Creyentes casados llamados a paz y salvación
“El hermano o la hermana no está en servidumbre bajo tales circunstancias, sino que Dios los ha llamado a ustedes a paz.”—1 Cor. 7:15.
1. Porque no era bueno que Adán estuviera solo, ¿qué se propuso que fuera el matrimonio para el hombre?
CUANDO el matrimonio se introdujo por primera vez al hombre, se introdujo con la idea de que fuera un arreglo pacífico. Se propuso que fuera para la felicidad y el bien del hombre, porque el Creador paternal del primer hombre, Adán, vio que no era bueno que el hombre continuara solo.
2. ¿Cómo comenzó el matrimonio favorablemente para Adán y Eva, y cómo pudo haber continuado pacífica y felizmente?
2 Todo se diseñó para hacer pacífico y armonioso el matrimonio. Aquella con quien el hombre se casó fue una criatura femenina hecha en perfección para ser ayudante del hombre, como complemento de él. Ella era muy íntimamente parte de él, porque en realidad era hueso de sus huesos y carne de su carne, como el hombre mismo dijo. De modo muy importante, el hombre y su esposa eran de la misma fe religiosa; ambos eran hijos de Jehová Dios, teniendo comunión con él y adorándolo. Tenían la bendición de su Padre celestial y se les dijo claramente lo que tenían que hacer juntos en su hogar paradisíaco. Sus deberes no se oponían; tenían un propósito común que cumplir en conformidad con la voluntad de Dios, y esto requería cooperación pacífica. Tenían la capacidad para amarse mutuamente; era del todo natural que se amaran uno al otro. Sobre todo, deben haber amado a su Dios y Padre, aunque no podían verlo. Mediante obediencia amorosa a la voluntad de Dios, su matrimonio que había comenzado tan favorablemente pudo haber continuado pacífica y felizmente.—Gén. 1:26 a 2:25.
3. El prohibir el casarse muestra una apostasía de ¿qué, y cómo muestra el caso de los apóstoles de Cristo si la Biblia prohíbe que se casen los cristianos del rango que sea?
3 El apóstol cristiano Pablo, una autoridad en cuanto al matrimonio para los creyentes, escribió muchas cosas importantes en cuanto al matrimonio. Al superintendente de una congregación cristiana Pablo escribió: “La declaración inspirada dice definitivamente que en los períodos de tiempo posteriores algunos se apartarán de la fe, ... prohibiendo el casarse.” (1 Tim. 4:1-3) Sin embargo, las Santas Escrituras mismas no prohíben el matrimonio, ni siquiera a los doce fundamentos de la congregación cristiana, los doce apóstoles. Después de una oración a Dios que duró una noche entera, Jesús escogió a sus doce apóstoles, y entre ellos incluyó a Simón, a quien Jesús llamó Pedro o Cefas. En ese tiempo Pedro o Cefas era casado, con suegra, a la cual Jesús sanó de una dolencia corporal. (Luc. 6:12-16; Juan 1:42; Mat. 8:14, 15) Al defender el derecho de un apóstol de casarse con una hermana en la fe, Pablo escribió: “¿No soy libre? ¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús nuestro Señor? ... Mi defensa para con los que me examinan es como sigue: Tenemos autoridad para comer y beber, ¿no es así? Tenemos autoridad para llevar con nosotros a una hermana como esposa, así como los demás de los apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas, ¿no es así?” (1 Cor. 9:1-5) La Palabra de Dios dice que sí.
4. ¿Cómo muestran las instrucciones de Pablo a Timoteo y Tito si los llamados “obispos” y “diáconos” y “sacerdotes” pueden casarse bíblicamente?
4 Pablo escribió a Timoteo y Tito que aquellos a quienes la cristiandad llama “obispos” y “diáconos” y “sacerdotes” y “presbíteros” pueden casarse. Citando Tito 1:5-7 de la Biblia católica romana Versión Nácar-Colunga: “Para que . . . constituyeses por las ciudades presbíteros en la forma que te ordené. Que sean irreprochables, maridos de una sola mujer, cuyos hijos sean fieles, que no estén tachados de liviandad o desobediencia. Porque es preciso que el obispo sea inculpable, como administrador de Dios.” También 1 Timoteo 3:2-4, 12 (NC) lee: “Es preciso que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, ... que sepa gobernar bien su propia casa, que tenga los hijos en sujeción, con toda honestidad. Los diáconos sean maridos de una sola mujer, que sepan gobernar a sus hijos y a su propia casa.”
5. Según algunos traductores y comentadores bíblicos la expresión “marido de una sola mujer” quiere decir ¿qué, y por lo tanto a quiénes se les podría excluir de tener puesto en una congregación?
