Qué hay detrás de la Navidad, la Pascua Florida y el Halloween
LA BIBLIA indica que Jesús tenía 33 años y medio cuando lo fijaron en un madero a principios de la primavera del año 33 E.C., en la época de la Pascua judía. Si contamos hacia atrás, llegamos a la conclusión de que Jesús nació a principios del otoño.
La fiesta pagana de las saturnales romanas, con las que se conmemoraba el cumpleaños del Sol invicto, se celebraba unos tres meses después. ¿Cómo fue que se pospuso al 25 de diciembre la conmemoración del nacimiento de Jesús para que coincidiera blasfemamente con la celebración pagana del cumpleaños del Sol?
Como los días de diciembre son cada vez más cortos, inspiraban un miedo supersticioso en los adoradores del Sol, que temían que su dios se estuviese muriendo. Quemaban velas y encendían hogueras para ayudar a revivir a la deidad enferma. Y creían conseguirlo, pues tras el solsticio de invierno, el 21 de diciembre, el dios-sol parecía recuperar su fuerza y los días se hacían más largos.
“El mes de diciembre era el más importante para las celebraciones paganas, y el 25 de diciembre constituía el punto culminante de los jolgorios invernales —explica el tabloide Church Christmas Tab—. Hay quienes creen que el obispo de Roma escogió el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Cristo para ‘santificar’ las festividades paganas. El resultado fue una extraña mezcla de fiestas paganas y cristianas que el mundo ahora denomina Navidad.” El mismo artículo admite: “La palabra ‘Navidad’ no aparece en la Biblia. Las Escrituras no conservan mandato alguno de que deba celebrarse el nacimiento de Jesús”.
No sorprende que el teólogo Tertuliano se quejara: “Nosotros, que desconocemos los sábados, los novilunios y las fiestas, en otro tiempo aceptables a Dios, ahora frecuentamos las saturnales [y otras fiestas paganas], llevamos regalos de un lado a otro [...] y participamos en deportes y banquetes con alboroto”.
El papa Gregorio I siguió esta misma tendencia profana. Según la revista Natural History, “en vez de tratar de eliminar las costumbres y creencias del pueblo, sus instrucciones fueron: utilizadlas. Si cierta comunidad adora un árbol, consagradlo a Cristo en vez de cortarlo y dejad que sigan adorándolo”.
La verdad y la falsedad no se mezclan
¿Contaba con la aprobación divina esta actitud transigente? Fíjese en la advertencia que Dios dio a su pueblo cuando estaba a punto de entrar en la pagana tierra de Canaán: “Cuídate [...] por temor de que inquieras respecto a sus dioses, diciendo: ‘¿Cómo acostumbraban estas naciones servir a sus dioses? Y yo, sí, yo, ciertamente haré de la misma manera’. No debes hacerle de esa manera a Jehová tu Dios, porque toda cosa detestable a Jehová, que él de veras odia, la han hecho ellas a sus dioses”. (Deuteronomio 12:30, 31.) En las Escrituras Griegas Cristianas se repite la misma advertencia: “No lleguen a estar unidos bajo yugo desigual con los incrédulos. Porque, ¿qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial [nota al pie de la página: Satanás]? ¿O qué porción tiene una persona fiel con un incrédulo?”. (2 Corintios 6:14, 15.)
¿Qué le resulta a Dios tan ofensivo de estos dioses falsos y la adoración que se les tributa? Saturno era el dios-sol romano, al que se honraba con las saturnales. ¿Merecía tal honra? Simon Schama, profesor de Historia de la Universidad de Harvard, dice que era “símbolo de la inmoderación en el comer y el beber y de todo otro exceso orgiástico”. La revista Lear’s define esta fiesta como “la orgía de vino más famosa del mundo antiguo”.
El culto al dios-sol Mitra se extendió por toda Asia. Según el antropólogo Gabriel Seabrook, Mitra era “un dios guerrero que lanzaba flechas asesinas y enfermedades incurables contra sus enemigos en el campo de batalla”.
La adoración al Sol que rendían los aztecas era sumamente sangrienta. La revista Natural History explica que “a menos que se sacrificaran víctimas a los dioses solares, toda vida —incluida la de los dioses— moriría”.
Tras repasar los orígenes de esta celebración (véase el recuadro de abajo), quizás no le sorprenda que las brujas y los satanistas todavía veneren el 25 de diciembre. El periódico San Francisco Chronicle del 21 de diciembre de 1991 cita las siguientes palabras de una bruja que es además una popular escritora pagana: “Es una de nuestras fiestas más agotadoras. Estamos en pie toda la noche”. Otra mujer, perteneciente al grupo “Pacto de la Diosa”, dijo: “Escenificamos nuestro ritual [...]. Miembros de nuestro clero realizan una interpretación dramática del nacimiento del niño solar”.
¿Aceptarán Dios o su Hijo ese tipo de honra, en la que se refleja la adoración de dioses falsos?
La Pascua Florida: ¿Easter (en inglés) o Astarté?
