Capítulo 13
Compre oro acrisolado por fuego
LAODICEA
1, 2. ¿Dónde está la última de las siete congregaciones que reciben un mensaje del glorificado Jesús, y qué rasgos distintivos tiene la ciudad?
LAODICEA es la última de las siete congregaciones que reciben un mensaje de Jesús resucitado. ¡Y qué iluminadora y estimuladora información comunica ese mensaje!
2 Hoy se pueden ver las ruinas de Laodicea cerca de Denizli, a unos 89 kilómetros (55 millas) al sudeste de Alasehir. En el primer siglo, Laodicea era una ciudad próspera. Estaba en un lugar donde se unían carreteras importantes, y era un centro bancario y comercial clave. Vendía una muy conocida pomada para los ojos que contribuía a su riqueza, y también era famosa por prendas de vestir de alta calidad hechas de excelente lana negra allí mismo. La falta de agua —un problema importante de la ciudad— se había resuelto encauzando aguas desde manantiales térmicos a alguna distancia. Así, para cuando el agua llegaba a la ciudad estaba solo tibia.
3. ¿Cómo comienza Jesús su mensaje a la congregación de Laodicea?
3 Laodicea estaba cerca de Colosas. Al escribir a los colosenses, el apóstol Pablo menciona una carta que había enviado a los laodicenses. (Colosenses 4:15, 16.) No sabemos lo que Pablo escribió en aquella carta, pero el mensaje que Jesús ahora envía a los laodicenses muestra que han caído en una condición espiritual lamentable. Pero, como de costumbre, Jesús primero atestigua su autoridad, diciendo: “Y al ángel de la congregación que está en Laodicea escribe: Estas son las cosas que dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación por Dios”. (Revelación 3:14.)
4. ¿Cómo es Jesús “el Amén”?
4 ¿Por qué se llama Jesús a sí mismo “el Amén”? Este título añade peso judicial a su mensaje. “Amén” es una transliteración de una palabra hebrea que significa “de seguro”, “así sea”, y se usa cuando se termina de orar como afirmación de lo que se expresa en las oraciones. (1 Corintios 14:16.) Jesús es “el Amén” porque su integridad perfecta y su muerte de sacrificio confirmaron y garantizaron el cumplimiento de todas las preciosas promesas de Jehová. (2 Corintios 1:20.) Desde aquel tiempo, es propio dirigir todas las oraciones a Jehová mediante Jesús. (Juan 15:16; 16:23, 24.)
5. ¿De qué manera es Jesús “el testigo fiel y verdadero”?
5 Jesús es también “el testigo fiel y verdadero”. Muchas veces se le asocia con la fidelidad, la verdad y la justicia, porque es completamente digno de confianza como siervo de Jehová Dios. (Salmo 45:4; Isaías 11:4, 5; Revelación 1:5; 19:11.) Es el más grande Testigo para Jehová. De hecho, como “el principio de la creación por Dios”, Jesús ha declarado la gloria de Dios desde el mismo comienzo. (Proverbios 8:22-30.) Como hombre en la Tierra, dio testimonio de la verdad. (Juan 18:36, 37; 1 Timoteo 6:13.) Después de su resurrección, prometió espíritu santo a sus discípulos y les dijo: “Serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”. Desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante, por dirección de Jesús estos cristianos ungidos predicaron las buenas nuevas “en toda la creación que está bajo el cielo”. (Hechos 1:6-8; Colosenses 1:23.) En verdad Jesús merece ser llamado el testigo fiel y verdadero. El prestar atención a sus palabras beneficiaría a los cristianos ungidos de Laodicea.
6. a) ¿Cómo describe Jesús la condición espiritual de la congregación de Laodicea? b) ¿Qué excelente ejemplo de Jesús no han seguido los cristianos de Laodicea?