5 Note el requisito repetido, “marido de una sola mujer.” Algunos traductores y comentadores bíblicos consideran que esto significa “casado una sola vez,” no casado más de una vez, excluyendo así a los divorciados que se vuelven a casar y a los viudos que se vuelven a casar. Pero el traductor judío H. J. Schonfield vierte 1 Timoteo 3:12: “Que los administradores [diáconos] permanezcan casados a una sola esposa, dirigiendo bien a sus hijos y a su propia casa.” Y el traductor arameo G. M. Lamsa vierte el mismo versículo: “Que los diáconos sean nombrados de entre aquellos que no han sido polígamos, gobernando bien a sus hijos y a su propia casa.” El monseñor católico romano R. A. Knox vierte la expresión polémica como “fiel a una sola esposa,” y hace el siguiente comentario al pie de la página sobre esta expresión: “‘Fiel a una sola esposa’ puede significar, pero no significa necesariamente, que en la disciplina de la iglesia primitiva un viudo que se volvía a casar era inelegible para el episcopado.”
6. ¿Por qué fue adecuado este requisito en los tiempos apostólicos?
6 Básicamente la expresión griega para “marido de una sola mujer” significa el esposo de una sola esposa viva. En tiempos apostólicos la poligamia se practicaba entre los no cristianos, y aun entre los hebreos o judíos (de entre quienes se tomaron los primeros miembros de la congregación cristiana) hubo casos notables de poligamia.
7. ¿Qué ejemplos notables de poligamia tenemos en Israel y en África, y cuál es la norma de matrimonio para los cristianos en el nuevo pacto de Dios con su pueblo?
7 Ningún hombre polígamo podía llegar a ser superintendente de congregación, ni siervo ministerial para tal superintendente. Ninguna persona polígama podía siquiera llegar a ser cristiana y como tal miembro de la congregación cristiana dedicada, bautizada. Bajo el pacto de la ley mosaica que Dios hizo con los judíos, la poligamia se permitió pero estuvo estrictamente reglamentada en la nación precristiana de Israel. El caso más sobresaliente de poligamia en toda la historia de Israel fue el del rey Salomón de Jerusalén. Tuvo setecientas esposas y trescientas concubinas, pero al fin sufrió desplome religioso a causa de esto. (1 Rey. 11:3) El caso de Salomón de matrimonios polígamos ha sido sobrepujado por el de dos jefes africanos del siglo pasado. Los dos, el jefe de Loango (en lo que ahora es la República del Congo) y el jefe de Mutesa, en Uganda, tuvieron aproximadamente 7,000 esposas cada uno. (La Times Magazine de Nueva York del 24 de abril de 1960, página 114) Sin embargo, mediante la muerte sacrificatoria de Cristo fue abolido el pacto de la ley mosaica con Israel; y mediante Jesucristo como Medianero, Jehová Dios estableció un nuevo pacto con la congregación de los seguidores de Cristo. Bajo este nuevo pacto no se permite la bigamia o poligamia en la congregación cristiana dedicada, bautizada. El modelo paradisíaco del primer hombre y su una sola esposa ha sido restaurado. En esto, los superintendentes de congregación tienen que ser ejemplos.
8. ¿Qué tendría que hacer un polígamo a fin de llegar a ser un miembro bautizado de la sociedad del nuevo mundo?
8 ¿Cómo podría una persona polígama llegar a ser un cristiano dedicado, bautizado y luego asociarse con la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová? Renunciando a todas sus cónyuges salvo una. No obstante, tal vez esté obligado a proveer después para sus cónyuges libradas y para los hijos que haya tenido con ellas; pero ya no podría tener relaciones sexuales con ellas como esposas o como concubinas. Es preciso que reconozca a una sola cónyuge como su esposa verdadera y le pague exclusivamente a ella el débito conyugal.
9. Para sobrevivir al Armagedón y entrar en el nuevo mundo de Dios, ¿qué tiene que hacer el polígamo, y dónde hay muchos creyentes encarándose a esta prueba?
9 Esto le impone una gran prueba al polígamo que disfruta del mensaje bíblico del nuevo mundo de justicia en el cual el reino de Dios solo permitirá el matrimonio con una sola esposa en la Tierra paradisíaca. Pero el polígamo tiene que encararse a esta prueba si quiere sobrevivir a la venidera guerra universal de Dios del Armagedón y entrar vivo en la “nueva tierra” bajo los “nuevos cielos,” el reino de Dios mediante Cristo. Tal prueba explica por qué el mahometismo, según se informa, se está extendiendo más en África que la religión de la cristiandad. El mahometismo permite la poligamia a cierto grado; y por lo tanto un evangelizador de la cristiandad que regresó recientemente de una gira de predicación en África dijo: “Por cada tres conversos al cristianismo hay siete al islam.” (El Times de Nueva York del 30 de marzo de 1960) Sin embargo, aunque en numerosos casos significa el renunciar a la poligamia, cada año hay muchos millares de africanos nativos que se hacen testigos de Jehová dedicados y bautizados.
10. ¿Qué deseo e instrucción explícitos de Pablo prueban que el volverse a casar no les estaba prohibido a los cristianos enviudados?
10 Ahora en cuanto a tener un solo cónyuge viviente, es claro que Cristo y sus apóstoles no prohibieron que los cristianos viudos se volvieran a casar. Tocante a las viudas más jóvenes cuyos impulsos sexuales se hacían sentir, Pablo dijo al superintendente Timoteo: “Deseo que las viudas más jóvenes se casen, engendren hijos.” (1 Tim. 5:14) Era mejor volver a casarse que fornicar durante un acceso de pasión. De consiguiente, Pablo dijo además: “Ahora, digo a los solteros y a las viudas, es bueno para ellos que permanezcan así como yo. Pero si no tienen gobierno de sí mismos, que se casen, porque es mejor casarse que estar encendido con pasión.”—1 Cor. 7:8, 9.
