¿Cómo podemos mantener nuestro ‘primer amor’?
Este artículo concluye la consideración que apareció en el número anterior bajo el título “El amor que tenías al principio”, basada en Revelación 2:4, 5.
1. Durante estos últimos días ¿ha perdido el pueblo de Dios en conjunto el ‘amor que tenía al principio’?
“TU PUEBLO se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar” (Salmo 110:3). Como se predijo en esta profecía, los siervos de Dios de hoy han estado haciendo la voluntad de Él vigorosamente, adhiriéndose a su primer amor para con Jehová. Como pueblo organizado, los testigos de Jehová han mantenido su entusiasmo y celo por el servicio de Él durante toda esta dificultosa “conclusión del sistema de cosas”. (Mateo 24:3, 14.)
2, 3. a) ¿Debido a qué podría una persona perder su ‘primer amor’? b) Si nos damos cuenta de que dicha actitud se está desarrollando en nosotros, ¿qué debemos hacer?
2 No obstante, es posible que algún cristiano individualmente pierda el amor que tenía al principio. Los problemas diarios pueden resultar en que él olvide las magníficas cosas que Jehová ha hecho a favor de él. Quizás se canse de esperar que se cumplan los propósitos de Jehová y empiece a sentirse atraído por las ventajas materiales que el mundo ofrece, o tal vez le parezca que necesita dedicar más tiempo que antes al recreo. Las responsabilidades cristianas, como el asistir a las reuniones y asambleas, preparar discursos y participar en el servicio del campo quizás empiecen a parecerle cargas pesadas.
3 Si hallamos que tales actitudes se están desarrollando en nosotros, deberíamos seguir el consejo que Jesús dio a la congregación de Éfeso, de modo que volvamos a cultivar ‘el amor que teníamos al principio’ y nos esforcemos por ‘hacer los hechos de antes’ (Revelación 2:4, 5). Deberíamos reconocer que necesitamos recobrar el amor fervoroso que teníamos anteriormente para con Jehová, además de nuestro celo y entusiasmo para con su servicio. ¿Cómo podemos hacer esto?
Cultive amor para con Jehová
4. ¿Cómo podemos imitar la excelente actitud del salmista? (Salmo 119:97.)
4 El salmista inspirado dijo: “¡Cómo amo tu ley, sí! Todo el día es ella mi interés intenso” (Salmo 119:97). ¡Qué sentimiento excelente para con la ley de Dios! Es mucho más remunerador servir a Jehová con tal actitud que tener que seguir obligándonos a hacer lo que sabemos que es correcto. Tenemos que desarrollar el deseo de hacer lo que es correcto, y hacerlo porque queremos hacerlo. (Salmo 25:4, 5.)
5. a) ¿Qué recomendó Pablo para proteger nuestra espiritualidad? b) ¿Cómo podemos conservar la eficacia de ésta?
5 Satanás quisiera ejercer presión sobre nosotros hasta el grado de hacernos perder nuestro ‘primer amor’, pues él es el mayor enemigo de nuestra espiritualidad. El apóstol Pablo instó a los efesios a que, para oponerse a Satanás, se pusieran “la armadura completa que proviene de Dios” (Efesios 6:13). Dicha armadura incluye cuatro características cristianas vitales: la verdad, la justicia, la fe y la esperanza de salvación (Efesios 6:14-17; 1 Tesalonicenses 5:8). Por supuesto, nos enteramos de estas características al entrar originalmente en la congregación. Pero una armadura metálica puede oxidarse si no recibe mantenimiento. De manera parecida, si no mantenemos estas características esenciales, nuestra armadura espiritual se deteriorará y no nos protegerá adecuadamente. A toda costa, tenemos que impedir que suceda esto.
Estudie y medite
6. ¿Cómo resolvió un misionero el problema de mantener su espiritualidad mientras estaba en la cárcel?
