“Cíñanse con humildad mental”
“Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes.” (1 PEDRO 5:5.)
1, 2. ¿Qué dos disposiciones mentales opuestas tienen un profundo efecto en el comportamiento del hombre?
DOS de las disposiciones mentales sobre las que la Palabra de Dios llama nuestra atención son completamente opuestas entre sí. Ambas tienen un profundo efecto en el comportamiento del hombre. A una se la denomina “humildad mental” (1 Pedro 5:5). Un diccionario define como humilde a quien “no se cree superior a los demás; que quita importancia a su persona o a las obras que hace”. Para Dios, la humildad mental es una cualidad muy deseable.
2 Lo contrario es el orgullo, que se define como “sentimiento y actitud del que se considera superior a los otros y les muestra desprecio”. Es egocéntrico, y busca ventajas materiales, egoístas y de otro tipo sin tener en cuenta los efectos desfavorables en los demás. La Biblia indica una consecuencia: “El hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo”. Dice que “la rivalidad de uno para con otro” es “esforzarse tras el viento”, porque en la muerte “absolutamente nada puede uno llevarse”. Dios considera muy indeseable ese orgullo (Eclesiastés 4:4; 5:15; 8:9).
El espíritu imperante en el mundo
3. ¿Qué espíritu impera en el mundo?
3 ¿Cuál de las dos disposiciones mentales caracteriza al mundo actual? ¿Cuál es el espíritu que impera en el mundo? World Military and Social Expenditures 1996 (Gastos militares y sociales del mundo, 1996) hace esta observación: “Ningún otro siglo del que se tengan datos puede equipararse al siglo XX en lo que respecta a violencia [...] incivilizada”. Tanto las disputas por obtener poder político y económico como los conflictos nacionales, religiosos, tribales y étnicos han costado la vida a más de cien millones de personas en la presente centuria. También ha aumentado el comportamiento egocéntrico a nivel personal. El rotativo Chicago Tribune dijo: “Entre los males sociales están la violencia sin sentido, el maltrato de niños, el divorcio, la borrachera, el sida, el suicidio de adolescentes, las drogas, las bandas callejeras, las violaciones, los hijos ilegítimos, el aborto, la pornografía, [...] la mentira, el engaño, la corrupción política [...]. Los conceptos morales del bien y el mal han sido abolidos”. Se comprende que Crónica ONU advirtiera: “Las sociedades se desintegran”.
4, 5. ¿Cómo se ha descrito con exactitud el espíritu del mundo en la profecía bíblica para nuestro día?
4 Estas condiciones existen en todo el mundo. Sucede exactamente lo que indicó la profecía bíblica para nuestro tiempo: “En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, traicioneros, testarudos, hinchados de orgullo” (2 Timoteo 3:1-4).
5 Estas palabras describen con precisión el espíritu que predomina en este mundo. Se trata de una actitud egoísta. La rivalidad entre las naciones tiene su reflejo en la rivalidad entre las personas. Por ejemplo, en los deportes de competición, muchos atletas desean ser el número uno sin tener en cuenta el daño emocional o hasta físico que eso cause a otros. Ese espíritu egocéntrico se fomenta en la infancia y persiste en muchas facetas de la vida adulta. Resulta en “enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones” (Gálatas 5:19-21).
6. ¿Quiénes fomentan el egoísmo, y qué piensa Jehová de esta actitud?
6 La Biblia indica que el espíritu egocéntrico de este mundo refleja el de aquel “que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada”. Con relación a la influencia de Satanás en las personas que viven en estos críticos últimos días, la Biblia predice: “¡Ay de la tierra [...]!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo” (Revelación [Apocalipsis] 12:9-12). Así que él y sus demonios han intensificado sus esfuerzos por fomentar una mentalidad egoísta en la familia humana. ¿Y qué opina Jehová de esa actitud? Su Palabra dice: “Todo el que es orgulloso de corazón es cosa detestable a Jehová” (Proverbios 16:5).
Jehová está con los humildes
7. ¿Cómo ve Jehová a los humildes, y qué les enseña?
