La Palabra viva
“Porque la palabra de Dios es viva y ejerce poder y es más aguda que cualquier espada de dos filos y penetra hasta dividir el alma y el espíritu, y las coyunturas y su tuétano, y puede discernir los pensamientos e intenciones del corazón.”—Heb. 4:12, NM.
1. ¿Qué es la Biblia?
LA Palabra de Jehová: ¿qué es? “La Biblia,” usted correctamente dice. ¿Qué es la Biblia? Es un conjunto de libros que constituyen la revelación de Dios que él inspiró e hizo que se registrara. Es el gran documento religioso. El sólo poseer la Biblia, escrita a mano e impresa mediante máquina, ha dado a sus dueños grados de satisfacción, por razones diversas. ¿Yace el significado total de la Palabra de Dios en ser sólo un libro que puede ser citado a algún grado por religiones antagónicas debido a sus dichos expresivos y frases bien formadas? No, gracias a su Autor, tiene más valor que eso.
2. ¿Qué mueve a los hombres a actuar?
2 Desde que los hombres han estado sobre la tierra su mente ha sido asaltada constantemente con la mira de capturarla. Ahora como en ninguna era anterior el corazón y la mente de los hombres son inundados de propaganda, el propósito de la cual es fijar su manera de proceder. ¿Qué hace que la gente haga lo que hace? Las ideas. Las ideas están en su mente, conduciéndola por un camino u otro. Las personas no son autómatas, ni operan sólo por instinto. Los hombres tienen mentes y corazones en los cuales están asentados la razón y el motivo. En ellos es posible plantar ideas, y el objetivo de la propaganda del viejo mundo es invadir la mente de todas las personas, regimentando o alineando a todas ellas en oposición al reino de Jehová mediante Cristo Jesús.—Pro. 23:7.
3. Concerniente a la palabra del Diablo ¿qué puede decirse?
3 La fuente demoníaca de enseñanzas impuras es el Dragón Diablo. Mediante su organización bestial él obra en las mentes y corazones egoístas de los gobernantes y caudillos de la gente, quienes profetizan falsamente, y mediante ellos en la mente de la gente del mundo en general. Proféticamente, el Apocalipsis declara: “Vi tres expresiones inspiradas inmundas que se parecían a ranas salir de la boca del dragón y de la boca de la bestia salvaje y de la boca del falso profeta. Estas son, de hecho, expresiones inspiradas por los demonios y obran señales, y ellas salen a los reyes de toda la tierra habitada, para juntarlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” (Apo. 16:13, 14, NM) La fuerza de atracción de tal expresión o palabra del Dragón en sus muchas formas está apuntada hacia el egoísmo, el propio interés de los hombres, y los induce a buscar dicho aparente propio provecho por encima de los principios de la justicia y sin fijarse en ellos.—Juan 3:20, NM.
4. Describa e ilustre la relación de las palabras con las ideas.
4 Obviamente, en toda esta pugna por la mente del hombre, las palabras son los principales instrumentos de comunicar ideas. Las palabras son símbolos de imágenes e impresiones mentales que se usan para comunicar dichas ideas de persona inteligente a persona inteligente. Las palabras tienen significado debido a la asociación que existe entre ellas y las ideas que representan. Sin esta asociación de ideas, aceptada y entendida por todos los interesados, una palabra sólo es un sonido ininteligible o un símbolo escrito sin sentido. Esto lo muestra claramente el hecho de que una palabra tiene significado para una persona que entiende el idioma en particular del cual esa palabra forma parte, pero no tiene ningún significado para otra persona que no conoce nada de ese idioma. En nuestro propio idioma, cualquiera que sea, nosotros, sin duda, frecuentemente preguntamos el significado de una palabra que es nueva para nosotros. La explicación puede dársenos con muchas otras palabras con las que asociamos el significado aceptado, y así llegamos a un entendimiento del significado de la nueva palabra. El punto es éste: las palabras comunican ideas. Las ideas son las que impulsan a los hombres a actuar.
5. ¿En qué está la fuerza de las palabras y las ideas?
5 Las palabras tienen su fuerza en lo que representan; las ideas tienen su poder en el resultado que logran en las mentes y acciones de los hombres. Al grado a que los muchos millones de libros que los hombres han escrito presenten información veraz que edifique la mente son provechosos. Al grado a que los escritos del hombre influyan en el pensamiento y hechos del hombre son poderosos. Al grado a que alguna idea escrita o hablada o de otra manera simbolizada comunique a la mente iniquidad e impiedad, conduciendo a un proceder en transgresión de los justos principios de Dios, tal idea es perversa y opera en contra de los mejores intereses de la humanidad y en difamación del nombre de Jehová.—Juan 8:42-47, NM.