Los festejos de esta celebración familiar comienzan de madrugada, cuando la familia se levanta para recibir con temor reverencial al Sol saliente. Los niños estrenan sus mejores galas y se ponen sombreros nuevos. También se utilizan figuras de conejos, cestas llenas de huevos pintados de vivos colores y bollos marcados con una cruz de azúcar. Debe ser la Pascua Florida, ¿verdad?
La primavera era una época sagrada para los adoradores del sexo fenicios. Los símbolos de su diosa de la fertilidad —Astarté, o Istar (Afrodita para los griegos)— eran el huevo y la liebre. Se caracterizaba por una insaciable sed de sangre y por mantener relaciones sexuales inmorales. En unas estatuas se la representa con los órganos sexuales toscamente exagerados, y en otras, con un huevo en la mano y un conejo a su lado. La prostitución sagrada formaba parte de su culto. En Canaán se daba a esta diosa del sexo el título de esposa de Baal. Sus adoradores la veneraban con orgías sexuales y borracheras, pues creían que mediante las relaciones sexuales contribuían a que Baal despertara por completo y tuviera coito con su esposa. Según el libro Recent Discoveries in Bible Lands (Descubrimientos recientes en las tierras bíblicas), “en ningún país se han encontrado tantas figurillas de la diosa de la fertilidad desnuda, algunas de ellas muy obscenas”.
En Cartago se descubrieron, debajo de monumentos erigidos en honor de esta diosa, urnas de brillantes colores que contenían los huesos carbonizados de niños pequeños. Los padres de las víctimas, por lo general personas de alto rango y con título, pretendían que los dioses bendijeran sus riquezas e influencia. Algunas urnas contenían los restos de varios niños de diferentes edades, quizás de la misma familia.
Si echa una mirada al recuadro de arriba, verá que hay poca diferencia entre estos ritos antiguos y sus versiones modernas. Hasta la palabra inglesa Easter (Pascua Florida) apenas se diferencia del nombre pagano antiguo. Pues bien, ¿es esta la manera de honrar al santo Hijo de Dios?
El Halloween: una noche de terror en tiempos antiguos
Es la última noche de octubre. A la luz de la Luna, un grupo de figuras disfrazadas van de casa en casa haciendo peticiones y lanzando horribles amenazas al mismo tiempo. Protegen el umbral de algunas casas linternas hechas de calabazas recortadas con la forma de una cara siniestra y una vela encendida, hecha de grasa humana, en su interior. De otras puertas gotea sangre humana. Es la noche de Samhain, el señor céltico de los muertos.
Puede que no haya otra celebración “cristianizada” con la que Satanás se honre a sí mismo y rememore de manera tan descarada a sus seguidores humanos muertos. El escritor J. Garnier comenta que las celebraciones relacionadas con los sufrimientos y la muerte pueden rastrearse hasta la antigua destrucción en el Diluvio de todos sus seguidores humanos, así como de los hijos híbridos de los ángeles caídos. Las diversas culturas del mundo tienen festividades dedicadas a los muertos, y “todas las celebran en la misma fecha en que, según el relato de Moisés, tuvo lugar el Diluvio, a saber, el día diecisiete del segundo mes, el mes que prácticamente corresponde con nuestro noviembre, o una fecha próxima”. (The Worship of the Dead [La adoración de los muertos], de J. Garnier.)
Los druidas no fueron una excepción. Se decía que el 31 de octubre Samhain liberaba a los espíritus de los muertos para que se mezclaran con los vivos. Estos druidas vagaban por las calles con linternas, y al llegar a una casa, pedían dinero como ofrenda para Satanás.
El Halloween es un día importante de ritos satánicos. “Se trata de una fiesta religiosa dedicada al mundo de los muertos en la que los satanistas hacen sacrificios, y que las brujas celebran en silencio con comidas o corros para rezar en favor de los muertos”, comentaba un artículo del periódico USA Today. En él se citaban también las siguientes palabras de Bryan Jordan, brujo de Washington: “[Los cristianos] no se dan cuenta, pero están celebrando con nosotros nuestra fiesta. [...] Y nos complace”.
Padres, ¿desean que sus hijos imiten estos ritos siniestros?
[Recuadro/Ilustraciones en la página 12]
Los símbolos navideños
El árbol de Navidad “tiene muy poco que ver con la celebración cristiana y mucho que ver con la pertinaz supervivencia milenaria de los ritos paganos de la luz invernal y el renacimiento”. (The Boston Herald.) “Los árboles con chucherías colgadas de sus ramas han formado parte de las fiestas paganas por siglos.” (Church Christmas Tab.)
Los celtas empleaban el acebo “para asegurar la buena conducta de los duendes domésticos en la época del solsticio de invierno. [...] Podía alejar el mal, ayudar en la adivinación de los sueños y defender la casa de los rayos”. (Beautiful British Columbia.)
El muérdago “lo usaban los druidas en Inglaterra durante sus extraños ritos religiosos relacionados con poderes demoníacos y ocultos”. (Church Christmas Tab.)
