Los jóvenes preguntan...
¿Por qué no llevar una doble vida?
“Llevaba una doble vida: con mis amigos Testigos era una persona, y con mis compañeros de la escuela, otra.”
La situación de la joven anteriormente citada no es de ningún modo única. Pero ¿qué se entiende por “llevar una doble vida”? Ruth Bell, autora del libro Changing Bodies, Changing Lives (El cuerpo cambia, la vida también), lo definió en estos términos: “Hacer cualquier cosa sin que tus padres se enteren”.
La escritora entrevistó a docenas de jóvenes y comentó: “Muchos adolescentes respondieron que en su vida había aspectos de los que nunca podrían hablar con sus padres. El sexo, las drogas y el alcohol fueron los asuntos que con más frecuencia ocultaban, pero también mencionaron cosas como volver tarde a casa, salir con extraños, faltar a clase, pelearse y salir con jóvenes que no fueran del agrado de sus padres”.
Es triste decirlo, pero incluso algunos jóvenes que han sido criados por padres cristianos ocultan de estos y de otros lo que son.a (Compara con Salmo 26:4.) Delante de sus padres y compañeros de creencia aparentan ser justos y piadosos, pero cuando estos no están presentes, se comportan de forma completamente diferente.
¿Qué motiva a un joven a llevar una doble vida?
El atractivo de la independencia
La Biblia dice que con el tiempo “el hombre dejará a su padre y a su madre”. (Génesis 2:24.) Así que es natural que quieras madurar, pensar por ti mismo y tomar tus propias decisiones. El problema es que quizás no estés listo para la vida adulta. Al carecer de experiencia en la vida, aún necesitas el apoyo de tus padres piadosos. (Proverbios 1:8.)
Muchos jóvenes se resisten a aceptar este hecho. Según el libro How to Survive Your Child’s Rebellious Teens (Cómo sobrevivir a la adolescencia rebelde de su hijo), hay muchos jóvenes que, por decirlo así, quieren “flexionar los músculos que están desarrollando, probar las aptitudes que acaban de adquirir y declarar su independencia”. Cuando los padres se niegan a darles permiso para hacer cosas que consideran imprudentes o incorrectas, algunos hijos se rebelan sin sentir apenas remordimiento por ello. Una adolescente confesó: “Me gusta hacer cosas sin el conocimiento de mis padres porque así me siento importante. Llevo una vida independiente de la de ellos, y creo que ni siquiera se dan cuenta. [...] No saben ni la mitad de lo que hago”.
‘Mis padres son demasiado estrictos’
Sin embargo, ¿por qué incluso algunos jóvenes que han recibido una buena educación cristiana actúan impropiamente a escondidas? Cuando ¡Despertad! planteó esta pregunta a un grupo de jóvenes, una adolescente contestó: “Se enfadan con sus padres. Quieren vengarse de ellos por restringirlos”. No cabe duda de que el cristianismo es una forma de vida restrictiva. Jesús dijo: “Angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida”. (Mateo 7:14.) Si deseas recibir el don divino de la vida eterna, está claro que no puedes tomar parte en algunas de las cosas que se consideran divertidas y que otros jóvenes hacen, como por ejemplo, fiestas desenfrenadas, borracheras, relaciones sexuales prematrimoniales y conducta relajada, todo lo cual se condena en la Biblia. (Gálatas 5:19-21.)
También es cierto que algunos padres parecen ser demasiado estrictos. “No nos dejan ver casi ninguna película —se queja una joven llamada Kim—. Además, tuve que reducir bastante el tiempo que pasaba escuchando música, e intenté ser selectiva. Pero mi padre nos ha prohibido escuchar casi todo tipo de música; solo nos permite escuchar música clásica y jazz.” Al enfrentarse con lo que ellos consideran restricciones irrazonables, algunos jóvenes comienzan a envidiar la libertad de que disfrutan sus compañeros.
El deseo de ser aceptados
Una joven llamada Tammy recuerda: “Empecé a utilizar lenguaje obsceno en la escuela. Así sentía que era como los demás. Después comencé a fumar. También bebía hasta embriagarme. Luego empecé a salir con chicos a escondidas, pues mis padres eran muy estrictos y no me permitían tener novio”.
Un adolescente llamado Pete tuvo una experiencia similar: “Aunque fui educado como testigo de Jehová, tenía mucho miedo de que se metieran conmigo, así que procuraba estar siempre con los más populares. Quería ser como ellos. Mentía y daba excusas sobre el por qué no recibía regalos durante las fiestas religiosas”.b Una vez que Pete comenzó a transigir en cosas pequeñas, no tardó mucho en participar en males más serios.
“Malas compañías”, ¿dónde?
