Manteniendo conducta correcta entre las naciones
“Mantengan correcta su conducta entre las naciones, para que . . . como resultado de las obras correctas de ustedes . . . glorifiquen a Dios.”—1 Ped. 2:12.
1. ¿En qué respectos son diferentes los testigos de Jehová de otras personas del mundo?
TODO el mundo reconoce presta y fácilmente que los testigos de Jehová son diferentes de todas las demás personas. Este hecho ciertamente plantea unas preguntas muy interesantes. ¿Cómo se hace posible una cosa tan rara y notable como ésta? ¿Qué es lo que distingue físicamente a estos ministros devotos de Jehová de todos los demás? ¿Será su belleza o buena apariencia física? ¿Se debe a que sean sobresalientes personalidades sociales, políticas o teatrales en la comunidad? ¿Se debe a que se pongan alguna indumentaria, vestido o traje peculiar? ¿Se separan físicamente de otras personas y se encierran en retiros aislados? No, éstas no son las cosas que hacen excepcionalmente diferentes a los testigos de Jehová, porque en todos estos respectos solo son personas comunes, que provienen de todo nivel de las masas indistinguibles de la sociedad humana. Es cierto que los Testigos se adhieren a doctrinas, creencias y enseñanzas que son muy diferentes de las que afirma creer la cristiandad, pero lo que distingue presta y abiertamente a los testigos de Jehová de otras personas de manera física y tangible es su conducta cristiana genuina y su constancia y consistencia a través de los años en mantener esta conducta justa entre todas las naciones de la Tierra, sin importar el idioma, costumbres o diferencias políticas locales que existen en los diferentes países.
2. ¿Cómo probó el Fundador del cristianismo que él no era parte de este mundo?
2 Ahora bien, esta diferencia reconocible en la conducta de los testigos cristianos de Jehová no es algo moderno y peculiar de este siglo veinte. Hace más de mil novecientos años el Fundador del cristianismo, Jesús el Cristo, mostró en toda su conducta que él no era parte de este sistema de cosas dominado por el Diablo. Cuando se le ofreció la soberanía del mundo y junto con ella todo el resplandeciente honor y gloria concomitantes, él hizo algo diferente de lo que la mayor parte de los hombres haría en circunstancias semejantes. Él rehusó rotundamente la oferta. “Mi reino no es parte de este mundo . . . mi reino no es de esta fuente,” dijo él. Jesús por lo tanto permaneció libre de todos los asuntos políticos y militares, no efectuó ninguna alianza con las religiones ortodoxas establecidas ni participó en las reformas sociales de su día. Además, Jesús se distinguió de otros hombres por la vida justa que vivió y por lo que predicó a otros. En toda su conducta verdaderamente fue “uno de bondad amorosa, sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores.”—Mat. 4:8-10; Juan 18:36; Heb. 7:26.
3, 4. ¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo que sus seguidores “no son parte del mundo”?
3 A los que se hicieron discípulos de él Jesús dijo: “Ustedes no son parte del mundo.” Tocante a éstos él oró a su Padre: “Yo te pido, no que los saques del mundo, sino que vigiles sobre ellos por causa del inicuo. Ellos no son parte del mundo así como yo no soy parte del mundo.” Puesto que Satanás el Diablo todavía es “el dios de este sistema de cosas,” los testigos de Jehová, si han de ser discípulos verdaderos de Jesús, igualmente tienen que conducirse de acuerdo con eso. Tienen que mantener estricta neutralidad en cuanto a todo asunto político, militar y social de este mundo malo, y de ninguna manera deben participar en sus actividades religiosas de la unión de fes.—Juan 15:19; 17:15, 16.
