Pastoreando las ovejas con habilidad
“Y se puso a pastorearlos según la integridad de su corazón, y con la habilidad de sus manos se puso a guiarlos.”—Sal. 78:72.
1. ¿Qué cualidad que se menciona en Hebreos 11:6 hay que tener para ser ministro de Dios, y por eso qué nos hace preguntar esto?
EL LECTOR tal vez no sea clérigo religioso, pero ¿ha pensado usted alguna vez en la responsabilidad que recae sobre, no un simple clérigo, sino sobre el verdadero ministro de Dios? ¿Cuán fuerte o débil puede ser su fe en su Dios? Un ministro que se llamó Pablo lo expresó claramente cuando dijo: “Sin fe es imposible lograr su buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser el galardonador de los que con sinceridad le buscan.” (Heb. 11:6) Hoy día uno se pregunta, ¿cuántos clérigos tienen fe explícita en Jehová Dios y en su Palabra escrita y dependen de ella y cuántos de veras están esforzándose por lograr el buen agrado de Jehová? ¿Cuántos ministros asumen la plena responsabilidad de hacer la voluntad divina?
2. ¿Cómo considera su fe hoy día la gran mayoría de los que están en seminarios religiosos? ¿Qué hace esto que piensen los sinceros buscadores de la verdad?
2 En un artículo de la Times Magazine de Nueva York del 30 de noviembre de 1958 bajo el tema: “Estudiantes en busca de fe” el escritor, Stanley J. Rowland, hijo, dice que los que van a “los seminarios de hoy son, en casi todo caso, escépticos, pero esperan hallar fe por medio de la experiencia y un sentido de propósito por medio del servicio.” Comentando sobre los jóvenes que están recibiendo entrenamiento religioso, dice: “Están—paradójicamente—algo escépticos de una llamada por Dios y de la fuerza de sus propias creencias cristianas. Están explorando profundamente los valores fundamentales de la existencia. Quieren envolverse hondamente en la vida.” ¿Debemos creer que estos jóvenes que son escépticos en cuanto a una llamada de parte de Dios y que no están demasiado seguros de su fe han de ser los ministros para los cristianos de la generación presente? El escritor continúa y cita al presidente del Seminario Teológico Unión de Nueva York, Enrique P. Van Dusen, que dijo: “No se les puede entender. Muchos de ellos parecen estar sin gozo, y yo me pregunto si ellos realmente saben lo que significa ser feliz. Se ve que andan en una búsqueda religiosa, una actitud que era excepcional hace veinte años, pero que predomina en el cuerpo estudiantil hoy día.”
3. ¿Qué clase de fe tuvo el fundador del cristianismo, y fueron de la misma actitud sus discípulos?
3 ¡Qué contraste presenta su falta de fe en comparación con el líder de los ministros cristianos, Cristo Jesús! Su fe y devoción a su Padre y su deseo de hacer la voluntad divina fueron indisputables, y esto se expone claramente en los cuatro relatos de su vida. Jesucristo verdaderamente fué un ministro de Dios, dispuesto a aceptar responsabilidades. Estaba lleno de fe, y enseñó a sus seguidores que estaban llenos de fe a ser ministros exactamente como él. Esos discípulos de Jesús no estaban intentando “hallar fe por medio de la experiencia”; no carecían de gozo, sino que tenían la fe y gozo de su Amo y Señor. Eran ministros felices que creían que Dios es el “galardonador de los que con sinceridad le buscan,” y no eran personas de la clase que todavía estaba “en busca de fe.” Tenían fe en Jehová Dios, en Su Hijo Jesucristo y en la Palabra de Dios. Cualquier persona que estudie para el ministerio hoy día tiene que tener fe o fracasará por completo como ministro cristiano.
4, 5. (a) ¿Es el ministerio para un número limitado de personas? (b) ¿Qué mayores responsabilidades recaen sobre algunos?
