El recogimiento de todas las naciones a un solo templo para adorar
1. ¿Cómo hizo Jehová a Jesús sacerdote espiritual, y qué santuario espiritual entonces adquirió forma?
Ahora adquirió una forma el gran santuario-tabernáculo espiritual de Jehová Dios. ¿Por qué? Porque ahora vino a la existencia el “Santo” antitípico del templo espiritual de Dios. Esto fue porque Dios derramó sobre Jesús su espíritu santo e hizo a Jesús sacerdote espiritual. Dios engendró a Jesús con su espíritu para hacerlo Hijo espiritual de Dios, investido de la honra de un sacerdocio más alto que el del sumo sacerdote judío terrestre de la familia de Aarón.
2. ¿En qué condición llegó a estar así Jesús, y en qué parte del templo espiritual de Dios podía entrar, para hacer qué allí?
2 Por eso Pablo escribe: “El hombre no toma esta honra de su propia cuenta, sino únicamente cuando es llamado por Dios, así como también lo fue Aarón. Del mismo modo también el Cristo no se glorificó a sí mismo llegando a ser sumo sacerdote, sino que fue glorificado por el que habló respecto de él: ‘Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre.’ Así como dice también en otro lugar: ‘Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.’” (Heb. 5:4-6) Jesús así llegó a estar en una condición de engendrado por espíritu, aunque todavía estaba en la carne. En esta condición podía entrar en el “Santo” antitípico del templo espiritual de Jehová. En ese “Santo” podía ofrecer incienso de oración, alabanza y servicio a Dios como incienso.
3. (a) ¿Qué otro compartimiento del templo espiritual de Jehová también tomó forma, y con qué rasgos dentro de él? (b) Así el templo espiritual de Jehová empezó a funcionar ¿desde cuándo en adelante?
3 Ahora, también, tomó forma el Santísimo del templo espiritual de Dios, es decir, aquella zona definitiva del cielo en la cual Jehová Dios está en su trono en persona sobre los querubines celestiales, como sobre un asiento de misericordia o “cubierta del propiciatorio.” (Sal. 80:1; Núm. 7:89; Heb. 9:4, 5) En esta zona celestial que ahora ha adquirido las características de un compartimiento Santísimo o cuarto más interior, Jehová está en su trono como sobre la cubierta del propiciatorio del arca del nuevo pacto, enteramente dispuesto a ser propiciado, apaciguado, ablandado, por una ofrenda satisfactoria por los pecados, el sacrificio humano perfecto de su Sumo Sacerdote Jesucristo al culminar el gran Día de Expiación antitípico. (Lev. 16:1-34) Así ahora el gran templo espiritual antitípico de Jehová Dios había venido a la existencia, con sus antitípicos Santísimo y Santo y patio con su altar de sacrificio. Desde el bautismo de Jesús en el río Jordán en 29 E.C. el templo verdadero de Jehová estaba funcionando, y a toda la humanidad le esperaban bendiciones.
4. (a) ¿Cuándo hizo Jehová que Jesucristo dejara tras de sí la “cortina” y entrara en el Santísimo verdadero, y cómo? (b) ¿Cuándo terminó el Día de Expiación antitípico, y cómo?
4 Ahora bien, lo único que separaba a Jesucristo como Sumo Sacerdote del Santísimo verdadero de Jehová era aquella “cortina” simbólica, aquella barrera del organismo carnal. “Carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios.” (1 Cor. 15:50) Por esta razón Jesucristo completó su sacrificio humano perfecto sobre el “altar” de Dios muriendo como víctima inocente el Día de la Pascua, el 14 de Nisán, del año 33 E.C. Pero al tercer día de la muerte de Jesús, a saber, el 16 de Nisán, el Dios Todopoderoso hizo que su Sumo Sacerdote Jesucristo dejara tras de sí aquella “cortina” interpuesta, levantándolo de entre los muertos, no como Sumo Sacerdote de carne y sangre, sino como Sumo Sacerdote en el espíritu, participante de la “naturaleza divina” y vestido de inmortalidad. (1 Ped. 3:18; 1 Cor. 15:42-54; 2 Ped. 1:4) La “cortina” del templo, que ilustraba la barrera carnal, estaba ahora ciertamente pasada para el resucitado Jesucristo, y por eso en el día cuadragésimo desde su resurrección pudo ascender al cielo mismo y comparecer ante la presencia de Dios con el precioso valor de su sangre que expía los pecados, para presentarlo en el trono de propiciación de Dios a favor de toda la humanidad. Con esa presentación terminó el gran Día de Expiación antitípico.
