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Un campo que produce trigo y mala hierbaLa Atalaya 1981 | 15 de diciembre
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Un campo que produce trigo y mala hierba
“Explícanos la ilustración de la mala hierba en el campo.”—Mat. 13:36.
1, 2. (a) Con respecto a la siembra, ¿en qué principios se puede confiar? (b) ¿Qué ilustración se basa en estos dos principios?
“SIEMBRA y cosecha” constituyen uno de los ciclos que Jehová Dios dijo en su corazón que nunca cesarían “durante todos los días que continúe la tierra.” (Gén. 8:21, 22) El apóstol Pablo expresó un principio básico relacionado con esto cuando escribió: “Cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.”—Gál. 6:7.
2 Sobre la base de estos hechos fundamentales, cierto agricultor que había trabajado duro y sembrado trigo bueno al tiempo de la siembra estaba seguro de que al debido tiempo habría una siega. Una cosa lógicamente seguiría a la otra. Así mismo, cuando cierto tiempo después los trabajadores de su campo le informaron que su campo no solo estaba produciendo trigo, sino también cierta mala hierba, estaba seguro de que se había cometido una vileza. Sabía lo que él había sembrado: trigo, no mala hierba. Este cambio en la situación exigía una decisión. Sus empleados sugirieron que tomara acción inmediata. Querían desarraigar la mala hierba en seguida, pero el agricultor prudente templó su vehemencia. Les dijo que esperaran, por temor de que lastimaran el trigo al desarraigar la mala hierba. Que dejaran que ambos crecieran juntos. La época de la siega sería el tiempo propicio para separar el trigo genuino del falso.
3. ¿Qué desenvolvimientos importantes relacionados con el Reino ilustró Jesús, y de qué sería un rasgo la obra de separar?
3 Jesucristo se valió de esta ilustración para representar ciertos desenvolvimientos en la obra que él había comenzado en la Tierra. Aquella obra de sembrar tenía por propósito producir la cosecha necesaria de cristianos verdaderos que habrían de estar asociados con él en el gobierno celestial que se conoce como “el reino de los cielos.” Así predijo que el enemigo Satanás el Diablo invadiría su buena siembra. El campo no solo produciría la siega deseada de cristianos verdaderos semejantes a trigo, sino también una cosecha de cristianos falsos parecidos a mala hierba. Se permitiría que ambos crecieran juntos hasta el tiempo de la siega, cuando se efectuaría el trabajo de separarlos. Además, esta obra de separarlos sería otro rasgo de los “últimos días,” la “conclusión de un sistema de cosas.”—Mat. 13:24-30, 36-43; compare con Mateo 24:3; 2 Timoteo 3:1.
4. ¿Por qué debería interesarnos esta ilustración?
4 ¿Se interesa usted en ver el fin del inicuo sistema de cosas actual? ¿Le afectará a usted personalmente el resultado de esta obra de cosechar? Y, a propósito, ¿proporciona la ilustración de Jesús una clave para entender la historia del cristianismo a través de los siglos? Veamos.
LA PARÁBOLA DEL TRIGO Y LA MALA HIERBA
5, 6. (a) En esta parábola, ¿por qué no puede referirse al gobierno celestial de Cristo la expresión “el reino de los cielos”? (b) ¿A qué, pues, hacen referencia las ilustraciones del reino, y qué ilustran?
5 A la orilla del mar de Galilea, no muy lejos de la casa en la que estaba alojado, Jesús dio a conocer esta parábola a sus discípulos y a una grande multitud de personas curiosas, al decir: “El reino de los cielos ha llegado a ser semejante a un hombre que sembró semilla excelente en su campo. Mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sobresembró mala hierba entre el trigo, y se fue. Cuando brotó el tallo y produjo fruto, entonces apareció también la mala hierba.”—Mat. 13:24-26.
6 El echar un vistazo a las otras ilustraciones del Reino registradas en el capítulo 13 de Mateo nos ayuda a comprender que según se usa la expresión “el reino de los cielos” en estas ilustraciones no puede referirse al gobierno o reino mesiánico en estado completo en los cielos. ¿Puede uno imaginarse a la “mala hierba,” la “maldad” semejante a levadura (Mt 13 versículo 33; 1 Cor. 5:8) o a personas a quienes se compara a “peces” inicuos, inapropiados (Mt 13 versículos 47-50), asociados con Cristo en su reino celestial? ¡Difícilmente! Por lo tanto, estas ilustraciones tienen que referirse a desenvolvimientos buenos y malos que ocurren al ir escogiéndose a los que estarían asociados en el futuro con Cristo en “el reino de los cielos.” En particular, la parábola del trigo y la mala hierba ilustra una condición que existiría en la Tierra entre los que afirman que se les ha llamado para reinar con Cristo en su reino. Se permitiría que esta situación existiera por un tiempo, antes que se le pusiera fin en la “siega” simbólica.
