Génesis
1 En [el] principio*+ Dios*+ creó+ los cielos y la tierra.+
2 Ahora bien, resultaba que la tierra se hallaba sin forma y desierta y había oscuridad sobre la superficie de [la] profundidad acuosa;*+ y la fuerza activa* de Dios se movía de un lado a otro+ sobre la superficie de las aguas.+
3 Y Dios procedió a decir:*+ “Llegue a haber luz”. Entonces llegó a haber luz.+ 4 Después de eso Dios vio que la luz era buena, y efectuó Dios una división entre la luz y la oscuridad.+ 5 Y Dios empezó a llamar a la luz Día,+ pero a la oscuridad llamó Noche.+ Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día primero.
6 Y Dios pasó a decir: “Llegue a haber una expansión+ en medio de las aguas, y ocurra un dividir entre las aguas y las aguas”.+ 7 Entonces Dios procedió a hacer la expansión y a hacer una división entre las aguas que deberían estar debajo de la expansión y las aguas que deberían estar sobre la expansión.+ Y llegó a ser así. 8 Y Dios empezó a llamar a la expansión Cielo.+ Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día segundo.
9 Y Dios pasó a decir: “Que las aguas [que están] debajo de los cielos se reúnan en un mismo lugar y aparezca lo seco”.+ Y llegó a ser así. 10 Y Dios empezó a llamar a lo seco Tierra,+ pero a la reunión de aguas llamó Mares.+ Además, vio Dios que [era] bueno.+ 11 Y pasó Dios a decir: “Haga brotar la tierra hierba, vegetación que dé semilla,+ árboles frutales que lleven fruto según sus géneros,*+ cuya semilla esté en él,+ sobre la tierra”. Y llegó a ser así. 12 Y la tierra empezó a producir hierba, vegetación que da semilla según su género+ y árboles que llevan fruto, cuya semilla está en él según su género.+ Entonces Dios vio que [era] bueno. 13 Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día tercero.
14 Y Dios pasó a decir: “Llegue a haber lumbreras en la expansión de los cielos para hacer una división entre el día y la noche;+ y tienen que servir de señales y para estaciones y para días y años.+ 15 Y tienen que servir de lumbreras en la expansión de los cielos para brillar sobre la tierra”.+ Y llegó a ser así. 16 Y Dios procedió a hacer* las dos grandes lumbreras, la lumbrera mayor para dominar el día y la lumbrera menor para dominar la noche, y también las estrellas.+ 17 Así las puso Dios en la expansión de los cielos para brillar sobre la tierra,+ 18 y para dominar de día y de noche y para hacer una división entre la luz y la oscuridad.+ Entonces vio Dios que [era] bueno.+ 19 Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día cuarto.
20 Y Dios pasó a decir: “Enjambren las aguas un enjambre de almas vivientes,*+ y vuelen criaturas voladoras por encima de la tierra sobre la faz de la expansión de los cielos”.+ 21 Y Dios procedió a crear* los grandes monstruos marinos+ y toda alma viviente* que se mueve,+ los cuales las aguas enjambraron según sus géneros, y toda criatura voladora alada según su género.+ Y llegó a ver Dios que [era] bueno. 22 Con eso los bendijo Dios, y dijo: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen las aguas en las cuencas de los mares,+ y háganse muchas las criaturas voladoras en la tierra”. 23 Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día quinto.
24 Y Dios pasó a decir: “Produzca la tierra+ almas vivientes según sus géneros, animal doméstico*+ y animal moviente+ y bestia salvaje*+ de la tierra según su género”. Y llegó a ser así. 25 Y Dios procedió a hacer la bestia salvaje de la tierra según su género y el animal doméstico según su género y todo animal moviente del suelo según su género.+ Y Dios llegó a ver que [era] bueno.
26 Y Dios* pasó a decir: “Hagamos*+ [al] hombre* a nuestra imagen,*+ según nuestra semejanza,+ y tengan ellos en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y los animales domésticos y toda la tierra y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra”.+ 27 Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó;+ macho y hembra los creó.+ 28 Además, los bendijo+ Dios y les dijo Dios: “Sean fructíferos+ y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla,+ y tengan en sujeción+ los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve* sobre la tierra”.
29 Y Dios pasó a decir: “Miren que* les he dado toda vegetación que da semilla que está sobre la superficie de toda la tierra y todo árbol en el cual hay fruto de árbol que da semilla.+ Que les sirva de alimento.+ 30 Y a toda bestia salvaje de la tierra y a toda criatura voladora de los cielos y a todo lo que se mueve sobre la tierra en que hay vida como alma* he dado toda la vegetación verde para alimento”.+ Y llegó a ser así.
31 Después de eso vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire!, [era] muy bueno.+ Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día sexto.*
2 Así quedaron terminados los cielos y la tierra y todo su ejército.+ 2 Y para el día séptimo Dios vio terminada su obra que había hecho, y procedió a descansar* en el día séptimo de toda su obra que había hecho.+ 3 Y Dios procedió a bendecir el día séptimo y a hacerlo sagrado,* porque en él ha estado descansando* de toda su obra que Dios ha creado con el propósito de hacer.*+
4 Esta es una historia* de los cielos y la tierra en el tiempo en que fueron creados, en el día que Jehová* Dios* hizo tierra y cielo.+
5 Ahora bien, todavía no se hallaba ningún arbusto del campo en la tierra y ninguna vegetación del campo brotaba aún, porque Jehová Dios no había hecho llover+ sobre la tierra y no había hombre que cultivara el suelo. 6 Pero una neblina*+ subía de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.+
7 Y Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo*+ del suelo+ y a soplar en sus narices el aliento de vida,*+ y el hombre vino a ser alma viviente.*+ 8 Además, Jehová* Dios plantó un jardín en Edén,*+ hacia el este,* y allí puso al hombre que había formado.+ 9 Así Jehová Dios hizo crecer del suelo todo árbol deseable a la vista de uno y bueno para alimento, y también el árbol de la vida+ en medio del jardín, y el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo.+
10 Ahora bien, había un río que procedía* de Edén para regar el jardín, y de allí empezaba a dividirse y llegaba a ser, por decirlo así, cuatro cabeceras. 11 El nombre del primer [río] es Pisón; es el que rodea toda la tierra de Havilá,+ donde hay oro. 12 Y el oro de aquella tierra es bueno.+ Allí hay también el bedelio+ y la piedra de ónice.+ 13 Y el nombre del segundo río es Guihón; es el que rodea toda la tierra de Cus.* 14 Y el nombre del tercer río es Hidequel;*+ es el que va al este de Asiria.*+ Y el cuarto río es el Éufrates.*+
15 Y Jehová Dios procedió a tomar al hombre y a establecerlo en el jardín de Edén+ para que lo cultivara y lo cuidara.+ 16 Y también impuso Jehová Dios este mandato al hombre: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho.+ 17 Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, no debes comer de él, porque en el día que comas de él, positivamente morirás”.*+
18 Y Jehová* Dios pasó a decir: “No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él”.*+ 19 Ahora bien, Jehová Dios estaba formando* del suelo toda bestia salvaje del campo y toda criatura voladora de los cielos, y empezó a traerlas al hombre para ver lo que llamaría a cada una; y lo que el hombre la llamaba, a cada alma viviente,+ ese era su nombre.+ 20 De modo que el hombre iba dando nombres a todos los animales domésticos y a las criaturas voladoras de los cielos y a toda bestia salvaje del campo, pero para el hombre no se halló ayudante* como complemento de él. 21 Por lo tanto Jehová Dios hizo caer un sueño+ profundo sobre el hombre y, mientras este dormía, tomó una de sus costillas y entonces cerró la carne sobre su lugar. 22 Y Jehová* Dios procedió a construir de la costilla que había tomado del hombre una mujer, y a traerla al hombre.+
23 Entonces dijo el hombre:
“Esto por fin es hueso de mis huesos
y carne de mi carne.+
Esta será llamada Mujer,*
24 Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre,+ y tiene que adherirse a su esposa,* y tienen que llegar a ser una sola carne.+ 25 Y ambos continuaban desnudos,+ el hombre y su esposa, y sin embargo no se avergonzaban.+
3 Ahora bien, la serpiente+ resultó ser la más cautelosa+ de todas las bestias salvajes del campo que Jehová Dios había hecho.+ De modo que empezó a decir a la mujer:+ “¿Es realmente el caso que Dios ha dicho que ustedes no deben comer de todo árbol del jardín?”.+ 2 Ante esto, la mujer dijo a la serpiente: “Del fruto de los árboles* del jardín podemos comer.+ 3 Pero en cuanto a [comer] del fruto del árbol que está en medio del jardín,+ Dios ha dicho: ‘No deben comer de él, no, no deben tocarlo para que no mueran’”.+ 4 Ante esto, la serpiente dijo a la mujer: “Positivamente no morirán.*+ 5 Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios,* conociendo lo bueno y lo malo”.+
6 Por consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento, y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo.*+ De modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo. Después dio de este también a su esposo* cuando [él estuvo] con ella, y él empezó a comerlo.+ 7 Entonces se les abrieron los ojos a ambos, y empezaron a darse cuenta de que estaban desnudos.+ Por lo tanto cosieron hojas de higuera y se hicieron coberturas para los lomos.+
8 Más tarde oyeron la voz* de Jehová Dios que andaba en el jardín hacia la parte airosa* del día,+ y el hombre* y su esposa procedieron a esconderse del rostro de Jehová Dios entre los árboles del jardín.+ 9 Y Jehová Dios siguió llamando al hombre y diciéndole: “¿Dónde estás?”.+ 10 Por fin él dijo: “Oí tu voz en el jardín, pero tuve miedo porque estaba desnudo, y por eso me escondí”.+ 11 A lo que dijo él: “¿Quién te informó que estabas desnudo?+ ¿Del árbol del que te mandé que no comieras has comido?”.+ 12 Y pasó el hombre a decir: “La mujer que me diste para que estuviera* conmigo, ella me dio [fruto] del árbol y así es que comí”.+ 13 Ante eso, Jehová Dios dijo a la mujer: “¿Qué es esto que has hecho?”. A lo cual respondió la mujer: “La serpiente... ella me engañó, y así es que comí”.+
14 Y Jehová* Dios procedió a decir a la serpiente:+ “Porque has hecho esta cosa, tú eres la maldita de entre todos* los animales domésticos y de entre todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre irás, y polvo es lo que comerás* todos los días de tu vida.+ 15 Y pondré+ enemistad+ entre ti+ y la mujer,+ y entre tu descendencia*+ y la descendencia de ella.+ Él*+ te magullará*+ en la cabeza+ y tú+ le* magullarás+ en el talón”.+
16 A la mujer dijo: “Aumentaré en gran manera el dolor de tu preñez;*+ con dolores de parto darás a luz hijos,+ y tu deseo vehemente será por tu esposo, y él te dominará”.+
17 Y a Adán dijo: “Porque escuchaste la voz de tu esposa y te pusiste a comer del árbol respecto del cual te di este mandato:+ ‘No debes comer de él’, maldito está el suelo por tu causa.+ Con dolor comerás su producto todos los días de tu vida.+ 18 Y espinos y cardos hará crecer para ti,+ y tienes que comer la vegetación del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado.+ Porque polvo eres y a polvo volverás”.+
20 Después de esto Adán llamó a su esposa por nombre Eva,*+ porque ella tenía que llegar a ser la madre de todo el que viviera.+ 21 Y Jehová Dios procedió a hacer largas prendas de vestir de piel para Adán y para su esposa, y a vestirlos.+ 22 Y Jehová Dios pasó a decir: “Mira que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros al conocer lo bueno y lo malo,+ y ahora, para que no alargue la mano y efectivamente tome [fruto] también del árbol de la vida+ y coma y viva hasta tiempo indefinido...”. 23 Con eso Jehová Dios* lo echó del jardín de Edén+ para que cultivara el suelo del cual había sido tomado.+ 24 De modo que expulsó al hombre, y al este del jardín de Edén+ apostó* los querubines+ y la hoja llameante de una espada que continuamente daba vueltas para guardar el camino al árbol de la vida.
4 Ahora bien, Adán tuvo coito con Eva su esposa, y ella quedó encinta.+ Con el tiempo ella dio a luz a Caín*+ y dijo: “He producido* un hombre con la ayuda de Jehová”.+ 2 Más tarde volvió a dar a luz, a su hermano Abel.+
Y Abel llegó a ser pastor de ovejas,+ pero Caín se hizo cultivador del suelo.+ 3 Y al cabo de algún tiempo* aconteció que Caín procedió a traer algunos frutos del suelo+ como ofrenda a Jehová.+ 4 Pero en cuanto a Abel, él también trajo algunos primogénitos+ de su rebaño, aun sus trozos grasos.+ Ahora bien, aunque Jehová miraba con favor a Abel y su ofrenda,+ 5 no miraba con ningún favor a Caín ni su ofrenda.+ Y Caín se enardeció de gran cólera,+ y empezó a decaérsele el semblante. 6 Por lo cual Jehová dijo a Caín: “¿Por qué estás enardecido de cólera, y por qué se te ha decaído el semblante? 7 Si te diriges a hacer lo bueno, ¿no habrá ensalzamiento?+ Pero si no te diriges a hacer lo bueno, hay pecado agazapado a la entrada, y su deseo vehemente es por ti;+ y tú, por tu parte, ¿lograrás el dominio sobre él?”.+
8 Después de eso, Caín dijo a Abel su hermano: [“Vamos allá al campo”.]* De modo que aconteció que, mientras estaban en el campo, Caín procedió a atacar a Abel su hermano y a matarlo.+ 9 Más tarde Jehová dijo a Caín: “¿Dónde está Abel tu hermano?”,+ y él dijo: “No sé. ¿Soy yo el guardián de mi hermano?”.+ 10 A lo cual él dijo: “¿Qué has hecho? ¡Escucha!* La sangre* de tu hermano está clamando a mí desde el suelo.+ 11 Y ahora se te maldice con destierro del suelo,+ que ha abierto su boca para recibir la sangre de tu hermano [derramada] por mano tuya.+ 12 Cuando cultives el suelo, no te devolverá su poder.*+ Errante y fugitivo llegarás a ser en la tierra”.+ 13 Por lo cual Caín dijo a Jehová: “Mi castigo por el error es demasiado grande para llevarlo. 14 Aquí efectivamente estás expulsándome hoy de sobre la superficie del suelo, y de tu rostro estaré oculto;+ y tendré que llegar a ser errante+ y fugitivo en la tierra, y es cosa segura que cualquiera que me halle me matará”.+ 15 Ante eso, Jehová le dijo: “Por esa razón,* cualquiera que mate a Caín tiene que sufrir venganza siete veces”.+
De modo que Jehová estableció una señal para Caín a fin de que nadie que lo hallara lo hiriese.+ 16 Con eso, Caín se fue de ante el rostro de Jehová+ y se puso a morar en la tierra de la Condición de Fugitivo,* al este de Edén.
17 Después Caín tuvo coito con su esposa,+ y ella quedó encinta y dio a luz a Enoc. Entonces [Caín] se ocupó en edificar una ciudad, y llamó la ciudad por el nombre de su hijo Enoc.+ 18 Más tarde, a Enoc le nació Irad. E Irad llegó a ser padre de Mehujael, y Mehujael llegó a ser padre de Metusael, y Metusael llegó a ser padre de Lamec.
19 Y Lamec procedió a tomar para sí dos esposas. El nombre de la primera fue Adá y el nombre de la segunda fue Zilá. 20 Con el tiempo, Adá dio a luz a Jabal. Él resultó fundador de los que moran en tiendas+ y tienen ganado.+ 21 Y el nombre de su hermano fue Jubal. Él resultó fundador* de todos los que manejan el arpa+ y el caramillo.*+ 22 En cuanto a Zilá, ella también dio a luz a Tubal-caín, forjador* de toda clase de herramienta de cobre y de hierro.+ Y la hermana de Tubal-caín fue Naamá. 23 Por consiguiente, Lamec compuso estas palabras* para sus esposas Adá y Zilá:
“Oigan mi voz, esposas de Lamec;
presten oído a mi dicho:*
A un hombre* he matado por haberme herido,*
sí, a un joven por haberme dado un golpe.*
25 Y Adán procedió a tener coito otra vez con su esposa, de modo que ella dio a luz un hijo y lo llamó por nombre Set,*+ porque, según dijo ella: “Dios ha nombrado otra descendencia* en lugar de Abel, porque Caín lo mató”.+ 26 Y a Set también le nació un hijo, y él procedió a llamarlo por nombre Enós.+ En aquel tiempo se dio comienzo* a invocar el nombre de Jehová.+
5 Este es el libro de la historia* de Adán. En el día que Dios creó a Adán, lo hizo a la semejanza de Dios.+ 2 Macho y hembra los creó.+ Después los bendijo, y por nombre los llamó Hombre*+ en el día que fueron creados.+
3 Y Adán siguió viviendo ciento treinta años. Entonces llegó a ser padre de un hijo a su semejanza, a su imagen, y lo llamó por nombre Set.+ 4 Y los días de Adán después de engendrar a Set llegaron a ser ochocientos años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas.+ 5 De modo que todos los días de Adán que él vivió ascendieron a* novecientos treinta años, y murió.+
6 Y Set siguió viviendo ciento cinco años. Entonces llegó a ser padre de Enós.+ 7 Y después de engendrar a Enós, Set continuó viviendo ochocientos siete años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas. 8 De modo que todos los días de Set ascendieron a novecientos doce años, y murió.
9 Y Enós siguió viviendo noventa años. Entonces llegó a ser padre de Quenán.+ 10 Y después de engendrar a Quenán, Enós continuó viviendo ochocientos quince años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas. 11 De modo que todos los días de Enós ascendieron a novecientos cinco años, y murió.
12 Y Quenán siguió viviendo setenta años. Entonces llegó a ser padre de Mahalalel.+ 13 Y después de engendrar a Mahalalel, Quenán continuó viviendo ochocientos cuarenta años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas. 14 De modo que todos los días de Quenán ascendieron a novecientos diez años, y murió.
15 Y Mahalalel siguió viviendo sesenta y cinco años. Entonces llegó a ser padre de Jared.+ 16 Y después de engendrar a Jared, Mahalalel continuó viviendo ochocientos treinta años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas. 17 De modo que todos los días de Mahalalel ascendieron a ochocientos noventa y cinco años, y murió.
18 Y Jared siguió viviendo ciento sesenta y dos años. Entonces llegó a ser padre de Enoc.*+ 19 Y después de engendrar a Enoc, Jared continuó viviendo ochocientos años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas. 20 De modo que todos los días de Jared ascendieron a novecientos sesenta y dos años, y murió.
21 Y Enoc siguió viviendo sesenta y cinco años. Entonces llegó a ser padre de Matusalén.+ 22 Y después de engendrar a Matusalén, Enoc siguió andando con* el Dios [verdadero]* trescientos años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas. 23 De modo que todos los días de Enoc ascendieron a trescientos sesenta y cinco años. 24 Y Enoc siguió andando+ con el Dios [verdadero].+ Entonces no fue más, porque Dios* lo tomó.*+
25 Y Matusalén siguió viviendo ciento ochenta y siete años. Entonces llegó a ser padre de Lamec.+ 26 Y después de engendrar a Lamec, Matusalén continuó viviendo setecientos ochenta y dos años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas. 27 De modo que todos los días de Matusalén ascendieron a novecientos sesenta y nueve años, y murió.
28 Y Lamec siguió viviendo ciento ochenta y dos años. Entonces llegó a ser padre de un hijo. 29 Y procedió a llamarlo por nombre Noé,*+ diciendo: “Este nos traerá consuelo [aliviándonos] de nuestro trabajo y del dolor de nuestras manos que resulta del suelo que Jehová ha maldecido”.+ 30 Y después de engendrar a Noé, Lamec continuó viviendo quinientos noventa y cinco años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas. 31 De modo que todos los días de Lamec ascendieron a setecientos setenta y siete años, y murió.
32 Y Noé llegó a tener quinientos años de edad. Después Noé llegó a ser padre de Sem,+ Cam+ y Jafet.+
6 Ahora bien, aconteció que cuando los hombres comenzaron a crecer en número sobre la superficie del suelo y les nacieron hijas,+ 2 entonces los hijos* del Dios [verdadero]+ empezaron a fijarse+ en las hijas de los hombres, que ellas eran bien parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron. 3 Después de eso dijo Jehová: “Ciertamente no obrará mi espíritu+ para con el hombre por tiempo indefinido,+ ya que él* también es carne.+ Por consiguiente, sus días tendrán que llegar a ser ciento veinte años”.+
4 Los nefilim* se hallaban en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos del Dios [verdadero] continuaron teniendo relaciones con las hijas de los hombres y ellas les dieron a luz hijos, estos fueron los poderosos* que eran de la antigüedad, los hombres de fama.*
5 Por consiguiente, Jehová vio que la maldad del hombre abundaba en la tierra, y que toda inclinación+ de los pensamientos del corazón de este era solamente mala todo el tiempo.*+ 6 Y Jehová sintió pesar+ por haber hecho a hombres en la tierra, y se sintió herido en el corazón.+ 7 De modo que Jehová dijo: “Voy a borrar de sobre la superficie del suelo a hombres que he creado,+ desde hombre hasta animal doméstico, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los cielos,+ porque de veras me pesa haberlos hecho”.+ 8 Pero Noé halló favor a los ojos de Jehová.
9 Esta es la historia de Noé.
Noé fue hombre justo.+ Resultó exento de falta entre sus contemporáneos.* Noé andaba con el Dios [verdadero].+ 10 Con el tiempo Noé llegó a ser padre de tres hijos: Sem, Cam y Jafet.+ 11 Y la tierra llegó a estar arruinada a la vista del Dios [verdadero],+ y la tierra se llenó de violencia.+ 12 De modo que Dios vio la tierra y, ¡mire!, estaba arruinada,+ porque toda carne había arruinado su camino sobre la tierra.+
13 Después de eso Dios dijo a Noé: “El fin de toda carne ha llegado delante de mí,+ porque la tierra está llena de violencia como resultado de ellos; y, ¡mira!, voy a arruinarlos junto con la tierra.+ 14 Haz para ti un arca* de madera de árbol resinoso.*+ Harás compartimientos* en el arca, y tendrás que cubrirla por dentro y por fuera con alquitrán.+ 15 Y de esta manera la harás: trescientos codos*+ la longitud del arca, cincuenta codos su anchura, y treinta codos su altura. 16 Harás un tsóhar [techo; o ventana]* para el arca, y la completarás hasta el punto de un codo hacia arriba,* y pondrás la entrada del arca en su costado;+ la harás con un [piso] bajo, un [piso] segundo y un [piso] tercero.
17 ”Y en cuanto a mí, aquí voy a traer el diluvio*+ de aguas sobre la tierra para arruinar de debajo de los cielos a toda carne en la cual está activa la fuerza de vida.*+ Todo lo que está en la tierra expirará.+ 18 Y de veras establezco mi pacto contigo; y tienes que entrar en el arca, tú y tus hijos y tu esposa y las esposas de tus hijos contigo.+ 19 Y de toda criatura viviente de toda clase de carne,+ dos de cada una, traerás dentro del arca para conservarlas vivas contigo.+ Macho y hembra serán. 20 De las criaturas voladoras según sus géneros y de los animales domésticos según sus géneros,+ de todos los animales movientes del suelo según sus géneros,* dos de cada uno entrarán a donde ti allí para conservarlos vivos.+ 21 Y en cuanto a ti, toma para ti toda clase de alimento que se come;+ y tienes que recogértelo, y tiene que servir de alimento para ti y para ellos”.+
22 Y Noé procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado Dios. Hizo precisamente así.+
7 Después de eso Jehová dijo a Noé: “Entra, tú y toda tu casa,+ en el arca, porque es a ti a quien he visto justo delante de mí en medio de esta generación.+ 2 De toda bestia limpia tienes que tomar para ti de siete en siete,* el macho y su hembra;*+ y de toda bestia que no es limpia solamente dos, el macho y su hembra; 3 también de las criaturas voladoras de los cielos de siete en siete, macho y hembra,+ para conservar viva prole* sobre la superficie de toda la tierra.+ 4 Porque dentro de solo siete días más voy a hacer que llueva+ sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches;+ y ciertamente borraré de sobre la superficie del suelo toda cosa existente que he hecho”.+ 5 Y Noé procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado Jehová.
6 Y Noé tenía seiscientos años de edad cuando ocurrió el diluvio* de aguas sobre la tierra.+ 7 De modo que entró Noé, y con él sus hijos, y su esposa, y las esposas de sus hijos, en el arca antes de [que empezaran] las aguas del diluvio.*+ 8 De toda bestia limpia y de toda bestia que no es limpia, y de las criaturas voladoras y de todo lo que se mueve sobre el suelo,+ 9 entraron de dos en dos a donde Noé en el arca, macho y hembra, tal como Dios* había mandado a Noé. 10 Y a los siete días resultó que las aguas del diluvio* vinieron sobre la tierra.
11 En el año seiscientos de la vida de Noé, en el segundo mes,* en el día diecisiete del mes, en este día fueron rotos todos los manantiales de la vasta profundidad acuosa,* y las compuertas* de los cielos fueron abiertas.+ 12 Y siguió la fuerte precipitación sobre la tierra por cuarenta días y cuarenta noches.+ 13 En ese mismo día entró Noé —y con él Sem y Cam y Jafet, los hijos de Noé,+ y la esposa de Noé y las tres esposas de sus hijos— en el arca;+ 14 ellos y toda bestia salvaje según su género,+ y todo animal doméstico según su género, y todo animal moviente que se mueve sobre la tierra según su género,+ y toda criatura voladora según su género,+ todo pájaro, toda criatura alada.+ 15 Y siguieron yendo a Noé dentro del arca, de dos en dos, de toda clase de carne en la cual estaba activa la fuerza de vida.*+ 16 Y los que iban entrando, macho y hembra de toda clase de carne, entraron, tal como le había mandado Dios. Después Jehová cerró tras él la puerta.+
17 Y el diluvio* siguió sobre la tierra por cuarenta días, y las aguas siguieron aumentando y empezaron a llevar el arca, y esta estaba flotando muy por encima de la tierra. 18 Y las aguas se hicieron anegadoras y siguieron aumentando mucho sobre la tierra, pero el arca siguió yendo sobre la superficie de las aguas.+ 19 Y a grado tan grande anegaron la tierra las aguas que todas las altas montañas que estaban debajo de todos los cielos quedaron cubiertas.+ 20 Hasta quince codos [por encima] las anegaron las aguas, y las montañas quedaron cubiertas.+
21 De modo que expiró toda carne que estaba moviéndose sobre la tierra,+ entre las criaturas voladoras y entre los animales domésticos y entre las bestias salvajes y entre todos los enjambres que estaban enjambrando sobre la tierra, y toda la humanidad.+ 22 Todo lo que tenía activo en sus narices el aliento de la fuerza de vida,* a saber, cuanto había en el suelo seco, murió.+ 23 Así borró él toda cosa existente que había sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta bestia, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los cielos, y fueron borrados de sobre la tierra;+ y solo Noé y los que con él estaban en el arca siguieron sobreviviendo.+ 24 Y las aguas continuaron anegando la tierra por ciento cincuenta días.