4 El apóstol Pablo, un firme creyente en el un solo Dios, Jehová, y un incansable predicador de la Palabra de Dios, amonestó a la congregación gálata: “Que cualquiera a quien se le da instrucción oral en la palabra comparta todas las cosas buenas con el que da esa instrucción oral.” (Gál. 6:6) De modo que cualquier persona que haya oído y crea debe respaldar a su maestro y luego él mismo debe enseñar. El ser ministros del evangelio no está limitado a los pocos individuos que deciden ir a un seminario, o a una escuela teológica para ser entrenados, sino que el ministerio incluye a una clase extensa de personas. Incluye a todo el que cree y tiene fe y al que se le está enseñando oralmente acerca de la Palabra de Dios, porque tal persona, también, ha de compartir las cosas buenas que ha aprendido con otros hombres a quienes encuentra. Pablo se expresó con énfasis cuando dijo: “‘Cualquiera que invoque el nombre de Jehová será salvo’. Sin embargo, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han puesto su fe? ¿Cómo, en cambio, pondrán su fe en aquel de quien no han oído? ¿Cómo, en cambio, oirán sin alguien que predique?” (Rom. 10:13, 14) El mundo necesita ministros llenos de fe, no ministros que todavía buscan una fe.
5 La Biblia, la Palabra de Dios, muestra claramente que todo el que dice ser cristiano tiene que predicar las buenas nuevas acerca de Dios y de su reino de justicia. Pero cuando Pedro habló a los hombres de mayor edad de la congregación de creyentes él mostró que una responsabilidad mayor recae sobre los hombres de mayor edad como superintendentes o los pastores del rebaño de Dios. Aunque todos los que se han dedicado al servicio de Dios son ministros, no obstante de este grupo de cristianos fieles algunos hombres son escogidos para dirigir los asuntos de toda la congregación. Por lo tanto Pedro dijo: “A los hombres de mayor edad entre ustedes les doy esta exhortación. . . . Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia.”—1 Ped. 5:1-4.
PASTOREO ESPIRITUAL UN TRABAJO SERIO
6. ¿Quiénes están capacitados para ser pastores en la congregación, y cómo debe considerarse este trabajo?
6 Pastores confiables del rebaño sólo se podrían escoger de entre los que ya son ministros, personas dedicadas enteramente a Jehová Dios y que quieren ayudar a sus hermanos de la congregación. Este ciertamente es un trabajo de la clase correcta para cualquier cristiano maduro. Concerniente a los que ya están llenos de fe y activos en el servicio de Dios, Pablo dijo: “Si algún hombre se está esforzando por tener un puesto de superintendente, está deseoso de un trabajo de la clase correcta.” (1 Tim. 3:1) Ciertamente los que son de mayor edad en la verdad deben desear el trabajo de esta clase, ayudando a pastorear a las ovejas que están en la congregación de Dios. Esta es una responsabilidad que han de asumir sólo los que tienen fe y que verdaderamente aman a Dios y que ya conocen y están haciendo la voluntad divina. No es trabajo para un novicio, un principiante, uno que es nuevo en la obra cristiana.
7. (a) ¿Por qué es tan necesario que un superintendente sea estudiante de la Palabra de Dios? (b) ¿Qué cualidades dijo el apóstol Pablo que debe tener él?
