Fiestas de alabanza a Jehová
“Las fiestas periódicas de Jehová que ustedes deben proclamar son convocaciones santas.”—Lev. 23:2.
1. ¿Cuándo son ocasiones de gozo las fiestas? Nombre algunas fiestas judías.
LAS fiestas son ocasiones de gozo, como leemos en Deuteronomio 16:14: “Y tienes que regocijarte durante tu fiesta.” Esto aplica especialmente si una fiesta se celebra en alabanza a Jehová, el Todopoderoso Dios. Cuando Jehová organizó a su pueblo en nación allá en el año 1513 a. de la E.C., le dio muchas fiestas. Están alistadas en Levítico, capítulo 23. Cada séptimo día era un sábado, un día de descanso completo, “una convocación santa.” La Pascua se celebraba el 14 de Nisán, y la seguía la fiesta de tortas no fermentadas, que duraba siete días. Cincuenta días a partir del 16 de Nisán, cuando se ofrecían las primicias de la cosecha de la cebada, era la fiesta de las semanas, conocida también como Pentecostés. En el día primero del mes séptimo era la fiesta de las trompetas, y en el día décimo la gente celebraba el gran día de expiación. Este ciclo de fiestas se concluía con la más gozosa de todas, la fiesta de las cabañas, que se celebraba desde el día decimoquinto hasta el vigésimo primero del mismo mes, con una convocación santa final el día vigésimo segundo. Con el transcurso del tiempo se agregaron fiestas adicionales, como la luna nueva mensual, la fiesta del Purim y la fiesta de Dedicación, creando así más días de observancia especial en adoración de Jehová.—Núm. 10:10.
2. (a) ¿Qué enseñaba Jehová a su pueblo por medio de las fiestas? (b) ¿Por qué estudian los cristianos hoy estas fiestas?
2 Estas fiestas no solo eran ocasiones de gozo y descanso físico, sino que principalmente eran ocasiones de edificación religiosa y espiritual. Eran fiestas de Jehová, para su alabanza y honor. Por medio de estas fiestas Jehová, el gran Rey y Legislador, el Organizador de la nación, enseñaba su voluntad y propósito divinos a los de su pueblo, junto con muchos principios básicos, y les daba la oportunidad de expresar su aprecio y gratitud a Jehová por su benignidad y misericordia y por todas las bendiciones que había provisto durante el año. Además, y esto es sumamente importante para nosotros, Jehová no solo enseña los mismos principios hoy a los cristianos, sino que también por medio de estas fiestas judías ha hecho muchas profecías que tienen cumplimiento en nuestro día. En otras palabras, Jehová, con el pueblo de una nación entera como actores, ha producido en el inmenso escenario del país de Palestina, y especialmente de la ciudad de Jerusalén, escenas que son “una sombra de las buenas cosas por venir.” (Heb. 10:1) Por eso al observar a los israelitas celebrando sus fiestas, nosotros hoy recibimos instrucción acerca de cosas importantes que se cumplen en nuestro tiempo, y además se nos enseñan muchas lecciones en cuanto a la voluntad de Jehová, sus propósitos y principios. Por lo tanto, sentémonos ahora y observemos a los actores mientras ponen en escena cada una de estas fiestas judías.
SÁBADO
3, 4. (a) Describa un día de sábado. (b) ¿Por qué se sentían los judíos física y espiritualmente refrescados al observar el sábado?
3 “Seis días podrá hacerse trabajo, pero en el día séptimo hay sábado de descanso completo, una convocación santa. No podrán hacer trabajo de ninguna clase. Es un sábado a Jehová en todos los lugares donde moren.” (Lev. 23:3) Los israelitas recibieron una disposición reglamentaria de sábado poco después de ser librados de la esclavitud en Egipto en camino al monte Sinaí. Quedó expresada de modo cabal en el cuarto de los Diez Mandamientos. (Éxo. 20:8-11) El día de sábado comenzaba con la puesta del sol del día sexto y duraba hasta la puesta del sol del día séptimo. En el tiempo de Jesús, seis fuertes trompetazos en el día sexto, tres aproximadamente a la hora nona (3:00 p.m.) y tres al ponerse el sol, proclamaban su principio. El sábado era día de descanso completo, aun para los esclavos y las bestias. Era día de Jehová, un día que él había bendecido y apartado para ser observado. El reconocer y llevar a cabo obedientemente el propósito del sábado traería gozo verdadero. (Isa. 58:13, 14) Pero el quebrantarlo voluntariosamente traería la aplicación de la pena de muerte.
