La razón por la cual escoger adorar a Jehová
1, 2. (a) ¿Cómo aplican algunas personas la expresión “Ver y creer” respecto a Dios? (b) ¿A qué astronauta comunista ruso recuerdan a uno estas personas?
“¡VER y creer!” Eso expresa la actitud que la gente materialista ha adoptado hoy en cuanto a Dios. Debido a que no lo pueden ver a simple vista ni con la ayuda de los telescopios más potentes en uso hoy día, no creen que exista; no pueden persuadirse a creer que él exista.
2 Los que piensan así nos recuerdan al segundo astronauta que los comunistas rusos despacharon arriba en una cosmonave de cohete para describir órbitas a nuestra Tierra. Según un informe de la Prensa Asociada del 6 de mayo de 1962, este comandante ruso “proclamó hoy su descreencia en Dios. Dijo que no vio a ‘ningún Dios ni ángeles’ mientras que describía sus diecisiete órbitas a la Tierra. . . . ‘El cohete fue hecho por nuestra gente. No creo en Dios. Creo en el hombre, en sus fuerzas, sus posibilidades y su razón.’”—Times de Nueva York del 7 de mayo de 1962.
3, 4. (a) ¿Cómo difirió Moisés de ese astronauta ruso? (b) ¿Qué quería ver Moisés acerca de Dios, y qué se le dijo?
3 No toda la gente es así. Considere, por ejemplo, a un hombre que es más famoso que aquellos astronautas comunistas y que logró más bien para la humanidad. Ese hombre fue Moisés el hijo de Amram el hebreo. Se testifica acerca de este Moisés que él “continuó constante como si viera a Aquel que es invisible.” (Heb. 11:27) No se llevó una desilusión con este Dios invisible de él. No quedó avergonzado de su creencia en este Dios. Después que Moisés hizo a su pueblo salir de la esclavitud en Egipto y los condujo milagrosamente a través del mar Rojo al monte Sinaí en Arabia, y después que recibió las dos tablas de los Diez Mandamientos en medio de un espectáculo inspirador de temor reverente en esa montaña, Moisés no tenía razón para descreer en la existencia de este Dios invisible, todopoderoso. Lo que él quería era llegar a conocerlo mejor, ver la gloria de este Dios invisible.
4 “Hazme ver, por favor, tu gloria,” fue la solicitud que Moisés hizo por medio del ángel de Dios. La respuesta divina a esta solicitud fue: “Yo mismo haré que toda mi bondad pase delante de tu rostro, y ciertamente declararé el nombre de Jehová delante de ti.” Pero, ¿por qué solo esta manifestación? Jehová Dios le explicó a Moisés: “No puedes ver mi rostro, porque ningún hombre puede verme y sin embargo vivir.”—Éxo. 33:18-20.
5. ¿Qué dijo Dios acerca de sí mismo cuando declaró su nombre delante de Moisés?
5 No importa lo que diga el hombre acerca de este Dios de Moisés; lo que debe importarnos es la clase de Dios que es según su propia declaración. Nos enteramos de lo que Dios dijo acerca de sí mismo en el relato que Moisés hizo de lo que aconteció, en estas palabras: “Y procedió Jehová a bajar en la nube y a estacionarse con él allí y a declarar el nombre de Jehová. Y Jehová fue pasando delante de su rostro y declarando: ‘Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad, que conserva bondad amorosa para miles, que perdona error y transgresión y pecado, pero de ninguna manera dará exención de castigo, que hace venir el castigo por el error de padres sobre hijos y sobre nietos, sobre la tercera generación y sobre la cuarta generación.’”—Éxo. 34:4-7.
6, 7. (a) ¿Cuál de esas cualidades divinas que se mencionaron necesitamos que se ejerzan para con nosotros en nuestra condición? (b) ¿De qué nos asegura respecto al reinado de la iniquidad el hecho de que Dios no otorga exención del castigo por los males que se hacen?
6 ¿No describe eso la clase de Dios que nosotros desearíamos tener, la clase de Dios que escogeríamos adorar? Es un Dios “misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad.” Ciertamente nosotros en la condición humana estropeada en que nos hallamos hoy día necesitamos que se ejerzan esas cualidades divinas para con nosotros. Sin embargo, Dios no permite que sus criaturas humanas hagan cuanto quieran para siempre sin recibir el castigo que merecen. Es un Dios “que perdona error y transgresión y pecado,” pero no conviene en esas cosas malas y no deja de castigar a los que voluntariosamente practican esas cosas y se deleitan en ellas.
