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“Estas cosas tienen que suceder”La Atalaya 1999 | 1 de mayo
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“Estas cosas tienen que suceder”
“Jesús les dijo: ‘[...] estas cosas tienen que suceder, mas todavía no es el fin’.” (MATEO 24:4-6.)
1. ¿En qué tema debemos interesarnos?
TODOS nos interesamos por nuestra vida y nuestro futuro. Por ello, también debería interesarnos un tema que llamó la atención a C. T. Russell en 1877. Russell, que más tarde fundó la Sociedad Watch Tower, escribió The Object and Manner of Our Lord’s Return (El objeto y manera de la vuelta del Señor). Este folleto de 64 páginas versaba sobre la vuelta de Jesús, es decir, su futura venida (Juan 14:3). En una ocasión, en el monte de los Olivos, los apóstoles le preguntaron sobre esa vuelta: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia [o “venida”, Reina-Valera] y de la conclusión del sistema de cosas?” (Mateo 24:3).
2. ¿Por qué hay muchas opiniones contradictorias sobre lo que Jesús predijo?
2 ¿Conocemos y entendemos la respuesta de Jesús? Se halla en tres de los Evangelios. El profesor D. A. Carson dice: “Pocos capítulos de la Biblia han provocado más desacuerdos entre los intérpretes que el cap 24 de Mateo y los paralelos cap 13 de Marcos y cap 21 de Lucas”. Luego da su propia opinión, una más entre las muchas ideas humanas contradictorias. Aproximadamente desde el siglo pasado, muchos de estos puntos de vista han reflejado falta de fe. Quienes los propusieron afirmaban que Jesús nunca dijo lo que leemos en los Evangelios, que sus dichos se corrompieron con el tiempo o que su predicción falló, opiniones todas ellas moldeadas por la alta crítica. Un comentarista incluso analizó el Evangelio de Marcos ‘desde la óptica de la filosofía mahayana-budista’.
3. ¿Cómo consideran los testigos de Jehová la profecía de Jesús?
3 En cambio, los testigos de Jehová aceptan la autenticidad y fiabilidad de la Biblia, incluido lo que Jesús dijo a los cuatro apóstoles que estaban con él en el monte de los Olivos tres días antes de su muerte. Desde el tiempo de C. T. Russell, el pueblo de Dios ha entendido cada vez con más claridad la profecía que Jesús pronunció en aquella ocasión. En los últimos años, La Atalaya ha aclarado todavía más esa profecía. ¿Hemos asimilado tal información y entendido cómo afecta nuestra vida?a Repasémosla.
Un trágico cumplimiento en el futuro cercano
4. ¿Qué es posible que preguntaran los apóstoles a Jesús sobre el futuro?
4 Los apóstoles sabían que Jesús era el Mesías. De modo que cuando le oyeron hablar de su muerte, resurrección y venida, debieron preguntarse: “Si Jesús muere y se va, ¿cómo puede cumplir las cosas maravillosas que debe hacer el Mesías?”. Además, Jesús habló del fin de Jerusalén y de su templo. Es posible que los apóstoles se preguntaran: “¿Cuándo y cómo ocurrirá?”. A fin de entender estas cosas le formularon la siguiente pregunta: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal cuando todas estas cosas estén destinadas a alcanzar una conclusión?” (Marcos 13:4; Mateo 16:21, 27, 28; 23:37–24:2).
5. ¿Cómo se cumplió en el siglo primero lo que Jesús dijo?
5 Jesús predijo que habría guerras, hambres, pestes, terremotos, odio y persecución contra los cristianos, falsos mesías y una extensa predicación de las buenas nuevas del Reino. Luego vendría el fin (Mateo 24:4-14; Marcos 13:5-13; Lucas 21:8-19). Jesús dijo esto a principios del año 33. Durante las siguientes décadas sus discípulos vigilantes pudieron reconocer que lo que se había predicho estaba sucediendo de manera notable. En efecto, la historia prueba que la señal tuvo un cumplimiento en aquel tiempo, que llevó a la conclusión del sistema de cosas judío a manos de los romanos en los años 66 a 70. ¿Cómo ocurrió eso?
6. ¿Qué sucedió entre los judíos y los romanos en el año 66?
6 Durante el tórrido verano del año 66 en Judea, los celotes judíos atacaron a los guardas romanos de la fortaleza ubicada en las inmediaciones del templo de Jerusalén, lo que provocó brotes de violencia en otros lugares del país. En History of the Jews (Historia de los judíos), el profesor Heinrich Graetz dice: “Cestio Galo, que como gobernador de Siria tenía el deber de defender el honor de las armas romanas, [...] no podía permitir que la rebelión siguiera extendiéndose a su alrededor sin intentar sofocarla. Reunió a sus legiones, y los príncipes vecinos mandaron voluntariamente a sus soldados”. Un ejército de 30.000 hombres sitió Jerusalén. Después de varios enfrentamientos, los judíos se retiraron detrás de las murallas cercanas al templo. “Durante cinco días seguidos los romanos asaltaron los muros, pero fueron repelidos una y otra vez por los proyectiles de los judíos. No fue hasta el día sexto que los romanos pudieron socavar una parte de la muralla septentrional enfrente del templo.”
