Cada uno rendirá cuenta
“Todos estaremos de pie ante el tribunal de Dios. De manera que cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios.”—Rom. 14:10, 12.
1, 2. ¿A quién tenemos todos que rendir cuenta? ¿Tocante a qué, y por qué?
NINGUNA persona puede evitar el rendir cuenta a Dios. El gran Juez, se nos asegura, “hará un ajuste de cuentas sobre la tierra.” No importa dónde vivamos ni qué religión profesemos, “no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.”—Rom. 9:28; Heb. 4:13.
2 Sea que se haga en público o en secreto, rendiremos cuenta por nuestros hechos. Todo lo que hacemos está ‘abiertamente expuesto a los ojos’ del Juez del universo. Tenemos que rendir cuenta tocante a cuán bien nos hemos ajustado a los elevados mandamientos de Dios: “La conclusión del asunto, habiéndose oído todo, es: Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos. Porque esto es el deber todo del hombre. Porque el mismo Dios verdadero traerá toda clase de obra a juicio en relación a toda cosa oculta, en cuanto a si es buena o es mala.”—Ecl. 12:13, 14.
3. ¿Qué muestra la Biblia en cuanto a rendir cuenta los niños?
3 Los hijos mismos no están enteramente libres de rendir cuenta a Dios. Es cierto que los padres son responsables primariamente delante de Dios por sus hijos; por eso si uno de los dos padres es adorador de Jehová, entonces cualesquier hijos que nazcan de esta unión son santos a los ojos de Dios. (1 Cor. 7:14) Pero es bueno tener presente que el registro bíblico muestra que Dios no ha cerrado los ojos ante las iniquidades de los hijos. En una ocasión Jehová ejecutó a una pandilla escarnecedora de cuarenta y dos niños por medio de dos osas porque estos delincuentes mostraron falta de respeto al profeta de Jehová.—2 Rey. 2:23, 24.
4. En vista de lo que se dice en las Escrituras, ¿cómo deben instruir a sus hijos los padres?
4 Es bueno que los padres, entonces, instruyan a sus hijos en cuanto a que ellos rinden cuenta a Dios, así como los padres mismos rinden cuenta a Dios. En el antiguo Israel los hijos que se hacían delincuentes incorregibles sufrían de acuerdo con la voluntad de Dios siendo ejecutados: “En caso de que un hombre llegara a tener un hijo terco y rebelde, uno que no prestara atención a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y ellos le hayan corregido pero él no quiera escucharles, su padre y su madre deben prenderlo y traerlo a los hombres de mayor edad de su ciudad y hasta la puerta de su lugar y deben decir a los hombres de mayor edad de su ciudad: ‘Este hijo nuestro es terco y rebelde, no presta atención a nuestra voz, siendo glotón y borracho.’ Entonces todos los hombres de la ciudad de él deben lapidarlo con piedras y él debe morir. Así debes eliminar lo que es malo de en medio de ti.” (Deu. 21:18-21) Hoy Dios todavía considera a los hijos como responsables de ser obedientes a sus padres “en unión con el Señor,” como muestra Efesios 6:1-3: “Hijos, sean obedientes a sus padres en unión con el Señor, porque esto es justo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’; que es el primer mandato con promesa: ‘Para que te vaya bien y dures largo tiempo sobre la tierra.’”
RESPONSABLES EN CUANTO A LA DISCIPLINA DE JEHOVÁ
5. ¿De qué son responsables a Dios los padres, y por eso, qué pregunta surge?
5 Después de mostrar que los hijos no están libres de rendir cuenta, el apóstol Pablo prosigue y recalca la obligación de los padres delante de Dios: “Y ustedes, padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” (Efe. 6:4) Note que delante de Dios los padres son responsables de criar a sus hijos, no solo en el consejo autoritativo de Jehová, sino también en la disciplina de Jehová. Es en este asunto de la disciplina que a veces los padres se aflojan. Aunque muestren cuidado y atención amorosos, aunque les enseñen la Palabra de Dios, los padres quizás fallen en cuanto a poner en vigor las leyes de Jehová. Dado que los padres rendirán cuenta por la manera en que crían a sus hijos, surge la pregunta: ¿Qué es la disciplina de Jehová?