8 Después de eso Dios se acordó+ de Noé y de toda bestia salvaje y de todo animal doméstico que estaba con él en el arca,+ y Dios hizo pasar un viento* sobre la tierra, y las aguas empezaron a bajar.+ 2 Y se cerraron los manantiales de la profundidad acuosa*+ y las compuertas*+ de los cielos, y así se contuvo la fuerte precipitación del cielo. 3 Y las aguas empezaron a retirarse de sobre la tierra, retirándose progresivamente;* y al cabo de ciento cincuenta días faltaban las aguas.+ 4 Y en el séptimo mes,* en el día diecisiete del mes, el arca+ llegó a descansar sobre las montañas de Ararat.+ 5 Y las aguas siguieron menguando progresivamente* hasta el mes décimo.* En el mes décimo, en el primer día del mes, aparecieron las cimas de las montañas.+
6 Así sucedió que al cabo de cuarenta días Noé procedió a abrir la ventana+ del arca que había hecho. 7 A continuación envió un cuervo,+ y este continuó volando al aire libre,* yendo y volviendo, hasta que las aguas se secaron de sobre la tierra.
8 Más tarde él envió de consigo una paloma+ para ver si las aguas habían decrecido de sobre la superficie del suelo. 9 Y la paloma no halló lugar de descanso para la planta de su pie, de modo que volvió a él dentro del arca porque las aguas todavía estaban sobre la superficie de toda la tierra.+ Por lo cual él alargó la mano y la tomó y la trajo a sí dentro del arca. 10 Y siguió esperando aún otros siete días, y volvió a enviar la paloma fuera del arca. 11 Más tarde la paloma volvió a él como a la hora del atardecer y, ¡mire!, tenía en el pico una hoja de olivo+ recién arrancada, y así Noé se enteró de que las aguas habían decrecido de sobre la tierra.+ 12 Y siguió esperando aún otros siete días. Entonces envió a la paloma, pero esta ya no volvió más a él.+
13 Ahora bien, en el año seiscientos uno,+ en el primer mes,* en el primer día del mes, aconteció que se habían secado las aguas de sobre la tierra; y Noé procedió a quitar la cubierta del arca y a mirar, y resultó que la superficie del suelo se había desecado.+ 14 Y en el segundo mes, en el día veintisiete del mes, la tierra quedó completamente seca.+
15 Ahora Dios habló a Noé, y dijo: 16 “Sal del arca, tú y tu esposa y tus hijos y las esposas de tus hijos contigo.+ 17 Toda criatura viviente que está contigo de toda clase de carne,+ entre las criaturas voladoras+ y entre las bestias+ y entre todos los animales movientes que se mueven sobre la tierra,+ sácala contigo, puesto que tienen que enjambrar en la tierra y ser fructíferos y llegar a ser muchos sobre la tierra”.+
18 Con eso salió Noé, y con él también sus hijos+ y su esposa y las esposas de sus hijos. 19 Toda criatura viviente, todo animal moviente y toda criatura voladora, todo lo que se mueve sobre la tierra, según sus familias salieron del arca.+ 20 Y Noé empezó a edificar un altar+ a Jehová y a tomar algunas de todas las bestias limpias+ y de todas las criaturas voladoras limpias+ y a ofrecer ofrendas quemadas sobre el altar.+ 21 Y Jehová empezó a oler un olor conducente a descanso,*+ de modo que dijo Jehová en su corazón:+ “Nunca más invocaré el mal sobre el suelo+ a causa del hombre, porque la inclinación+ del corazón del hombre es mala desde su juventud;+ y nunca más asestaré un golpe a toda cosa viviente tal como he hecho.+ 22 Durante todos los días que continúe la tierra,* nunca cesarán siembra y cosecha, y frío y calor, y verano e invierno, y día y noche”.+
9 Y Dios pasó a bendecir a Noé y a sus hijos y a decirles: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra.+ 2 Y un temor a ustedes y un terror a ustedes continuarán sobre toda criatura viviente de la tierra y sobre toda criatura voladora de los cielos, sobre todo lo que va moviéndose sobre el suelo, y sobre todos los peces del mar. En mano de ustedes ahora se han dado.+ 3 Todo animal moviente que está vivo puede servirles de alimento.+ Como en el caso de la vegetación verde, de veras lo doy todo a ustedes.+ 4 Solo carne con su alma*+ —su sangre+— no deben comer.+ 5 Y, además de eso, su sangre de sus almas* la reclamaré. De la mano de toda criatura viviente la reclamaré; y de la mano del hombre,* de la mano de cada uno* que es su hermano, reclamaré el alma* del hombre.+ 6 Cualquiera que derrame la sangre del hombre, por el hombre será derramada su propia sangre,+ porque a la imagen de Dios hizo él al hombre. 7 Y en cuanto a ustedes, sean fructíferos y lleguen a ser muchos, hagan que la tierra enjambre de ustedes y lleguen a ser muchos en ella”.+
8 Y Dios pasó a decir a Noé y a sus hijos con él: 9 “Y en cuanto a mí, aquí estoy estableciendo mi pacto+ con ustedes y con su prole* después de ustedes,+ 10 y con toda alma viviente que está con ustedes, entre aves, entre bestias y entre todas las criaturas vivientes de la tierra con ustedes, desde todas las que salieron del arca hasta toda criatura viviente de la tierra.+ 11 Sí, de veras establezco mi pacto con ustedes: Nunca más será cortada [de la vida] toda carne por aguas de un diluvio, y nunca más ocurrirá un diluvio para arruinar la tierra”.+
12 Y Dios añadió: “Esta es la señal+ del pacto que estoy dando entre yo y ustedes y toda alma viviente que está con ustedes, por las generaciones hasta tiempo indefinido. 13 De veras doy* mi arco iris+ en la nube, y tiene que servir como señal del pacto entre yo y la tierra. 14 Y tiene que suceder que cuando yo traiga una nube sobre la tierra, entonces ciertamente aparecerá el arco iris en la nube. 15 Y ciertamente me acordaré de mi pacto+ que hay entre yo y ustedes y toda alma viviente entre toda carne;+ y nunca más llegarán a ser las aguas un diluvio para arruinar toda carne.+ 16 Y el arco iris tiene que ocurrir en la nube,+ y ciertamente lo veré para acordarme del pacto hasta tiempo indefinido+ entre Dios y toda alma viviente entre toda carne que está sobre la tierra”.+
17 Y le repitió Dios a Noé: “Esta es la señal del pacto que de veras establezco entre yo y toda carne que está sobre la tierra”.+
18 Y los hijos de Noé+ que salieron del arca fueron Sem y Cam y Jafet. Más tarde, Cam fue padre de Canaán.+ 19 Estos tres fueron los hijos de Noé, y de estos se esparció la población de toda la tierra.*+
20 Ahora bien, Noé comenzó [a trabajar] de labrador*+ y procedió a plantar una viña.+ 21 Y empezó a beber del vino y se embriagó,+ y así se desarropó en medio de su tienda. 22 Más tarde, Cam+ el padre de Canaán vio la desnudez+ de su padre y se puso a informarlo a sus dos hermanos afuera.+ 23 Ante aquello, Sem y Jafet tomaron un* manto+ y se lo pusieron sobre los dos hombros y entraron caminando hacia atrás. Así cubrieron la desnudez de su padre, mientras tenían vuelto el rostro,* y no vieron la desnudez de su padre.+
24 Por fin Noé despertó de su vino y llegó a saber lo que le había hecho su hijo menor. 25 Por lo cual dijo:
“Maldito sea Canaán.+
Llegue a ser Canaán esclavo para él también”.
28 Y Noé continuó viviendo trescientos cincuenta años después del diluvio.+ 29 De modo que todos los días de Noé ascendieron a novecientos cincuenta años, y murió.+
10 Y esta es la historia de los hijos de Noé:+ Sem, Cam y Jafet.
Ahora bien, empezaron a nacerles hijos después del diluvio.+ 2 Los hijos de Jafet fueron Gómer+ y Magog+ y Madai+ y Javán+ y Tubal+ y Mesec+ y Tirás.+
3 Y los hijos de Gómer fueron Askenaz+ y Rifat+ y Togarmá.+
4 Y los hijos de Javán fueron Elisá+ y Tarsis,+ Kitim+ y Dodanim.*+
5 Procedente de estos la población de las islas* de las naciones se esparció por sus tierras, cada una según su lengua, según sus familias, por sus naciones.
6 Y los hijos de Cam fueron Cus+ y Mizraim+ y Put+ y Canaán.+
7 Y los hijos de Cus fueron Sebá+ y Havilá y Sabtá y Raamá+ y Sabtecá.
Y los hijos de Raamá fueron Seba y Dedán.+
8 Y Cus llegó a ser padre de Nemrod.+ Él dio comienzo a lo de hacerse un poderoso* en la tierra. 9 Se exhibió [como un] poderoso cazador* en oposición a* Jehová. Por eso hay un dicho: “Como Nemrod, poderoso cazador en oposición a Jehová”.+ 10 Y el principio de su reino llegó a ser Babel*+ y Erec+ y Akkad y Calné, en la tierra de Sinar.+ 11 De aquella tierra salió para Asiria+ y se puso a edificar a Nínive+ y a Rehobot-Ir y a Cálah 12 y a Resen entre Nínive y Cálah: esta es la gran ciudad.
13 Y Mizraim+ llegó a ser padre de [los] ludim+ y de [los] anamim y de [los] lehabim y de [los] naftuhim+ 14 y de [los] patrusim+ y de [los] casluhim+ (de entre quienes procedieron los filisteos+) y de [los] caftorim.+
15 Y Canaán llegó a ser padre de Sidón+ su primogénito y de Het+ 16 y del jebuseo+ y del amorreo+ y del guirgaseo 17 y del heveo+ y del arqueo y del sineo 18 y del arvadeo+ y del zemareo y del hamateo;+ y después las familias del cananeo fueron esparcidas. 19 De modo que el límite del cananeo llegó a ser desde Sidón hasta Guerar,+ cerca de Gaza,+ hasta Sodoma y Gomorra+ y Admá+ y Zeboyim,+ cerca de Lasa.* 20 Estos fueron los hijos de Cam según sus familias, según sus lenguas, en sus tierras, por sus naciones.
21 Y a Sem, el antepasado de todos los hijos de Éber,+ el hermano de Jafet el mayor, también le nació descendencia. 22 Los hijos de Sem fueron Elam+ y Asur+ y Arpaksad+ y Lud y Aram.
23 Y los hijos de Aram fueron Uz y Hul y Guéter y Mas.+
24 Y Arpaksad llegó a ser padre de Selah,+ y Selah llegó a ser padre de Éber.
25 Y a Éber le nacieron dos hijos. El nombre del uno fue Péleg,*+ porque en sus días se dividió la tierra;*+ y el nombre de su hermano fue Joqtán.+
26 Y Joqtán llegó a ser padre de Almodad y de Sélef y de Hazarmávet y de Jérah+ 27 y de Hadoram y de Uzal y de Diqlá+ 28 y de Obal y de Abimael y de Seba+ 29 y de Ofir+ y de Havilá+ y de Jobab;+ todos estos fueron los hijos de Joqtán.
30 Y el lugar de su morada llegó a extenderse desde Mesá hasta Sefar, la región montañosa del Oriente.
31 Estos fueron los hijos de Sem según sus familias, según sus lenguas, en sus tierras, según sus naciones.+
32 Estas fueron las familias de los hijos de Noé según sus descendencias familiares, por sus naciones, y procedentes de estas las naciones se esparcieron por la tierra después del diluvio.+
11 Ahora bien, toda la tierra continuaba siendo de un solo lenguaje* y de un solo conjunto de palabras.* 2 Y aconteció que, al ir viajando hacia el este, finalmente descubrieron una llanura-valle en la tierra de Sinar,+ y se pusieron a morar allí. 3 Y empezaron a decirse, cada uno al otro: “¡Vamos! Hagamos ladrillos y cozámoslos con un procedimiento de quema”. De modo que el ladrillo les sirvió de piedra, pero el betún les sirvió de argamasa.+ 4 Entonces dijeron: “¡Vamos! Edifiquémonos una ciudad y también una torre* con su cúspide en los cielos,+ y hagámonos un nombre célebre,*+ por temor de que seamos esparcidos por toda la superficie de la tierra”.+
5 Y Jehová procedió a bajar para ver la ciudad y la torre que los hijos de los hombres habían edificado.+ 6 A continuación dijo Jehová: “¡Mira! Son un solo pueblo y hay un solo lenguaje para todos ellos,+ y esto es lo que comienzan a hacer. Pues, ahora no hay nada que tengan pensado hacer que no les sea posible lograr.+ 7 ¡Vamos! Bajemos+ y confundamos+ allí su lenguaje para que no escuche* el uno el lenguaje del otro”.+ 8 Por consiguiente, Jehová los esparció desde allí sobre toda la superficie de la tierra,+ y poco a poco dejaron de edificar la ciudad.+ 9 Por eso se le dio el nombre de Babel,*+ porque allí había confundido Jehová el lenguaje de toda la tierra,* y de allí los había esparcido+ Jehová sobre toda la superficie de la tierra.
10 Esta es la historia de Sem.+
Sem tenía cien años de edad cuando llegó a ser padre de Arpaksad,+ dos años después del diluvio. 11 Y después de engendrar a Arpaksad, Sem continuó viviendo quinientos años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas.+
12 Y Arpaksad* vivió treinta y cinco años. Entonces llegó a ser padre de Selah.+ 13 Y después de engendrar a Selah, Arpaksad continuó viviendo cuatrocientos tres años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas.
14 Y Selah vivió treinta años. Entonces llegó a ser padre de Éber.+ 15 Y después de engendrar a Éber, Selah continuó viviendo cuatrocientos tres años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas.
16 Y Éber siguió viviendo treinta y cuatro años. Entonces llegó a ser padre de Péleg.+ 17 Y después de engendrar a Péleg, Éber continuó viviendo cuatrocientos treinta años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas.
18 Y Péleg siguió viviendo treinta años. Entonces llegó a ser padre de Reú.+ 19 Y después de engendrar a Reú, Péleg continuó viviendo doscientos nueve años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas.
20 Y Reú siguió viviendo treinta y dos años. Entonces llegó a ser padre de Serug.+ 21 Y después de engendrar a Serug, Reú continuó viviendo doscientos siete años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas.
22 Y Serug siguió viviendo treinta años. Entonces llegó a ser padre de Nacor.+ 23 Y después de engendrar a Nacor, Serug continuó viviendo doscientos años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas.
24 Y Nacor siguió viviendo veintinueve años. Entonces llegó a ser padre de Taré.+ 25 Y después de engendrar a Taré, Nacor continuó viviendo ciento diecinueve años. Entretanto, llegó a ser padre de hijos e hijas.
26 Y Taré siguió viviendo setenta años, después de lo cual llegó a ser padre de Abrán,+ Nacor+ y Harán.
27 Y esta es la historia de Taré.
Taré llegó a ser padre de Abrán, Nacor y Harán; y Harán llegó a ser padre de Lot.+ 28 Más tarde, Harán murió mientras estaba en compañía de Taré* su padre en la tierra de su nacimiento, en Ur+ de los caldeos.*+ 29 Y Abrán y Nacor procedieron a tomar esposas para sí. El nombre de la esposa de Abrán fue Sarai,+ mientras que el nombre de la esposa de Nacor fue Milcá,+ la hija de Harán, el padre de Milcá y padre de Iscá. 30 Pero Sarai continuó estéril;+ no tenía hijo alguno.
31 Después de eso Taré tomó a Abrán su hijo y a Lot, el hijo de Harán, su nieto,+ y a Sarai+ su nuera, la esposa de Abrán su hijo, y estos salieron con él* de Ur de los caldeos para ir a la tierra de Canaán.+ Con el tiempo llegaron a Harán+ y se pusieron a morar allí. 32 Y los días de Taré llegaron a ser doscientos cinco años. Entonces murió Taré en Harán.
12 Y Jehová procedió a decir a Abrán: “Vete de tu país y de tus parientes* y de la casa de tu padre al país que yo te mostraré;+ 2 y haré de ti una nación grande y te bendeciré y de veras haré grande tu nombre; y resulta ser tú una bendición.+ 3 Y ciertamente bendeciré a los que te bendigan, y al que invoque mal sobre ti lo maldeciré,+ y ciertamente se bendecirán* por medio de ti todas las familias del suelo”.+
4 Ante eso, Abrán se fue tal como le había hablado Jehová, y Lot lo acompañó. Y Abrán tenía setenta y cinco años de edad cuando salió de Harán.+ 5 Así que Abrán tomó a Sarai su esposa+ y a Lot el hijo de su hermano+ y todos los bienes que ellos habían acumulado+ y las almas que habían adquirido en Harán, y procedieron a salir para ir a la tierra de Canaán.+ Por fin llegaron a la tierra de Canaán. 6 Y Abrán siguió a través de la tierra hasta la ubicación de Siquem,*+ cerca de los árboles grandes de Moré;+ y en aquel tiempo el cananeo estaba en la tierra. 7 Jehová ahora se apareció a Abrán y dijo: “A tu descendencia+ voy a dar esta tierra”.+ Después de eso él edificó allí un altar a Jehová, que se le había aparecido. 8 Más tarde se mudó de allí a la región montañosa, al este de Betel,+ y asentó su tienda, con Betel al oeste y Hai+ al este. Entonces edificó allí un altar a Jehová+ y empezó a invocar el nombre* de Jehová.+ 9 Después Abrán levantó el campamento, y fue entonces de campamento en campamento hacia el Négueb.*+
10 Ahora bien, surgió un hambre en el país, y Abrán procedió a bajar hacia Egipto para residir allí como forastero,+ porque era grave el hambre en el país.+ 11 Y aconteció que tan pronto como estuvo próximo a entrar en Egipto, entonces dijo a Sarai su esposa: “¡Mira, por favor! Bien sé yo que eres mujer de hermosa apariencia.+ 12 Por eso de seguro sucederá que los egipcios te verán y dirán: ‘Esta es su esposa’. Y ciertamente me matarán, pero a ti te conservarán viva. 13 Por favor, di que eres mi hermana,+ a fin de que me vaya bien por causa tuya, y con certeza mi alma vivirá debido a ti”.+
14 Sucedió, pues, que tan pronto como Abrán entró en Egipto, los egipcios llegaron a ver a la mujer, que ella era muy hermosa. 15 Y también los príncipes de Faraón* llegaron a verla y empezaron a alabársela a Faraón, de modo que la mujer fue llevada a casa de Faraón. 16 Y él trató bien a Abrán por causa de ella, y este llegó a tener ovejas y ganado vacuno y asnos y siervos y siervas y asnas y camellos.+ 17 Entonces Jehová tocó a Faraón y a su casa con grandes plagas+ por causa de Sarai, esposa de Abrán.+ 18 Por lo tanto Faraón llamó a Abrán y dijo: “¿Qué es esto que me has hecho? ¿Por qué no me informaste que era tu esposa?+ 19 ¿Por qué dijiste: ‘Es mi hermana’,+ de modo que yo estuve a punto de tomarla por esposa? Y ahora, aquí está tu esposa. ¡Tómala y vete!”. 20 Y Faraón dio mandatos respecto de él a unos hombres, y estos se fueron acompañándolo en despedida a él y a su esposa y todo cuanto tenía.*+
13 Después de eso Abrán subió de Egipto —él y su esposa y todo cuanto tenía, y Lot con él— al Négueb.+ 2 Y Abrán tenía gran cantidad de manadas y plata y oro.+ 3 Y siguió adelante de campamento en campamento desde el Négueb hasta Betel, al lugar donde primero había estado su tienda entre Betel y Hai,+ 4 al lugar del altar que había hecho allí originalmente;+ y Abrán procedió a invocar allí* el nombre de Jehová.+
5 Ahora bien, Lot, que iba junto con Abrán, también era dueño de ovejas y ganado vacuno y tiendas. 6 Así que la tierra no permitía que moraran todos juntos, porque se habían hecho muchos sus bienes y ellos no podían morar todos juntos.+ 7 Y se suscitó una riña entre los manaderos del ganado de Abrán y los manaderos del ganado de Lot; y en aquel tiempo el cananeo y el perizita moraban en el país.+ 8 Por eso dijo Abrán a Lot:+ “Por favor, que no continúe riña alguna entre yo y tú y entre mis manaderos y tus manaderos, porque somos hermanos.+ 9 ¿No está a tu disposición todo el país?* Por favor, sepárate de mí. Si tú vas a la izquierda, entonces yo ciertamente iré a la derecha; pero si tú vas a la derecha, entonces yo ciertamente iré a la izquierda”.+ 10 De modo que Lot alzó los ojos y vio todo el Distrito* del Jordán,+ que todo él era una región bien regada, antes de que Jehová arruinara a Sodoma y Gomorra, como el jardín* de Jehová,+ como la tierra de Egipto hasta Zóar.*+ 11 Entonces Lot escogió para sí todo el Distrito del Jordán, y Lot mudó su campamento al este. Así que se separaron el uno del otro. 12 Abrán moró en la tierra de Canaán, pero Lot moró entre las ciudades del Distrito.+ Por fin asentó su tienda cerca de Sodoma. 13 Y los hombres de Sodoma eran malos, y eran pecadores en extremo contra Jehová.+
14 Y Jehová dijo a Abrán después que Lot se hubo separado de él: “Alza los ojos, por favor, y mira desde el lugar donde estás, hacia el norte y hacia el sur* y hacia el este y hacia el oeste,*+ 15 porque toda la tierra que estás mirando, a ti y a tu descendencia la voy a dar hasta tiempo indefinido.+ 16 Y ciertamente constituiré a tu descendencia como las partículas de polvo de la tierra, de modo que, si un hombre pudiera contar las partículas de polvo de la tierra, entonces podría ser contada tu descendencia.+ 17 Levántate, ve de un sitio a otro en la tierra por su largo y por su ancho, porque a ti te la voy a dar”.+ 18 De modo que Abrán continuó viviendo en tiendas.* Más tarde vino y moró entre los árboles grandes de Mamré,+ que están en Hebrón;+ y allí se puso a edificar un altar a Jehová.+
14 Ahora bien, aconteció en los días de* Amrafel rey* de Sinar,+ Arioc rey de Elasar, Kedorlaomer+ rey de Elam+ y Tidal rey de Goyim,*+ 2 que estos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma,+ y contra Birsá rey de Gomorra,+ Sinab rey de Admá+ y Seméber rey de Zeboyim,+ y el rey de Bela (es decir, Zóar).+ 3 Todos estos marcharon como aliados+ a la llanura baja de Sidim,*+ es decir, el mar Salado.+
4 Doce años habían servido a Kedorlaomer, pero al año decimotercero se rebelaron. 5 Y en el año decimocuarto vino Kedorlaomer, y también los reyes que con él estaban, y asestaron derrotas a los refaím en Asterot-qarnaim,+ y a los zuzim en Cam, y a los emim+ en Savé-quiryataim, 6 y a los horeos+ en su montaña de Seír,+ hasta El-parán,+ que está junto al desierto. 7 Entonces se volvieron y vinieron a En-mispat, es decir, Qadés,+ y derrotaron a todo el campo de los amalequitas+ y también a los amorreos+ que moraban en Hazazón-tamar.+
8 Entonces fue cuando salió en marcha el rey de Sodoma, y también el rey de Gomorra y el rey de Admá y el rey de Zeboyim y el rey de Bela (es decir, Zóar), y se formaron en orden de batalla contra ellos en la llanura baja de Sidim,+ 9 contra Kedorlaomer rey de Elam y Tidal rey de Goyim y Amrafel rey de Sinar y Arioc rey de Elasar;+ cuatro reyes contra los cinco. 10 Ahora bien, la llanura baja de Sidim+ era pozo tras pozo de betún;+ y los reyes de Sodoma y Gomorra+ se dieron a la fuga y fueron cayendo en estos, y los que quedaron huyeron a la región montañosa.+ 11 Entonces los vencedores* tomaron todos los bienes de Sodoma y Gomorra y todo su alimento y se fueron por su camino.+ 12 También tomaron a Lot, hijo del hermano de Abrán, y sus bienes, y siguieron su camino. En aquel entonces él moraba en Sodoma.+
13 Después de eso, un hombre que había escapado vino y se lo informó a Abrán el hebreo.*+ Él residía entonces entre los árboles grandes de Mamré el amorreo,+ el hermano de Escol y hermano de Aner;+ y ellos eran confederados* de Abrán. 14 Así llegó a oír Abrán que su hermano había sido llevado cautivo.+ En seguida juntó en formación militar a sus hombres adiestrados,+ trescientos dieciocho esclavos nacidos en su casa,*+ y fue en persecución de ellos hasta Dan.+ 15 Y de noche se puso a dividir sus fuerzas,+ él y sus esclavos, contra ellos, y así los derrotó y siguió persiguiéndolos hasta Hobá, que está al norte* de Damasco. 16 Y procedió a recobrar todos los bienes,+ y recobró también a Lot su hermano, y sus bienes, y también a las mujeres y a la gente.+
17 Entonces el rey de Sodoma salió a su encuentro después que él volvió de derrotar a Kedorlaomer y a los reyes que con él estaban, a la llanura baja de Savé,* es decir, a la llanura baja del rey.+ 18 Y Melquisedec+ rey de Salem+ sacó pan y vino,+ y él era sacerdote* del Dios Altísimo.*+ 19 Entonces lo bendijo y dijo:
“¡Bendito sea Abrán del Dios Altísimo,+
Productor* de cielo y tierra;+
20 y bendito sea el Dios Altísimo,+
que ha entregado a tus opresores en tu mano!”.+
21 Después de eso el rey de Sodoma dijo a Abrán: “Dame las almas,*+ pero toma los bienes para ti”. 22 Ante esto, Abrán dijo al rey de Sodoma: “De veras alzo la mano [en juramento]+ a Jehová el Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra, 23 [y juro] que, desde un hilo hasta una correa de sandalia, no, no tomaré nada de lo que es tuyo,+ para que no digas: ‘Yo fui quien enriqueció a Abrán’. 24 ¡Nada para mí!+ Solamente lo que ya hayan comido los jóvenes, y la parte que les corresponde a los hombres que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamré+... que tomen ellos la parte que les corresponde”.+
15 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abrán en una visión,+ y dijo: “No temas,+ Abrán. Soy para ti un escudo.+ Tu galardón será muy grande”.*+ 2 A lo que dijo Abrán: “Señor Soberano Jehová,* ¿qué me darás, cuando voy quedándome sin hijo y el que poseerá mi casa es un hombre de Damasco, Eliezer?”.+ 3 Y Abrán añadió: “¡Mira! No me has dado descendencia,+ y, ¡mira!, un hijo+ de mi casa me sucede como heredero”. 4 Pero, ¡mire!, la palabra de Jehová a él fue en estas palabras: “Este hombre no te sucederá como heredero; más bien, uno que saldrá de tus propias entrañas te sucederá como heredero”.+
5 Entonces lo sacó afuera y dijo: “Mira hacia arriba, por favor, a los cielos, y cuenta las estrellas, si es que se te hace posible contarlas”.+ Y pasó a decirle: “Así llegará a ser tu descendencia”.+ 6 Y él puso fe* en Jehová;+ y él procedió a contárselo por justicia.+ 7 Entonces le añadió: “Yo soy Jehová, que te hizo salir de Ur de los caldeos para darte esta tierra para que la tomes en posesión”.+ 8 A lo cual él dijo: “Señor Soberano Jehová,* ¿en qué sabré que la tomaré en posesión?”.+ 9 Él a su vez le dijo: “Toma para mí* una novilla de tres años y una cabra de tres años y un carnero de tres años y una tórtola y un pichón”.+ 10 De modo que él tomó para sí todos estos y los partió en dos y puso cada parte de ellos de modo que hiciera juego con la otra, pero no cortó en pedazos los pájaros.+ 11 Y las aves de rapiña empezaron a descender sobre los cadáveres,+ pero Abrán seguía ahuyentándolas.