7. ¿Por qué pudieron los discípulos de Jesús ver las cosas de manera diferente a la mayoría de los judíos?
7 Imagínese la confusión de los judíos que siempre habían pensado que Dios protegería a su pueblo y a su santa ciudad. Sin embargo, a los discípulos de Jesús se les había advertido que Jerusalén sufriría calamidades. Cristo había predicho: “Vendrán días sobre ti en que tus enemigos edificarán en derredor de ti una fortificación de estacas puntiagudas y te rodearán y te afligirán de todos lados, y te arrojarán al suelo, a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra” (Lucas 19:43, 44). Pero ¿auguraba esta situación la muerte de los cristianos que vivían en Jerusalén en el año 66?
8. ¿Qué tragedia predijo Jesús, y quiénes eran “los escogidos” por causa de los cuales se acortarían los días?
8 Al contestar a los apóstoles en el monte de los Olivos, Jesús predijo: “Aquellos días serán días de una tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio de la creación que Dios creó hasta aquel tiempo, y no volverá a suceder. De hecho, a menos que Jehová hubiera acortado los días, ninguna carne se salvaría. Mas por causa de los escogidos que él ha escogido ha acortado los días” (Marcos 13:19, 20; Mateo 24:21, 22). De modo que los días se acortarían y “los escogidos” se salvarían. ¿Quiénes eran estos? Por supuesto, no eran los judíos rebeldes que alegaban adorar a Jehová, pero que habían rechazado a su Hijo (Juan 19:1-7; Hechos 2:22, 23, 36). Los verdaderos escogidos en aquel entonces eran los judíos y no judíos que tenían fe en Jesús como Mesías y Salvador. Dios los había escogido y en el Pentecostés de 33 E.C. los había convertido en una nueva nación espiritual, “el Israel de Dios” (Gálatas 6:16; Lucas 18:7; Hechos 10:34-45; 1 Pedro 2:9).
9, 10. ¿Cómo se ‘acortaron’ los días del ataque romano, y con qué resultado?
9 ¿Se ‘acortaron’ los días y se salvaron los escogidos ungidos de Jerusalén? El profesor Graetz dice: “[Cestio Galo] no estimó pertinente continuar la lucha contra heroicos fanáticos y embarcarse en una larga campaña en aquel tiempo, cuando pronto comenzarían las lluvias de otoño [...] y podían impedir que el ejército recibiera provisiones. Por ello, probablemente consideró más prudente retirarse”. Haya pensado lo que haya pensado Cestio Galo, el ejército romano se retiró de la ciudad, y los judíos salieron tras él causándole graves pérdidas.
10 Esta sorprendente retirada romana permitió que se salvara cierta “carne”, es decir, los discípulos de Jesús que se hallaban en peligro dentro de Jerusalén. La historia dice que los cristianos aprovecharon esta oportunidad y huyeron de la región. ¡Qué demostración de la capacidad de Dios de prever el futuro y asegurar la supervivencia de sus adoradores! Pero, ¿qué fue de los judíos incrédulos que se quedaron en Jerusalén y Judea?
Los contemporáneos la verían
11. ¿Qué dijo Jesús sobre “esta generación”?
11 Muchos judíos pensaban que su culto, centrado en el templo, perduraría. Pero Jesús dijo: “Aprendan de la higuera [...] este punto: Luego que su rama nueva se pone tierna y brota hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así mismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas. En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán” (Mateo 24:32-35).
12, 13. ¿Cómo debieron entender los discípulos la referencia de Jesús a “esta generación”?
12 En los años que precedieron al 66 los cristianos debieron ver el cumplimiento de muchos de los elementos preliminares de la señal compuesta: guerras, hambres e incluso una extensa predicación de las buenas nuevas del Reino (Hechos 11:28; Colosenses 1:23). Pero ¿cuándo vendría el fin? ¿Cómo debían entender las palabras de Jesús: ‘Esta generación [griego, ge·ne·á] no pasará’? Jesús llamó en varias ocasiones al conjunto de judíos opositores de su tiempo, entre ellos sus líderes religiosos, “generación inicua y adúltera” (Mateo 11:16; 12:39, 45; 16:4; 17:17; 23:36). De modo que cuando volvió a hablar de “esta generación” en el monte de los Olivos, evidentemente no se refirió a la raza judía como tal, ni tampoco a sus seguidores, aunque estos fueran “una raza escogida” (1 Pedro 2:9). Ni tampoco dijo Jesús que “esta generación” fuese un espacio de tiempo.
13 Antes bien, Jesús pensaba en los judíos opositores de su tiempo que verían el cumplimiento de la señal que dio. Con respecto a la expresión “esta generación” de Lucas 21:32, el profesor Joel B. Green dice: “En el tercer Evangelio, ‘esta generación’ (y otras expresiones relacionadas) se han referido normalmente a una categoría de personas que se oponen al propósito de Dios. [...] [Se refiere] a la gente que vuelve la espalda tercamente al propósito divino”.b
14. ¿Qué experimentó aquella “generación”, pero qué les sucedió en cambio a los cristianos?