LA CONGREGACIÓN DE SUBSACERDOTES ESPIRITUALES
5, 6. (a) ¿Cuándo comenzó Jesucristo a edificar su congregación sobre sí mismo como la Roca? (b) ¿Cómo llegaron a ser subsacerdotes espirituales los miembros de la congregación, y cómo se refiere a esto 1 Pedro 2:5, 9?
5 A la luz de toda la información precedente, nada podría ser más claro que el hecho de que la tienda que construyó Moisés y los templos que edificaron Salomón, Zorobabel y Herodes en Jerusalén no representaron a la congregación de los discípulos de Cristo. Aquella congregación cristiana no vino a la existencia sino hasta el día quincuagésimo después de la resurrección de Jesús y por lo tanto después que él había ascendido al cielo y comparecido en “el cielo mismo” delante de la persona de Dios a favor de ellos. Refiriéndose a sí mismo como la Roca simbólica, Jesús dijo a sus doce apóstoles: “Sobre esta masa de roca edificaré mi congregación, y las puertas del Hades no la subyugarán.” (Mat. 16:18) Él comenzó a edificar esta congregación espiritual el día de fiesta del Pentecostés diez días después de su ascensión al cielo en 33 E.C. Él recibió espíritu santo de Dios y lo dirigió a sus discípulos que esperaban en la Tierra en Jerusalén. De esta manera ellos llegaron a ser engendrados por espíritu y esto resultó en que llegaran a ser hijos espirituales de Dios. Por ese mismo espíritu fueron ungidos para llegar a ser subsacerdotes espirituales bajo su Sumo Sacerdote Jesucristo. (Hech. 2:1-36) El apóstol Pedro habla de esto, diciendo:
6 “Ustedes mismos también como piedras vivas están siendo edificados en casa espiritual para el propósito de un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios por medio de Jesucristo. Pero ustedes son ‘una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias’ de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa.”—1 Ped. 2:5, 9.
7. Como subsacerdotes espirituales, ¿en qué zona antitípica son introducidos y también en qué compartimiento del templo espiritual, a fin de hacer qué en dichas ubicaciones?
7 Esta “casa espiritual” está compuesta de “piedras vivas” que son subsacerdotes de Jesucristo. A ellos se les dice: “Por consiguiente, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, consideren al apóstol y sumo sacerdote que nosotros confesamos: a Jesús.” (Heb. 3:1) Como casa de subsacerdotes de esa índole, han de “ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios por medio de Jesucristo.” (1 Ped. 2:5) Esto significa que han sido introducidos en el patio antitípico donde está ubicado el “altar” antitípico de Dios, para ofrecer allí sus “sacrificios espirituales,” teniendo como base la “voluntad” de Dios. Esto significa también que, en su condición de engendrados por espíritu como hijos espirituales de Dios, han sido introducidos en el antitípico primer compartimiento o “Santo” del templo espiritual de Dios. Allí disfrutan de iluminación espiritual como de un candelabro dorado de siete ramas, y comen alimento espiritual como de la mesa dorada de panes de proposición y ofrecen oración, alabanza y servicio a Jehová Dios como si estuvieran de pie ante el dorado altar estacionario de incienso que estaba delante de la cortina interior.
8. (a) Entonces, ¿qué representó el Santo de la tienda o del templo? (b) ¿Qué representó el patio de los sacerdotes?