4 Los israelitas pudieron apreciar el valor de tal ley humanitaria después de haber sido esclavos bajo el dominio cruel egipcio. Al cesar del trabajo seglar los judíos podían reconcentrarse en la oración, adoración y meditación en la Palabra de Dios. De hecho, el sábado era día de gran actividad religiosa. Los sacerdotes estaban más ocupados que en los otros días de la semana. Había dos corderos que tenían que ofrecerse junto con los dos que se ofrecían cada día como constante ofrenda quemada (Núm. 28:9, 10), y las doce tortas del pan de la proposición tenían que ser cambiadas en el lugar santo. (Lev. 24:5-8) Se celebraba una convocación santa, una asamblea de adoración e instrucción públicas. El pueblo recibía instrucción en la ley de Dios. En el tiempo de los apóstoles de Jesús, como leemos en Hechos 15:21, Moisés era “leído en voz alta en las sinagogas todos los sábados.” ¡Qué magnífica provisión el que una nación entera tuviera un día libre cada semana para adorar a su Dios, para reunirse y para ser instruida en las leyes de Dios, libre del trabajo afanoso diario y de todas sus preocupaciones! La hacía apreciar la benignidad de su Dios, Jehová, y le recordaba la liberación milagrosa de la esclavitud en Egipto. Cada sábado era refrescante para el cuerpo y todos se sentían confortados espiritualmente.
5. (a) ¿Cuándo tiene cumplimiento el sábado semanal? (b) ¿Qué propósito sirve el Sábado mayor?
5 Es bueno saber que este sábado semanal de los judíos solo es “una sombra de las buenas cosas por venir.” La Biblia indica que Jehová creó los cielos y la Tierra en seis días, cada uno de 7.000 años de duración. En el séptimo día Jehová descansó de su obra creativa y entró en su sábado. Sin embargo, la humanidad no guardó descanso o sábado pacífico con Jehová, sino que por medio de la desobediencia entró en la esclavitud al pecado, imperfección y muerte. Han pasado casi seis mil años del séptimo día y solo queda un poco más de mil años. Jesús, hablando del día de sábado semanal, dijo: “El sábado vino a existir por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado.” De modo que estos últimos mil años los ha apartado Jehová para un propósito especial prefigurado por el sábado semanal de los judíos, a saber, para el reinado de Cristo Jesús, su Hijo, porque Jesús pasó a decir: “Así es que el Hijo del hombre es Señor aun del sábado.” (Mar. 2:27, 28) Es un sábado de mil años dentro del gran sábado de descanso de 7.000 años de Jehová. Igual que el sábado semanal, el mayor sábado de mil años se dedicará a la adoración de Jehová, y a la educación de todos los que vivan, incluyendo a los que son resucitados de las tumbas conmemorativas, en los justos requisitos de Jehová.—Heb. 10:1; Gén. 2:1-3; Juan 5:28, 29.
6. ¿Por qué llevó a cabo Jesús muchas obras de curación en el sábado?
6 Allá en los años de 29 a 33 E.C. Jesús llevó a cabo muchas obras poderosas, especialmente en el sábado. Hizo que los ciegos vieran y los sordos oyeran, que los cojos anduvieran y los enfermos se pusieran bien, y hasta levantó a algunos de entre los muertos. Así prefiguró cuán maravillosas obras de liberación y alivio llevará a cabo durante el día de sábado de mil años de su reinado. No se permitirá que nadie perturbe la paz y descanso de este día, como se prefiguró por la ejecución de todos los que quebrantaban el sábado. (Núm. 15:32-36) Durante este sábado de mil años, la humanidad recibirá refrigerio verdadero para el cuerpo y el espíritu, progresando gradualmente a la perfección, pudiendo disfrutar a grado cabal de toda la benignidad que Jehová provee por medio de su Rey, Cristo Jesús, rindiéndole adoración y obediencia de toda alma. Es una experiencia deleitable antever que, después de seis mil años de trabajo afanoso y esclavitud al pecado, imperfección y muerte bajo el dominio cruel de Satanás, ahora la humanidad creyente se halla en el umbral de su mayor liberación, para disfrutar de un sábado mucho mayor sobre el cual el Hijo de Dios es Señor. ¡Qué gozoso día!
LUNA NUEVA Y LA FIESTA DE LAS TROMPETAS
7. ¿Cuáles fueron algunos rasgos que caracterizaban la fiesta de la luna nueva?
