Los cristianos y la esperanza del reino de mil años
“Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.”—Mat. 6:10.
1. (a) ¿En qué términos habla la cristiandad de la esperanza del reino de mil años? (b) ¿Por qué no perturba esto a los testigos de Jehová?
LA IGLESIA Católica Romana y, de hecho, la mayoría de las religiones protestantes grandes y bien reconocidas nunca mencionan a sus feligreses la esperanza del reino de mil años. Hablan con desprecio de esta esperanza, a la que llaman “milenarismo,” y llaman “milenarios” o “milenaristas” a los que la abrigan. Pero los testigos de Jehová no se avergüenzan de tener esta creencia, pues hechos históricos irrefutables muestran que los cristianos primitivos abrigaban la esperanza del milenio.
SE LLAMABA “MILENARIOS” A LOS CRISTIANOS PRIMITIVOS
2. ¿Qué declaran dos enciclopedias con relación a la creencia en el milenio entre los cristianos primitivos?
2 En cuanto a los cristianos que creían en el reinado de 1.000 años de Cristo la Encyclopedia Americana declara: “A los que sostienen tales puntos de vista se les llama milenarios o quiliastas, y a su dogma se le llama quiliasmo (griego: khilioi, 1.000). Es por todos aceptado que estos puntos de vista, si no eran generales, por lo menos eran muy comunes en la iglesia primitiva.” La Encyclopœdia Universalis, en francés, nos informa: “En la cristiandad de Occidente el milenarismo estuvo muy activo en el judeo-cristianismo durante los primeros tres siglos. . . . El milenarismo estuvo muy profundamente arraigado durante los primeros siglos del cristianismo.”
3, 4. (a) ¿Qué indicios hay de que los cristianos no tuvieron que esperar hasta la Revelación para abrigar la esperanza milenaria? (b) ¿Qué pudieran afirmar algunas personas sobre la esperanza milenaria?
3 Hay prueba de que los cristianos abrigaban esperanzas relacionadas con el reinado de 1.000 años de Cristo aun antes de que el apóstol Juan recibiera la Revelación a fines del primer siglo E.C. El leer los escritos de los profetas judíos les había proporcionado vistas por anticipado de la maravillosa esperanza del milenio que Cristo dio en los capítulos 20 y 21 del libro de Revelación. Es interesante que la Encyclopedia Britannica (edición de 1966) confirma este hecho como sigue: “La idea del milenarismo entre los cristianos primitivos . . . provino mayormente de las expectativas escatológicas [expectativas relacionadas con el destino final de la humanidad y del mundo] judías.” Sobre este mismo asunto la obra de 30 tomos New Encyclopœdia Britannica (1977) dice lo siguiente: “Con el Libro de la Revelación se completó en el cristianismo la asimilación del apocalipticismo [la expectativa de la destrucción final del mal y el triunfo del bien] judío. . . . Durante los primeros cien años de la historia cristiana [33-133 E.C.], se enseñó y aceptó comúnmente en la iglesia esta clase de milenarismo, o quiliasmo (de la palabra griega que significa 1.000).”—Bastardillas nuestras.
4 Algunas personas pudieran replicar: ‘Tal vez haya sido así, pero para aquellos cristianos primitivos la esperanza milenaria no tenía que ver con la Tierra. Era una esperanza celestial.’ Pero, ¿qué muestran los hechos históricos y la Biblia? Veamos.
TODAVÍA ESPERABAN EL PARAÍSO TERRESTRE
5, 6. Según varias autoridades en la materia, ¿qué puntos de vista sostenían algunos cristianos del primer siglo?
5 Hay prueba abundante de que los cristianos primitivos nunca se imaginaron que la venida del Mesías o Cristo hubiera cancelado todas las profecías y promesas de las Escrituras Hebreas respecto a la restauración del paraíso en la Tierra. El Dictionnaire de Théologie Catholique mismo reconoce lo siguiente: “El milenarismo tuvo su origen mucho antes de la era cristiana. La creencia en un reinado terrestre del Mesías tuvo su origen en las esperanzas de Israel.”
6 En el libro A History of Christianity, el historiador Kenneth Scott Latourette dice lo siguiente acerca de los cristianos primitivos que estaban esperando la segunda venida de Cristo: “Muchos de los cristianos se aferraban a la idea de que antes del fin final de la historia y del cumplimiento cabal del propósito de Dios en la realización total de Su voluntad, esperanza que era común a todos los cristianos, Cristo regresaría, establecería su reino sobre la Tierra y reinaría por mil años. . . . El concepto de una era o eras de mil años de duración no se limitaba a los cristianos, sino que también se hallaba dentro del judaísmo.”
