Libro bíblico número 4: Números
Escritor: Moisés
Dónde se escribió: Desierto, y llanuras de Moab
Cuándo se completó: 1473 a.E.C.
Tiempo que abarca: 1512–1473 a.E.C.
1. ¿Por qué se escribieron los sucesos de Números, y qué graban en nosotros?
LOS sucesos del viaje de los israelitas por el desierto se escribieron en la Biblia para provecho nuestro hoy díaa. Como dijo el apóstol Pablo: “Ahora bien, estas cosas llegaron a ser nuestros ejemplos, para que nosotros no seamos personas que deseen cosas perjudiciales”. (1 Cor. 10:6.) El registro vívido de Números graba en nosotros el hecho de que la supervivencia depende de santificar el nombre de Jehová, obedecerle en medio de toda circunstancia, y respetar a sus representantes. Su favor no viene debido a bondad o mérito que tenga su pueblo, sino por la gran misericordia y bondad inmerecida de Él.
2. ¿A qué se refiere el nombre Números, pero qué título más apropiado dieron al libro los judíos?
2 El nombre Números se refiere a la numeración del pueblo que tuvo lugar primero en el monte Sinaí y más tarde en las llanuras de Moab, como se registra en los capítulos 1-4 y 26. Este nombre se ha tomado del título Númeri en la Vulgata latina, y viene de A·rith·mói en la Septuaginta griega. Sin embargo, los judíos llaman al libro de modo más apropiado Bemidh·bár, que significa: “En el desierto”. La palabra hebrea midh·bár indica un lugar abierto, sin ciudades ni pueblos. Fue en el desierto al sur y al este de Canaán donde tuvieron lugar los sucesos de Números.
3. ¿Qué prueba que Moisés escribió Números?
3 Números era evidentemente parte del volumen original en cinco partes que constaba de los libros de Génesis a Deuteronomio. Su primer versículo empieza con la conjunción “y”, que lo une a lo precedente. Por lo tanto, tiene que haberlo escrito Moisés, el escritor de los registros anteriores. Esto también se desprende de esta declaración que aparece en el libro: “Moisés siguió apuntando”, y del colofón: “Estos son los mandamientos y las decisiones judiciales que Jehová mandó por medio de Moisés”. (Núm. 33:2; 36:13.)
4. ¿Qué período abarca Números, y cuándo se completó ese libro?
4 Los israelitas habían partido de Egipto poco más de un año antes. Al seguir con el relato en el segundo mes del segundo año después del éxodo, Números abarca los siguientes 38 años y nueve meses, desde 1512 hasta 1473 a.E.C. (Núm. 1:1; Deu. 1:3.) Aunque los sucesos que se relatan en Números 7:1-88 y 9:1-15 no encuadran en este período, se incluyen como información básica o fundamento. Parece que las primeras porciones de este libro se escribieron mientras los sucesos tenían lugar, pero es evidente que Moisés no pudo haber completado Números sino hacia fines del cuadragésimo año en el desierto, a principios del año civil de 1473 a.E.C.
5. ¿Qué detalles dan testimonio de la autenticidad de Números?
5 No puede dudarse de la autenticidad del relato. Respecto a la tierra generalmente árida por la cual viajaron los israelitas, Moisés dijo que era un “desierto grande e inspirador de temor”, y aun hoy es cierto que los habitantes esparcidos por ese lugar están constantemente en movimiento en busca de pastos y agua. (Deu. 1:19.) Además, las instrucciones detalladas sobre el acampar de la nación, el orden de la marcha y las señales de trompeta para gobernar los asuntos del campamento dan testimonio de que el relato ciertamente se escribió “en el desierto”. (Núm. 1:1.)
6. ¿Cómo apoyan el relato de Números ciertos hallazgos arqueológicos?
6 Hasta el temeroso informe de los espías cuando regresaron de su expedición en Canaán, en el sentido de que “las ciudades fortificadas son muy grandes”, está corroborado por la arqueología (13:28). Los descubrimientos de tiempos modernos han mostrado que en aquel tiempo los habitantes de Canaán habían consolidado su dominio mediante una serie de fortalezas a través de todo el país, desde la llanura baja de Jezreel en el norte hasta Guerar en el sur. Las ciudades no solo estaban fortificadas; generalmente se habían construido en lo alto de cerros, con torres que se elevaban sobre sus murallas y las hacían muy impresionantes para gente como los israelitas, que habían vivido por generaciones en la tierra plana de Egipto.