7 Por eso podemos estar seguros de esta cosa en particular: Aunque él ha sido “tardo para la cólera” y ha permitido que la iniquidad y la maldad hayan continuado entre la humanidad por los pasados seis mil años, no permitirá que el reinado de la iniquidad siga para siempre en la Tierra. No le ‘otorgará exención del castigo’ para siempre a este sistema de cosas inicuo que tiene al autor de la iniquidad, Satanás el Diablo, por dios. ¡Felizmente para nosotros hoy día, el largo tiempo que él le ha permitido a la iniquidad ha llegado a su fin!
8. ¿Qué suceso en el día de Noé nos ayuda a ver que no hay razón para dudar que Dios pueda poner fin a un sistema de cosas mundial?
8 El hecho de que él esté perfectamente capacitado para poner fin a este entero sistema de cosas mundial en nuestra misma generación no debe dudarse por un momento. Más de ocho siglos antes de declarar su nombre al profeta Moisés, nos dio un ejemplo histórico del poder pleno que tiene para destruir un mundo entero de gente. Hizo esto en los días del antepasado de Moisés, Noé. Se ha podido calcular que el año de aquella destrucción mundial fue 2370 antes de nuestra era común. El mundo actual de la humanidad no es demasiado grande ni está demasiado esparcido para que lo incluya en la destrucción que él ha predicho para este sistema de cosas que circunda el globo terráqueo. En los días de Noé las aguas del diluvio abarcaron a todo el globo terráqueo.
9. Por lo tanto, como allá en aquel entonces, ¿qué cosa similar puede Dios hacer hoy día?
9 El entero orbe terráqueo entonces estaba justamente como estaba al principio del primer “día” creativo cuando el Creador dijo: “Llegue a haber luz.” La superficie de toda la Tierra estaba cubierta de agua. (Gén. 1:1-3) Solo que, mientras que las aguas del diluvio continuaban sobre toda la Tierra, la tremenda arca construida por Noé y su familia flotaba tranquilamente en el regazo de esas aguas. Con la excepción de la familia de Noé que estaba en el arca, toda la vida humana que estaba en la Tierra murió. Fueron sumergidos, así como Faraón y sus carros de guerra y soldados de caballería fueron sumergidos en el mar Rojo cuando iban en pos de los hebreos que habían partido bajo Moisés. Lo que el Dios Todopoderoso Jehová hizo en el tiempo del Diluvio, lo puede hacer hoy: destruir un sistema de cosas mundial que está ‘lleno de violencia.’—Génesis 6:11 a 7:23, inclusive.
EL DIOS DEL NUEVO SISTEMA DE COSAS
10. ¿Por qué no dejará un vacío en la Tierra la destrucción del sistema de cosas actual, y por qué, por lo tanto, debemos adorar a Jehová?
10 El fin de permitir Dios la iniquidad y la destrucción que él trae sobre este viejo sistema de cosas en un disturbio mundial sin paralelo no dejará un vacío en nuestra Tierra. Él tiene algo ideal con lo cual reemplazar las cosas anteriores. Es un nuevo sistema de cosas, en el cual no se permitirá la iniquidad. El Creador de este nuevo sistema justo también será su Dios. Esa es una razón sólida por la cual debemos escoger adorar a Jehová el Creador como Dios.
11. ¿Por qué no será Satanás un dios en ese nuevo sistema de cosas, y qué les sucederá a sus adoradores?
11 El dios del inicuo sistema de cosas actual, Satanás el Diablo, entonces se habrá ido, y también todos los otros dioses falsos que los hombres materialistas, sin fe, han estado adorando hasta ahora. Ese “dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás,” no podrá habérselas con Dios el Todopoderoso. Será despojado de su poder como dios y arrojado en un abismo junto con todos sus ángeles demonios. (Rev. 20:1-3) Los que escojan adorarlo como su dios perecerán junto con este sistema de cosas controlado por el Diablo en la mayor dificultad de todas que ahora amenaza al mundo.
12. En contraste con lo que Satanás le dio a la humanidad, ¿qué clase de gobierno global suministrará Jehová a la humanidad, en las manos de quién?