7. ¿Cómo sabemos que los cristianos primitivos no confundían el paraíso con el cielo?
7 Así, hay pruebas acumuladas de que los cristianos primitivos eran “milenarios,” o “milenaristas,” en el sentido en que se aplicó ese término a los que estaban esperando el reinado de 1.000 años de Cristo el Mesías. Jesús había revelado que él gobernaría desde el cielo, pero no anuló la esperanza mesiánica que los judíos tenían al principio, a saber, la restauración del paraíso en la Tierra durante ese milenio. Es interesante notar que la obra católica Supplément au Dictionnaire de la Bible reconoce que “en los escritos judíos, al igual que en la literatura cristiana primitiva, las palabras paraíso y cielo por lo general no son sinónimas.”—Bastardillas nuestras.
CRISTO NO ANULÓ LA ESPERANZA MILENARIA
8. (a) ¿De qué fue garantía la venida de Jesús? (b) ¿Cómo muestran las Escrituras que el paraíso será restaurado en la Tierra?
8 En su famoso Sermón del Monte, Jesús declaró: “No piensen que vine a destruir la Ley o los Profetas. No vine a destruir, sino a cumplir.” (Mat. 5:17) O, como vierte este versículo la Versión Torres Amat (católica): “No penséis que yo he venido a destruir la doctrina de la ley ni de los profetas. No he venido a destruirla, sino a darle su cumplimiento.” Puesto que Jesús vino a dar cumplimiento a la doctrina o las enseñanzas de los profetas, su venida fue una garantía de que se cumplirían las profecías de ellos respecto a la restauración del paraíso en la Tierra. He aquí solo algunas de esas profecías: Salmos 37:11, 29; 72:1-8, 16-19; 115:16; Isaías 9:6, 7; 11:1-10; 45:18; Daniel 2:34, 35, 44, 45; 7:13, 14.
9. En la oración modelo, ¿cómo se enlaza el Reino con la esperanza milenaria?
9 También, en el Sermón del Monte, Jesús mostró claramente que la Tierra desempeñará un papel en el resultado final de la voluntad o propósito divino. Enseñó a sus seguidores a orar: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Mat. 6:9, 10) Jesús enlazó el que se cumpla la voluntad de Dios en la Tierra con la venida del reino de Dios, que no es otra cosa sino el reino mesiánico. Por lo tanto, la oración conocida como el padrenuestro, que los católicos y protestantes han repetido literalmente millones de veces a través de los siglos, es, de hecho, entre otras cosas, una oración a favor del cumplimiento de las promesas mesiánicas enlazadas con la esperanza milenaria.
SE REVELA PLENAMENTE LA ESPERANZA DEL MILENIO
10. (a) ¿Cuándo y cómo reveló Jesús plenamente la esperanza de un milenio? (b) ¿Qué detalles conmovedores suministró él?
10 Veinticinco años después que los romanos destruyeron a Jerusalén en el 70 E.C. (lo que puso fin a las esperanzas de los judíos de alcanzar liberación nacional por un Mesías político) Jesús, el verdadero Mesías, reveló plenamente la verdadera esperanza acerca del milenio. El apóstol Juan, en su registro de la Revelación que recibió de parte de Dios por medio de Jesucristo, escribió:
“Y vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. . . .
“Y vi tronos, y hubo quienes se sentaron sobre ellos, y se les dio poder para juzgar. . . . Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene autoridad la muerte segunda, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.
“Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; . . . Con eso oí una voz fuerte desde el trono decir: ‘¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos . . . Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.’”—Rev. 20:1-6; 21:1-4.
SE EXPLICA EL “SECRETO SAGRADO”
11. ¿Cómo correspondió la esperanza milenaria que Jesús reveló con la esperanza mesiánica que los judíos tenían originalmente?
11 ¿Puede usted ver la similitud entre esta descripción del reinado de mil años de Cristo y la esperanza mesiánica que los judíos tenían originalmente, “la esperanza de un futuro mesiánico ideal . . . la edad de oro de la dicha paradisíaca . . . un mundo de paz y armonía perfecta entre todas las criaturas . . . ‘nuevos cielos y una nueva tierra,’” según lo expresa la cita de The Jewish Encyclopedia que ya hemos dado?a
12, 13. ¿De qué manera revelaron los discípulos de Jesús que todavía esperaban un reinado terrestre del Mesías?