8 Desde este punto de vista, el Santo del templo representó o fue tipo de la condición de engendrados por espíritu del sacerdocio espiritual de Dios aun durante el tiempo en que los miembros de éste todavía están en el cuerpo terrestre, en la carne. Es una relación espiritual especial con Dios que está ocultada como por una cortina de los que están fuera de ella de modo que éstos no pueden discernirla o apreciarla. El patio sacerdotal donde estaba ubicado el altar de cobre representa la posición especial que como humanos tienen con Dios. Él no los considera pecadores imperfectos y bajo condenación que no son aptos para servir a su “altar” espiritual, sino como discípulos arrepentidos, convertidos y bautizados de Jesucristo a quienes cuenta como justos, sin pecado, debido a su fe en Dios y por medio de la sangre expiatoria del Sumo Sacerdote Jesucristo. (Rom. 5:1, 9; 8:1; 3:24-26) Por lo tanto el patio del templo con su altar de cobre representó o fue tipo de la condición de justos de los subsacerdotes espirituales de Dios en cuanto a sus cuerpos carnales.
9. (a) ¿Cómo consiguen entrar en el Santísimo antitípico estos subsacerdotes espirituales, y es con un sacrificio que expíe pecados? (b) ¿Cómo servirán en ese Santísimo?
9 Ya que “carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción,” estos subsacerdotes engendrados por espíritu bajo Cristo también tienen que pasar la barrera carnal que fue representada por aquella “cortina” interior del templo. Hacen esto cumpliendo con su sacerdocio espiritual en la Tierra hasta la muerte humana, después de la cual, al debido tiempo de Dios, él los resucita de entre los muertos con la resurrección de Cristo, es decir, como criaturas espíritus de la naturaleza divina y enriquecidos con inmortalidad e incorrupción. Como está escrito: “Se siembra [en la muerte] cuerpo físico, se levanta cuerpo espiritual.” (1 Cor. 15:42-44; Rom. 6:4, 5) De esta manera serán puestos ante la presencia personal del Dios Altísimo, pero, por supuesto, no como ofreciéndole sacrificios algunos que expíen pecados. Todo eso ha sido logrado ya por el Sumo Sacerdote de Jehová, Jesucristo, en el Día de Expiación antitípico. (Heb. 10:19-22) Pero, al ser unidos entonces con su Sumo Sacerdote en el cielo, podrán servir de “sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.”—Rev. 20:4, 6.
10. En 1 Corintios 3:9, 16, 17, ¿con qué “edificio” compara Pablo a la congregación cristiana, pero qué no debe entenderse que esto significa, y por qué?
10 Entre tanto que están en la Tierra, se les compara a varias cosas. Por ejemplo, en 1 Corintios 3:9, el apóstol Pablo les dice: “Ustedes son campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios.” Preguntamos: ¿Qué “edificio”? La respuesta se da en los 1 Cor. 3 versículos dieciséis y diecisiete: “¿No saben que ustedes son el templo de Dios, y que el espíritu de Dios mora en ustedes? Si alguien destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo, el cual son ustedes.” Esto no dice o significa que son el templo representado o prefigurado por la tienda construida por Moisés y por los templos que hubo en Jerusalén. En aquel templo del cual habla Pablo en el libro de Hebreos Dios mora en persona, estando personalmente presente allí. Pero el templo como el que Pablo dice que la congregación es no tiene la presencia personal de Dios. Meramente el espíritu de Dios mora en este templo simbólico. Dios mora allí meramente por su espíritu, porque los miembros de éste están en la carne en la Tierra.
11. ¿Cómo muestra el asunto de un fundamento que hay una diferencia entre la congregación como templo y el templo de Jehová que está en los cielos?
11 El templo de Dios en los cielos no está edificado sobre el fundamento de los apóstoles y profetas cristianos. Pero la congregación cristiana como templo está edificada sobre los apóstoles y profetas cristianos. En Efesios 2:20-22 el apóstol Pablo escribe: “Han sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular de fundamento. En unión con él el edificio entero, unido armoniosamente, va creciendo para ser templo santo para Jehová. En unión con él ustedes, también, están siendo edificados juntamente para ser lugar donde habite Dios por espíritu.”