6 En 1958, el misionero Stanley Jones empezó a cumplir una sentencia de siete años de incomunicación en una cárcel de China. ¿Cómo mantuvo fuerte su amor para con Jehová mientras estuvo aislado de sus hermanos cristianos sin siquiera tener un ejemplar de la Biblia? Él informa que escribió todos los textos bíblicos que pudo recordar y agregó a éstos cualesquier citas bíblicas que pudo hallar en las columnas “religiosas” de los periódicos que a veces recibía. Así edificó un conjunto de textos bíblicos que constituyó la base para un programa de estudio personal y meditación. Puesto que se encontraba rodeado de personas que se oponían a sus creencias, él sabía que si no mantenía su corazón y mente llenos de los pensamientos de Dios su fe se embotaría rápidamente.
7. ¿A qué presiones nos enfrentamos, y cómo debemos protegernos de ellas?
7 Es cierto que la mayoría de nosotros no estamos en la cárcel. No obstante, una gran parte del tiempo estamos expuestos al pensar de este mundo. El entretenimiento que el mundo ofrece, aunque no siempre se oponga directamente a los principios cristianos, ciertamente no promueve la verdad, la justicia, la fe y la esperanza de salvación. Por lo tanto, si no dedicamos tiempo a fortificar nuestro corazón y nuestra mente, probablemente nos debilitemos en sentido espiritual y nuestro amor se enfríe.
8. ¿Qué bendición recibe la persona que estudia la Palabra de Dios y medita en ella?
8 En cambio, si en realidad dedicamos tiempo a fortificarnos por medio del estudio personal y la meditación, llegaremos a ser como el hombre cuyo “deleite está en la ley de Jehová” y que día y noche lee dicha ley en tono bajo. El salmista dice acerca de tal hombre: “Ciertamente llegará a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación y cuyo follaje no se marchita, y todo lo que hace tendrá buen éxito”. (Salmo 1:2, 3.)
9. ¿Cómo podemos desarrollar amor para con el estudio de la Biblia y el meditar en ella? (Salmo 77:11, 12.)
9 Hablando honradamente, muchos de nosotros no estamos naturalmente inclinados al estudio. No obstante, si queremos hacerlo, podemos entrenarnos para disfrutar de él. Considere el ejemplo de alguien que emprenda el correr al trote como pasatiempo. Al principio probablemente le duelan los músculos. Pero gradualmente el cuerpo se va adaptando, y dentro de poco, si persevera, el corredor llega a disfrutar de su ejercicio. Pablo dijo a Timoteo: “Ve entrenándote teniendo como mira la devoción piadosa” (1 Timoteo 4:7). El estudiar la Biblia es parte de la devoción piadosa (Proverbios 2:1-6). Al principio tal vez requiera disciplina el ponernos a hacerlo. Pero en poco tiempo podemos llegar a desarrollar verdadero interés en aprender nuevos puntos o adquirir un entendimiento más profundo de cosas que ya conocemos. Es entonces cuando nuestro estudio nos proporcionará placer genuino. (Salmo 119:103, 104.)
10. ¿Por qué se considera más de una vez el material de estudio en las ayudas para el estudio?
10 A algunos tal vez les parezca que porque conocen las doctrinas básicas de la Biblia ya no tienen que dedicar tiempo al estudio personal. Quizás hasta se quejen cuando asuntos parecidos se consideran más de una vez en las publicaciones preparadas para el estudio de la Biblia. Pero la Biblia dice que se necesitan los recordatorios (Salmo 119:95, 99; 2 Pedro 3:1; Judas 5). Si no seguimos recordándonos la verdad, las justas normas de Dios, nuestra fe y nuestra esperanza de salvación, otras cosas influirán en nuestro corazón.
11. ¿Cuáles son algunos de los asuntos que Pablo consideró en su carta a los efesios?