11. ¿Por qué sería bueno que se volvieran a casar las viudas jóvenes, y por qué no sería inadecuado para ser superintendente un viudo que se volviera a casar?
11 El matrimonio así impediría que fueran distraídas de servir a Dios eficazmente; las salvaguardaría de mala conducta que proporcionaría “oportunidad a que el opositor vilipendie” a la congregación cristiana, a la cual pertenecían las viudas apasionadas. Lo que se permitiría a las viudas justamente se permitiría a los viudos. No hay inmoralidad en esto; pues Pablo explica: “Mientras que su esposo está vivo, [una mujer] sería considerada adúltera si llegara a ser de otro hombre. Pero si muere su esposo, ella está libre de su ley, de modo que no es adúltera si viene a ser de otro hombre.” (Rom. 7:3) Por consiguiente, ¿por qué no sería apto para ser superintendente un viudo que se volviera a casar?
RESPONSABILIDADES DIGNIFICADAS
12. Cuando Pablo dijo que permaneciera uno en la condición en que fue llamado, ¿se refirió a permanecer soltero, o a qué en general, y por qué?
12 Hay que tener en cuenta lo susodicho cuando leemos las palabras de Pablo: “Sea cual fuera la condición en que cada uno fue llamado, hermanos, permanezca en ella asociado con Dios.” (1 Cor. 7:24) Pablo no quiso decir que una persona que es llamada cuando todavía es soltera o ha enviudado tiene que permanecer sin casarse. Pablo dice que sería mejor que ellos como cristianos permanecieran sin casarse; pero ciertas condiciones o desenvolvimientos pueden hacer aconsejable el matrimonio para ellos, por razones morales. De modo que Pablo realmente se estaba refiriendo a ciertas condiciones, estados o llamadas inalterables en los cuales estaban los creyentes cuando Dios los llamó para hacerse seguidores de Cristo. Si Dios mismo pasó por alto tales rasgos inalterables en cuanto a un creyente, entonces el creyente no tenía por qué preocuparse en cuanto a permanecer en tal condición. Si, por selección de Dios, comenzaba a ser cristiano en esa condición, estado o llamada, entonces podría seguir siendo cristiano en el mismo.
13. ¿Qué específicos estados, condiciones o llamadas menciona Pablo en 1 Corintios 7:17-23?
13 Para aclarar eso, Pablo dice: “Únicamente, según Jehová ha dado a cada uno una porción, cada uno ande así como Dios lo ha llamado. Y así ordeno yo en todas las congregaciones. ¿Fue algún hombre llamado circunciso [a causa de ser judío, samaritano, prosélito o egipcio]? No se haga incircunciso. ¿Ha sido algún hombre llamado en incircuncisión? No se circuncide. La circuncisión no significa nada, y la incircuncisión no significa nada, pero el observar los mandamientos de Dios sí. Sea cual fuera el estado [o, llamada] en que cada uno fue llamado, permanezca en él. ¿Fue usted llamado esclavo? No deje que le preocupe; pero si usted también puede ser libre, más bien aproveche la oportunidad. Porque cualquiera en el Señor que fue llamado esclavo es el liberto del Señor: de igual modo el que fue llamado hombre libre es esclavo de Cristo. Fueron comprados con un precio; dejen de hacerse esclavos de los hombres.”—1 Cor. 7:17-23; lectura marginal.
14. En 1 Corintios 7:25-28, ¿qué dijo Pablo a los casados y a los que todavía no están casados?
14 Pero, Pablo, ¿qué hay de las personas llamadas cuando están casadas o no se han casado todavía? “Ahora, en cuanto a vírgenes no tengo mandamiento del Señor, pero doy mi opinión como uno a quien el Señor le ha mostrado misericordia para ser fiel [y que por lo tanto sería misericordioso y también fiel al dar su opinión]. Por lo tanto creo que esto está bien en vista de la necesidad que está aquí con nosotros, que es bueno que el hombre continúe como está [en cuanto a matrimonio]. ¿Está usted atado a una esposa? Deje de procurar liberación. ¿Está usted desatado de una esposa? Deje de buscar una esposa. Pero aunque usted se casara, no cometería ningún pecado. Y si una virgen se casara, la tal no cometería ningún pecado. No obstante, los que lo hacen tendrán tribulación en su carne.”—1 Cor. 7:25-28.
15. ¿A qué grado resuelve el matrimonio los problemas de uno?
15 No hay pecado en casarse honorablemente, y puede evitarse la fornicación mediante ello. No obstante hay ‘tribulación en la carne’ conectada con ello “en vista de la necesidad que está aquí con nosotros,” fuera del Paraíso de Edén. El matrimonio no resuelve todos los problemas de uno. Aunque resuelve un problema, crea más en la actualidad.
16. En cuanto a la expresión “sea cual fuera la condición en que cada uno fue llamado,” ¿por qué se refiere o no se refiere esto al estado soltero de uno o al vivir uno una vida inmoral o injusta?