4 Cuando Jesús dijo que sus seguidores no serían parte de este mundo, ciertamente no quiso decir que habían de llegar a ser eremitas y encerrarse en monasterios y conventos en aislamiento. Jesús nunca hizo eso en imitación de los sacerdotes y monjes budistas de su tiempo. Por ser embajador de Jehová enviado “para dar testimonio a la verdad,” tuvo que vivir y actuar entre la gente del mundo. Así también, por ser “embajadores sustituyendo por Cristo,” sus discípulos verdaderos en la actualidad tienen que hacer lo mismo; de otra manera ¿cómo verá la gente de las naciones sus obras rectas y glorificará a Jehová? Este, también, fue el punto que Jesús tuvo presente cuando dijo: “Resplandezca su luz delante de la humanidad, para que vean sus obras correctas y den gloria a su Padre que está en los cielos.”—Juan 18:37; 2 Cor. 5:20; 1 Ped. 2:12; Mat. 5:16.
5. Según mandó Jesús en Mateo 5:16, ¿cómo han estado dejando resplandecer su luz los testigos de Jehová?
5 Todo el mundo observa a los testigos de Jehová efectuando este mandamiento bíblico. Abiertamente, de casa en casa y de ciudad en ciudad, en lugares poblados y aislados, siguen yendo año tras año durante toda clase de clima y con grande gasto personal de tiempo y dinero, solo para dejar que la gloriosa luz en cuanto al Rey y reino de Dios resplandezca sobre el corazón y mente de los hombres de buena voluntad para que ellos a su vez glorifiquen a Jehová. Pues, considérelo, en solo un año, el año de servicio de 1959, emplearon un total de 126,317,124 horas en hacer tales obras correctas entre personas que hablan 125 idiomas y que viven en 175 diferentes países y territorios de la Tierra. Para igualar esta gran cantidad de tiempo un solo individuo que trabajara cuarenta horas a la semana y tomara dos semanas de vacaciones al año ¡tendría que trabajar y afanarse más de 63,000 años!
ASOCIACIÓN INEVITABLE CON IMPÍOS
6. ¿Con qué clase de personas se ponen en contacto los embajadores de Dios, y con qué resultados?
6 Al desempeñar este buen trabajo los fieles testigos de Jehová forzosamente se ponen en contacto con gente de toda clase, algunos que son fornicadores, algunos borrachos, otros defraudadores e idólatras. Pero en esto, también, mediante su conducta correcta ante la presencia de tales personas, demuestran ser cristianos verdaderos. Solo el que los Testigos hablen las buenas nuevas de arrepentimiento a tales personas desafortunadas no significa que tienen que adoptar o imitar sus normas inmorales de vida. De modo que es solo después de emplear algún tiempo tratando de ayudar a estas personas enfermas a cambiar su comportamiento malo y no lograr progreso que los testigos rectos de Jehová dejan de visitarlas. El que tal llegar a estar en contacto físico con personas inmundas sería necesario el apóstol Pablo lo reconoció. “Les escribí que cesaran de mezclarse en la compañía de fornicadores, no queriendo decir enteramente con los fornicadores de este mundo ni las personas codiciosas ni los defraudadores ni idólatras. De otro modo, ustedes realmente tendrían que salirse del mundo.”—1 Cor. 5:9, 10.
7. ¿Qué otras circunstancias a menudo obligan a los ministros dedicados de Dios a asociarse con personas inmundas?
7 El contacto inevitable con los que son inmundos en sus costumbres e injustos en su conducta acontece a menudo cuando los testigos de Jehová procuran empleo para sostenerse ellos mismos y a los que dependen de ellos. Esto también es una necesidad que las circunstancias les han impuesto, pues está escrito: “Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.” (1 Tim. 5:8) Para poder servir a Jehová hay que alimentarse, y se necesita dinero para comprar alimento. Uno no puede robar alimento ni dinero; por eso tiene que trabajar. Por lo tanto, el trabajar en el mundo hace posible que el siervo dedicado de Jehová se conserve vivo a fin de poder alabar, adorar y servir a su Creador y Dador de vida. “Los muertos mismos no alaban a Jah, ni lo hace ninguno que baja al silencio.”—Sal. 115:17.
8. (a) ¿Qué forma de esclavitud económica existe hoy día? (b) En este respecto, ¿qué mandamientos bíblicos que gobiernan la conducta tienen que obedecer los testigos de Dios?