12 Satanás el Diablo, el “dios de este sistema de cosas,” le suministró a la gente un gobierno político mundial que se simbolizó en el último libro de la Biblia por una “bestia salvaje” de siete cabezas y diez cuernos. Bajo influencia satánica esta bestia ascendió del “mar” de la humanidad apartada de Dios. (Rev. 13:1-8) En contraste con eso, Jehová como el Dios del justo nuevo sistema de cosas le suministrará a la humanidad un gobierno global superior al de los hombres y mujeres imperfectos, opresivos, de interés egoísta. Será un gobierno celestial, en las manos del Maestro que enseñó a sus discípulos a orar: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10; Luc. 11:2) El Instructor que les enseñó esa oración fue Jesucristo. Este fue el Hijo de Dios que Jehová envió a la Tierra hace mil novecientos años para que llegara a ser un descendiente carnal del rey David y así llegara a ser el heredero permanente del reino eterno que permanecería en el linaje real de David. Así llegó a ser el Mesías prometido.—Juan 1:40-49.
13. ¿Con qué tentación fue abordado el ungido Jesús para atraerlo seductoramente a la adoración incorrecta y a la política de este mundo?
13 Como Heredero ungido de este reino mesiánico, ¿por qué debiera Jesucristo enredarse en la política sucia de este mundo? No esperaba que el “dios de este sistema de cosas” le diera un reino o un imperio mundial. Después que fue ungido con el espíritu de Dios para ser el Rey Designado del gobierno mesiánico, se le acercó el “dios de este sistema de cosas” en un esfuerzo por atraerlo seductoramente a la adoración falsa y a la política de este mundo condenado a la destrucción. Descaradamente trayendo a colación la cuestión de adoración, el Tentador le mostró a Jesús “todos los reinos de la tierra habitada en un instante de tiempo” y dijo: “Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada, y a quien yo quiera se la doy. Por eso, si tú haces un acto de adoración delante de mí, todo será tuyo.” ¿A quién, pues, escogería adorar Jesús?
14, 15. ¿De qué gobierno había sido ungido Jesús como Rey Designado, y por qué no adoraría él a Satanás por todos los reinos del mundo?
14 Jesús no hizo lo que la “bestia salvaje” de siete cabezas y diez cuernos qué ascendió del mar hizo, a saber, aceptar el poder político y un trono material y gran autoridad del dragón de color de fuego, Satanás el Diablo. (Rev. 13:1, 2) Jesús ya había sido ungido al puesto de gobernante del reino mesiánico porque adoraba a Jehová como Dios. Como se le dijo proféticamente a Jesucristo: “Amaste la justicia, y odiaste el desafuero. Por eso Dios, tu Dios, te ungió con el aceite de alborozo más que a tus socios.” (Heb. 1:9; Sal. 45:7) Nunca se inclinaría Jesús en adoración al “dios de este sistema de cosas,” ni siquiera por “todos los reinos de la tierra habitada.” Puesto que había nacido como hombre bajo el pacto de la Ley que Moisés había mediado en el monte Sinaí, Jesús inmediatamente citó las palabras de Moisés contenidas en el libro de Deuteronomio y le dijo a Satanás el Diablo:
15 “Está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios que tienes que adorar, y es a él solo que tienes que rendir servicio sagrado.’”—Luc. 4:5-8; Deu. 6:13; 10:20.
16. En vez de hacer propaganda a favor de un gobierno político en la Tierra, ¿qué mensaje se puso a proclamar Jesús, y por qué?
16 Jesucristo permaneció resueltamente a favor del Dios del justo nuevo sistema de cosas. Eso quiso decir que Jesús tuvo que apegarse fielmente al reino mesiánico que vino de la mano de este Dios, el Señor Soberano Jehová. Por lo tanto, no se puso al hacer propaganda a favor de ningún reino político de la tierra habitada, antes bien, emprendió la proclamación del mensaje que su precursor, Juan el Bautista, había proclamado a todo Israel: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mat. 4:17) Para llegar a ser el Mesías celestial, era necesario que Jesús entregara su vida en plena devoción a ese reino de los cielos, el reino de Dios.
17. ¿Cómo testificó Jesús a Poncio Pilato a favor del reino de Dios?