7 Ante todo, el superintendente tiene que ser estudiante de la Palabra de Dios, creerla, y comportarse conforme a su enseñanza. Tiene que apegarse a la fe, estando alerta hoy día a lo que Pablo dijo a Timoteo: “Sin embargo, la declaración inspirada dice definitivamente que en los períodos de tiempos posteriores algunos se apartarán de la fe, prestando atención a declaraciones inspiradas desviadoras y a enseñanzas de demonios, por la hipocresía de hombres que hablan mentiras, . . . prohibiendo el casarse, ordenando el abstenerse de alimentos que Dios creó para que se participe de ellos con acción de gracias . . . Dando estos consejos a los hermanos serás un ministro de la clase correcta de Cristo Jesús, uno nutrido con las palabras de la fe y de la enseñanza correcta que tú has seguido cuidadosamente.” (1 Tim. 4:1-3, 6) Para que dé buen consejo, el superintendente tiene que estar “nutrido con las palabras de la fe” y seguir cuidadosamente la “enseñanza correcta.” Entonces puede pastorear el rebaño de Dios hábilmente. “El que preside [actúa de líder], que lo haga con verdadero ahinco; el que muestra misericordia, que lo haga con alegría.” (Rom 12:8, nota al pie de la página) Un superintendente tiene que “actuar de líder” si se le escoge para presidir la congregación. Tiene que seguir estas instrucciones: “Aborrezcan lo que es inicuo, adhiéranse a lo que es bueno. En amor fraternal ténganse cariño tierno unos a otros. En mostrarse honor unos a otros lleven la delantera. No sean holgazanes en su trabajo. Fulguren con el espíritu. Sean esclavos de Jehová. Regocíjense en la esperanza que está delante. Aguanten bajo tribulación. Perseveren en la oración. Compartan con los santos según sus necesidades. Sigan la senda de la hospitalidad. Sigan bendiciendo a los que les persiguen; estén bendiciendo y no maldiciendo. Regocíjense con personas que se regocijan; lloren con personas que lloran. Estén dispuestos hacia otros del mismo modo que lo están hacia ustedes mismos; no estén atendiendo a cosas eminentes, sino déjense llevar con las cosas humildes. No se hagan discretos a sus propios ojos. No devuelvan mal por mal a nadie. Provean las cosas correctas a la vista de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres.” (Rom 12:9-18) Para que uno sea ministro útil como el que se acaba de describir, es preciso que ya tenga fe en Dios, no que esté “en busca de fe.”
8. ¿Se escribieron las Escrituras sólo para los superintendentes? Por eso, ¿qué obligación tiene toda la congregación cristiana?
8 Con tal dirección por parte de los pastores de las congregaciones se pone un ejemplo excelente para que lo sigan todos los miembros cristianos. Además, las Santas Escrituras fueron escritas, no sólo para los superintendentes, sino para toda la congregación, incluyendo a los superintendentes. La voluntad divina es que las ovejas, después de ser recogidas, sean exactamente como el buen pastor. Allá en el día de Pablo Dios arregló que los pastores cuidaran a las ovejas, y de la misma manera hoy día los pastores ponen el ejemplo. Es un asunto serio el pastorear las ovejas. Ha llegado el tiempo de separar a la gente de todas las naciones, y esta obra de separarla está efectuándose por la predicación de las buenas nuevas del reino de Jehová, no sólo por los superintendentes, sino por todos los ministros cristianos de la congregación.
9, 10. (a) ¿Es grande la responsabilidad del pastor? ¿La de quién es mayor? (b) ¿Qué trabajo ha estado haciendo el resto desde 1919 especialmente, y cómo es su punto de vista semejante al de Cristo Jesús el David Mayor?
