Habrá una resurrección de justos
“Tengo esperanza en cuanto a Dios [...] de que va a haber resurrección así de justos como de injustos.” (HECHOS 24:15.)
1. ¿A qué situación se han enfrentado todos los seres humanos desde la caída de Adán y Eva en el pecado?
“TODO lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas.” (Eclesiastés 9:10.) Con estas pocas palabras bien escogidas, el sabio rey Salomón describe una situación a la que se han enfrentado todas las generaciones de la humanidad desde la caída de nuestros primeros padres, Adán y Eva. Con el tiempo la muerte se ha tragado a todo ser humano sin excepción: rico y pobre, rey y plebeyo, fiel e infiel. Ciertamente, la muerte ‘ha reinado’. (Romanos 5:17.)
2. ¿Por qué es posible que se hayan desilusionado algunas personas fieles durante este tiempo del fin?
2 A pesar de los últimos avances de la ciencia médica, la muerte aún reina en este siglo veinte. Aunque este hecho no sorprende, puede que algunos se hayan sentido algo decepcionados al tener que enfrentarse a este enemigo secular. ¿Por qué? Pues bien, en los años veinte la Sociedad Watch Tower proclamó el mensaje “Millones que ahora viven no morirán jamás”. ¿Quiénes serían esos millones de personas? Las “ovejas” de las que habló Jesús en su parábola de las ovejas y las cabras. (Mateo 25:31-46.) Se profetizó que estas personas de condición de oveja se presentarían durante el tiempo del fin, y tendrían la esperanza de vivir para siempre en una Tierra paradisíaca. Con el paso del tiempo, el pueblo de Dios entendió mejor el papel que iban a desempeñar estas “ovejas” en los propósitos de Jehová. Se entendió que habría que diferenciar a esas personas obedientes de las “cabras” obstinadas, y después de la destrucción de estas últimas, las ovejas heredarían la región terrestre del Reino que se había preparado para ellas.
Recogimiento de las personas de condición de oveja
3. ¿En qué obra se ha concentrado el pueblo de Dios desde 1935?
3 Desde 1935, el ‘esclavo fiel’ se ha concentrado en localizar a tales personas de condición de oveja y traerlas a la organización de Jehová. (Mateo 24:45; Juan 10:16.) Estos cristianos enseñables han reconocido que Jesús reina ahora en el Reino celestial de Jehová, y que se está acercando con rapidez el momento de poner fin a este inicuo sistema de cosas e instaurar un nuevo mundo en el que morará la justicia. (2 Pedro 3:13; Revelación 12:10.) En ese nuevo mundo se cumplirán las alentadoras palabras de Isaías: “Él realmente se tragará a la muerte para siempre”. (Isaías 25:8.)
4. ¿Qué les ha sucedido a muchos de las otras ovejas, a pesar de su deseo de ver vindicada la soberanía de Jehová en Armagedón?
4 Como el fin del viejo mundo de Satanás está tan cerca, a los cristianos de condición de oveja les gustaría mucho estar vivos para ver vindicada la soberanía de Jehová durante la tribulación que le sobrevendrá a Babilonia la Grande y al resto del mundo de Satanás. (Revelación 19:1-3, 19-21.) Para un buen número no ha resultado posible. Muchos de los que esperaban estar entre los “millones” que nunca morirían han muerto ya, algunos martirizados a causa de la verdad en prisiones y campos de concentración o a manos de religiosos fanáticos. Otros han muerto en accidentes o por las llamadas causas naturales: la enfermedad y la vejez. (Salmo 90:9, 10; Eclesiastés 9:11.) Y es de esperar que otros mueran antes de que venga el fin. ¿Cómo verán estos el cumplimiento de la promesa de un nuevo mundo en el que la justicia morará?
La esperanza de la resurrección
5, 6. ¿Qué futuro hay para los que tienen una esperanza terrenal que mueren antes de Armagedón?