17 Cuando Poncio Pilato, el gobernador romano de la provincia de Judea, le preguntó a Jesús si era un rey que le presentaba una amenaza al imperio de los Césares, Jesús respondió: “Mi reino no es parte de este mundo. Si mi reino fuera parte de este mundo, mis servidores habrían peleado para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero, como es el caso, mi reino no es de esta fuente.” (Juan 18:36) De modo que Jesús testificó a Pilato a favor del reino de Dios.
¡YA ES HORA DE ESCOGER!
18. ¿Qué papel desempeñó Jesús en la historia humana, y cómo demostró que creía en Dios y lo adoraba?
18 Este Jesucristo es un hombre de la historia. Los judíos y gentiles incrédulos no pueden echarlo a un lado como si fuera una mera figura legendaria o un mito. Hay más evidencia de que él haya existido aquí en la Tierra hace diecinueve siglos que la que hay de todos los otros hombres que se mencionan en las páginas de la historia. Su venida marcó el punto de viraje en la historia humana, no solo en el asunto de religión sino en el asunto de gobierno mundial para la humanidad, el reino de Dios. Entró en la escena terrestre al tiempo señalado de Dios, al tiempo indicado con anterioridad en la Santa Biblia. Para Jesucristo no había ninguna duda en cuanto a la existencia de Dios. Él vino de Dios. Había visto a Dios, había hablado con él, trabajado con él. No era mentiroso cuando llamó la atención sobre estos hechos acerca de su vida prehumana en el cielo. Aunque al estar en la Tierra como hombre con solo vista humana no podía ver a Jehová Dios, no obstante siguió creyendo en él y adorándolo. Las obras que Jesús hizo en la Tierra, de las cuales testificaron muchos testigos honrados, demostraron que él creía en Dios y que Dios estaba con él.—Hech. 10:38.
19. En cuanto a creer que existe un Dios, ¿qué pregunta surge respecto al ejemplo de quién seguiremos?
19 Jesús conocía a Jehová Dios su Padre mejor que lo conocían los espíritus demonios invisibles. Sin embargo los demonios creen que hay un Dios. Los hombres descreídos pueden sonreírse de esto ostentando sabiduría mundana, pero el medio hermano terrestre de Jesucristo que se llamaba Santiago les dijo a los que afirmaban ser discípulos de Cristo: “Tú crees que hay un solo Dios, ¿verdad? Haces bastante bien. Y sin embargo los demonios creen y se estremecen.” (Sant. 2:19) Según lo que se dice allí, los demonios sobrehumanos están haciendo mejor que la gran mayoría de hombres y mujeres que absolutamente no creen en Jehová Dios. En cuanto a esto, ¿el ejemplo de quién podemos seguir con seguridad? ¿El de los hombres y mujeres incrédulos? ¿O el de los demonios que creen y sin embargo no hacen nada más en cuanto a ello excepto estremecerse? ¿O el de Jesucristo de cuya vida personal en la Tierra dan testimonio los veintisiete libros de las Escrituras Griegas Cristianas inspiradas?
20. ¿A quién o quiénes les fue mejor... a los que carecen de fe en Dios y de obras adecuadas, o a Jesús por creer y demostrar su creencia? ¿Cómo?
20 Jesucristo creía; pero, más que eso, dio prueba de su creencia por las cosas que hizo. ¿Le fue peor a él que a los hombres y mujeres incrédulos o que a los demonios? ¿Cuya vida de creencia y obras ha resultado en mayor bien para la humanidad, aun solo hasta ahora, en la historia humana, sin mencionar el futuro? La respuesta a esas preguntas que concuerda con la realidad tendrá que señalar a Jesucristo como aquel a quien le fue mejor y que logró el mayor bien. Él está hoy donde está debido a vivir una vida de fe y obras en la Tierra hasta morir como mártir por apoyar lealmente el reino de Dios. Hoy ocupa el puesto más elevado de todo el cielo y toda la Tierra con la única excepción de Jehová Dios mismo. (Fili. 2:5-11; 1 Ped. 3:21, 22) Y hoy no estaría en ese puesto tan ensalzado si no hubiera un Dios y si Jehová no fuera ese Dios, el Dios que puede resucitar a los muertos a vida celestial.—Efe. 1:19-22.
21. ¿El ejemplo de quién, entonces, deben seguir los que anhelan vida eterna?