12 Después de un rato el sol estaba para ponerse, y un sueño profundo cayó sobre Abrán,+ y, ¡mire!, una oscuridad aterradoramente grande* estaba cayendo sobre él. 13 Y él empezó a decir a Abrán: “Puedes saber con seguridad que tu descendencia llegará a ser residente forastera en tierra ajena,+ y tendrá que servirles, y estos ciertamente la afligirán por cuatrocientos años.+ 14 Pero a la nación que ellos servirán yo la voy a juzgar,+ y después de aquello saldrán con muchos bienes.+ 15 En cuanto a ti, irás a tus antepasados en paz; serás enterrado en buena vejez.+ 16 Pero a la cuarta generación ellos volverán acá,+ porque todavía no ha quedado completo el error de los amorreos”.+
17 Ahora el sol se estaba poniendo y vino una densa oscuridad y, ¡mire!, un horno humeante y una antorcha de fuego que pasó por entre estos trozos.+ 18 En aquel día Jehová celebró* un pacto+ con Abrán, diciendo: “A tu descendencia ciertamente daré esta tierra,+ desde el río de Egipto hasta el gran río, el río Éufrates:+ 19 los quenitas+ y los quenizitas y los qadmonitas 20 y los hititas+ y los perizitas+ y los refaím+ 21 y los amorreos y los cananeos y los guirgaseos y los jebuseos”.+
16 Ahora bien, Sarai, esposa de Abrán, no le había dado hijos;+ pero ella tenía una sierva egipcia, y el nombre de esta era Agar.+ 2 Por lo tanto Sarai dijo a Abrán: “¡Ah, por favor! Jehová me ha excluido de dar a luz hijos.+ Por favor, ten relaciones con mi sierva. Quizás yo consiga hijos de ella”.+ De modo que Abrán escuchó la voz de Sarai.+ 3 Entonces Sarai, esposa de Abrán, tomó a Agar, su sierva egipcia, al cabo de diez años de haber morado Abrán en la tierra de Canaán, y se la dio por esposa a Abrán su marido.+ 4 Por consiguiente, él tuvo relaciones con Agar, y ella quedó encinta. Cuando ella se dio cuenta de que estaba encinta, entonces su ama empezó a ser despreciada a los ojos de ella.+
5 Ante esto, Sarai dijo a Abrán: “Venga sobre ti la violencia que se me ha hecho. Yo misma entregué mi sierva en tu seno, y ella se dio cuenta de que estaba encinta, y empecé a ser despreciada a sus ojos. Juzgue Jehová entre yo y tú”.*+ 6 De modo que Abrán dijo a Sarai:+ “¡Mira! Tu sierva está a disposición tuya. Hazle lo que parezca bien a tus ojos”.+ Entonces Sarai se puso a humillarla* de modo que esta huyó de ella.+
7 Más tarde, el ángel+ de Jehová* la halló junto a una fuente de aguas en el desierto, junto a la fuente en el camino a Sur.+ 8 Y empezó a decir: “Agar, sierva de Sarai, ¿precisamente de dónde has venido, y a dónde vas?”. A lo cual dijo ella: “Pues, estoy huyendo de Sarai mi ama”. 9 Y el ángel de Jehová pasó a decirle: “Vuélvete a tu ama y humíllate bajo su mano”.+ 10 Entonces le dijo el ángel de Jehová: “Multiplicaré en gran manera tu descendencia,+ de modo que no será contada por su multitud”.+ 11 Además, el ángel de Jehová le añadió: “Mira que estás encinta, y ciertamente darás a luz un hijo, y tienes que llamarlo por nombre Ismael;*+ porque Jehová ha oído tu aflicción.+ 12 En cuanto a él, llegará a ser un hombre [con características de] cebra.* Su mano estará contra todos, y la mano de todos estará contra él;+ y delante del rostro de todos sus hermanos residirá”.+
13 Entonces ella empezó a llamar por nombre a Jehová, que le estaba hablando: “Tú eres un Dios* de la vista*+ —porque dijo ella—: ¿Realmente* he mirado yo aquí al* que me ve?”. 14 Por eso se llamó al pozo* Beer-lahai-roí.*+ Aquí está entre Qadés y Bered. 15 Más tarde Agar le dio a luz un hijo a Abrán, y Abrán llamó por nombre Ismael+ a su hijo que Agar dio a luz. 16 Y Abrán tenía ochenta y seis años de edad cuando Agar dio a luz a Ismael a Abrán.
17 Cuando Abrán alcanzó la edad de noventa y nueve años, entonces Jehová se apareció a Abrán y le dijo:+ “Yo soy Dios Todopoderoso.*+ Anda delante de mí y resulta exento de falta.+ 2 Y ciertamente daré mi pacto entre yo y tú,+ para multiplicarte muchísimo”.+
3 Ante aquello, Abrán cayó sobre su rostro,+ y Dios* continuó hablando con él, y dijo: 4 “En cuanto a mí, ¡mira!, mi pacto es contigo,+ y ciertamente llegarás a ser padre de una muchedumbre de naciones.+ 5 Y ya no te llamarás más por el nombre Abrán,* y tu nombre tiene que llegar a ser Abrahán,* porque padre de una muchedumbre de naciones de seguro te haré yo. 6 Y ciertamente te haré fructífero en sumo grado, y de veras haré que llegues a ser naciones, y reyes saldrán de ti.+
7 ”Y ciertamente pondré por obra mi pacto entre yo y tú+ y tu descendencia después de ti según sus generaciones para un pacto hasta tiempo indefinido,+ para que yo resulte ser Dios* para ti y para tu descendencia después de ti.+ 8 Y ciertamente te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra de tus residencias como forastero,+ sí, toda la tierra de Canaán, por posesión hasta tiempo indefinido; y ciertamente resultaré ser Dios para ellos”.+
9 Y Dios dijo además a Abrahán: “En cuanto a ti, tú has de guardar mi pacto, tú y tu descendencia después de ti según sus generaciones.+ 10 Este es mi pacto que ustedes guardarán, entre yo y ustedes, incluso tu descendencia después de ti:+ Todo varón de ustedes tiene que ser circuncidado.+ 11 Y tienen que ser circuncidados ustedes en la carne de su prepucio, y esto tiene que servir como señal del pacto entre yo y ustedes.+ 12 Y todo varón de ustedes que tenga ocho días de edad tiene que ser circuncidado,+ según sus generaciones, cualquiera nacido en la casa* y cualquiera comprado con dinero* de cualquier extranjero que no sea de tu descendencia. 13 Sin falta tiene que ser circuncidado todo el nacido en tu casa y todo el comprado con dinero tuyo;+ y mi pacto en la carne de ustedes tiene que servir de pacto hasta tiempo indefinido.+ 14 Y el varón incircunciso que no quiera circuncidarse la carne de su prepucio, esa misma alma tiene que ser cortada de su pueblo.+ Ha quebrantado mi pacto”.
15 Y Dios pasó a decir a Abrahán: “En cuanto a Sarai tu esposa, no debes llamarla por el nombre Sarai,* porque su nombre es Sara.*+ 16 Y ciertamente la bendeciré y también te daré de ella un hijo;+ y ciertamente la bendeciré, y ella de veras llegará a ser naciones;+ reyes de pueblos provendrán de ella”.+ 17 Ante esto, Abrahán cayó sobre su rostro y se puso a reír y a decir en su corazón:+ “¿A un hombre de cien años de edad le nacerá un hijo, y Sara, sí, una mujer de noventa años de edad, dará a luz?”.+
18 Después Abrahán dijo al Dios [verdadero]:* “¡Oh que viviera Ismael delante de ti!”.+ 19 A lo cual dijo Dios: “Sara tu esposa realmente te va a dar a luz un hijo, y tienes que llamarlo por nombre Isaac.*+ Y ciertamente estableceré mi pacto con él por pacto hasta tiempo indefinido para su descendencia después de él.+ 20 Pero tocante a Ismael te he oído. ¡Mira! Ciertamente lo bendeciré y lo haré fructífero y lo multiplicaré muchísimo.+ Ciertamente producirá él doce principales,* y de veras haré que llegue a ser una nación grande.+ 21 Sin embargo, mi pacto lo estableceré con Isaac,+ que Sara te dará a luz a este tiempo señalado el año próximo”.+
22 Con eso Dios acabó de hablar con él y subió de donde [estaba] Abrahán.+ 23 Entonces Abrahán procedió a tomar a Ismael su hijo y a todos los hombres nacidos en su casa y a todos los comprados con dinero suyo, a todo varón entre los hombres de la casa de Abrahán, y se puso a circuncidar la carne de su prepucio en aquel mismo día, tal como había hablado Dios con él.+ 24 Y Abrahán tenía noventa y nueve años de edad cuando le fue circuncidada la carne de su prepucio.+ 25 E Ismael su hijo tenía trece años de edad cuando le fue circuncidada la carne de su prepucio.+ 26 En aquel mismo día fue circuncidado Abrahán, y también Ismael su hijo.+ 27 Y todos los hombres de su casa, todo nacido en la casa y todo comprado de extranjero por dinero, fueron circuncidados con él.+
18 Después Jehová se le apareció+ entre los árboles grandes de Mamré,+ mientras él estaba sentado a la entrada de su tienda como al calor del día.+ 2 Cuando él alzó los ojos,+ entonces miró y allí estaban tres hombres de pie a alguna distancia de él. Cuando alcanzó a verlos, echó a correr a su encuentro desde la entrada de la tienda y procedió a inclinarse a tierra.+ 3 Entonces dijo: “Ah, Jehová,* si he hallado favor a tus ojos, sírvete no pasar de largo a tu siervo.+ 4 Que se traiga un poco de agua, por favor, y se les tiene que lavar los pies.+ Entonces recuéstense debajo del árbol.+ 5 Y permítaseme traer un pedazo de pan, y refresquen sus corazones.+ Después de eso pueden pasar adelante, porque por eso han pasado por este camino a donde su siervo”. A lo cual dijeron: “Está bien. Puedes hacer tal como has hablado”.
6 De modo que Abrahán fue apresurándose a la tienda a donde Sara y dijo: “¡Apresúrate! Toma tres medidas de sea* de flor de harina, amásala y haz tortas redondas”.+ 7 Luego Abrahán corrió a la vacada y procedió a tomar un toro joven, tierno y bueno, y a darlo al servidor, y este fue apresurándose a aderezarlo.+ 8 Tomó entonces mantequilla y leche y el toro joven que había aderezado y lo puso delante de ellos.+ Entonces él mismo se quedó de pie al lado de ellos debajo del árbol mientras ellos comían.+
9 Ahora ellos le* dijeron: “¿Dónde está Sara tu esposa?”.+ A lo cual él dijo: “¡Aquí en la tienda!”.+ 10 De modo que continuó él: “De seguro volveré a ti el año próximo por este tiempo,* y, ¡mira!, Sara tu esposa tendrá un hijo”.+ Ahora bien, Sara estaba escuchando a la entrada de la tienda, y esta estaba detrás del hombre. 11 Y Abrahán y Sara eran viejos, avanzados en años.+ A Sara le había cesado la menstruación.*+ 12 Por eso Sara empezó a reírse dentro de sí,+ diciendo: “Después que estoy gastada, ¿verdaderamente tendré placer, siendo, además, viejo mi señor?”.*+ 13 Entonces Jehová dijo a Abrahán: “¿Por qué se rió Sara, y dijo: ‘¿Es que de veras y ciertamente daré a luz, aunque he envejecido?’?+ 14 ¿Hay cosa alguna demasiado extraordinaria para Jehová?+ Al tiempo señalado volveré a ti, el año próximo por este tiempo, y Sara tendrá un hijo”. 15 Pero Sara empezó a negarlo, diciendo: “¡No me reí!”. Pues tenía miedo. A lo cual dijo él: “¡No!, pero sí te reíste”.+
16 Más tarde los hombres se levantaron de allí y miraron abajo hacia Sodoma,+ y Abrahán iba andando con ellos para acompañarlos.+ 17 Y Jehová* dijo: “¿Estoy yo manteniendo encubierto de Abrahán lo que voy a hacer?+ 18 Pues Abrahán de seguro llegará a ser una nación grande y poderosa, y todas las naciones de la tierra tendrán que bendecirse por medio de él.+ 19 Porque he llegado a conocerlo a fin de que dé mandato a sus hijos y a su casa después de él de modo que verdaderamente guarden el camino de Jehová para hacer justicia y juicio;+ a fin de que Jehová ciertamente haga venir sobre Abrahán lo que ha hablado acerca de él”.+
20 Por consiguiente, Jehová dijo: “El clamor de queja acerca de Sodoma y Gomorra+ es ciertamente fuerte, y su pecado es ciertamente muy grave.+ 21 Estoy completamente resuelto a bajar para ver si obran del todo conforme al clamor que acerca de ello ha llegado a mí, y, si no, podré llegar a saberlo”.+
22 Entonces los hombres se volvieron de allí y procedieron a irse a Sodoma; pero en cuanto a Jehová,+ él todavía estaba de pie delante de Abrahán.*+ 23 Entonces Abrahán se aproximó y empezó a decir: “¿Verdaderamente barrerás al justo con el inicuo?+ 24 Supongamos que haya cincuenta hombres justos en medio de la ciudad. ¿Los barrerás, pues, y no perdonarás el lugar por causa de los cincuenta justos que estén en él?+ 25 ¡Es inconcebible de ti el que vayas a obrar de esta manera para dar muerte al justo con el inicuo, de modo que tenga que ocurrirle al justo lo mismo que le ocurre al inicuo!+ Es inconcebible de ti.+ ¿El Juez de toda la tierra no va a hacer lo que es recto?”.+ 26 Entonces dijo Jehová: “Si hallo en Sodoma cincuenta hombres justos en medio de la ciudad, ciertamente perdonaré a todo el lugar por causa de ellos”.+ 27 Pero Abrahán pasó a contestar y decir: “Por favor, mira que he tomado a mi cargo hablar a Jehová,* cuando soy polvo y ceniza.+ 28 Supongamos que de los cincuenta justos faltaran cinco. ¿Arruinarás por los cinco a toda la ciudad?”. A lo cual él dijo: “No la arruinaré si hallo allí cuarenta y cinco”.+
29 Pero volvió a hablarle de nuevo, y dijo: “Supongamos que se hallen allí cuarenta”. A su vez, él dijo: “No lo haré por causa de los cuarenta”. 30 Pero continuó: “Que Jehová,* por favor, no se enardezca de cólera,+ sino que se me permita seguir hablando:+ Supongamos que se hallen allí treinta”. A su vez, él dijo: “No lo haré si hallo allí treinta”. 31 Pero continuó: “Por favor, mira que he tomado a mi cargo hablar a Jehová:*+ Supongamos que se hallen allí veinte”. A su vez, él dijo: “No la arruinaré por causa de los veinte”.+ 32 Por fin dijo: “Que Jehová,* por favor, no se enardezca de cólera,+ sino que se me permita hablar esta sola vez:+ Supongamos que se hallen allí diez”. A su vez, él dijo: “No la arruinaré por causa de los diez”.+ 33 Entonces Jehová+ procedió a irse cuando hubo acabado de hablar a Abrahán, y Abrahán se volvió a su lugar.
19 Ahora bien, los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer, y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma.+ Cuando Lot alcanzó a verlos, entonces se levantó para ir a su encuentro y se inclinó rostro a tierra.+ 2 Y procedió a decir: “Por favor, ahora, señores míos, desvíense, por favor, a casa de su siervo, y quédense toda la noche, y que se les laven los pies.+ Luego tienen que levantarse temprano y seguir viajando por su camino”.+ A lo que dijeron ellos: “No, sino que en la plaza pública nos quedaremos toda la noche”.+ 3 Pero él los instó mucho,+ de modo que se desviaron a donde él y entraron en su casa. Entonces él les hizo un banquete,+ y coció tortas no fermentadas,+ y ellos se pusieron a comer.
4 Antes que pudieran acostarse, los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, cercaron la casa,+ desde el muchacho hasta el viejo, toda la gente en una chusma.*+ 5 Y siguieron llamando a Lot y diciéndole: “¿Dónde están los hombres que entraron contigo esta noche? Sácanoslos para que tengamos ayuntamiento con ellos”.+
6 Por fin Lot salió a donde ellos, a la entrada, pero cerró la puerta tras sí. 7 Entonces dijo: “Por favor, hermanos míos, no obren mal.+ 8 Por favor, miren que tengo dos hijas que nunca han tenido coito con hombre.+ Por favor, déjenme sacarlas a ustedes. Entonces háganles lo que parezca bien a sus ojos.+ Solo no hagan nada a estos hombres,+ porque por eso han venido bajo la sombra de mi techo”.+ 9 A lo que dijeron: “¡Quítate allá!”. Y añadieron: “Este hombre solitario vino acá a morar como forastero+ y, no obstante, realmente quiere hacer de juez.+ Ahora vamos a hacerte peor a ti que a ellos”. Y con ímpetu vinieron echándose pesadamente sobre el hombre,+ sobre Lot, y estaban acercándose para forzar la puerta.+ 10 De modo que los hombres alargaron la mano y metieron a Lot consigo, dentro de la casa, y cerraron la puerta. 11 Pero a los hombres que estaban a la entrada de la casa los hirieron con ceguera,+ desde el menor hasta el mayor,+ de modo que estos se agotaban tratando de hallar la entrada.+
12 Entonces los hombres dijeron a Lot: “¿Tienes otros aquí? Yerno y tus hijos y tus hijas y cuantos sean tuyos en la ciudad, ¡sácalos del lugar!+ 13 Pues vamos a arruinar este lugar, porque el clamor contra ellos se ha hecho fuerte delante de Jehová,+ de modo que Jehová nos ha enviado para arruinar la ciudad”.*+ 14 Por lo tanto Lot salió y empezó a hablar a sus yernos que habían de tomar* a sus hijas, y siguió diciendo: “¡Levántense! ¡Sálganse de este lugar, porque Jehová va a arruinar la ciudad!”.+ Pero a los ojos de sus yernos parecía como hombre que bromeaba.+
15 No obstante, cuando ascendió el alba, entonces los ángeles se pusieron a apremiar a Lot, diciendo: “¡Levántate! ¡Toma a tu esposa y a tus dos hijas que se hallan aquí,+ por temor de que seas barrido en el error de la ciudad!”.+ 16 Cuando siguió demorándose,+ entonces, por la compasión de Jehová para con él,+ los hombres asieron la mano de él y la mano de su esposa y las manos de sus dos hijas y procedieron a sacarlo y a situarlo fuera de la ciudad.+ 17 Y aconteció que, tan pronto como los hubieron sacado a las afueras, él* empezó a decir: “¡Escapa por tu alma!+ ¡No mires atrás+ y no te detengas en todo el Distrito!*+ ¡Escapa a la región montañosa por temor de que seas barrido!”.+
18 Entonces les dijo Lot: “¡Eso no, por favor, Jehová!* 19 Ahora, por favor, tu siervo ha hallado favor a tus ojos+ de modo que estás engrandeciendo tu bondad amorosa,*+ la cual has ejercido conmigo para conservar viva mi alma,+ pero yo... yo no puedo escapar a la región montañosa por temor de que la calamidad se mantenga cerca de mí y yo ciertamente muera.+ 20 Ahora, por favor, esta ciudad está cerca para huir allá, y es cosa pequeña.+ Permítaseme, por favor, escapar allá —¿no es cosa pequeña?— y mi alma seguirá viviendo”.+ 21 Así que él le dijo: “Mira que verdaderamente te muestro consideración hasta este grado* también,+ al no derribar la ciudad de la cual has hablado.+ 22 ¡Apresúrate! ¡Escapa allá, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allá!”.+ Por eso él llamó la ciudad por nombre Zóar.*+
23 El sol había salido sobre la tierra cuando Lot llegó a Zóar.+ 24 Entonces Jehová hizo llover azufre y fuego desde Jehová, desde los cielos, sobre Sodoma y sobre Gomorra.+ 25 De modo que siguió adelante derribando a estas ciudades, sí, al Distrito entero, y a todos los habitantes de las ciudades, y las plantas del suelo.+ 26 Y la esposa de él empezó a mirar alrededor desde detrás de él,* y se convirtió en columna de sal.+
27 Ahora bien, muy de mañana Abrahán se dirigió al lugar donde había estado de pie delante de Jehová.+ 28 Entonces miró abajo hacia Sodoma y Gomorra y hacia toda la tierra del Distrito, y vio una escena. ¡Pues mire, humo denso ascendía de la tierra como el humo denso de un horno de calcinación!+ 29 Y aconteció que, cuando Dios arruinó las ciudades del Distrito, Dios tuvo presente a Abrahán, pues dio pasos para enviar a Lot de en medio del derribo cuando derribó las ciudades en medio de las cuales había estado morando Lot.+
30 Más tarde Lot subió desde Zóar y empezó a morar en la región montañosa, y sus dos hijas junto con él,+ porque le dio miedo morar en Zóar.+ De modo que empezó a morar en una cueva, él y sus dos hijas. 31 Y la primogénita procedió a decir a la más joven: “Nuestro padre es viejo, y no hay hombre en el país que tenga relaciones con nosotras según la manera de toda la tierra.+ 32 Ven, demos a beber vino a nuestro padre+ y acostémonos con él y conservemos prole de nuestro padre”.+
33 De modo que siguieron dando a beber vino a su padre durante aquella noche;+ entonces la primogénita entró y se acostó con su padre, pero él no supo cuando ella se acostó ni cuando se levantó.* 34 Y al día siguiente sucedió que la primogénita dijo entonces a la más joven: “Mira, anoche me acosté con mi padre. Démosle a beber vino también esta noche. Entonces entra tú, acuéstate con él, y conservemos prole de nuestro padre”. 35 De modo que repetidas veces dieron a beber vino a su padre durante aquella noche también; entonces la más joven se levantó y se acostó con él, pero él no supo cuando ella se acostó ni cuando se levantó. 36 Y ambas hijas de Lot quedaron encinta de su padre.+ 37 Con el tiempo la primogénita llegó a ser madre de un hijo, y lo llamó por nombre Moab.*+ Es el padre de Moab, hasta el día de hoy.+ 38 En cuanto a la más joven, ella también dio a luz un hijo, y entonces lo llamó por nombre Ben-ammí.* Es el padre de los hijos de Ammón,+ hasta el día de hoy.
20 Ahora bien, Abrahán mudó su campamento de allí+ a la tierra del Négueb y se puso a morar entre Qadés+ y Sur+ y a residir como forastero en Guerar.+ 2 Y repitió Abrahán respecto a Sara su esposa: “Es mi hermana”.+ Ante aquello, Abimélec* rey de Guerar envió, y tomó a Sara.+ 3 Después Dios vino a Abimélec en un sueño de noche y le dijo: “Mira que puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado,+ puesto que es poseída por otro dueño como esposa”.+ 4 Sin embargo, Abimélec no se había acercado a ella.+ Por eso dijo: “Jehová,* ¿matarás a una nación que es verdaderamente justa?+ 5 ¿No me dijo él: ‘Es mi hermana’?, y ella... ¿no dijo ella también: ‘Es mi hermano’? En la honradez de mi corazón y con inocencia de mis manos he hecho esto”.+ 6 Ante aquello, el Dios [verdadero] le dijo en el sueño: “Yo también he sabido que has hecho esto en la honradez de tu corazón,+ y también estaba deteniéndote de pecar contra mí.+ Por eso no te permití tocarla.+ 7 Pero ahora, devuelve la esposa del hombre, porque es profeta,*+ y él hará súplica por ti.+ Así que, sigue viviendo. Pero si no la vas a devolver, sabe que positivamente morirás, tú y todos los que son tuyos”.+
8 De modo que Abimélec se levantó muy de mañana y procedió a llamar a todos sus siervos y a hablar de todas estas cosas a oídos de ellos. Y a los hombres les dio mucho miedo. 9 Entonces llamó Abimélec a Abrahán y le dijo: “¿Qué nos has hecho, y qué pecado he cometido yo contra ti, para que hayas traído sobre mí y sobre mi reino un pecado grande?+ Obras que no debieran haberse hecho has hecho tú respecto a mí”.+ 10 Y Abimélec pasó a decir a Abrahán: “¿Qué tenías en mira para que hayas hecho esta cosa?”.+ 11 A esto Abrahán dijo: “Fue porque me dije a mí mismo: ‘Sin duda no hay temor de Dios* en este lugar,+ y ciertamente me matarán por causa de mi esposa’.+ 12 Y, además, ella en verdad es mi hermana, hija de mi padre, solo que no es hija de mi madre; y vino a ser mi esposa.+ 13 Y aconteció que, cuando Dios me hizo salir errante* de la casa de mi padre,+ entonces le dije a ella: ‘Esta es tu bondad amorosa*+ que puedes ejercer para conmigo: En todo lugar adonde lleguemos, di de mí: “Es mi hermano”’”.+
14 Después de eso Abimélec tomó ovejas y ganado vacuno y siervos y siervas y los dio a Abrahán, y le devolvió a Sara su esposa.+ 15 Además dijo Abimélec: “Mira, mi tierra está a tu disposición.* Mora donde parezca bien a tus ojos”.+ 16 Y a Sara dijo: “Mira que de veras doy mil piezas de moneda de plata* a tu hermano.+ Mira que es* para ti una cobertura+ de los ojos* para todos los que están contigo, y ante todo el mundo, y quedas libre de oprobio”.* 17 Y Abrahán se puso a hacer súplica al Dios [verdadero];+ y Dios* procedió a sanar a Abimélec y a su esposa y a sus esclavas, y estas empezaron a dar a luz hijos. 18 Porque Jehová había cerrado completamente toda matriz de la casa de Abimélec por causa de Sara, esposa de Abrahán.+
21 Y Jehová dirigió su atención a Sara tal como había dicho, y ahora Jehová hizo para con Sara tal como había hablado.+ 2 Y Sara quedó encinta+ y entonces le dio a luz un hijo a Abrahán, en la vejez de él, al tiempo señalado del cual le había hablado Dios.+ 3 Por lo tanto Abrahán llamó por nombre Isaac+ a su hijo que le había nacido, que Sara le había dado a luz. 4 Y Abrahán procedió a circuncidar a Isaac su hijo cuando este tenía ocho días de edad, tal como le había mandado Dios.+ 5 Y Abrahán tenía cien años de edad cuando le nació Isaac su hijo. 6 Entonces dijo Sara: “Dios me ha preparado risa: todo el que oiga de ello se reirá de mí”.+ 7 Y añadió: “¿Quién hubiera expresado [esto] a Abrahán: ‘Sara ciertamente amamantará hijos’, cuando el caso es que he dado a luz un hijo cuando él es viejo?”.