7. ¿Qué sello de honradez lleva Números?
7 Las naciones del mundo tienden a encubrir sus fracasos y exagerar sus conquistas, pero el relato de Números, con una honradez que indica veracidad histórica, nos dice que Israel fue completamente derrotado por los amalequitas y los cananeos (14:45). El relato confiesa francamente que el pueblo demostró falta de fe y trató sin respeto a Dios (14:11). Con sobresaliente candor, el profeta de Dios llamado Moisés expone los pecados de la nación, de sus sobrinos, y de su propio hermano y su hermana. Tampoco se perdona a sí mismo, pues cuenta sobre la ocasión en que no santificó a Jehová cuando Dios proveyó agua en Meribá, de modo que perdió el privilegio de entrar en la Tierra Prometida (3:4; 12:1-15; 20:7-13).
8. ¿Cómo testifican de la inspiración de Números otros escritores de la Biblia?
8 Que el relato es parte genuina de las Escrituras inspiradas por Dios y provechosas lo corrobora el hecho de que otros escritores de la Biblia se refieren directamente a casi todos sus sucesos principales, así como a muchos otros detalles, y muchos de esos escritores destacan la importancia de aquellos sucesos y detalles. Por ejemplo, Josué (Jos. 4:12; 14:2), Jeremías ;(2 Rey. 18:4), Nehemías (Neh. 9:19-22), Asaf (Sal. 78:14-41), David (Sal. 95:7-11), Isaías (Isa. 48:21), Ezequiel (Eze. 20:13-24), Oseas (Ose. 9:10), Amós (Amós 5:25), Miqueas (Miq. 6:5), Lucas en su registro del discurso de Esteban (Hech. 7:36), Pablo (1 Cor. 10:1-11), Pedro (2 Ped. 2:15, 16), Judas (Jud. 11) y Juan, al registrar las palabras de Jesús a la congregación de Pérgamo (Rev. 2:14), hacen uso del registro de Números, como lo hizo Jesucristo mismo. (Juan 3:14.)
9. ¿Qué destaca respecto a Jehová Números?
9 Entonces, ¿qué propósito tiene Números? En realidad su relato tiene más que valor histórico. Números destaca el hecho de que Jehová es el Dios del orden, que exige devoción exclusiva de sus criaturas. Esto queda grabado vívidamente en la mente del lector a medida que observa la numeración, el sometimiento a prueba y el cernido de Israel, y ve cómo se usa el derrotero desobediente y rebelde de la nación para recalcar la necesidad vital de obedecer a Jehová.
10. ¿Para provecho de quiénes se conservó Números, y por qué?
10 El registro se conservó para el provecho de las generaciones venideras, como explicó Asaf, “para que cifraran su confianza en Dios mismo y no olvidaran las prácticas de Dios, sino observaran sus propios mandamientos” y para que “no llegaran a ser como sus antepasados, una generación terca y rebelde, una generación que no había preparado su corazón y cuyo espíritu no fue fidedigno para con Dios”. (Sal. 78:7, 8.) Vez tras vez los sucesos de Números se narraron también en los salmos, que eran canciones sagradas entre los judíos, y así se oía de ellos a menudo, como sucesos provechosos para la nación. (Salmos 78, 95, 105, 106, 135, 136.)
CONTENIDO DE NÚMEROS
11. ¿En qué tres partes se puede dividir el contenido de Números?
11 Números se divide lógicamente en tres partes. La primera, que concluye en el capítulo 10, versículo 10, abarca sucesos que tuvieron lugar mientras los israelitas todavía estaban acampados en el monte Sinaí. La parte siguiente, que concluye en el capítulo 21, cuenta lo que sucedió durante los siguientes 38 años y uno o dos meses más, mientras se hallaban en el desierto y hasta que llegaron a las llanuras de Moab. La parte final, hasta el capítulo 36 inclusive, tiene que ver con sucesos que ocurrieron en las llanuras de Moab, mientras los israelitas se preparaban para entrar en la Tierra Prometida.