6. ¿Con qué comienza la disciplina de Jehová, y por qué es esto tan importante?
6 La disciplina de Jehová no comienza necesariamente con la vara literal. Comienza con el ejemplo correcto de los padres. Jehová pone el ejemplo perfecto, como lo hace su Hijo amado. Nosotros debemos imitarlos, llegando a ser discípulos del Señor Jesucristo. La palabra “disciplina” misma proviene de la misma raíz que la palabra “discípulo.” Un discípulo es el que sigue el ejemplo de un caudillo. Por eso, entonces, la disciplina tiene mucho que ver con el discipulado, porque los hijos deben imitar a sus padres cristianos y llegar a ser discípulos de buenos caudillos. Por medio de poner el ejemplo correcto, los padres ayudan a sus hijos a llegar a ser discípulos del Señor Jesús; así, el ejemplo es un medio de aplicar la disciplina de Jehová. Los padres pueden enseñar a sus hijos lo que es correcto a los ojos de Dios, pero difícilmente pueden esperar que sus hijos actúen de manera mejor que el ejemplo que los padres pongan en el hogar y en otros lugares. Los padres no pueden practicar las cosas que son incorrectas a los ojos de Dios y luego esperar que los hijos hagan todas las cosas que son correctas. Esto significa que a veces los padres tienen que disciplinarse ellos mismos para asegurarse de que amolden su vida en todo respecto a las normas justas de la Santa Palabra de Jehová. Entonces los pequeños no solo adquirirán la instrucción que usted les dé sino que verán mediante su ejemplo cuál es el camino correcto que tomar.
7. (a) ¿Cómo debe aplicarse la disciplina de Jehová? (b) ¿Por qué no deben los padres exasperar a sus hijos, y cómo puede evitarse tal cosa?
7 Si los padres han de rendir cuenta buena a Dios por la manera en que crían a sus hijos, tienen que aplicar la disciplina de Jehová con amor pero con firmeza. Esto requiere una disciplina positiva, no una clase de disciplina perezosa en la cual los padres sobornan a sus hijos para que se porten bien. La disciplina firme significa que los padres no andarán con tiento. El niño necesita saber lo que sus padres representan y que a ellos no se les puede debilitar de los principios de Jehová por ninguna cantidad de argumentación, zalamería o lloro. Aunque es firme, la disciplina de Jehová se aplica con amor, para que sea consistente, razonable y justa. El padre amoroso comprende que los niños no son perfectos y que cometerán errores. Si a los hijos se les fastidia con amenazas de castigo por cada imperfección pequeña, error pequeño o accidente, entonces se irritan. Pablo dijo: “No estén exasperando a sus hijos, para que ellos no se descorazonen.” (Col. 3:21) Si los hijos son exasperados por sus padres, se trastornan nerviosamente y no pueden sacar provecho de la reprensión. Por consiguiente, el padre amoroso, aunque es firme, es razonable. El niño puede apreciar el raciocinio. Haga explicaciones a la mente pueril. Entonces el niño puede seguirlas, sabiendo que está siendo llevado en la dirección que Jehová dirige.
8. Como se muestra por la Palabra de Jehová, ¿qué clase de disciplina se requerirá a veces, y cuál será su beneficio?
8 Todos los hijos de Adán necesitan corrección, y a veces la disciplina firme exige la vara, con administración de dolor. “La necedad está enlazada con el corazón del muchacho; la vara de la disciplina es lo que la alejará de él.” (Pro. 22:15) La disciplina de Jehová, por lo tanto, no es una disciplina reducida de vigor tal como la que aconsejan algunas autoridades mundanas que siempre quisieran retener la vara. No, la vara literal es lo que se da a entender básicamente en Proverbios 23:13, 14: “No te abstengas de disciplinar al simple muchacho. En caso de que le golpees con la vara, no morirá. Con la vara tú mismo debes pegarle, para que libres su mismísima alma de Sheol mismo.” A veces, entonces, un padre o una madre tendrá que hablar al niño mediante el administrar dolor. Este dolor, nos asegura la Palabra de Dios, no va a matar al niño; pero tendrá efectos provechosos, beneficios, protectores para el niño, protegiendo “su mismísima alma de Sheol.”