7, 8. (a) ¿Quién es el “Hijo del hombre”? (b) ¿Qué otra profecía menciona al “hijo del hombre” y a los que son simbolizados por la “semilla excelente”?
7 Más tarde, Jesús mismo explicó el significado simbólico del “amo de casa,” o del “hombre que sembró,” “su campo,” la “semilla excelente,” “su enemigo” y la “mala hierba.” El relato dice: “Después de despedir a las muchedumbres entró en la casa. Y sus discípulos vinieron a él y dijeron: ‘Explícanos la ilustración de la mala hierba en el campo.’ En respuesta dijo: ‘El sembrador de la semilla excelente es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; en cuanto a la semilla excelente, éstos son los hijos del reino; pero la mala hierba son los hijos del inicuo, y el enemigo que la sembró es el Diablo.’”—Mat. 13:36-39.
8 Jesús se identificó a sí mismo como el “Hijo del hombre.” (Mat. 8:20; 25:31; 26:64) Es de interés que fue en relación con el Reino que a Jesús se le llamó proféticamente el “hijo del hombre” en una visión que recibió Daniel. Aquella profecía declara: “A él [al “hijo del hombre”] fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación indefinidamente duradera que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.” La visión profética muestra que el Hijo del hombre tendría compañeros que gobernarían con él, puesto que dice: “Y el reino y la gobernación y la grandeza de los reinos bajo todos los cielos fueron dados al pueblo que son los santos del Supremo. Su reino es un reino indefinidamente duradero, y todas las gobernaciones servirán y obedecerán aun a ellos.”—Dan. 7:13, 14, 27.
SEMBRANDO LA “SEMILLA EXCELENTE”
9. ¿Qué es el “campo,” y por qué ha sembrado Jesús “semilla excelente” en éste?
9 Es con la mira de recoger del mundo el número que se requiere de tales “santos,” o “hijos del reino,” que Jesús, el “amo de casa” de la parábola, siembra “semilla excelente en su campo.” Se explica que este “campo” es “el mundo [griego: kosmos],” el mundo de la humanidad. Desde el tiempo en que Jesús realizó su ministerio terrestre en adelante, la humanidad llegó a ser un ‘campo bajo cultivo,’ un campo religioso que ofrecía la oportunidad de sembrar y cultivar en él la “semilla excelente,” o “los hijos del reino.” (1 Cor. 3:9) Durante los tres años y medio de su ministerio terrestre Jesús preparó celosamente la parte judía del “campo.” (Mat. 9:35-38) Entonces, desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante, sembró “semilla excelente,” primero entre los judíos, y por fin en todo el mundo, o “campo.”—Hech. 1:8.
10. ¿Cuánto logró progresar entre los judíos y los prosélitos la obra de sembrar?
10 Al explicar la “semilla excelente,” Jesús dijo: “Estos son los hijos del reino.” Los primeros de estos “hijos del reino” ungidos y engendrados por espíritu fueron los fieles apóstoles de Jesús y unos cien discípulos más, tanto hombres como mujeres, que, estando reunidos en Jerusalén, recibieron el don del espíritu santo en el Pentecostés de 33 E.C. (Hech. 1:13-15; 2:1-4) Aquel mismo día, aproximadamente otras 3.000 personas, tanto judíos como prosélitos, fueron agregadas a la congregación cristiana recién fundada. (Hech. 2:5-11, 41) Jehová bendijo esta obra de sembrar y “continuó uniendo diariamente a ellos los que se iban salvando,” de modo que pronto “vino a ser el número de los varones [posiblemente sin contar a las mujeres] como cinco mil.” Poco después, el relato añade: “Siguieron añadiéndose creyentes en el Señor, multitudes de varones así como de mujeres.” (Hech. 2:47; 4:4; 5:14) La obra de sembrar estaba progresando rápidamente entre los judíos y los prosélitos.
11. ¿Cómo progresó la siembra entre los samaritanos y los no judíos?
11 Después de haber hecho arreglos para que se sembraran las semillas entre los samaritanos (Hech., cap. 8), el Sembrador Jesús, por medio del espíritu santo, extendió la obra de sembrar a los no judíos o gentiles incircuncisos. (Hech., cap. 10; 13:1-5, 46, 47) Dentro de unas cuantas décadas se establecieron congregaciones cristianas desde el África del Norte hasta el mar Negro y desde Babilonia hasta Italia y quizás aún más lejos hacia el oeste. (Hech. 2:5-11; 1 Ped. 5:13; Rom. 15:24; Col. 1:5, 6, 23) Como resultado de sembrar con celo, ‘hubo tallos brotando y produciendo fruto.’—Mat. 13:26.
SE SOBRESIEMBRA LA MALA HIERBA
12, 13. ¿Quién es el “enemigo,” y cómo sembró mala hierba “mientras dormían los hombres”?