5 El apóstol Pablo dio la respuesta cuando habló ante el gobernador romano Félix. Según Hechos 24:15, declaró sin vacilación: “Tengo esperanza en cuanto a Dios [...] de que va a haber resurrección así de justos como de injustos”. La esperanza de la resurrección nos infunde valor ante las peores adversidades. Debido a esa esperanza, nuestros queridos hermanos que enferman y piensan que van a morir no se descorazonan. Pase lo que pase, saben que segarán la recompensa de la fidelidad. Debido a la esperanza de la resurrección, nuestros valientes hermanos que se enfrentan a la muerte a manos de los perseguidores saben que estos de ningún modo saldrán victoriosos. (Mateo 10:28.) Cuando alguien de la congregación muere, nos entristecemos por la pérdida; pero al mismo tiempo, si es una de las otras ovejas, nos regocija el que se haya probado fiel hasta el fin y ahora esté descansando, con un futuro seguro en el nuevo mundo de Dios. (1 Tesalonicenses 4:13.)
6 Sí, la esperanza de la resurrección es una faceta fundamental de nuestra fe. Pero ¿por qué es tan fuerte nuestra creencia en la resurrección? Y ¿quiénes tienen esta esperanza?
7. ¿Qué es la resurrección, y cuáles son algunos de los textos que la garantizan?
7 La palabra griega para “resurrección” es a·ná·sta·sis, cuyo significado literal es “puesta en pie”. Se refiere fundamentalmente a levantarse de entre los muertos. Aunque la palabra “resurrección” no aparece en las Escrituras Hebreas, estas expresan con claridad la esperanza de la resurrección. Se ve, por ejemplo, en las palabras que pronunció Job en su sufrimiento: “¡Oh que en el Seol me ocultaras, [...] que me fijaras un límite de tiempo y te acordaras de mí!”. (Job 14:13.) De igual manera leemos en Oseas 13:14: “De la mano del Seol los redimiré; de la muerte los recobraré. ¿Dónde están tus aguijones, oh Muerte? ¿Dónde está tu poder destructor, oh Seol?”. En 1 Corintios 15:55, el apóstol Pablo aplicó estas palabras a la victoria que se consigue sobre la muerte mediante la resurrección. (En ese versículo Pablo estaba hablando de la resurrección celestial.)
Se ‘declara justos’ a los creyentes
8, 9. a) ¿Cómo pueden los seres humanos imperfectos tener parte en la resurrección de los justos? b) ¿Qué hace posible nuestra esperanza de una vida que no será truncada por la muerte?
8 En su defensa ante Félix, citada en el párrafo 5, Pablo dijo que habría una resurrección de justos y de injustos. ¿Quiénes son los justos que serán levantados? Pues bien, ningún ser humano es justo por naturaleza. Todos nacemos pecadores y cometemos pecados durante toda la vida, lo que nos hace doblemente merecedores de muerte. (Romanos 5:12; 6:23.) Sin embargo, en la Biblia hallamos la expresión “declarados justos”. (Romanos 3:28.) Alude a seres humanos a los que, aun cuando imperfectos, Jehová les perdona los pecados.
9 La expresión se utiliza especialmente con respecto a los cristianos ungidos, que tienen la esperanza celestial. En Romanos 5:1, el apóstol Pablo dice: “Ahora que hemos sido declarados justos como resultado de fe, gocemos de paz con Dios mediante nuestro Señor Jesucristo”. Todos los cristianos ungidos son declarados justos debido a su fe. ¿Fe en qué? Como Pablo explica extensamente en el libro de Romanos, es fe en Jesucristo. (Romanos 10:4, 9, 10.) Jesús murió como hombre perfecto, luego fue resucitado de entre los muertos y ascendió al cielo para ofrecer el valor de su vida humana en favor nuestro. (Hebreos 7:26, 27; 9:11, 12.) Cuando Jehová aceptó ese sacrificio, Jesús compró a la raza humana de la esclavitud al pecado y a la muerte. Los que tienen fe en esta provisión se benefician grandemente. (1 Corintios 15:45.) Hace posible que hombres y mujeres fieles tengan la esperanza de heredar una vida que nunca se verá truncada por la muerte, ese inexorable enemigo. (Juan 3:16.)
10, 11. a) ¿Qué resurrección aguarda a los cristianos ungidos fieles? b) ¿Qué clase de resurrección esperaban los siervos de Dios precristianos?
