a nuestro Padre que está en los cielos.’ Los ancianos, especialmente, deben esforzarse con mente sobria por participar plenamente en declarar las buenas nuevas y ‘ser ejemplos del rebaño’ en esto, animando personalmente a sus hermanos a unirse a ellos en esta obra importante, tal como los apóstoles participaron en la obra de predicar.—Mat. 4:19, 20.
REAJUSTANDO A LOS QUE HAN ERRADO
9. ¿Qué enfoque equilibrado gobierna la manera en que los ancianos tratan a los que yerran?
9 Además de esas responsabilidades ya mencionadas de los ancianos, hay ocasiones en que tienen que tratar de reajustar a sus hermanos cristianos que yerran y entran en pecado. En esto, de nuevo, se tienen que esforzar por ‘mantener su juicio’ y adoptar un enfoque equilibrado. No es responsabilidad de ellos, por ejemplo, asumir el tratar de vivir la vida de otros. Tampoco deben hacer una cuestión grande de un asunto leve o imponer algún punto de vista o norma personal en otros. Más bien, Pedro aconsejó: “Que ninguno de ustedes sufra . . . como entremetido en asuntos ajenos.” (1 Ped. 4:15) Sin embargo, deben estar alerta a las necesidades de sus hermanos y estar listos para suministrarles ayuda si se necesita.
10. (a) Cuando trata con los que yerran, ¿por qué es importante la actitud del anciano? (b) ¿Cómo difiere el que yerra que es tratado con apacibilidad de uno que merece una reprensión severa?
10 Además, su actitud para con los que yerran es muy importante. Lógicamente no debe ser una actitud severa o de regaño. Una actitud como ésa solo pudiera alejar a una persona verdaderamente arrepentida, mientras que la bondad puede ayudar al recobro de hasta los que son algo tercos. Note, por favor, la manera en que Pablo aconsejó tratar a los que yerran: “Hermanos, aun cuando un hombre da algún paso en falso antes de darse cuenta de ello, ustedes que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad.” (Gál. 6:1) De modo que Pablo recalca que si un anciano realmente quiere ayudar a una persona en esa condición, debe adoptar un “espíritu de apacibilidad” mientras se esfuerza amorosamente por reajustar a su hermano y ganarse su corazón a la condición anterior correcta. La persona de quien Pablo habla no merece una reprensión severa como aquellos a quienes llamó “hombres ingobernables, habladores sin provecho, y engañadores de la mente.” (Tito 1:10, 13) El que va a escuchar no es un practicante endurecido del pecado, sino, más bien, uno que dio un “paso en falso antes de darse cuenta de ello.” De modo que no merece que se le trate como enemigo. En realidad, tanto él como el anciano tienen un enemigo común, Satanás; de modo que sería incorrecto el que un anciano agregara una carga aplastante al que ya está compungido a causa de su pecado. Lo que debe odiarse es, no al que erró, sino el acto incorrecto que cometió.—Jud. 22, 23.
11. ¿Cómo ilustra Pablo la situación del que yerra, y qué se necesita para aclararle su derrotero incorrecto?
11 Ilustrando para nosotros la situación del que yerra, Pablo la asemeja a la de un animal desventurado que ha sido atrapado en el lazo de un cazador. Sin embargo, éste no es un cazador ordinario; éstos son atrapados en el “lazo del Diablo, siendo que han sido pescados vivos por él para la voluntad de ése.” (2 Tim. 2:24-26) Cierto, el dar un tirón rudo a un animal atrapado para sacarlo de una trampa pudiera librarlo, pero ciertamente le causaría grave daño. ¿No sería mucho mejor usar dulzura y apacibilidad de modo que, cuando sea soltado, pueda sanar más fácilmente de las heridas que se ha acarreado? De la misma manera, es necesario tratar con compasión a los que yerran; sin embargo, también con una medida de firmeza a fin de aclararles el peligro de su derrotero incorrecto. Es necesario que aprendan a realmente odiar el mal que han cometido y ver lo detestable que es. Es vital que entiendan por qué el punto de vista de Jehová en cuanto al asunto es sano y para su bien y felicidad, y que se adhieran a su Palabra, así como está escrito: “Porque el mandamiento es una lámpara, y una luz es la ley, y las censuras de la disciplina son el camino de la vida.”—Pro. 6:23.