16 Un hombre puede cambiar su condición de virgen o de soltero sin cambiar su condición, estado o llamada como persona circuncisa o persona incircuncisa, como esclavo u hombre libre, sino permaneciendo en ello. La llamada por Dios es lo que determina si uno puede permanecer en el estado o llamada en que está en ese tiempo. Note que Pablo dice: “Sea cual fuera la condición en que cada uno fue llamado, hermanos, permanezca en ella asociado con Dios.” (1 Cor. 7:24) Él no dice, Sea cual fuera la condición en que cada uno estaba cuando la verdad o nuevas del Reino lo hallaron, permanezca en ella. De otra manera, si la verdad se le presentó primero cuando era prostituta o publicano opresivo (recaudador de impuestos) o cuando vivía en matrimonio consensual o matrimonio de derecho consuetudinario, entonces el individuo estaría autorizado para permanecer en esa condición y al mismo tiempo profesar el cristianismo verdadero.
17. ¿Cómo explicó Pablo las palabras de Jesús de que los recaudadores de impuestos y las rameras irían delante de los sacerdotes y ancianos religiosos al reino de Dios?
17 Es cierto que Jesús dijo a los sacerdotes principales y a los ancianos religiosos en Jerusalén: “Los recaudadores de impuestos y las rameras van delante de ustedes al reino de Dios.” Pero no iban al Reino como codiciosos y opresivos recaudadores de impuestos o como rameras; pues Pablo dice: “Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que son mantenidos para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con hombres, ni ladrones, ni personas codiciosas, ni borrachos, ni vilipendiadores, ni opresores heredarán el reino de Dios. Y sin embargo, eso es lo que algunos de ustedes eran. Pero ustedes han sido lavados, pero ustedes han sido santificados, pero ustedes han sido declarados justos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y con el espíritu de nuestro Dios.” (1 Cor. 6:9-11) No, esas rameras y recaudadores de impuestos tuvieron que limpiarse primero y dedicarse a Dios por medio de Cristo y luego ser bautizados, antes de que Dios los llamara.
18. Según lo indicaron las palabras de Jesús en cuanto a Juan el Bautista, ¿llama Dios a rameras y a recaudadores de impuestos, y a condición de qué tienen hoy en día los inmorales una oportunidad de ser llamados?
18 Por eso Jesús agregó: “Porque Juan vino a ustedes en el camino de la justicia, pero ustedes no le creyeron. No obstante, los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron, y ustedes, aunque vieron esto, no sintieron después pesar para creer en él.” (Mat. 21:31, 32) Dios no llama a rameras y recaudadores de impuestos e individuos semejantes; pero sí ha llamado a los que antes eran eso pero que no continuaron siéndolo. Por eso hoy en día los que viven en fornicación, adulterio, matrimonio consensual o matrimonio de derecho consuetudinario primero tienen que descontinuar eso o tienen que casarse legalmente. Entonces podrían hacer una dedicación aceptable a Dios, ser bautizados y ser llamados a su ministerio.
19. En cuanto a independencia y jefatura, ¿en qué estado se introduce al casarse una mujer?
19 Mediante el matrimonio uno emprende serias limitaciones y obligaciones. Hay que tratar estas responsabilidades con dignidad. Cuando una mujer se casa, se introduce en un estado de independencia de sus padres pero por casarse también se introduce en un estado de subordinación, a su esposo. Queda bajo una jefatura, la de su esposo.
20. Para ser una esposa cristiana, ¿qué tiene que reconocer la mujer que se casa, según lo recalcó Pablo en 1 Corintios 11:3, 7-12?
20 Esto es algo que ella debe considerar antes de casarse, más bien que rebelarse contra ello después de casarse. No debe tratar de pasar por alto o ser indiferente a la jefatura. “Quiero que sepan,” dice el apóstol Pablo, “que la cabeza de todo hombre es el Cristo; en cambio, la cabeza de la mujer es el hombre; en cambio, la cabeza del Cristo es Dios.” Y Dios no tiene cabeza sobre él. Por eso, en ciertas ocasiones, bajo ciertas situaciones, y cuando desempeña ciertas funciones, una mujer debe tener sobre la cabeza algo que la cubra como señal de estar bajo autoridad por el hombre. “Porque el hombre no debe cubrirse la cabeza, puesto que es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre. Porque el hombre no procede de la mujer [el hombre siendo creado primero], sino la mujer procede del hombre; y, más aún, el hombre no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del hombre. Por eso la mujer debe tener una señal de autoridad sobre su cabeza debido a los ángeles.... la mujer procede del hombre.” (1 Cor. 11:3, 7-12) Por eso, si una muchacha no quiere la jefatura de un hombre que no sea su padre, no debe casarse. Para ser una esposa cristiana, tiene que reconocer la jefatura del esposo.
21. ¿Por qué se refieren las Escrituras Hebreas a la esposa como “beúla” y al esposo como “baal”?
21 Según la Biblia, la esposa es propiedad del esposo, particularmente en el caso en que se paga por ella el precio por la novia. Por eso una mujer casada se llama bíblicamente “beúla,” esta palabra significando en verdad “poseída” como esposa. La forma masculina de esta palabra es “baal,” que aun hoy en día en el Israel moderno es la palabra hebrea para “esposo.” El título realmente significa “dueño, amo, señor.”