7 Por otro lado, Jehová bendice a los que son humildes de mente. El rey David cantó a Jehová: “A la gente humilde la salvarás; pero tus ojos están contra los altivos, para rebajarlos” (2 Samuel 22:1, 28). Por tanto, la Palabra de Dios da este consejo: “Busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra [...]. Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente se les oculte en el día de la cólera de Jehová” (Sofonías 2:3). Jehová enseña a quienes lo buscan con humildad a cultivar un espíritu totalmente distinto del que impera en este mundo. “Enseñará a los mansos Su camino.” (Salmo 25:9; Isaías 54:13.) Ese camino es el del amor. Se basa en hacer lo correcto según las normas de Dios. En conformidad con la Biblia, este amor basado en principios “no se vanagloria, no se hincha, [...] no busca sus propios intereses” (1 Corintios 13:1-8). También se manifiesta en la humildad mental.
8, 9. a) ¿Cuál es el origen del amor basado en principios? b) ¿Cuánta importancia tiene imitar el amor y la humildad que Jesús manifestó?
8 Pablo y otros cristianos del siglo primero aprendieron a manifestar esta clase de amor gracias a las enseñanzas de Jesús, quien lo había aprendido de su Padre, Jehová, del que la Biblia dice: “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Jesús sabía que la voluntad de Dios para él era que guiara su vida por la ley del amor, y así lo hizo (Juan 6:38). Por eso se compadeció de los oprimidos, los pobres y los pecadores (Mateo 9:36). Les dijo: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de corazón” (Mateo 11:28, 29).
9 Jesús señaló a sus discípulos la importancia de imitar Su amor y humildad cuando les dijo: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35). Debían sobresalir por estar separados de este mundo egocéntrico. Por eso, Jesús podía decir sobre ellos: “No son parte del mundo” (Juan 17:14). No, no imitan el espíritu orgulloso y egoísta del mundo de Satanás, sino el espíritu de amor y humildad que Jesús puso de manifiesto.
10. ¿Qué hace Jehová con las personas humildes en la actualidad?
10 La Palabra de Dios predijo que, en estos últimos días, a las personas humildes se las juntaría en una sociedad mundial basada en el amor y la humildad. Por ello, en medio de un mundo cada vez más arrogante, el pueblo de Jehová manifiesta la actitud opuesta: humildad mental. Dice: “Vengan, y subamos a la montaña de Jehová [su elevada adoración verdadera] [...]; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas” (Isaías 2:2, 3). Los testigos de Jehová constituyen esta sociedad mundial que anda en las sendas de Dios. Forma parte de ella una creciente “gran muchedumbre, que ningún hombre [puede] contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” (Revelación 7:9). Actualmente, esta gran muchedumbre la componen millones de personas. ¿Cómo las está educando Jehová para que sean humildes?
Aprenden a ser humildes de mente
11, 12. ¿Cómo evidencian humildad mental los siervos de Dios?
11 El espíritu de Dios obra en Su pueblo bien dispuesto y le permite aprender a vencer el mal espíritu del mundo y entonces, a evidenciar el fruto de dicho espíritu divino, el cual se manifiesta en “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio” (Gálatas 5:22, 23). Con objeto de ayudar a los siervos de Dios a cultivar esas cualidades, se les aconseja que no sean “egotistas, promoviendo competencias unos con otros, [envidiándose] unos a otros” (Gálatas 5:26). Una idea similar expresó el apóstol Pablo: “Digo a cada uno que está allí entre ustedes que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario pensar; sino que piense de tal modo que tenga juicio sano” (Romanos 12:3).
12 La Palabra de Dios dice a los cristianos verdaderos que “no [hagan] nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad mental que los demás [siervos de Dios] son superiores a [ellos], no vigilando con interés personal solo sus propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás” (Filipenses 2:3, 4). “Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona.” (1 Corintios 10:24.) En efecto, “el amor edifica” al prójimo con palabras y acciones altruistas (1 Corintios 8:1). Fomenta la colaboración, no la competencia. El espíritu del “yo primero” no cabe entre los siervos de Jehová.
13. ¿Por qué debe aprenderse la humildad mental, y cómo se aprende?