12. ¿Cuántos componen el campamento israelita en Sinaí, y cómo se organiza el campamento?
12 Sucesos en el monte Sinaí (1:1–10:10). Los israelitas han estado en la región montañosa de Sinaí alrededor de un año. Allí se les ha formado en una organización estrechamente unida. Bajo el mandato de Jehová se realiza ahora un censo de todos los hombres de 20 años de edad y más. Se halla que las tribus varían en número de miembros desde 32.200 hombres físicamente capacitados en Manasés hasta 74.600 en Judá, que constituyen un total de 603.550 hombres capacitados para servir en el ejército de Israel, aparte de los levitas, las mujeres y los niños... un campamento que tal vez ascendía a 3.000.000 de personas o más. Se sitúa la tienda de reunión, junto con los levitas, en el centro del campamento. En lugares asignados a cada lado están acampados los demás israelitas, en divisiones de tres tribus, y cada tribu ha recibido instrucciones en cuanto al orden en que ha de marchar cuando el campamento haya de mudarse de lugar. Jehová da las instrucciones, y el registro dice: “Los hijos de Israel procedieron a hacer conforme a todo lo que Jehová había mandado a Moisés” (2:34). Ellos obedecen a Jehová y muestran respeto a Moisés, el representante visible de Dios.
13. ¿Qué arreglo se sigue al asignar los levitas a servir?
13 Entonces se aparta a los levitas para el servicio de Jehová, como rescate por los primogénitos de Israel. Se les divide en tres grupos, según descienden de los tres hijos de Leví: Guersón, Qohat y Merarí. Las ubicaciones en el campamento y las responsabilidades de servicio se determinan sobre la base de esa división. De los 30 años de edad en adelante ellos han de hacer el trabajo pesado de transportar el tabernáculo. Para realizar el trabajo más liviano, se arregla que otros sirvan a partir de los 25 años de edad. (Esto se redujo a 20 años de edad en los días de David.) (1 Cró. 23:24-32; Esd. 3:8.)
14. ¿Qué instrucciones se dan para asegurar la pureza del campamento?
14 Para que el campamento se pueda mantener puro, se dan instrucciones de poner en cuarentena a los que enferman, de hacer expiación por actos de infidelidad, de resolver casos en los cuales un hombre llegara a sospechar de la conducta de su esposa, y de asegurar la conducta correcta de los que se apartan por voto para vivir como nazareos para Jehová. Puesto que el pueblo ha de tener sobre sí el nombre de su Dios, debe comportarse con arreglo a Sus mandamientos.
15. a) Respecto a la inauguración del altar, ¿qué contribuciones se hicieron? b) ¿Qué relación debe recordar Israel, y qué les debe recordar la Pascua?
15 Tras completar algunos detalles del mes anterior (Núm. 7:1, 10; Éxo. 40:17), Moisés pasa a contar acerca de las contribuciones de materiales que hacen los 12 principales del pueblo durante un período de 12 días desde el tiempo de la inauguración del altar. No hubo rivalidad ni búsqueda de gloria personal en ello; cada uno contribuyó exactamente lo que los demás habían contribuido. Ahora todos deben tener presente que sobre estos principales, y sobre Moisés mismo, está Jehová Dios, quien da instrucciones a Moisés. Nunca deben olvidar su relación con Jehová. La Pascua ha de recordarles que Jehová los libró maravillosamente de Egipto, y ellos la celebran allí en el desierto al tiempo señalado, un año después de salir de Egipto.
16. ¿Cómo conduce Jehová a la nación, y qué arreglos de señales con trompetas se hacen?
16 Tal como había dirigido el movimiento de Israel al salir de Egipto, Jehová sigue guiando a la nación en sus viajes por una nube que cubre el tabernáculo de la tienda del Testimonio de día y por lo que parece un fuego de noche. Cuando la nube se mueve, la nación se mueve. Cuando la nube permanece sobre el tabernáculo, la nación permanece acampada, sea por unos días o un mes o más, pues nos dice el relato: “Por orden de Jehová acampaban, y por orden de Jehová partían. Guardaban su obligación para con Jehová por orden de Jehová, mediante Moisés”. (Núm. 9:23.) Cuando se acerca el tiempo de partir de Sinaí, se hacen arreglos para dar señales de trompeta tanto para convocar al pueblo como para dirigir las diversas divisiones del campamento en su marcha por el desierto.