12. (a) Debido a que mora ¿qué? en ella se compara la congregación en la Tierra a un templo, y sin embargo, ¿dónde está ella en el gran templo espiritual de Dios? (b) Como “templo” del Dios verdadero en la Tierra, ¿qué no debe admitir dentro de ella la congregación?
12 Es debido a que el espíritu de Dios mora dentro de este cuerpo armoniosamente organizado de subsacerdotes espirituales de Cristo que a esta congregación se le llama “templo” de Jehová Dios. Su presencia personal está arriba en el Santísimo celestial de su gran templo espiritual. En el compartimiento “Santo” del gran templo espiritual se encuentra esta clase del templo que todavía está en la Tierra. Porque se les compara a un templo en la Tierra en el cual mora Jehová por su espíritu, esta congregación engendrada por espíritu no debe admitir ninguna clase de idolatría o adoración de dioses falsos dentro de ella. “¿Qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos?” pregunta el apóstol Pablo, y entonces añade esta explicación: “Porque nosotros somos templo de un Dios vivo; así como dijo Dios: ‘Yo residiré entre ellos y andaré entre ellos, y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.’”—2 Cor. 6:16.
PATIOS DEL TEMPLO ATESTADOS DE ADORADORES
13. Al pasar de la escena terrestre la congregación engendrada por espíritu, ¿qué condición, según representada por un compartimiento del templo, pasará de la existencia?
13 A esta congregación engendrada por espíritu que es comparada a un templo hay que tratarla como santa. Al debido tiempo esta congregación pasará de la escena terrestre. Con el pasar de ellos, la condición de engendrados por espíritu de los subsacerdotes espirituales (según representada por el compartimiento del Santo del templo de Jerusalén) pasará de la existencia. Estos subsacerdotes espirituales habrán pasado a más allá de la barrera carnal (representada por la cortina interior del templo) y habrán entrado en el Santísimo celestial por su muerte en la carne y su resurrección en el espíritu.
14. ¿Cómo representa Revelación 21:1, 2 a la congregación de 144.000 subsacerdotes en el Santísimo celestial?
14 ¡Qué santo privilegio será para los 144.000 subsacerdotes del templo espiritual de Jehová hallarse en su Santísimo, delante de la persona misma de Jehová Dios! Este rasgo no fue representado en el caso de los subsacerdotes que servían en el templo de Jerusalén, pero se representa hermosamente en el último libro de la Santa Biblia. Allí a la congregación de 144.000 subsacerdotes que sirven bajo el Sumo Sacerdote de Jehová, Jesucristo, se le asemeja a su novia en el día de sus bodas. Con bella fraseología el apóstol cristiano Juan describe a esta novia compuesta, diciendo: “Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe. Vi también la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y preparada como novia adornada para su esposo.”—Rev. 21:1, 2.
15. ¿Qué comparación hay entre la antigua Jerusalén terrestre y la Nueva Jerusalén celestial en cuanto a tener un edificio como templo?
15 Recordamos que la antigua Jerusalén terrestre, hasta el año de su destrucción por los ejércitos romanos en el año 70 E.C., tuvo un suntuoso templo en ella. Pero, ¿qué se dice de la celestial Nueva Jerusalén, vista por el apóstol Juan unos veintiséis años después de la destrucción del templo de la Jerusalén vieja en 70 E.C.? Juan nos informa, mientras continúa su deleitable descripción de la Nueva Jerusalén celestial, diciendo: “Y no vi en ella templo, porque Jehová Dios el Todopoderoso es su templo, también lo es el Cordero. Y la ciudad no tiene necesidad de que el sol ni la luna resplandezcan sobre ella, porque la gloria de Dios la alumbró, y su lámpara era el Cordero. Y las naciones andarán por medio de su luz.”—Rev. 21:22-24.