9 El que una persona ocupe el puesto de superintendente, sin embargo, le impone una responsabilidad mucho mayor como pastor de las ovejas. Sin embargo, el superintendente siempre tiene presente que Jehová es el Gran Pastor, no él mismo. David dijo: “Jehová es mi Pastor.” (Sal. 23:1) Entonces, Jehová principalmente es responsable del recogimiento y cuidado de las ovejas, pero sí usa a hombres para efectuar el pastoreo. Desde 1919 vemos que no sólo se está recogiendo al resto de la “manada pequeña” ungida, sino también a una grande muchedumbre de “otras ovejas,” particularmente desde 1935. (Luc 12:32; Juan 10:16) Los que quedan o el resto de la manada pequeña fueron esparcidos durante los días nublados y obscuros de la I Guerra Mundial, pero ahora muchos del resto, ya que han sido recogidos, están siendo usados para efectuar la obra de pastoreo. Todos ellos como ministros de Dios han salido con las buenas nuevas del Reino y han estado predicándolas y han estado haciendo la voluntad divina durante los pasados cuarenta años. Han estado buscando a las ovejas y las han estado trayendo y alimentando con el alimento espiritual necesario
10 En otras palabras, tiene que haber un gran recogimiento. Sin embargo, a todas estas ovejas, la manada pequeña y las otras ovejas, ahora Jehová las ha hecho una sola compañía o rebaño cooperativo, todas siendo herederas de la vida en el nuevo mundo de justicia. Fielmente Jehová ha hecho todo lo que prometió hacer a favor de su pueblo, pero hay algunas cosas que los cristianos tienen que hacer por sí mismos, y especialmente los superintendentes, que tienen que ser pastores fieles del rebaño, o congregación. Cristo Jesús es el David Mayor, y cuando él estuvo en la tierra asumió la responsabilidad de pastor y puso el ejemplo correcto para los otros superintendentes. El Salmo 78:70-72 se refiere a Jesús cuando dice: “[Jehová] escogió a David su siervo . . . Lo trajo para ser pastor sobre Jacob pueblo suyo y sobre Israel posesión suya. Y se puso a pastoreados según la integridad de su corazón, y con la habilidad de sus manos se puso a guiarlos.” Exactamente así Cristo Jesús fué un pastor hábil. Su Padre le dijo: “Amaste la justicia y odiaste todo lo que es contrario a ley.”—Heb 1:9.
ADQUIRIENDO HABILIDAD
11. ¿Cómo adquiere habilidad el pastor?
11 Habilidad significa la capacidad que viene con el conocimiento y la práctica; aptitud. Jesús, el Pastor Propio, tenía conocimiento de la Palabra de Dios. Practicaba lo que enseñaba la Palabra. Lo aplicaba a su propia vida, mostrando así sabiduría y entendimiento. Reconoció a Jehová Dios como el Gran Pastor y dirigió la mente de los hombres hacia Jehová, su Padre, no hacia sí mismo. Dios lo escogió para ser pastor de la clase correcta. Hoy día los subpastores tienen que ser como Jesús y no estar interesados en tener el rebaño para ellos mismos. Con corazones que retienen integridad ellos tienen que pastorear hábilmente el rebaño de Dios. ¡Cuán necesario es, entonces, que los superintendentes tengan conocimiento y que con sabiduría pongan a trabajar ese conocimiento! El pastor no es un superintendente torpe, desmañado, descuidado. Usa la Palabra de Dios hábilmente al cuidar las otras ovejas. Cuando el Pastor Propio, Jesucristo, por espíritu santo hizo nombramientos de los apóstoles para efectuar el trabajo de pastorear, los puso en ese trabajo porque sabían usar la Palabra de Dios “para enseñar, para reprender, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia,” e hicieron este trabajo hábilmente. (2 Tim. 3:16) Todos los subpastores tienen que usar la Palabra de Dios de la misma manera. Los superintendentes de hoy en la sociedad del nuevo mundo son pastores también y tienen que tratar con manos hábiles a las ovejas de Dios y conducirlas como lo hizo David cuando cuidó a los hijos de Israel y como lo hizo Cristo cuando cuidó a sus discípulos.
12. ¿Le conviene al pastor ser descuidado en su trato de las ovejas, y cómo aconseja el apóstol Pedro sobre este punto?
