Que la ley de Dios llegue ‘a nuestras entrañas’
1 Se profetizó que Jesús tendría la ley de Jehová ‘dentro de sus entrañas’. (Sal. 40:8.) Eso resultó ser cierto en su caso, y le ayudó a efectuar la voluntad de su Padre.
2 Sus discípulos ungidos también tenían la ley de Jehová ‘en su mente y escrita en su corazón’. (Heb. 8:10.) Eso les permitió mantener una conducta excelente y cumplir plenamente con su ministerio. ¿Cómo podemos asegurarnos de que la ley de Jehová está en nuestra mente y escrita sobre la tabla de nuestro corazón? (Pro. 3:3.)
ESTUDIO PERSONAL E INVESTIGACIÓN
3 El estudio personal de la Palabra de Dios puede ayudarnos a captar el sentido de la verdad. Incluye investigación y meditación. Requiere concentración constante, con propósito, y atención cuidadosa a los detalles. No basta con solo leer las publicaciones de la Sociedad cuando las recibimos; también debemos disciplinarnos para tener un programa de estudio regular que nos permita prepararnos para todas las reuniones semanales.
4 Los buenos hábitos de estudio fortalecen nuestra convicción respecto a la verdad y avivan nuestra esperanza para el futuro. Sí, ‘crecemos a la salvación’. (1 Ped. 2:2.) Cuando aprendemos cosas interesantes de las Escrituras, queremos hablar de ellas. Nos sentimos impulsados a mostrar amor a nuestros vecinos y a compartir con ellos lo que hemos aprendido. Nuestra participación en hablar “la palabra del reino” con celo está estrechamente ligada con nuestro aprecio por las cosas espirituales que adquirimos mediante los buenos hábitos de estudio. (Mat. 13:19.)
AYUDAS PARA EL ESTUDIO
5 La organización de Jehová ha suministrado lo que necesitamos para adquirir un excelente conocimiento de la verdad. ¿Les da buen uso a los Índices? Con estas magníficas ayudas y las diversas publicaciones ahora disponibles, ¡tenemos un tesoro de conocimiento exacto! Tampoco queremos pasar por alto los libros Ayuda y Apocalipsis: ¡su culminación! ¿Los usa eficazmente?
6 Los beneficios del estudio personal dependerán del empeño que pongamos en ello. De acuerdo con sus circunstancias cotidianas, determine cuándo y dónde puede hallar el silencio y la soledad necesarios para concentrarse y meditar. Asegúrese de orar a Jehová por ayuda antes de comenzar a estudiar. Hay que tener la verdad de la Palabra de Dios inscrita profundamente en el corazón y la mente para obrar con sabiduría en estos tiempos críticos. (Pro. 7:1-3; Jos. 1:8.) Jehová usa su espíritu para grabar en nuestro corazón su ley y sus recordatorios. (Juan 14:26; 1 Cor. 2:10.) Él no pasará por alto nuestra solicitud sincera por ayuda para hallar y entender los tesoros de su Palabra. (Pro. 2:1-6.)
7 Tenemos que ser regulares y constantes en nuestro programa de estudio para que la ley de Dios llegue ‘a nuestras entrañas’. Así podremos aumentar nuestra espiritualidad, adquirir mayor entendimiento de la verdad, mejorar nuestra habilidad para ayudar a otros a aprender la verdad y mantenernos más firmes en “la senda de la vida”. (Sal. 16:11; Col. 2:7.)