10 Gracias al sacrificio redentor de Jesús, los fieles ungidos, a quienes se declara justos, tienen la esperanza segura de resucitar como espíritus inmortales, al igual que él. (Revelación 2:10.) Su resurrección se menciona en Revelación 20:6, que dice: “Feliz y santo es cualquiera que tiene parte en la primera resurrección; sobre estos la muerte segunda no tiene autoridad, sino que serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y reinarán con él por los mil años”. Esta es la resurrección celestial. Observe, de todos modos, que la Biblia la llama “la primera resurrección”. Esta denominación implica que no es la única.
11 En el capítulo 11 de Hebreos, Pablo incluyó una larga lista de siervos de Dios precristianos que tuvieron una fe fuerte en Jehová Dios. Estos también creyeron en la resurrección. En el Heb 11 versículo 35 de ese capítulo, Pablo menciona las resurrecciones milagrosas que tuvieron lugar durante la historia de Israel, y dice: “Hubo mujeres que recibieron a sus muertos por resurrección; pero otros hombres fueron atormentados porque rehusaron aceptar la liberación por algún rescate, con el fin de alcanzar una resurrección mejor”. Aquellos fieles testigos de tiempos antiguos podían esperar una resurrección mejor que las que ejecutaron, por ejemplo, Elías y Eliseo. (1 Reyes 17:17-22; 2 Reyes 4:32-37; 13:20, 21.) Aguardaban una resurrección en un mundo donde no se torturaría a los siervos de Dios por su fe, un mundo en el que las mujeres no perderían a sus seres queridos en la muerte. Sí, esperaban levantarse de entre los muertos en el mismo nuevo mundo que nosotros aguardamos. (Isaías 65:17-25.) Jehová no les había revelado tanto sobre su nuevo mundo como nos ha dado a conocer a nosotros. No obstante, sabían que iba a venir, y querían vivir en él.
La resurrección terrestre
12. ¿Se declaró justos a los siervos fieles de Dios precristianos? Explique.
12 ¿Debemos pensar que el despertar de estos hombres y mujeres fieles precristianos en el nuevo mundo será parte de la resurrección de los justos? Evidentemente, porque la Biblia los llama justos. Por ejemplo, el discípulo Santiago menciona a un hombre y a una mujer de tiempos antiguos a quienes se declaró justos. El hombre fue Abrahán, el progenitor de la raza hebrea. Con respecto a él, leemos: “‘Abrahán puso fe en Jehová, y le fue contado por justicia’, y vino a ser llamado ‘amigo de Jehová’”. La mujer fue Rahab, una no israelita que tuvo fe en Jehová. Fue ‘declarada justa’ y llegó a formar parte de la nación hebrea. (Santiago 2:23-25.) De modo que Jehová declaró justos a hombres y mujeres de tiempos antiguos que tuvieron fe en él y en sus promesas y permanecieron fieles hasta la muerte. Sin duda estos tendrán parte en la ‘resurrección de los justos’.
13, 14. a) ¿Cómo sabemos que se puede declarar justos a los cristianos que tienen una esperanza terrenal? b) ¿Qué significa eso para ellos?
13 No obstante, ¿qué puede decirse de las personas de condición de oveja que viven hoy, aquellas que tienen una esperanza terrenal, que se han dedicado a Jehová y que mueren fieles durante este tiempo del fin? ¿Tendrán parte en la resurrección de los justos? Por supuesto que sí. El apóstol Juan vio en una visión una gran muchedumbre de esas personas fieles. Observe cómo las describe: “Vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos. Y siguen clamando con voz fuerte, y dicen: ‘La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero’”. (Revelación 7:9, 10.)