7 En dos pasajes la ley de Moisés da instrucciones en cuanto a observar la luna nueva, que señalaba el comienzo de cada mes. Habían de tocarse trompetas y habían de ofrecerse sacrificios especiales, tal como en los otros días de regocijo y períodos de fiesta. (Núm. 10:10; 28:11-15) Con el transcurso del tiempo la observancia de la luna nueva se convirtió en una fiesta importante, mencionándose junto con los sábados y los ‘períodos de fiesta.’ (Isa. 1:13; Eze. 46:1; Ose. 2:11) La Ley no especificaba que habría de cesar toda clase de trabajo en el día de la luna nueva del mes común. Pero encontramos que el profeta Amós, en el siglo noveno a. de la E.C., censuró a los comerciantes que ansiosamente esperaban el fin de la luna nueva para poder reanudar su negocio fraudulento, el cual hecho indica que la gente no acostumbraba ni comerciar ni entregarse a trabajo seglar en los días de la luna nueva, sino a utilizar el día en reuniones y asociación.—Amós 8:5; 1 Sam. 20:5, 24.
8. (a) ¿Por qué era una ocasión favorable para instrucción religiosa? (b) ¿Qué pueden aprender de esto los cristianos?
8 Igual que el sábado, la luna nueva era día para adoración especial y una ocasión favorable para instrucción pública en el templo. Era un día lleno de actividad para los profetas y otros ministros de Dios, puesto que era usual que la gente con problemas fuera a ver a estos siervos de Dios y recibiera instrucción y ayuda privadas. (Eze. 46:1; 2 Rey. 4:22, 23) Se formularon estipulaciones especiales en la ley para la luna nueva del mes séptimo, llamado Etanim o Tisri, y lo consideraban día de convocación santa. Se expresó específicamente que no habría de hacerse en ese día ningún trabajo laborioso de ninguna clase. Por eso, además de los cincuenta y dos sábados semanales, los judíos tenían doce días especiales más cada año en los cuales alabar y adorar a Jehová y recibir instrucción de su Palabra. El hecho de que Jehová proveyó tanta instrucción y actividad religiosas debe enseñar a los cristianos hoy la importancia de apartar tiempo en el cual adorar a Jehová y estudiar su Palabra, privadamente y con la congregación cristiana.
EL DÍA DE EXPIACIÓN
9. (a) ¿Cuándo era el día de expiación, y con qué requisito tenía que cumplir toda la gente? (b) Resuma los rasgos descollantes del procedimiento del día de expiación.
9 En el mes de Etanim, nueve días después de la fiesta gozosa de las trompetas había otra celebración en su día designado. Era el día más importante de Israel, el día de expiación, que habría de observarse el día décimo del mes séptimo. Se celebraba una convocación santa y no se hacía ninguna clase de trabajo. A los israelitas se les mandó que afligieran sus almas, muy probablemente ayunando. En Levítico, capítulo 16, se bosqueja detalladamente el procedimiento de todo el día. Para obtener el mayor provecho de este estudio deseamos animarlo a que lea todo el capítulo. Como usted nota, el sumo sacerdote presentaba un toro joven por los pecados de Aarón y su casa, y la tribu de Leví, y dos machos cabríos, uno, el macho cabrío “para Jehová,” que habría de degollarse como ofrenda por el pecado para el resto de la nación y el otro habría de guardarse como macho cabrío vivo “para Azazel.” Después de entrar primero con incienso en el Santísimo del tabernáculo, el sumo sacerdote introducía algo de la sangre de las dos ofrendas por el pecado, primero del toro, luego del macho cabrío, en el Santísimo, para que fuera salpicada enfrente de la cubierta del Arca. Más tarde se llevaban los cadáveres de los animales fuera del campo y se quemaban. Después que el sumo sacerdote confesaba todos los pecados del pueblo sobre el macho cabrío vivo, éste era conducido al desierto, para que nunca regresara. Después el sumo sacerdote se bañaba y se cambiaba las prendas de vestir. Luego se ofrecían dos carneros como ofrendas quemadas, uno para Aarón y su casa y el otro para el resto de la nación.
10. ¿Qué propósito mayor servía el día de expiación?