12 El galardón por el pastoreo fiel no sólo es salvarse uno mismo, sino también el salvar a otros, a las otras ovejas. Recuerde, todos son ovejas, sean superintendentes o no. Todos son ovejas bajo el Gran Pastor, Jehová, y bajo el Pastor Propio que él ha escogido, Jesucristo. Jesús mismo dijo: “Yo soy el pastor propio; el pastor propio entrega su alma a favor de las ovejas.” (Juan 10:11) Y otra vez: “Yo soy el pastor propio, y conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mí.” (Juan 10:14) No hay razón, entonces, para que una oveja, escogida para ser pastor, se vuelva presumida y descuidada al manejar la Palabra de Dios. Pedro, una oveja y apóstol de Jesucristo, conocía su propia responsabilidad como subpastor cuando fué nombrado como tal por espíritu santo. Por eso Pedro dijo a otros: “Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia, no por fuerza, sino voluntariamente, tampoco por amor de ganancia deshonrosa, sino con anhelo, ni como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose dechados de la grey. Y cuando haya sido manifestado el pastor principal, ustedes recibirán la corona inmarcesible de gloria.”—1 Ped. 5:2-4.
13, 14. Habiendo convenido en hacer la voluntad divina, ¿cómo debe y cómo no debe sentirse un pastor acerca de sus responsabilidades?
13 Todos los superintendentes de la sociedad del nuevo mundo, tales como siervos de sucursal de la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract, siervos de distrito, siervos de circuito, siervos de congregación y siervos ministeriales, deben sentir la carga pesada que la Palabra de Jehová les impone a ellos como subpastores, superintendentes. Al tiempo de su dedicación los superintendentes convinieron en hacer la voluntad divina, y ahora como superintendentes tienen que apreciar que uno de los mandamientos que se les da en la Palabra de Dios es: “Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia.” Superintendentes, ¿cómo lo están efectuando? ¿Por fuerza? ¿Por un sentido de llevar una carga porque fueron nombrados a ese puesto? ¿Quieren estar libres de esa responsabilidad? Pedro bondadosamente dice a todos: ‘Háganlo voluntariamente.’
14 ¿Pudiera haber algunos que lo hagan por amor de ganancia deshonrosa? ¿Por la distinción que reciben en la congregación? ¿Orgullo personal, probablemente? ¿O por la influencia que tienen sobre el rebaño de Dios? Pedro amonesta: ‘Háganlo con anhelo,’ gozosamente, tengan amor ardiente a todos los de la congregación, reconociendo que todas las ovejas pertenecen a Jehová Dios y que la congregación con la que usted está asociado es verdaderamente el rebaño de Dios.
15. ¿Por qué es tan necesario que el superintendente se haga un examen de conciencia?
15 Examínese usted mismo. ¿Es usted un superintendente que está “enseñoreándose de los que son la herencia de Dios”? ¿Intimida usted a las ovejas? ¿Es usted un pastor superior a quien no se le puede hablar? ¿Siempre está usted demasiado ocupado? Nunca suceda eso, porque eso no es buen ejemplo. Pedro dijo tan provechosamente: ‘Háganse dechados de la grey.’ ¿De qué manera? En fe, virtud, conocimiento, dominio propio, aguante, devoción piadosa, cariño fraternal y amor. “Porque si estas cosas existen en ustedes y rebosan, impedirán que ustedes sean inactivos o infructíferos tocante al conocimiento acertado de nuestro Señor Jesucristo.” (2 Ped 1:5-8) ¡El tener conocimiento acertado y vivir de la manera correcta le son tan necesarios a usted como superintendente!
16. ¿Cómo da énfasis a la seriedad del trabajo de pastor la nota al pie de la página de la Traducción del Nuevo Mundo en 1 Pedro 5:3?