16. ¿Qué acerca de la ubicación de los 144.000 subsacerdotes hace innecesario un edificio como templo en la Nueva Jerusalén, y cómo es Jehová mismo su templo?
16 ¿Por qué debería la Nueva Jerusalén celestial tener en ella un templo, un edificio separado para que los 144.000 subsacerdotes sirvieran en él y así rindieran servicio sagrado a Dios indirectamente mediante un edificio intermedio? ¿Por qué, cuando están delante de la persona misma de Dios y ‘ven su rostro’? (Rev. 22:4) Jehová Dios mismo es el templo de la Nueva Jerusalén. La Nueva Jerusalén celestial no es el templo. No, Jehová Dios el Todopoderoso es el templo. Él llena el lugar, toma el lugar, de un templo para la ciudad celestial. Puesto que él no está allí por espíritu, sino en persona misma, elimina la necesidad de un edificio separado por medio del cual los habitantes de la Nueva Jerusalén, los 144.000 subsacerdotes, estarían adorándolo y sirviéndole indirectamente. Por eso ellos le rinden servicio sagrado directamente bajo el sumo sacerdocio del Cordero, Jesucristo.
17. ¿Cómo es el Cordero también, con Jehová Dios, el templo de la Nueva Jerusalén?
17 Es por eso que el Cordero comparte con Jehová en ser el templo de la Nueva Jerusalén. Tal como dice Revelación 21:22: “También lo es el Cordero.” Está allí en persona en el Santísimo del templo espiritual de Jehová. Ya ha ofrecido a Dios directamente el sacrificio de expiación de pecados del antitípico Día de Expiación. Como Sumo Sacerdote de Jehová a la manera de Melquisedec, está sentado a la diestra de Dios.
18. ¿En qué zona del templo espiritual de Jehová se beneficiará del Día de Expiación la gente, y por quiénes se ofrecían los sacrificios del Día de Expiación a fin de indicar esto?
18 A pesar de no haber más una condición de engendrados por espíritu de los 144.000 subsacerdotes según lo representado típicamente por el compartimiento del Santo del templo, los patios terrestres del gran templo espiritual de Jehová continuarán. La gente en la Tierra que se beneficiará del Día de Expiación de Jehová lo hará en esos patios. Eso encaja felizmente con el hecho de que la ofrenda por el pecado del Día de Expiación no se ofrecía simplemente por la familia sacerdotal, sino también por todo el resto del pueblo que adoraba a Jehová en su templo.
19. (a) ¿Quiénes dijo el profeta Zacarías que se unirían a Jehová “en aquel día” e implorarían su favor? (b) Como si fuera una provisión para esto mismo, ¿qué patio adicional contenía el templo de Herodes en Jerusalén, y por cuáles no israelitas oró Salomón al inaugurar el templo?
19 Cuando Zacarías el profeta de Dios estuvo profetizando respecto a la reedificación del templo en Jerusalén en el sexto siglo antes de nuestra era común, fue inspirado a decir: “Y muchas naciones se unirán a Jehová en aquel día, y serán mi pueblo; y yo habitaré en medio de ti.” “Además, muchos pueblos y poderosas naciones vendrán a buscar a Jehová de los Ejércitos en Jerusalem, y a implorar el favor de Jehová.” (Zac. 2:11; 8:22, Moderna) En armonía con esa profecía de la venida de personas que no eran israelitas a adorar a Jehová en su templo, el templo que fue construido por el rey Herodes, que reemplazó al templo que fue construido en el día del profeta Zacarías, no solo contenía un patio de sacerdotes con su altar, y también el patio de Israel y el patio de las mujeres, sino además el patio o atrio de los gentiles o no israelitas. Aun siglos antes de esto, el rey Salomón, al inaugurar el primer templo en Jerusalén, oró por los extranjeros que vendrían de países lejanos a adorar en el templo de Jehová.—1 Rey. 8:41-43; 2 Cró. 6:32, 33.