11 Considere la carta de Pablo a los efesios. Él les recordó cuál había sido la situación de ellos antes de que llegaran a ser cristianos, y habló respecto a la organización de la que ahora formaban parte (Efesios 2:12; 4:4-6, 17, 18). Mencionó el maravilloso propósito de Jehová para la humanidad y el papel que el hombre desempeña con relación a dicho propósito (Efesios 1:8-12; 2:4-6). Además, les recordó los principios cristianos que les ayudarían a tener éxito en la vida de familia y en la congregación. (Efesios 4:1, 2; 5:21–6:4.)
12. ¿Por qué dijo Pablo a los efesios cosas que ellos ya sabían?
12 Algunas de las cosas que Pablo escribió tal vez hayan sido nuevas para los cristianos efesios, pero sin duda muchas de ellas se relacionaban con lo que ya habían oído antes. No obstante, Pablo quiso recordarles aquellos asuntos y quizás renovar la perspicacia de los efesios al respecto. Así él les ayudó a restaurar su armadura espiritual y a “comprender con todos los santos cuál es la anchura y longitud y altura y profundidad”. (Efesios 1:15-17; 3:14-19.)
13, 14. a) ¿Cómo nos ayudan el estudio y la meditación? b) ¿Cuáles son otros aspectos de la “armadura completa que proviene de Dios”?
13 El estudio personal también refresca y enriquece nuestro entendimiento de muchos puntos básicos, además de ayudarnos a comprender las cosas más profundas de la Palabra de Dios (1 Corintios 2:10). De esta manera, nuestra “armadura completa que proviene de Dios” impedirá que Satanás haga que perdamos el amor fervoroso que tenemos para con Jehová y su Hijo.
14 Entre otras cosas, el apóstol Pablo mencionó otros dos aspectos de nuestra armadura espiritual que aún no hemos considerado. Dijo que los cristianos deberían tener “calzados los pies con el equipo de las buenas nuevas de la paz” y aceptar “la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios” (Efesios 6:11-17). ¿Cómo nos ayudan dichos aspectos de la armadura espiritual a mantener el ‘amor que teníamos al principio’?
Manténgase activo en la predicación del Reino
15. ¿Qué modo novedoso de tener “mucho que hacer en la obra del Señor” descubrió cierto misionero encarcelado? (1 Corintios 15:58.)
15 Cuando el misionero Harold King empezó a cumplir una sentencia de cuatro años y medio de encarcelamiento en China en 1958, se enfrentó al mismo problema que Stanley Jones: cómo mantener vivo su ‘primer amor’, su profunda devoción a Jehová. Él informa: “Para mantener vivo mi aprecio por las cosas espirituales, me las arreglé para tener un programa de ‘predicación’”. Preparó unos cuantos sermones bíblicos basados en los textos bíblicos que recordaba, y predicaba a personas imaginarias. Con el tiempo, condujo un estudio bíblico imaginario. ¿Cuál fue el resultado? Cuando quedó en libertad, ¡estaba listo para predicar nuevamente a personas verdaderas, y estaba muy deseoso de hacerlo!
16. ¿Cuál es una razón importante por la que debemos estar ocupados en el servicio de Jehová?
16 La suya fue una manera novedosa de aplicar una verdad importante: Para mantenernos espiritualmente saludables tenemos que mantenernos ocupados en el servicio de Dios. El apóstol Pedro dijo: “Fortifiquen su mente para actividad” (1 Pedro 1:13). Además, el apóstol Pablo exhortó: “Háganse constantes, inmovibles, siempre teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo relacionado con el Señor”. (1 Corintios 15:58.)
17. ¿Qué era notable en cuanto a los cristianos fieles de la congregación de Filadelfia?
17 Es notable que mientras que los cristianos de Éfeso habían permitido que se enfriara el ‘amor que habían tenido al principio’, los de una congregación vecina se habían mantenido ocupados, y su amor aún estaba fuerte. Jesús dijo a la fiel congregación de Filadelfia: “Conozco tus hechos... ¡mira! he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar”. (Revelación 3:8.)