6. ¿En cuanto a qué cosa existe la controversia por las mentes de los hombres?
6 Obviamente, no es principalmente en relación con los meros hechos concretos como lo que son que existe un punto en cuestión, más bien es en lo que atañe a las enseñanzas que afectan la relación del hombre con Dios que está la controversia vital para las mentes de los hombres. En cantidad la Palabra de Dios, la Biblia, está en gran contraste con la palabra publicada del hombre. Se informa que sólo en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos hay siete millones de volúmenes, lo que nos recuerda que “de hacer muchos libros no hay fin, y el mucho estudio es cansancio de la carne.” (Ecl. 12:12) En la “pequeña” Biblia se presenta una abundancia de hechos concretos que son de conocimiento común, tales como muchas referencias a las bellezas de la creación natural.
7. ¿Cómo consideran en general los hombres los principios de conducta de la Biblia?
7 No sólo estos hechos aceptados aparecen en las Escrituras, sino también principios de conducta. Hablando en términos generales, la gente conviene en que esos principios son buenos, y está contenta de que muchos de dichos principios hayan sido incorporados en las leyes de las naciones. A propósito, la Biblia condena la mentira, el robo y el asesinato. Reconociendo lo que son buenos principios, las leyes del país también prohiben estas cosas y suministran castigo por violaciones bajo ciertas circunstancias. Sin embargo, los justos principios de la Palabra de Dios son más difíciles para los hombres que la aceptación de los hechos bíblicos concretos de conocimiento común. Mucha gente dice con los labios y en sus publicaciones que los principios de conducta de la Biblia son buenos, y no obstante, la práctica verdadera, consistente y persistente de esos mismos principios por esa gente verdaderamente es una rareza. Inaplicados, no son principios vivos.
8. Además de hechos de aceptación común y principios de conducta ¿qué poderoso y sobresaliente tercer rasgo se abarca en la Biblia?
8 Los hechos comunes y los buenos principios no agotan la Palabra de Dios. También contiene profecía. Aunque es una de las características más asombrosas y poderosas de la Biblia, la interpretación y el cumplimiento de la cual están en las manos de Jehová Dios, para el mundo en general la profecía bíblica es absolutamente muerta; tanto el mundo llamado cristiano como el no cristiano están muertos, insensibles a ella. Hablando en términos generales, la profecía bíblica no se entiende, no se cree; no se le da ningún crédito, es pasada por alto.
9. ¿Cuál es el más importante elemento de la Biblia?
9 La Palabra de Dios incluye más aún que estos rasgos sobresalientes ya mencionados. Este es el elemento más importante de la Biblia: su revelación del Dios verdadero. Contiene sus muchos títulos, y lo identifica por su nombre JEHOVÁ. Los hechos concretos, los principios y las profecías de la Biblia todos encuentran su valor verdadero al indicar hacia el Dios vivo.—Jer. 10:10.
10. ¿De qué manera se revela al hombre la mente infinita de Jehová Dios?
10 Debido a que la Biblia es la Palabra del Dios vivo es viva y tiene poder; subsistiendo en el mundo como un baluarte contra el diluvio de propaganda perjudicial, siendo la única cosa que ofrece protección para la mente y el corazón de los hombres. Es una revelación de la mente del Creador, Jehová Dios, y es el instrumento que él usa para comunicar ideas de su mente infinita a la mente de los hombres. Se compone de palabras que son palabras de Jehová Dios, disponibles para nosotros en cualquier idioma que sea el nuestro, traducidas para nosotros de los idiomas originales de los primeros registros bíblicos, Esas palabras representan ideas que son pensamientos de Dios. Así que seguramente como el gran Dador de la Palabra es el Dios vivo, así de seguro es que su palabra de verdad inspirada es la Palabra viva.
11. De la Palabra de Dios y la palabra y violencia de los hombres, ¿cuál es más poderosa?
11 Común es el dicho de que la pluma es más poderosa que la espada. Esa es una admisión del hecho de que las ideas comunicadas a la mente de los hombres son más poderosas que la fuerza física en sí misma. (Heb. 11:34, NM) No sólo es la Palabra de Dios más poderosa que la fuerza y violencia físicas, sino que es más poderosa que las palabras escritas o habladas de todas las agencias de propaganda de este impío viejo mundo. Es viva. El viejo mundo está agonizando, y sus palabras son mortíferas. Común también es el lema “Más dicen las acciones que las palabras.” Tal lema reconoce el hecho de que es posible decir una cosa y hacer otra. Lo que con el tiempo hace una persona revela lo que está en su corazón, aunque su habla pueda engañar.—Mat. 23:3, NM.