13 Por causa de la imperfección, no nacemos con humildad mental (Salmo 51:5). Esta cualidad debe aprenderse, lo cual puede resultarles difícil a las personas a quienes no se han enseñado los caminos de Jehová en su niñez, sino que los han aceptado más tarde, pues ya tienen personalidades formadas que se cimentan en las actitudes de este viejo mundo. De modo que deben aprender a “desechar la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior” y a “vestirse de la nueva personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera justicia y lealtad” (Efesios 4:22, 24). Con la ayuda de Dios, las personas sinceras pueden hacer lo que él les pide: “Vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia” (Colosenses 3:12).
14. ¿Cómo se expresó Jesús en contra del deseo de ensalzarse?
14 Los discípulos de Jesús tuvieron que aprender eso. Eran adultos cuando se hicieron sus seguidores y tenían cierto grado del espíritu de competencia de este mundo. Cuando la madre de dos de ellos trató de conseguir un puesto de prestigio para sus hijos, Jesús dijo: “Los gobernantes de las naciones se enseñorean de [las personas], y los grandes ejercen autoridad sobre ellas. No es así entre ustedes; antes bien, el que quiera llegar a ser grande entre ustedes tiene que ser ministro de ustedes, y el que quiera ser el primero entre ustedes tiene que ser esclavo de ustedes. Así como el Hijo del hombre [Jesús] no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos” (Mateo 20:20-28). Cuando Jesús dijo a sus discípulos que no usaran títulos para tratar de ensalzarse, añadió: “Todos ustedes son hermanos” (Mateo 23:8).
15. ¿Qué actitud deben tener quienes procuran alcanzar el puesto de superintendente?
15 Los verdaderos seguidores de Jesús son siervos, sí, esclavos, de sus hermanos cristianos (Gálatas 5:13). Ese es el caso, sobre todo, de quienes desean llenar los requisitos para supervisar la congregación. Nunca deben disputar por destacar o conseguir poder; no han de ‘enseñorearse de los que son la herencia de Dios, sino hacerse ejemplos del rebaño’ (1 Pedro 5:3). De hecho, tener un espíritu egoísta es indicio de que la persona no está capacitada para servir de superintendente. Ese individuo sería perjudicial para la congregación. Cierto, ‘procurar alcanzar un puesto de superintendente’ es apropiado, pero tal interés debe nacer de un deseo de servir a los demás cristianos. No se trata de un puesto de prestigio o poder, pues los superintendentes deben contarse entre los más humildes de mente de la congregación (1 Timoteo 3:1, 6).
16. ¿Por qué se denuncia a Diótrefes en la Palabra de Dios?
16 El apóstol Juan nos menciona el caso de una persona que tenía la actitud impropia: “Escribí algo a la congregación, pero Diótrefes, a quien le gusta tener el primer lugar entre ellos, no recibe nada de nosotros con respeto”. Este hombre trataba a los demás sin respeto con el fin de intentar promover sus intereses. Pero el espíritu de Dios motivó a Juan a incluir en la Biblia una denuncia contra Diótrefes por causa de su actitud egocéntrica (3 Juan 9, 10).
La actitud correcta
17. ¿Cómo manifestaron humildad mental Pedro, Pablo y Bernabé?
17 En la Biblia se encuentran muchos ejemplos de personas que tuvieron la actitud correcta, que manifestaron humildad mental. Cuando Pedro entró en la casa de Cornelio, este “cayó a sus pies y le rindió homenaje”. En lugar de aceptar adulación, “Pedro lo alzó, y dijo: ‘Levántate; yo mismo también soy hombre’” (Hechos 10:25, 26). Cuando Pablo y Bernabé estuvieron en Listra, el primero curó a un hombre que había nacido cojo. Como consecuencia, las muchedumbres dijeron que aquellos apóstoles eran dioses. Pero Pablo y Bernabé “se rasgaron las prendas de vestir exteriores y se lanzaron entre la muchedumbre, clamando y diciendo: ‘Varones, ¿por qué hacen estas cosas? Nosotros también somos humanos que tenemos sufrimientos igual que ustedes’” (Hechos 14:8-15). Estos cristianos humildes no estaban dispuestos a aceptar honores de parte de otros seres humanos.