22. ¿Qué casos bíblicos se dan en los que se hace referencia al esposo como el dueño y a la esposa como la mujer poseída?
22 Por lo tanto Deuteronomio 22:22 se refiere a una “mujer poseída [beúla] por un dueño [baal].” Proverbios 30:23 se refiere a una mujer “cuando se toma posesión de ella como esposa.” Éxodo 21:3 habla del “dueño [baal] de una esposa.” A la antigua nación de Israel Jehová dijo: “Yo mismo he llegado a ser el dueño [baal] marital de ustedes.” (Jer. 3:14) A su “mujer” simbólica, la madre de la Simiente mesiánica prometida, Jehová dice: “Tú misma serás llamada Mi Deleite Está en Ella, y tu tierra Poseída Como Esposa [Beúla]. Porque Jehová se habrá deleitado en ti, y tu propia tierra será poseída como esposa. Porque exactamente como un joven se hace dueño [baal] de una virgen como esposa suya, tus hijos se harán dueños [baal] de ti como esposa.” (Isa. 62:4, 5) Por esta razón Boaz, el bisabuelo de David, dijo delante de testigos en Belén: “A Rut ... la compro, sí, para mí mismo como esposa.”—Rut 4:10; vea también Éxodo 20:17.
23. ¿Bajo qué nueva ley queda la mujer que se casa, según lo muestra Pablo?
23 La mujer que se casa queda bajo una nueva ley. ¿Qué ley, o la ley de quién? La respuesta apostólica es ésta: “La mujer casada está ligada por la ley a su esposo mientras que él vive; pero si su esposo muere, ella queda desobligada de la ley de su esposo.... Pero si muere su esposo, ella está libre de su ley.” (Rom. 7:2, 3) En conformidad con este arreglo la misma autoridad apostólica manda: “Estén en sujeción los unos a los otros en temor de Cristo. Estén sujetas las esposas a sus esposos como al Señor, porque el esposo es cabeza de su esposa, así como el Cristo también es cabeza de la congregación, siendo él el salvador de este cuerpo. De hecho, así como la congregación está sujeta al Cristo, que las esposas también lo estén así a sus esposos en todo.... la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo.”—Efe. 5:21-24, 33.
24. ¿Por qué aplica esta regla de la sujeción de la esposa al esposo a pesar de que no hay ni hembra ni varón en el asunto de unión con Cristo?
24 Las esposas deben hacer esto en temor de Cristo. Esa regla teocrática aplica a la par con esta verdad maravillosa: “Todos ustedes que fueron bautizados en Cristo se han vestido de Cristo. No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón ni hembra; porque todos ustedes son uno en unión con Cristo Jesús. Además, si ustedes pertenecen a Cristo, son realmente la simiente de Abrahán, herederos con respecto a una promesa.” (Gál. 3:26-29) El que todos sean iguales es con respecto a la nueva personalidad desarrollada: “Vístanse con la nueva personalidad . . . donde no hay ni griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, extranjero, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todas las cosas y en todos.” Debido a que esto no elimina la relación matrimonial y el ajuste correcto de la esposa con el esposo, Pablo agrega después: “Esposas, estén sujetas a sus esposos, como es propio en el Señor.”—Col. 3:10, 11, 18.
APROPIADO EJERCICIO DE JEFATURA
25. En vista de la jefatura y ley del esposo, ¿cómo se salvaguarda espiritualmente la mujer cristiana que se casa, y por qué de esa manera?
25 Si una mujer cristiana dedicada y bautizada es sabia y teocrática y obra en armonía con la instrucción del apóstol de casarse ‘solo en el Señor,’ entonces ella salvaguarda sus intereses espirituales. Ella lo hace más fácil para ella misma como esposa, porque se está casando con un hombre “en unión con el Señor,” un hombre que está bajo las órdenes de mantener su propiedad marital y ejercer su jefatura y ley en conformidad con la “nueva personalidad” cristiana. Él es dueño de ella, pero como cristiano no puede abusar de esta propiedad cristiana ni usarla mal, ya que también pertenece a Cristo quien la compró con el precio de su vida humana perfecta. Debido a esto ella es coheredera con su esposo de la promesa de vida eterna en el nuevo mundo de Dios. Por eso su esposo cometería mal craso si impidiera o estorbara el que ella consiguiera esa herencia preciosa, extinguiendo su vida eterna futura, por decirlo así.
26. Pedro dice que los esposos den honra a las esposas como ¿a qué clase de vaso, y por lo tanto qué clase de consideración daría el esposo cristiano a la esposa?
26 Dice el apóstol casado Pedro (Cefas) a los hombres cristianos tocante a sus esposas: “Ustedes esposos, continúen habitando de igual modo con ellas de acuerdo con el conocimiento, dándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, para que sus oraciones no sean estorbadas. Finalmente, todos ustedes sean del mismo ánimo, mostrando compasión mutua, ejerciendo amor fraternal, tiernamente afectuosos, humildes de ánimo.” (1 Ped. 3:7, 8) Si el esposo honra a su esposa como un vaso físicamente más débil a causa de ser un vaso femenino, la tratará con cuidado y ternura, para que le sea de continua utilidad valiosa. Él no querrá quebrantarla ni despedazarla ni destruir su preciosa utilidad para él. Tratará de preservar su vida, no solo su vida presente en este mundo sino, de más importancia, su herencia de vida en el futuro nuevo mundo de justicia. Orará con ella y por ella.