21 No hay lugar para contradicción, la vida de fe y obras de Jesús dio el mejor resultado para él, al grado de superar lo que cualquiera y toda otra criatura en el universo pueda esperar recibir. El ejemplo de él es el que deben seguir todas las personas sensatas que anhelan vida eterna, en la plenitud de felicidad. El seguir su ejemplo es práctico, no meramente idealista. Él reconoció a Jehová como su Dios y lo adoró, aun ante la tentación que le puso Satanás el gobernante de los demonios.
22. ¿Quién, pues, es Jehová, y qué dos razones sumamente importantes hay para que lo adoremos?
22 En respuesta a la pregunta: “¿‘Quién es Jehová,’ para que todos deban adorarlo?” podemos contestar basados en los hechos: Jehová es el Dios del Señor Jesucristo, y ese hecho en sí mismo es una razón sumamente importante por la cual todos debemos adorar a Jehová como Dios. Todos los que desean vida eterna en el justo nuevo sistema de cosas de Dios tendrán que seguir el ejemplo de Jesucristo, el Principal en toda la creación de Dios. También, el mismo hecho de que Jehová ha puesto el reino mesiánico en manos de Jesucristo lo hace urgente que todos adoren a Jehová Dios.
23. ¿Por qué no pueden escapar responsabilidad para con él los que niegan la existencia de Dios, y cómo obran estos incrédulos?
23 Hay hombres y mujeres hoy día que creen que pueden escapar responsabilidad para con Jehová por medio de descreer y negar que él exista y sea Dios. Pero el que se escapen de ser responsables a Uno que no pueden ver es pura imaginación de parte de ellos. El rey David, un antepasado de Jesucristo, dijo, en el Salmo 14:1, 2 catorce, versículos uno y dos: “El insensato ha dicho en su corazón: ‘No hay Jehová.’ Han obrado ruinosamente, han obrado detestablemente en su trato. No hay quien haga el bien. En cuanto a Jehová, él ha mirado desde el cielo mismo a los hijos de los hombres, para ver si existe alguien que tenga perspicacia, alguien que busque a Jehová.” Aun en su día, el rey David notó que los que negaban la existencia de Jehová obraban ruinosamente. Jehová Dios está observándolos desde el cielo. Se ríe de ellos, pues bien sabe él que están detenidos cual cautivos dentro de la región de Sus leyes y no pueden escapar lo que proviene de la ejecución de esas leyes. El pasar por alto y negar esas leyes solo les acarreará daño.
24. ¿Por qué no tiene que ver solo con religión la cuestión que es de suprema importancia hoy día, y cómo refleja el trato que Faraón dio a Moisés el de los políticos hoy día?
24 La cuestión de suprema importancia ante todo el universo hoy día no es sencillamente asunto de religión. También es de gobierno. Nos será provechoso recordar que fue el político principal del día el que arrojo en la cara del profeta Moisés la pregunta: “¿Quién es Jehová, para que yo obedezca su voz?” (Éxo. 5:2) Al hacer esa pregunta el Faraón de Egipto no solo estaba desafiando al Dios de la religión pura, sino también a un Gobernador, al Gobernante Soberano del universo. Además, Jehová entonces estaba a punto de establecer su gobernación real sobre la nación de Israel. Así mismo sucede en cuanto a los políticos actuales y sus apoyadores patrióticos. No están tratando meramente con el campo religioso al poner en tela de juicio la existencia de Jehová y su habilidad como Dios. También están tratando con asunto de gobierno. Hoy están tratando con la soberanía de Dios representada por su gobierno mesiánico, el reino de Dios. Es un gobierno verdadero y es más alto y también más poderoso que los propios gobiernos de ellos.
25. (a) ¿Por quiénes y desde cuándo ha sido predicado a las naciones ese gobierno mesiánico? (b) Después de esa notificación a las naciones, ¿qué se le mandará hacer a ese gobierno, y qué efecto tendrá esto en los políticos?
25 Especialmente desde el fin de la I Guerra Mundial en el año 1918, los testigos cristianos de Jehová han estado proclamando ese gobierno, ese reino celestial de Dios en las manos de su Cristo. Por lo tanto, durante estos pasados cincuenta y seis años ese reino mesiánico, por lo general, solo se ha predicado. (Mat. 24:14; Mar. 13:10) Pronto, sin embargo, dejará de ser predicado a todas las naciones políticas para testimonio a ellas. Pero, tras esa notificación anticipada a esas naciones, al reino mesiánico de Jehová se le mandará tomar acción. Esa acción probará que Jehová es el Dios de la profecía verdadera, el Inspirador de profecías bíblicas que son verdaderas e infalibles. El reino mesiánico suministrará esa prueba por medio de cumplir esas profecías. Entonces aquellos políticos desafiadores llegarán a saber quién es Jehová y qué les sucede a los que desdeñan adorarlo. La acción del Reino no los convertirá a la adoración de Jehová, sino que los destruirá.—Dan. 2:44.