14 La generación inicua de judíos opositores que observaría el cumplimiento de la señal también experimentaría el fin (Mateo 24:6, 13, 14). Y así sucedió. En el año 70 regresó el ejército romano comandado por Tito, hijo del emperador Vespasiano. El sufrimiento de los judíos acorralados de nuevo en la ciudad es prácticamente indescriptible.c Flavio Josefo, testigo presencial, informa que para cuando los romanos demolieron la ciudad, habían perecido aproximadamente un millón cien mil judíos y se había tomado cautivos a otros cien mil, muchos de los cuales sufrieron poco después muertes horribles por el hambre o en los circos romanos. Verdaderamente, la tribulación de los años 66 a 70 fue la mayor que había experimentado Jerusalén y el sistema judío y que experimentaría jamás. Qué diferente fue el resultado para los cristianos que observaron la advertencia profética de Jesús y salieron de Jerusalén después de que los ejércitos romanos se marcharon en el año 66. Los “escogidos” ungidos cristianos se ‘salvaron’, es decir, se mantuvieron a salvo, en el año 70 (Mateo 24:16, 22).
Otro cumplimiento por venir
15. ¿Cómo podemos estar seguros de que la profecía de Jesús tendría un cumplimiento mayor después del año 70?
15 Sin embargo, ahí no terminó todo. Jesús había indicado con anterioridad que vendría en el nombre de Jehová después de la destrucción de la ciudad (Mateo 23:38, 39; 24:2). Más tarde aclaró esta idea en la profecía que pronunció en el monte de los Olivos. En ella habló de la “gran tribulación” y dijo que luego aparecerían falsos Cristos y que las naciones pisotearían a Jerusalén por un largo período de tiempo (Mateo 24:21, 23-28; Lucas 21:24). ¿Podría ser que hubiera otro cumplimiento mayor de la profecía? Los hechos contestan que sí. Si comparamos Revelación [Apocalipsis] 6:2-8 (escrito después de la tribulación de Jerusalén del año 70) con Mateo 24:6-8 y Lucas 21:10, 11, vemos que aún debían esperarse guerras, hambres y plagas en mayor escala. Este cumplimiento mayor de las palabras de Jesús ha estado ocurriendo desde el comienzo de la primera guerra mundial en 1914.
16-18. ¿Qué esperamos que ocurra en el futuro?
16 Los testigos de Jehová han estado enseñando por décadas que el cumplimiento actual de la señal prueba que aún está por venir una “gran tribulación”. La actual “generación” inicua verá esta tribulación. Parece ser que también se producirá una fase inicial (el ataque a la religión falsa), tal como el ataque de Galo del año 66 dio comienzo a la tribulación de Jerusalén.d Luego, tras un intervalo de tiempo no especificado, vendrá el fin: una destrucción a escala mundial, análoga a la del año 70.
17 Jesús dijo con respecto a la venidera tribulación: “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días [la destrucción de la religión falsa] el sol será oscurecido, y la luna no dará su luz, y las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos serán sacudidos. Y entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre, y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:29, 30).
18 De modo que Jesús mismo dice que “después de la tribulación de aquellos días” ocurrirán ciertos fenómenos celestes (compárese con Joel 2:28-32; 3:15). Estos asustarán y conmocionarán tanto a los seres humanos desobedientes que se “golpearán en lamento”. Muchos “[desmayarán] por el temor y la expectación de las cosas que vienen sobre la tierra habitada”. Pero no será así en el caso de los cristianos verdaderos. Estos ‘alzarán la cabeza, porque su liberación se acerca’ (Lucas 21:25, 26, 28).
Se acerca el juicio
19. ¿Cómo podemos determinar el tiempo del cumplimiento de la parábola de las ovejas y las cabras?
19 Observemos que Mateo 24:29-31 predice que 1) el Hijo del hombre vendrá, 2) vendrá con gran gloria, 3) los ángeles estarán con él y 4) todas las tribus de la Tierra lo verán. Jesús repite estas ideas en la parábola de las ovejas y las cabras (Mateo 25:31-46). Por tanto, podemos llegar a la conclusión de que esta parábola tiene que ver con el tiempo, tras el estallido de la tribulación, en el que Jesús vendrá con sus ángeles y se sentará sobre su trono para juzgar (Juan 5:22; Hechos 17:31; compárese con 1 Reyes 7:7; Daniel 7:10, 13, 14, 22, 26; Mateo 19:28). ¿Quiénes serán juzgados, y con qué resultado? La parábola indica que Jesús dirigirá su atención a todas las naciones como si estuvieran reunidas enfrente de su trono celestial.
20, 21. a) ¿Qué les sucederá a las ovejas de la parábola de Jesús? b) ¿Qué experimentarán en el futuro las cabras?