12 Sin embargo, es innegable que había detalles importantes relacionados con el reino mesiánico que los judíos no entendían y que hasta a los 12 apóstoles y otros de los primeros discípulos de Cristo se les hizo difícil comprender. Poco después de pronunciar su Sermón del Monte, en el que enseñó a sus discípulos a orar por la venida del reino de Dios y por el que se efectuara la voluntad de Dios en la Tierra, como en el cielo, Jesús dijo a sus discípulos: “A ustedes se les ha dado el secreto sagrado del reino de Dios, mas a los de afuera todas las cosas ocurren en ilustraciones.”—Mar. 4:11.
13 Durante todo su ministerio terrestre Jesús enseñó a sus discípulos muchas cosas relacionadas con el reino mesiánico. De hecho, aun después de su muerte y hasta el mismo momento de ascender a su Padre celestial continuó diciéndoles “las cosas acerca del reino de Dios.” Sin embargo, a pesar de esto, precisamente la última pregunta que sus discípulos le hicieron fue: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?”, y así revelaron que todavía estaban esperando que el Mesías restaurara el reino carnal de Israel. (Hech. 1:3, 6) Estaban en lo correcto al pensar que el reino mesiánico tenía que ver con regir, con gobierno, pero se equivocaban al pensar que el Mesías habría de reinar en la Tierra y que su gobierno sería estrictamente judío.
14. (a) ¿Qué hizo posible que los discípulos de Cristo se libraran de la esperanza errónea que tenían? (b) ¿Qué rasgos importantes del “secreto sagrado” llegaron a entender con el tiempo los cristianos primitivos?
14 Solo después del derramamiento del espíritu santo en el Pentecostés los discípulos se libraron del concepto de un reino mesiánico nacionalista y llegaron a comprender nuevos e importantes rasgos del “secreto sagrado del reino de Dios.” Un aspecto de ese “secreto sagrado” era que el Mesías sería un rey celestial y que su gobierno estaría situado en los cielos. (Juan 18:36; Hech. 2:32-36; 1 Tim. 3:16) Otros rasgos de ese “secreto sagrado” —verdades que eran nuevas y revolucionarias para fieles mentes judías que estaban moldeadas por las Escrituras y no por la filosofía griega— fueron que se escogería a un número limitado de humanos como “santos” para que llegaran a estar asociados con el Mesías en Su reino, que éstos reinarían con él en el cielo, y que serían escogidos, no solo de entre los judíos, sino también de entre los gentiles o no judíos.—Dan. 7:13, 14, 27; Luc. 12:32; 22:28-30; Juan 14:1-3; Efe. 3:3-6; Col. 1:26, 27.
UNA REVOLUCIONARIA NUEVA ESPERANZA
15. ¿Por qué era la mismísima idea de ir a los cielos algo completamente nuevo para el resto de judíos fieles?
15 Todo esto era algo completamente nuevo. Como ya hemos visto en el artículo “Origen de la esperanza de un reino de mil años,” la esperanza mesiánica que los judíos tenían originalmente era una esperanza terrestre, y solo bajo la influencia de las tradiciones y la filosofía de la religión falsa, mucho más tarde en la historia judía, algunos de ellos llegaron a creer en la inmortalidad del alma. El resto judío fiel que se apegaba a las Escrituras Hebreas inspiradas y que aceptó a Jesús como el verdadero Mesías ciertamente no creía en la inmortalidad inherente. De modo que para éstos la idea de que un Mesías hubiera de gobernar la Tierra desde el cielo y de que ellos hubieran de llegar a ser corregentes de él en el cielo era tanto más revolucionaria.
16. ¿Qué escribió Pedro acerca de esta revolucionaria nueva esperanza?
16 En una carta dirigida a cristianos primitivos que habían recibido esta llamada especial para llegar a ser sacerdotes y reyes con el Mesías celestial, el apóstol Pedro escribió: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque según su gran misericordia nos dio un nuevo nacimiento y una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Está reservada en los cielos para ustedes . . . Pero ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real.’”—1 Ped. 1:3, 4; 2:9.
17. ¿Cómo mostró Pablo que la llamada a la vida en los cielos era algo nuevo?
17 El apóstol Pablo también escribió acerca de esta excepcional llamada a la vida celestial, y dijo: “Él nos salvó y nos llamó con un llamamiento santo . . . ahora se ha hecho claramente patente por medio de la manifestación de nuestro Salvador, Cristo Jesús, que ha abolido la muerte pero ha arrojado luz sobre la vida y la incorrupción.” (2 Tim. 1:9, 10) Si la vida en el cielo hubiera sido la esperanza del resto fiel de entre los judíos, ¿por qué tuvo Cristo que ‘arrojar luz’ sobre este “llamamiento santo” a la incorrupción? No; se ve claramente que este llamamiento a vida celestial fue algo completamente nuevo para estos cristianos primitivos que habían sido escogidos de entre judíos y gentiles.