10 Aunque el día de expiación en Israel fue espiritualmente confortante y animador, fue una sombra de algo mucho mayor, dirigiendo la atención de los judíos al Mesías el Libertador que habría de venir, porque los sacrificios animales que ellos hacían jamás podrían quitar los pecados en realidad. Los hebreos sinceros que guardaban la Ley de la mejor manera que podían hacerlo pudieron discernir que “nunca pueden los hombres con los mismos sacrificios que ofrecen continuamente de año en año hacer perfectos a los que se acercan. De otro modo, ¿no hubieran dejado de ofrecerse los sacrificios . . .? Al contrario, por estos sacrificios se hace recordar los pecados de año en año.” (Heb. 10:1-3) Los judíos fieles, al observar los sacrificios del día de expiación, fueron dirigidos así a buscar el mayor Sumo Sacerdote con el sacrificio mejor, el verdadero que podría remover los pecados. En los Salmos se muestra que el precio de redención era tan precioso que estaba completamente fuera del alcance de cualquiera de ellos. (Sal. 49:7, 8) El apóstol Pablo, un hebreo fiel, dijo: “Por consiguiente la Ley ha venido a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo, para que seamos declarados justos debido a fe.”—Gál. 3:24.
11. ¿Qué no podían hacer los sacrificios para los judíos, pero qué satisfacción proveían?
11 Por lo tanto, el apóstol dedica espacio considerable en su carta a los hebreos para mostrar el significado de estas cosas. Describe el tabernáculo y sus rasgos, cómo el sumo sacerdote entra en el Santísimo solo un día en el año con la sangre de animales, para ofrecer sacrificios no solo por los pecados del pueblo sino también por él mismo, y dice: “Así el espíritu santo aclara que el camino al lugar santo todavía no se había puesto de manifiesto entre tanto que estaba en pie la primera tienda. Esta misma tienda es una ilustración para el tiempo señalado que está aquí ahora.” Luego indica que los sacrificios que ofrecían “no pueden hacer perfecto en cuanto a su conciencia al que hace servicio sagrado.” Sin embargo, cuando el sumo sacerdote de Israel llevaba a cabo sus servicios, los israelitas disfrutaban de un grado de satisfacción. Estaban haciendo la voluntad de Dios para su tiempo, porque “eran requisitos legales tocantes a la carne y fueron impuestos hasta el tiempo señalado para rectificar las cosas.”—Heb. 9:1-10.
12. ¿Qué se logró con la tienda en el desierto?
12 Ahora el apóstol sigue explicando que las cosas de la Ley, incluso el día de expiación, ilustraron cosas mucho mayores. Dice él: “Sin embargo, cuando Cristo vino como sumo sacerdote de las cosas buenas que han venido a realizarse, por medio de la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos, es decir, no de esta creación, él entró, no, no con la sangre de machos cabríos y de torillos, sino con su propia sangre, una vez para siempre en el lugar santo y obtuvo liberación eterna para nosotros.” (Heb. 9:11, 12) La tienda en el desierto fue un arreglo de Dios mediante el cual los israelitas podían acercarse a él por medio de su sumo sacerdote y recibir un típico perdón de pecado, lo cual los mantendría en el favor de Dios y en lo correcto hasta que viniera el tiempo de él para proveer el sacrificio verdadero. Durante este tiempo estuvieron limpios en un sentido carnal, porque Pablo dice que fueron santificados al grado de limpieza de la carne.—Heb. 9:13.
LA TIENDA MÁS GRANDE
13. (a) ¿Cuál es “la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos”? (b) ¿Qué se logra para los adoradores que se acercan a esta tienda?
13 Pero, ahora, ¿cuál es “la tienda más grande y más perfecta no hecha de manos”? No es ninguna estructura literal, sino que es el arreglo de Dios para hacer expiación por la humanidad. Dios también proveyó al gran Sumo Sacerdote, Jesús, el Perfecto, que no necesitó ofrecer ningún sacrificio por sí mismo; su sacrificio pudo cubrir los pecados de otros. Por medio de la provisión de Jehová fue resucitado en el espíritu y apareció en el Santísimo verdadero, el cielo mismo, donde Dios había establecido el arreglo legal para que él ofreciera el valor de su sacrificio. (Heb. 9:24) Refiriéndose a esto, Pablo dice: “¿Cuánto más la sangre del Cristo, que por un espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado al Dios vivo?” (Heb. 9:14) Por lo tanto los que vienen a él experimentan más que una limpieza de la carne. Realmente pueden tener descanso del conocimiento atormentador del pecado y disfrutar de la buena conciencia que han solicitado a Dios por medio de Cristo.—1 Ped. 3:12.
EL DÍA DE EXPIACIÓN ANTITÍPICO
14. (a) ¿Cuándo y con qué comenzó el día de expiación antitípico? (b) ¿Cómo sirvió Jesús como macho cabrío “para Azazel”? (c) ¿Cómo cumplió el cuadro de introducir la sangre del toro y del macho cabrío en el Santísimo?