6 ¿Qué mensaje tiene Jesús para los laodicenses? No tiene palabras de encomio. Les dice francamente: “Conozco tus hechos, que no eres ni frío ni caliente. Quisiera que fueras frío o, si no, caliente. Así, por cuanto eres tibio, y ni caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca”. (Revelación 3:15, 16.) ¿Cómo respondería usted a un mensaje como ese procedente del Señor Jesucristo? ¿No despertaría usted, y se examinaría? De seguro esos laodicenses tienen que despertar, pues en sentido espiritual se han hecho indolentes, porque, según parece, dan por sentadas muchas cosas. (Compárese con 2 Corintios 6:1.) Jesús, a quien como cristianos deberían haber imitado, siempre despliega celo ardiente por Jehová y su servicio. (Juan 2:17.) Además, para los mansos él siempre ha sido tierno y apacible, tan refrescante como un vaso de agua fría en un día de intenso calor. (Mateo 11:28, 29.) Pero los cristianos de Laodicea no son calientes ni fríos. Como las aguas que fluyen a su ciudad, se han hecho tibios. ¡Pudieran ser completamente rechazados por Jesús, ‘vomitados de su boca’! Que nosotros, por nuestra parte, nos esforcemos siempre celosamente, como lo hizo Jesús, por suministrar refrigerio espiritual a otros. (Mateo 9:35-38.)
“Dices: ‘Soy rico’”
7. a) ¿Cómo identifica Jesús la raíz del problema de los cristianos de Laodicea? b) ¿Por qué dice Jesús que aquellos cristianos laodicenses están ‘ciegos y desnudos’?
7 En verdad, ¿cuál es la raíz del problema de los laodicenses? Las siguientes palabras de Jesús nos dan una buena idea de ello: “Porque dices: ‘Soy rico y he adquirido riquezas y no necesito absolutamente nada’, pero no sabes que eres desdichado y lastimoso y pobre y ciego y desnudo”. (Revelación 3:17; compárese con Lucas 12:16-21.) Puesto que viven en una ciudad acaudalada, se sienten seguros porque poseen riquezas. Puede que su estilo de vida haya sido afectado por el estadio, los teatros y los gimnasios, y se hayan hecho “amadores de placeres más bien que amadores de Dios”a. (2 Timoteo 3:4.) Pero los laodicenses ricos en sentido material son pobres en sentido espiritual. Pocos son los ‘tesoros que tienen acumulados en el cielo’, si algunos. (Mateo 6:19-21.) No han mantenido su ojo sencillo dando el primer lugar en la vida al Reino de Dios. En realidad están en tinieblas, ciegos, sin visión espiritual. (Mateo 6:22, 23, 33.) Además, a pesar de la ropa fina que hayan comprado con su riqueza material, a los ojos de Jesús están desnudos. No tienen prendas de vestir espirituales que los identifiquen como cristianos. (Compárese con Revelación 16:15.)
8. a) ¿De qué manera existe también hoy una situación como la de Laodicea? b) ¿Cómo se han engañado a sí mismos algunos cristianos en este mundo dominado por la avidez?
8 ¡Qué mala condición! Pero ¿no es cierto que muchas veces vemos una situación parecida hoy día? ¿Qué raíz tiene esto? Es una actitud de autocomplacencia que brota de depender de las posesiones materiales y los recursos humanos. Como los que asisten a las iglesias de la cristiandad, algunos del pueblo de Jehová se han engañado pensando que pueden agradar a Dios con simplemente asistir de vez en cuando a las reuniones. Tratan de pasarla con simplemente dar una muestra de que son “hacedores de la palabra”. (Santiago 1:22.) A pesar de las advertencias que continuamente reciben de la clase Juan, ponen su corazón en ropa, automóviles y hogares de último estilo, y en una vida que tiene como centro la recreación y el placer. (1 Timoteo 6:9, 10; 1 Juan 2:15-17.) Todo esto resulta en un embotamiento de la percepción espiritual. (Hebreos 5:11, 12.) En vez de desplegar la tibieza de la indiferencia, es necesario que aviven “el fuego del espíritu” y desplieguen un deseo refrescante de ‘predicar la palabra’. (1 Tesalonicenses 5:19; 2 Timoteo 4:2, 5.)