17. Describa el procedimiento de la marcha.
17 Sucesos en el desierto (10:11–21:35). Por fin, el día 20 del segundo mes Jehová levanta la nube de encima del tabernáculo, y así señala la partida de Israel de la región de Sinaí. Con el arca del pacto de Jehová en medio, la nación sale hacia Qadés-barnea, a unos 241 kilómetros (150 millas) hacia el norte. Mientras marchan de día, la nube de Jehová está sobre ellos. Cada vez que el Arca sale, Moisés ora a Jehová que se levante y esparza a sus enemigos, y cada vez que se detiene, él ora a Jehová que regrese “a las miríadas de millares de Israel” (10:36).
18. ¿Qué quejas estallan en camino a Qadés-barnea, y cómo ajusta Jehová el procedimiento teocrático en el campamento?
18 No obstante, surgen dificultades en el campamento. En su viaje hacia el norte a Qadés-barnea hay por lo menos tres ocasiones de quejas. Para sofocar el primer estallido Jehová envía un fuego que consume a algunos del pueblo. Luego “la muchedumbre mixta” hace que Israel comience a lamentar que ya no tiene como alimento el pescado, los pepinos, las sandías, los puerros, las cebollas y los ajos de Egipto, sino solo el maná (11:4). Moisés se angustia tanto que pide a Jehová que le dé muerte más bien que dejarle seguir haciendo de nodriza para todo este pueblo. Por consideración Jehová quita de Moisés parte del espíritu y lo coloca sobre 70 de los ancianos, quienes proceden a ayudar a Moisés como profetas en el campamento. Entonces llega carne en abundancia. Tal como había sucedido una vez antes, un viento procedente de Jehová arrastra hacia ellos codornices desde el mar, y el pueblo apresa con avaricia grandes suministros y los acumula egoístamente. La ira de Jehová se enciende contra el pueblo y él derriba a muchos por su vehemente deseo egoísta. (Éxo. 16:2, 3, 13.)
19. ¿Cómo trata Jehová con la crítica de Míriam y Aarón?
19 Continúan las dificultades. Por no ver apropiadamente a su hermano menor, Moisés, como el representante de Jehová, Míriam y Aarón lo critican debido a su esposa, quien recientemente ha llegado al campamento. Exigen más autoridad, comparable a la de Moisés, aunque “el hombre Moisés era con mucho el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo”. (Núm. 12:3.) Jehová mismo corrige el asunto y da a conocer que Moisés ocupa una posición especial, mientras hiere de lepra a Míriam, quien probablemente había sido la instigadora de la queja. Solo por la intercesión de Moisés se sana ella más tarde.
20, 21. ¿Qué sucesos provocan el decreto de Jehová de que Israel tiene que vagar 40 años por el desierto?
20 Al llegar a Qadés, Israel acampa a los umbrales de la Tierra Prometida. Jehová ahora da a Moisés la instrucción de enviar espías a explorar la tierra. Ellos entran por el sur y viajan hacia el norte hasta “el punto de entrada de Hamat”, tras caminar centenares de kilómetros en 40 días (13:21). Cuando regresan con algunos de los abundantes frutos de Canaán, diez de los espías sostienen, por falta de fe, que sería insensato marchar contra gente tan fuerte y ciudades fortificadas tan grandes. Caleb trata de calmar a la asamblea con un informe favorable, pero no tiene éxito. Los espías rebeldes infunden temor en el corazón de los israelitas al afirmar que aquella tierra “se come a sus habitantes” y al decir: “Toda la gente que vimos en medio de ella son hombres de tamaño extraordinario”. Mientras se extienden por el campamento los murmullos de rebelión, Josué y Caleb afirman: “Jehová está con nosotros. No los teman” (13:32; 14:9). Sin embargo, la asamblea empieza a hablar de apedrearlos.