El 25 de diciembre era el día en que “los practicantes del mitraísmo celebraban el nacimiento de Mitra. [...] No hay absolutamente ningún fundamento bíblico para considerar que el 25 de diciembre sea el día de la Natividad”.—Isaac Asimov.
La costumbre de hacer regalos era característica de las saturnales. “En estas fiestas se esperaba que uno hiciera regalos a todos sus amigos.” (Ancient Italy and Modern Religion [La Italia antigua y la religión moderna].)
La estrella “encima del árbol se adoraba en Oriente como símbolo de pureza, bondad y paz cinco mil años antes del nacimiento de Cristo”. (United Church Herald.)
Las velas “no proceden [...] del santuario cristiano. Las tomamos de un altar mucho más antiguo: el [tronco] de roble de los druidas”. (United Church Herald.)
La figura de Santa Claus se robó “de la antigua mitología germánica: ‘Thor era un hombre mayor, jovial y amigable, de complexión fuerte y con una larga barba blanca. Conducía un carro y se decía que vivía en la Tierra del Norte [...]. Su elemento característico era el fuego, y su color, el rojo. El hogar de las casas estaba consagrado a él, y se decía que descendía hasta dicho sitio por la chimenea’”. (United Church Herald.)
[Ilustraciones]
Mitra
Thor
[Reconocimientos]
Mitra: Museo del Louvre (París)
Thor: The Age of Fable, por T. Bulfinch, 1898
[Recuadro/Ilustraciones en la página 13]
Los ritos de la primavera
Los orígenes de la Pascua Florida (en inglés, Easter) se remontan a “la fiesta primaveral en honor de la diosa teutónica de la luz y la primavera, conocida en anglosajón como Eastre”. (The Westminster Dictionary of the Bible.) “En el Nuevo Testamento no hay ninguna indicación de que se celebrara la fiesta de la Pascua Florida.” (Encyclopædia Britannica.)
El conejo “era el acompañante de la diosa germánica Ostara”. (Funk & Wagnalls Standard Dictionary of Folklore, Mythology and Legend [Diccionario general Funk & Wagnalls de folclor, mitología y leyenda].)
Huevos: “Tanto en el antiguo Egipto como en Persia, Grecia y Roma, se solían pintar huevos y comerlos en las fiestas en honor de la primavera”. (Celebrations.)
El sombrero de Pascua originalmente “era una guirnalda de flores u hojas. El círculo, o corona, representaba la redondez del Sol y su trayectoria celeste, que ocasionaba el retorno de la primavera”. La costumbre de estrenar ropa nueva para la Pascua surgió porque “se consideraba descortés, y por lo tanto de mala suerte, recibir a la diosa escandinava de la primavera —llamada Eastre— sin ponerse ropa nueva, ya que la diosa cubría la tierra con un nuevo atavío”. (The Giant Book of Superstitions [El gran libro de las supersticiones].)
Bollos marcados con una cruz de azúcar: “Al igual que los griegos, los romanos comían pan marcado con una cruz [...] en los sacrificios públicos”. Los sajones paganos los comían en honor de Eastre. (Encyclopædia Britannica.)
Los servicios religiosos celebrados al alba son comparables a los que “se celebraban en el equinoccio primaveral a fin de dar la bienvenida al Sol y a su gran poder de dar nueva vida a todo lo que germina”. (Celebrations.)
[Ilustración]
Astarté
[Recuadro/Ilustraciones en la página 14]
Las horribles raíces del Halloween
Máscaras y disfraces: “Los celtas sacaban comida, bebida y otros regalos para los espíritus, y luego se ponían máscaras y disfraces, y desfilaban hasta los límites de la aldea para obligarlos a marcharse con engaño”.
Las hogueras (en inglés: bonfires) eran “literalmente ‘fuegos de huesos [bonefires]’” en donde “los sacerdotes trataban de apaciguar al dios-sol mediante sacrificios de animales y, con frecuencia, también de personas”. (The Tampa Tribune.) “Los druidas observaban cómo morían las víctimas sacrificadas y lo interpretaban como agüeros del futuro.” (Beaumont Enterprise.)
Trick or treat (“jugarreta o golosina”, frase con la que esa noche los niños amenazan a sus vecinos para que les den golosinas): “Los gritos de los druidas eran comparables a la amenaza moderna ‘trick or treat’”. (Central Coast Parent.)
Historias de miedo: “Los sangrientos ritos druidas perduran en la atracción que sienten los jóvenes por los fantasmas y los espíritus. [...] Las fiestas del Halloween y la narración de historias de miedo también tienen su origen en los tiempos de los druidas, cuando se creía que los espíritus deambulaban por la tierra”. (The Tampa Tribune.)
A pesar de los orígenes paganos de estas fiestas, habrá a quienes les disguste la idea de negar a los niños la diversión de las celebraciones modernas. Al fin y al cabo —piensan—, por informados que estén los niños, ¿qué saben ellos de los antiguos Saturno, Astarté y Samhain? Algunos saben bastante, y también saben que no quieren tener nada que ver con ellos.
[Reconocimiento]
Cráneo: foto de U.S. Forest Service