9. a) ¿Qué palabras de Jesús deberían sacudir a los cristianos tibios, y por qué? b) ¿Cómo puede la congregación ayudar a las “ovejas” que se extravían?
9 ¿Cómo considera Jesús a los cristianos tibios? La franqueza de sus palabras debería sacudirlos: “No sabes que eres desdichado y lastimoso y pobre y ciego y desnudo”. Tienen la conciencia insensibilizada... a tal grado que ni siquiera se dan cuenta de su lamentable condición. (Compárese con Proverbios 16:2; 21:2.) Este grave estado de la congregación no puede ser pasado por alto como de poca importancia. Por dar un excelente ejemplo de celo, y por pastoreo amoroso, los ancianos y otras personas asignadas por ellos quizás puedan despertar a estas “ovejas” errantes para que adquieran de nuevo el gozo del servicio que se rinde con todo el corazón. (Lucas 15:3-7.)
Consejo sobre ‘enriquecerse’
10. ¿Qué es el “oro” que Jesús dice a los cristianos de Laodicea que compren de él?
10 ¿Hay remedio para la triste condición de Laodicea? Sí; si esos cristianos siguen este consejo de Jesús: “Te aconsejo que compres de mí oro acrisolado por fuego, para que te enriquezcas”. (Revelación 3:18a.) El verdadero “oro” cristiano, acrisolado por fuego y librado de toda escoria, los hará ‘ricos para con Dios’. (Lucas 12:21.) ¿Dónde pueden comprar tal oro? ¡No de los banqueros locales, sino de Jesús! El apóstol Pablo explicó lo que ese oro es cuando dijo a Timoteo que ordenara a los cristianos acaudalados “que trabajen en lo bueno, que sean ricos en obras excelentes, que sean liberales, listos para compartir, atesorando para sí con seguridad un fundamento excelente para el futuro”. Solo al gastarse de ese modo podrían “asirse firmemente de la vida que realmente lo es”. (1 Timoteo 6:17-19.) Aquellos laodicenses materialmente ricos deberían haber seguido el consejo de Pablo y haberse hecho ricos en sentido espiritual. (Véase también Proverbios 3:13-18.)
11. ¿Qué ejemplos de hoy día tenemos de personas que compran “oro acrisolado por fuego”?
11 ¿Hay ejemplos modernos de personas que compren “oro acrisolado por fuego”? ¡Sí, los hay! Hasta mientras se acercaba “el día del Señor”, un grupito de estudiantes de la Biblia iba despertando a la realidad de que muchas enseñanzas babilónicas de la cristiandad, tales como las de la Trinidad, la inmortalidad del alma, el tormento en un infierno de fuego, el bautismo de infantes y la adoración de imágenes (entre ellas la cruz y las imágenes de María) eran falsas. Al defender y apoyar la verdad bíblica, estos cristianos proclamaron el Reino de Jehová como la única esperanza de la humanidad, y el sacrificio de rescate de Jesús como el fundamento para la salvación. Casi 40 años antes de 1914 señalaron a ese año como el año indicado por la profecía bíblica para el fin de los “tiempos de los gentiles”, cuando tendrían lugar sucesos extraordinarios en la Tierra. (Revelación 1:10.)
12. ¿Quién estuvo entre los primeros cristianos que despertaron, y cómo dio un ejemplo sobresaliente de acumular tesoros en el cielo?
12 Entre aquellos cristianos que despertaban llevaba la delantera Charles Taze Russell, quien formó una clase de estudio bíblico en Allegheny (ahora parte de Pittsburgo), Pensilvania, E.U.A., a principios del octavo decenio del siglo XIX. Cuando empezó a buscar la verdad, Russell era socio de negocios de su padre e iba encaminado a ser millonario. Pero vendió su parte del negocio de tiendas en cadena y gastó su fortuna en ayudar a financiar la publicación del Reino de Dios por toda la Tierra. En 1884 Russell fue el primer presidente de la corporación conocida ahora como la Sociedad Watch Tower Bible and Tract de Pensilvania. En 1916 murió en un tren cerca de Pampa, Texas, de camino a Nueva York, agotado por su gira de predicación final en el oeste de los Estados Unidos. Dio un ejemplo sobresaliente de almacenar tesoros espirituales en el cielo, un ejemplo que hoy siguen centenares de miles de ministros precursores abnegados. (Hebreos 13:7; Lucas 12:33, 34; compárese con 1 Corintios 9:16; 11:1.)