21 Entonces Jehová interviene directamente y dice a Moisés: “¿Hasta cuándo me tratará sin respeto este pueblo, y hasta cuándo no pondrán fe en mí por todas las señales que he ejecutado en medio de ellos?” (14:11). Moisés le implora que no destruya a la nación, ya que están implicados el nombre y la fama de Jehová. Por consiguiente, Jehová decreta que Israel tiene que seguir vagando por el desierto hasta que hayan muerto todos los que están inscritos entre el pueblo, de 20 años de edad para arriba. De los varones inscritos, solo a Caleb y Josué se les permitirá entrar en la Tierra de Promisión. En vano trata el pueblo de subir por su propia iniciativa, pues sufre una derrota terrible a manos de los amalequitas y los cananeos. ¡Qué alto precio paga el pueblo por su falta de respeto a Jehová y a sus representantes leales!
22. ¿De qué maneras se recalca la importancia de obedecer?
22 En realidad, tienen mucho que aprender en lo que toca a obediencia. Por eso es apropiado que Jehová les dé leyes adicionales que recalcan esta necesidad. Les deja saber que, cuando entren en la Tierra Prometida, tienen que hacer expiación por los errores, pero al que sea deliberadamente desobediente se le debe cortar de la existencia sin falta. Así, cuando se halla a un hombre que recoge madera en violación de la ley sabática, Jehová manda: “Sin falta el hombre debe ser muerto” (15:35). Como recordatorio de los mandamientos de Jehová y de la importancia de obedecerlos, Jehová da la instrucción de que el pueblo lleve flecos en las faldas de sus prendas de vestir.
23. ¿Qué resultado tiene la rebelión de Coré, Datán y Abiram?
23 No obstante, de nuevo asoma la rebelión. Coré, Datán, Abiram y 250 hombres prominentes de la asamblea se reúnen en oposición a la autoridad de Moisés y Aarón. Moisés presenta la cuestión ante Jehová y dice a los rebeldes: ‘Tomen braserillos e incienso y preséntenlos delante de Jehová, y que él escoja’ (16:6, 7). La gloria de Jehová aparece ahora ante toda la asamblea. Él ejecuta juicio rápidamente al hacer que la tierra se abra y se trague a las casas familiares de Coré, Datán y Abiram, y al enviar un fuego que consume a los 250 hombres, incluso a Coré, que ofrecían el incienso. El mismísimo día siguiente el pueblo empieza a condenar a Moisés y Aarón por lo que Jehová ha hecho, y de nuevo Él los plaga, dando muerte a 14.700 quejumbrosos.
24. ¿Qué señal realiza Jehová para poner fin a la rebeldía?
24 En vista de estos sucesos, Jehová manda que cada tribu presente una vara delante de él, incluso una vara con el nombre de Aarón por la tribu de Leví. Al día siguiente se muestra que Aarón es la elección de Jehová para el sacerdocio, pues solo su vara se encuentra en plena floración y con almendras maduras. Esta ha de conservarse en el arca del pacto “como señal para los hijos de la rebeldía”. (Núm. 17:10; Heb. 9:4.) Después de instrucciones adicionales en cuanto a sostener al sacerdocio mediante diezmos y respecto al uso del agua de limpieza junto con las cenizas de una vaca roja, el relato nos lleva de vuelta a Qadés. Allí muere Míriam, y es sepultada.
25. ¿De qué manera no santifican Moisés y Aarón a Jehová, y con qué consecuencias?
25 De nuevo a los umbrales de la Tierra de Promisión, la asamblea empieza a disputar con Moisés por la falta de agua. Jehová considera eso una disputa con Él, y aparece en Su gloria, a la vez que manda a Moisés que tome la vara y saque agua del peñasco. ¿Santifican ahora Moisés y Aarón a Jehová? En vez de eso, Moisés golpea con cólera dos veces el peñasco. El pueblo y su ganado reciben agua para beber, pero Moisés y Aarón no honran por ello a Jehová. Aunque el viaje angustioso por el desierto casi ha terminado, ambos incurren en el desagrado de Jehová y se les dice que no entrarán en la Tierra de Promisión. Aarón muere más tarde en el monte Hor, y su hijo Eleazar asume los deberes de sumo sacerdote.