27. En su ejercicio de jefatura doméstica, ¿cómo tratará un esposo cristiano con su esposa puesto que él es “la imagen y gloria de Dios” y ella es “la gloria del hombre”?
27 El esposo cristiano mantendrá a su esposa de ánimo a la par con él en conocimiento y entendimiento de la Biblia y en sabiduría práctica. Se mostrará entendedor y compasivo. Aunque ejerce la jefatura en la casa, no se hará testarudo sino que se mantendrá ‘humilde de ánimo.’ Ya que el hombre no debe cubrirse la cabeza porque “es la imagen y gloria de Dios,” tendrá cuidado y ejercerá su jefatura como Dios ejerce la Suya, de tal manera que refleje a Dios en esta jefatura y glorifique a Dios así, para con su esposa. Ya que la “mujer es la gloria del hombre,” el esposo evitará el rebajarla a una condición ignominiosa, donde ella no sirva de crédito ni de gloria para él, de modo que no refleje qué excelente y piadoso esposo es él para con ella tanto en el hogar como en la congregación. Si él es un superintendente de congregación o un siervo ministerial, él especialmente querrá que ella sea una “gloria” espiritual, cosa que lo refleje a él.
28, 29. (a) En lo que toca a su esposa, ¿cómo se esfuerza el cristiano por ser una gloria para aquel que es su Cabeza espiritual? (b) En Efesios 5:25-33, ¿cómo estimula Pablo a los creyentes a tratar a las esposas de manera provechosa para la salvación?
28 “La cabeza de todo hombre es el Cristo,” y el esposo debe temer ‘deshonrar al que es su cabeza.’ (1 Cor. 11:3, 4) Por lo tanto se esforzará por ser una gloria para el que es su Cabeza espiritual. Como esposo puede hacer esto tratando a su esposa, particularmente a su esposa dedicada y bautizada, de la misma manera que Jesucristo trata a la congregación como su virgen desposada. El apóstol Pablo usa esta comparación para estimular a los hombres creyentes a tratar a sus esposas de una manera que ayude hacia la salvación, diciendo:
29 “Esposos, continúen amando a sus esposas, así como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por causa de ella, para santificarla, limpiándola con el baño de agua por medio de la palabra, para presentarse a sí mismo la congregación en su esplendor, sin que tuviera una mancha o arruga o alguna de tales cosas, sino que fuera santa y sin tacha. De este modo los esposos deben amar a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, porque nadie jamás ha odiado a su propia carne, sino que la alimenta y la cuida, como el Cristo también hace con la congregación, porque nosotros somos miembros de su cuerpo. ‘Por esta razón el hombre dejará a su padre y madre y se unirá a su esposa, y los dos serán una carne.’ Este sagrado secreto es grande. Ahora, yo estoy hablando tocante a Cristo y la congregación. No obstante, también, que cada uno de ustedes ame individualmente a su esposa así como se ama a sí mismo.”—Efe. 5:25-33.
SOPORTANDO UN YUGO DESIGUAL
30. ¿Cómo deben el esposo y la esposa pagar el débito conyugal, y qué dijo Pablo a modo de concesión a los creyentes casados tocante a esto?
30 Donde el esposo ama fiel y lealmente a su esposa de manera cristiana y su esposa, a su vez, despliega profundo respeto a su esposo, se producen paz, armonía y felicidad en el hogar. De una manera dignificada, honorable y sana, amorosamente se pagarán su obligación o débito conyugal, como siendo una sola carne. “Que el esposo pague a su esposa su obligación; pero que la esposa también haga igualmente con su esposo. La esposa no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino que su esposo la ejerce; de igual modo, también el esposo no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino que su esposa la ejerce. No se estén privando uno al otro de ello [el débito], salvo por consentimiento mutuo por un tiempo asignado, para que dediquen tiempo a la oración y puedan reunirse de nuevo, para que Satanás no siga tentándolos a causa de su falta de regulación propia. Sin embargo, digo esto a modo de concesión, no a modo de una orden.” (1 Cor. 7:3-6) Pablo dijo eso a modo de concesión a causa de que la fornicación prevalecía en aquel mundo pagano.
31. En vez de separarse, ¿qué deben esforzarse por hacer los cristianos casados, pero durante algún período en que convengan en vivir aparte cómo debe portarse cada individuo?