20. ¿Desde cuándo, en particular, ha estado cumpliéndose esa profecía de Zacarías, y por qué lo vemos desde entonces en adelante?
20 La profecía pronunciada desde mucho tiempo atrás por Zacarías está cumpliéndose ya en nuestro día, particularmente desde el año 1935 E.C. Eso significa un cumplimiento mientras todavía hay un resto de los subsacerdotes espirituales en la Tierra, que sirven en el compartimiento del Santo del templo espiritual de Jehová. Por esa razón la “grande muchedumbre” de extranjeros que van entrando como ríos de todas partes de la Tierra en los patios del único templo espiritual de Jehová están poniéndose en contacto y asociación con estos subsacerdotes espirituales que todavía están en la Tierra. La fecha de 1935 E.C. marca el año en que esta “grande muchedumbre” de adoradores no sacerdotales de Jehová comenzó a ser notada a su venida al templo, porque en aquel año memorable se explicó según los hechos del día la profecía de Revelación 7:9-17 acerca de la “gran compañía” o “grande muchedumbre.” (Vea The Watchtower del 1 y 15 de agosto de 1935.) Al mirar a la visión de Revelación vista por el apóstol Juan, es como si estuviéramos viendo la “grande muchedumbre” internacional de adoradores celebrando la antitípica Fiesta de las Cabañas en el templo de Jehová.
21. ¿Cómo describe Juan a esta “grande muchedumbre” en Revelación 7:9-15?
21 Contándonos lo que ve, Juan dice: “¡Miren! una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había palmas en sus manos. Y siguen clamando con voz fuerte, diciendo: ‘La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.’ . . . ‘Estos son los que salen de la grande tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por eso es que están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y el que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos.’”—Rev. 7:9-15.
22. (a) En relación con el templo espiritual de Dios, ¿dónde le sirve día y noche la “grande muchedumbre”? (b) ¿Cómo muestra la visión de Juan que el templo espiritual ha sobrevivido la “grande tribulación,” y qué beneficios aceptan allí los de la “grande muchedumbre”?
22 Esta hermosa visión presenta a la “grande muchedumbre” internacional sirviendo a Jehová en su templo, es decir, en los patios terrestres reservados para los que no son israelitas espirituales, como si fuera en el “atrio de los gentiles.” Ah, sí, en la visión del apóstol Juan, el gran templo espiritual de Jehová Dios ha sobrevivido la “grande tribulación” de estos últimos días, porque esta “grande muchedumbre” ha sobrevivido la “grande tribulación” y se encuentra en el templo de Jehová, ondeando palmas como la palma festiva tradicional (la lulaba) que ondeaba la gente durante la Fiesta de las Cabañas. A Jehová Dios y a su Cordero de sacrificio, Jesucristo, atribuyen su salvación, y ahora están en camino a una vida sin fin de felicidad y servicio divino en el nuevo orden de cosas de Dios en una Tierra paradisíaca. (Rev. 7:16, 17) Agradecidamente aceptan los beneficios de la ofrenda por el pecado que fue suministrada en el gran Día de Expiación de Jehová.—Lev. 16:1-34.
23. (a) ¿Por qué no serán los de la “grande muchedumbre” los únicos que estarán en multitudes en los patios terrestres del templo espiritual durante el Sumo Sacerdocio de mil años de Cristo? (b) ¿En qué celebración tendrán que participar éstos a fin de adquirir vida eterna en la Tierra?
23 Sin embargo, estos sobrevivientes de la “grande tribulación” con la cual terminará este sistema de cosas actual no son los únicos que estarán en multitudes en estos patios de salvación. Durante el Sumo Sacerdocio de mil años del Cordero Jesucristo junto con sus 144.000 subsacerdotes espirituales en la región celestial del templo espiritual de Jehová, habrá una “resurrección así de justos como de injustos.” (Hech. 24:15; Rev. 20:4, 6, 11-14) Todos éstos tienen que venir a los patios del templo espiritual de Jehová y participar también en servirle y además gozosamente celebrar la gran antitípica Fiesta de las Cabañas. No hay salvación para vida eterna en el paraíso terrestre de ninguna otra manera. Los últimos seis versículos de la profecía de Zacarías 14:16-21 parecen indicar eso. Todos los resucitados que deseen vida eterna en la Tierra tienen que venir al templo espiritual “a inclinarse ante el Rey, Jehová de los ejércitos,” y a “celebrar la fiesta de las cabañas.” ¡Qué tiempo inefablemente gozoso será para los que hagan eso!—Zac. 14:17, 18.