12 Pero se estaba tramando algo malo. La parábola de Jesús había advertido: “Mientras dormían los hombres, vino su enemigo [el del Sembrador] y sobresembró mala hierba entre el trigo, y se fue. Cuando brotó el tallo y produjo fruto, entonces apareció también la mala hierba.” (Mat. 13:25, 26) Jesús identificó a “su enemigo” como “el Diablo,” que haría su trabajo de sabotaje “mientras dormían los hombres.” En la Biblia, el “sueño” o el estar ‘dormido’ puede simbolizar el estado de muerte o de somnolencia espiritual. (Mat. 9:24; Rom. 13:11; 1 Tes. 5:6) Después de haber hablado de ‘terminar su carrera,’ Pablo dijo a los ancianos de la congregación cristiana de Éfeso: “Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí. Por lo tanto manténganse despiertos.”—Hech. 20:24-31.
13 Los hechos históricos muestran que fue “mientras dormían los hombres” que Satanás “vino . . . y sobresembró mala hierba entre el trigo.” Una vez que los apóstoles, que en conjunto ‘obraban como restricción’ a la apostasía, empezaron a dormirse en la muerte, muchos ancianos cristianos dejaron de ‘mantenerse despiertos.’ (2 Tes. 2:3, 6-8) Dejándose vencer por la somnolencia espiritual, no protegieron a los “hijos del reino” de los “lobos opresivos” que empezaron a entrar entre ellos. Esta era la “mala hierba” sembrada entre la “semilla excelente.” Haciendo referencia al fin del período apostólico que se acercaba, Juan, el último en morir de los apóstoles, escribió: “Es la última hora, y, así como han oído que el anticristo viene, aun ahora han llegado a haber muchos anticristos; del cual hecho adquirimos el conocimiento de que es la última hora. Ellos salieron de entre nosotros, pero no eran de nuestra clase; porque si hubieran sido de nuestra clase, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron para que se mostrase a las claras que no todos son de nuestra clase.”—1 Juan 2:18, 19.
14. ¿Qué información se da acerca de la clase de mala hierba a la que se hace referencia en la parábola de Jesús?
14 Jesús declaró: “La mala hierba son los hijos del inicuo.” (Mat. 13:38) En su libro Natural History of the Bible, H. B. Tristram comenta sobre la clase de mala hierba a la que se hace referencia en esta parábola. Escribe: “La cizaña (zizania) es igual al zawân arábico, del cual se deriva el nombre griego, el Lolium temulentum, o la borrachuela. . . . Es una clase de ballico, y es la única variedad de la familia de las gramíneas cuyas semillas son venenosas. La derivación de zawân es de zân, ‘vomitar,’ pues el comer la cizaña produce náuseas violentas, convulsiones y diarrea, que frecuentemente termina en muerte. La planta, que tiene una hoja más ancha que la mayoría de las hierbas silvestres, se parece del todo al trigo hasta que aparece la espiga.”
15. (a) ¿Es la “mala hierba” “trigo” degenerado? (b) Por lo tanto, ¿de qué no es culpable el “Hijo del hombre”?
15 Debe notarse que la “mala hierba” no es, como antes creían algunos talmudistasa judíos y otros, una forma degenerada del trigo. La semilla del trigo nunca se transforma en mala hierba. Esto sería contrario a la inmutable ley de Jehová: “Haga brotar la tierra hierba, vegetación que dé semilla, árboles frutales que lleven fruto según sus géneros.” (Gén. 1:11, 12) Este hecho científico exculpa al “Hijo del hombre,” Cristo Jesús, el “sembrador de la semilla excelente,” de cualquier responsabilidad de lo que sucedió en “su campo.” La “semilla excelente” que él sembró nunca se hubiese convertido en una cosecha de mala hierba. Solo podía producir “trigo,” o verdaderos “hijos del reino.” La situación que se desarrolló más tarde en su “campo” fue el resultado directo de la acción deliberada y maliciosa de su enemigo que sobresembró el campo con “mala hierba,” o “hijos del inicuo.”
16. ¿Qué interés histórico tiene la parábola del “trigo” y la “mala hierba”?
16 Así, la ilustración de Jesús del “trigo” y la “mala hierba” es muy útil para explicar la historia del cristianismo en el transcurso de los siglos. Los hechos históricos muestran que, después de la muerte de los apóstoles, Satanás introdujo en las congregaciones de los verdaderos cristianos mucha “mala hierba,” muchos “lobos opresivos” y “anticristos,” exactamente como lo habían predicho Jesús, Pablo, Pedro, Juan y Judas. (Hech. 20:29; 2 Ped. 2:1-3; 1 Juan 2:18; Jud. 4) Ha sucedido exactamente como declaró Jesús: “Cuando brotó el tallo y produjo fruto, entonces apareció también la mala hierba.”—Mat. 13:26.
17. ¿Cuándo se hizo especialmente patente la “mala hierba”?