12. ¿Cómo pudiera acarrearles culpabilidad de homicidio a los ancianos el mostrar timidez en cuanto a censurar o reajustar a los malhechores?
12 Los ancianos que tienen amor genuino a los que yerran jamás se abstendrán tímidamente de dar la reprensión necesaria o reajustar a los que yerran. En cambio, obrarán en armonía con Proverbios 27:5, 6, que dice: “Mejor es una censura revelada que un amor oculto. Las heridas infligidas por uno que ama son fieles, pero los besos de uno que odia son cosas que han de ser suplicadas.” (Pro. 27:5, 6) De hecho, el que un anciano no diera debida amonestación o corrección, cuando es patente que se está siguiendo un derrotero incorrecto, podría resultar en que llevara culpa por homicidio. Pablo se aseguró de que ninguna mancha cayera sobre él, y por eso denodadamente cumplió con su comisión, diciendo: “Los llamo para que sean testigos este mismo día de que yo estoy limpio de la sangre de todo hombre, porque no me he retraído de decirles todo el consejo de Dios.” (Hech. 20:26, 27) Si, como Pablo, los ancianos mantienen su juicio y valerosamente asumen sus responsabilidades, verán venir bien duradero a los que han ayudado a recobrarse de un derrotero de extravío.
NO EVADIENDO RESPONSABILIDADES DE TOMAR DECISIONES
13. ¿Cuál es la fuente de la responsabilidad que le coloca sobre los ancianos, y por qué están capacitados para tomar decisiones correctas?
13 De lo que acabamos de considerar es patente que los ancianos a veces quizás tengan que tomar decisiones serias, algunas de las cuales quizás hasta afecten la vida de sus hermanos. Esta responsabilidad pesada de obrar como superintendentes y pastores no proviene de ninguna fuente terrestre; más bien, el espíritu santo de Dios se las confiere, haciéndolos sus representantes. Pablo explicó esto a los ancianos de la congregación de Éfeso de esta manera: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios.” (Hech. 20:28) De modo que, como Timoteo, deben considerarse responsables a Dios y a Cristo de llevar a cabo la obra que se les ha asignado. (2 Tim. 4:1, 2) En la mayor parte de las situaciones los ancianos están bien capacitados para tomar decisiones correctas, porque Jehová Dios les ha dado un espíritu de “poder y de amor y de buen juicio.” (2 Tim. 1:7) Se les da “poder,” o habilidad, para que puedan usar los dones espirituales que poseen. Tienen el ‘espíritu de amor’ para que ayuden a otros con la motivación apropiada, y con “buen juicio” son guiados en la dirección apropiada a medida que se esfuerzan por desempeñar sus responsabilidades.
14. (a) Explique por qué muchos asuntos a menudo tienen que ser remitidos de regreso a los ancianos locales para que tomen las decisiones. (b) ¿Cómo pueden prepararse los ancianos para manejar localmente los asuntos, y a quiénes pueden acudir por ayuda?
14 A pesar de esta ayuda de Dios y su Palabra escrita, de vez en cuando algunos ancianos le piden a la sucursal de la Sociedad Watch Tower o al cuerpo gobernante que tomen decisiones por ellos, como las que se relacionan con la recomendación para el nombramiento de ancianos y asuntos similares. A pesar de que la sucursal está anuente a ayudar y tiene un deseo sincero de hacerlo, a menudo el asunto tiene que remitirse de regreso a los ancianos que conocen los hechos, para que ellos mismos hagan la recomendación. Los ancianos pueden hacer preguntas, obtener respuestas, conseguir más hechos relacionados con el asunto que se trata, si se hace necesario, antes de tomar una decisión final. Y no se hallan en desventaja, hablando espiritualmente. Además, de parte de Dios tienen la responsabilidad de tomar esas decisiones y no colocarlas innecesariamente sobre otros. De modo que deben prepararse mediante estudio y oración para tomar decisiones correctas en armonía con la voluntad de Dios. Pablo le enfatizó a Timoteo la necesidad de confiar de todo corazón en las Escrituras, puesto que son ‘inspiradas de Dios y provechosas para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia.’ Si el anciano basara sus decisiones en ellas, demostraría ser un hombre de Dios “enteramente competente, estando completamente equipado para toda buena obra.” (2 Tim. 3:16, 17) La ayuda de otros ancianos, también, puede resultar útil. La Biblia declara que “resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial, pero en la multitud de consejeros hay logro.” (Pro. 15:22) Si el superintendente de circuito o distrito está visitando la congregación, también se puede consultar a este superintendente.