31 Los matrimonios dedicados y bautizados seriamente deben esforzarse por permanecer juntos, con un solo corazón, una sola mente y un solo objetivo. “A los casados doy instrucciones,” continúa Pablo, “sin embargo no yo sino el Señor, que la esposa no debe apartarse de su esposo; pero si de hecho se aparta, que permanezca soltera o si no que se reconcilie con su esposo; y el esposo no debe dejar a su esposa.” La esposa que se aparta, aunque more aparte, tiene que recordar esta ley divina: “La esposa está sujeta todo el tiempo que su esposo vive. Pero si su esposo se duerme en la muerte, ella está libre para casarse con quien ella quiera, con tal que esté en el Señor.” (1 Cor. 7:10, 11, 39) Sujeta por la ley de su esposo, no se sentirá libre para portarse con el sexo opuesto como una mujer soltera pudiera portarse o se porta, poniendo en peligro así su limpieza moral. Si su mejor juicio predomina, ella buscará razones y maneras para hacer las paces con su esposo viviente y volver a él. Ella tendrá cuidado de no portarse de tal manera relajada o inmoral durante su separación de él que ella llegara a serle repugnante a él y él no sintiera el deseo, si, anhelara, que ella volviera a él, sin ninguna base para reprocharla o sospechar de ella. La misma regla aplica, a su vez, al esposo que deja a su esposa sin divorcio legal.
32. ¿Qué cosa superior deben recordar los matrimonios cristianos separados que representan, y por consiguiente de qué derrotero deben abstenerse?
32 En este respecto, ambos cónyuges separados deben recordar que representan algo superior, más grandioso y más importante que su unión matrimonial. Esto es la congregación cristiana con la cual están asociados y en la cual están obligados a ser ministros activos de la Palabra de Dios. Por consiguiente deben retraerse horrorizados de cualquier derrotero que pudiera proveer base para que el lodo de oprobio y vilipendio fuese arrojado a la organización honorable de Dios.
33, 34. (a) Donde un matrimonio está en yugo desigual religioso, ¿es preciso que el creyente deje al incrédulo? ¿Qué tiene que recordar el creyente en cuanto al efecto de aceptar él la verdad y dedicarse?
33 Sin embargo, ¿qué hay de un matrimonio que se encuentra en yugo desigual religiosamente, donde uno es creyente dedicado, bautizado, un ministro ordenado de Jehová Dios, y el otro es incrédulo para con la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová a causa de ser ateo o profesar alguna otra religión? Se podría esperar ordinariamente que tal desigualdad religiosa produjera discordia.
34 Al ir en pos de la paz, ¿es preciso que el creyente deje al incrédulo? No necesariamente. Tampoco el creyente está libre automáticamente para abandonar al incrédulo. Es preciso tener presente que cuando uno adopta la verdad y se hace creyente por medio de dedicarse a Dios y bautizarse, esto no invalida ni rompe el previo vínculo matrimonial. El que uno crea y adopte la verdad del Reino puede causar una división en el hogar, así como Jesucristo predijo en Mateo 10:34-36. Pero eso no significa desbaratar el matrimonio. Jesús no es destructor de matrimonios. La manera sabia y optimista de tratar un yugo desigual se la manifiesta Pablo al creyente:
35. ¿Qué manera sabia y optimista indica Pablo para tratar con el caso de un yugo desigual?
35 “A los otros [otras personas casadas] digo, sí, yo, no el Señor: Si algún hermano tiene una esposa incrédula, y sin embargo ella está de acuerdo en vivir con él, que él no la deje; y la mujer que tenga un esposo incrédulo, y no obstante él está de acuerdo en vivir con ella, que no deje a su esposo. Porque el esposo incrédulo es santificado en relación con su esposa, y la esposa incrédula es santificada en relación con el hermano; de otra manera, sus hijos en verdad serían inmundos, pero ahora son santos. Pero si el incrédulo procede a apartarse, que se aparte; el hermano o la hermana no está en servidumbre bajo tales circunstancias, sino que Dios los ha llamado a ustedes a paz. Porque, esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? O, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?”—1 Cor. 7:12-16.
36. A causa del efecto de la verdad en el cónyuge casado, ¿qué debiera preferir hacer el incrédulo?
36 Salvo en lo que toca a su religión o creencia, un adorador de Dios, dedicado y bautizado, no debe darle a su esposa incrédula ninguna ocasión para que ella quiera apartarse de él. A causa del efecto de la creencia de su esposo que causa mejoras en él, ella debe ver tanta más razón para convenir en morar con él como convino en hacerlo antes de que él llegara a ser ministro ordenado de Dios. Debe ser cierto lo paralelo en el caso de una esposa creyente y su esposo incrédulo.
37. ¿Cómo mostró Eunice, la madre de Timoteo, respeto a su esposo pagano, y no obstante cómo cumplió su obligación religiosa para con su hijo?
37 Considere el caso de la esposa judía Eunice y su esposo pagano griego. Tuvieron un hijo llamado Timoteo. En el transcurso del tiempo, alrededor de 44 d. de J.C., el apóstol Pablo y Bernabé predicaron en su ciudad, y Eunice y su madre Loida creyeron y se hicieron cristianas. Ahora bien, ¿dejó Eunice a su esposo griego porque él siguió siendo pagano? No; porque él todavía convenía en vivir con ella. Eunice fue sumisa a él; y debido a que él se opuso, ella ni siquiera hizo que su hijo Timoteo fuera circuncidado. No se registra si el padre llevó a Timoteo a templos de adoración pagana o no. Pero la madre de Timoteo, Eunice, y su abuela Loida se encargaron que obtuviera educación religiosa bíblica, porque ellas mismas le enseñaron en casa. Por lo tanto desde la infancia Timoteo el medio judío conoció las santas escrituras que pudieron hacerlo sabio para la salvación por medio de la fe el Mesías. (2 Tim. 3:14, 15; 1:5; Hech. 14:4-18) Esta educación religiosa doméstica de Timoteo prevaleció sobre cualquier influencia pagana de su padre griego. Por eso cuando Pablo vino por primera vez a la ciudad Timoteo se unió a su madre y abuela judías haciéndose cristiano. Por consiguiente Pablo pudo referirse a Timoteo como “un hijo genuino en la fe,” “un hijo amado.”—1 Tim. 1:1, 2 ; 2 Tim. 1:1, 2.