8 Ahora bien, el niño siguió creciendo y llegó a ser destetado;+ y entonces Abrahán preparó un gran banquete el día en que Isaac fue destetado. 9 Y Sara observaba de continuo que el hijo de Agar la egipcia,+ que esta le había dado a luz a Abrahán, se burlaba.+ 10 De modo que empezó a decir a Abrahán: “¡Expulsa a esta esclava y a su hijo, porque el hijo de esta esclava no va a ser heredero con mi hijo, con Isaac!”.+ 11 Pero muy desagradable le resultó [aquella] cosa a Abrahán, en lo que tocaba a su hijo.+ 12 Entonces Dios dijo a Abrahán: “No te sea desagradable nada de lo que Sara siga diciéndote acerca del muchacho y acerca de tu esclava. Escucha su voz, porque es por medio de Isaac por quien lo que será llamado descendencia tuya será.+ 13 Y en cuanto al hijo de la esclava,+ también a él lo constituiré en nación, porque es prole tuya”.+
14 De modo que Abrahán se levantó muy de mañana y tomó pan y un odre de agua y se lo dio a Agar,+ poniéndolo sobre el hombro de ella, y al niño,+ y entonces la despidió. Y ella se puso en marcha y anduvo errante por el desierto de Beer-seba.*+ 15 Por fin se agotó el agua+ del odre, y ella arrojó+ al niño bajo uno de los arbustos. 16 Entonces siguió adelante y se sentó sola, como a la distancia de un tiro de arco, porque decía: “Que no vea yo cuando muera el niño”.+ De modo que se sentó a lo lejos y se puso a alzar la voz y a llorar.*+
17 En esto Dios oyó la voz del muchacho,+ y el ángel de Dios llamó a Agar desde los cielos y le dijo:+ “¿Qué te pasa, Agar? No tengas miedo, porque Dios ha escuchado la voz del muchacho allí donde está. 18 Levántate, alza al muchacho y áselo con tu mano, porque lo constituiré en nación grande”.+ 19 Entonces Dios le abrió los ojos de modo que ella alcanzara a ver un pozo de agua;+ y ella fue y se puso a llenar de agua el odre y a dar de beber al muchacho. 20 Y Dios continuó estando con el muchacho,+ y él siguió creciendo y morando en el desierto; y se hizo arquero.*+ 21 Y se puso a morar en el desierto de Parán,+ y su madre procedió a tomarle esposa de la tierra de Egipto.
22 Ahora bien, por aquel tiempo aconteció que Abimélec, junto con Ficol, el jefe de su ejército, dijo a Abrahán: “Dios* está contigo en todo lo que estás haciendo.+ 23 De modo que ahora júrame aquí por Dios+ que no me resultarás falso a mí, ni a mi prole, ni a mi posteridad;+ que, conforme al amor leal con que yo he tratado contigo,+ tú tratarás conmigo y con la tierra en la cual has estado residiendo como forastero”.+ 24 De modo que Abrahán dijo: “Juraré”.+
25 Cuando Abrahán criticó severamente a Abimélec respecto al pozo de agua del que se habían apoderado con violencia los siervos de Abimélec,+ 26 entonces dijo Abimélec: “No sé quién hizo esta cosa, ni tú mismo me lo informaste, y yo mismo tampoco lo he oído hasta hoy”.+ 27 Ante aquello, Abrahán tomó ovejas y ganado vacuno y los dio a Abimélec,+ y ambos procedieron a celebrar* un pacto.+ 28 Cuando Abrahán puso aparte siete corderas del rebaño, 29 Abimélec pasó a decir a Abrahán: “¿Pues qué significan estas siete corderas que has puesto aparte?”. 30 Entonces él dijo: “Has de aceptar de mi mano las siete corderas, para que ello me sirva de testimonio+ de que yo he cavado este pozo”. 31 Por eso llamó a aquel lugar Beer-seba,+ porque allí ambos habían prestado juramento. 32 Así que celebraron un pacto+ en Beer-seba, después de lo cual Abimélec se levantó junto con Ficol, el jefe de su ejército, y se volvieron a la tierra de los filisteos.+ 33 Después de aquello él plantó un tamarisco en Beer-seba e invocó allí el nombre de Jehová+ el Dios de duración indefinida.*+ 34 Y Abrahán extendió su residencia como forastero en la tierra de los filisteos muchos días.+
22 Ahora bien, después de estas cosas aconteció que el Dios [verdadero] puso a prueba+ a Abrahán. Por consiguiente, le dijo: “¡Abrahán!”, a lo cual dijo él: “¡Aquí estoy!”.+ 2 Y él pasó a decir: “Toma, por favor, a tu hijo, a tu hijo único a quien amas tanto,+ a Isaac,+ y haz un viaje a la tierra de Moria,+ y allí ofrécelo como ofrenda quemada sobre una de las montañas que yo te designaré”.+
3 De modo que Abrahán se levantó muy de mañana y aparejó su asno y tomó consigo a dos de sus servidores* y a Isaac su hijo;+ y partió la leña para la ofrenda quemada. Entonces se levantó y emprendió el viaje al lugar que le designó el Dios [verdadero]. 4 Fue por primera vez al tercer día cuando Abrahán alzó los ojos y empezó a ver el lugar desde lejos. 5 Entonces Abrahán dijo a sus servidores:+ “Quédense aquí con el asno, pero yo y el muchacho queremos ir allá, y adorar,+ y volver a ustedes”.
6 Después de eso, Abrahán tomó la leña de la ofrenda quemada y la puso sobre Isaac su hijo,+ y tomó en sus manos el fuego y el cuchillo de degüello, y ambos siguieron adelante juntos.+ 7 E Isaac empezó a decir a Abrahán su padre:* “¡Padre mío!”.+ Él a su vez dijo: “¡Aquí estoy, hijo mío!”.+ De modo que continuó: “Aquí están el fuego y la leña, ¿pero dónde está la oveja para la ofrenda quemada?”.+ 8 A lo cual dijo Abrahán: “Dios se proveerá la oveja para la ofrenda quemada,+ hijo mío”. Y ambos siguieron andando juntos.
9 Finalmente llegaron al lugar que le había designado el Dios [verdadero], y allí Abrahán edificó un altar+ y puso en orden la leña y ató de manos y pies a Isaac su hijo y lo puso sobre el altar, encima de la leña.+ 10 Entonces Abrahán extendió la mano y tomó el cuchillo de degüello para matar a su hijo.+ 11 Pero el ángel de Jehová se puso a llamarlo desde los cielos y a decir:+ “¡Abrahán, Abrahán!”, a lo cual él contestó: “¡Aquí estoy!”. 12 Y pasó a decir: “No extiendas tu mano contra el muchacho y no le hagas nada,+ porque ahora sé de veras que eres temeroso de Dios,* puesto que no has retenido de mí a tu hijo, tu único”.+ 13 En esto Abrahán alzó los ojos y miró, y allí, a poca distancia enfrente de él, había un carnero prendido por los cuernos en un matorral. De modo que Abrahán fue y tomó el carnero y lo ofreció como ofrenda quemada en lugar de su hijo.+ 14 Y Abrahán se puso a llamar aquel lugar por nombre Jehová-yiré.* Por eso se acostumbra decir hoy: “En la montaña de Jehová se proveerá”.*+
15 Y el ángel de Jehová procedió a llamar a Abrahán por segunda vez desde los cielos 16 y a decir: “‘Por mí mismo de veras juro —es la expresión de Jehová+— que por motivo de que has hecho esta cosa y no has retenido a tu hijo, tu único,+ 17 yo de seguro te bendeciré y de seguro multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la orilla del mar;+ y tu descendencia tomará posesión de la puerta* de sus enemigos.+ 18 Y mediante tu descendencia+ ciertamente se bendecirán* todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz’”.+
19 Después de eso Abrahán volvió a sus servidores, y se levantaron, y juntos procedieron a irse a Beer-seba;+ y Abrahán continuó morando en Beer-seba.
20 Ahora bien, después de estas cosas aconteció que le llegó a Abrahán el informe: “Mira que Milcá+ misma también le ha dado a luz hijos a Nacor+ tu hermano: 21 Uz su primogénito y Buz+ su hermano y Quemuel el padre de Aram, 22 y Késed y Hazó y Pildás y Jidlaf y Betuel”.+ 23 Y Betuel llegó a ser padre de Rebeca.+ Estos ocho le dio a luz Milcá a Nacor el hermano de Abrahán. 24 Estaba también su concubina, cuyo nombre era Reumá. Con el tiempo ella misma también dio a luz a Tébah y Gaham y Tahas y Maacá.+
23 Y la vida de Sara llegó a ciento veintisiete años. Estos fueron los años de la vida de Sara.+ 2 De modo que murió Sara en Quiryat-arbá,+ es decir, Hebrón,+ en la tierra de Canaán,+ y Abrahán entró a plañir a Sara y a llorarla. 3 Entonces se levantó Abrahán de delante de su muerto y procedió a hablar a los hijos de Het,*+ diciendo: 4 “Residente forastero y poblador soy yo entre ustedes.+ Denme la posesión de una sepultura entre ustedes para que entierre a mi muerto fuera del alcance de mi vista”.+ 5 Ante esto, los hijos de Het contestaron a Abrahán, y le dijeron: 6 “Escúchanos, señor mío.*+ Un principal de Dios* eres tú en medio de nosotros.+ En la más selecta* de nuestras sepulturas entierra a tu muerto.+ Ninguno de nosotros retendrá de ti su sepultura para impedir el entierro de tu muerto”.+
7 Por lo tanto Abrahán se levantó y se inclinó ante los naturales,*+ ante los hijos de Het,+ 8 y habló con ellos, y dijo: “Si sus almas convienen* en enterrar a mi muerto fuera del alcance de mi vista, escúchenme e insten por mí a Efrón el hijo de Zóhar,+ 9 para que me dé la cueva de Macpelá,*+ que es suya, la cual está a la extremidad de su campo. Por la plena cantidad de plata, que me la dé en medio de ustedes para la posesión de una sepultura”.+
10 El caso era que Efrón estaba sentado en medio de los hijos de Het. Así que Efrón el hitita+ contestó a Abrahán, a oídos de los hijos de Het junto con todos los que entraban por la puerta de su ciudad, y dijo:+ 11 “¡No, señor mío! Escúchame. El campo sí te lo doy, y la cueva que está en él a ti te la doy, sí. Ante los ojos de los hijos de mi pueblo de veras te la doy.+ Entierra a tu muerto”. 12 En esto se inclinó Abrahán ante los naturales 13 y habló a Efrón, oyéndolo los naturales, y dijo: “Solamente si tú... ¡no, escúchame! Ciertamente te daré la cantidad de plata por el campo. Tómala de mí,+ para que yo entierre allí a mi muerto”.
14 Entonces contestó Efrón a Abrahán, diciéndole: 15 “Señor mío, escúchame. Una porción de terreno que vale cuatrocientos siclos de plata,* ¿qué es eso entre yo y tú? De modo que entierra a tu muerto”.+ 16 Por consiguiente, escuchó Abrahán a Efrón, y Abrahán le pesó a Efrón la cantidad de plata de que había hablado a oídos de los hijos de Het, cuatrocientos siclos de plata, corriente entre mercaderes.+ 17 Así el campo de Efrón que estaba en Macpelá, que está enfrente de Mamré, el campo y la cueva que estaba en él, y todos los árboles que estaban en el campo,+ que estaban dentro de todos sus límites en derredor, quedaron confirmados+ 18 a Abrahán como propiedad suya comprada ante los ojos de los hijos de Het, entre todos los que entraban por la puerta de su ciudad.+ 19 Y después de aquello Abrahán enterró a Sara su esposa en la cueva del campo de Macpelá, enfrente de Mamré, es decir, Hebrón, en la tierra de Canaán.+ 20 Así el campo y la cueva que estaba en él quedaron confirmados a Abrahán para posesión de sepultura, de mano de los hijos de Het.+
24 Ahora bien, Abrahán era viejo, avanzado en años;* y Jehová había bendecido a Abrahán en todo.+ 2 Por lo tanto Abrahán dijo a su siervo, al más viejo de su casa, que administraba* todo lo que tenía:+ “Pon tu mano, por favor, debajo de mi muslo,+ 3 porque tengo que hacerte jurar por Jehová,+ el Dios de los cielos y el Dios de la tierra, que no tomarás esposa para mi hijo de las hijas de los cananeos, entre quienes estoy morando,+ 4 sino que irás a mi país y a mis parientes,+ y ciertamente tomarás esposa para mi hijo, para Isaac”.
5 Sin embargo, el siervo le dijo: “¿Y si la mujer no desea venir conmigo a esta tierra? ¿Sin falta tendré que devolver a tu hijo a la tierra de donde saliste?”.+ 6 Ante esto, Abrahán le dijo: “Cuídate de devolver a mi hijo a aquel lugar.+ 7 Jehová el Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mis parientes,*+ y que me habló y que me juró,+ diciendo: ‘A tu descendencia+ voy a dar esta tierra’,+ él enviará a su ángel delante de ti,+ y ciertamente tomarás de allá esposa para mi hijo.+ 8 Pero si la mujer no deseara venir contigo, tú también habrás quedado libre de este juramento que me prestaste.+ Solamente que no debes devolver a mi hijo a aquel lugar”. 9 Ante aquello, el siervo puso su mano debajo del muslo de Abrahán su amo y le juró respecto a este asunto.+
10 De modo que el siervo tomó diez camellos de los camellos de su amo y procedió a ir con toda suerte de cosa buena de su amo en la mano.+ Entonces se levantó y se puso en camino a Mesopotamia,* a la ciudad de Nacor. 11 Por fin hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad junto a un pozo de agua, como al atardecer,+ como a la hora en que acostumbraban salir las mujeres que sacan agua.+ 12 Y pasó a decir: “Jehová, el Dios de mi amo Abrahán,+ haz que suceda, por favor, ante mí en este día, y ejecuta bondad amorosa+ para con mi amo Abrahán.+ 13 Aquí estoy apostado junto a una fuente de agua, y las hijas de los hombres de la ciudad están saliendo para sacar agua.+ 14 Lo que tiene que suceder es que la joven a quien yo diga: ‘Baja tu jarro de agua, por favor, para que yo beba’, y que realmente diga: ‘Bebe, y también daré de beber a tus camellos’, esta sea la que tienes que asignar a tu siervo,+ a Isaac; y mediante esto déjame saber que has ejecutado amor leal para con mi amo”.+
15 Ahora bien, aconteció que antes que hubiera acabado de hablar,+ pues, aquí venía saliendo Rebeca, que le había nacido a Betuel+ hijo de Milcá+ la esposa de Nacor,+ hermano de Abrahán, y llevaba su jarro de agua sobre el hombro.+ 16 Pues bien, la joven* era de apariencia muy atractiva,+ virgen,* y ningún hombre había tenido coito con ella;+ y vino bajando hasta la fuente y empezó a llenar su jarro de agua, y entonces subió. 17 En seguida el siervo corrió a su encuentro y dijo: “Dame, por favor, un sorbito de agua de tu jarro”.+ 18 Ella, a su vez, dijo: “Bebe, señor mío”. Con eso, rápidamente bajó su jarro sobre su mano y le dio de beber.+ 19 Cuando acabó de darle de beber, entonces dijo: “También para tus camellos sacaré agua hasta que acaben de beber”.+ 20 De modo que ella rápidamente vació su jarro en el abrevadero y corrió vez tras vez al pozo para sacar agua,+ y siguió sacando para todos los camellos de él. 21 Entretanto, el hombre se quedó mirándola con fijeza, admirado, guardando silencio para saber si Jehová había dado éxito a su viaje o no.+
22 Por consiguiente, aconteció que, cuando los camellos habían acabado de beber, entonces el hombre tomó una nariguera+ de oro de medio siclo* de peso, y dos brazaletes+ para las manos de ella —diez siclos de oro era el peso de estos—, 23 y pasó a decir: “¿De quién eres hija? Infórmame, por favor. ¿Hay lugar en casa de tu padre para que pasemos la noche?”.+ 24 Ante aquello, ella le dijo: “Soy la hija de Betuel+ el hijo de Milcá, que ella le dio a luz a Nacor”.+ 25 Y además le dijo: “Hay con nosotros paja, así como también mucho forraje, también lugar donde pasar la noche”.+ 26 Y el hombre procedió a inclinarse y postrarse ante Jehová,+ 27 y a decir: “Bendito sea Jehová+ el Dios de mi amo Abrahán, que no ha abandonado su bondad amorosa y su confiabilidad para con mi amo. Estando yo en camino, Jehová me ha guiado a la casa de los hermanos de mi amo”.+
28 Y la joven echó a correr y refirió estas cosas a la casa de su madre. 29 Ahora bien, Rebeca tenía un hermano, y el nombre de este era Labán.+ Así que Labán fue corriendo a donde el hombre que estaba fuera, junto a la fuente. 30 Y aconteció que, al ver la nariguera, y los brazaletes+ en las manos de su hermana, y al oír las palabras de Rebeca su hermana, que decía: “De esta manera me habló el hombre”, entonces vino al hombre, y allí estaba él, de pie al lado de los camellos, junto a la fuente. 31 En seguida dijo: “Ven, bendito de Jehová.+ ¿Por qué te quedas parado aquí afuera, cuando yo mismo he alistado la casa, y lugar para los camellos?”. 32 Ante aquello, el hombre entró en la casa, y él se puso a desaparejar los camellos y a dar paja y forraje a los camellos y agua para lavar los pies de aquel y los pies de los hombres que con él estaban.+ 33 Entonces pusieron algo de comer delante de él, pero dijo: “No comeré hasta que haya hablado acerca de mis asuntos”. Por lo tanto él dijo: “¡Habla!”.+
34 Entonces pasó a decir: “Soy siervo de Abrahán.+ 35 Y Jehová ha bendecido a mi amo muchísimo, por cuanto sigue haciéndolo más grande y dándole ovejas y ganado vacuno y plata y oro y siervos y siervas y camellos y asnos.+ 36 Además, Sara la esposa de mi amo le dio a luz un hijo a mi amo después de haber envejecido ella;+ y él le dará todo lo que tiene.+ 37 De modo que mi amo me hizo jurar, diciendo: ‘No debes tomar esposa para mi hijo de las hijas de los cananeos en cuya tierra estoy morando.+ 38 No, sino que irás a la casa de mi padre y a mi familia,+ y tienes que tomar esposa para mi hijo’.+ 39 Pero yo dije a mi amo: ‘¿Y si la mujer no quiere venir conmigo?’.+ 40 Entonces él me dijo: ‘Jehová, delante de quien he andado,+ enviará a su ángel+ contigo y ciertamente dará éxito a tu camino;+ y tienes que tomar esposa, para mi hijo, de mi familia y de la casa de mi padre.+ 41 En aquel tiempo quedarás desligado de tu obligación a mí por juramento* cuando llegues a mi familia, y si no quieren dártela, entonces llegarás a estar libre de obligación a mí por juramento’.+
42 ”Cuando llegué a la fuente hoy, entonces dije: ‘Jehová el Dios de mi amo Abrahán, si realmente vas a dar éxito a mi camino por el cual estoy yendo,+ 43 aquí estoy apostado junto a una fuente de agua. Lo que tiene que suceder es que la doncella*+ que salga a sacar agua a quien yo en efecto diga: “Por favor, permíteme beber un poco de agua de tu jarro”, 44 y que realmente me diga: “Bebe tú, y también sacaré agua para tus camellos”, ella es la mujer que Jehová ha asignado para el hijo de mi amo’.+
45 ”Antes que acabara de hablar+ en mi corazón,+ pues, allí estaba Rebeca que salía, con su jarro sobre el hombro; y vino bajando hasta la fuente y empezó a sacar agua.+ Entonces le dije: ‘Dame de beber, por favor’.+ 46 De modo que ella rápidamente bajó su jarro de sobre sí y dijo: ‘Bebe,+ y también daré de beber a tus camellos’. Entonces bebí, y también a los camellos dio ella de beber. 47 Después le pregunté y dije: ‘¿De quién eres hija?’,+ a lo cual ella dijo: ‘La hija de Betuel el hijo de Nacor, que Milcá le dio a luz’. Por consiguiente, le puse la nariguera en la nariz y los brazaletes en las manos.+ 48 Y procedí a inclinarme y postrarme ante Jehová y a bendecir a Jehová el Dios de mi amo Abrahán,+ que me había guiado por el camino verdadero+ a tomar la hija del hermano de mi amo para su hijo. 49 Y ahora, si ustedes realmente están ejerciendo bondad amorosa y confiabilidad para con mi amo,+ declárenmelo; pero si no, declárenmelo, para que me vuelva o a la derecha o a la izquierda”.+
50 Entonces contestaron Labán y Betuel, y dijeron: “De Jehová ha procedido esta cosa.+ No podemos hablarte lo malo ni lo bueno.+ 51 Aquí está Rebeca delante de ti. Tómala y vete, y llegue ella a ser esposa del hijo de tu amo, tal como ha hablado Jehová”.+ 52 Y aconteció que cuando el siervo de Abrahán hubo oído sus palabras, en seguida se postró en tierra ante Jehová.+ 53 Y el siervo empezó a sacar objetos de plata y objetos de oro y prendas de vestir y a darlos a Rebeca; y dio cosas selectas al hermano y a la madre de ella.+ 54 Después comieron y bebieron, él y los hombres que con él estaban, y pasaron la noche allí, y se levantaron por la mañana.
Entonces dijo él: “Envíenme a donde mi amo”.+ 55 A lo cual dijeron el hermano y la madre de ella: “Que la joven* se quede con nosotros por lo menos diez días.* Después de eso puede ir”. 56 Pero él les dijo: “No me detengan, ya que Jehová ha dado éxito a mi camino.+ Envíenme, para que vaya a mi amo”.+ 57 Así que dijeron: “Llamemos a la joven, e inquiramos de su boca”.+ 58 Entonces llamaron a Rebeca y le dijeron: “¿Quieres ir con este hombre?”. A su vez, ella dijo: “Estoy dispuesta a ir”.+
59 Por lo tanto enviaron a Rebeca+ su hermana y a la nodriza+ de esta, y al siervo de Abrahán y sus hombres. 60 Y empezaron a bendecir a Rebeca y a decirle: “Oh tú, hermana nuestra, que llegues a ser millares de veces diez mil,* y que tu descendencia tome posesión de la puerta* de los que la* odien”.+ 61 Después Rebeca y sus servidoras*+ se levantaron y fueron cabalgando en los camellos+ y siguiendo al hombre; y el siervo tomó a Rebeca y procedió a irse.
62 Ahora bien, Isaac había venido del camino que va a Beer-lahai-roí,+ porque moraba en la tierra del Négueb.+ 63 E Isaac estaba afuera paseando a fin de meditar*+ en el campo como al caer la tarde. Cuando alzó los ojos y miró, pues, ¡allí venían [unos] camellos! 64 Cuando Rebeca alzó los ojos, alcanzó a ver a Isaac, y se bajó del camello. 65 Entonces dijo al siervo: “¿Quién es aquel hombre que viene andando por el campo a nuestro encuentro?”, y el siervo dijo: “Es mi amo”. Y ella procedió a tomar una mantilla y a cubrirse.+ 66 Y el siervo se puso a contar a Isaac todas las cosas que había hecho. 67 Después Isaac la introdujo en la tienda de Sara su madre.+ Así tomó a Rebeca, y ella llegó a ser su esposa;+ y él se enamoró de ella,+ e Isaac halló consuelo después de la pérdida de su madre.*+
25 Además, Abrahán volvió a tomar esposa, y el nombre de esta fue Queturá.+ 2 Con el tiempo, ella le dio a luz a Zimrán y a Joqsán y a Medán y a Madián+ y a Isbaq y a Súah.+
3 Y Joqsán llegó a ser padre de Seba+ y de Dedán.+
Y los hijos de Dedán llegaron a ser [los] asurim y [los] letusim y [los] leumim.*
4 Y los hijos de Madián fueron Efá+ y Éfer y Hanok y Abidá y Eldaá.+
Todos estos fueron los hijos de Queturá.
5 Más tarde Abrahán dio todo cuanto tenía a Isaac,+ 6 pero a los hijos de las concubinas que Abrahán tuvo, Abrahán dio dádivas.+ Entonces los envió de donde estaba Isaac su hijo,+ mientras todavía estaba vivo, hacia el este, a la tierra del Oriente.+ 7 Y estos son los días de los años de la vida de Abrahán que él vivió: ciento setenta y cinco años. 8 Entonces expiró Abrahán y murió en buena vejez, viejo y satisfecho,* y fue recogido a su pueblo.+ 9 De modo que Isaac e Ismael sus hijos lo enterraron en la cueva de Macpelá, en el campo de Efrón el hijo de Zóhar el hitita, que está enfrente de Mamré,+ 10 el campo que Abrahán había comprado a los hijos de Het. Allí fue enterrado Abrahán, y también Sara su esposa.+ 11 Y resultó que después de la muerte de Abrahán Dios continuó bendiciendo a Isaac su hijo,+ e Isaac moraba cerca de Beer-lahai-roí.+
12 Y esta es la historia de Ismael,+ hijo de Abrahán, que Agar la egipcia, la sierva de Sara, le dio a luz a Abrahán.+
13 Ahora bien, estos son los nombres de los hijos de Ismael, por sus nombres, según los orígenes de sus familias: el primogénito de Ismael, Nebayot,+ y Quedar+ y Adbeel y Mibsam+ 14 y Mismá y Dumá y Masá, 15 Hadad+ y Temá,+ Jetur, Nafís y Quedemá.+ 16 Estos son los hijos de Ismael, y estos son sus nombres por sus patios y por sus campamentos amurallados:+ doce principales según sus clanes.+ 17 Y estos son los años de la vida de Ismael: ciento treinta y siete años. Entonces expiró y murió y fue recogido a su pueblo.+ 18 Y se pusieron a residir desde Havilá+ cerca de Sur,+ que está enfrente* de Egipto, hasta Asiria. Enfrente de todos sus hermanos se estableció.*+
19 Y esta es la historia de Isaac el hijo de Abrahán.+
Abrahán llegó a ser padre de Isaac. 20 Y contaba Isaac con cuarenta años de edad cuando tomó por esposa a Rebeca la hija de Betuel+ el sirio*+ de Padán-aram,* hermana de Labán el sirio. 21 E Isaac siguió rogando a Jehová especialmente por su esposa,+ porque ella era estéril;+ así que Jehová se dejó rogar a favor de él,+ y Rebeca su esposa quedó encinta. 22 Y los hijos dentro [del vientre] de ella empezaron a pugnar el uno con el otro,+ de modo que ella dijo: “Si es de esta manera, ¿exactamente por qué estoy viva?”.* Y se fue a inquirir de Jehová.+ 23 Y Jehová procedió a decirle: “Dos naciones están en tu vientre,+ y dos grupos nacionales serán separados de tus entrañas;+ y un grupo nacional será más fuerte que el otro grupo nacional,+ y el mayor servirá al menor”.*+
24 Gradualmente se le cumplieron los días para dar a luz, y, ¡mire!, había gemelos en su vientre.+ 25 Entonces salió el primero, rojo por todas partes como un vestido oficial de pelo;+ así que lo llamaron por nombre Esaú.*+ 26 Y después salió su hermano, y con la mano tenía asido el talón de Esaú;+ de modo que él lo llamó por nombre Jacob.*+ E Isaac tenía sesenta años de edad cuando ella los dio a luz.