EVITANDO EL DOLOR PATERNAL
9. ¿Cómo protege de manera doble la disciplina de Jehová?
9 La disciplina de Jehová protege de dos maneras: (1) Al niño mismo y (2) a los padres mismos. Sin disciplina, el niño pudiera continuar de manera desagradable a Jehová y no obtener la vida en el nuevo mundo de Dios. Sin disciplina, el niño, mediante su conducta delincuente, dará dolor a los padres. No se puede esperar que un hijo se imagine intelectualmente la angustia y dolor que tiene el poder de infligir a sus padres por su mal comportamiento. Algo debe hacerse, entonces; de otra manera un hijo traerá mucho sufrimiento al corazón y mente de los padres. “Cualquiera que llega a ser padre de un hijo estúpido—le es un pesar; y el padre de un hijo insensato no se regocija. El hijo estúpido le es una vejación a su padre y una amargura a la que lo dio a luz.” “La vara y la reprensión son lo que da sabiduría; pero el muchacho a quien se le da rienda suelta estará causando vergüenza a su madre.”—Pro. 17:21, 25; 29:15.
10, 11. (a) ¿Cómo pueden los padres evitar el sufrir dolor? (b) Además de la vara literal, ¿qué más puede usarse al aplicar la disciplina de Jehová?
10 Ahora bien, ¿qué impedirá que los padres sufran toda esta vergüenza, vejación, aflicción y congoja? Pues, la disciplina de Jehová. Dado que la delincuencia es el resultado lógico de las acciones desenfrenadas de un hijo, “la vara y la reprensión” son necesarias. Para evitar que los padres sufran aflicción y dolor, el hijo debe sufrir dolor. “Corrige a tu hijo y te traerá descanso y dará mucho placer a tu alma.” “El que contiene su vara está odiando a su hijo, pero el que lo ama es el que lo busca con disciplina.” “Corrige a tu hijo mientras exista esperanza.” (Pro. 29:17; 13:24; 19:18) A veces los padres están renuentes a hablar a sus hijos de esta manera; no obstante, los padres son responsables ante Dios de disciplinar a sus hijos según la manera de Jehová.
11 No siempre, por supuesto, es necesario que la disciplina de Jehová envuelva el uso de la vara literal. Puede haber reprensión y humillación por las palabras de la boca, al usarse las palabras de la boca con efecto semejante a vara. El hecho de que los labios pueden usarse de tal manera lo manifiestan las palabras de Pablo a los corintios: “¿Iré a ustedes con vara?” Al crecer más los hijos, la vara de la boca y el privarlos de privilegios bien pueden formar gran parte de la disciplina.—1 Cor. 4:21.
12. ¿Qué debe hacerse para asegurarse de que la disciplina sea “de Jehová”?
12 Ora que la vara sea literal o sea la vara de la boca, que la disciplina se administre de tal manera que sea según la manera de Jehová. Los jóvenes deben entender la disciplina de quién están llevando a cabo sus padres y que los padres no están simplemente agradándose ellos mismos. Al niño o joven se le debe dar a conocer que los padres son responsables delante de Dios de llevar a cabo Su disciplina. Recuerden, es la “vara y la reprensión.” Siempre debe haber una explicación bien clara en cuanto a por qué se está administrando la vara. El hijo debe entender cuál mandamiento de Jehová ha sido violado, para que la disciplina realmente sea la de Jehová.
RINDIENDO CUENTA
13, 14. (a) ¿Qué es aun más serio para los padres que la aflicción que traen los hijos sin disciplina? (b) ¿Cómo se ilustra en el caso de Elí la responsabilidad que se tiene ante Dios de aplicar su disciplina?
13 Sin disciplina, los actos delincuentes de una persona joven traerán aflicción y oprobio a los padres, pero, algo más serio, los padres negligentes rendirán cuenta a Dios. Como ilustración de que los padres, así como los que se hallan en puestos responsables en la organización de Dios, son responsables a Dios por aplicar la disciplina de Jehová tenemos el caso del sumo sacerdote Elí.