14 El día de expiación de Israel ocupaba las horas de luz del día décimo del mes séptimo. ¿Qué período de tiempo ocupa el gran día de expiación antitípico? Bueno, comenzó al tiempo del bautismo de Jesús, cuando se presentó a hacer la voluntad de Dios al emprender un derrotero de sacrificio en el otoño de 29 E.C., tal como el toro y los dos machos cabríos se presentaban junto al altar en el patio del tabernáculo. El día continuó hasta el año 33 E.C., durante el cual tiempo sirvió como el macho cabrío “para Azazel,” manteniendo integridad perfecta bajo prueba y persecución cruel hasta morir de parte de Satanás, llevando los pecados del pueblo al “desierto,” para que fueran olvidados para siempre. (Isa. 53:3-7) Sus oraciones, devoción y derrotero de integridad, como el incienso introducido en el Santísimo, agradaron a Jehová y cumplieron el propósito principal de Jesús al venir a la Tierra como Vindicador de Dios. El día de expiación antitípico incluyó su ascensión al cielo, lo cual es paralelo a cuando entraba el sumo sacerdote en el Santísimo con la sangre del toro y luego con la del macho cabrío. Jesús salió limpio, puro, de su obra de sacrificio, ahora vestido con las “prendas de vestir” cambiadas, “prendas de vestir” de gloria e inmortalidad como Sumo Sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec. (Heb. 6:20) Pero al introducir el valor de su sangre vital en el Santísimo quedó terminado el día de expiación antitípico.a
15. (a) ¿Cómo indica Pablo que el ofrecer el mérito del sacrificio de Cristo en el cielo fue otra cosa, además de aplicar los beneficios del día de expiación antitípico? (b) ¿Cómo no deben hacer “trabajo laborioso” los que desean sacar provecho del rescate, pero cómo tienen ellos mismos que afligirse?
15 El apóstol Pablo indica que el aplicar los beneficios del gran día de expiación es otra cosa cuando pasa a decir: “Y así como les está reservado a los hombres morir una vez para siempre [debido al pecado de Adán], pero después de esto un juicio, así también el Cristo fue ofrecido una vez para siempre para cargar con los pecados de muchos [que heredaron el pecado de Adán]; y la segunda vez que aparece será aparte del pecado y a los que lo están esperando encarecidamente para su salvación.” (Heb. 9:27, 28) Todos los hombres han caído bajo la condenación del pecado debido a descender de su antepasado Adán. Pero por medio de Cristo se provee “juicio” aparte del pecado adámico para que todos tengan oportunidad de ser exonerados de la incapacidad que vino sobre ellos sin que ellos tuvieran la culpa y para que todos puedan demostrar individualmente lo que son. (Rom. 8:20) A todos los que quieran sacar provecho del rescate se les tiene que aplicar para que obtengan sus beneficios curativos. No pueden salvarse por el simple conocimiento de que el rescate se ha ofrecido en el cielo. Tienen que arrepentirse y descansar por fe y obediencia en la provisión del sacrificio de Cristo y en sus servicios como Sumo Sacerdote. No pueden hacer ningún “trabajo laborioso” propio mediante esfuerzos de autojustificación con obras propias. De modo que el Sumo Sacerdote todavía tiene trabajo que hacer en cuanto al aplicar los beneficios de su sacrificio expiativo de pecados.—Heb. 4:3, 10.
16. Muestre dónde obtienen los 144.000 la aplicación a grado cabal del rescate y que éste no es el fin del uso del rescate de Cristo.
16 La aplicación del rescate de Cristo tiene dos aspectos así como había dos ofrendas por el pecado en el día de expiación de Israel. Habiendo pagado el valor de su vida humana a su Padre Jehová y habiendo comprado a la raza humana, entonces Cristo tenía que aplicar los beneficios del rescate a la humanidad. Recordamos que Aarón salpicó la sangre del toro enfrente del arca del pacto a favor de la tribu sacerdotal de Leví. Desde 33 E.C. hasta el tiempo presente, Cristo, desde el cielo, ha bendecido a sus 144.000 hermanos espirituales ungidos aplicándoles directamente los beneficios de su sacrificio. Son introducidos en el nuevo pacto, para ser reyes y sacerdotes con Cristo durante su reinado sabático de mil años. (Luc. 22:20; Rev. 20:6) Pero ellos no son los únicos beneficiarios del sacrificio de Cristo. La sangre del macho cabrío para Jehová se salpicaba después de la del toro, para el pueblo. El sacrificio de Cristo fue para toda la humanidad y tiene que aplicarse imparcialmente a todos los que ejerzan fe. ¿Cuándo?