27 Y fueron creciendo los muchachos, y Esaú llegó a ser hombre que sabía cazar,+ hombre del campo,* pero Jacob hombre sin culpa,+ que moraba en tiendas.+ 28 E Isaac amaba a Esaú, porque significaba caza en su boca,* mientras que Rebeca amaba a Jacob.+ 29 Una vez Jacob estaba cociendo un guisado,* cuando Esaú venía del campo, y estaba cansado. 30 De modo que Esaú dijo a Jacob: “¡Aprisa, por favor, dame un bocado de lo rojo... lo rojo* [que está] allí, porque estoy cansado!”. Por eso fue llamado por nombre Edom.*+ 31 A esto dijo Jacob: “¡Véndeme, ante todo, tu derecho de primogénito!”.+ 32 Y Esaú continuó: “Aquí estoy que simplemente voy a morirme, ¿y de qué provecho me es una primogenitura?”.* 33 Y añadió Jacob: “¡Júrame, ante todo!”.+ Y procedió a jurarle, y a vender su derecho de primogénito a Jacob.+ 34 Y Jacob dio a Esaú pan y guisado de lentejas, y él se puso a comer y beber.+ Entonces se levantó y se puso en marcha. Así que Esaú despreció la primogenitura.+
26 Ahora bien, surgió un hambre en el país, además de la primera hambre que ocurrió en los días de Abrahán,+ de modo que Isaac se dirigió hacia Abimélec, rey de los filisteos, a Guerar.+ 2 Entonces Jehová se le apareció y dijo:+ “No bajes a Egipto. Reside en el país que yo te designe.+ 3 Reside como forastero en este país,+ y yo continuaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras,+ y ciertamente pondré por obra la declaración jurada que juré a Abrahán tu padre:+ 4 ‘Y ciertamente multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y verdaderamente daré a tu descendencia todas estas tierras;+ y por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán* todas las naciones de la tierra’,+ 5 debido a que Abrahán escuchó* mi voz y continuó guardando sus obligaciones para conmigo, mis mandatos, mis estatutos y mis leyes”.+ 6 De modo que Isaac siguió morando en Guerar.+
7 Ahora bien, los hombres del lugar preguntaban de continuo acerca de su esposa, y él decía: “Es mi hermana”.+ Pues tenía miedo de decir: “Mi esposa”, por temor de que, según decía él, “los hombres del lugar me maten a causa de Rebeca”, porque era de apariencia atractiva.+ 8 Aconteció, pues, que como se le extendían los días allí, Abimélec, rey de los filisteos, estaba mirando por la ventana y observando la escena, y allí estaba Isaac divirtiéndose con Rebeca su esposa.+ 9 En seguida Abimélec llamó a Isaac y dijo: “¡Claro está que ella es tu esposa! Entonces, ¿cómo es que dijiste: ‘Es mi hermana’?”. Ante esto, le dijo Isaac: “Lo dije por temor de morir a causa de ella”.+ 10 Pero Abimélec continuó: “¿Qué es esto que nos has hecho?+ ¡Un poco más y ciertamente alguno del pueblo se hubiera acostado con tu esposa, y habrías traído sobre nosotros culpa!”.+ 11 Entonces mandó Abimélec a todo el pueblo, diciendo: “¡Cualquiera que toque a este hombre y a su esposa, de seguro será muerto!”.
12 Después Isaac empezó a sembrar en aquella tierra,+ y en aquel año estaba consiguiendo hasta cien medidas por una,+ puesto que Jehová lo estaba bendiciendo.+ 13 Por consiguiente, el hombre se engrandeció y siguió avanzando más y más y engrandeciéndose, hasta que se hizo muy grande.+ 14 Y llegó a tener rebaños de ovejas y manadas de ganado vacuno y una gran servidumbre,+ de modo que los filisteos empezaron a envidiarle.+
15 En cuanto a todos los pozos que habían cavado los siervos de su padre en los días de Abrahán su padre,+ estos los cegaron los filisteos, y los llenaron de tierra seca.+ 16 Por fin Abimélec dijo a Isaac: “Múdate de nuestra vecindad, porque te has hecho mucho más fuerte que nosotros”.+ 17 Así que Isaac se mudó de allí y acampó en el valle torrencial* de Guerar,+ y se puso a morar allí. 18 E Isaac procedió a cavar de nuevo los pozos de agua que habían cavado en los días de Abrahán su padre,* pero los cuales los filisteos fueron cegando después de la muerte de Abrahán;+ y volvió a ponerles por nombre los nombres que su padre les había puesto.+
19 Y los siervos de Isaac siguieron cavando en el valle torrencial, y así hallaron allí un pozo de agua dulce.* 20 Y los pastores de Guerar se pusieron a reñir con los pastores de Isaac,+ diciendo: “¡Nuestra es el agua!”. Por lo tanto, él llamó al pozo por nombre Éseq,* porque habían contendido con él. 21 Y se dirigieron a cavar otro pozo, y se pusieron a reñir por él también. Por lo tanto lo llamó por nombre Sitná.* 22 Más tarde se mudó de allí y cavó otro pozo,+ pero no riñeron por él. Por lo tanto lo llamó por nombre Rehobot,* y dijo: “Es porque ahora nos ha dado Jehová amplio espacio+ y nos ha hecho fructíferos en la tierra”.*+
23 Entonces subió de allí a Beer-seba.+ 24 Y Jehová procedió a aparecérsele durante aquella noche y a decir: “Yo soy el Dios de Abrahán tu padre.+ No tengas miedo,+ porque yo estoy contigo, y ciertamente te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por causa de Abrahán mi siervo”.+ 25 Por consiguiente, él edificó allí un altar e invocó* el nombre de Jehová+ y asentó allí su tienda,+ y los siervos de Isaac se pusieron a excavar un pozo allí.
26 Más tarde Abimélec vino a él desde Guerar con Ahuzat su amigo íntimo y Ficol el jefe de su ejército.+ 27 Por lo cual les dijo Isaac: “¿Por qué han venido a mí, puesto que ustedes mismos me odiaron y por eso me enviaron fuera de su vecindad?”.+ 28 A esto dijeron: “Hemos visto, innegablemente, que Jehová ha resultado estar contigo.+ Por eso dijimos: ‘Ocurra, por favor, un juramento de obligación entre nosotros,+ entre nosotros y tú, y déjanos celebrar un pacto contigo,+ 29 de que no harás nada malo para con nosotros así como nosotros no te hemos tocado a ti y así como nosotros hemos hecho solamente lo bueno para contigo puesto que* te enviamos en paz.+ Tú ahora eres el bendito de Jehová’”.+ 30 Entonces él les hizo un banquete y comieron y bebieron.+ 31 A la mañana siguiente madrugaron y se hicieron declaraciones juradas el uno al otro.+ Después Isaac los envió y ellos se fueron de él en paz.+
32 Ahora bien, en aquel día ocurrió que los siervos de Isaac procedieron a venir a él e informarle acerca del pozo que habían cavado,+ y a decirle: “¡Hemos hallado agua!”. 33 Por lo tanto lo llamó por nombre Sibá. Por eso el nombre de la ciudad es Beer-seba,+ hasta el día de hoy.
34 Y Esaú llegó a tener cuarenta años de edad. Entonces tomó por esposa a Judit hija de Beerí el hitita, y también a Basemat hija de Elón el hitita.+ 35 Y ellas fueron una fuente de amargura de espíritu* para Isaac y Rebeca.+
27 Ahora bien, aconteció que cuando Isaac era viejo y se le habían oscurecido tanto los ojos que no veía,+ entonces llamó a Esaú su hijo mayor y le dijo:+ “¡Hijo mío!”, por lo cual él le dijo: “¡Aquí estoy!”. 2 Y él pasó a decir: “Pues mira, yo he envejecido.+ No sé el día de mi muerte.+ 3 Así que toma, ahora mismo, por favor, tus útiles, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y cázame una pieza.+ 4 Entonces hazme un plato sabroso de los que me gustan y tráemelo y, ah, déjame comer, a fin de que te bendiga mi alma antes que yo muera”.+
5 Sin embargo, Rebeca estaba escuchando mientras Isaac hablaba a Esaú su hijo. Y Esaú procedió a ir al campo para cazar algo de caza y para traerlo.+ 6 Y Rebeca dijo a Jacob su hijo:+ “Mira, acabo de oír a tu padre hablar a Esaú tu hermano, diciendo: 7 ‘Tráeme algo de caza y hazme un plato sabroso y, ah, déjame comer, para que te bendiga delante de Jehová antes de mi muerte’.+ 8 Y, ahora, hijo mío, escucha mi voz en lo que te estoy mandando.+ 9 Ve, por favor, a la manada y consígueme de allí dos cabritos de las cabras, buenos, para que haga de ellos para tu padre un plato sabroso de los que le gustan. 10 Entonces tú tienes que llevarlo a tu padre y él tiene que comerlo, a fin de que te bendiga antes de su muerte”.
11 Y Jacob procedió a decir a Rebeca su madre: “Pero Esaú mi hermano es hombre velludo, y yo soy hombre lampiño.+ 12 ¿Y si me palpa mi padre?+ Entonces ciertamente llegaré a ser a sus ojos como quien está mofándose,+ y ciertamente traeré sobre mí una invocación de mal y no una bendición”.+ 13 Ante aquello, su madre le dijo: “Sobre mí venga la invocación de mal propuesta para ti, hijo mío.+ Solo escucha mi voz y ve, consígueme[los]”.+ 14 Por lo tanto él se fue y [los] consiguió y [los] trajo a su madre, y su madre hizo un plato sabroso de los que le gustaban a su padre. 15 Después de eso Rebeca tomó prendas de vestir de Esaú su hijo mayor,+ las más deseables que estaban en casa con ella,+ y se las puso a Jacob su hijo menor.+ 16 Y las pieles de los cabritos de las cabras se las puso a él sobre las manos y sobre la parte lampiña del cuello.+ 17 Entonces puso en la mano de Jacob su hijo el plato sabroso y el pan que había hecho.+
18 De modo que él entró a donde estaba su padre y dijo: “¡Padre mío!”, a lo cual dijo él: “¡Aquí estoy! ¿Quién eres, hijo mío?”. 19 Y Jacob pasó a decir a su padre: “Soy Esaú tu primogénito.+ He hecho tal como me hablaste. Levántate, por favor. Siéntate y come de mi caza, para que me bendiga tu alma”.+ 20 Ante esto, Isaac dijo a su hijo: “¿Cómo pudiste hallarla tan rápidamente, hijo mío?”. A su vez él dijo: “Porque Jehová tu Dios hizo que se encontrara conmigo”. 21 Entonces Isaac dijo a Jacob: “Acércate, por favor, para que te palpe, hijo mío, para saber si verdaderamente eres mi hijo Esaú o no”.+ 22 De modo que se acercó Jacob a Isaac su padre, y él se puso a palparlo, después de lo cual dijo: “La voz es la voz de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú”.+ 23 Y no lo reconoció, porque sus manos resultaban velludas como las manos de Esaú su hermano. Por lo tanto lo bendijo.+
24 Después dijo: “¿Tú realmente eres mi hijo Esaú?”, a lo cual dijo: “Yo soy”.+ 25 Entonces dijo: “Acércamela para que coma de la caza de mi hijo, a fin de que te bendiga mi alma”.+ Con eso se la acercó y él empezó a comer, y le trajo vino, y él empezó a beber. 26 Entonces le dijo Isaac su padre: “Acércate, por favor, y bésame, hijo mío”.+ 27 De modo que se acercó y lo besó, y él pudo percibir el olor de sus prendas de vestir.+ Y procedió a bendecirlo y decir:
“Mira, el olor de mi hijo es como el olor del campo que Jehová ha bendecido. 28 Y déte el Dios [verdadero] los rocíos de los cielos+ y los terrenos fértiles* de la tierra+ y una abundancia de grano y vino nuevo.+ 29 Sírvante pueblos e inclínense ante ti grupos nacionales.+ Llega a ser amo sobre tus hermanos, e inclínense ante ti los hijos de tu madre.+ Maldito sea cada uno de los que te maldigan, y bendito cada uno de los que te bendigan”.+
30 Ahora bien, aconteció tan pronto como Isaac hubo acabado de bendecir a Jacob, sí, en efecto aconteció cuando apenas hubo salido Jacob de delante del rostro de Isaac su padre, que Esaú su hermano volvió de su caza.+ 31 Y él también se puso a hacer un plato sabroso. Entonces lo llevó a su padre y dijo a su padre: “Levántese mi padre y coma de la caza de su hijo, a fin de que me bendiga tu alma”.+ 32 Ante esto, le dijo Isaac su padre: “¿Quién eres?”, a lo cual él dijo: “Soy tu hijo, tu primogénito, Esaú”.+ 33 E Isaac empezó a estremecerse con gran temblor en sumo grado, y así que dijo: “¿Quién, pues, fue en busca de caza y vino a traérmela, de modo que comí de todo antes que pudieras entrar tú, y lo bendije? ¡Bendito también llegará a ser!”.*+
34 Al oír las palabras de su padre, Esaú empezó a clamar de una manera extremadamente fuerte y amarga, y a decir a su padre:+ “¡Bendíceme a mí, sí, a mí también, padre mío!”.+ 35 Pero él pasó a decir: “Vino tu hermano con engaño para conseguir la bendición propuesta para ti”.+ 36 Ante aquello, él dijo: “¿No es por eso por lo que se le llama por nombre Jacob,* puesto que me suplantaría estas dos veces?+ ¡Mi primogenitura ya la ha tomado,+ y, mira, en esta ocasión ha tomado mi bendición!”.+ Entonces añadió: “¿No has reservado una bendición para mí?”. 37 Pero en respuesta a Esaú, Isaac continuó: “Mira que lo he nombrado amo sobre ti,+ y todos sus hermanos se los he dado por siervos,+ y grano y vino nuevo he otorgado para su sostén,+ y ¿dónde hay algo que pueda hacer por ti, hijo mío?”.
38 Entonces Esaú dijo a su padre: “¿Es solamente una la bendición que tienes, padre mío? ¡Bendíceme a mí, sí, a mí también, padre mío!”.+ Con eso Esaú alzó la voz y prorrumpió en lágrimas.+ 39 De modo que en respuesta Isaac su padre le dijo:
“Mira, lejos de los terrenos fértiles de la tierra se hallará tu morada, y lejos del rocío de los cielos arriba.+ 40 Y por tu espada vivirás,+ y a tu hermano servirás.+ Pero ciertamente ocurrirá que, cuando te inquietes, verdaderamente romperás su yugo de sobre tu cuello”.+
41 Sin embargo, Esaú le abrigó animosidad a Jacob por causa de la bendición con que lo había bendecido su padre,+ y Esaú siguió diciendo en su corazón:+ “Van acercándose los días del período de duelo por mi padre.+ Después de eso voy a matar a Jacob mi hermano”.+ 42 Cuando le fueron referidas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor, en seguida ella envió y llamó a Jacob su hijo menor y le dijo: “¡Mira! Esaú tu hermano está consolándose* respecto de ti... para matarte.+ 43 Ahora, pues, hijo mío, escucha mi voz y levántate,+ huye a donde Labán mi hermano, en Harán.+ 44 Y tendrás que morar con él algunos días, hasta que se calme la furia de tu hermano,+ 45 hasta que la cólera de tu hermano se aparte de ti y haya olvidado lo que le has hecho.+ Y yo ciertamente enviaré y te traeré de allá. ¿Por qué debo quedar privada también de ustedes dos en un solo día?”.
46 Después Rebeca siguió diciendo a Isaac: “He llegado a aborrecer esta vida mía a causa de las hijas de Het.+ Si alguna vez Jacob toma esposa de las hijas de Het como estas de las hijas del país, ¿de qué me sirve* la vida?”.+
28 Por consiguiente, Isaac llamó a Jacob y lo bendijo y le mandó y le dijo: “No debes tomar esposa de las hijas de Canaán.*+ 2 Levántate, ve a Padán-aram,* a la casa de Betuel, padre de tu madre, y de allí tómate una esposa de las hijas de Labán el hermano de tu madre.+ 3 Y Dios Todopoderoso te bendecirá y te hará fructífero y te multiplicará, y ciertamente llegarás a ser una congregación de pueblos.+ 4 Y a ti te dará la bendición de Abrahán,+ a ti y a tu descendencia contigo,+ para que tomes posesión de la tierra de tus residencias como forastero,+ que Dios ha dado a Abrahán”.+
5 De modo que Isaac envió a Jacob, y este partió para Padán-aram, hacia Labán hijo de Betuel el sirio,*+ hermano de Rebeca,+ madre de Jacob y Esaú.*+
6 Cuando Esaú vio que Isaac había bendecido a Jacob y lo había enviado a Padán-aram para que se tomara esposa de allá, y que cuando lo bendijo le impuso el mandato, diciendo: “No tomes esposa de las hijas de Canaán”;+ 7 y que Jacob estaba obedeciendo a su padre y a su madre y estaba yendo a Padán-aram;+ 8 entonces vio Esaú que las hijas de Canaán eran desagradables* a los ojos de Isaac su padre.+ 9 Por lo tanto Esaú fue a Ismael* y tomó por esposa a Mahalat la hija de Ismael el hijo de Abrahán, la hermana de Nebayot, además de sus otras esposas.+
10 Y Jacob continuó su salida de Beer-seba y siguió encaminándose hacia Harán.+ 11 Con el tiempo llegó a un lugar y se puso a pasar la noche allí porque se había puesto el sol. De modo que tomó una de las piedras del lugar y la puso como apoyo para su cabeza,* y se acostó en aquel lugar.+ 12 Y empezó a soñar,+ y, ¡mire!, allí estaba una escalera* situada sobre la tierra, y su parte superior alcanzaba hasta los cielos; y, ¡mire!, allí estaban los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo por ella.+ 13 Y, ¡mire!, allí estaba Jehová apostado por encima de ella, y procedió a decir:+
“Yo soy Jehová el Dios de Abrahán tu padre y el Dios de Isaac.+ La tierra sobre la cual estás acostado, a ti te la voy a dar, y a tu descendencia.+ 14 Y tu descendencia ciertamente llegará a ser como las partículas de polvo de la tierra,+ y ciertamente te extenderás hacia el oeste y hacia el este y hacia el norte y hacia el sur,+ y por medio de ti y por medio de tu descendencia todas las familias del suelo ciertamente se bendecirán.*+ 15 Y aquí estoy yo contigo y ciertamente te guardaré en todo el camino por el cual estás yendo, y ciertamente te haré volver a este suelo,+ porque no voy a dejarte hasta que realmente haya hecho lo que te he hablado”.+
16 Entonces Jacob despertó de su sueño y dijo: “Verdaderamente Jehová está en este lugar, y yo mismo no lo sabía”. 17 Y se llenó de temor, y añadió:+ “¡Cuán inspirador de temor es este lugar!+ Esta no es otra cosa sino la casa de Dios,+ y esta es la puerta de los cielos”. 18 Así que Jacob se levantó muy de mañana y tomó la piedra que estaba allí como apoyo de su cabeza y la erigió como columna y derramó aceite sobre la parte superior de ella.+ 19 Además, llamó a aquel lugar por nombre Betel;*+ pero, de hecho, Luz era el nombre de la ciudad anteriormente.+
20 Y Jacob pasó a hacer un voto,+ diciendo: “Si continúa Dios conmigo y con certeza me guarda en este camino por el cual estoy yendo, y con certeza me da pan que comer y prendas de vestir que ponerme,+ 21 y con certeza vuelvo en paz a la casa de mi padre, entonces Jehová habrá resultado ser mi Dios.*+ 22 Y esta piedra que he erigido como columna llegará a ser casa de Dios,+ y en cuanto a todo lo que me des, sin falta te daré la décima parte de ello”.+
29 Después de eso Jacob puso en movimiento sus pies y siguió viajando a la tierra de los orientales.*+ 2 Ahora miró, y he aquí que había un pozo en el campo y, sí, tres hatos de ovejas* estaban echados allí cerca de él, porque de aquel pozo acostumbraban abrevar los hatos;+ y había una piedra grande sobre la boca del pozo.+ 3 Cuando todos los hatos habían sido recogidos allí, hacían rodar la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevaban los rebaños, después de lo cual volvían a su lugar la piedra sobre la boca del pozo.
4 De modo que les dijo Jacob: “Hermanos míos, ¿de qué lugar son ustedes?”, a lo cual dijeron: “Somos de Harán”.+ 5 Entonces les dijo: “¿Conocen a Labán+ el nieto de Nacor?”,+ a lo cual dijeron: “Lo conocemos”. 6 Ante esto, les dijo: “¿Le va bien?”.*+ A su vez, dijeron: “Le va bien.* ¡Y aquí está Raquel+ su hija, que viene con las ovejas!”.+ 7 Y él pasó a decir: “¡Si todavía estamos en pleno día!* No es hora de recoger las manadas. Abreven las ovejas, entonces vayan a apacentarlas”.+ 8 A lo cual dijeron: “No se nos permite hacerlo hasta que estén recogidos todos los hatos y realmente hagan rodar la piedra de sobre la boca del pozo. Entonces tenemos que abrevar las ovejas”.
9 Mientras él todavía estaba hablando con ellos, llegó Raquel+ con las ovejas que pertenecían a su padre, pues ella era pastora.+ 10 Y aconteció que cuando Jacob vio a Raquel la hija de Labán el hermano de su madre, y las ovejas de Labán el hermano de su madre, se acercó Jacob al instante e hizo rodar la piedra de sobre la boca del pozo y abrevó las ovejas de Labán el hermano de su madre.+ 11 Entonces Jacob besó+ a Raquel y alzó la voz y prorrumpió en lágrimas.+ 12 Y Jacob empezó a declarar a Raquel que él era el hermano*+ del padre de ella y que era el hijo de Rebeca. Y ella se fue corriendo a referirlo a su padre.+
13 Ahora bien, aconteció que luego que oyó Labán el informe acerca de Jacob el hijo de su hermana, fue corriendo a su encuentro.+ Entonces lo abrazó y lo besó y lo trajo dentro de su casa.+ Y él empezó a contar a Labán todas estas cosas. 14 Después de eso Labán le dijo: “Realmente eres hueso mío y carne mía”.+ De modo que moró con él un mes entero.*
15 Después Labán dijo a Jacob: “¿Eres tú mi hermano,+ y tienes que servirme de balde?+ Declárame: ¿Cuál ha de ser tu salario?”.+ 16 El caso era que Labán tenía dos hijas. El nombre de la mayor era Lea+ y el nombre de la menor Raquel. 17 Pero los ojos de Lea no tenían brillo,* mientras que Raquel+ había llegado a ser de hermosa figura y de hermoso semblante.+ 18 Y Jacob se había enamorado de Raquel. Así que dijo: “Estoy dispuesto a servirte siete años por Raquel tu hija menor”.+ 19 A lo cual dijo Labán: “Mejor me es darla a ti que darla a otro hombre.+ Sigue morando conmigo”. 20 Y Jacob procedió a servir siete años por Raquel,+ pero a sus ojos resultaron como unos cuantos días debido al amor que le tenía.+
21 Entonces Jacob dijo a Labán: “Dame mi esposa, porque se han cumplido mis días, y déjame tener relaciones con ella”.+ 22 Ante aquello, Labán reunió a todos los hombres del lugar e hizo un banquete.+ 23 Pero resultó que durante la noche recurrió a tomar a Lea su hija y a traérsela para que tuviera relaciones con ella. 24 Además, a Lea, su hija, Labán le dio por sierva a Zilpá+ la sierva de él. 25 De modo que por la mañana resultó que ¡pues, era Lea! Por consiguiente, él dijo a Labán: “¿Qué es esto que me has hecho? ¿No fue por Raquel que serví contigo? Entonces, ¿por qué me has embaucado?”.+ 26 A lo cual dijo Labán: “No se acostumbra hacerlo así en nuestro lugar, el dar la menor antes de la primogénita. 27 Celebra+ en su plenitud* la semana de esta mujer.* Después de eso ciertamente se te dará también esta otra mujer* por el servicio que puedas servir conmigo durante otros siete años”.+ 28 Por consiguiente, Jacob lo hizo, y celebró plenamente la semana de esta mujer, después de lo cual él le dio a Raquel su hija por esposa. 29 Además, a Raquel, su hija, Labán le dio por sierva a Bilhá+ la sierva de él.
30 Entonces [Jacob] tuvo relaciones también con Raquel y también expresó más amor a Raquel que a Lea,+ y se puso a servirle otros siete años más.+ 31 Cuando Jehová llegó a ver que Lea era odiada, entonces le abrió la matriz,+ pero Raquel era estéril.+ 32 Y Lea quedó encinta y dio a luz un hijo y entonces lo llamó por nombre Rubén,*+ porque dijo: “Es porque Jehová ha mirado mi miseria,+ por cuanto ahora mi esposo empezará a amarme”. 33 Y de nuevo quedó encinta y dio a luz un hijo y entonces dijo: “Es porque Jehová ha escuchado,+ por cuanto era odiada, y por eso me dio también este”. Por eso lo llamó por nombre Simeón.*+ 34 Y quedó encinta una vez más y dio a luz un hijo, y entonces dijo: “Ahora esta vez mi esposo se unirá a mí, porque le he dado a luz tres hijos”. Por lo tanto fue llamado por nombre Leví.*+ 35 Y quedó encinta otra vez y dio a luz un hijo, y entonces dijo: “Esta vez elogiaré a Jehová”. Por lo tanto lo llamó por nombre Judá.*+ Después de eso cesó de dar a luz.
30 Cuando Raquel llegó a ver que no le había dado hijos a Jacob, Raquel se puso celosa de su hermana y empezó a decir a Jacob:+ “Dame hijos, o si no seré mujer muerta”.+ 2 Ante esto, la cólera de Jacob ardió contra Raquel, y él dijo:+ “¿Estoy yo en el lugar de Dios, que ha retenido de ti el fruto del vientre?”.+ 3 De modo que ella dijo: “Aquí está mi esclava Bilhá.+ Ten relaciones con ella, para que dé a luz sobre mis rodillas y para que yo, sí, yo, consiga de ella hijos”.+ 4 Con eso le dio a Bilhá su sierva por esposa, y Jacob tuvo relaciones con ella.+ 5 Y Bilhá quedó encinta y con el tiempo le dio a luz un hijo a Jacob.+ 6 Entonces dijo Raquel: “Dios ha obrado como juez+ mío y también ha escuchado mi voz, de modo que me dio un hijo”. Por eso lo llamó por nombre Dan.*+ 7 Y Bilhá, la sierva de Raquel, quedó encinta otra vez, y con el tiempo le dio a luz un segundo hijo a Jacob. 8 Entonces dijo Raquel: “Con enérgicas* luchas he luchado con mi hermana. ¡También he salido vencedora!”. De modo que lo llamó por nombre Neftalí.*+
9 Cuando Lea llegó a ver que había cesado de dar a luz, procedió a tomar a Zilpá su sierva y darla a Jacob por esposa.+ 10 Con el tiempo Zilpá, la sierva de Lea, le dio a luz un hijo a Jacob. 11 Entonces dijo Lea: “¡Con buena fortuna!”.* De modo que lo llamó por nombre Gad.*+ 12 Después Zilpá, la sierva de Lea, le dio a luz un segundo hijo a Jacob. 13 Entonces dijo Lea: “¡Con mi felicidad! Porque las hijas ciertamente me pronunciarán feliz”.+ De modo que lo llamó por nombre Aser.*+
14 Ahora bien, Rubén+ fue a andar en los días de la siega del trigo+ y llegó a hallar mandrágoras en el campo. Así que las llevó a Lea su madre. Entonces Raquel dijo a Lea: “Dame, por favor, de las mandrágoras de tu hijo”.+ 15 Ante esto, ella le dijo: “¿Es esto cosa pequeña, el que hayas tomado a mi esposo,+ que ahora hayas de tomar también las mandrágoras de mi hijo?”. De modo que Raquel dijo: “Por esa razón él va a acostarse contigo esta noche a cambio de las mandrágoras de tu hijo”.