17 Esta “mala hierba” se hizo especialmente patente durante los siglos segundo y tercero, puesto que en esa época los llamados padres de la iglesia empezaron a enseñar tales doctrinas antibíblicas como la inmortalidad inherente del alma, el fuego del infierno y la Trinidad. Muchos de estos hombres eran filósofos más bien que verdaderos superintendentes cristianos que se mantuvieran fieles a las enseñanzas de la Biblia. El punto culminante se alcanzó a principios del cuarto siglo, cuando el emperador pagano Constantino fusionó este cristianismo apóstata con la religión pagana de Roma. Este cristianismo falso, en sus variedades católica romana, ortodoxa rusa, ortodoxa griega y protestante, ha producido una cosecha abundante de “mala hierba” no solo en el transcurso de los siglos, sino también hasta el mismísimo tiempo actual.
“DEJEN QUE AMBOS CREZCAN JUNTOS”
18. Según la parábola de Jesús, ¿qué otros desenvolvimientos hay?
18 Esta situación no pudo menos que perturbar a los “esclavos” del “Hijo del hombre.” La parábola de Jesús continúa así: “De modo que los esclavos del amo de casa vinieron y le dijeron: ‘Amo, ¿no sembraste semilla excelente en tu campo? ¿Cómo sucede, pues, que tiene mala hierba?’ Él les dijo: ‘Un enemigo, un hombre, hizo esto.’ Ellos le dijeron: ‘¿Quieres, pues, que vayamos y la recojamos?’ Él dijo: ‘No; no sea que por casualidad, al recoger la mala hierba, desarraiguen el trigo junto con ella. Dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega; y en la época de la siega diré a los segadores: Recojan primero la mala hierba y átenla en haces para quemarla, entonces pónganse a juntar el trigo en mi granero.’”—Mat. 13:27-30.
19. ¿Por qué se sintieron afligidos los “esclavos del amo de casa”?
19 Jesús no explica si los “esclavos” perturbados (Mt 13 versículo 27) y los “segadores” (Mt 13 versículo 30) son los mismos. si lo son, esto significaría que los ángeles se sintieron afligidos ante el crecimiento abundante de “mala hierba” en el campo de su Amo. (Mat. 13:39) Estos “esclavos” preguntaron si deberían desarraigar inmediatamente la cizaña aristada, que simbolizaba a los “hijos del inicuo.” (Mat. 13:38) Temían que estos cristianos falsos, o “mala hierba,” que el “enemigo,” el Diablo, había sembrado maliciosamente, ahogaran el “trigo” auténtico, los verdaderos “hijos del reino.”
20. ¿Qué respuesta dio el “amo de casa” a sus “esclavos,” y cómo ha comprobado la realidad de esto la historia?
20 Pero el “amo de casa,” el “Hijo del hombre,” no autorizó a sus “esclavos” a salir y recoger la “mala hierba,” o seudocristianos, y separar a éstos del “trigo,” los verdaderos cristianos. Dijo: “Dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega.” Y así ha sucedido que el cristianismo verdadero y el falso han crecido juntos en el “campo,” o “mundo,” de la humanidad. No obstante, tenía que llegar la “época de la siega.” ¿Cuándo? Y ¿cómo le afecta esto a usted?
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Segando en el “tiempo del fin”La Atalaya 1981 | 15 de diciembre
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Segando en el “tiempo del fin”
“La siega es una conclusión de un sistema de cosas.”—Mat. 13:39.
1. ¿Por qué nos proporciona la “siega” que Jesús predijo una razón doble para estar gozosos?
UNA buena siega es siempre motivo de gozo y agradecimiento. Es el tiempo en que se cosechan los frutos de una larga y dura labor. La siega predicha en la parábola de Cristo sobre el “trigo” y la “mala hierba” proveería una razón doble para que toda la humanidad se regocijara. ¿Por qué? No solo porque significaría la recolección de la cantidad requerida de “hijos del reino,” o los “santos,” quienes estarían asociados con Cristo en su “gobernación indefinidamente duradera,” con lo cual se aseguraría un buen gobierno para la Tierra, sino también porque esta “siega” sería en sí misma prueba de que estaríamos viviendo en la “conclusión del sistema de cosas” y en los umbrales de un justo nuevo orden. —Dan. 7:14, 27; Mat. 13:38, 39; 2 Ped. 3:13.
“SYNTÉLEIA” Y “TELOS”
2. ¿Por qué es más acertado traducir la palabra griega syntéleia “conclusión” y no “fin”?, y por eso, ¿con qué período que se menciona en el libro de Daniel corresponde la syntéleia?