8 Si durante el empleo seglar el cristiano cae en las circunstancias desagradables de estar asociado estrechamente con personas impías e inmorales, esto no es motivo para alarmarse indebidamente. Más bien, es una oportunidad para distinguirse por su conducta recta y piadosa para con el patrón y los compañeros de trabajo. Cuando trabaja para un incrédulo el cristiano no puede adoptar la actitud: ‘Bueno, él y su negocio van a acabarse en el Armagedón, de modo que ¿qué importa?’ El mandamiento bíblico dice: “Estén en sujeción los esclavos a sus dueños en todo, y agrádenles bien, sin replicarles, no cometiendo robos, sino exhibiendo buena fidelidad por completo.” ¿Por qué? A fin de que el empleado ‘adorne la enseñanza de nuestro Salvador, Dios, en todas las cosas.’ Quizás no tengamos la misma forma de esclavitud ahora como cuando Pablo escribió estas instrucciones a Tito, pero los principios todavía aplican, porque realmente las personas ocupadas en empleo mundano se hallan en esclavitud económica a este sistema de cosas. “Esclavos, sean obedientes en todo a los que son sus amos en un sentido carnal, no con actos de uno que trabaja solo cuando lo vigilan, como quienes procuran agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, con temor de Jehová. Cualquier cosa que estén haciendo, trabajen en ello de toda alma como para Jehová, y no para los hombres, porque ustedes saben que es de Jehová que recibirán la debida recompensa de la herencia.” Sí, no en el sobre de paga semanal que le entrega el patrón seglar, sino de la mano siempre amorosa de Jehová recibirán sus testigos una herencia en Su reino por su conducta justa entre los pueblos de las naciones. Por lo tanto, todos los testigos de Jehová sean hallados honrados, dignos de confianza, leales y respetuosos para con sus patrones, gerentes y sobrestantes, incluyendo a los que son “difíciles de agradar.”—Tito 2:9, 10; Col. 3:22-24; 1 Ped. 2:18.
9. ¿Cómo debemos tratar a nuestros vecinos, según las Escrituras?
9 ¿Cuál debe ser la conducta de los cristianos para con el prójimo o los vecinos y desconocidos de la comunidad? Jesús dictó buenas reglas que deben gobernar este asunto cuando dijo: “Todas las cosas, por lo tanto, que quieren que los hombres les hagan, también de igual manera deben hacérselas a ellos.” “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” (Mat. 7:12; Mar. 12:31) El apóstol Pablo escribió, en Romanos 12:17-21; 13:8, 9: “No devuelvan mal por mal a nadie. . . . Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. No se venguen a ustedes mismos, amados, sino den lugar a la ira . . .. ‘si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo; si tiene sed, dale algo de beber; porque al hacer esto amontonarás brasas ardientes sobre su cabeza.’ No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien. No le deban a nadie ni una sola cosa, solo el amarse los unos a los otros . . .. ‘Debes amar a tu prójimo como a ti mismo.’”
10. ¿Cómo muestran amor los testigos de Jehová de una manera muy práctica y genuina para con los totalmente desconocidos?
10 Cuando viajan en autobuses de ida y vuelta a su trabajo o cuando viajan de ida y vuelta a las asambleas, los testigos de Jehová muestran amor a los desconocidos, según se presentan las oportunidades, hablando de la mayor personalidad del universo, Jehová, y del más interesante y conmovedor tema del día, el reino de los cielos. Es mostrar amor al prójimo cuando estos testigos van de casa en casa y consuelan a las viudas y huérfanos afligidos diciéndoles de los propósitos de Dios, y luego vuelven a visitar y ayudar a estas personas desesperanzadas en estudios bíblicos en casas privadas. Esto no es entremeterse en lo ajeno. Más bien, al hacer esto los Testigos atienden a sus propios asuntos, porque sus asuntos son los asuntos de Cristo el Rey.—1 Tes. 4:11.