16 Cuando Jacob venía del campo al atardecer,+ Lea salió a su encuentro y entonces dijo: “Es conmigo con quien vas a tener relaciones, porque te he alquilado directamente con las mandrágoras de mi hijo”. Por consiguiente, él se acostó con ella aquella noche.+ 17 Y Dios oyó a Lea y le respondió, y ella quedó encinta y con el tiempo le dio a luz un quinto hijo a Jacob.+ 18 Entonces dijo Lea: “Dios me ha dado salario de persona alquilada,* por haberle dado mi sierva a mi esposo”. De modo que lo llamó por nombre Isacar.*+ 19 Y otra vez quedó encinta Lea y con el tiempo le dio a luz un sexto hijo a Jacob.+ 20 Entonces dijo Lea: “Dios me ha dotado a mí, sí, a mí, con una buena dote. Por fin me tolerará*+ mi esposo,* porque le he dado a luz seis hijos”.+ De modo que lo llamó por nombre Zabulón.*+ 21 Y después dio a luz una hija y entonces la llamó por nombre Dina.*+
22 Por fin Dios se acordó de Raquel, y Dios la oyó y le respondió, por cuanto le abrió la matriz.+ 23 Y ella quedó encinta y dio a luz un hijo. Entonces dijo: “¡Dios ha quitado mi oprobio!”.+ 24 De modo que lo llamó por nombre José,*+ diciendo: “Jehová me añade otro hijo”.
25 Y resultó que cuando Raquel hubo dado a luz a José, Jacob dijo inmediatamente a Labán: “Envíame para que me vaya a mi lugar y a mi país.+ 26 Entrégame mis esposas y mis hijos, por quienes he servido contigo, para que me vaya; porque tú mismo debes saber el servicio que te he prestado”.+ 27 Entonces le dijo Labán: “Si ahora he hallado favor a tus ojos..., por los agüeros he entendido que Jehová me está bendiciendo debido a ti”.+ 28 Y añadió: “Estipúlame tu salario y lo daré”.+ 29 De modo que él le dijo: “Tú mismo tienes que saber cómo te he servido y cómo le ha ido a tu manada conmigo;+ 30 que era poco lo que realmente tenías antes de mi venida, y se fue ensanchando hasta ser una multitud, puesto que Jehová te bendijo desde que yo entré.+ De modo que, ahora, ¿cuándo he de hacer algo yo también por mi propia casa?”.+
31 Entonces él dijo: “¿Qué te daré?”. Y pasó a decir Jacob: “¡No me darás absolutamente nada!+ Si quieres hacerme esta cosa, volveré a pastorear tu rebaño.+ Continuaré guardándolo.+ 32 Ciertamente pasaré hoy entre todo tu rebaño. Aparta tú de allí toda oveja moteada y con manchas de color, y toda oveja morena oscura entre los carneros jóvenes y cualquiera con manchas de color y moteada entre las cabras. De aquí en adelante las tales tienen que ser mi salario.+ 33 Y mi recto obrar tiene que responder por mí en cualquier día futuro que vengas para examinar mi salario;+ todo lo que no sea moteado y con manchas de color entre las cabras y moreno oscuro entre los carneros jóvenes es algo hurtado si se halla conmigo”.+
34 Ante esto, Labán dijo: “¡Pues, eso es excelente!* Sea conforme a tu palabra”.+ 35 Entonces apartó en aquel día los machos cabríos rayados y con manchas de color y todas las cabras moteadas y con manchas de color, todo aquel en que hubiera algo de blanco y todo el que fuera moreno oscuro entre los carneros jóvenes, pero los entregó en manos de sus hijos. 36 Después de eso fijó una distancia de tres días de camino entre él y Jacob, y Jacob estaba pastoreando los rebaños de Labán que quedaban.
37 Entonces Jacob tomó para su uso varas* todavía húmedas de estoraque+ y de almendro+ y de plátano,+ y descortezó en ellas partecitas blancas descortezadas por medio de dejar al descubierto los lugares blancos que había en las varas.+ 38 Por fin colocó las varas que había descortezado enfrente del rebaño, en los canales, en los abrevaderos de agua,+ adonde venían los rebaños a beber, para que se pusieran en celo* delante de ellos cuando vinieran a beber.
39 Por consiguiente, se ponían en celo los rebaños delante de las varas, y los rebaños producían [carneros] rayados, moteados y manchados de color.+ 40 Y Jacob separó los carneros jóvenes y entonces volvió las caras de los rebaños hacia los rayados y todos los morenos oscuros entre los rebaños de Labán. Entonces puso sus propios hatos aparte y no los puso cerca de los rebaños de Labán. 41 Y siempre sucedía que, cuando los rebaños robustos+ se ponían en celo, Jacob colocaba las varas en los canales+ delante de los ojos de los rebaños, para que se pusieran en celo cerca de las varas. 42 Pero cuando los rebaños se mostraban endebles, no las colocaba allí. Así que los endebles siempre llegaban a ser de Labán, pero los robustos de Jacob.+
43 Y el hombre siguió aumentando más y más, y llegaron a ser suyos grandes rebaños, y siervas y siervos, y camellos y asnos.+
31 Andando el tiempo, él llegó a oír las palabras de los hijos de Labán, que decían: “Jacob ha tomado todo lo que pertenecía a nuestro padre; y de lo que pertenecía a nuestro padre ha acumulado todo este caudal”.+ 2 Cuando Jacob miraba el rostro de Labán, pues, no era para con él como antes.+ 3 Por fin Jehová dijo a Jacob: “Vuélvete a la tierra de tus padres y a tus parientes,*+ y yo continuaré contigo”.+ 4 Entonces Jacob envió y llamó a Raquel y a Lea al campo donde tenía su rebaño, 5 y les dijo:
“Estoy viendo el rostro de su padre, que él no es lo mismo para conmigo como antes;+ pero el Dios de mi padre ha resultado estar conmigo.+ 6 Y ustedes mismas ciertamente saben que con todo mi poder he servido al padre de ustedes.+ 7 Y su padre se ha burlado de mí* y ha cambiado mi salario diez veces, pero Dios* no le ha permitido hacerme daño.+ 8 Si por una parte él decía: ‘Los moteados llegarán a ser tu salario’, entonces todo el rebaño producía moteados; pero si por otra parte él decía: ‘Los rayados llegarán a ser tu salario’, entonces todo el rebaño producía rayados.+ 9 De modo que Dios siguió quitando la manada de su padre y dándomela a mí.+ 10 Por fin aconteció, al tiempo en que el rebaño se ponía en celo, que alcé los ojos y vi una escena en un sueño,+ y sucedía que los machos cabríos que se lanzaban sobre el rebaño eran rayados, moteados y manchados.+ 11 Entonces me dijo el ángel del Dios [verdadero] en el sueño: ‘¡Jacob!’, a lo cual dije: ‘Aquí estoy’.+ 12 Y continuó él: ‘Alza los ojos, por favor, y ve que todos los machos cabríos que se lanzan sobre el rebaño son rayados, moteados y manchados, porque yo he visto todo lo que Labán te está haciendo.+ 13 Yo soy el Dios [verdadero] de Betel,*+ donde ungiste una columna+ y donde me hiciste un voto.+ Ahora levántate, sal de esta tierra y vuelve a la tierra de tu nacimiento’”.*+
14 Ante esto, Raquel y Lea contestaron y le dijeron: “¿Acaso hay todavía parte que nos corresponda de la herencia* en la casa de nuestro padre?+ 15 ¿No se nos considera realmente como extranjeras para con él ya que nos ha vendido, de modo que sigue comiendo de continuo hasta del dinero que se dio por nosotras?+ 16 Porque todas las riquezas que Dios* le ha quitado a nuestro padre son nuestras y de nuestros hijos.+ Ahora pues, haz todo lo que te ha dicho Dios”.+
17 Entonces Jacob se levantó y subió a sus hijos y a sus esposas sobre los camellos;+ 18 y empezó a conducir toda su manada y todos los bienes que había acumulado,+ la manada de su adquisición que había acumulado en Padán-aram, a fin de irse a donde Isaac su padre, a la tierra de Canaán.+
19 Ahora bien, Labán había ido a esquilar sus ovejas. Entretanto, Raquel hurtó los terafim*+ que pertenecían a su padre. 20 De modo que Jacob fue más listo que* Labán el sirio, porque no le había informado que iba a huir. 21 Y procedió a huir y a levantarse y cruzar el Río,+ él y todo cuanto tenía. Después dirigió su rostro hacia la región montañosa de Galaad.+ 22 Más tarde, al tercer día, a Labán le fue referido que Jacob había huido. 23 Ante aquello, él tomó consigo a sus hermanos y se fue corriendo+ tras él la distancia de siete días de camino, y lo alcanzó en la región montañosa de Galaad. 24 Entonces Dios vino a Labán el sirio+ en un sueño de noche,+ y le dijo: “Cuídate de no andar hablando ni lo bueno ni lo malo* con Jacob”.+
25 De modo que Labán se acercó a Jacob, puesto que Jacob había plantado su tienda en la montaña y Labán había acampado a sus hermanos* en la región montañosa de Galaad. 26 Entonces Labán dijo a Jacob: “¿Qué has hecho, que te has puesto a engañarme por tretas* y a conducir a mis hijas como cautivas tomadas a espada?+ 27 ¿Por qué tuviste que huir secretamente y engañarme y no informarme, para que te enviara con regocijo y con canciones,+ con pandereta y con arpa?+ 28 Y no me diste la oportunidad de besar a mis hijos y a mis hijas.+ Ahora bien, has obrado tontamente. 29 Está en el poder de mi mano hacerles daño,+ pero el Dios del padre de ustedes me habló anoche, diciendo: ‘Cuídate contra hablar ni lo bueno ni lo malo con Jacob’.+ 30 Aunque realmente te has ido ya debido a que has estado anhelando intensamente la casa de tu padre, ¿por qué, sin embargo, has hurtado mis dioses?”.*+
31 En respuesta Jacob procedió a decir a Labán: “Fue porque tuve miedo.+ Porque me dije: ‘Quizás arranques a tus hijas de mí’. 32 Quienquiera que sea con quien halles tus dioses,* que no viva.+ Delante de nuestros hermanos, examina por ti mismo lo que tengo conmigo, y llévate[los]”.+ Pero Jacob no sabía que Raquel los había hurtado.+ 33 De modo que Labán entró en la tienda de Jacob y en la tienda de Lea y en la tienda de las dos esclavas,+ pero no [los] halló. Por fin salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel. 34 Ahora bien, Raquel había tomado los terafim, y recurrió a meterlos en la cesta de la silla de montar las mujeres a camello, y se quedó sentada encima de ellos. De modo que Labán fue palpando por toda la tienda, pero no [los] halló. 35 Entonces dijo ella a su padre: “No chispeen de cólera los ojos de mi señor,*+ porque no puedo levantarme delante de ti, porque estoy con lo que es común entre las mujeres”.+ Así que él siguió escudriñando cuidadosamente, pero no halló los terafim.+
36 Y Jacob se encolerizó+ y se puso a reñir con Labán, y en respuesta Jacob pasó a decir a Labán: “¿Cuál es la sublevación de parte mía,+ cuál el pecado mío, como razón para que me hayas perseguido acaloradamente?+ 37 Ya que has palpado todos mis efectos, ¿qué has hallado de todos los efectos de tu casa?+ Ponlo aquí enfrente de mis hermanos y tus hermanos,+ y decidan ellos entre nosotros dos.+ 38 Estos veinte años he estado contigo. Tus ovejas y tus cabras no sufrieron abortos,+ y los carneros de tu rebaño nunca comí. 39 El animal despedazado no te lo llevaba a ti.+ Yo mismo sufría la pérdida de él. Si uno era hurtado de día o si era hurtado de noche, de mi mano lo demandabas.+ 40 Ha sido mi experiencia que de día el calor me consumía, y de noche el frío, y el sueño huía de mis ojos.+ 41 Van ya para mí veinte años en tu casa. Te he servido* catorce años por tus dos hijas y seis años por tu rebaño, y seguiste cambiando mi salario diez veces.+ 42 Si el Dios de mi padre,+ el Dios de Abrahán y el Pavor* de Isaac,+ no hubiera resultado estar de parte mía, me habrías enviado ahora con las manos vacías. Mi miseria y el afán de mis manos los ha visto Dios, de modo que te censuró* anoche”.+
43 Entonces, en respuesta Labán dijo a Jacob: “Las hijas son mis hijas, y los hijos mis hijos, y el rebaño mi rebaño, y todo aquello que estás mirando es mío y de mis hijas. ¿Qué puedo hacer hoy contra estas o contra sus hijos que ellas han dado a luz? 44 Y ahora, ven, celebremos un pacto,+ yo y tú, y tiene que* servir de testigo entre yo y tú”.+ 45 Por consiguiente, tomó Jacob una piedra y la erigió como columna.+ 46 Entonces Jacob dijo a sus hermanos: “¡Recojan piedras!”. Y se pusieron a tomar piedras y a hacer un majano.+ Después comieron allí sobre el majano. 47 Y Labán empezó a llamarlo Jegar-sahadutá,* pero Jacob lo llamó Galeed.*
48 Y procedió Labán a decir: “Este majano es testigo entre yo y tú hoy”. Por eso lo llamó por nombre Galeed,+ 49 y La Atalaya,* porque dijo él: “Atalaye Jehová entre yo y tú cuando estemos situados sin vernos* el uno al otro.+ 50 Si te pones a afligir a mis hijas+ y si te pones a tomar esposas además de mis hijas, no hay hombre alguno con nosotros. ¡Mira!* Dios es testigo entre yo y tú”.+ 51 Y pasó Labán a decir a Jacob: “Aquí está este majano y aquí está la columna que he erigido entre yo y tú. 52 Este majano es testigo, y la columna es algo que da testimonio,+ de que yo ciertamente no pasaré este majano contra ti y de que tú no pasarás este majano y esta columna contra mí para daño.+ 53 Juzguen* entre nosotros el dios* de Abrahán+ y el dios de Nacor,+ el dios* del padre de ellos”. Pero Jacob juró por el Pavor de su padre Isaac.+
54 Después de aquello, Jacob sacrificó un sacrificio en la montaña e invitó a sus hermanos a comer pan.+ Por consiguiente, comieron pan y pasaron la noche en la montaña.* 55 Sin embargo, Labán se levantó muy de mañana y besó+ a sus hijos y a sus hijas y los bendijo.+ Entonces Labán se puso en camino para volver a su propio lugar.*+
32 Y en cuanto a Jacob, él se puso en camino, y ahora los ángeles* de Dios se encontraron con él.+ 2 Inmediatamente dijo Jacob, cuando los vio: “¡El campamento de Dios es este!”.+ Por lo tanto llamó a aquel lugar por nombre Mahanaim.*+
3 Entonces envió Jacob mensajeros+ delante de sí a Esaú su hermano, a la tierra de Seír,+ al campo de Edom,+ 4 y les dio orden, diciendo: “Esto es lo que dirán a mi señor,+ a Esaú: ‘Esto es lo que ha dicho tu siervo Jacob: “Con Labán he residido como forastero y me he quedado por largo tiempo hasta ahora.+ 5 Y he llegado a tener toros y asnos, ovejas, y siervos y siervas,+ y quisiera enviar a notificar a mi señor, para hallar favor a tus ojos”’”.+
6 Con el tiempo los mensajeros volvieron a Jacob, y dijeron: “Llegamos a tu hermano Esaú, y él también viene a tu encuentro, y cuatrocientos hombres con él”.+ 7 Y a Jacob le dio mucho miedo, y se inquietó.+ De modo que dividió a la gente que venía con él, y los rebaños y el ganado vacuno y los camellos, en dos campamentos,+ 8 y dijo: “Si viniera Esaú al primer campamento y lo asaltara, entonces de seguro habrá un campamento que quede para escapar”.+
9 Después de eso dijo Jacob: “Oh Dios de mi padre Abrahán y Dios de mi padre Isaac,+ oh Jehová, tú que me estás diciendo: ‘Vuélvete a tu tierra y a tus parientes y yo ciertamente te trataré bien’,+ 10 indigno soy de todas las bondades amorosas y de toda la fidelidad* que has ejercido para con tu siervo,+ porque con solo mi bastón crucé este Jordán y ahora he llegado a ser dos campamentos.+ 11 Líbrame, te ruego,+ de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque tengo miedo de él, que venga y ciertamente me asalte,+ a madre juntamente con hijos. 12 Y tú, tú has dicho: ‘Indisputablemente te trataré bien y con certeza constituiré tu descendencia* como los granos de arena del mar, que no pueden contarse por su multitud’”.+
13 Y se quedó alojado allí aquella noche. Y de lo que venía a su mano procedió a tomar un regalo para Esaú su hermano:+ 14 doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, 15 treinta camellas que estaban dando de mamar y sus crías, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas y diez asnos adultos.+
16 Entonces entregó a sus siervos un hato tras otro por separado y dijo repetidas veces a sus siervos: “Crucen delante de mí, y han de fijar un intervalo entre hato y hato”.+ 17 Además dio orden al primero, y dijo: “En caso de que te encuentre Esaú mi hermano y te pregunte, diciendo: ‘¿A quién perteneces, y adónde vas y a quién pertenecen estos delante de ti?’, 18 entonces tienes que decir: ‘A tu siervo, a Jacob. Un regalo es,+ enviado a mi señor,+ a Esaú, y ¡mira!, él mismo también está detrás de nosotros’”. 19 Y pasó a dar orden también al segundo, también al tercero, también a todos los que venían siguiendo a los hatos, diciendo: “Según esta palabra han de hablar a Esaú al encontrarlo.+ 20 Y también tienen que decir: ‘Aquí está tu siervo Jacob detrás de nosotros’”.+ Porque se decía a sí mismo: “Quizás lo aplaque mediante el regalo que va delante de mí,+ y después veré su rostro. Tal vez él dé una acogida afable”.+ 21 Así que el regalo fue cruzando delante de él, pero él mismo se alojó aquella noche en el campamento.+
22 Más tarde durante aquella noche se levantó y tomó a sus dos esposas+ y a sus dos siervas+ y a sus once hijos jóvenes+ y cruzó el vado de Jaboq.+ 23 De modo que los tomó y los hizo pasar al otro lado del valle torrencial,*+ e hizo pasar al otro lado lo que tenía.
24 Por fin Jacob quedó solo. Entonces un hombre se puso a forcejear con él hasta ascender el alba.+ 25 Cuando llegó a ver que no había prevalecido contra él,+ entonces tocó el hueco de la coyuntura de su muslo;* y el hueco de la coyuntura del muslo de Jacob se salió de su lugar mientras forcejeaba con él.+ 26 Después de eso él dijo: “Suéltame,* porque ha ascendido el alba”. A lo cual dijo él: “No te voy a soltar hasta que me bendigas”.+ 27 De modo que le dijo: “¿Cuál es tu nombre?”, a lo cual dijo: “Jacob”. 28 Entonces él dijo: “Ya no serás llamado por nombre Jacob, sino Israel,*+ porque has contendido*+ con Dios y con hombres de modo que por fin prevaleciste”. 29 A su vez, Jacob preguntó y dijo: “Declárame, por favor, tu nombre”. Sin embargo, él dijo: “¿Por qué preguntas por mi nombre?”.+ Con eso lo bendijo allí. 30 Por eso Jacob llamó al lugar por nombre Peniel,*+ porque, dijo él: “He visto a Dios cara a cara y, no obstante, mi alma fue librada”.+
31 Y el sol empezó a fulgurar sobre él tan pronto como pasó por Penuel, pero él iba cojeando sobre su muslo.+ 32 Por eso los hijos de Israel no acostumbran comer el tendón del nervio del muslo,* que está en el hueco de la coyuntura del muslo, hasta el día de hoy, porque él tocó el hueco de la coyuntura del muslo de Jacob cerca del tendón del nervio del muslo.+
33 Con el tiempo Jacob alzó los ojos y miró, y aquí venía Esaú, y con él cuatrocientos hombres.+ Por consiguiente, procedió a repartir los hijos a Lea y a Raquel y a las dos siervas,+ 2 y puso a las siervas y sus hijos en el primer lugar,+ y a Lea y sus hijos después de ellos,+ y a Raquel y José detrás de ellos.+ 3 Y él mismo se adelantó a ellos y procedió a inclinarse a tierra siete veces hasta que llegó cerca de su hermano.+
4 Y Esaú fue corriendo a su encuentro,+ y empezó a abrazarlo+ y a caer sobre su cuello y besarlo,* y prorrumpieron en lágrimas. 5 Entonces alzó los ojos y vio a las mujeres y a los niños y dijo: “¿Quiénes son estos [que están] contigo?”, a lo cual él dijo: “Los hijos con quienes Dios ha favorecido a tu siervo”.+ 6 En esto se presentaron las siervas, ellas y sus hijos, y se inclinaron; 7 y se presentó también Lea, y sus hijos, y se inclinaron, y después se presentó José, y Raquel, y se inclinaron.+
8 Ahora dijo él: “¿Qué quieres decir con todo* este campamento de viajeros que he encontrado?”.+ A lo cual él dijo: “A fin de hallar favor a los ojos de mi señor”.+ 9 Entonces dijo Esaú: “Tengo muchísimo, hermano mío.+ Continúe tuyo lo que es tuyo”. 10 Sin embargo, Jacob dijo: “No, por favor. Si he hallado favor a tus ojos,+ pues, entonces tienes que aceptar mi regalo de mi mano, porque en armonía con su propósito he visto tu rostro como si viera el rostro de Dios, puesto que me recibiste con placer.+ 11 Toma, por favor, el regalo que te fue traído que encierra mi bendición,+ porque Dios me ha favorecido y porque yo lo tengo todo”.+ Y continuó instándolo, de modo que lo tomó.+
12 Más tarde dijo: “Partamos y vámonos, y déjame ir delante de ti”. 13 Pero él le dijo: “Mi señor se da cuenta de que los niños son delicados y que ovejas y ganado vacuno que están dando de mamar están a mi cargo,+ y si los arrean con demasiada prisa un solo día, entonces todo el rebaño ciertamente morirá.+ 14 Pase mi señor, por favor, delante de su siervo, pero que yo mismo continúe el viaje a mi comodidad, según el paso del ganado+ que va delante de mí y según el paso de los niños,+ hasta que llegue a mi señor en Seír”.+ 15 Entonces dijo Esaú: “Déjame, por favor, poner a disposición tuya parte de la gente que viene conmigo”. A lo cual dijo él: “¿Para qué esto? Halle yo favor a los ojos de mi señor”.+ 16 Así que en aquel día Esaú se volvió por su camino a Seír.
17 Y Jacob partió para Sucot,*+ y procedió a edificarse una casa, y para su manada hizo cabañas.+ Por eso llamó el lugar por nombre Sucot.
18 Con el tiempo Jacob llegó sano y salvo a la ciudad de Siquem,+ que está en la tierra de Canaán,+ cuando venía de Padán-aram;+ y asentó campamento enfrente de la ciudad. 19 Entonces adquirió una porción del campo donde asentó su tienda, de la mano de los hijos de Hamor el padre de Siquem, por cien piezas de moneda.*+ 20 Después de eso erigió allí un altar y lo llamó Dios el Dios de Israel.*+
34 Ahora bien, solía salir Dina la hija de Lea,+ que esta le había dado a luz a Jacob, para ver+ a las hijas del país.+ 2 Y llegó a verla Siquem el hijo de Hamor el heveo,+ un principal* del país, y entonces la tomó y se acostó con ella y la violó.*+ 3 Y su alma empezó a adherirse a Dina* la hija de Jacob, y se enamoró de la joven, y hablaba persuasivamente a* la joven. 4 Por fin Siquem dijo a Hamor su padre:+ “Consígueme a esta jovencilla por esposa”.+
5 Y Jacob oyó que este había contaminado a Dina su hija. Y sus hijos se hallaban en el campo con la manada de él;+ y guardó silencio Jacob hasta que ellos vinieran.+ 6 Más tarde, Hamor, el padre de Siquem, salió a Jacob para hablar con él.+ 7 Y los hijos de Jacob volvieron del campo tan pronto como oyeron de ello; y quedaron los hombres heridos en su sensibilidad, y se encolerizaron mucho,+ porque él había cometido una locura deshonrosa contra Israel al acostarse con la hija de Jacob,+ cuando no se debía hacer cosa semejante.+
8 Y Hamor procedió a hablar con ellos, y dijo: “En cuanto a Siquem mi hijo, su alma se ha apegado a la hija de ustedes.+ Dénsela, por favor, por esposa,+ 9 y formen alianzas matrimoniales con nosotros.+ Ustedes han de darnos sus hijas, y han de tomar nuestras hijas para ustedes.+ 10 Y pueden morar con nosotros, y la tierra llegará a estar a su disposición. Moren y negocien* en ella y establézcanse en ella”.+ 11 Entonces dijo Siquem al padre y a los hermanos de ella: “Halle yo favor a los ojos de ustedes, y lo que me digan lo daré. 12 Suban muy alto el dinero matrimonial* y la dádiva impuesta sobre mí,+ y me hallo dispuesto a dar según lo que me digan; solo denme a la joven por esposa”.
13 Y los hijos de Jacob empezaron a contestar a Siquem y a Hamor su padre con engaño, y a hablar así porque él había contaminado a Dina su hermana.+ 14 Y pasaron a decirles: “No nos es posible hacer tal cosa, dar nuestra hermana a un hombre que tiene prepucio,+ porque eso es un oprobio para nosotros. 15 Solo con esta condición podemos darles consentimiento, que lleguen a ser como nosotros, siendo circuncidado todo varón de ustedes.+ 16 Entonces ciertamente les daremos nuestras hijas, y tomaremos las hijas suyas para nosotros, y ciertamente moraremos con ustedes y llegaremos a ser un solo pueblo.+ 17 Pero si no nos escuchan para circuncidarse, entonces ciertamente tomaremos a nuestra hija y nos iremos”.
18 Y sus palabras parecieron buenas a los ojos de Hamor y a los ojos de Siquem, el hijo de Hamor,+ 19 y el joven no tardó en ejecutar la condición,+ porque de veras se deleitaba en la hija de Jacob, y él era el más honorable+ de toda la casa de su padre.+
20 De modo que Hamor y Siquem su hijo fueron a la puerta de su ciudad y empezaron a hablar a los hombres de su ciudad,+ diciendo: 21 “Estos hombres son amadores de la paz para con nosotros.+ Por lo tanto, que moren en el país y negocien* en él, puesto que la tierra es bastante ancha* delante de ellos.+ Podemos tomar sus hijas por esposas nuestras y les podemos dar nuestras propias hijas.+ 22 Solo con esta condición nos darán los hombres su consentimiento para morar con nosotros para llegar a ser un solo pueblo: que cada varón nuestro sea circuncidado así como ellos están circuncidados.+ 23 Entonces sus bienes y su caudal y todos sus ganados, ¿no serán nuestros?+ Solo démosles nuestro consentimiento para que moren con nosotros”.+ 24 Entonces todos los que salían por la puerta de su ciudad escucharon a Hamor y a Siquem su hijo, y todos los varones fueron circuncidados, todos los que salían por la puerta de su ciudad.