2 Jesús no dijo que la “siega” o cosecha es “el fin del mundo” como quisieran hacernos creer algunas traducciones de la Biblia. (Versión Valera, Rev. 1977; Nueva Biblia Española; La Biblia de Jerusalén) Tales traducciones no hacen distinción entre las dos palabras griegas syntéleia y telos. El Expository Dictionary of New Testament Words de W. E. Vine explica lo siguiente sobre la palabra syntéleia: “La palabra no significa una terminación, sino el desarrollo de acontecimientos que conducen a una culminación señalada.” Por eso, cuando Jesús dijo que “la siega es una conclusión [syntéleia] de un sistema de cosas,” estaba hablando de un período de actividad que tendría un principio y un fin. Según Mateo 13:30, Jesús mencionó “la época de la siega,” obviamente para aludir a un período, al que el profeta Daniel llamó “el tiempo del fin.” (Dan. 12:4) Es interesante notar que cuando los traductores de la Versión de los Setenta en griego tradujeron este versículo del libro de Daniel usaron la palabra syntéleia.
3. ¿Con qué está relacionada la “época de la siega,” y qué significa y a qué se refiere la palabra griega telos que se usa en Mateo 24:14?
3 Se usa esta misma palabra en Mateo 24:3, donde los discípulos preguntaron a Jesús: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión [syntéleia] del sistema de cosas?” De modo que la “época de la siega” está relacionada con la presencia invisible de Cristo como Segador. En respuesta a la pregunta de sus discípulos, Jesús enumeró los siguientes rasgos de la señal: guerra internacional, escaseces de alimento, pestes, grandes terremotos, desafuero y un ambiente general de temor. (Compare los relatos paralelos de Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21.) Entonces, para mostrar que la “época de la siega” llegaría a un fin, él agregó: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin [telos].” (Mat. 24:14) La palabra telos significa “fin,” “en el sentido de terminación, cesación . . . la última parte, el cierre, la conclusión esp[ecialmente] de las últimas cosas, el acto final en el drama cósmico.”a
4. ¿Cuándo comenzó la “conclusión,” o el “tiempo del fin”?, y por eso, ¿qué se puede decir con relación a la “siega”?
4 Los hechos de la historia moderna desde 1914, los cuales cumplen la profecía bíblica, prueban que el actual sistema de cosas está bien avanzado en su “tiempo del fin,” o “conclusión” (syntéleia). Somos testigos de lo que, según dijo W. E. Vine, es “el desarrollo de acontecimientos que conducen a una culminación señalada” o un fin (telos). Por lo tanto, la “siega” de la ilustración de Jesús tiene que estar en progreso, de hecho, tiene que estar llegando a su culminación. ¿Se han visto desde 1914 los acontecimientos predichos en el resto de la parábola?
“LA MIES DE LA TIERRA ESTÁ CABALMENTE MADURA”
5. Al tiempo de la siega, ¿qué mandaría hacer el “Hijo del hombre” a sus ángeles?
5 Jesús continuó su explicación de “la ilustración de la mala hierba en el campo” diciendo: “La siega es una conclusión de un sistema de cosas, y los segadores son los ángeles. De manera que, así como se recoge la mala hierba y se quema con fuego, así será en la conclusión del sistema de cosas. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y ellos recogerán de su reino todas las cosas que hacen tropezar y a los que cometen desafuero, y los arrojarán en el horno ardiente. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes.”—Mat. 13:39-42.
6. ¿Entre quiénes se dejó que creciera el “trigo”?
6 Al tiempo de “la conclusión del sistema de cosas,” el “Hijo del hombre” enviaría a los “segadores,” o sea, los ángeles, para que desarraigaran de entre los verdaderos “hijos del reino” “todas las cosas que hacen tropezar y a los que cometen desafuero.” Como se mostró en el artículo anterior, el que el Diablo sembrara “mala hierba” durante la noche ha traído como resultado apostasía organizada, cristianismo falso bajo una jerarquía de líderes religiosos opresivos que llegaron a formar el “hombre de desafuero,” predicho por el apóstol Pablo. (2 Tes. 2:3-12) Se dejó que el “trigo” verdadero creciera entre esta “mala hierba” hasta el “tiempo del fin.” Entonces el “Hijo del hombre” mandaría a los “segadores” a separar a los “hijos del reino” de los “hijos del inicuo.”
7. ¿Qué profecía paralela nos ayuda a identificar el tiempo de la siega?
7 ¿Cuándo comenzó esta obra de separación? Una interesante profecía que tiene un paralelo con esta ilustración nos ayuda a determinar sin lugar a dudas cuándo habría de comenzar. La profecía dice así: “Y vi, y, ¡miren! una nube blanca, y sobre la nube alguien sentado semejante a hijo de hombre, con una corona de oro sobre su cabeza y una hoz aguda en su mano. Y otro ángel salió del santuario del templo, clamando con una voz fuerte al que estaba sentado sobre la nube: ‘Pon dentro tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar, porque la mies de la tierra está cabalmente madura.’ Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz sobre la tierra, y la tierra fue segada.”—Rev. 14:14-16.
