Miércoles 8 de enero
Temiendo a Jehová uno se aleja del mal (Prov. 16:6).
El mundo de Satanás está obsesionado con el sexo y la pornografía (Efes. 4:19). Por eso es imprescindible que temamos a Jehová y que nos alejemos del mal. El capítulo 9 de Proverbios habla de dos mujeres simbólicas. Una representa la sabiduría y la otra, la insensatez. Las dos se dirigen a los inexpertos, “a los que les falta sensatez”. Es como si los invitaran a entrar en su casa y a disfrutar de una comida (Prov. 9:1, 4-6). Pero las dos invitaciones tienen resultados muy distintos. Hablemos de la invitación de “la mujer insensata” (Prov. 9:13-18). Con descaro grita: “¡Todo el que sea inexperto, que venga acá!”. Así invita a los inexpertos a disfrutar de una buena comida. ¿Y cómo acaban los que entran en su casa? “Allí se hallan los que están impotentes en la muerte”. El libro de Proverbios nos advierte de los peligros de la “mujer descarriada” y de la “mujer inmoral”. Nos dice: “Su casa se hunde en la muerte” (Prov. 2:11-19). Proverbios 5:3-10 también nos dice que tengamos cuidado con otra “mujer descarriada”. De ella cuenta: “Sus pies bajan a la muerte”. w23.06 28:6, 7
Jueves 9 de enero
Que todos sepan que ustedes son personas razonables (Filip. 4:5).
Los ancianos deben poner el ejemplo y ser razonables (1 Tim. 3:2, 3). Por ejemplo, un anciano no espera que siempre se acepte su opinión solo por el hecho de que es mayor que los demás. Sabe que el espíritu de Jehová puede impulsar a cualquier miembro del cuerpo de ancianos a decir algo que lleve a una buena decisión. Y, si no se viola ningún principio bíblico, los ancianos razonables apoyan con gusto la decisión de la mayoría, aunque vean las cosas de otra manera. Si somos razonables, recibimos muchas bendiciones. Por ejemplo, nos llevamos mejor con los hermanos y hay paz en la congregación. También sentimos que la variedad de personalidades y costumbres que hay dentro del pueblo unido de Jehová nos enriquece. Y lo más importante es que somos felices porque sabemos que estamos imitando a Jehová, que es un Dios razonable. w23.07 32:16, 17
Viernes 10 de enero
Solo los perspicaces entenderán (Dan. 12:10).
Daniel estudiaba las profecías con el motivo correcto: quería saber la verdad. También lo ayudó ser humilde. Reconocía que Jehová les da entendimiento a los que lo conocen y obedecen sus normas justas y puras (Dan. 2:27, 28). Daniel demostró su humildad al acudir a Jehová por ayuda (Dan. 2:18). Además, estudiaba con detenimiento las Escrituras. Investigaba a fondo los escritos sagrados que existían en su tiempo (Jer. 25:11, 12; Dan. 9:2). ¿Cómo puede seguir su ejemplo? Analice sus motivos. ¿Por qué estudia las profecías de la Biblia? ¿Es porque desea realmente conocer la verdad? Si es así, Jehová lo ayudará (Juan 4:23, 24; 14:16, 17). Algunas personas estudian la Biblia con la intención de hallar pruebas de que no viene de Dios. Tratan de buscar una excusa para decidir por ellas mismas lo que está bien y lo que está mal, y así hacer con su vida lo que quieren. Pero, al estudiar las profecías, debemos tener el motivo correcto. w23.08 34:7, 8