12. Ilustre cómo es posible usar hermosas expresiones pero no amoldarse a ellas.
12 “¡Tu siervo soy; dame entendimiento, para que conozca tus testimonios! Tiempo es de hacer algo, Jehová, porque los hombres han invalidado tu ley. Por eso tengo para mí que todos tus preceptos respecto de todas las cosas son rectos; y aborrezco todo sendero falso. ¡Maravillosos son tus testimonios; por tanto los guarda mi alma!” (Sal. 119:125-129) Las expresiones hermosas y maravillosas abarcadas en este pasaje pueden repetirse sin que el orador o el oyente las crea verdaderamente. Una persona puede decir a Dios: ‘Tu siervo soy,’ y no obstante abstenerse de servir a Jehová. Puede pedir entendimiento, pero puede evitar el estudio de la Palabra de Dios, de donde únicamente puede venir el entendimiento. Profesión puede hacerse de que una persona ama los mandamientos de Dios más que el oro y no obstante el que profese hacer eso puede dejar a un lado los mandamientos de Dios más que el oro y no obstante el que profese hacer eso puede dejar a un lado los mandamientos de Dios, leyéndolos en la Biblia y no observándolos, sino al contrario dirigiendo su tiempo y esfuerzos a adquirir oro. Si los preceptos de Dios concernientes a todas las cosas realmente se tienen como rectos y se consideran valiosos y apropiados para observarse, entonces el siervo de Jehová, al llegar a un entendimiento concerniente al consejo de Jehová en cuanto a algún asunto, seguirá ese consejo y verdadera y literalmente evitará las falsedades porque las odia, deleitándose más bien en lo más profundo de su ser de observar los maravillosos testimonios de Dios.
13. Declare los elementos que le dan poder a la Palabra de Jehová.
13 Las palabras de Dios son poderosas, vivas y eficaces: primero, porque proceden del Creador del universo, Jehová Dios Todopoderoso, y están respaldadas por su poder y omnipotencia y son correctas; segundo, si se reciben en corazones y mentes buenos y honrados guían al siervo de Dios en una manera de proceder apropiada, lo cual resultará en vida eterna para él y en el regocijo del Dios cuyos mandamientos son obedecidos y así justificados. Imposible es dar demasiado énfasis al hecho de que las palabras simbolizan ideas. Las ideas de Dios tienen que entrar en la mente de usted, y a fin de que sean poderosas tienen que tener un efecto sobre su pensamiento y su proceder en la vida. En eso está el poder de ellas; pero el mero hecho de que individuos o naciones tengan en su posesión un libro llamado la Biblia sin aplicar las cosas que Dios ha hecho que se manifiesten en ese libro no es de ningún provecho para los que lo poseen. El resultado de seguir la Palabra de Dios es la adoración a Jehová y por consiguiente la vida para sus adoradores. La fe sencilla en las Escrituras, basada en un entendimiento y apreciación de ellas y en el amor a Dios y la rectitud, es el gran requisito que la Palabra de Dios llena.
14. En sus propias palabras declare los contrastes expresados en el Salmo 1:1-6.
14 Este es un contraste entre dos caminos generales de acción y pensamiento, el cual se expresa en el mismísimo primer Salmo en las siguientes palabras: “Bienaventurado [feliz] el hombre que no anda en el consejo de los inicuos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en el banco de los escarnecedores.” Esto significa que prescindiendo del grado a que el consejo inicuo, prácticas pecadoras y el escarnio de Dios y su Palabra lleguen a la atención del hombre bendecido por Jehová, él desechará estas cosas. “Sino que en la ley de Jehová está su deleite, y en su ley medita de día y de noche.” En lenguaje simbólico, pero que ciertamente comunica el pensamiento apropiado, se muestra que el fin de tal persona es éste: “Y será como un árbol plantado junto a las corrientes de las aguas, que da su fruto en su tiempo; su hoja también no se marchita; y cuanto él hiciere prosperará.” Los consejeros inicuos, incluyendo a los religiosos que persistentemente le aconsejan a usted que no haga caso del estudio de la Palabra de Dios con los testigos de Jehová, no son árboles fructíferos que prosperan. No, “no así los inicuos; sino [que son] como el tamo que arrebata el viento. Por tanto no podrán los malos estar en pie en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque Jehová conoce el camino de los justos; pero el camino de los inicuos perecerá.”—Sal. 1:1-6.