17. ¿Cuándo habrán de aplicarse los beneficios del rescate a la gente en la Tierra, y cuándo se completa la aplicación de los beneficios del gran día de expiación?
17 Se necesitarán los mil años del reinado de Cristo para aplicar los beneficios de su sacrificio de rescate a todos los que mediante fe lo acepten, incluyendo a los que son resucitados del Seol o Hades. (Rev. 20:13) Para el fin de los mil años la descendencia de Abrahán habrá traído bendiciones a todas las familias de la Tierra. (Gén. 12:3; 22:18) Todos los que se aprovechen de la bendición habrán sido llevados a la perfección. Entonces se habrá completado la obra de aplicar los beneficios del gran día de expiación. Los beneficios del sacrificio de rescate de Cristo se habrán aplicado a grado cabal, imparcialmente, y el gran día de expiación de Jehová resultará no haber sido en vano.
UNA MORADA PARA LOS HUMANOS PERFECTOS
18. ¿Qué garantiza que hay en el futuro una Tierra paradisíaca para la humanidad?
18 Ahora bien, el rescate de Jesús abarcó la compra de la raza humana y funciona para llevarla a la perfección. Pero, ¿qué hay de la Tierra, el hogar en el que habrán de vivir? Cuando consideramos el propósito original de Dios en el jardín de Edén, vemos que el jardín era un santuario, un lugar para que Dios morara por espíritu. Fue un lugar de perfección y belleza, un ambiente apropiado para los que querían servir a su Dios en santidad perfecta. Puesto que Jehová volverá a morar con los hombres y ellos volverán a entrar en la relación de hijos con él, se desprende que una Tierra paradisíaca es concomitante con la perfección de la humanidad. Esto significa que toda la Tierra será hecha un paraíso según el modelo de Jehová, el gran Arquitecto que originalmente se propuso que fuera así. ¡Cuán confortante y animador es entender el significado profético del día de expiación típico y los beneficios resultantes!—Rom. 8:20, 21.
FIESTA DEL PURIM
19. ¿Cuáles son los hechos históricos que condujeron a la fiesta de Purim?
19 Aproximadamente en el año 474 a. de la E.C. se agregó otra fiesta a la lista de fiestas judías. Los acontecimientos históricos que hicieron que Mardoqueo inaugurara esta fiesta de dos días, llamada Purim, son de tan importante significado profético y estímulo para los cristianos hoy que nos gustaría discutirlos con usted. Los judíos se hallaban bajo gobierno persa y esparcidos a través de las 127 provincias. Cierto hombre llamado Hamán, un amalequita y aborrecedor de los judíos, era jefe de todos los príncipes del Imperio Persa. Este hombre había determinado en su corazón exterminar a todos los judíos en todo el dominio persa. Como hombre religioso y supersticioso preguntó a sus dioses en qué día debería ordenar que los judíos fueran exterminados, echando el Pur, o Suerte. La Suerte cayó en el día decimotercero del mes duodécimo, o Adar. Esto le dio aproximadamente un año para preparar la matanza atroz, puesto que la Suerte se echó el primer mes. Pero también dio a los judíos tiempo para acudir a su Dios y orar por liberación y prepararse para ella.—Est. 9:20-22; 3:1-7.
20. ¿De qué fueron acusados falsamente los judíos? ¿Con qué resultado?
20 Ahora bien Hamán, después de conocer la fecha supersticiosamente escogida, presentó su solicitud ante el rey, representando a los judíos como un pueblo sedicioso y peligroso, que no obedecían las leyes del rey, sino que tenían sus propias costumbres diferentes de toda la gente. Hamán dijo que el dinero que se necesitaba para sufragar los gastos de la matanza atroz sería proporcionado —no le costaría nada a la corona— que diez mil talentos de plata (aproximadamente 8.456.400 dólares) serían introducidos en el tesoro del rey. El rey concedió la solicitud. Se expidió la ley para matar a los judíos en todo el dominio persa en el día decimotercero de Adar. Parecía que Hamán había alcanzado el cenit de su gloria. Pero las cosas cambiaron aprisa.—Est. 3:9-15.
21. (a) ¿Cómo contraatacaron los judíos, y cuál fue el resultado? (b) ¿Qué días se apartaban para esta fiesta, y por qué?