14 Como padre, sumo sacerdote y juez de Israel, Elí se aflojó en cuanto a aplicar la disciplina de Jehová. Sus dos hijos, Ofni y Finees, servían de sacerdotes oficiantes y por eso debían haber sido ejemplares en su conducta. Pero no fue así: “Los hijos de Elí eran hombres inservibles; no reconocían a Jehová.” El relato bíblico prosigue y muestra que estos hijos que servían de sacerdotes no se contentaban con la porción que la ley de Dios les asignaba a ellos. Estos hijos codiciosos también se servían antes que a Jehová. Antes de satisfacer su propio apetito, deberían haber ofrecido la grasa sobre el altar a Jehová; pero se ponían antes que Jehová. Su padre y sumo sacerdote aparentemente no los reprendía; por eso Jehová le dijo a Elí: “Sigues honrando a tus hijos más que a mí.” En su vejez Elí reprendió blandamente a sus hijos pero solo cuando su conducta se hizo aun más abominable y vergonzosa. “Había oído de todo lo que sus hijos seguían haciendo a todo Israel y que se acostaban con las mujeres que servían a la entrada de la tienda de reunión.” Los hijos de Elí merecían la muerte bajo la ley de Dios y no obstante él no aplicaba la disciplina de Jehová por medio de despedir del puesto a los malvados. Por consiguiente, Jehová anunció que la influencia de la casa de Elí iba a ser destruida y que sus dos hijos morirían el mismo día. Todavía Elí no adoptó acción disciplinaria contra sus hijos sino que les permitió permanecer en el puesto. Finalmente, por medio del profeta Samuel, Jehová declaró: “Debes decirle que estoy juzgando su casa hasta tiempo indefinido por el error que él ha sabido, porque sus hijos están pidiendo el mal sobre Dios, y él no los ha reprendido.” Parece que Elí había mimado o consentido a sus hijos desde la infancia; y cuando la delincuencia de sus hijos se hizo notoria, él, en su vejez, reconvenía blandamente cuando debería haber emprendido acción disciplinaria. No obstante, ni como padre ni como sumo sacerdote y juez de Israel aplicó él la disciplina de Jehová. Por este fracaso Dios juzgó responsable a Elí: “El error de la casa de Elí no será traído a exención de castigo.”—1 Sam. 2:12–3:14.
15. ¿Cómo puede afectar a un padre cristiano hoy día el aplicar la disciplina de Jehová, y por eso, cómo considera Dios el asunto?
15 Tan responsables son los padres a los ojos de Dios en cuanto a si aplican la disciplina de Jehová o no que el apóstol cristiano, hablando de las cualidades para ser superintendente en la congregación, escribió: “El superintendente por lo tanto debe ser . . . hombre que presida su propia casa excelentemente, teniendo hijos en sujeción con toda seriedad; (si de veras no sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?).” No es cosa leve a los ojos de Dios el que un padre sea negligente en cuanto a criar a sus hijos en la disciplina de Jehová.—1 Tim. 3:2, 4, 5.
16. Como se muestra por un informe periodístico, ¿cuáles son los resultados excelentes de criar a los hijos según la manera de Jehová?
16 Cuando a los hijos se les cría en “la disciplina y consejo autoritativo de Jehová,” con el conocimiento de que tanto ellos como sus padres son responsables a Dios, los resultados excelentes no pueden mantenerse secretos. Cuando un periodista visitó la Asamblea de distrito “Adoradores unidos” de los testigos de Jehová en el Estadio Yanqui en 1961, observó a las muchas personas jóvenes presentes y escribió un artículo que apareció en la primera plana del Post del condado Queens (Nueva York), el 2 de agosto de 1961, el cual dijo:
“Hoy cuando uno ve tanta delincuencia juvenil, tanto niños sin disciplina, tan poco respeto de los jóvenes para los mayores, tan gran aumento en el crimen año tras año por los de 20 años y menos, de repente lo detiene bruscamente el contemplar una enorme organización compuesta de centenares de miles de familias que no tienen problemas de delincuencia. Y naturalmente uno se pregunta por qué. . . . Cuando se trata de sus hijos, los Testigos de Jehová obtienen consejo del mismo libro al que se dirigen por consejo sobre cualquier otro rasgo de la vida—la Santa Biblia. . . . Los testigos de Jehová creen que la mejor manera de combatir la delincuencia—es impidiéndola. Uno está dispuesto a convenir cuando ve el gran número de Testigos jóvenes de Jehová que emprenden el ministerio en vez de la travesura, la testificación en vez del vagar y la predicación en vez de andar acechando. Uno percibe que los jóvenes aquí en el Estadio Yanqui no representan un Despertamiento de la Juventud de una vez al año, sino un modo de vida de todo el año. Las condiciones del mundo, que hacen a algunos jóvenes buscadores de emociones sin propósito con una actitud de ‘comamos, bebamos y divirtámonos porque mañana moriremos,’ fomentan en estos Testigos jóvenes un sentido de responsabilidad. Tienen una expectativa segura de algo mejor y un deseo de querer compartirla con su prójimo. Tienen un propósito muy verdadero en la vida y la importancia de ello les da ese sentido de valía que tanto falta en la juventud moderna.”