20 Jesús separará a su derecha de favor a los hombres y a las mujeres semejantes a ovejas. ¿Por qué? Porque aprovecharon sus oportunidades de hacer el bien a Sus hermanos, los cristianos ungidos que gobernarán con él en el Reino celestial (Daniel 7:27; Hebreos 2:9–3:1). En armonía con la parábola, millones de cristianos semejantes a ovejas han reconocido a los hermanos espirituales de Jesús y han colaborado con ellos. En consecuencia, la “gran muchedumbre” tiene la esperanza basada en la Biblia de sobrevivir a “la gran tribulación” y luego vivir para siempre en el Paraíso, la región terrestre del Reino de Dios (Revelación 7:9, 14; 21:3, 4; Juan 10:16).
21 El resultado para las cabras será diametralmente opuesto. Mateo 24:30 dice que, cuando Jesús venga, “se golpearán en lamento”. Y razón tendrán para ello, pues se habrán labrado la reputación de rechazar las buenas nuevas del Reino, oponerse a los discípulos de Jesús y preferir el mundo que está pasando (Mateo 10:16-18; 1 Juan 2:15-17). Jesús mismo, y no ninguno de sus discípulos en la Tierra, determina quiénes son las cabras. De ellas dice: “Partirán al cortamiento eterno” (Mateo 25:46).
22. ¿Qué parte de la profecía de Jesús merece nuestra atención ahora?
22 Nuestra progresiva comprensión de la profecía recogida en los capítulos 24 y 25 de Mateo ha sido emocionante. Sin embargo, hay una parte de la profecía de Jesús que merece nuestra atención ahora: ‘la cosa repugnante que causa desolación de pie en un lugar santo’. Jesús instó a sus discípulos a usar discernimiento con respecto a ella y estar listos para actuar (Mateo 24:15, 16). ¿Qué es esta “cosa repugnante”? ¿Cuándo se pone de pie en un lugar santo? Y ¿cómo afecta nuestra vida presente y futura? El próximo artículo contestará estas preguntas.
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“Use discernimiento el lector”La Atalaya 1999 | 1 de mayo
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“Use discernimiento el lector”
“Cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación [...] de pie en un lugar santo [...], entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas.” (MATEO 24:15, 16.)
1. ¿Qué resultado tuvo la advertencia de Jesús que se halla en Lucas 19:43, 44?
EL QUE se nos ponga sobre aviso de una venidera calamidad puede ayudarnos a evitarla (Proverbios 22:3). De modo que imaginémonos la situación de los cristianos de Jerusalén después del ataque romano del año 66. Jesús les había advertido que la ciudad sería sitiada y destruida (Lucas 19:43, 44). La mayoría de los judíos no le prestaron atención. Sin embargo, sus discípulos tomaron a pecho la advertencia. Por ello, se salvaron de la calamidad que sobrevino en el año 70.
2, 3. ¿Por qué debe interesarnos la profecía de Jesús recogida en Mateo 24:15-21?
2 En una profecía que nos afecta a nosotros hoy, Jesús expuso una señal compuesta que comprendía guerras, escasez de alimentos, terremotos, pestes y persecución de los cristianos que predicarían el Reino de Dios (Mateo 24:4-14; Lucas 21:10-19). También incluyó una indicación que ayudaría a sus discípulos a saber que se acercaba el fin: una ‘cosa repugnante que causa desolación de pie en un lugar santo’ (Mateo 24:15). Reexaminemos esas importantes palabras para ver cómo pueden afectar nuestra vida presente y futura.
3 Después de exponer la señal, Jesús dijo: “Cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo (use discernimiento el lector), entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas. El que esté sobre la azotea no baje para sacar los efectos de su casa; y el que esté en el campo no vuelva a la casa a recoger su prenda de vestir exterior. ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días! Sigan orando que su huida no ocurra en tiempo de invierno, ni en día de sábado; porque entonces habrá gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora” (Mateo 24:15-21).
4. ¿Qué indica que Mateo 24:15 tuvo un cumplimiento en el siglo primero?
4 Los relatos de Marcos y Lucas proveen detalles complementarios. Donde Mateo dice “de pie en un lugar santo”, Marcos 13:14 pone “parada donde no debe”. Lucas 21:20 añade las palabras de Jesús: “Cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado”. Estos textos nos ayudan a ver que el primer cumplimiento estuvo relacionado con el ataque romano a Jerusalén y su templo —un lugar santo para los judíos, pero ya no para Jehová—, que empezó en el año 66. La desolación completa tuvo lugar cuando los romanos destruyeron tanto la ciudad como el templo en el año 70. ¿Qué fue “la cosa repugnante” en aquel entonces? Y ¿cómo se puso “de pie en un lugar santo”? Las respuestas a estas preguntas nos ayudarán a entender el cumplimiento moderno.
5, 6. a) ¿Por qué necesitarían discernimiento los lectores del capítulo 9 de Daniel? b) ¿Cómo se cumplió la profecía de Jesús sobre “la cosa repugnante”?