26. ¿Qué sucesos distinguen el desvío alrededor de Edom?
26 Israel se vuelve hacia el este y trata de atravesar la tierra de Edom, pero es rechazado. Mientras toma un largo desvío alrededor de Edom, el pueblo se mete en dificultades nuevamente al quejarse de Dios y Moisés. Están cansados del maná, y tienen sed. Por su rebeldía, Jehová envía serpientes venenosas entre ellos, y muchos mueren. Por fin, cuando intercede Moisés, Jehová le da instrucciones de hacer una serpiente abrasadora de cobre y colocarla en un poste-señal. A los que reciben mordeduras pero miran fijamente a la serpiente de cobre se les perdona la vida. En dirección al norte, los israelitas se encuentran vez tras vez con obstáculos que les ponen los agresivos reyes Sehón, de los amorreos, y Og, de Basán. Israel los derrota a ambos en batalla, y ocupa sus territorios al este del valle de la Grieta.
27. ¿Cómo anula Jehová los planes de Balac respecto a Balaam?
27 Sucesos en las llanuras de Moab (22:1–36:13). En expectación ansiosa de su entrada en Canaán, los israelitas se reúnen ahora en las llanuras desérticas de Moab, al norte del mar Muerto y al este del Jordán, al otro lado de Jericó. Al ver el vasto campamento extendido ante ellos, los moabitas sienten un pavor deprimente. Su rey Balac, en consulta con los madianitas, manda llamar a Balaam para que emplee adivinación y cause una maldición a Israel. Aunque Dios le dice directamente a Balaam: “No debes ir con ellos”, él quiere ir (22:12). Balaam desea la recompensa. Finalmente parte, pero solo para que un ángel lo detenga y su propia asna hable milagrosamente y lo reprenda. Cuando por fin Balaam se las arregla para hacer una declaración formal sobre Israel, el espíritu de Dios lo impele, de modo que sus cuatro expresiones proverbiales profetizan solamente bendiciones para la nación de Dios, y hasta predicen que una estrella saldría de Jacob y un cetro se alzaría de Israel para sojuzgar y destruir.
28. ¿En qué trampa sutil se hace caer a Israel por sugerencia de Balaam, pero cómo se detiene el azote?
28 Después de enfurecer a Balac por no poder maldecir a Israel, Balaam busca el favor del rey sugiriendo que los moabitas usen a sus propias mujeres para seducir a los hombres de Israel con el fin de que participen en los ritos lascivos implicados en la adoración de Baal (31:15, 16). Allí, al borde mismo de la Tierra Prometida, los israelitas empiezan a caer en inmoralidad crasa y en la adoración de dioses falsos. Mientras la cólera de Jehová se enciende en un azote, Moisés pide que se castigue severamente a los malhechores. Cuando Finehás, hijo del sumo sacerdote, ve a un principal que trae a una madianita a su tienda justamente dentro del campamento, va tras ellos y los mata, hiriendo a la mujer por sus partes genitales. Esto hace que se detenga el azote, pero no antes de que 24.000 israelitas mueran a causa de él.
29. a) ¿Qué revela el censo a fines del cuadragésimo año? b) ¿Qué preparativos se hacen ahora para entrar en la Tierra Prometida?
29 Ahora Jehová manda a Moisés y Eleazar que realicen nuevamente un censo del pueblo, como se había hecho casi 39 años antes en el monte Sinaí. La cuenta final muestra que no ha habido aumento en sus filas. Por el contrario, el registro indica que hay 1.820 hombres menos. No queda ninguno de los que se habían registrado en Sinaí para servicio en el ejército, excepto Josué y Caleb. Como Jehová había dicho que sucedería, todos ellos habían muerto en el desierto. Jehová entonces da instrucciones sobre dividir la tierra como herencia. Repite que Moisés no entrará en la Tierra de Promisión por no haber santificado a Jehová en las aguas de Meribá (20:13, nota; 27:14, nota). Se comisiona a Josué como sucesor de Moisés.
30. ¿Qué ajuste de cuentas se hace con los madianitas, y qué asignación de territorio se hace al este del Jordán?