14 Vea que estas personas mansas están totalmente convencidas de su salvación, y se la atribuyen a Jehová y a Jesús, “el Cordero”. Además están de pie delante de Jehová y del Cordero, todas vestidas de blanco. ¿Por qué de blanco? Una criatura celestial le dice a Juan: “Han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero”. (Revelación 7:14.) En la Biblia el color blanco es símbolo de pureza, justicia. (Salmo 51:7; Daniel 12:10; Revelación 19:8.) El que se vea a la gran muchedumbre con ropas blancas significa que Jehová la considera justa. ¿Cómo es eso posible? Porque, en sentido simbólico, sus miembros han lavado sus ropas en la sangre del Cordero. Se les declara justos como amigos de Dios con la perspectiva de sobrevivir a la gran tribulación porque tienen fe en la sangre derramada de Jesucristo. Por lo tanto, cualquier cristiano, dedicado y fiel, de la “gran muchedumbre” que muera antes de la gran tribulación puede estar seguro de que tendrá parte en la resurrección terrenal de los justos.
15. Ya que serán resucitados tanto justos como injustos, ¿qué ventaja tendrán los justos en la resurrección?
15 Esa resurrección se expone en el versículo 13 del capítulo 20 de Revelación. Veamos lo que dice: “El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos”. Así, durante el gran Día de Juicio de mil años de Jehová, todos los que están en la memoria de Dios serán resucitados, tanto los justos como los injustos. (Hechos 17:31.) Pero, ¡cuánto mejor será para los justos! Ellos ya habrán vivido vidas de fe. Tendrán una relación estrecha con Jehová y confianza en el cumplimiento de sus propósitos. Los testigos justos de antes de la era cristiana despertarán de la muerte deseosos de aprender cómo se cumplieron las promesas de Jehová con respecto a la Descendencia. (1 Pedro 1:10-12.) Aquellos que pertenecen a las otras ovejas y que Jehová considera justos hoy en día, saldrán del sepulcro ansiosos de contemplar la Tierra paradisíaca de la que hablaron cuando declararon las buenas nuevas en este sistema de cosas. ¡Qué tiempo tan gozoso será ese!
16. ¿Qué podemos decir en cuanto a la resurrección durante el Día de Juicio de los que mueran en nuestro tiempo?
16 ¿En qué momento del Día de Juicio de mil años serán resucitados los que hayan muerto fieles en estos años finales del sistema de cosas de Satanás? La Biblia no lo dice. Sin embargo, ¿no es lógico que los que mueran hoy en condición de justos sean resucitados temprano para que participen con la gran muchedumbre de sobrevivientes de Armagedón en la labor de recibir a las generaciones anteriores de entre los muertos? ¡Claro que sí!
Una esperanza que consuela
17, 18. a) ¿Qué consuelo provee la esperanza de la resurrección? b) ¿Qué nos sentimos impulsados a declarar en cuanto a Jehová?
17 La esperanza de la resurrección fortalece y consuela a todos los cristianos hoy. Si permanecemos fieles, ningún suceso imprevisto ni ningún enemigo puede privarnos de nuestra recompensa. Por ejemplo, en la página 177 del Anuario de los testigos de Jehová 1992 hay unas fotografías de cristianos valientes de Etiopía que murieron por no transigir con respecto a su fe. El epígrafe al pie lee: “Rostros que esperamos ver en la resurrección”. ¡Qué privilegio será conocer a estos Testigos y a tantos otros que han sido igualmente fieles ante la muerte!
18 ¿Y qué se puede decir de nuestros seres queridos y hermanos que debido a la edad o la enfermedad no pasen vivos a través de la gran tribulación? Gracias a la esperanza de la resurrección, tienen un futuro maravilloso si permanecen fieles. Y si nosotros ejercemos fe con valor en el sacrificio de rescate de Jesús, también tendremos un futuro maravilloso. ¿Por qué? Porque, como Pablo, esperamos la “resurrección tanto de justos como de injustos”. Con todo el corazón damos gracias a Jehová por esta esperanza. Sin duda, nos motiva a hacernos eco de las palabras del salmista: “Declaren entre las naciones [la] gloria [de Dios], entre todos los pueblos sus maravillosas obras. Porque Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera”. (Salmo 96:3, 4.)
¿Sabe explicarlo?
◻ ¿Qué textos, entre otros, confirman nuestra esperanza de la resurrección terrenal?
◻ ¿Qué hace posible que se declare justos a los cristianos en este tiempo?
◻ ¿Cómo nos suministra valor y determinación la esperanza de la resurrección?
[Ilustración en la página 9]
Al igual que Pablo, los cristianos ungidos esperan la resurrección celestial