Aplicación de la pomada espiritual para los ojos
13. a) ¿Cómo mejorará la pomada espiritual para los ojos la condición de los laodicenses? b) ¿Qué clase de prendas de vestir recomienda Jesús, y por qué?
13 Jesús también da esta firme amonestación a aquellos laodicenses: “Que compres [...] prendas de vestir exteriores blancas, para que llegues a estar vestido y para que la vergüenza de tu desnudez no quede manifiesta, y pomada para los ojos, para que te la frotes en los ojos a fin de que veas”. (Revelación 3:18b.) Deben buscar curación para su ceguedad espiritual comprando pomada curativa para los ojos, no la de los sanadores locales, sino de la clase que solo Jesús puede proveer. Esto les ayudaría a obtener discernimiento espiritual, para que anduvieran en “la senda de los justos” con sus radiantes ojos enfocados en hacer la voluntad de Dios. (Proverbios 4:18, 25-27.) Así se pueden poner, no las costosas prendas de vestir de lana negra que se hacen en la misma Laodicea, sino excelentes “prendas de vestir exteriores blancas” que proclaman que tienen el privilegio de ser seguidores de Jesucristo. (Compárese con 1 Timoteo 2:9, 10; 1 Pedro 3:3-5.)
14. a) ¿Qué pomada espiritual para los ojos se ha podido obtener desde 1879? b) ¿Cuál ha sido, esencialmente, la fuente del apoyo financiero de los testigos de Jehová? c) En el uso de las contribuciones, ¿cómo difieren de otros los testigos de Jehová?
14 ¿Hay pomada espiritual para los ojos en nuestros tiempos? ¡Claro que sí! En 1879, el pastor Russell, como afectuosamente le llamaban, empezó a publicar en defensa de la verdad la revista que hoy se conoce mundialmente como La Atalaya... Anunciando el Reino de Jehová. En su segundo número, él declaró: “[Esta revista] tiene, según creemos, a JEHOVÁ como su apoyador, y mientras así sea nunca suplicará ni pedirá apoyo a los hombres. Cuando Aquel que dice: ‘Todo el oro y la plata de las montañas son míos’ deje de proveer los fondos necesarios, entenderemos que ha llegado el tiempo para suspender la publicación”. Algunos evangelizadores de televisión han acumulado enormes fortunas y vivido en lujo desvergonzado (y a veces inmoral). (Revelación 18:3.) En contraste con ellos, los Estudiantes de la Biblia, conocidos hoy como testigos de Jehová, han usado todas las contribuciones no solicitadas que han recibido en organizar y dar adelanto a la predicación mundial del Reino entrante de Jehová. La clase Juan dirige hasta el día actual la publicación de La Atalaya y ¡Despertad!, revistas que en 2006 tuvieron una tirada combinada de más de 59.000.000 de ejemplares. La Atalaya se puede conseguir en unos ciento cincuenta idiomas. Es la publicación oficial de una congregación de más de seis millones de cristianos que han usado tal pomada espiritual para los ojos con el fin de percibir lo que es la religión falsa y comprender la urgencia de predicar ‘las buenas nuevas en todas las naciones’. (Marcos 13:10.)
Provecho de la censura y la disciplina
15. ¿Por qué aconseja con firmeza Jesús a los cristianos de Laodicea, y cómo debe reaccionar al consejo la congregación?