30 Mediante Moisés, Jehová entonces le recuerda a Israel la importancia de Sus leyes sobre los sacrificios y las fiestas, y la seriedad de los votos. También hace que Moisés ajuste cuentas con los madianitas por la parte que desempeñaron en seducir a Israel para adorar a Baal de Peor. Se da muerte a todos los varones madianitas en batalla, junto con Balaam, y solo se perdona la vida a muchachas vírgenes, a 32.000 de las cuales se las toma cautivas junto con un botín que incluye 808.000 animales. Se informa que no se ha perdido en batalla ni un solo israelita. Los hijos de Rubén y Gad, que crían ganado, piden que se les permita establecerse en el territorio al este del Jordán y, después que concuerdan en ayudar a conquistar la Tierra Prometida, se les concede lo que piden, de modo que se da esta meseta fértil como posesión a estas dos tribus y a la mitad de la tribu de Manasés.
31. a) Al entrar en la tierra, ¿cómo tiene que continuar mostrando obediencia Israel? b) ¿Qué instrucciones se dan respecto a las herencias tribuales?
31 Después de repasar los lugares donde se detuvieron en el viaje de 40 años, el relato de nuevo concentra la atención en la importancia de obedecer a Jehová. Dios les va a dar la tierra, pero ellos tienen que convertirse en Sus ejecutores al expulsar a los depravados habitantes, que adoran a demonios, y destruir hasta el último rastro de su religión idolátrica. Se declaran en detalle los límites de la tierra que Dios les da. Esta se ha de dividir entre ellos por sorteo. Los levitas, que no tienen herencia tribual, han de recibir 48 ciudades con sus dehesas, y 6 de ellas han de ser ciudades de refugio para el homicida involuntario. El territorio tiene que permanecer dentro de la tribu y nunca se trasferirá a otra tribu por matrimonio. Si no hay un heredero varón, entonces las hijas que reciban una herencia —por ejemplo, las hijas de Zelofehad— deben casarse con hombres de su propia tribu (27:1-11; 36:1-11). Números concluye con estos mandamientos de Jehová mediante Moisés, mientras los hijos de Israel están listos por fin para entrar en la Tierra de Promisión.
POR QUÉ ES PROVECHOSO
32. ¿De qué maneras se prefigura en Números a Jesús y su sacrificio?
32 Jesús se refirió a Números en varias ocasiones, y sus apóstoles y otros escritores de la Biblia demuestran claramente cuán significativo y provechoso es su registro. El apóstol Pablo comparó específicamente el servicio fiel de Jesús con el de Moisés, que se registra mayormente en Números. (Heb. 3:1-6.) En los sacrificios animales y en la salpicadura de las cenizas de la joven vaca roja de Números 19:2-9 vemos representada de nuevo la provisión mucho más grandiosa de limpieza mediante el sacrificio de Cristo. (Heb. 9:13, 14.)
33. ¿Por qué nos interesa hoy el que se proveyera agua en el desierto?
33 De manera similar, Pablo mostró que el hacer salir agua de la roca en el desierto está lleno de significado para nosotros, al decir: “Bebían de la masa rocosa espiritual que los seguía, y aquella masa rocosa significaba el Cristo”. (1 Cor. 10:4; Núm. 20:7-11.) Apropiadamente, fue Cristo mismo quien dijo: “A cualquiera que beba del agua que yo le daré de ningún modo le dará sed jamás, sino que el agua que yo le daré se hará en él una fuente de agua que brotará para impartir vida eterna”. (Juan 4:14.)
34. ¿Cómo mostró Jesús que la serpiente de cobre tenía significado profético?
34 Jesús también se refirió directamente a un incidente que se describió en Números y prefiguró la provisión maravillosa que Dios hacía mediante él. “Así como Moisés alzó la serpiente en el desierto —dijo—, así tiene que ser alzado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.” (Juan 3:14, 15; Núm. 21:8, 9.)
35. a) ¿De qué deben cuidarse los cristianos, como lo ilustró lo que les ocurrió a los israelitas en el desierto, y por qué? b) En las cartas de Judas y Pedro, ¿a qué ejemplos de codicia y rebelión se refirieron ellos?