PODER
15. (a) ¿Cuán poderosa es la Palabra de Dios en nuestra vida? (b) Dé el significado de ‘percibir el sentido de ella.’
15 ¿Cuán poderosa es la Palabra de Dios en nuestra vida? En lo que toca al individuo, eso depende hasta cierto grado de si percibe o no el sentido de ella. Esto se demuestra muchas veces por Jesús, quien, en una ocasión, se refirió al “que oye la palabra y percibe su sentido, que verdaderamente lleva fruto y produce, éste de a ciento por uno, aquél de a sesenta, el otro de a treinta.” (Mat. 13:23, NM) ¿Qué significa percibir el sentido de la Palabra de Dios? Jesús en un relato correspondiente lo aclara: “Estos son los que, después de oír la palabra con un corazón recto y bueno, la retienen y dan fruto con perseverancia.” (Luc. 8:15, NM) El percibir el sentido de la Palabra de Dios significa oírla con verdadera percepción y apreciación, apreciar su significado, el tenor, objetivo, el sentido que es racional, inteligible y de acuerdo con todo el resto de la Palabra de Dios y con la justicia de Jehová. Se necesita un corazón recto y bueno para hacer eso, y dicho corazón retendrá la palabra. El poder de la Palabra viva de Dios se manifiesta como estando en el corazón de tal persona por el hecho de que ésta da fruto y tiene perseverancia a través de su servicio para alabanza de Jehová. “Por esta causa echen mano de la armadura completa proviniendo de Dios, para que puedan resistir en el día inicuo y, después de haber hecho todas las cosas cabalmente, permanecer firmes.”—Efe. 6:13, NM.
16. Muestre cuán tremendo poder para protección y ofensiva ejerce la Palabra viva.
16 El capítulo seis de Efesios, en el cual la provisión de Dios se menciona simbólicamente como una armadura, muestra que la Palabra de Dios tiene poder tanto para protección como para ofensiva en el combate cristiano. (Efe. 6:17, NM) El apóstol Pablo declaró la misma verdad de esta manera: “La noche está bien avanzada; el día se ha acercado. Por lo tanto, despojémonos de las obras que pertenecen a las tinieblas y pongámonos las armas de la luz.” (Rom. 13:12, NM) Sin duda fué de los profetas hebreos de Dios que los escritores de las Escrituras cristianas griegas tomaron esta representación de la Palabra de Dios como vital equipo de combate, porque en Isaías leemos: “Y vistióse de justicia, como de una coraza, y púsose yelmo de salvación sobre la cabeza; se vistió también de ropas de venganza, como de vestidura, y cubrióse de celo como de un manto.” (Isa. 59:17) El profeta también declaró: “Y ha hecho mi boca como una espada aguda: en la sombra de su mano me ha encubierto; y me ha hecho como una saeta reluciente; dentro de su aljaba me ha escondido.” (Isa. 49:2) La protección mental y, por lo tanto, vital de la verdad se muestra además en su proceso renovador como se aplica a la disposición mental del cristiano: “Y dejen de amoldarse a este sistema de cosas, mas transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para sí mismos la buena y la aceptable y la completa voluntad de Dios.” (Rom. 12:2, NM) Este es un poder tremendo ejercido por la Palabra de Jehová en la vida de los de su pueblo.
17. Tocante a lo que edifica a los cristianos, ¿qué cosa tiene el poder para ello?
17 A aquellos entre quienes él había ido predicando el reino de Dios, Pablo explicó que se iba y que no lo verían otra vez. Los amonestó contra lobos simbólicos que vendrían entre el rebaño cristiano y enseñarían palabras contrarias a la verdad que el apóstol Pablo les había traído y que los había bendecido tan ricamente. Pablo dijo: “Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán hombres que hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí. Por lo tanto manténganse despiertos, y recuerden que por tres años, noche y día; no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas. Y ahora los encomiendo a Dios y a la palabra de su bondad inmerecida, la cual palabra puede edificarlos y darles la herencia entre todos los santificados.” (Hech. 20:29-32, NM) Pablo aquí muestra el poder de la Palabra de Dios para edificar la congregación cristiana. No hay otra cosa que pueda hacerlo y traerle la herencia que se consigue por medio de la madurez y la fidelidad.