25 Sin embargo, aconteció que al tercer día, cuando se hallaban adoloridos,+ los dos hijos de Jacob: Simeón y Leví,+ hermanos de Dina,+ procedieron a tomar cada uno su espada y a ir insospechadamente* a la ciudad y a matar a todo varón.+ 26 Y a Hamor y a Siquem su hijo mataron a filo de espada.+ Entonces tomaron a Dina de la casa de Siquem y se salieron.+ 27 Los otros hijos de Jacob atacaron a* los hombres mortalmente heridos y se pusieron a saquear la ciudad, porque habían contaminado a su hermana.+ 28 Tomaron sus rebaños y sus vacadas y sus asnos y lo que había en la ciudad y lo que había en el campo.+ 29 Y todos sus medios de mantenimiento y todos sus niñitos y sus esposas se los llevaron cautivos, de modo que saquearon todo lo que había en las casas.+
30 Ante aquello, Jacob dijo a Simeón y a Leví:+ “Me han acarreado extrañamiento, haciendo de mí un hedor a los habitantes del país,+ para los cananeos y los perizitas; mientras que yo soy pocos en número,*+ y ellos ciertamente se reunirán contra mí y me asaltarán y tendré que ser aniquilado, yo y mi casa”. 31 A su vez, ellos dijeron: “¿Había alguien de tratar a nuestra hermana como a una prostituta?”.*+
35 Después de eso Dios dijo a Jacob: “Levántate, sube a Betel y mora allí,+ y haz allí un altar al Dios [verdadero] que se te apareció cuando estabas huyendo de Esaú tu hermano”.+
2 Entonces Jacob dijo a su casa y a todos los que con él estaban: “Aparten los dioses* extranjeros que hay en medio de ustedes+ y límpiense y muden sus mantos,+ 3 y levantémonos y subamos a Betel. Y allí haré un altar al Dios [verdadero] que me contestó en el día de mi angustia,+ puesto que resultó estar conmigo en el camino por el cual he ido”.+ 4 Así que ellos dieron a Jacob todos los dioses extranjeros+ que había en sus manos y los aretes que traían en las orejas, y Jacob los escondió+ debajo del árbol grande que estaba cerca de Siquem.
5 Después de eso partieron, y el terror de Dios vino a estar sobre las ciudades que estaban en derredor de ellos,+ de modo que no corrieron tras los hijos de Jacob. 6 Con el tiempo Jacob llegó a Luz,+ que está en la tierra de Canaán, es decir, a Betel, él y toda la gente que estaba con él. 7 Entonces edificó allí un altar y empezó a llamar al lugar El-betel,* porque allí se le había revelado el Dios [verdadero] cuando él huía de su hermano.+ 8 Más tarde murió Débora,+ la nodriza de Rebeca, y fue enterrada al pie de Betel, debajo de un árbol macizo. Por eso él lo llamó por nombre Alón-bacut.*
9 Ahora Dios apareció otra vez a Jacob mientras venía este de Padán-aram,+ y lo bendijo.+ 10 Y Dios pasó a decirle: “Tu nombre es Jacob.+ Ya no has de ser llamado por nombre Jacob, sino que Israel llegará a ser tu nombre”. Y empezó a llamarlo por nombre Israel.+ 11 Y Dios dijo además: “Yo soy Dios Todopoderoso.*+ Sé fructífero y hazte muchos. Naciones* y una congregación de naciones procederán de ti, y reyes saldrán de tus lomos.+ 12 En cuanto a la tierra que he dado a Abrahán y a Isaac, a ti te la daré, y a tu descendencia*+ después de ti daré la tierra”.+ 13 Después de eso Dios subió de sobre él en el lugar donde había hablado con él.+
14 Por consiguiente, Jacob estacionó una columna en el lugar donde había hablado con él,+ una columna de piedra, y derramó sobre ella una libación y derramó sobre ella aceite.+ 15 Y Jacob continuó llamando por nombre Betel+ al lugar donde Dios había hablado con él.
16 Entonces partieron de Betel. Y mientras todavía quedaba un buen trecho de tierra antes de llegar a Efrat,+ Raquel procedió a dar a luz, y le estaba siendo trabajoso el parto.+ 17 Pero sucedió que, mientras experimentaba dificultad en el parto, la partera le dijo: “No tengas miedo, porque tendrás este hijo también”.+ 18 Y el resultado fue que, al ir saliendo el alma+ de ella* (porque murió),+ lo llamó por nombre Ben-oní;* pero su padre lo llamó Benjamín.*+ 19 Así murió Raquel, y fue enterrada en el camino a Efrat, es decir, Belén.+ 20 Por lo tanto Jacob estacionó una columna sobre el sepulcro de ella. Esta es la columna del sepulcro de Raquel hasta el día de hoy.+
21 Después Israel partió y asentó su tienda a alguna distancia más allá de la torre de Éder.+ 22 Y mientras Israel residía+ en aquella tierra, aconteció que una vez Rubén fue y se acostó con Bilhá la concubina de su padre, e Israel llegó a oír de ello.+
De modo que llegó a haber doce hijos de Jacob. 23 Los hijos de Lea: el primogénito de Jacob, Rubén,+ y Simeón y Leví y Judá e Isacar y Zabulón. 24 Los hijos de Raquel: José y Benjamín. 25 Y los hijos de Bilhá, la sierva de Raquel: Dan y Neftalí. 26 Y los hijos de Zilpá, la sierva de Lea: Gad y Aser. Estos son los hijos de Jacob que le nacieron en Padán-aram.
27 Por fin llegó Jacob a donde Isaac su padre, a Mamré,+ a Quiryat-arbá,+ es decir, Hebrón, donde Abrahán y también Isaac habían residido como forasteros.+ 28 Y los días de Isaac ascendieron a ciento ochenta años.+ 29 Después Isaac expiró y murió y fue recogido a su pueblo, viejo y satisfecho de días,*+ y Esaú y Jacob, sus hijos, lo enterraron.+
36 Y esta es la historia de Esaú, es decir, Edom.+
2 Esaú tomó sus esposas de las hijas de Canaán:+ Adá+ hija de Elón el hitita+ y Oholibamá+ hija de Anah, nieta* de Zibeón el heveo, 3 y Basemat+ hija de Ismael, hermana de Nebayot.+
4 Y a Esaú, Adá procedió a dar a luz a Elifaz, y Basemat dio a luz a Reuel,
Estos son los hijos de Esaú que le nacieron en la tierra de Canaán. 6 Después de eso Esaú tomó a sus esposas y a sus hijos y a sus hijas y a todas las almas de su casa, y su manada y todas sus otras bestias y todo su caudal,+ que había acumulado en la tierra de Canaán, y se fue a un país* lejos de Jacob su hermano,+ 7 porque los bienes de ellos se habían hecho demasiado grandes para que moraran juntos, y la tierra de sus residencias como forasteros no podía sustentarlos como resultado de sus manadas.+ 8 De modo que Esaú se puso a morar en la región montañosa de Seír.+ Esaú es Edom.+
9 Y esta es la historia de Esaú el padre de Edom en la región montañosa de Seír.+
10 Estos son los nombres de los hijos de Esaú: Elifaz hijo de Adá, esposa de Esaú; Reuel hijo de Basemat, esposa de Esaú.+
11 Y los hijos de Elifaz llegaron a ser: Temán,+ Omar, Zefó y Gatam y Quenaz.+ 12 Y Timná+ vino a ser concubina de Elifaz, hijo de Esaú. Con el tiempo, a Elifaz ella le dio a luz a Amaleq.+ Estos son los hijos de Adá, esposa de Esaú.
13 Estos son los hijos de Reuel: Náhat y Zérah, Samah y Mizá.+ Estos llegaron a ser los hijos* de Basemat,+ esposa de Esaú.
14 Y estos llegaron a ser los hijos de Oholibamá la hija de Anah, nieta de Zibeón, esposa de Esaú, puesto que a Esaú ella le dio a luz a Jeús y Jalam y Coré.+
15 Estos son los jeques*+ de los hijos de Esaú: Los hijos de Elifaz, primogénito de Esaú: El jeque Temán,+ el jeque Omar, el jeque Zefó, el jeque Quenaz, 16 el jeque Coré,* el jeque Gatam, el jeque Amaleq. Estos son los jeques de Elifaz+ en la tierra de Edom. Estos son los hijos de Adá.
17 Estos son los hijos de Reuel, hijo de Esaú: El jeque Náhat, el jeque Zérah, el jeque Samah, el jeque Mizá. Estos son los jeques de Reuel en la tierra de Edom.+ Estos son los hijos de Basemat, esposa de Esaú.
18 Por último, estos son los hijos de Oholibamá, esposa de Esaú: El jeque Jeús, el jeque Jalam, el jeque Coré. Estos son los jeques de Oholibamá la hija de Anah, esposa de Esaú.
19 Estos son los hijos de Esaú, y estos son sus jeques. Él es Edom.+
20 Estos son los hijos de Seír el horeo, los habitantes del país:+ Lotán y Sobal y Zibeón y Anah+ 21 y Disón y Ézer y Disán.+ Estos son los jeques del horeo, los hijos de Seír, en la tierra de Edom.
22 Y los hijos de Lotán llegaron a ser Horí y Hemam; y la hermana de Lotán era Timná.+
23 Y estos son los hijos de Sobal: Alván y Manáhat y Ebal, Sefó y Onam.
24 Y estos son los hijos de Zibeón: Ayá y Anah. Este es el Anah que halló los manantiales de aguas termales* en el desierto mientras estaba cuidando los asnos a Zibeón su padre.+
25 Y estos son los hijos de Anah: Disón y Oholibamá la hija de Anah.
26 Y estos son los hijos de Disón:* Hemdán y Esbán e Itrán y Kerán.+
27 Estos son los hijos de Ézer: Bilhán y Zaaván y Aqán.
28 Estos son los hijos de Disán: Uz y Arán.+
29 Estos son los jeques del horeo: El jeque Lotán, el jeque Sobal, el jeque Zibeón, el jeque Anah, 30 el jeque Disón, el jeque Ézer, el jeque Disán.+ Estos son los jeques del horeo según sus jeques en la tierra de Seír.
31 Ahora bien, estos son los reyes que reinaron en la tierra de Edom+ antes que reinara rey alguno sobre los hijos de Israel.+ 32 Y Bela el hijo de Beor procedió a reinar en Edom,+ y el nombre de su ciudad fue Dinhabá. 33 Cuando murió Bela, Jobab el hijo de Zérah de Bozrá+ empezó a reinar en lugar de él.+ 34 Cuando murió Jobab, Husam de la tierra de los temanitas+ empezó a reinar en lugar de él.+ 35 Cuando murió Husam, Hadad el hijo de Bedad, que derrotó a los madianitas+ en el campo de Moab,+ empezó a reinar en lugar de él, y el nombre de su ciudad fue Avit.+ 36 Cuando murió Hadad, Samlá de Masreqá empezó a reinar en lugar de él.+ 37 Cuando murió Samlá, Shaúl de Rehobot junto al Río empezó a reinar en lugar de él.+ 38 Cuando murió Shaúl, Baal-hanán el hijo de Acbor empezó a reinar en lugar de él.+ 39 Cuando murió Baal-hanán el hijo de Acbor, Hadar empezó a reinar en lugar de él; y el nombre de su ciudad fue Paú, y el nombre de su esposa fue Mehetabel la hija de Matred la hija de Mezahab.+
40 De modo que estos son los nombres de los jeques de Esaú según sus familias, según sus lugares, por sus nombres: El jeque Timná, el jeque Alvá, el jeque Jetet,+ 41 el jeque Oholibamá, el jeque Elah, el jeque Pinón,+ 42 el jeque Quenaz, el jeque Temán, el jeque Mibzar,+ 43 el jeque Magdiel, el jeque Iram. Estos son los jeques de Edom+ según sus moradas en la tierra de su posesión.+ Este es Esaú padre de Edom.+
37 Y Jacob continuó morando en la tierra de las residencias de forastero de su padre,+ en la tierra de Canaán.+
2 Esta es la historia de Jacob.
José,+ a los diecisiete años de edad, se hallaba cuidando ovejas* con sus hermanos entre el rebaño,+ y, puesto que solo era un muchacho, estaba con los hijos de Bilhá+ y con los hijos de Zilpá,+ las esposas de su padre. Así que José llevó un mal informe acerca de ellos a su padre.+ 3 E Israel amaba a José más que a todos sus otros hijos,+ porque era el hijo de su vejez; y mandó hacerle una prenda de vestir parecida a camisa, larga y rayada.+ 4 Cuando sus hermanos llegaron a ver que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, empezaron a odiarlo,+ y no podían hablarle pacíficamente.+
5 Más tarde José tuvo un sueño y lo refirió a sus hermanos,+ y ellos hallaron más razón para odiarlo. 6 Y pasó a decirles: “Escuchen, por favor, este sueño que he soñado.+ 7 Resulta, pues, que estábamos atando gavillas en medio del campo, cuando sucedió que mi gavilla se levantó y también quedó enhiesta, y sucedió que las gavillas de ustedes procedieron a rodear mi gavilla y a inclinarse ante ella”.+ 8 Y sus hermanos empezaron a decirle: “¿Vas a ser rey sobre nosotros de seguro?,+ ¿o vas a dominar sobre nosotros de seguro?”.+ Así que hallaron nueva razón para odiarlo por sus sueños y por sus palabras.
9 Después, todavía tuvo otro sueño, y lo contó a sus hermanos y dijo: “Miren que otra vez he tenido un sueño, y resulta que el sol y la luna y once estrellas estaban inclinándose ante mí”.+ 10 Entonces lo contó a su padre así como a sus hermanos, y su padre empezó a reprenderlo y a decirle:+ “¿Qué significa este sueño que has soñado? ¿Acaso yo y también tu madre y tus hermanos vamos a venir de seguro e inclinarnos a tierra ante ti?”. 11 Y sus hermanos se pusieron celosos de él,+ pero su padre observó el dicho.*+
12 Luego sus hermanos fueron a apacentar el rebaño de su padre* cerca de Siquem.+ 13 Poco después, Israel dijo a José: “¿No están tus hermanos cuidando [rebaños] cerca de Siquem? Ven, y déjame enviarte a ellos”. Ante esto, él le dijo: “¡Aquí estoy!”.+ 14 De modo que le dijo: “Anda, por favor. Ve si tus hermanos están sanos y salvos y si el rebaño está sano y salvo,* y tráeme palabra de vuelta”.+ Con eso, lo envió de la llanura baja de Hebrón,+ y él prosiguió hacia Siquem. 15 Más tarde lo halló un hombre, y sucedía que andaba errante en un campo. Entonces el hombre le preguntó, diciendo: “¿Qué estás buscando?”. 16 A esto él dijo: “Es a mis hermanos a quienes estoy buscando. Infórmame, por favor: ¿Dónde están cuidando rebaños?”. 17 Y el hombre continuó: “Han partido de aquí, porque les oí decir: ‘Vamos a Dotán’”. De modo que José siguió tras sus hermanos y los halló en Dotán.
18 Ahora bien, ellos alcanzaron a verlo de lejos, y antes que llegara cerca de ellos se pusieron a maquinar astutamente contra él para darle muerte.+ 19 De modo que se dijeron unos a otros: “¡Miren! Ahí viene ese soñador.*+ 20 Y ahora vengan y matémoslo y arrojémoslo en una de las cisternas;+ y tenemos que decir que una feroz bestia salvaje lo devoró.+ Entonces veremos en qué vendrán a parar sus sueños”. 21 Cuando Rubén oyó esto, trató de librarlo de las manos de ellos.+ Por eso dijo: “No hiramos mortalmente su alma”.*+ 22 Y Rubén pasó a decirles: “No viertan sangre.+ Arrójenlo en esta cisterna que está en el desierto y no pongan sobre él mano violenta”.+ Era su propósito librarlo de la mano de ellos a fin de devolverlo a su padre.
23 De modo que aconteció que, en cuanto José llegó a sus hermanos, estos se pusieron a quitar a José su prenda de vestir larga, sí, la larga prenda de vestir rayada que llevaba puesta;+ 24 después de eso lo tomaron y lo arrojaron en la cisterna.+ En aquella ocasión la cisterna estaba vacía; no había agua en ella.
25 Entonces se sentaron a comer pan.+ Cuando alzaron los ojos y miraron, pues, aquí venía de Galaad una caravana de ismaelitas,+ y sus camellos iban cargados de ládano y bálsamo* y cáscara resinosa,+ e iban bajando para llevarlo a Egipto. 26 En esto Judá dijo a sus hermanos: “¿Qué ganancia habría en caso de que matáramos a nuestro hermano y de veras encubriéramos su sangre?+ 27 Vengan y vendámoslo a los ismaelitas,+ y no esté nuestra mano sobre él.+ Después de todo, es nuestro hermano, nuestra carne”. Así que ellos escucharon a su hermano.+ 28 Ahora bien, iban pasando hombres, mercaderes madianitas.+ Por lo tanto halaron y alzaron a José de la cisterna,+ y entonces vendieron a José a los ismaelitas por veinte piezas de plata.+ Con el tiempo estos llevaron a José a Egipto.
29 Más tarde Rubén volvió a la cisterna, y resultó que José no estaba en la cisterna. Por consiguiente, rasgó sus prendas de vestir.+ 30 Cuando volvió a sus otros hermanos exclamó: “¡El niño ha desaparecido! Y yo... ¿adónde realmente he de ir yo?”.+
31 Sin embargo, ellos tomaron la larga prenda de vestir de José y degollaron un macho cabrío y metieron la larga prenda de vestir repetidas veces en la sangre.+ 32 Luego enviaron la larga prenda de vestir rayada y la mandaron llevar a su padre y dijeron: “Esto es lo que hallamos. Examina,+ por favor, si es la prenda de vestir larga de tu hijo o no”.+ 33 Y él se puso a examinarla y exclamó: “¡Es la larga prenda de vestir de mi hijo! ¡Una feroz bestia salvaje debe de haberlo devorado!+ ¡De seguro ha sido despedazado José!”.+ 34 Con eso, Jacob rasgó sus mantos y se puso saco sobre las caderas y se dio al duelo de su hijo por muchos días.+ 35 Y todos sus hijos y todas sus hijas siguieron levantándose para consolarlo,+ pero él siguió rehusando recibir consuelo, y diciendo:+ “¡Porque en duelo bajaré a donde mi hijo, al Seol!”.* Y su padre continuó llorándolo.
36 Sin embargo, los madianitas lo vendieron en [manos de] Egipto, a Potifar, un oficial de la corte de Faraón,*+ el jefe de la guardia de corps.+
38 Ahora bien, entretanto aconteció que, cuando Judá bajó de donde estaban sus hermanos, asentó [su tienda] cerca de un hombre, un adulamita,+ y el nombre de este era Hirá. 2 Y allí llegó a ver Judá a la hija de cierto cananeo,+ y el nombre de este* era Súa. De modo que la tomó y tuvo relaciones con ella. 3 Y ella quedó encinta. Más tarde ella dio a luz un hijo y él lo llamó por nombre Er.+ 4 Otra vez quedó encinta ella. Con el tiempo, dio a luz un hijo y lo llamó por nombre Onán. 5 Volvió otra vez a dar a luz un hijo, y entonces lo llamó por nombre Selah. Ahora bien, sucedió que él* estaba en Aczib* cuando ella lo dio a luz.+
6 Con el tiempo Judá tomó esposa para Er su primogénito, y el nombre de ella era Tamar.+ 7 Pero Er, primogénito de Judá, resultó malo a los ojos de Jehová;+ por lo tanto Jehová le dio muerte.+ 8 En vista de aquello, Judá dijo a Onán: “Ten relaciones con* la esposa de tu hermano y realiza con ella matrimonio de cuñado* y levanta prole para tu hermano”.+ 9 Pero Onán sabía que la prole no llegaría a ser suya;+ y sucedió que, cuando sí tuvo relaciones con la esposa de su hermano, desperdició su semen en la tierra* para no dar prole a su hermano.+ 10 Ahora bien, lo que hizo fue malo a los ojos de Jehová;+ por lo tanto a él también le dio muerte.+ 11 Así que Judá dijo a Tamar su nuera: “Mora como viuda en casa de tu padre hasta que crezca Selah mi hijo”.+ Porque se decía:* “Quizás muera él también como sus hermanos”.+ Por consiguiente, Tamar se fue y continuó morando en casa de su propio padre.+
12 Así llegaron a ser muchos los días, y murió la hija de Súa, esposa+ de Judá; y Judá guardó el período de duelo.+ Después subió a Timnah,+ a los esquiladores de sus ovejas, él y su compañero Hirá el adulamita.+ 13 Entonces le fue referido a Tamar: “Mira que tu suegro va subiendo a Timnah para esquilar sus ovejas”.+ 14 Ante aquello, ella se quitó de sobre sí las prendas de vestir de su viudez y se cubrió con un chal y se veló y se sentó a la entrada de Enaim, que está en el camino a Timnah. Porque veía que Selah había crecido y, no obstante, ella no le había sido dada por esposa.+
15 Cuando alcanzó a verla Judá, al instante la tomó por ramera,*+ porque ella se había cubierto el rostro.+ 16 De modo que se apartó hacia ella al lado del camino y dijo: “Permíteme, por favor, tener relaciones contigo”.+ Pues no sabía que era su nuera.+ Sin embargo, ella dijo: “¿Qué me darás para tener relaciones conmigo?”.+ 17 A lo cual dijo él: “Yo mismo enviaré de la manada un cabrito de las cabras”. Pero ella dijo: “¿Darás una garantía hasta que lo envíes?”.+ 18 Y continuó él: “¿Cuál es la garantía que te daré?”, a lo cual dijo ella: “Tu sortija con sello+ y tu cordón y tu vara que tienes en la mano”. Entonces él se los dio y tuvo relaciones con ella, de modo que ella quedó encinta de él. 19 Después ella se levantó y se fue y se quitó su chal de sobre sí y se vistió con las prendas de vestir de su viudez.+
20 Y Judá procedió a enviar el cabrito de las cabras por mano de su compañero el adulamita+ a fin de recobrar la garantía de mano de la mujer, pero este no la halló. 21 Y fue inquiriendo de los hombres de su lugar, diciendo: “¿Dónde está aquella prostituta de templo de Enaim junto al camino?”. Pero ellos seguían diciendo: “Nunca ha habido ninguna prostituta+ de templo en este lugar”. 22 Por fin él volvió a Judá y dijo: “No la hallé y, además, los hombres del lugar dijeron: ‘Nunca ha habido ninguna prostituta de templo en este lugar’”. 23 Así que Judá dijo: “Que se quede con ellos, a fin de que no lleguemos a ser objeto de desprecio.+ Sea como sea, yo he enviado este cabrito, pero tú... tú no la hallaste”.
24 Sin embargo, unos tres meses después sucedió que le fue referido a Judá: “Tamar tu nuera ha estado de ramera,+ y mira que también está encinta+ de su prostitución”.* A lo cual dijo Judá: “Sáquenla, y que sea quemada”.+ 25 Cuando la iban sacando, ella misma envió a decir a su suegro: “Del hombre a quien pertenecen estos estoy encinta”.+ Y añadió: “Examina,+ por favor, a quién pertenecen estos: la sortija con sello y el cordón* y la vara”.+ 26 Entonces los examinó Judá y dijo:+ “Ella es más justa que yo,+ por razón de que yo no la di a Selah mi hijo”.+ Y no volvió a tener más coito con ella después de aquello.+
27 Ahora bien, resultó que, al tiempo de dar a luz, pues, ¡mire!, había gemelos en su vientre. 28 Además, sucedió que, cuando ella estaba dando a luz, uno extendió la mano, y al instante la partera tomó y le ató un marcador de color escarlata alrededor de la mano, diciendo: “Este salió primero”. 29 Finalmente resultó que, luego que él retiró la mano, pues, sucedió que salió su hermano, de modo que ella exclamó: “¿Qué quieres decir con esto, que has producido para ti una ruptura perineal?”. Por lo tanto fue llamado por nombre Pérez.*+ 30 Y después salió su hermano, en cuya mano estaba el marcador de color escarlata, y él llegó a ser llamado por nombre Zérah.*+
39 En cuanto a José, él fue bajado a Egipto,+ y Potifar,+ un oficial de la corte de Faraón,* el jefe de la guardia de corps, egipcio, llegó a comprarlo de la mano de los ismaelitas+ que lo habían bajado allá. 2 Pero Jehová resultó estar con José, de modo que este llegó a ser un hombre que en todo tenía éxito,+ y vino a estar sobre la casa de su amo,* el egipcio. 3 Y su amo llegó a ver que Jehová estaba con él y que Jehová hacía que todo lo que él efectuaba tuviera éxito en su mano.
4 Y José siguió hallando favor a sus ojos, y lo atendía de continuo, de modo que él lo nombró sobre su casa,+ y todo lo que era suyo lo dio en su mano. 5 Y resultó que, desde el tiempo en que lo nombró sobre su casa y a cargo de todo lo suyo, Jehová siguió bendiciendo la casa del egipcio debido a José, y la bendición de Jehová vino a estar sobre todo lo que él tenía en la casa y en el campo.+ 6 Finalmente él dejó todo lo suyo en la mano de José;+ e ignoraba por completo lo que estaba con él salvo el pan que comía. Además, José llegó a ser de hermosa figura y de hermosa apariencia.
7 Ahora bien, después de estas cosas aconteció que la esposa de su amo empezó a alzar los ojos+ hacia José y a decir: “Acuéstate conmigo”.+ 8 Pero él rehusaba,+ y decía a la esposa de su amo: “Mira que mi amo ignora lo que está conmigo en la casa, y todo lo que tiene lo ha dado en mi mano.+ 9 No hay nadie mayor que yo en esta casa, y él no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres su esposa.+ Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?”.+
10 Resultó, pues, que al hablar ella a José día tras día, él no la escuchó para acostarse a su lado, para continuar con ella.+ 11 Pero sucedió que en este día, como en otros días,* él entró en la casa para atender a su negocio, y no había ninguno de los hombres de la casa allí en la casa.+ 12 Entonces ella se agarró de él por su prenda de vestir,+ y dijo: “¡Acuéstate conmigo!”.+ Pero él dejó su prenda de vestir en la mano de ella y echó a huir y salió afuera.+ 13 Sucedió, pues, que luego que ella vio que él había dejado su prenda de vestir en la mano de ella para poder huir afuera, 14 se puso a gritar a los hombres de su casa y a decirles: “¡Miren! Él nos trajo un hombre, un hebreo, para hacer de nosotros un hazmerreír. Este vino a mí para acostarse conmigo, pero yo me puse a gritar a voz en cuello.+ 15 Y resultó que luego que oyó que yo alzaba la voz y gritaba, entonces dejó su prenda de vestir a mi lado y echó a huir y salió afuera”. 16 Después de aquello, ella mantuvo la prenda de vestir de él colocada a su lado hasta que el amo de él vino a casa.+
17 Entonces ella le habló de acuerdo con estas palabras, y dijo: “El siervo hebreo que nos trajiste vino a mí para hacer de mí un hazmerreír.* 18 Pero sucedió que luego que alcé la voz y empecé a gritar, entonces dejó su prenda de vestir al lado mío y se fue huyendo afuera”.+ 19 El resultado fue que luego que el amo de él oyó las palabras de su esposa que ella le habló, diciendo: “De esta y esta manera me hizo tu siervo”, la cólera de él se encendió.+ 20 De modo que el amo de José lo tomó y lo entregó a la casa de encierro,* al lugar donde tenían en reclusión* a los presos* del rey, y él continuó allí en la casa de encierro.+
21 Sin embargo, Jehová continuó con José y siguió extendiéndole bondad amorosa y otorgándole hallar favor a los ojos del oficial principal* de la casa de encierro.+ 22 Así que el oficial principal de la casa de encierro entregó en la mano de José a todos los presos que estaban en la casa de encierro; y resultó que él era quien se encargaba de que se hiciera+ todo lo que ellos hacían allí. 23 El oficial principal de la casa de encierro no atendía a absolutamente nada de lo que estaba en su mano, porque Jehová estaba con [José],* y lo que él efectuaba, Jehová hacía que tuviera éxito.+
40 Ahora bien, después de estas cosas aconteció que el copero+ del rey de Egipto y el panadero pecaron contra su señor* el rey de Egipto.+ 2 Y Faraón se indignó contra sus dos oficiales,+ contra el jefe* de los coperos y contra el jefe de los panaderos.+ 3 De modo que mandó meterlos en la cárcel de la casa del jefe de la guardia de corps,+ en la casa de encierro,+ el lugar donde estaba preso José. 4 Entonces el jefe de la guardia de corps asignó a José a estar con ellos para que los atendiera;+ y ellos continuaron en la cárcel algunos días.