35 ¿Por qué se sentenció a los israelitas a vagar 40 años por el desierto? Por su falta de fe. El apóstol Pablo dio vigorosa amonestación sobre este punto: “Cuidado, hermanos, por temor de que alguna vez se desarrolle en alguno de ustedes un corazón inicuo y falto de fe al alejarse del Dios vivo; pero sigan exhortándose los unos a los otros cada día”. Por su desobediencia y su falta de fe, aquellos israelitas murieron en el desierto. “Hagamos, por lo tanto, lo sumo posible para entrar en [el] descanso [de Dios], por temor de que alguien caiga en el mismo modelo de desobediencia.” (Heb. 3:7–4:11; Núm. 13:25–14:38.) Como advertencia contra los hombres impíos que hablan injuriosamente de las cosas santas, Judas se refirió a la codicia de Balaam por la paga y al habla rebelde de Coré contra el siervo de Jehová llamado Moisés. (Jud. 11; Núm. 22:7, 8, 22; 26:9, 10.) También Pedro se refirió a Balaam como alguien “que amó la paga de la maldad”, y el glorificado Jesús, en su revelación mediante Juan, dijo que Balaam ‘puso delante de Israel un tropiezo de idolatría y fornicación’. Sin duda, se debe advertir a la congregación cristiana hoy día contra impíos de ese tipo. (2 Ped. 2:12-16; Rev. 2:14.)
36. ¿Contra qué prácticas perjudiciales advirtió Pablo, y cómo podemos aprovechar hoy día su consejo?
36 Cuando surgió inmoralidad en la congregación de Corinto, Pablo les escribió acerca de ‘desear cosas perjudiciales’ y se refirió específicamente a Números. Amonestó: “Ni practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de modo que cayeron, veintitrés mil de ellos en un día”b. (1 Cor. 10:6, 8; Núm. 25:1-9; 31:16.) ¿Qué hay de la ocasión en que el pueblo se quejó de que el obedecer los mandatos de Dios imponía penalidades personales, y expresó descontento con la provisión del maná procedente de Jehová? Respecto a esto, Pablo dice: “Ni pongamos a Jehová a prueba, como algunos de ellos lo pusieron a prueba, de modo que perecieron por las serpientes”. (1 Cor. 10:9; Núm. 21:5, 6.) Pablo entonces continúa: “Ni seamos murmuradores, así como algunos de ellos murmuraron, de modo que perecieron por el destructor”. ¡Qué amargas fueron las experiencias de Israel por murmurar contra Jehová, sus representantes y sus provisiones! Estas cosas que “siguieron aconteciéndoles como ejemplos” deben sobresalir como una clara advertencia para todos nosotros hoy día, de modo que podamos seguir sirviendo a Jehová con plena fe. (1 Cor. 10:10, 11; Núm. 14:2, 36, 37; 16:1-3, 41; 17:5, 10.)
37. Ilustre cómo nos ayuda Números a entender otros pasajes de la Biblia.
37 Números suministra también la información básica con la cual se pueden entender mejor muchos otros pasajes de la Biblia. (Núm. 28:9, 10—Mat. 12:5; Núm. 15:38—Mat. 23:5; Núm. 6:2-4—Luc. 1:15; Núm. 4:3—Luc. 3:23; Núm. 18:31—; 1 Cor. 9:13, 14; Núm. 18:26—Heb. 7:5-9; Núm. 17:8-10—Heb. 9:4.)
38. ¿De qué maneras particulares es provechoso el libro de Números, y a qué dirige nuestra atención?
38 Lo que está registrado en Números es ciertamente inspirado por Dios, y es provechoso para enseñarnos la importancia de obedecer a Jehová y respetar a los que él ha hecho superintendentes entre su pueblo. Mediante el ejemplo censura la maldad, y por sucesos de importancia profética dirige nuestra atención a Aquel a quien Jehová ha provisto como el Salvador y Caudillo de Su pueblo hoy día. Suministra un eslabón esencial e instructivo en el registro de los sucesos que llevan al establecimiento del Reino justo de Jehová en manos de Jesucristo, a quien Dios ha nombrado Mediador y Sumo Sacerdote.
[Notas a pie de página]
a Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, páginas 540-542.
b Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, página 267.