5 Jesús invitó a los lectores a usar discernimiento. ¿Lectores de qué? Probablemente del capítulo 9 de Daniel. En ese pasaje hallamos una profecía que indicaba cuándo aparecería el Mesías y predecía que este sería “cortado” al cabo de tres años y medio. La profecía dice: “Sobre el ala de cosas repugnantes habrá el que cause desolación; y hasta un exterminio, la misma cosa que se ha decidido irá derramándose también sobre el que yace desolado” (Daniel 9:26, 27; véase también Daniel 11:31; 12:11).
6 Los judíos pensaban que estas palabras se cumplieron cuando Antíoco IV profanó el templo unos doscientos años antes, pero no así Jesús. Él recomendó usar discernimiento porque “la cosa repugnante” aún tenía que aparecer y ponerse de pie en “un lugar santo”. Jesús se refirió evidentemente al ejército romano que se presentaría en el año 66 con sus distintivos estandartes. Estas antiguas insignias eran como ídolos, lo que las hacía repugnantes a los judíos.a Pero ¿cuándo se pondrían los soldados romanos “de pie en un lugar santo”? Esto sucedió cuando, portando sus estandartes, atacaron Jerusalén y su templo, considerado santo por los judíos. Los romanos incluso empezaron a socavar la muralla del recinto del templo. Lo que había sido repugnante por mucho tiempo estaba entonces de pie en un lugar santo (Isaías 52:1; Mateo 4:5; 27:53; Hechos 6:13).
La “cosa repugnante” en tiempos modernos
7. ¿Qué profecía de Jesús se está cumpliendo en nuestro tiempo?
7 Desde la primera guerra mundial hemos visto el cumplimiento mayor de la señal recogida en el capítulo 24 de Mateo. Ahora bien, recordemos estas palabras: “Cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación [...] de pie en un lugar santo [...], entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas” (Mateo 24:15, 16). Este aspecto de la profecía también debe tener un cumplimiento en nuestro tiempo.
8. ¿Qué han entendido por años los testigos de Jehová que es “la cosa repugnante” de la actualidad?
8 En prueba de la confianza que tenían los siervos de Jehová en el cumplimiento de esta profecía, The Watchtower del 1 de enero de 1921 la analizó en el contexto de los sucesos de Oriente Medio. Más tarde, The Watchtower del 15 de diciembre de 1929, en la página 374, dijo de manera concluyente: “La tendencia de la Liga de Naciones es apartar de Dios y de Cristo a la gente, y por tanto es algo que causa desolación, procedente de Satanás, y una abominación a la vista de Dios”. De modo que “la cosa repugnante” apareció en 1919. Con el tiempo, la Liga dio lugar a las Naciones Unidas. Los testigos de Jehová han explicado desde hace mucho tiempo que estas organizaciones humanas para la paz son repugnantes a la vista de Dios.
9, 10. ¿Cómo afectó nuestro anterior punto de vista sobre la gran tribulación el tiempo en que pensábamos que “la cosa repugnante” estaría de pie en un lugar santo?
9 El artículo anterior presenta una manera más clara de entender gran parte de los capítulos 24 y 25 de Mateo. ¿Hay asimismo alguna aclaración sobre cómo ‘la cosa repugnante está de pie en un lugar santo’? Parece que sí. La profecía de Jesús vincula ese estar “de pie en un lugar santo” con la predicha “tribulación”. Así, aunque “la cosa repugnante” ha existido por mucho tiempo, la relación entre el que esté “de pie en un lugar santo” y la gran tribulación debe afectar nuestro modo de entender el asunto. ¿De qué manera?
10 El pueblo de Dios pensaba hace tiempo que la primera fase de la gran tribulación había empezado en 1914 y que la parte final vendría en la batalla de Armagedón (Revelación 16:14, 16; compárese con The Watchtower del 1 de abril de 1939, pág. 110). De modo que podemos entender por qué se pensó que la “cosa repugnante” de los últimos días debía haber estado de pie en un lugar santo desde poco después de la primera guerra mundial.
11, 12. ¿Qué modificación se presentó en 1969 sobre la manera de entender la gran tribulación?
11 Sin embargo, con el paso de los años hemos visto las cosas de manera diferente. El jueves 10 de julio de 1969, en la Asamblea Internacional “Paz en la Tierra” de Nueva York, F. W. Franz, entonces vicepresidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, pronunció un emocionante discurso. Al repasar cómo se entendía antes la profecía de Jesús, el hermano Franz dijo: “Se explicó que la ‘gran tribulación’ empezó en 1914 y que no concluyó entonces porque Dios detuvo la I Guerra Mundial en noviembre de 1918. Desde entonces Dios había permitido un intervalo para la actividad de su resto ungido de cristianos escogidos antes de dejar que llegara la parte final de la ‘gran tribulación’ en la batalla de Armagedón”.
12 Luego se ofreció una explicación muy modificada: “Para que corresponda con los sucesos del siglo primero, [...] la ‘gran tribulación’ antitípica no pudo empezar en 1914. Antes bien, lo que tuvo lugar en la moderna Jerusalén antitípica de 1914 a 1918 fue solo ‘un principio de dolores de aflicción’ [...]. La ‘gran tribulación’ como la que no volverá a ocurrir ninguna aún está por venir, pues significa la destrucción del imperio mundial de la religión falsa (incluida la cristiandad) seguida por la ‘guerra del gran día de Dios el Todopoderoso’ en Armagedón”. Eso quería decir que toda la gran tribulación aún estaba en el futuro.