11. En armonía con lo que dice el escritor bíblico Santiago, ¿cómo debemos conducirnos en la comunidad en conjunto?
11 En una escala mayor, en la comunidad en conjunto, se reconoce a los testigos de Jehová como un grupo socialmente distinto y diferente. No solo se abstienen de la chismografía del vecindario así como de sus peleas por venganza y enemistades raciales, sino que su neutralidad piadosa también les prohíbe participar en revoluciones políticas, hazañas militares y los llamados movimientos de “hermandad” o de unión de fes. Se mantienen libres de todo punto en disputa de partidos y reformas sociales. No participan en campañas de caridad, tómbolas ni campañas para reunir fondos en la comunidad. No apoyan las loterías populares ni los sindicatos del juego, aunque los haya “legalizado” o los maneje el Estado. De esta manera se mantienen sin mancha de los asuntos de este sórdido viejo mundo con el fin de adorar a Dios como cristianos limpios y fieles. “La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es ésta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo.”—Sant. 1:27.
DEVUELVA A DIOS Y A “CÉSAR”
12. ¿Cuándo deben ser especialmente cuidadosos los testigos fieles de Jehová para mantener la conducta correcta, y por qué?
12 Esto les extraña a algunos: que aunque los testigos de Jehová van en pos de una vida tranquila y pacífica en la comunidad a menudo sucede que son objeto de mucha controversia, crítica y ridículo por parte del público. Tales dificultades, sin embargo, no se deben a conducta incorrecta por parte de los Testigos. Más bien, se debe a su actitud piadosa en cuanto a tales puntos en disputa ardientes como la santidad de la sangre, ritos y costumbres paganos, o servicio regimentado al estado totalitario o la adoración obligatoria a sus imágenes. Particularmente bajo tales circunstancias penosas es absolutamente necesario que los cristianos verdaderos no transijan en cuanto a la conducta correcta según se manifiesta en las santas Escrituras, pues solo de esta manera pueden participar en vindicar la Palabra y nombre preciosos de Jehová.
13. ¿Cuáles son las cosas que pertenecen a “César,” y cómo las pagan los cristianos?
13 Delante de autoridades políticas y gubernamentales, delante de los jueces de los tribunales, delante de los hombres militares de poder y delante de funcionarios policíacos del país el pueblo de Dios tiene que mantener conducta cristiana apropiada. Pablo amonestó que se les mostrara respeto adecuado a los funcionarios públicos de toda clase cuando dijo: “Paguen a todos lo que se les debe . . . al que pide temor, dicho temor; al que pide honor, dicho honor.” Y fue Jesús quien dijo: “Devuelvan las cosas de César a César, pero las cosas de Dios a Dios.” Surgen, sin embargo, las preguntas: ‘¿Cuáles son las cosas de “César” y cuáles son las cosas de Dios? ¿Dónde establece uno el límite entre los dos?’ Para la persona que está dedicada enteramente a Dios éstas no son preguntas difíciles de contestar. “César” da agua potable y sistemas de alcantarillado. Él da caminos y carreteras para viajar. Da cierto grado de protección policíaca. Da pronósticos del tiempo y advertencias en cuanto a tormentas. Da medios educativos limitados para los niños. Todas estas cosas y muchas otras pertenecen a “César,” pues él las provee. Los testigos de Jehová por lo tanto le pagan estas cosas, no solo en la forma de impuestos muy liberales, sino sometiéndose a los reglamentos que dicta para gobernar el uso de tales medios y acatándolos; y es correcto que lo hagan, porque Jehová manda que se hagan tales pagos.—Rom. 13:7; Mar. 12:17.
14. (a) ¿Cómo podemos pagar a Dios lo que le pertenece a Él? (b) ¿Qué posición semejante adoptaron los cristianos del primer siglo, y con qué resultados?