24. (a) ¿Qué templo es el que Jehová Dios reconoce, y a qué templo tienen que venir todos para adquirir vida en el nuevo orden de Dios? (b) ¿Qué noticias actualmente tienen el privilegio de comunicar a otros los que ya están en los patios?
24 Benditas, también, son las perspectivas de todos nosotros los de hoy que estamos en los patios del templo espiritual de Jehová ahora, sea que algunos de nosotros estemos en el patio interior de los sacerdotes o el número mayor de nosotros estemos en los patios de los adoradores no sacerdotales del Dios Altísimo, Jehová de los ejércitos. Este es el único templo que es reconocido por el Dios de la salvación. Es el un solo y único templo al cual gente de todas las naciones tiene que venir para participar en adoración pura y de ese modo adquirir salvación eterna en el nuevo orden justo de Dios. Ese templo está abierto ahora para el recogimiento a él de todos los que buscan al único Dios vivo y verdadero. Éstas son verdaderamente grandes noticias que están asociadas con los acontecimientos de nuestros maravillosos tiempos. Es el magnífico privilegio de todos nosotros los que estamos sirviendo en los patios del templo espiritual de Jehová comunicar esas buenas nuevas salvadoras de vida a todos los demás, antes de la “grande tribulación” que viene.
[Nota]
a Vea The Mishnah, por Herbert Danby (de 1933), página 178, párrafos 5, 6 y 7.
Vea The Temple, por Dr. A. Edersheim (de 1874), páginas 238, 242.
Vea el tomo 10 de Cyclopædia por M’Clintock y Strong, página 148, el último párrafo bajo “El 21 de Tisri.”
[Ilustración de la página 332]
Cuando Jesús fue ungido con espíritu santo en 29 E.C., el gran templo espiritual de Dios vino a la existencia
[Ilustración y recuadro de la página 337]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
TEMPLO REEDIFICADO POR HERODES
(Delineación del terreno)
Valle Tiropeón
Puerta
Muro de la ciudad
Puerta
Puerta
Columnatas
Atrio de los Gentiles
Columnata Real
Puerta
Puerta
Muro de la ciudad
Valle del Cedrón
Mte. de los Olivos al este
Puerta Hermosa
Columnata de Salomón
Atrio Exterior
Valla de piedra
Atrio de las Mujeres 5
Atrio de Israel
Atrio de los Sacerdotes 3, 4
Templo 1, 2
Columnata del Norte
Puerta
1. Santísimo
2. Santo
3. Altar de Ofrendas Quemadas
4. Mar Fundido
5. Puerta interior del templo
[Recuadro]
SIGNIFICADO PROFÉTICO
SANTÍSIMO: Zona definida del cielo donde Jehová ocupa su trono en persona
SANTO: La condición de engendrados por espíritu de Jesucristo y los 144.000 cristianos ungidos mientras todavía están en la carne
CORTINA: La cortina como divisoria entre el Santo y el Santísimo representaba la barrera carnal que separa al sacerdocio en la Tierra de tener acceso a la presencia de Dios en el cielo
ALTAR: La voluntad de Dios manifestada al estar él anuente a aceptar el sacrificio humano perfecto de Jesús
PATIO DE LOS SACERDOTES: La condición de justos de Jesucristo y los subsacerdotes espirituales de Dios en cuanto a sus cuerpos carnales
PATIO DE LOS GENTILES: La condición de justos a la cual toda la humanidad tiene que llegar a fin de adorar a Dios aceptablemente