LA ESPERANZA CELESTIAL PARA UN NÚMERO LIMITADO DE “ESCOGIDOS”
18, 19. Explique de qué manera la segunda carta de Pablo a Timoteo y la primera carta de Pedro indican que no todos los que esperan vivir para siempre serán reyes y sacerdotes con Cristo en el cielo. (Rev. 5:9, 10)
18 Pero, ¿reciben este “llamamiento santo” a vida incorruptible en los cielos todos los que aceptan a Cristo y que tienen la esperanza de vivir para siempre? Pablo indica que este llamamiento especial se extiende solo a un número limitado de “elegidos” (Nueva Biblia Española) o “escogidos” cuando añade: “Por este motivo sigo aguantando todas las cosas por causa de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en unión con Cristo Jesús junto con gloria eterna. Fiel es el dicho: Ciertamente si morimos juntos, también viviremos juntos; si seguimos aguantando, también gobernaremos juntos como reyes.”—2 Tim. 2:10-12.
19 Si a todos los que se salva se les llama a “gloria eterna” para que ‘gobiernen juntos como reyes’ con Cristo Jesús, ¿sobre quiénes han de gobernar? Y si todos han de llegar a ser “un sacerdocio real,” ¿en beneficio de quiénes han de actuar como sacerdotes reales?
20. ¿Cómo muestran las cartas de Pablo a los gálatas y a los romanos que el número de israelitas espirituales es un número limitado?
20 Considere lo siguiente: En su carta a los gálatas, acerca de los cristianos escogidos de entre los judíos y los no judíos que han sido “bautizados en Cristo” Pablo dice que “realmente son descendencia de Abrahán, herederos con respecto a una promesa,” y los llama “el Israel de Dios.” (Gál. 3:26-29; 6:16) Y en su carta a los romanos, el mismo apóstol habla del “secreto sagrado” de que Dios llamara a no judíos a causa de la “falta de fe” de muchos judíos, a lo que agrega —y éste es un pasaje clave— “hasta que el número completo de la gente de las naciones haya entrado.” Pablo explica que “de esta manera,” es decir, por medio de llamar gentiles para completar el número requerido, “todo Israel será salvo.” Está claro que esto se refiere al Israel espiritual, a los “escogidos” de entre los judíos y los no judíos que son “realmente ‘Israel’” o “verdaderos israelitas.”—Rom. 11:7, 17-26; 9:6 (TA); 2:28, 29.
21. (a) ¿Cuántos israelitas espirituales hay? (b) ¿Qué texto bíblico prueba que no se les escoge de entre los ángeles?
21 Puesto que los no judíos recibirían este “llamamiento santo” solamente hasta que se alcanzara el “número completo” de los que componen “el Israel de Dios,” es lógico que el número de tales israelitas espirituales constituya un número limitado. Entonces, ¿cuántos son? Busque Revelación 7:1-8. Ahí se establece un límite al número de cristianos que son “sellados” para llegar a ser parte del Israel espiritual. Revelación 14:1-4 prueba que no es de entre los ángeles de entre quienes se escoge este número limitado, pues de este mismo número este texto dice que son “comprados de la tierra,” “comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.”
22. ¿Qué clase de esperanza basada en la Biblia tienen los 144.000?
22 Para estos 144.000 cristianos ungidos engendrados por espíritu su esperanza basada en la Biblia es una esperanza celestial. Después de experimentar “la primera resurrección,” ellos “serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.”—Rev. 20:6.
23. ¿Qué preguntas hacen surgir las palabras “primicias” y “reyes”?
23 Pero si estos “escogidos” son las “primicias,” es lógico que haya otros frutos después. Y si los “escogidos” han de ‘gobernar como reyes,’ ¿quiénes serán sus súbditos y qué esperanza tienen éstos? Eso lo veremos al continuar este examen.
[Nota a pie de página]
a Sírvase ver el artículo “Origen de la esperanza de un reino de mil años,” en este número de la revista.
[Comentario en la página 14]
Papías de Hierápolis, Ireneo de Lyon y Justino de Roma —“santos” y “Padres” del siglo segundo reconocidos por la Iglesia Católica— eran milenaristas.—The Catholic Encyclopedia
[Comentario en la página 15]
En su lucha contra la esperanza milenarista, el presbítero romano Cayo y “San” Dionisio se rebajaron a negar la autenticidad de la Revelación, dada al apóstol Juan.—Dictionnaire de Théologie Catholique.
[Ilustración en la página 17]
Durante el Milenio, Jesús gobernará desde el cielo sobre una Tierra restaurada a una condición paradisíaca