Estas experiencias ilustran la veracidad de las palabras del apóstol Pablo: “Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles”. (1 Corintios 15:33.) Por eso, si tratas con jóvenes que no respetan tus principios morales basados en la Biblia, puedes fácilmente acabar adoptando su estilo de vida. Sin embargo, cabe destacar que cuando el apóstol Pablo dio esta advertencia no se refirió específicamente a los incrédulos, sino a los que, estando dentro de la congregación cristiana, no se atenían a la enseñanza bíblica. (1 Corintios 15:12.) En la actualidad, quizás también haya jóvenes que se relacionan con la congregación pero que no se adhieren al modo de vivir cristiano ni lo recomiendan. Estos pueden presionarte de forma sutil para que lleves una doble vida.
Fíjate de nuevo en el ejemplo de Tammy, quien admite que sus padres son “muy amorosos”. Ella describe a su padre como una persona “rebosante de celo, que siempre habla de cómo Jehová se preocupa por nosotros”. Incluso sirve de anciano en la congregación. Entonces, ¿cómo se descarrió Tammy? “Por las malas compañías dentro de la congregación —admite—. Otras hermanas me contaban cuánto se divertían en las fiestas y que tomaban bebidas alcohólicas. O me hablaban de sus novios y de que se iban a bailar después de las reuniones de congregación.”
Evita la calamidad
No justifiques la conducta impropia de los jóvenes pensando que ‘es solo parte del crecimiento’ o que ‘todos los chicos les ocultan cosas a sus padres’. Nota la advertencia que Dios da a los jóvenes en Eclesiastés 11:9, 10: “Regocíjate, joven, en tu juventud, y hágate bien tu corazón en los días de tu mocedad, y anda en los caminos de tu corazón y en las cosas vistas por tus ojos. Pero sabe que debido a todas estas el Dios verdadero te traerá a juicio. Por eso, quita de tu corazón la irritación, y evita a tu carne la calamidad”.
Llevar una doble vida podría parecer divertido, pero a la larga se convierte en una trampa mortal. (Compara con Salmo 9:16.) Los actos de desobediencia conducen sin remedio hacia actos incorrectos más graves. Por ejemplo, Pete ya llevaba una vida inmoral cuando abandonó su hogar a los 17 años. A los 18 fue encarcelado por robo a mano armada.
A menudo parece que muchos se salen con la suya. Es fácil empezar a sentirse como el escritor bíblico Asaf, que admitió: “Tenía envidia de los impíos, viendo la prosperidad de los malvados. Ellos no pasan agobios, su cuerpo está sano y robusto; no conocen las fatigas de los hombres, ni sufren tribulaciones como los demás”. Pero la aparente seguridad de los inicuos era solo una cruel ilusión. Asaf llegó a esta conclusión: “Sí, tú [Dios] los colocas en el resbaladero, los precipitas en la ruina”. (Salmo 73:3-5, 18, versión La Casa de la Biblia, 1992.) Por eso la Biblia advierte con buena razón: “No envidie tu corazón a los pecadores; antes bien, esté en el temor de Jehová todo el día”. (Proverbios 23:17.)
Y ¿qué se puede decir de la opinión de que desobedecer a los padres ayuda a un joven a madurar y hacerse independiente? Esta idea es completamente contraria al consejo bíblico de escuchar a tus padres. (Proverbios 23:22.) En realidad, la conducta tonta e irresponsable solo serviría para impedir tu desarrollo emocional y espiritual. Es más bien mediante la aplicación de principios bíblicos como te convertirás en “un hombre hecho, a la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo”. (Efesios 4:13.)
Es cierto que algunos padres parecen ser demasiado estrictos. Pero ¿no crees que se debe a su intenso amor por ti y su deseo de protegerte? Así pues, si crees que tus padres deberían aflojar un poco la presión, ¿por qué no hablas con ellos, en vez de rebelarte en secreto?c Si haces esto último, les causarás un gran dolor a ellos, a ti mismo y, sobre todo, a Jehová Dios. (Proverbios 10:1; 27:11.)
Ahora bien, ¿qué puedes hacer si ya has comenzado a llevar una doble vida? ¿Hay alguna forma de librarte de ella? Las respuestas a estas interrogantes aparecerán en artículos futuros.
[Notas a pie de página]
a Consulta el artículo “Jóvenes: guárdense de llevar una doble vida”, en La Atalaya del 1 de agosto de 1988.
b Para conocer la posición de los testigos de Jehová respecto a las fiestas religiosas, consulta el folleto La escuela y los testigos de Jehová, publicado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
c Consulta el capítulo 3 del libro Lo que los jóvenes preguntan.—Respuestas prácticas, publicado por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
[Fotografías en la página 26]
¿Llevas una doble vida?