TIEMPO QUE QUEDA PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS
17. (a) En cuanto a responsabilidad, ¿qué muestran las Escrituras tocante a la gran masa de la humanidad que rehúsa vivir en conformidad con la Palabra de Jehová? (b) A menos que cambien, ¿cuál será el fin de los que desobedecen a Dios?
17 No todas las personas, por supuesto, son adoradores dedicados de Jehová Dios; no obstante, todos tienen que enfrentarse a rendir cuenta. Si los adoradores verdaderos de Dios han de rendir cuenta, ¿qué hay de la gran masa de la humanidad que rehúsa hacer su voluntad divina, que sigue haciendo la voluntad de las naciones? El apóstol Pedro declara: “Porque es el tiempo señalado para que comience el juicio por la casa de Dios. Ahora bien, si comienza primero por nosotros, ¿cuál será el fin de los que no son obedientes a las buenas nuevas de Dios? ‘Y si el justo con dificultad se está salvando, ¿dónde aparecerán el impío y el pecador?’” A menos que cambien su manera de proceder “el fin de los que no son obedientes a las buenas nuevas” de Dios será “en la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna.”—1 Ped. 4:17, 18; 2 Tes. 1:7-9.
18. ¿Qué debe dejar de hacer una persona si desea evitar el “castigo judicial,” y a quién rendirán cuenta los impíos?
18 Hoy la mayoría de la humanidad está entregada a un desenfrenado holgorio de mundanalidad; pero si queremos evitar el “castigo judicial” que pronto le será proporcionado a ella en el Armagedón, entonces, seamos jóvenes o viejos, no nos conviene pasar más tiempo haciendo cosas como las que el apóstol Pedro describe así: “Basta el tiempo que ha pasado para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales. Porque ustedes no continúan corriendo con ellos en este derrotero al mismo bajo sumidero de disolución, están perplejos y siguen hablando injuriosamente de ustedes. Pero estas personas rendirán cuenta al que está listo para juzgar a los vivos y a los muertos.” De modo que los impíos y los que hablan injuriosamente de usted por hacer la voluntad de Dios tienen que ‘rendir cuenta’ al Juez de Dios, Jesucristo, “El decretado por Dios para ser juez de vivos y de muertos.”—1 Ped. 4:3-5; Hech. 10:42.
19. ¿Cómo debe sentirse el cristiano en cuanto al uso del tiempo, y por qué no hay necesidad de desesperarse? Pero, ¿qué debe hacerse?
19 Para el cristiano, el tiempo que pasó en su vida haciendo la voluntad de las naciones ha sido suficiente, en realidad demasiado; pero no podía evitarlo, habiendo nacido en este sistema de cosas y no conociendo la verdad de Dios. Pero cuando un individuo aprende la verdad de la Santa Biblia, llega el tiempo de cambiar, de volverse y vivir en conformidad con las leyes de Dios. Aunque tal vez el individuo se lamente por el tiempo que pasó anteriormente haciendo la voluntad del mundo, por la fuerza y energía que empleó anteriormente en holgorios mundanos, no hay que desesperarse: Todavía hay tiempo delante de nosotros. Pero no mucho. Pedro sigue diciendo: “El fin de todas las cosas se ha acercado.” Viendo que no queda mucho tiempo para este mundo, querremos usar el resto sabiamente por medio de darlo todo a Jehová Dios, para hacer su voluntad.—1 Ped. 4:7.