18. ¿Qué dijo, con humildad, un poderoso ángel a Juan?
18 La “revelación por Jesucristo” que se dio al apóstol Juan se transmitió mediante un ángel (Revelación 1:1). Debido al poder que tienen los ángeles, entendemos que Juan se sobrecogiera, pues uno solo aniquiló a 185.000 asirios en una noche (2 Reyes 19:35). Juan cuenta: “Cuando hube oído y visto, caí para adorar delante de los pies del ángel que me había estado mostrando estas cosas. Pero él me dice: ‘¡Ten cuidado! ¡No hagas eso! Yo simplemente soy coesclavo tuyo y de tus hermanos [...]. Adora a Dios’” (Revelación 22:8, 9). Este poderoso ángel manifestó una extraordinaria humildad mental.
19, 20. Contraste la altanería de los generales romanos vencedores con la humildad mental de Jesús.
19 Jesús fue el mejor ejemplo de humildad mental. Era el Hijo unigénito de Dios, el futuro Rey de Su Reino celestial. Cuando se presentó como tal ante el pueblo, no lo hizo a la manera de los generales vencedores de la época romana. A estos se les permitía organizar grandes desfiles, o procesiones, e ir en carros adornados con marfil y oro, tirados por caballos blancos y hasta por elefantes, leones o tigres. En las procesiones iban músicos entonando canciones de victoria, junto con carros cargados con el botín de guerra, seguidos de enormes carrozas, en las que se representaban escenas de batallas. También iban los reyes, príncipes y generales capturados, acompañados de sus familias, con frecuencia desnudos para su humillación. Todo ello rezumaba orgullo, altanería.
20 Comparemos eso con la manera en que Jesús se ofreció. Estuvo dispuesto a someterse con humildad al cumplimiento de la profecía que decía sobre él: “¡Mira! Tu rey mismo viene a ti. Es justo, sí, salvado; humilde, y cabalga sobre un asno”. Humildemente, llegó montado en una bestia de carga, no en una carroza tirada por los magníficos animales que se usaban en los desfiles (Zacarías 9:9; Mateo 21:4, 5). ¡Cuánto alegra a las personas humildes que Jesús sea el Rey a quien Jehová ha nombrado para gobernar sobre toda la Tierra en el nuevo mundo, un Rey que en verdad es de mente humilde, amoroso, compasivo y misericordioso! (Isaías 9:6, 7; Filipenses 2:5-8.)
21. ¿De qué no es indicio la humildad mental?
21 El que Jesús, Pedro, Pablo y otros hombres y mujeres de fe de tiempos bíblicos fueran humildes de mente, hace descartar la idea de que la humildad equivale a debilidad. Al contrario, revela fortaleza de carácter, pues estas personas fueron valerosas y celosas. Aguantaron pruebas severas con gran entereza mental y moral (Hebreos, cap. 11). Y en la actualidad, los siervos de Jehová tienen una fortaleza similar cuando manifiestan humildad mental, pues Dios apoya a los humildes con su poderoso espíritu santo. Por ello, se nos hace esta exhortación: “Todos ustedes cíñanse con humildad mental los unos para con los otros, porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes. Humíllense, por lo tanto, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los ensalce al tiempo debido” (1 Pedro 5:5, 6; 2 Corintios 4:7).
22. ¿De qué tratará el artículo siguiente?
22 Hay otro aspecto positivo de la humildad mental que los siervos de Dios han de practicar. Este contribuye en gran medida a reforzar el espíritu de amor y cooperación en las congregaciones. De hecho, se trata de un ingrediente esencial de la humildad mental. Se hablará de ello en el artículo siguiente.
Repaso
◻ Describa el espíritu que predomina en este mundo.
◻ ¿Cómo favorece Jehová a los humildes de mente?
◻ ¿Por qué debe aprenderse la humildad mental?
◻ ¿Qué ejemplos bíblicos tenemos de personas que manifestaron humildad mental?
[Ilustración de la página 15]
El ángel dijo a Juan: “¡No hagas eso! Yo simplemente soy coesclavo tuyo”