18. En nuestra vida, ¿qué tiene el poder de identificación?
18 Además, la Palabra de Dios repetida y expresada por sus siervos tiene poder para identificarlos como adoradores de Jehová. Identificación contraria también se abarca en las palabras de los que hablan en oposición a las Escrituras. El gran Maestro usó una ilustración muy obvia para aclarar este punto, cuando declaró: “No hay un árbol bueno que produzca fruto podrido; de nuevo, no hay un árbol podrido que produzca fruto bueno. Porque a cada árbol se le conoce por su propio fruto. Por ejemplo, la gente no recoge higos de los espinos, ni corta uvas de un abrojo. El hombre bueno saca lo bueno del buen tesoro de su corazón, pero el hombre inicuo saca lo que es inicuo de su tesoro inicuo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.”—Luc. 6:43-45, NM.
19. Explique cuál es otro poder exclusivo de la Palabra de Dios.
19 Esta Palabra viva de Dios que ejerce poder se dice que es más aguda que cualquier espada de dos filos, penetrando hasta dividir el alma y el espíritu y puede discernir lo que está en el corazón del hombre. (Heb. 4:12, NM) Ninguna otra palabra en existencia puede hacer eso. Ninguna además de la Palabra viva de Dios tiene el poder para discernir y juzgar así. Jesús habló la palabra de su Padre celestial y dijo: “El que me desatiende y no recibe mis dichos tiene quien lo juzgue. La palabra que he hablado es lo que lo juzgará en el último día.” (Juan 12:48, NM) El apóstol Pablo miró al futuro al gran “último día” de juicio en el que ahora vivimos, y, aunque dió consejo directo a la congregación de Corinto, también habló proféticamente, diciendo: “Por lo tanto no juzguen nada antes del tiempo debido, hasta que el Señor venga, el cual sacará las cosas secretas de las tinieblas a la luz así como también hará manifiestos los consejos de los corazones, y entonces cada cual recibirá su alabanza procedente de Dios.”—1 Cor. 4:5, NM.
20. Comente sobre el “dividir el alma y el espíritu.”
20 Respecto a este poder de juicio de la Palabra de Dios, recordamos que ella “penetra hasta dividir el alma y el espíritu.” (Heb. 4:12, NM) El alma y el espíritu no son sinónimos. La criatura viva es el alma, pero su espíritu es su fuerza motriz. Es lo que la mueve. Un hombre puede tener un buen espíritu o un mal espíritu. A veces decimos: “No puedo estar allí en persona, pero estaré en espíritu,” y ésa es una expresión apropiada, justificada por las Escrituras. Por ejemplo, Pablo declaró a los colosenses: “Porque aunque estoy ausente en la carne, a pesar de todo estoy con ustedes en el espíritu, regocijándome y viendo su buen orden y la firmeza de su fe hacia Cristo.” (Col. 2:5, NM) Tan escrutadora y penetrante es la Palabra de Dios en la vida de los de su pueblo que discierne y hasta capacita a cada uno a discernir entre lo que él hace, que puede ser visto por otras personas también, y el espíritu con que lo hace, es decir, su móvil, su fuerza motriz. El examinarnos nosotros mismos a la luz de la Palabra de Dios nos capacita a determinar si hacemos lo que hacemos a causa de amor a Dios o no.
21. ¿Por qué y cómo tenemos que servir a Jehová, y qué nos capacita a hacerlo?
21 Tan poderosa es la Palabra de Jehová que nos capacita a servir a Dios persistente, consistente y fielmente, aguantando año tras año, progresando en la verdad, manteniendo gozo y felicidad, y esto a pesar de lo que alguna otra criatura haga o parezca hacer, sea que esté en la organización del pueblo de Dios o fuera de la sociedad del Nuevo Mundo. Tenemos que servir a Jehová Dios debido a nuestra relación personal con él, y tenemos que vivir nuestra propia vida de la manera correcta en armonía con la Palabra de Dios y dejar que otras personas vivan su vida, cargando ante Dios con su propia responsabilidad por su manera de proceder. (Gál. 6:5, NM) Podemos engañar a otros hombres. Los hombres pueden engañarnos. Si rehusamos permitir que la Palabra de Dios penetre en nosotros y nos escudriñe, discerniendo entre nuestra alma y espíritu, podemos efectuar un engaño de nosotros mismos, pero no cambiamos la Palabra de Dios y su juicio, ni a Jehová mismo ni a Cristo Jesús, su Juez designado. Porque declara los juicios de Jehová, los cuales son seguros, la Palabra de Dios tiene el poder de quemar y quebrar, como Dios declara: “¿No es mi palabra como el fuego, dice Jehová, y como el martillo que hace pedazos la roca?” (Jer. 23:29) Nunca debemos retroceder de su servicio glorioso.