16 ¿Comprende plenamente que usted, habiendo sido nombrado al puesto de superintendente, es un pastor que cuida las ovejas de Dios asignadas a usted? La nota al pie de la página de la Traducción del Nuevo Mundo en 1 Pedro 5:3 da énfasis a ese hecho, diciendo: No “enseñoreándose de los asignados a ustedes.” En la gran organización visible de Dios todas estas ovejas son ovejas de Dios, pero diferentes grupos de ellas son asignados a diferentes pastores. En la sociedad del nuevo mundo en 1958 hubo 17,878 grupos o congregaciones de testigos de Jehová en todo el mundo. Pedro les aconseja a ustedes los superintendentes que no se enseñoreen de los que están asignados a ustedes. Por eso cada pastor debe preguntarse: “¿Cómo estoy tratando a las ovejas de Dios? ¿Qué ejemplo estoy poniendo? ¿Cuánto me intereso en sus reuniones de servicio? ¿La escuela del ministerio teocrático? ¿Los estudios de libro de congregación? ¿La testificación de casa en casa? ¿Las revisitas? ¿Los estudios bíblicos de casa? ¿Estoy predicando estas buenas nuevas del reino de Dios por estos métodos y estoy ayudando a todas las ovejas que me han sido asignadas a hacer lo mismo que yo estoy haciendo, ayudándolas a permanecer despiertas y a guardar sus prendas de vestir ministeriales?”
17. ¿Qué galardón aguarda al pastor fiel de las ovejas de Dios?
17 Cuando el superintendente sigue el excelente consejo de Pablo y muestra amor y hospitalidad al rebaño de Dios y a los extranjeros, entonces cuando haya sido manifestado el pastor principal, el superintendente ‘recibirá la corona inmarcesible de gloria.’ Para el que pertenece a la manada pequeña el galardón significará el ser coheredero con Cristo Jesús en gloria celestial. Para las otras ovejas significará vida en la nueva tierra paradisíaca. Los que son hábiles y fieles al pastorear las ovejas hoy día ciertamente serán recompensados por medio de ser hechos, por decirlo así, ‘gobernantes sobre muchas ciudades.’ Si muestran fidelidad en cosas pequeñas, los superintendentes de hoy recibirán mayores cosas que hacer, como dijo el rey de la parábola de Jesús: “¡Bien hecho, buen esclavo! Porque has probado ser fiel en un asunto muy pequeño, acepta autoridad sobre diez ciudades.” (Luc 19:17) Por eso, superintendentes, siempre aprecien su relación con Jehová Dios así como con el rebaño que Dios les ha asignado y recuerden el mandamiento: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear a la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.”—Hech. 20:28.
CUMPLIENDO RASGOS CARACTERÍSTICOS DE PASTOR
18. ¿La apreciación de qué hechos le es vital al pastor de la congregación?
18 Los superintendentes tienen que apreciar plenamente que el “rebaño” o “congregación” es de Dios y que el nombramiento como pastor es por espíritu santo de Dios. El rebaño es de Dios por compra. ¡Jamás olvidemos eso! Pablo, hablando a los cristianos ungidos en Corinto, preguntó: “¿No saben que el cuerpo de ustedes en conjunto es el templo del espíritu santo que está dentro de ustedes y el cual recibieron de Dios? También, no pertenecen a ustedes mismos, porque fueron comprados con un precio. Sin falta, glorifiquen a Dios en el cuerpo de ustedes en conjunto.” (1 Cor. 6:19, 20) Todavía hay un resto pequeño de ese “cuerpo de ustedes en conjunto” en la tierra hoy día, y muchos de este resto ocupan puestos de superintendentes. Pero sin importar si el superintendente es del resto o de la clase de las otras ovejas todavía es pastor o superintendente de Dios que cuida las ovejas de Dios, Su compra. Los superintendentes tienen que estar haciendo la voluntad divina entre todas las ovejas de Dios que están dentro de la sociedad del nuevo mundo y entre aquellas que todavía andan descarriadas fuera de la sociedad.
19. ¿De la autoridad de quién quiere el pastor apartar a las ovejas, y por qué?