8. ¿Cómo se describe al “Hijo del hombre” en Revelación 14:14?, y por eso, ¿después de qué acontecimiento debe haber comenzado la siega?
8 Aquí vemos al “Hijo del hombre,” Jesucristo, no como sembrador sembrando “semilla excelente en su campo,” sino como un rey coronado que entra en acción para segar la “mies de la tierra.” El que esté sentado en una nube simboliza su presencia invisible. (Hech. 1:9-11; Rev. 1:7) Por eso, la “siega” tiene que efectuarse durante la presencia de Cristo, después de haber sido coronado y de haber recibido “gobernación y dignidad y reino” de parte de Jehová, el “Anciano de Días.” (Dan. 7:13, 14) Así que la siega comenzó en algún momento después de 1914, el año que marcó el comienzo del “tiempo del fin” o de la “conclusión del sistema de cosas.”
9. ¿Cuándo comenzó la obra de separación?
9 ¿En qué fecha, después de 1914, ‘envió’ “a sus ángeles” el Hijo del hombre para que separaran a los “hijos del reino” de “los hijos del inicuo,” el “trigo” de imitación, o sea, “los que cometen desafuero,” entre los cuales está el “hombre de desafuero,” los líderes religiosos del cristianismo falso? La respuesta tiene que estar en armonía con los hechos, y éstos muestran que en 1919 a los “hijos del reino” engendrados por espíritu santo, ungidos, simbolizados por el “trigo,” se les comenzó a liberar de la “mala hierba,” o cristianos falsos, que habían contaminado el campo religioso de la humanidad. La “mies de la tierra” estaba madura y había llegado el tiempo para que el “Hijo del hombre” metiera la hoz y segara. La parábola muestra que él hizo esto mediante sus “segadores,” los ángeles.
SE RECOGE LA MALA HIERBA PARA QUEMARLA
10. ¿Por qué fue difícil identificar al “trigo” verdadero durante tantos siglos, pero desde cuándo ha sido posible distinguir claramente entre el “trigo” y la “mala hierba”?
10 En su “ilustración de la mala hierba en el campo,” Jesús dijo: “En la época de la siega diré a los segadores: Recojan primero la mala hierba y átenla en haces para quemarla.” (Mat. 13:30) Por siglos la prolífera “mala hierba,” o cristianos apóstatas, quienes afirmaban tener la esperanza celestial como herederos del reino, había oscurecido la clara identidad del “trigo” o los verdaderos “hijos del reino.” Solo después de 1919, cuando los verdaderos cristianos engendrados por espíritu fueron liberados de Babilonia la Grande, el imperio mundial de religión falsa del Diablo, se hizo claramente visible la diferencia entre el “trigo” y la “mala hierba.”
11. ¿A quiénes se incluye en la “mala hierba,” y cómo se les ha atado en haces?
11 La “mala hierba” simbólica incluye a todos los cristianos falsos, sin exceptuar a ningún apóstata del día moderno que enseña “cosas que hacen tropezar” ni “a los que cometen desafuero.” Esto incluiría al “esclavo malo,” a las ‘vírgenes necias’ y al “esclavo inicuo e indolente.” (Mat. 24:48-51; 25:1-12, 14-30) El que se les ‘atara en haces’ listos para ser quemados no representa que se les agrupe en las numerosas iglesias y sectas de la cristiandad, porque difícilmente podría decirse que los ángeles sean responsables de tales sistemas eclesiásticos apóstatas. Además, el atar en haces se efectúa durante la “época de la siega,” al “tiempo del fin,” mientras que muchas de las religiones del cristianismo falso han existido por siglos. El que se ate en haces la “mala hierba” significa que desde 1919 la separación entre los cristianos verdaderos y los de imitación ha llegado a hacerse cada vez más clara, tanto en la mente de las personas como por haberse efectuado una separación real. La “mala hierba,” o los “hijos del inicuo,” es ‘atada’ en el sentido de que los ángeles vigilan para que ésta no vuelva a introducirse entre el “trigo,” o los verdaderos “hijos del reino.”
12. ¿Qué simboliza el “horno ardiente,” y cuándo será arrojada en él la “mala hierba”?
12 Jesús señaló lo que los ángeles harían con la “mala hierba” después que la hubiesen atado, al añadir: “Los arrojarán en el horno ardiente. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes.” (Mat. 13:42) Recuerde que estamos estudiando una parábola. Si el “trigo” y la “mala hierba” son simbólicos, también lo son el “horno ardiente,” el “llanto” y el ‘crujir de dientes.’ En Mateo 25:41, 46 se muestra que el “fuego eterno” simboliza “cortamiento eterno,” y Revelación (20:14; 21:8) dice que el “lago de fuego” significa “la muerte segunda,” el ser destruidos sin esperanza de resurrección. Así que la “mala hierba” va rumbo a la destrucción.