13. ¿Por qué es lógico decir que “la cosa repugnante” ‘estará de pie en un lugar santo’ en el futuro?
13 Lo antedicho tiene una relación directa con el ‘discernimiento’ de cuándo estaría de pie en un lugar santo “la cosa repugnante”. Recordemos lo que sucedió en el siglo primero. Los romanos atacaron Jerusalén en el año 66, pero se retiraron de repente, lo que posibilitó la salvación de la “carne” cristiana (Mateo 24:22). De manera correspondiente, esperamos que la gran tribulación empiece pronto, pero esta se acortará por causa de los escogidos de Dios. He aquí un punto clave: en el modelo antiguo, “la cosa repugnante de pie en un lugar santo” estuvo relacionada con el ataque romano del año 66 bajo el mando del general Galo. El paralelo moderno del ataque —el estallido de la gran tribulación— todavía está en el futuro. Por lo tanto, “la cosa repugnante que causa desolación”, que ha existido desde 1919, debe estar aún por ponerse de pie en un lugar santo.b ¿Cómo sucederá esto? Y ¿cómo puede afectarnos?
Un ataque futuro
14, 15. ¿Cómo nos ayuda el capítulo 17 de Revelación a entender lo que sucederá antes de Armagedón?
14 El libro de Revelación describe un destructivo ataque contra la religión falsa en el futuro. El Rev capítulo 17 describe el juicio de Dios contra “Babilonia la Grande, la madre de las rameras”, el imperio mundial de la religión falsa. La cristiandad es una parte destacada de este y afirma gozar de una relación pactada con Dios (compárese con Jeremías 7:4). Las religiones falsas, entre ellas la cristiandad, han sostenido por mucho tiempo relaciones ilícitas con “los reyes de la tierra”, pero esto terminará en la desolación de esas religiones (Revelación 17:2, 5). ¿A manos de quiénes?
15 Revelación habla de “una bestia salvaje de color escarlata” que existe por un tiempo, desaparece y luego vuelve a aparecer (Revelación 17:3, 8). La bestia cuenta con el apoyo de los gobernantes mundiales. Los detalles de la profecía nos ayudan a identificar a esta bestia simbólica como una organización para la paz que llegó a existir en 1919 con el nombre de Liga de Naciones (una “cosa repugnante”) y que ahora se la conoce como las Naciones Unidas. Revelación 17:16, 17 indica que Dios pondrá en el corazón de ciertos gobernantes humanos prominentes de esta “bestia” el deseo de desolar al imperio mundial de la religión falsa. Este ataque señalará el principio de la gran tribulación.
16. ¿Qué importantes sucesos se están produciendo con respecto a la religión?
16 Puesto que el comienzo de la gran tribulación aún es futuro, ¿es también futura la acción de ‘estar de pie en un lugar santo’? Parece que sí. Aunque “la cosa repugnante” apareció a principios de este siglo y, por tanto, cuenta décadas de existencia, en el futuro cercano se colocará de manera especial “en un lugar santo”. Tal como en el siglo primero los seguidores de Cristo debieron estar al tanto de cómo se pondría “de pie en un lugar santo” la cosa repugnante, también hoy lo están los cristianos. Es cierto que tendremos que esperar el cumplimiento en sí para conocer todos los detalles. Sin embargo, es notable que en muchos países ya se detecta una creciente antipatía hacia la religión. Algunos elementos políticos, junto con anteriores cristianos que se han desviado de la fe verdadera, están promoviendo actitudes hostiles contra la religión en general y los cristianos verdaderos en particular (Salmo 94:20, 21; 1 Timoteo 6:20, 21). En consecuencia, las potencias políticas ya están ‘combatiendo contra el Cordero’ y, como indica Revelación 17:14, esa lucha se intensificará. Aunque no pueden atacar directamente al Cordero de Dios —Jesucristo en su posición exaltada y glorificada—, enconarán su hostilidad contra los adoradores verdaderos de Dios, en particular sus “santos” (Daniel 7:25; compárese con Romanos 8:27; Colosenses 1:2; Revelación 12:17). Dios nos da la seguridad de que el Cordero y aquellos que con él están resultarán vencedores (Revelación 19:11-21).
17. Sin ser dogmáticos, ¿qué podemos decir en cuanto a cómo estará de pie en un lugar santo “la cosa repugnante”?
17 Sabemos que a la religión falsa le aguarda la desolación. Babilonia la Grande se ha ‘emborrachado con la sangre de los santos’ y ha actuado como una reina, pero su destrucción está asegurada. La influencia inmunda que ha ejercido sobre los reyes de la Tierra cambiará drásticamente cuando la relación que ha mantenido con ellos se convierta en un odio violento de parte de los ‘diez cuernos y la bestia salvaje’ (Revelación 17:6, 16; 18:7, 8). Cuando la “bestia salvaje de color escarlata” ataque a la ramera religiosa, “la cosa repugnante” estará de pie amenazante en el supuesto lugar santo de la cristiandad.c De modo que la desolación empezará por la incrédula cristiandad, que se tiene a sí misma por santa.
