INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA
La provincia de Galilea
EN TIEMPOS bíblicos, la provincia de Galilea, situada al norte de Palestina, era próspera y estaba densamente poblada. Hoy continúa siendo una tierra atrayente debido al azul intenso del mar de Galilea, lo escarpado de las tierras del norte y sus fértiles llanuras. Fue en esta región pintoresca donde Jesús pasó la mayor parte de su vida como humano, pues se crió en la ciudad galilea de Nazaret. (Mt 2:21-23; Lu 2:51, 52.)
Los galileos se dedicaban a la agricultura, el pastoreo y la pesca, actividades que Jesús citó en muchas de sus parábolas. Los fariseos y los sacerdotes principales de Jerusalén solían menospreciar a este pueblo industrioso y trabajador. Su marcado acento hacía que sus compañeros judíos los reconocieran con facilidad. (Mt 26:73.)
Galilea sirvió de escenario a algunos de los acontecimientos más sobresalientes del ministerio de Jesús; por ejemplo, fue en la ladera de una montaña cercana a Capernaum donde pronunció el famoso Sermón del Monte (Mt 5:1, 2), y también fue aquí en Galilea donde curó milagrosamente a muchas personas. (Mr 1:32-34; 6:53-56; Jn 4:46-54.)
¿Cómo acogieron en Galilea los milagros y la predicación de Jesús? Cuando predicó en su propia ciudad, Nazaret, en un principio el pueblo ‘se maravilló de las palabras llenas de gracia que procedían de su boca’; pero cuando los comparó a los israelitas de los días de Elías y Eliseo, buscaron cómo matarlo. (Lu 4:22-30.) No obstante, por lo general los galileos fueron muy receptivos al ministerio de Jesús, de ahí que tanto sus primeros discípulos como todos sus apóstoles, posiblemente a excepción de Judas Iscariote, fueran galileos. (Mt 4:18-22; Lu 6:12-16.) El grupo de 120 discípulos que recibieron el espíritu santo el día de Pentecostés de 33 E.C. eran de Galilea. (Hch 1:15; 2:1-7.)