13. ¿Cuándo y cómo ha habido un llorar y crujir de dientes por los que están simbolizados por la mala hierba?, pero, ¿cuándo se lamentarán aún más?
13 Puesto que el “horno ardiente” simboliza destrucción total, el “llanto y el crujir de sus dientes” por parte de la “mala hierba” debe efectuarse antes de que ésta sea destruida. Ya hace décadas que los cristianos falsos, y en particular el “hombre de desafuero” —el clero de la cristiandad— se han lamentado del hecho de que los “hijos del reino,” los testigos ungidos de Jehová, los hayan estado bombardeando con las enérgicas verdades de la Biblia y así los hayan estado exponiendo como lo que verdaderamente son: “hijos del inicuo.” (Mat. 13:38; Rev., caps. 8, 9b) El clero apóstata ha crujido los dientes contra los testigos de Jehová porque éstos no solo proclaman valerosamente “el año de la buena voluntad” de Jehová, sino también el “día de la venganza” de Dios. (Isa. 61:1, 2) Sin embargo, todos los que componen esta “mala hierba” se lamentarán y crujirán los dientes aún a mayor grado cuando dentro de poco el “Hijo del hombre” venga a destruirlos a ellos y al resto del mundo de Satanás.—Mat. 24:30.
‘LOS JUSTOS RESPLANDECEN TAN BRILLANTEMENTE COMO EL SOL’
14. ¿Dónde se junta el “trigo,” y qué hacen estos “justos”?
14 Después de haber mandado a los “segadores” atar la “mala hierba” para destruirla, el “Hijo del hombre” da esta otra orden a los ángeles: “Entonces pónganse a juntar el trigo en mi granero.” (Mat. 13:30) Jesús concluyó su explicación de la parábola diciendo: “En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos, escuche.”—Mat. 13:43.
15, 16. (a) ¿Por qué no es en el cielo donde resplandecen los “justos”? (b) ¿Dónde resplandecen los “justos” y cómo?, y, ¿dónde se les junta?
15 Revelación 21:23 habla del gobierno del Reino celestial, la Nueva Jerusalén, en estos términos: “Y la ciudad no tiene necesidad de que el sol ni la luna resplandezcan sobre ella, porque la gloria de Dios la alumbró, y su lámpara era el Cordero.” Así que ese reino celestial no depende de la luz que pudieran darle los “hijos del reino” resucitados. A éste lo baña la gloriosa luz divina. ¡Qué diferente de la situación en que se encuentran las naciones aquí en la Tierra! (Efe. 4:17, 18; 5:8) Pablo explica lo que Jehová hace por los “hijos del reino” mientras éstos todavía están en la Tierra, al decir: “Él nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor.”—Col. 1:13.
16 Por lo tanto, el que los “justos” resplandezcan “tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre” se refiere a la condición iluminada en que se encuentran estos cristianos ungidos y al glorioso servicio que ejecutan en la Tierra, donde “resplandecen como iluminadores en el mundo.” (Fili. 2:15; Mat. 5:14) Se puede decir que el “granero” al que han sido juntados desde 1919 es “el reino de su Padre,” puesto que la congregación cristiana es una organización teocrática que reconoce la soberanía universal de Jehová. Es una organización limpia, pues los ángeles recogen de entre ella “todas las cosas que hacen tropezar y a los que cometen desafuero.”—Mat. 13:30, 41, 43.
CONTINÚA LA “MIES DE LA TIERRA”
17. ¿A cuántos “hijos del reino” se recoge, pero por qué continúa la obra de recolección?
17 ¿Qué efecto tiene todo esto en usted? Recuerde que Jesús concluyó esta ilustración con las palabras: “El que tiene oídos, escuche.” (Mat. 13:43) Es cierto que esta parábola ilustra cómo se juntaría la cantidad completa de los “hijos del reino” que se requiere para formar el gobierno celestial de Cristo. El mismo capítulo (14) del libro de Revelación que habla de la “mies de la tierra” revela que la cantidad de los que son recogidos así para reinar con “el Cordero” en el “monte Sión” celestial es de 144.000. No obstante, este capítulo agrega: “Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.” (Rev. 14:1-4) El que se recolectaran “primicias” indicaría que había otro fruto que habría de ser juntado después, como lo simbolizaba la recolección de otros frutos del campo al cierre del año agrícola. De modo que la recolección continúa, y esto lo afecta a usted.
18. Además de la recolección de los “hijos del reino,” ¿qué otra obra de separación se lleva a cabo?
18 La siega de los “hijos del reino” transcurrió a pasos agigantados desde 1919 hasta principios de la década de los años treinta. Debido a que estos fieles cristianos ungidos ‘han dejado resplandecer su luz,’ muchas otras personas con oídos dispuestos a escuchar han permitido que se les separe de la “mala hierba,” o cristianos falsos de las iglesias y sectas de la cristiandad. (Mat. 5:16) Jesús también predijo esta obra de separación en su profecía sobre “la conclusión del sistema de cosas.” (Mat., caps. 24, 25) Él declaró: “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán juntadas delante de él, y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda. Y éstos [las cabras] partirán al cortamiento eterno, pero los justos a la vida eterna.”—Mat. 25:31-33, 46.