EL JUICIO YA HA EMPEZADO
20, 21. (a) ¿Cómo y en qué ocasión indicó Jesús que el juicio ya habría comenzado en este mismísimo tiempo? (b) ¿Sobre qué base está siendo juzgada ahora la gente de todas las naciones por el Rey, y cuál es la decisión judicial en cuanto a las cabras y las ovejas respectivamente?
20 El Juez de Jehová, Jesucristo, se halla en su puesto ahora; y sea que la gente de todas las naciones lo sepa o no, se halla en el proceso de rendir cuenta. Mirando hacia nuestro día, Jesús relató una parábola acerca de las ovejas y las cabras, dando esta ilustración después que sus discípulos le habían preguntado: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?” Entonces Jesús dijo su gran profecía en cuanto a “la conclusión del sistema de cosas”; y la parábola de las ovejas y las cabras forma las palabras concluyentes y culminantes de la profecía.—Mat. 24:3.
21 ¿Cómo juzga a las personas de las naciones el Rey, en cuanto a si son a semejanza de ovejas o a semejanza de cabras? Por su actitud hacia las buenas nuevas del reino establecido de Dios que ahora se está predicando “en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14) El hecho de que la obra de juicio se haría mientras las naciones mundanas todavía fuesen empresas prósperas lo manifiestan las palabras de Jesús: “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, . . . todas las naciones serán juntadas delante de él, y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras.” (Mat. 25:31, 32) La gente a semejanza de cabras no muestra bondad a los testigos del Rey sobre la Tierra. La gente a semejanza de cabras que está contra el Reino, a la izquierda del Rey, rendirá cuenta, y el juicio es: “Estos partirán al cortamiento eterno.” Pero la gente a semejanza de ovejas en pro del Reino no solo trata a los testigos del Reino bondadosamente, sino que también acepta las buenas nuevas del Reino, las predica ella misma y da su lealtad de corazón al reino de Dios. Los individuos a semejanza de ovejas, a la derecha del Rey, rinden cuenta, y la decisión es: “Vengan, ustedes que tienen la bendición de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.” Heredan vida eterna sobre la Tierra bajo el reino del cielo.—Mat. 25:46, 34.
22. ¿Por qué están los cristianos verdaderos bajo responsabilidad especial hoy día?
22 Dado que está envuelta en esto la vida de la gente, el adorador verdadero de Dios queda bajo responsabilidad especial hoy día. ¿Cómo? En cuanto a si da advertencia o no a los que están haciendo la voluntad de las naciones para que se vuelvan y hagan la voluntad de Dios, sirviendo los intereses de su Reino. El principio es que la persona que no da advertencia al inicuo será responsable a Dios.—Eze. 3:17, 18.
23. (a) Considerando el tiempo que queda y el juicio que ya ha empezado, ¿qué deben hacer todos los que buscan la vida? (b) ¿Qué debe tenerse presente, a medida que esperamos qué bendición final?
23 Quedando tan poco tiempo y con el juicio que ya ha empezado, ¿por qué aplazar el hacer la voluntad de Dios? Hijos, obedezcan a sus padres cristianos. Padres, críen a sus hijos “en la disciplina y consejo autoritativo de Jehová.” Ustedes, los que apenas están aprendiendo la verdad de Dios, usen el tiempo que queda sabiamente y aléjense de la mundanalidad y acérquense al servicio de Dios. Ustedes, que son ministros dedicados de Dios, sean fieles a su ministerio. Puesto que Dios traerá “toda clase de obra a juicio,” tengamos presente siempre que nuestra final rendición de cuenta no es al hombre, ni siquiera al país bajo cuyo gobierno vivimos. “Pues todos estaremos de pie ante el tribunal de Dios. De manera que cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios.” (Rom. 14:10, 12) Que el Juez de Jehová “de vivos y de muertos” se complazca en hallar buena nuestra cuenta y nos confíe los intereses y privilegios de después del Armagedón, junto con el don de vida eterna.