15 Regresemos a los laodicenses. ¿Cómo responderán al severo consejo de Jesús? ¿Deberían desanimarse y pensar que Jesús ya no quiere que sean sus seguidores? No, eso no es lo que sucede. El mensaje pasa a decir: “A todos aquellos a quienes les tengo cariño los censuro y los disciplino. Por lo tanto, sé celoso y arrepiéntete”. (Revelación 3:19.) Como sucede con la disciplina que viene de Jehová, la disciplina de Jesús es señal de su amor. (Hebreos 12:4-7.) La congregación laodicense debe aprovechar Su interés afectuoso y aplicar Su consejo. Deben arrepentirse, y reconocer que su tibieza equivale a pecar. (Hebreos 3:12, 13; Santiago 4:17.) Que sus ancianos abandonen sus caminos materialistas y ‘aviven como un fuego’ el don que tienen de Dios. Que todos los de la congregación, al curarse mediante la pomada espiritual para los ojos, se refresquen como con el agua fría de un manantial. (2 Timoteo 1:6; Proverbios 3:5-8; Lucas 21:34.)
16. a) ¿Cómo muestra Jesús hoy día su amor y cariño? b) Si recibimos consejo firme, ¿cómo debemos reaccionar?
16 ¿Qué hay de nosotros hoy? Jesús sigue ‘amando a los suyos que están en el mundo’. Hará esto “todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”. (Juan 13:1; Mateo 28:20.) Él muestra su amor y cariño mediante la clase Juan del día actual y las estrellas, o los ancianos, de la congregación cristiana. (Revelación 1:20.) En estos tiempos tan difíciles, los ancianos están profundamente interesados en ayudarnos a todos, seamos jóvenes o viejos, a mantenernos dentro de los confines del rebaño teocrático, resistiendo la independencia, la avidez materialista y la suciedad inmoral del mundo. Si a veces recibimos consejo o disciplina firme, recuerde que “las censuras de la disciplina son el camino de la vida”. (Proverbios 6:23.) Todos somos imperfectos y debemos ser celosos en arrepentirnos según sea necesario, para reajustarnos y permanecer en el amor de Dios. (2 Corintios 13:11.)
17. ¿Cómo pueden ser peligrosas en sentido espiritual para nosotros las riquezas?
17 No debemos permitir que el materialismo, las riquezas ni la ausencia de riquezas nos entibien. Las riquezas pudieran contribuir a que tuviéramos nuevas posibilidades de servicio, pero también pueden ser peligrosas. (Mateo 19:24.) El acomodado quizás piense que no tiene que ser tan celoso como otros en la predicación, con tal que haga donaciones generosas de vez en cuando. O pudiera pensar que el ser rico le da derecho a ciertos favores. Además, hay muchos placeres y pasatiempos de que puede disfrutar una persona rica que están vedados a otras. Pero esas diversiones consumen tiempo y pueden apartar del ministerio cristiano al que se descuida, de modo que se hace tibio. Evitemos todos esos lazos y sigamos “trabajando duro y esforzándonos” de todo corazón, con la vida eterna en mira. (1 Timoteo 4:8-10; 6:9-12.)
Participación en ‘la cena’
18. ¿Qué oportunidad pone Jesús ante los cristianos de Laodicea?
18 Jesús pasa a decir: “¡Mira! Estoy de pie a la puerta, y toco. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, yo entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo”. (Revelación 3:20.) Si los cristianos laodicenses tan solo recibieran a Jesús en su congregación, ¡él les ayudaría a vencer su tibieza! (Mateo 18:20.)
19. ¿Qué da a entender Jesús cuando promete cenar con la congregación de Laodicea?
19 Sin duda el que Jesús mencione la cena les recuerda a los laodicenses las ocasiones en que él comió con sus discípulos. (Juan 12:1-8.) Los presentes siempre recibieron bendiciones espirituales en ellas. También, después de la resurrección de Jesús hubo ocasiones notables en que él estuvo en una comida con sus discípulos, y los fortaleció en gran manera. (Lucas 24:28-32; Juan 21:9-19.) Por eso, su promesa de entrar en la congregación laodicense y cenar con ellos es una promesa de llevarles ricos beneficios espirituales si tan solo ellos lo reciben.