¿Cómo se ‘huirá’?
18, 19. ¿Qué razones indican que “huir a las montañas” no significará cambiar de religión?
18 Después de predecir a ‘la cosa repugnante de pie en un lugar santo’, Jesús exhortó a actuar a las personas discernidoras. ¿Quiso decir que en esos últimos momentos, cuando “la cosa repugnante” esté “de pie en un lugar santo”, muchas personas huirán de la religión falsa y abrazarán la adoración verdadera? Evidentemente no. Recordemos el primer cumplimiento. Jesús dijo: “Los que estén en Judea echen a huir a las montañas. El que esté sobre la azotea no baje, ni entre a sacar nada de su casa; y el que se halle en el campo no vuelva a las cosas atrás para recoger su prenda de vestir exterior. ¡Ay de las mujeres que estén encintas y de las que den de mamar en aquellos días! Sigan orando que no ocurra en tiempo de invierno” (Marcos 13:14-18).
19 Jesús no dijo que solo tendrían que huir los que estuvieran en Jerusalén, como si lo importante fuera salir del centro de la adoración judía; tampoco mencionó nada sobre cambiar de religión, es decir, abandonar la falsa y abrazar la verdadera. Los discípulos de Jesús no necesitaban ninguna advertencia sobre huir de una religión a otra; ya eran cristianos verdaderos. Además, el ataque del año 66 no motivó a los practicantes del judaísmo de Jerusalén y de toda Judea a abandonar su religión y aceptar el cristianismo. El profesor Heinrich Graetz dice que los que persiguieron a los ejércitos romanos regresaron después a la ciudad: “Los celotes volvieron a Jerusalén (8 de octubre) cantando exultantes himnos de guerra y con la gozosa esperanza de libertad e independencia en el corazón. [...] ¿No los había ayudado Dios con la misma misericordia con que ayudó a sus antepasados? En el corazón de los celotes no cabía el temor al futuro”.
20. ¿Cómo respondieron a la advertencia de Jesús de huir a las montañas los primeros discípulos?
20 ¿Cómo actuó, entonces, el número relativamente pequeño de escogidos en atención a la advertencia de Jesús? Salió de Judea y huyó a las montañas al otro lado del Jordán, demostrando así que no formaban parte alguna del sistema judío, ni en sentido político ni religioso. Abandonaron sus casas y campos, y ni siquiera recogieron los enseres de sus hogares. Confiados en la protección y apoyo de Jehová, pusieron Su adoración por encima de todo lo demás que pudiera parecer importante (Marcos 10:29, 30; Lucas 9:57-62).
21. ¿Qué no debemos esperar cuando ataque “la cosa repugnante”?
21 Veamos, ahora, el cumplimiento mayor. Por muchas décadas hemos exhortado a la gente a salir de la religión falsa y abrazar la adoración verdadera (Revelación 18:4, 5). Millones de personas lo han hecho. La profecía de Jesús no indica que una vez empezada la gran tribulación multitudes de personas se volverán a la adoración verdadera, pues no hubo ninguna conversión en masa de judíos en el año 66. Sin embargo, los cristianos verdaderos tendrán un gran incentivo para obrar en armonía con la advertencia de Jesús y huir.
22. ¿Qué es posible que implique seguir el consejo de Jesús de huir a las montañas?
22 Al tiempo presente no podemos entender todos los detalles relativos a la gran tribulación, pero podemos concluir lógicamente que en nuestro caso la huida de la que habló Jesús no tendrá un sentido geográfico. El pueblo de Dios está ya por todo el mundo, prácticamente en todos los rincones. No obstante, podemos estar seguros de que cuando los cristianos tengan que huir, deberán mantener una clara distinción entre ellos y las organizaciones religiosas falsas. También es significativo que Jesús previniera contra regresar a la casa para recoger prendas de vestir u otras pertenencias (Mateo 24:17, 18). Por ello, es posible que afrontemos pruebas relativas a nuestro punto de vista sobre los bienes materiales. ¿Tendrán estos una importancia fundamental para nosotros, o será más importante la salvación que vendrá para todos aquellos que estén del lado de Dios? Sí, puede que la huida implique ciertas dificultades y privaciones. Tenemos que estar preparados para hacer lo que sea necesario, como los cristianos del siglo primero que huyeron de Judea a Perea, al otro lado del Jordán.
23, 24. a) ¿Dónde únicamente podemos hallar protección? b) ¿Qué efecto debería tener en nosotros la advertencia de Jesús acerca de “la cosa repugnante de pie en un lugar santo”?