21 Por medio de la acción denodada de la reina Ester, ella misma siendo judía, se expidió una contraley que concedió a los judíos el derecho de “ponerse de pie en defensa de sus almas, para aniquilar y matar y destruir a [todo el] . . . que estuviese mostrándoles hostilidad, . . . el día trece del mes duodécimo, es decir, el mes de Adar.” Bajo el excelente acaudillamiento del fiel Mardoqueo los judíos estuvieron preparando su defensa. Y cuando llegó el día, fueron ayudados no solo por el pueblo persa sino, según el registro histórico, por “todos los príncipes . . . y los sátrapas y los gobernadores y los que manejaban el negocio que pertenecía al rey . . . porque el pavor de Mardoqueo había caído sobre ellos. . . . y hubo un vengarse en sus enemigos y un matar de setenta y cinco mil entre los que los odiaban.” En Susa el castillo se extendió la lucha hasta el día siguiente, con un total de 810 muertos del enemigo, incluyendo a los diez hijos de Hamán. Los judíos de las provincias y de Susa banquetearon en los días decimocuarto y decimoquinto respectivamente. En consecuencia, Mardoqueo les impuso la obligación de guardar los días decimocuarto y decimoquinto del mes de Adar de cada año “como días de banquete y regocijo y envío de porciones los unos a los otros y de regalos a los pobres.” Así se les recordaba a los judíos cada año su liberación, y año por año daban alabanza y honor a Jehová, el Dios de la liberación.—Est. 8:9 a 9:22.
CUMPLIMIENTO EN EL DÍA MODERNO
22. (a) ¿Quiénes son representados por los judíos? ¿por Hamán? (b) ¿Qué acusaciones falsas se han hecho?
22 Como los judíos allá en el día de Mardoqueo, el número pequeño en la Tierra de los hermanos espirituales de Cristo, el “resto” del Israel espiritual, ha sido acusado de ser sedicioso y un riesgo para la seguridad. Su exterminación como testigos del Altísimo, Jehová, había sido decretada por la clase Hamán del día moderno, los caudillos religiosos de la cristiandad. Jesucristo, ejerciendo poder real sobre toda la Tierra desde 1914 como lo hizo Asuero sobre el Imperio Persa, ha permitido tales atentados malignos sobre la vida del resto bajo toda clase de acusaciones falsas, para una prueba severa. Pero tal como el rey persa permitió que los judíos pelearan por su vida, así, también, Cristo Jesús ha permitido que el resto defienda su vida como testigos de Jehová contra sus enemigos.
23. ¿Cómo ha peleado el resto por su vida?
23 ¿Podría el clero religioso de la cristiandad, con la ayuda del estado político, matar al resto como testigos de Jehová, matar su obra de predicar el reino de Jehová? ¡Nunca! Como los judíos del tiempo de Asuero, el pueblo del Señor ha peleado celosamente por su vida y derechos como predicadores y testigos, no con armas materiales de destrucción, sino usando todos los medios legales a su disposición, junto con la “espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios.” (Efe. 6:13-17) Constantemente han continuado predicando las buenas nuevas del Reino establecido. Con sus armas espirituales y el uso de todos los medios legales disponibles, no solo han preservado su vida espiritual como testigos de Jehová y el derecho de predicar Su nombre en todo el mundo, sino que simbólicamente han “matado” a muchos atacantes al matar el poder e influencia de sus enemigos, que no pudieron matar su obra de predicación.
24. (a) ¿Qué se representó por matar a los enemigos de los judíos? (b) Como en el tipo, ¿quiénes se unen al resto, auxiliándolo?
24 La obra del resto ha matado la influencia de la religión falsa a tal grado que millares de personas de corazón honrado han abandonado sus filas y se han puesto de parte del resto, tal como fue en los días de Mardoqueo: “Muchos individuos de los pueblos del país estaban declarándose judíos.” (Est. 8:17) Allí habían visto que el favor del rey se había apartado de Hamán y estaba con los judíos, hasta haciendo provisión para su preservación. Así desde 1931, y con ímpetu especial desde 1935, muchas personas se han impresionado a medida que han visto la evidencia del favor de Dios sobre el resto pequeño de judíos espirituales. Han observado la lucha del resto para salvar su vida como testigos cristianos de Jehová contra todo el mundo. Han sido despertados a un interés vivo en la lucha que sostiene firmemente el resto por la adoración verdadera y los principios morales limpios. Aun algunos hombres de encumbrada posición mundana, como los príncipes y gobernadores del día de Mardoqueo, han auxiliado al resto en su lucha con la ayuda oficial o judicial que han podido prestar. Ante la vista del resto y de la “grande muchedumbre” de personas que se han unido al resto en predicar las buenas nuevas del Reino, los caudillos religiosos antitípicos ya se encuentran sin poder e influencia, están muertos, y solo se trata de un corto tiempo hasta que Jesucristo, que tiene poder real, efectúe la exterminación total de todos sus enemigos en la Tierra en la batalla del Armagedón. Hasta entonces, muchas personas más se pondrán de parte del resto, como se representa en el drama. De modo que la fiesta de Purim que se celebraba antiguamente tiene un significado antitípico que da hoy a los cristianos la esperanza infalible de la victoria de Dios sobre todos sus enemigos.