18. ¿Qué actividad nos ayudará a mantener vivo nuestro ‘primer amor’?
18 ¿Qué hechos ayudarán al testigo de Jehová del día moderno a mantener el ‘amor que tenía al principio’? Entre otras cosas, se trata de hechos que estén en armonía con el siguiente mandato de Jesús: “Por lo tanto vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones” (Mateo 28:19). Harold King reconoció la importancia de hacer esto. El apóstol Pablo también la reconoció. Por eso, Pablo aconsejó a los efesios que ‘tuvieran calzados los pies con el equipo de las buenas nuevas de la paz’ y que se equiparan con “la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios”.
19. La predicación, que es prueba de nuestro celo, también edifica nuestro celo ¿de qué manera?
19 Hay una relación estrecha entre el celo y la obra de predicar y hacer discípulos. Es cierto que el celo hace que queramos hacer dicha obra. Pero, en cambio, la obra de predicar estimula nuestro celo. Después de predicar a una samaritana, Jesús dijo a sus seguidores: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió” (Juan 4:34). El enseñar la verdad lo había alimentado a él, lo había edificado. Así también el que nosotros hablemos con otras personas acerca del Reino de Dios contribuye a grabar en nuestra mente y corazón hechos vitales y mejora la destreza que manifestamos al defender la verdad (1 Pedro 3:15). Además, a medida que el espíritu de Dios nos sostiene en esta obra, llegamos a ‘fulgurar con el espíritu’ y lo vemos funcionando en otras personas. (Romanos 12:11.)
20. ¿Cómo contribuyen juntos la predicación y el estudio personal a mantenernos fuertes?
20 ¿Es el predicar a otros un sustitutivo para el estudio personal? No. Hay que establecer un equilibrio entre estas dos actividades. Si consumimos mucho alimento material, pero no hacemos ejercicio, nuestro cuerpo finalmente sufre las consecuencias. En cambio, si hacemos mucho ejercicio sin comer suficiente alimento, con el tiempo nos agotamos físicamente. De manera parecida, si dedicamos mucho tiempo al estudio personal sin predicar a otros, es probable que nos desequilibremos. El apóstol Pedro relacionó la “actividad” con el ‘mantener nuestro juicio’ (1 Pedro 1:13). Si predicamos a otros sin dedicar tiempo al estudio personal —especialmente si las personas a quienes predicamos no responden favorablemente— puede que nos agotemos. Pero si dedicamos tiempo al estudio personal y entonces salimos a decir a otros lo que hemos aprendido, permanecemos espiritualmente sanos.
Compre el tiempo
21, 22. a) ¿Qué gran obstáculo ha hecho surgir Satanás en contra de que mantengamos nuestro ‘primer amor’? b) ¿Qué recomendó Pablo a los efesios para vencer este obstáculo, y por qué debemos seguir su consejo?
21 Stanley Jones, al describir uno de los mayores problemas a que se enfrentó en la cárcel, dijo: “Tenía muchísimo tiempo disponible”. Su problema era exactamente lo contrario de lo que experimentan muchos otros testigos de Jehová. A la mayoría de nosotros continuamente nos falta el tiempo. ¿A qué se debe esto? El apóstol Juan dijo: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo” (1 Juan 5:19). El mundo de Satanás constantemente mantiene tan ocupadas a las personas que éstas tienen poca oportunidad para pensar, y mucho menos tienen tiempo para estudiar. Nosotros no somos parte del mundo, pero ciertamente sentimos los efectos de su modo de vivir. El “inicuo” quisiera usar la influencia del mundo para mantenernos tan ocupados que ya no hallemos tiempo para nuestro servicio a Dios.