19. Al debido tiempo de Dios, ¿qué les sucederá a los que quedan de la clase del “trigo” y a la “grande muchedumbre”?
19 Así, a medida que la siega de los cristianos ungidos de la clase del “trigo” se acerca a su cierre, la recolección de las “ovejas” continúa. Al debido tiempo de Dios los que quedan de la clase del “trigo” terminarán su carrera terrestre y se unirán al “Hijo del hombre” como parte del reino o gobierno celestial. Ellos “recibirán el reino” con los demás de los 144.000 “santos.” (Dan. 7:18, 22, 27) En cuanto a la “grande muchedumbre” de “ovejas” que está siendo juntada ahora, ellos sobrevivirán la “grande tribulación” que marcará el fin (telos) del presente sistema de cosas satánico y llegarán a ser parte de los “pueblos, grupos nacionales y lenguajes” que servirán al “Hijo del hombre” en la Tierra, bajo su “gobernación indefinidamente duradera” o reino celestial.—Rev. 7:4, 9, 10, 14; Dan. 7:13, 14.
20. ¿De qué es prueba el hecho de que la siega esté bien avanzada? Por eso, ¿qué debería hacer usted, y por qué?
20 ¿Dónde se encuentra usted con relación al cumplimiento de la ilustración del “trigo” y la “mala hierba”? El hecho de que la “siega” de los “hijos del reino” está bien avanzada prueba que la “conclusión [syntéleia] del sistema de cosas” se acerca a su fin (telos). La actitud que usted muestre para con los “hermanos” ungidos de Cristo, a los que se asemeja a trigo, y el trato que les confiera será el factor determinante en cuanto a si usted irá al “cortamiento eterno” o si recibirá “vida eterna.” (Mat. 25:34-46) Muestre que es compañero leal de los ungidos de la clase del “trigo,” el “esclavo fiel y discreto,” a quien Cristo ha nombrado para proveer “alimento [espiritual] a su debido tiempo.” (Mat. 24:45) Manténgase activo en la obra de recolección, pues recuerde que, “estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin [telos],” y que “el que haya perseverado hasta el fin [telos] es el que será salvo.”—Mat. 24:13, 14.
[Notas a pie de página]
a A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature, por W. Bauer y traducido al inglés por W. F. Arndt y F. W. Gingrich.
b Vea los capítulos 16 y 17 del libro “Entonces queda terminado el misterio de Dios,” publicado en 1971 por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
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Fracasa la “nueva moralidad”La Atalaya 1981 | 15 de diciembre
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Fracasa la “nueva moralidad”
Actualmente algunas personas creen que la humanidad sería mucho más feliz si estuviera libre de las nociones pudibundas acerca de la moralidad sexual, tales como los mandatos bíblicos contra la fornicación y el adulterio. (1 Cor. 6:9, 10) Sin embargo, después de observar por algunos años los resultados de esta clase de “liberación,” muchas personas razonables han quedado desencantadas.
Por ejemplo, en el Express de Easton, Pensilvania, el columnista Joseph Sobran dice: “Como la mayoría de las revoluciones y planes ideales, la revolución sexual abandonó el camino recto. . . . creo firmemente que la nueva moralidad no ha aumentado la suma total de las bendiciones humanas. La proporción de divorcios, abortos y enfermedades venéreas es cada día mayor, y el negocio de la pornografía . . . me parece que es un testimonio, no de que haya más romance, sino de que hay más casos de soledad intensa, de una clase mórbida y baja. Es tiempo de insistir en que las promesas de los utopistas sexuales han sido tan falsas como las promesas que han hecho los utopistas sociales, e igualmente desastrosas.”
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¿Ejecutará Dios a los inicuos? Habacuc contesta: ¡Sí!La Atalaya 1981 | 15 de diciembre
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¿Ejecutará Dios a los inicuos? Habacuc contesta: ¡Sí!
POR toda la Tierra, la gente se ha preguntado: ‘¿Ejecutará Dios alguna vez juicio sobre los inicuos?’ La profecía inspirada de Habacuc nos da plena seguridad de que Dios pronto actuará en contra de los inicuos alrededor del mundo. Entonces, y solo entonces, estará la Tierra “llena del conocer la gloria de Jehová como las aguas mismas cubren el mar.”—Hab. 2:14.
La breve profecía de Habacuc es, de hecho, una serie de tres juicios de ejecución dictados por el Dios del cielo y la Tierra. Dos de estos juicios ya se han cumplido; el tercero se cumplirá pronto. El que examinemos estos juicios nos dará
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