19 Cristo Jesús usó a Pablo para ir a las naciones afuera así como para consolar a los que estaban en Israel. Jesús se hizo visible a Pablo con el fin de escogerlo como “asistente y testigo . . . mientras te liberto de esta gente y de las naciones, a quienes te estoy enviando, para que les abras los ojos, para volverlos de las tinieblas a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios, para que reciban perdón de pecados.” (Hech. 26:16-18) Pablo llegó a ser superintendente y trabajó duro tratando de apartar a las ovejas de la autoridad de Satanás y dirigirlas al único Dios verdadero. Hoy los superintendentes deben estar haciendo lo mismo. Luego, después de dirigirlas a Dios, los pastores tienen que ayudar a mantenerlas en la luz. ¿Cuánto esfuerzo ejercen ustedes los superintendentes para hacer esto? ¿Cuánta energía gastan? ¿Cuánto amor les muestran a todos los que han sido “asignados a ustedes” en su congregación? Subpastores, ¡sean fieles y hábiles al tratar con humanos semejantes a ovejas, todos los cuales pertenecen a Jehová Dios!
20. (a) ¿Cuáles son los rasgos esenciales del trabajo del pastor? (b) Explique cómo se conduce a las ovejas en imitación de Cristo Jesús.
20 ¿Cuáles son los rasgos esenciales del pastor? (1) Conducir; (2) alimentar; (3) pastorear. Jesús mostró verdadera capacidad para conducir porque él mismo se sometió a ser conducido por su Padre, Jehová, el Gran Pastor. En realidad él dijo: “Refresca mi alma. Me conduce por las vías de la justicia por causa de su nombre.” (Sal. 23:3) Él quería que su Padre, el Gran Pastor, lo condujera en el derrotero correcto. Jesús dijo: “Yo busco, no mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió.” (Juan 5:30) Igual que Jesús, los subpastores fieles y hábiles conducirán a las ovejas de Dios por los caminos de la justicia también. Ellos no pueden desviar a las ovejas de la verdad expuesta en la Palabra de Dios, porque esa Palabra es la voluntad divina. El subpastor siempre tiene que estar atento a la voluntad divina, preguntándose: ¿qué quiere Jehová que se haga? ¿Cómo lo hizo Jesús? ¿En qué sendero anduvo? Uno siempre tiene que conducir a las ovejas por el camino de Dios. El que conduce a las ovejas de Dios debe tener presente la santificación del nombre de Jehová. Jesús puso el nombre de su Padre primero cuando enseñó a todos sus discípulos a orar: “Nuestro Padre en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Cúmplase tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) Él condujo a las ovejas en el nombre de Jehová.
21. ¿En dónde usa hábil y expertamente el superintendente la Palabra de Dios, y por qué no puede retraerse?
21 Pablo, un pastor, mostró que poseía las cualidades que hay que tener para poder conducir cuando dijo: “Yo no me retraje de decirles cosa alguna que fuera de provecho ni de enseñarles públicamente y de casa en casa.” (Hech. 20:20) ¿Dónde aprendió Pablo estas cosas provechosas? De la Palabra de Dios. Y ¿dónde las predicó? En todas partes. Hoy el superintendente conoce la Palabra de Dios y la usará experta y hábilmente al ir de casa en casa predicando las buenas nuevas y participando en la actividad de revisitas y en el trabajo de estudios bíblicos, llevando la delantera verdadera al entrenar a otros ministros. Sin embargo, a veces el superintendente de la congregación asignada a él piensa que el siervo de circuito viene pronto y que el conducir es parte del trabajo de éste. De modo que afloja la mano en lo que concierne a ayudar a los ministros irregulares, y las ovejas no tienen quien las conduzca. Pero la entera organización de Dios tiene que trabajar unida, cada uno haciendo cuanto está de su parte. El buen pastor está ansioso por ver que las ovejas se hagan fuertes, saludables y vigorosas, y hace las cosas que son de provecho para que más tarde algunas de las ovejas puedan llegar a ser superintendentes y conducir ovejas también. La urgencia de este trabajo nunca disminuye. Hay muchas ovejas nuevas que forman congregaciones nuevas que necesitan nuevos pastores. Pablo ‘no se retrajo.’ ¿Se retrae usted?