22 Pablo se dio cuenta de este problema y dio el siguiente consejo valioso a los efesios: “Vigilen estrechamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos. Por este motivo dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová” (Efesios 5:15-17). Si no compramos el tiempo para hacer “la voluntad de Jehová”, es probable que la presión de vivir en estos ‘días inicuos’ haga que se enfríe nuestro amor.
23. ¿Qué clase de estudio personal y predicación nos ayudará a mantener vivo nuestro ‘primer amor’?
23 Es cierto que algunos cristianos tienen obligaciones importantes o están enfermos, y por eso se ven muy limitados en cuanto a lo que pueden hacer en el servicio de Dios (Lucas 21:1-4). Pero en armonía con el consejo de Pablo a los esclavos cristianos, cualquier cosa que podamos hacer deberíamos hacerla “de toda alma” (Efesios 6:5, 6). El estudio personal jamás nos proporcionará gozo si para efectuarlo nos valemos solo de unos cuantos minutos entre programas de televisión. De igual manera, nuestro ministerio del campo difícilmente mantendrá vivo nuestro ‘primer amor’ y celo si tan solo dedicamos, entre períodos de recreo, una o dos horas al mes, como muestra, a la predicación. (Compare con 1 Timoteo 4:8.)
Pida ayuda en oración
24. ¿Qué otra ayuda vital para nuestra espiritualidad mencionó Pablo a los efesios?
24 Al concluir su consideración sobre la “armadura completa que proviene de Dios”, Pablo instó a sus compañeros de creencia a que aceptaran “la espada del espíritu, es decir, la palabra de Dios, mientras que con toda forma de oración y ruego se ocupan en orar en toda ocasión en espíritu” (Efesios 6:17, 18). Si nos mantenemos en estrecha comunicación con Jehová mediante la oración, no perderemos nuestro ‘primer amor’, aunque tengamos que aguantar muchas presiones o, como Juan, hayamos servido durante muchos años en este sistema de cosas. Pablo dijo en otra carta: “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder”. (Filipenses 4:13.)
25. En resumidas cuentas, ¿cuáles son las provisiones de Jehová para ayudarnos a no perder ‘el amor que teníamos al principio’?
25 La mayoría de nosotros nos cansamos de vez en cuando. Pero el mensaje de Jesús a la congregación de Éfeso muestra que podemos y debemos evitar perder el ‘amor que teníamos al principio’. Al igual que Jehová ayudó a los efesios mediante Pablo, Timoteo y otros, Él nos ayuda a nosotros hoy mediante Su organización. Nosotros, en cambio, estamos haciendo una obra excelente si nos entrenamos para disfrutar del estudio y la meditación y ‘fortificamos nuestra mente’ para la excelente actividad de decir a otros lo que hemos aprendido, mientras pedimos en oración a Jehová que nos ayude a perseverar en hacer su voluntad. En conformidad con lo que el apóstol Pablo dijo a los gálatas, “no desistamos de hacer lo que es excelente, porque al debido tiempo segaremos si no nos rendimos”. (Gálatas 6:9.)
¿Cómo respondería usted?
◻ Si no apartamos tiempo para estudiar la Palabra de Dios y meditar sobre ella, ¿qué podría suceder al amor que le tenemos a Jehová?
◻ ¿Por qué es valioso para nosotros estudiar no solo las nuevas verdades, sino también las verdades y los principios que hemos oído antes?
◻ ¿Por qué es el predicar a otros una manera vital de mantener nuestro ‘primer amor’?
◻ ¿Cómo contribuyen juntos el estudio y la actividad de predicar a mantenernos espiritualmente saludables?
◻ ¿Por qué no deberíamos descuidar nunca la oración a medida que nos esforzamos por mantener el ‘amor que teníamos al principio’?
[Ilustración en la página 27]
El estudiar puede ser agradable, y mantiene fresco nuestro amor para con Dios
[Ilustración en la página 29]
El hablar con otros acerca de la verdad fortalece nuestro amor a Jehová