20. a) Al principio del día del Señor, ¿qué resultado tuvo la tibieza de la cristiandad? b) ¿Cómo ha afectado a la cristiandad el juicio que ha dictado Jesús?
20 La amorosa exhortación de Jesús a los laodicenses tiene gran significado para los cristianos ungidos restantes de hoy. Algunos de ellos recuerdan que al principio del día del Señor los religiosos de la cristiandad manifestaron una tibieza sorprendente. En vez de regocijarse por la vuelta de nuestro Señor en 1914, los clérigos de la cristiandad se implicaron en la matanza de la I Guerra Mundial, en la cual 24 de las 28 naciones contendientes afirmaban ser cristianas. ¡Cuán pesada culpa por derramamiento de sangre! Durante la II Guerra Mundial, que también se peleó principalmente en la cristiandad, de nuevo los pecados de la religión falsa ‘se amontonaron hasta llegar al cielo’. (Revelación 18:5.) Además, el clero ha vuelto la espalda al Reino entrante de Jehová al dar su apoyo a la Sociedad de Naciones, la Organización de Naciones Unidas y movimientos nacionalistas, revolucionarios, ninguno de los cuales puede resolver los problemas de la humanidad. Desde hace mucho tiempo Jesús ha rechazado a la cristiandad, pues la ha juzgado y la ha desechado, tal como un pescador desecha los pescados no apropiados que ha sacado en su red. La triste condición de las iglesias de la cristiandad hoy día atestigua que ha sido juzgada así. ¡Que el fin que le vendrá nos sirva de advertencia! (Mateo 13:47-50.)
21. Desde 1919 en adelante, ¿cómo han respondido los cristianos de la verdadera congregación a las palabras que Jesús dirigió a los cristianos de Laodicea?
21 Hasta dentro de la congregación verdadera ha habido individuos tibios que son como una bebida que ni estimula por ser caliente ni refresca por ser fría. Pero Jesús ha mostrado que él todavía ama afectuosamente a su congregación. Se hace accesible a los cristianos que responden con hospitalidad, y muchos lo han recibido, como si fuera en una cena. Como resultado de esto, desde 1919 en adelante los ojos de ellos han sido abiertos al significado de las profecías bíblicas. Han disfrutado de un período de gran iluminación. (Salmo 97:11; 2 Pedro 1:19.)
22. ¿Qué cena futura pudo haber tenido presente Jesús, y quiénes participarán en ella?
22 Al dirigir su carta a los laodicenses, Jesús quizás haya tenido presente otra cena. Leemos después en Revelación: “Felices son los invitados a la cena de las bodas del Cordero”. Este es el majestuoso banquete de victoria en alabanza a Jehová después que él ha ejecutado juicio sobre la religión falsa... un banquete en que participan Cristo y su novia completa de 144.000 miembros en el cielo. (Revelación 19:1-9.) Miembros de aquella antigua congregación de Laodicea que respondieron —sí, y hermanos fieles de Cristo Jesús de hoy, que llevan prendas de identificación limpias como cristianos ungidos genuinos— todos banquetearán con su Novio en esa cena. (Mateo 22:2-13.) ¡Qué vigoroso estímulo para que uno ‘sea celoso y se arrepienta’!
Un trono para los vencedores
23, 24. a) ¿De qué otra recompensa habla Jesús? b) ¿Cuándo se sentó Jesús sobre su trono mesiánico, y cuándo empezó a juzgar a los que afirmaban ser cristianos? c) ¿Qué maravillosa promesa hizo Jesús a sus discípulos cuando instituyó la Conmemoración de su muerte?