23 Debemos tener la seguridad de que nuestro refugio sigue siendo Jehová y su organización semejante a una montaña (2 Samuel 22:2, 3; Salmo 18:2; Daniel 2:35, 44). Allí es donde hallaremos protección. No imitaremos a las multitudes de la humanidad que huirán a “las cuevas” y se esconderán “en las masas rocosas de las montañas”, esto es, las organizaciones e instituciones humanas que puedan quedar temporalmente después de la desolación de Babilonia la Grande (Revelación 6:15; 18:9-11). Es cierto que los tiempos quizá se hagan más difíciles, como debieron serlo en el año 66 de la era común para las mujeres embarazadas que huyeron de Judea y para todos aquellos que tuvieron que viajar en tiempo frío y lluvioso. Pero podemos tener la seguridad de que Dios hará posible la supervivencia. Fortalezcamos ahora nuestra confianza en Jehová y en su Hijo, que ya gobierna como Rey del Reino.
24 No hay razón de vivir en temor de lo que va a suceder. Jesús no quiso atemorizar a los discípulos de su tiempo, y no quiere que temamos nosotros ni hoy ni en los días por venir. Nos advirtió para que podamos preparar la mente y el corazón. Debemos recordar que la destrucción de la religión falsa y el resto de este inicuo sistema no supondrá ningún castigo para los cristianos obedientes. Estos ‘usarán discernimiento’, observarán la advertencia sobre ‘la cosa repugnante de pie en un lugar santo’ y actuarán con decisión sobre la base de su fe inquebrantable. Que nunca olvidemos la promesa de Jesús: “El que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo” (Marcos 13:13).
[Notas]
a “Los estandartes romanos se guardaban con veneración religiosa en los templos de Roma; y la reverencia de este pueblo por sus insignias aumentaba con sus victorias militares [...]. [Para los soldados] era quizá lo más sagrado que había en la Tierra. El soldado romano juraba por su insignia.” (The Encyclopædia Britannica, undécima edición.)
b Debe tenerse presente que aunque el cumplimiento de las palabras de Jesús en los años 66 a 70 pueden ayudarnos a entender cómo se cumplirán en la gran tribulación, los dos cumplimientos no pueden ser exactamente paralelos porque sus escenarios son distintos.
¿Recuerda usted?
◻ ¿Cómo se manifestó en el siglo primero “la cosa repugnante que causa desolación”?
◻ ¿Por qué es razonable pensar que “la cosa repugnante” de tiempos modernos estará de pie en un lugar santo en el futuro?
◻ ¿Qué ataque de una “cosa repugnante” se predice en Revelación?
◻ ¿Qué clase de ‘huida’ es posible que aún se requiera de nosotros?
[Ilustración de la página 16]
A Babilonia la Grande se la llama “la madre de las rameras”
[Ilustración de la página 17]
La bestia salvaje de color escarlata del capítulo 17 de Revelación es “la cosa repugnante” a la que se refirió Jesús
[Ilustración de la página 18]
La bestia salvaje de color escarlata atacará y devastará a la religión
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Seamos vigilantes y diligentesLa Atalaya 1999 | 1 de mayo
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Seamos vigilantes y diligentes
“Manténganse alerta, pues, porque no saben ni el día ni la hora.” (MATEO 25:13.)
1. ¿Qué esperaba el apóstol Juan?
EN LA última conversación de la Biblia, Jesús prometió: “Vengo pronto”. Su apóstol Juan contestó: “¡Amén! Ven, Señor Jesús”. El apóstol no albergaba ninguna duda de que Jesús vendría. Él había sido uno de los apóstoles que habían preguntado: “¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia [griego, pa·rou·sí·a] y de la conclusión del sistema de cosas?”. En efecto, Juan esperaba con confianza que llegara la futura presencia de Jesús (Revelación 22:20; Mateo 24:3).
2. ¿Cuál es la situación en las iglesias respecto a la presencia de Jesús?
2 Esa confianza no es muy común en nuestros días. Muchas iglesias tienen una doctrina oficial sobre la “venida” de Jesús, pero pocos de sus miembros la esperan realmente, como bien lo demuestra la vida que llevan. El libro The Parousia in the New Testament hace esta observación: “La esperanza de la Parousia apenas forma parte importante de la vida, el pensamiento y la labor de la Iglesia. [...] La intensa urgencia con que esta debería emprender las labores de arrepentimiento y de proclamación misionera del evangelio está atenuada, si no completamente perdida”. Pero no para todo el mundo.
3. a) ¿Cómo se sienten los cristianos verdaderos respecto a la pa·rou·sí·a? b) ¿Qué examinaremos en concreto ahora?
3 Los discípulos verdaderos de Jesús aguardamos ansiosos el fin del presente sistema inicuo de cosas. Mientras hacemos eso lealmente, tenemos que mantener la actitud correcta respecto a todo lo que está implicado en la presencia de Jesús y obrar en consecuencia, lo que nos permitirá ‘aguantar hasta el fin y ser salvos’ (Mateo 24:13). Cuando Jesús dio la profecía que encontramos en los capítulos 24 y 25 de Mateo, ofreció consejo sabio que podemos poner en práctica para nuestro beneficio duradero. El capítulo 25 contiene algunas parábolas que probablemente conocemos, entre ellas la de las diez vírgenes (las discretas y las
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