FIESTA DE DEDICACIÓN
25. ¿Qué produjo la necesidad de volver a dedicar el templo?
25 Los antecedentes que condujeron a la inauguración de la fiesta de Dedicación son muy interesantes. En el año 198 a. de la E.C. Palestina llegó a estar bajo el dominio del rey sirio, Antíoco III. Su hijo, Antíoco IV Epífanes, era un fanático religioso. Hizo grandes esfuerzos para convertir a los judíos a la religión griega. Saqueó el templo de Jerusalén y puso en el puesto de sumo sacerdote a uno que favorecía el procedimiento helenizador. En desafío a Jehová volvió a dedicar el templo y lo asignó al Zeus olímpico o Júpiter. Erigió un nuevo altar pagano encima del gran altar de Jehová en el patio del templo, donde se habían ofrecido anteriormente las ofrendas quemadas diarias a Jehová. Finalmente, el 25 de Kislev de 168 a. de la E.C., se ofreció el primer sacrificio en este altar pagano en honor de Zeus del monte Olimpo de Grecia. Se quemaron copias de la Ley, y el poseer una se castigaba con la muerte. La circuncisión era crimen capital y los judíos hasta fueron obligados a comer carne de puerco.
26. ¿Por qué se agregó la fiesta de Dedicación? ¿En qué fecha se celebraba?
26 Esta profanación del santuario de Jehová y el helenizar a los judíos mediante la fuerza cruel resultó en la sublevación bajo el acaudillamiento de los macabeos en el año 167 a. de la E.C. Por tres años los sirios libraron una guerra enconada contra los judíos pero finalmente fueron derrotados, a pesar de la fuerza militar abrumadora de los sirios. Los judíos tomaron de nuevo a Jerusalén en 165 a. de la E.C., y el 25 de Kislev, o exactamente tres años después que los sirios habían profanado el templo, el santuario fue limpiado y dedicado de nuevo a Jehová. Este fue un día memorable, y los judíos lo recuerdan hasta nuestro día presente. Año tras año en el 25 de Kislev (noviembre-diciembre) los judíos celebraban la dedicación del templo. La fiesta duraba ocho días. Se reunían en el templo o en las sinagogas de sus localidades. Según la tradición judía, era una ocasión de mucho gozo y festividad. Así por adherencia se agregó la fiesta de Dedicación a las mencionadas en la ley de Moisés.
27. ¿Qué lección importante pueden aprender los adoradores verdaderos en cuanto a celebrar fiestas?
27 El limpiar el templo de Jehová de idolatría pagana ciertamente fue una buena razón para que se conmemorara anualmente una fiesta gozosa. Jehová preservó el templo hasta que llegara el Mesías. Jesucristo mismo estuvo presente en el templo durante los días de la fiesta de dedicación. (Juan 10:22, 23) Pero los judíos por largo tiempo antes de eso habían cesado de actuar en armonía con esta fiesta y ellos mismos habían contaminado el templo de tal manera que Jesús les dijo que estaban haciendo de esta “casa de oración” una “cueva de salteadores.” Su apostasía hasta los llevó a rechazar a su Mesías, lo cual, a su vez, hizo que Jesús les dijera: “¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes.” Por eso vemos que las fiestas son para la alabanza y honor de Jehová solo si los que las celebran también actúan en armonía con el significado de la fiesta. (Mat. 21:13; 23:38) En el siguiente artículo vamos a discutir una provisión emocionante adicional en relación con las “fiestas periódicas” de Jehová, y veremos cómo Jehová está haciendo que se cumplan de una manera que trae honor a su nombre.
[Nota]
a Vea la página 24, §43, de La Atalaya del 1 de febrero de 1943, bajo el título “Expiación para el nuevo mundo,” Parte 3. También, la página 41, §14, del libro Usted puede sobrevivir al Armagedón y entrar en el nuevo mundo de Dios.