38. ¿Cuál fue la actitud de Eunice en cuanto a una carrera misional para Timoteo, y por qué entonces por primera vez fue circuncidado Timoteo?
38 Al volver Pablo a visitar la ciudad, encontró que Timoteo era un “discípulo ... y de él dieron buenos informes los hermanos de Listra e Iconio.” La madre de Timoteo, Eunice, por supuesto, convino y su padre pagano no se interpuso en una carrera misional para su hijo; y por eso Pablo hizo arreglos para llevar a Timoteo con él y Silas. Con el fin de quitar una piedra de tropiezo delante de los judíos en ese vecindario a quienes pudieran predicar, Pablo circuncidó a Timoteo, que ahora era un joven; “porque todos sabían que su padre era griego.” (Hech. 16:1-3) No sabemos si Eunice, su madre, gano a su esposo pagano griego al cristianismo por medio de continuar viviendo con él mientras convino él. Sin embargo, poco antes de su martirio Pablo escribió a Timoteo una última carta y habló de la fe que moraba en su madre Eunice.—2 Tim. 1:5.
39. ¿Para qué mujeres cristianas en particular es Eunice un ejemplo, y cómo trata el cónyuge creyente al cónyuge incrédulo como relativamente santificado y a cualesquier hijos como santos?
39 De modo que Eunice es un ejemplo para los creyentes cristianos dedicados que están casados con un pagano o una persona de un sistema religioso diferente. El que el cónyuge incrédulo escoja seguir viviendo con un testigo cristiano dedicado de Jehová le ofrece una oportunidad espléndida al creyente, a saber, de tratar de ‘salvar’ en las inmediaciones más cercanas al cónyuge. El creyente por lo tanto debe emprender un derrotero positivo, a saber, tratar al cónyuge incrédulo como “santificado en relación” con el creyente. Eso significa que el creyente tiene que hacer todo para el cónyuge incrédulo como si fuera para el Señor mismo. El Señor Dios es una Persona santificada. (Efe. 6:7; Col. 3:22-24) También, hay que considerar a cualesquier niños menores y dependientes del matrimonio ahora como “santos” y por consiguiente hay que tratarlos como limpios. El creyente seguirá el ejemplo de Eunice y se esforzará por dar a tales hijos “santos” instrucción bíblica, para que continúen santos y posiblemente a la postre se dediquen personalmente a Dios por medio de Cristo. No solo la salvación de los hijos está envuelta, sino también la del cónyuge incrédulo. Por eso es oportuno vivir con él.
40, 41. (a) En caso de que el cónyuge incrédulo sea difícil de agradar, ¿cuál debe ser el proceder del creyente? (b) ¿Cómo aconseja Pedro a las esposas cristianas que están en yugo desigual, en conformidad con ese principio?
40 Aun si el cónyuge se opone y es difícil de agradar, el creyente no debe sentirse obligado a apartarse. El creyente debe aguantar la persecución y oposición, así como aguanta la persecución y la oposición en el territorio al cual predica de casa en casa. Mediante este derrotero la salvación del cónyuge incrédulo es posible. Este es el argumento del apóstol Pedro al escribir a los cristianos perseguidos. Pedro dice:
41 “Que los siervos domésticos estén en sujeción a sus dueños con la medida completa de temor, no solo a los buenos y razonables, sino también a los difíciles de agradar.... si, cuando ustedes hacen lo que es bueno y sufren, lo aguantan, eso es algo que agrada a Dios. De hecho, ustedes fueron llamados a este curso [de sufrir injustamente], porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que siguieran cuidadosamente sus pisadas. . . . De la misma manera, ustedes esposas, sométanse a sus propios esposos [baales, Biblia hebrea], para que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto [para sus esposos]. Y que no sea su adorno el de trenzados externos del pelo ni el de ponerse ornamentos de oro ni el de usar prendas de vestir exteriores [el cual adorno exterior no ganará a los esposos que todavía no obedecen la Palabra de Dios], sino que [su adorno] sea la persona secreta del corazón en la indumentaria incorruptible del espíritu sereno y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios. Porque así, también, anteriormente las mujeres santas que esperaban en Dios solían adornarse, sometiéndose a sus propios esposos, como Sara solía obedecer a Abrahán, llamándolo ‘señor’. Y ustedes [esposas] han llegado a ser hijas de ella, siempre que sigan haciendo el bien y no temiendo ninguna causa de terror [para con sus esposos].”—1 Ped. 2:18 a 3:6.