14 Por otra parte, Dios da la vida y todos los medios necesarios para sostener esa vida, como alimento, agua, aire, etc. De modo que las criaturas en su juicio cabal devuelven a su Creador lo que le pertenece dedicando a Su servicio la vida que Él les da y usando el medio de vida que Él les da para alabanza y honra del Gobernante Soberano del universo. Y aquí es donde los testigos de Jehová a menudo tienen dificultad; porque los gobernantes despiadados y codiciosos no solo exigen lo que es suyo, sino que también codician la devoción, adoración y servicio de la criatura, las cuales cosas pertenecen legítimamente al Creador. Sobre este punto en disputa los testigos de Jehová mantienen firmemente la misma actitud cristiana que Pedro y los cristianos primitivos adoptaron cuando ellos dijeron a los gobernantes de actitud porcina de su día: “Si es justo a la vista de Dios escucharles a ustedes más bien que a Dios, hagan ustedes su decisión.” “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.” Quién sabe si al mantener este correcto derrotero bíblico muchos gobernantes, jueces, abogados y funcionarios policíacos de mente razonable todavía confiesen, como lo hizo el rey Agripa: “En poco tiempo me persuadirías a hacerme cristiano.”—Hech. 4:19; 5:29; 26:28.
CONDUCTA CORRECTA DETRÁS DE MUROS DE PRISIÓN
15. ¿Han sido arrojados a las prisiones los muchos millares de testigos de Jehová porque son agitadores políticos?
15 En muchas partes de la Tierra testigos de Jehová languidecen en prisiones y campos de concentración. Bajo tales circunstancias penosas ¿cómo deben portarse para con los funcionarios y guardianes de las prisiones? ¿Deben tramar escaparse secretamente o rebelarse abiertamente? ¡Absolutamente no! En primer lugar estos testigos de Jehová no han hecho ningún mal que merezca el tratamiento que reciben. No son agitadores ni revolucionarios políticos. Testificando en cuanto a la veracidad de esto se halla el registro histórico de decenas de miles de Testigos que fueron arrojados a los inmundos campos de concentración de Hitler y a las cárceles de varios países católicos, así como también el testimonio viviente de muchos, muchos millares de Testigos que en este mismo instante están siendo atormentados en los campos penales de los países dominados por el comunismo. No hay un solo caso de que alguno de estos testigos fieles de Jehová jamás haya tratado de derrocar a los gobernantes o a sus gobiernos políticos. Cada uno de estos Testigos encarcelados dice, igual que el preso Pablo: “No he hecho ningún mal . . . como también usted se está enterando bien. Si, por una parte, realmente soy malhechor y he cometido algo que merece la muerte, no ruego que se me exima de la muerte.”—Hech. 25:10, 11.
16. (a) Entonces, ¿por qué han sufrido encarcelación tantos Testigos? (b) Según la Biblia, ¿cómo debe conducirse uno cuando lo persiguen injustamente?
16 En realidad a estos testigos de Jehová los han arrojado a la prisión por seguir una buena conciencia para con Dios. Esta es otra razón del por qué están anuentes a aguantar encarcelación injusta si es la voluntad de Jehová. “Si alguien debido a conciencia hacia Dios aguanta aflicciones y sufre injustamente, ésta es una cosa que agrada. Porque ¿qué mérito hay en ello si, cuando ustedes están pecando y son golpeados, ustedes lo aguantan? Pero si, cuando ustedes hacen lo que es bueno y sufren, lo aguantan, eso es algo que agrada a Dios.” “Porque es mejor sufrir porque ustedes están haciendo lo bueno, si la voluntad de Dios lo desea, que porque estén haciendo lo malo.” (1 Ped. 2:19, 20; 3:17) El Fundador del cristianismo mismo puso el ejemplo correcto en cuanto a esto, dejando el modelo perfecto que se debe copiar, porque “cuando él estuvo siendo vilipendiado, él no recurrió a vilipendiar a su vez.” Jesús también dio instrucciones definidas a los que tendrían el honor y privilegio distinguidos de ser cotestigos de Jehová, diciendo: “Sigan amando a sus enemigos y orando por aquellos que los persiguen; para que prueben ustedes que son hijos de su Padre que está en los cielos.” Uno de estos discípulos de Jesús, el apóstol Pablo, el que escribió: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo,” repitió estas instrucciones del Maestro cuando escribió: “Sigan bendiciendo a los que les persiguen; estén bendiciendo y no maldiciendo.” “No devuelvan mal por mal a nadie.”—1 Ped. 2:19-23; Mat. 5:43-48; 1 Cor. 11:1; Rom. 12:14, 17.