15. ¿Cuándo deben los ancianos remitir los asuntos a la sucursal de la Sociedad?
15 Sin embargo, si después de haber efectuado un estudio cabal y haber examinado cuidadosamente las Escrituras, no se encuentra ninguna respuesta a un asunto o problema en particular, ¿qué proceder deben tomar los ancianos? Ciertamente sería sumamente imprudente el que ellos procedieran a decidir el asunto independientemente, quizás conjeturando en cuanto a la respuesta o simplemente tomando una decisión arbitraria que se basara en su propio juicio. Más bien, en un caso así su mejor recurso es comunicarse con la sucursal de la Sociedad que atiende a su país y pedir ayuda.
16. ¿Qué principio debe seguirse cuando los ancianos tienen que tratar con los que son populares, respetados o influyentes?
16 Los ancianos jamás deben dejar de obrar debido al temor al hombre. Quizás sea cierto que a veces tengan que tratar con alguien que sea popular o respetado o influyente. Sin embargo, esto no debe influir en sus decisiones a favor de esa persona. La norma de la Palabra de Dios es muy clara al respecto. Declara: “No deben hacer injusticia en el juicio. No debes tratar con parcialidad al de humilde condición, y no debes preferir la persona de un grande. Con justicia debes juzgar a tu asociado.” (Lev. 19:15; Sant. 2:1-9) De esto es muy patente que una demostración de favoritismo es injusta y viola la ley de Dios.
BASE SUS DECISIONES EN LA BIBLIA
17. ¿Cómo pueden demostrar los ancianos profundo respeto a las Escrituras?
17 Ante todo, los ancianos deben demostrar un profundo respeto a la Palabra de Dios por medio de basar todo su consejo en ella. (2 Tim. 2:15) Esto significa que asiduamente evitarán expresar sus propias ideas como la autoridad en los asuntos, sino que, en vez de eso, fielmente transmitirán la enseñanza que han recibido de las Escrituras y de la clase del siervo de Jehová, el “esclavo fiel y discreto.” (Mat. 24:45; 1 Tim. 4:6, 16) Sus hermanos cristianos deben reconocer, también, que los ancianos no simplemente hablan acerca de la Biblia, sino que son ejemplos vivos del poder de la Palabra de Dios por demostrarse que aplican los principios piadosos en su vida. Esto ayudará a la entera asociación de cristianos a apreciar la guía y dirección de los ancianos y a imitar su ejemplo de fe.—Heb. 13:7.
18. ¿Quiénes, además de los ancianos, tienen que mantener su juicio, y con qué expectativa segura en mira?
18 Finalmente, hay que recordar que es necesario que todos los siervos de Dios ‘mantengan su juicio,’ no únicamente los ancianos, porque cada uno de nosotros tiene que enfrentarse a los mismos peligros del mundo. Las condiciones críticas de hoy día están sometiendo a verdaderas pruebas de la fe a cada cristiano. Muy ciertamente es hora de exhibir pensamiento sobrio, hora de desarrollar un punto de vista claro en cuanto a los asuntos a la luz de la Palabra de Dios, de que cada uno de nosotros pueda tomar decisiones sabias. Solo de esta manera podemos todos juntos ayudarnos unos a otros a ‘quedarnos despiertos y mantener nuestro juicio’ para que el día de juicio de Jehová no nos alcance como ladrón. ¡Entonces, como “hijos de luz e hijos del día,” seremos preservados a través de la venidera destrucción mundial y entraremos en el nuevo orden que Dios hace para Su alabanza eterna y nuestra sempiterna salvación!—1 Tes. 5:5, 6.
[Ilustraciones de la página 657]
Es necesario que el anciano distribuya su tiempo para poder atender las responsabilidades de familia . . .
. . . para preparar discursos y estudio personal
[Ilustraciones de la página 658]
Visitas de pastoreo son parte de la responsabilidad del anciano . . .
. . . y también participar en el servicio del campo