23 Jesús menciona otra recompensa, diciendo: “Al que venza, le concederé sentarse conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi Padre en su trono”. (Revelación 3:21.) En cumplimiento de las palabras de David en Salmo 110:1, 2, Jesús, quien se mantuvo íntegro y venció al mundo, fue resucitado en 33 E.C. y ensalzado para sentarse con su Padre en Su trono celestial. (Hechos 2:32, 33.) En otro año crucial, 1914, Jesús llegó para sentarse en su propio trono mesiánico como Rey y Juez. Al parecer, el juicio empezó en 1918 con los que se llamaban a sí mismos cristianos. Entonces los vencedores ungidos que habían muerto antes de ese tiempo serían resucitados y se unirían a Jesús en su Reino. (1 Pedro 4:17.) Él les había prometido esto al instituir la Conmemoración de su muerte, cuando dijo a sus discípulos: “Yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel”. (Lucas 22:28-30.)
24 ¡Qué maravillosa asignación!... ¡sentarse con el Rey en su gobierno durante “la re-creación” y participar con él, sobre la base de su sacrificio perfecto, en elevar al mundo de la humanidad obediente a la perfección edénica! (Mateo 19:28; 20:28.) Como nos informa Juan, Jesús hace que los que vencen sean “un reino, sacerdotes para su Dios y Padre”, de modo que ocupen tronos alrededor del propio magnífico trono celestial de Jehová. (Revelación 1:6; 4:4.) ¡Que todos nosotros —seamos de los ungidos o de la sociedad de la nueva tierra que espera participar en la restauración del Paraíso— tomemos a pecho las palabras de Jesús a los laodicenses! (2 Pedro 3:13; Hechos 3:19-21.)
25. a) Como en el caso de los mensajes anteriores, ¿cómo termina Jesús su mensaje a Laodicea? b) ¿Cómo deben responder individualmente hoy los cristianos a las palabras de Jesús a la congregación de Laodicea?
25 Como en el caso de los mensajes anteriores, Jesús termina este con palabras de exhortación: “El que tenga oído, oiga lo que el espíritu dice a las congregaciones”. (Revelación 3:22.) Vivimos bien adentrados en el tiempo del fin. Por todos lados nos rodea la evidencia de que, en lo que tiene que ver con el amor, la cristiandad está fría. En contraste, que nosotros como verdaderos cristianos respondamos fervorosamente al mensaje de Jesús a la congregación de Laodicea, sí, a los siete mensajes de nuestro Señor a las congregaciones. Podemos hacer eso si participamos vigorosamente en el cumplimiento de la gran profecía de Jesús para nuestro tiempo: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:12-14.)
26. ¿Cuándo habla de nuevo Jesús directamente a Juan, pero en qué participa?
26 El consejo de Jesús a las siete congregaciones termina. Él no habla de nuevo a Juan en Revelación sino hasta el capítulo final, pero participa en muchas de las visiones, por ejemplo, en ejecutar los juicios de Jehová. Junto con la clase Juan examinemos ahora la segunda notable visión que revela el Señor Jesucristo.
[Nota]
a Excavaciones arqueológicas en Laodicea han desenterrado estas localidades.
[Recuadro de la página 73]
Materialismo contra sabiduría
Allá en 1956, un columnista escribió: “Se calcula que hace un siglo el hombre promedio tenía 72 deseos, 16 de los cuales se consideraban necesidades. Hoy se calcula que el hombre promedio tiene 474 deseos, 94 de los cuales se consideran necesidades. Hace un siglo el comercio instaba al hombre promedio a comprar 200 artículos... pero hoy el comprador tiene que luchar contra los esfuerzos de venta que le ofrecen 32.000 artículos diferentes. Las necesidades del hombre son pocas... sus deseos no tienen límite”. Hoy se bombardea a la gente con la idea de que la riqueza material y las posesiones materiales son lo principal en la vida. Por eso, muchos pasan por alto el sabio consejo de Eclesiastés 7:12: “La sabiduría es para una protección lo mismo que el dinero es para una protección; pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría misma conserva vivos a sus dueños”.
[Ilustración de la página 67]
El agua que llegara a Laodicea sería desagradablemente tibia. Los cristianos de Laodicea tenían un espíritu tibio poco satisfactorio