17. ¿En qué ha resultado esta conducta justa por parte de los Testigos presos?
17 A la luz de todos los textos supracitados se entiende por qué los testigos de Jehová cuando son encarcelados ‘debido a que están haciendo lo bueno’ nunca se amotinan, nunca participan en huelgas de brazos caídos o de hambre, nunca llegan a ser parte de chusmas organizadas en las prisiones y nunca participan en ninguna escapatoria de la prisión. Viendo su “conciencia hacia Dios,” los funcionarios de las prisiones reconocen muy patentemente estos hechos, y a menudo se expresan más o menos así: ‘Sentimos ver salir a los testigos de Jehová de nuestras instituciones, porque siempre se les puede confiar responsabilidad.’ Por lo tanto se debe a su conducta justa, ya sea dentro o fuera de los muros de prisión, que una gran cantidad de testimonio se amontona como evidencia de que el pueblo fiel de Jehová pertenece a una sociedad mundial enteramente nueva y mejor.
18. Para vivir bajo el gobierno de este justo nuevo mundo, ¿qué hay que hacer ahora?
18 Si alguien espera vivir bajo el gobierno de dicho nuevo mundo justo, ese reino celestial teocrático por el cual Jesús dijo que se orara, primero tiene que vencer a este viejo mundo satánico y todas sus prácticas y conducta malas, aunque les sobrevenga persecución terrible a los vencedores. No hay duda en cuanto a que viene esta dificultad, pues el Rey ungido de este nuevo mundo declaró: “En el [viejo] mundo tendrán tribulación, pero ¡alégrense! yo he vencido al mundo.” Por lo tanto es ineludible; los testigos cristianos genuinos de Jehová tienen que continuar siguiendo este mismo derrotero. Tienen que continuar andando en su fe e integridad y tienen que continuar apoyando su fe con obras de justicia. “Todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.”—Juan 16:33; 1 Juan 5:4.
19. ¿Qué tienen que hacer ahora las personas que son sabias y entendidas?
19 Aunque el viejo mundo se ríe y se mofa de él, verdaderamente éste es el único modo de vivir que vale la pena. Es el único derrotero intelectual y razonable que seguir. Es uno de sabiduría práctica. El inspirado escritor bíblico Santiago pregunta: “¿Quién es sabio y entendido entre ustedes?” A los que están capacitados para responder afirmativamente él da este consejo: “Muestre él por su conducta correcta sus obras con una mansedumbre que pertenece a la sabiduría.” (Sant. 3:13) Por lo tanto no es de modo jactancioso, no es con orgullo ni arrogancia, sino con humildad sincera y mansedumbre semejante a la de Cristo que los Testigos se distinguen por medio de su conducta piadosa.
20. ¿Por qué no es éste el tiempo para desistir de hacer lo que es correcto entre las naciones?
20 ¡La culminación de todos los siglos ha llegado! Queda poco tiempo. Ciertamente éste no es tiempo para transigir ni para pensar en desistir de hacer lo que Dios dice que es correcto. En realidad, jamás ha habido una oportunidad más favorable que en este día de la vindicación de Jehová para demostrar bajo prueba las obras correctas de uno para con Dios y el hombre. “Por lo tanto, no desistamos de hacer lo que es correcto, porque segaremos al tiempo debido si no nos rendimos. En realidad, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos.” (Gál. 6:9, 10) Y por medio de hacer esto los testigos de Jehová no solo se salvarán ellos mismos de la destrucción en el Armagedón, sino que salvarán a muchos otros también que observan su conducta correcta; ¡porque éstos también participarán en glorificar y alabar al gran Jehová!—1 Tim. 4:16; 1 Ped. 2:12