26. (a) Además de destruir a los operantes visibles de este sistema de cosas, el Reino hará ¿qué? acerca del dios del sistema. (b) Los súbditos terrestres actuales del Reino serán introducidos en ¿qué? y ¿cómo?
26 Ese reino mesiánico hará más que destruir a los operantes visibles de este inicuo sistema de cosas. Encerrará en el abismo al poder invisible, pero verdadero, que hay detrás del sistema de cosas actual, a saber, “el dios de este sistema de cosas,” Satanás el Diablo, junto con sus demonios. (Rev. 20:1-3) El reino mesiánico conservará vivos a través de la “grande tribulación” sin precedente que le sobrevendrá a la humanidad en el futuro cercano a los últimos miembros que quedan de los 144.000 coherederos de Cristo y también a la “grande muchedumbre” de súbditos terrestres actuales de ese reino celestial. (2 Ped. 3:11-15; Rev. 7:9-17) A estos sobrevivientes terrestres de la “grande tribulación,” el Reino los introducirá en el nuevo sistema de cosas en el cual Jehová será Dios y el Soberano Universal.
27. Según Revelación 21:3-5, ¿en qué diferencia resultará para los habitantes de la Tierra ese nuevo sistema con su Dios?
27 ¿Resultará esto en algo diferente para todos los habitantes terrestres de un sistema que tenga a Jehová por Dios? No pudiera darse mejor respuesta a esta pregunta que la que se halla escrita bajo inspiración en Revelación 21:3-5: “Con eso [yo, Juan] oí una voz fuerte desde el trono decir: ‘¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.’ Y El que estaba sentado sobre el trono dijo: ‘¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas.’ También, dice: ‘Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.’”
28. En respuesta a la pregunta: “¿‘Quién es Jehová,’ para que todos deban adorarlo?” ¿qué diremos?
28 Por lo tanto, “¿‘Quién es Jehová,’ para que todos deban adorarlo?” ¡Escuche, usted el Faraón del antiguo Egipto! ¡Escuche, usted la persona de hoy día de inclinación materialista! Jehová es el Dios que es “desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido” y digno de toda la adoración. (Sal. 90:2) Es el Gobernante Soberano de todo el universo. Es nuestro Hacedor, y la Fuente del reino mesiánico por medio del cual todas las familias de la Tierra, los vivos y los muertos, serán bendecidos.—Gén. 12:3; 22:18.
29. Si verdaderamente creemos eso, ¿a qué exhortación del salmista responderemos?
29 ¿Creemos nosotros eso? Los que contestamos, Sí, ¿mostraremos nuestra fe por obras adecuadas? Si así es, entonces responderemos con entusiasmo a la siguiente exhortación del salmista inspirado: “Oh vengan, adoremos e inclinémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Porque él es nuestro Dios, y nosotros somos el pueblo de su apacentamiento y las ovejas de su mano.”—Sal. 95:6, 7.
[Comentario de la página 234]
“‘Jehová, Jehová, un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad . . .’ ¿No describe eso la clase de Dios que nosotros desearíamos tener?”
[Comentario de la página 238]
“Jehová es el Dios del Señor Jesucristo, y ese hecho en sí mismo es una razón sumamente importante por la cual todos debemos adorar a Jehová como Dios.”
[Comentario de la página 239]
‘Al poner en tela de juicio la existencia de Jehová, los políticos actuales y sus apoyadores están tratando con el reino de Dios. Es un gobierno verdadero y es más alto y también más poderoso que los propios gobiernos de ellos.’
[Ilustración de las páginas 236 y 237]
Jesucristo rehusó ser títere de Satanás el Diablo por medio de hacerse parte del sistema político del mundo
[Ilustración de la página 240]
El nuevo sistema de Jehová hará posible salud vigorosa y vida eterna para todo habitante obediente de la Tierra paradisíaca