5 Y ambos procedieron a soñar un sueño,+ cada uno su propio sueño en la misma noche,+ cada uno su sueño con su propia interpretación,+ el copero y el panadero que pertenecían al rey de Egipto [y] que estaban presos en la casa de encierro.+ 6 Cuando José entró a donde ellos por la mañana y los vio, pues, sucedía que se veían decaídos.+ 7 Y él se puso a inquirir de los oficiales de Faraón que estaban con él en la cárcel de la casa de su amo, diciendo: “¿Por qué razón están tristes hoy sus rostros?”.+ 8 Por lo cual le dijeron: “Hemos soñado un sueño, y no hay intérprete con nosotros”. De modo que les dijo José: “¿No pertenecen a Dios las interpretaciones?+ Cuéntenmelo, por favor”.
9 Y el jefe de los coperos se puso a contar su sueño a José y a decirle: “En mi sueño, pues, mira que había una vid delante de mí. 10 Y en la vid había tres ramitas, y al parecer brotaba sarmientos.+ Salieron sus flores. Sus racimos maduraron sus uvas. 11 Y yo tenía en la mano la copa de Faraón, y procedí a tomar las uvas y a exprimirlas en la copa de Faraón.+ Después di la copa en la mano de Faraón”.+ 12 Entonces le dijo José: “Esta es su interpretación:+ Las tres ramitas son tres días. 13 Dentro de tres días Faraón alzará tu cabeza y ciertamente te devolverá a tu puesto;+ y ciertamente darás la copa de Faraón en su mano, según la costumbre anterior cuando estabas de copero suyo.+ 14 Sin embargo, tienes que guardarme en tu memoria tan pronto como te vaya bien,+ y, por favor, tienes que ejercer bondad amorosa conmigo y mencionarme a Faraón,+ y tienes que sacarme de esta casa. 15 Porque de hecho fui secuestrado de la tierra de los hebreos;+ y tampoco aquí he hecho cosa alguna para que me metieran en el hoyo carcelario”.*+
16 Cuando el jefe de los panaderos vio que había interpretado algo bueno, él, a su vez, dijo a José: “También yo estaba en mi sueño, y mira que yo tenía tres cestas de pan blanco sobre la cabeza, 17 y en la cesta de encima había toda clase de comestibles para Faraón,+ el producto de un panadero, y había aves+ comiéndoselos de la cesta sobre mi cabeza”. 18 Entonces José contestó y dijo: “Esta es su interpretación:+ Las tres cestas son tres días. 19 Dentro de tres días Faraón alzará tu cabeza de sobre ti y ciertamente te colgará en un madero;*+ y las aves ciertamente comerán tu carne de sobre ti”.+
20 Ahora bien, al tercer día resultó que era el cumpleaños+ de Faraón, y él procedió a hacer un banquete para todos sus siervos y a alzar la cabeza del jefe de los coperos y la cabeza del jefe de los panaderos en medio de sus siervos.+ 21 Por consiguiente, devolvió al jefe de los coperos a su puesto de copero,+ y este continuó dando la copa en la mano de Faraón. 22 Pero al jefe de los panaderos lo colgó,+ tal como les había dado la interpretación José.+ 23 Sin embargo, el jefe de los coperos no se acordó de José, y siguió olvidándolo.+
41 Y al cabo de dos años* completos aconteció que Faraón estaba soñando,+ y he aquí que estaba de pie junto al río Nilo. 2 Y sucedía que del río Nilo venían ascendiendo siete vacas de hermosa apariencia y gruesas de carnes, y se pusieron a pacer entre la hierba* del Nilo.+ 3 Y aquí otras siete vacas venían ascendiendo del río Nilo tras ellas, de fea apariencia y flacas de carnes,+ y se pararon al lado de las vacas junto a la margen del río Nilo. 4 Entonces las vacas de fea apariencia y flacas de carnes se pusieron a devorar a las siete vacas de hermosa apariencia y gordas.+ Con eso, Faraón despertó.+
5 Sin embargo, volvió a dormirse y soñó por segunda vez. Y he aquí que siete espigas estaban subiendo en una sola caña, gruesas y buenas.+ 6 Y sucedía que siete espigas, delgadas y chamuscadas por el viento del este,+ estaban creciendo después de ellas.+ 7 Y las espigas delgadas empezaron a tragarse a las siete espigas gruesas y llenas.+ Con eso, Faraón despertó, y he aquí que era un sueño.
8 Y por la mañana resultó que se le agitó el espíritu.+ De modo que envió y llamó a todos los sacerdotes practicantes de magia de Egipto+ y a todos los sabios de este,+ y se puso Faraón a contarles sus sueños.*+ Pero no hubo intérprete de estos para Faraón.
9 Entonces el jefe de los coperos habló con Faraón,+ y dijo: “De mis pecados hoy hago mención.+ 10 Faraón estaba indignado con sus siervos.+ De modo que mandó que me metieran en la cárcel de la casa del jefe de la guardia de corps,+ tanto a mí como al jefe de los panaderos. 11 Después, ambos soñamos un sueño en la misma noche, yo y también él. Soñamos cada uno su sueño con su propia interpretación.+ 12 Y estaba allí con nosotros un joven, un hebreo,+ siervo del jefe de la guardia de corps.+ Cuando se los contamos a él,+ él procedió a interpretarnos nuestros sueños. Le interpretó a cada uno según su sueño. 13 Y resultó que, tal como nos lo había interpretado, así sucedió. A mí me devolvió a mi puesto,+ pero a él lo colgó”.*+
14 Y Faraón procedió a enviar y llamar a José,+ para que lo trajeran apresuradamente del hoyo carcelario.+ Por lo tanto, él se afeitó+ y mudó sus mantos+ y entró a donde Faraón. 15 Entonces Faraón dijo a José: “He soñado un sueño, pero no hay intérprete de él. Ahora bien, yo mismo he oído decir de ti que al oír un sueño puedes interpretarlo”.+ 16 En esto José contestó a Faraón, y dijo: “¡A mí no se me tiene que tomar en cuenta! Dios anunciará* bienestar a Faraón”.+
17 Y Faraón pasó a hablar a José: “Pues bien, en mi sueño yo estaba de pie en la margen del río Nilo. 18 Y aquí venían ascendiendo del río Nilo siete vacas, gruesas de carnes y hermosas de forma, y se pusieron a pacer entre la hierba del Nilo.+ 19 Y aquí venían ascendiendo otras siete vacas detrás de ellas, pobres y de forma muy mala y flacas de carnes.+ En cuanto a lo malo, no he visto cosa semejante a ellas en toda la tierra de Egipto. 20 Y las vacas flacas y malas empezaron a devorar a las primeras siete vacas gordas.+ 21 Así es que estas entraron en sus vientres, y, no obstante, no podía saberse que hubieran entrado en sus vientres, porque su apariencia era mala lo mismo que al comienzo.+ Con eso desperté.
22 ”Después de eso vi en mi sueño, y sucedía que estaban subiendo siete espigas en una sola caña, llenas y buenas.+ 23 Y sucedía que había siete espigas secas, delgadas, chamuscadas por el viento del este,+ que venían creciendo después de ellas. 24 Y las espigas delgadas empezaron a tragarse a las siete espigas buenas.+ De modo que se lo dije a los sacerdotes practicantes de magia,+ pero no hubo quien me lo declarara”.+
25 Entonces José dijo a Faraón: “El sueño de Faraón es uno solo. Lo que el Dios [verdadero] va a hacer lo ha declarado a Faraón.+ 26 Las siete vacas buenas son siete años. Igualmente, las siete espigas buenas son siete años. El sueño es uno solo. 27 Y las siete vacas flacas y malas que subieron después de ellas son siete años; y las siete espigas vacías, chamuscadas por el viento del este,+ resultarán ser siete años de hambre.+ 28 Esta es la cosa que he hablado a Faraón: Lo que el Dios [verdadero] va a hacer, él ha hecho que Faraón lo vea.+
29 ”Mira que vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto. 30 Pero ciertamente se levantarán siete años de hambre después de ellos, y ciertamente será olvidada toda la abundancia en la tierra de Egipto, y el hambre simplemente consumirá la tierra.+ 31 Y la abundancia que habrá habido en el país no se conocerá como resultado de aquella hambre [que habrá] después, porque esta ciertamente será muy grave. 32 Y el hecho de que el sueño le fue repetido dos veces a Faraón significa que la cosa está firmemente establecida de parte del Dios [verdadero],+ y el Dios [verdadero] está apresurándose a hacerlo.+
33 ”Por tanto, busque Faraón un hombre discreto y sabio y establézcalo sobre la tierra de Egipto.+ 34 Actúe Faraón y nombre superintendentes sobre la tierra,+ y tiene que recoger la quinta parte de la tierra de Egipto durante los siete años de abundancia.+ 35 Y que junten todos los víveres de estos buenos años que vienen, y que amontonen grano bajo la mano de Faraón como víveres en las ciudades,+ y tienen que resguardarlo. 36 Y los víveres tienen que servir de abastecimiento a la tierra para los siete años de hambre, que van a producirse en la tierra de Egipto,+ a fin de que la tierra no sea cortada por el hambre”.+
37 Pues bien, la cosa pareció buena a los ojos de Faraón y de todos sus siervos.+ 38 De modo que Faraón dijo a sus siervos: “¿Podrá hallarse otro hombre como este en quien está el espíritu de Dios?”.+ 39 Después Faraón dijo a José: “Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto,+ no hay nadie tan discreto y sabio como tú.+ 40 Tú estarás personalmente sobre mi casa,+ y todo mi pueblo te obedecerá sin reserva.*+ Solo en cuanto al trono seré yo más grande que tú”.+ 41 Y añadió Faraón a José: “Mira, de veras te coloco sobre toda la tierra de Egipto”.+ 42 Con eso se quitó Faraón su anillo de sellar+ de su propia mano y lo puso en la mano de José, y lo vistió con prendas de vestir de lino fino* y le colocó un collar de oro alrededor del cuello.+ 43 Además, hizo que fuera montado en el segundo carro de honor que tenía,+ para que clamaran delante de él: “¡Avrekj!”,* y así lo puso sobre toda la tierra de Egipto.
44 Y Faraón dijo además a José: “Yo soy Faraón, pero sin autorización tuya no podrá hombre alguno alzar la mano ni el pie en toda la tierra de Egipto”.+ 45 Después de aquello Faraón llamó a José por nombre Zafenat-panéah,* y le dio por esposa a Asenat+ la hija de Potifera* el sacerdote de On.*+ Y José empezó a salir por toda la tierra de Egipto.+ 46 Y José tenía treinta años de edad+ cuando estuvo de pie delante de Faraón el rey de Egipto.
Entonces José salió de delante de Faraón y recorrió toda la tierra de Egipto. 47 Y durante los siete años de abundancia la tierra siguió produciendo a manos llenas.+ 48 Y él siguió juntando todos los víveres de los siete años que vinieron sobre la tierra de Egipto, y ponía los víveres en las ciudades.+ Los productos alimenticios del campo circundante a una ciudad, los ponía en medio de ella.+ 49 Y José continuó amontonando grano en grandísima cantidad,+ como la arena del mar, hasta que por fin cesaron de contarlo, porque era sin número.+
50 Y antes que llegara el año del hambre, le nacieron a José dos hijos,+ que le dio a luz Asenat la hija de Potifera el sacerdote de On. 51 De modo que José llamó al primogénito por nombre Manasés,*+ porque, decía él: “Dios* me ha hecho olvidar todas mis desgracias y toda la casa de mi padre”.+ 52 Y al segundo lo llamó por nombre Efraín,*+ porque, decía él: “Dios me ha hecho fructífero en la tierra de mi miseria”.+
53 Y gradualmente terminaron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto,+ 54 y, a su vez, comenzaron a venir los siete años de hambre, tal como había dicho José.+ Y se produjo el hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Egipto se halló pan.+ 55 Por fin toda la tierra de Egipto llegó a tener hambre, y el pueblo empezó a clamar a Faraón por pan.+ Entonces dijo Faraón a todos los egipcios: “Vayan a José. Lo que les diga, eso han de hacer”.+ 56 Y el hambre se halló sobre toda la superficie de la tierra.+ Entonces José empezó a abrir todos los depósitos de grano que había entre ellos,* y a vender a los egipcios,*+ puesto que el hambre se agarró fuertemente de la tierra de Egipto. 57 Además, personas de toda la tierra* vinieron a Egipto a comprarle a José, porque el hambre tenía fuertemente agarrada a toda la tierra.+
42 Por fin Jacob llegó a ver que había cereales en Egipto.+ Entonces Jacob dijo a sus hijos: “¿Por qué siguen mirándose unos a otros?”. 2 Y añadió: “Miren que he oído que hay cereales en Egipto.+ Bajen allá y cómprennos de allí, para que nos mantengamos vivos y no muramos”. 3 Por consiguiente, bajaron diez hermanos+ de José a comprar grano de Egipto. 4 Pero Jacob no envió a Benjamín,+ el hermano de José, con sus otros hermanos, porque dijo: “De otro modo puede que le acaezca un accidente mortal”.*+
5 Así que vinieron los hijos de Israel con los otros que venían a comprar, porque existía el hambre en la tierra de Canaán.+ 6 Y José era el hombre que estaba en el poder sobre el país.+ Él era quien hacía la venta a toda la gente de la tierra.+ Por consiguiente, vinieron los hermanos de José y se inclinaron ante él, rostro a tierra.+ 7 Cuando José llegó a ver a sus hermanos, en seguida los reconoció, pero se hizo irreconocible para ellos.+ De modo que les habló con dureza y les dijo: “¿De dónde han venido?”, a lo cual dijeron: “De la tierra de Canaán para comprar víveres”.+
8 Así reconoció José a sus hermanos, pero ellos mismos no lo reconocieron a él. 9 Inmediatamente se acordó José de los sueños que había soñado acerca de ellos,+ y pasó a decirles: “¡Son espías! ¡Han venido para ver la condición desvalida* del país!”.+ 10 Entonces ellos le dijeron: “No, señor mío,+ sino que tus siervos+ han venido para comprar víveres. 11 Todos nosotros somos hijos de un mismo hombre. Somos hombres rectos. Tus siervos no actúan como espías”.+ 12 Pero él les dijo: “¡No es así! ¡Porque han venido para ver la condición desvalida del país!”.+ 13 A lo cual dijeron ellos: “Tus siervos somos doce hermanos.+ Somos hijos de un mismo hombre,+ en la tierra de Canaán; y mira que el más joven está con nuestro padre hoy,+ mientras que el otro ya no es”.+
14 Sin embargo, José les dijo: “Es lo que les he hablado, diciendo: ‘¡Son espías!’. 15 Mediante esto serán probados. Tan ciertamente como que Faraón vive, no saldrán de aquí sino hasta que venga acá su hermano menor.+ 16 Envíen a uno de ustedes para que consiga a su hermano mientras ustedes quedan atados, para que sus palabras sean probadas como la verdad en el caso de ustedes.+ Y si no, entonces, tan ciertamente como que Faraón vive, son espías”. 17 Con eso, los puso juntos en custodia por tres días.
18 Después José les dijo al tercer día: “Hagan esto y manténganse vivos. Yo temo+ al Dios [verdadero]. 19 Si son rectos, que uno de sus hermanos se quede atado en su casa de custodia,+ pero los demás de ustedes vayan, lleven cereales para el hambre de sus casas.+ 20 Entonces me traerán a su hermano menor, para que sus palabras sean halladas fidedignas; y no morirán”.+ Y ellos procedieron a hacer aquello.
21 Y empezaron a decirse uno a otro: “Indisputablemente somos culpables tocante a nuestro hermano,+ porque vimos la angustia de su alma cuando suplicaba de nosotros que tuviéramos compasión, pero no escuchamos. Por eso nos ha sobrevenido esta angustia”.+ 22 Entonces les contestó Rubén, y dijo: “¿No les dije yo: ‘No pequen contra el niño’, pero no escucharon?+ Y ahora, miren, su sangre ciertamente está siendo reclamada”.+ 23 En cuanto a ellos, no sabían que José estaba escuchando, porque había un intérprete entre ellos. 24 Por consiguiente, él se apartó de ellos y empezó a llorar.+ Entonces volvió a ellos y les habló y tomó de ellos a Simeón+ y lo ató ante los ojos de ellos.+ 25 Después de eso José dio el mandato, y se pusieron a llenarles de grano sus receptáculos. Además, habían de devolver el dinero de los hombres al saco individual de cada uno+ y darles provisiones para el viaje.+ En efecto, así se hizo con ellos.
26 De modo que ellos cargaron sus cereales sobre sus asnos y procedieron a irse de allí. 27 Cuando uno abrió su saco para dar pienso a su asno en el lugar de alojamiento,+ llegó a ver su dinero, y aquí estaba en la boca de su costal.+ 28 Ante aquello, dijo a sus hermanos: “¡Me ha sido devuelto mi dinero, y ahora aquí está en mi costal!”. Entonces se les hundió el corazón, de modo que, temblando, se dirigieron unos a otros+ y dijeron: “¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?”.+
29 Por fin llegaron a donde Jacob su padre, a la tierra de Canaán, y le refirieron todas las cosas que les habían acaecido, diciendo: 30 “El hombre que es el señor* del país nos habló con dureza,+ puesto que nos tomó por hombres que espiaban el país.+ 31 Pero nosotros le dijimos: ‘Somos hombres rectos.+ No actuamos como espías. 32 Somos doce hermanos,+ los hijos de nuestro padre.+ Uno ya no es,+ y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán’.+ 33 Pero el hombre que es el señor del país nos dijo:+ ‘Por medio de esto sabré que son rectos:+ Hagan que uno de sus hermanos se quede conmigo.+ Entonces tomen algo para el hambre [que hay] en sus casas y váyanse.+ 34 Y tráiganme a su hermano menor, para que sepa yo que no son espías, sino que son rectos. Les devolveré a su hermano, y pueden negociar en el país’”.+
35 Y aconteció que, al vaciar sus sacos, he aquí que el atado de dinero de cada uno estaba en su saco. Y llegaron a ver, tanto ellos como su padre, sus atados de dinero, y les dio miedo. 36 Entonces Jacob su padre les exclamó: “¡Es a mí a quien han privado de hijos!+ ¡José ya no es y Simeón ya no es,+ y a Benjamín se lo van a llevar! ¡Es sobre mí sobre quien han venido todas estas cosas!”. 37 Pero Rubén dijo a su padre: “A los dos hijos míos les puedes dar muerte si no te lo traigo de vuelta.+ Entrégalo a mi cuidado, y yo seré el que te lo devuelva”.+ 38 Sin embargo, él dijo: “No bajará mi hijo con ustedes, porque su hermano está muerto y él ha quedado solo.+ Si le acaeciera un accidente mortal* por el camino en que fueran, entonces ciertamente harían descender mis canas con desconsuelo al Seol”.*+
43 Y el hambre se hizo grave en el país.+ 2 Y aconteció que tan pronto como ellos hubieron acabado de comer los cereales que habían traído de Egipto,+ su padre procedió a decirles: “Vuelvan, cómprennos un poco de alimento”.+ 3 Entonces Judá le dijo:+ “Terminantemente nos testificó el hombre, diciendo: ‘No deben volver a ver mi rostro a menos que esté su hermano con ustedes’.+ 4 Si vas a enviar a nuestro hermano con nosotros,+ estamos dispuestos a bajar y a comprarte alimento. 5 Pero si no lo vas a enviar, no bajaremos, porque de veras nos dijo el hombre: ‘No deben volver a ver mi rostro a menos que su hermano esté con ustedes’”.+ 6 E Israel exclamó:+ “¿Por qué tuvieron que hacerme daño declarándole al hombre que tenían otro hermano?”. 7 A lo cual dijeron ellos: “El hombre inquirió precisamente acerca de nosotros y de nuestros parientes, diciendo: ‘¿Todavía está vivo su padre?+ ¿Tienen otro hermano?’, y proseguimos informándole conforme a estos hechos.+ ¿Cómo podíamos saber de seguro que él diría: ‘Hagan bajar a su hermano’?”.+
8 Por fin Judá dijo a Israel su padre: “Envía al muchacho conmigo,+ para que nos levantemos y vayamos y para que nos mantengamos vivos y no muramos,+ tanto nosotros como tú y nuestros niñitos.+ 9 Yo seré fianza por él.+ De mi mano podrás exigir la penalidad por él.+ Si no te lo traigo y te lo presento, entonces habré pecado contra ti para siempre.* 10 Pero si no nos hubiéramos demorado, ya habríamos ido allá y vuelto estas dos veces”.+
11 De modo que les dijo Israel su padre: “Si ese, pues, es el caso,+ hagan esto: Tomen en sus receptáculos los productos más finos del país y llévenlos al hombre como regalo:+ un poco de bálsamo,*+ y un poco de miel,+ ládano y cáscara resinosa,+ pistachos y almendras.+ 12 También, lleven en la mano el doble de dinero;* y el dinero que fue devuelto en la boca de sus costales lo llevarán de vuelta en su mano.+ Tal vez fue equivocación.+ 13 Y tomen a su hermano y levántense, vuelvan al hombre. 14 Y déles Dios Todopoderoso* piedad delante del hombre,+ para que ciertamente les suelte a su otro hermano y a Benjamín. ¡Pero yo, en caso de que tenga que ser privado de hijos, ciertamente seré privado de hijos!”.+
15 Por consiguiente, los hombres tomaron este regalo, y tomaron el doble de dinero en su mano, y a Benjamín. Entonces se levantaron y se pusieron a bajar a Egipto, y llegaron a estar de pie delante de José.+ 16 Cuando José vio a Benjamín con ellos, dijo en seguida al hombre que estaba sobre su casa: “Lleva a los hombres a la casa y degüella animales y haz los preparativos,+ porque los hombres han de comer conmigo al mediodía”. 17 Inmediatamente el hombre hizo tal como había dicho José.+ Así que el hombre llevó a los hombres a casa de José. 18 Pero a los hombres les dio miedo porque los habían llevado a casa de José,+ y empezaron a decir: “¡Es por motivo del dinero que volvió con nosotros en nuestros costales al comienzo por lo que se nos está trayendo acá, para caer sobre nosotros y asaltarnos y para tomarnos como esclavos, y también nuestros asnos!”.+
19 Por lo tanto se acercaron al hombre que estaba sobre la casa de José y le hablaron a la entrada de la casa, 20 y dijeron: “¡Dispénsanos, señor mío! Por cierto, vinimos al principio para comprar alimento.+ 21 Pero lo que sucedió fue que cuando llegamos al lugar de alojamiento+ y empezamos a abrir nuestros costales, pues, ¡mira!, el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su peso completo. De modo que quisiéramos devolverlo con nuestras propias manos.+ 22 Y hemos traído más dinero en nuestras manos para comprar alimento. Ciertamente no sabemos quién colocó nuestro dinero en nuestros costales”.+ 23 Entonces él dijo: “Todo está bien en cuanto a ustedes. No tengan miedo.+ El Dios de ustedes y el Dios de su padre les dio tesoro en sus costales.+ Su dinero llegó primero a mí”. Después de eso les sacó a Simeón.+
24 Entonces el hombre introdujo a los hombres en casa de José y dio agua para que les lavaran los pies,+ y dio pienso para sus asnos.+ 25 Y ellos se pusieron a alistar el regalo+ para la venida de José al mediodía, porque habían oído que era allí donde iban a comer pan.+ 26 Cuando José venía entrando en la casa, entonces el regalo que tenían en la mano se lo llevaron a él en la casa, y se postraron ante él en tierra.+ 27 Después de esto él les preguntó si les iba bien,* y dijo:+ “¿Le va bien a su padre,* el hombre de edad de quien han hablado? ¿Todavía está vivo?”.+ 28 A lo cual dijeron: “Le va bien a tu siervo nuestro padre. Todavía está vivo”. Entonces se inclinaron y se postraron.+
29 Cuando él alzó los ojos y vio a Benjamín su hermano, el hijo de su madre,+ pasó a decir: “¿Es este su hermano, el menor de quien me han hablado?”.+ Y añadió: “Que Dios te muestre su favor,+ hijo mío”. 30 José ahora tenía prisa, porque se le habían excitado sus emociones internas para con su hermano,+ de modo que buscó [un lugar donde] llorar, y entró en un cuarto interior y allí cedió a las lágrimas.+ 31 Después se lavó el rostro y salió y se contuvo y dijo:+ “Sirvan la comida”.+ 32 Y procedieron a servírsela a él aparte y a ellos aparte y a los egipcios que estaban comiendo con él aparte; puesto que los egipcios no podían comer una comida con los hebreos, porque eso es cosa detestable a los egipcios.+
33 Y fueron sentados delante de él, el primogénito según su derecho como primogénito,+ y el más joven según su juventud; y los hombres se miraban unos a otros con asombro. 34 Y él hacía que les llevaran porciones de delante de sí, pero aumentaba la porción de Benjamín a cinco veces el tamaño de las porciones de todos los demás.+ De manera que ellos continuaron banqueteando y bebiendo con él a satisfacción.+
44 Más tarde él dio orden al hombre que estaba sobre su casa,+ y dijo: “Llena de alimento los costales de los hombres hasta el límite de lo que puedan llevar, y coloca el dinero de cada uno en la boca de su costal.+ 2 Pero tienes que colocar mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del más joven, y el dinero de los cereales de él”. De modo que él hizo según la palabra de José que este había hablado.+
3 Había rayado el alba cuando los hombres fueron enviados,+ ellos y también sus asnos. 4 Salieron de la ciudad. No habían ido lejos cuando José dijo al hombre que estaba sobre su casa: “¡Levántate! Corre tras los hombres y alcánzalos de seguro y diles: ‘¿Por qué han pagado mal por bien?+ 5 ¿No es esta la cosa en que bebe mi amo y por la cual con pericia lee agüeros?+ Es un hecho malo el que han cometido’”.
6 Por fin él los alcanzó y les habló estas palabras. 7 Pero ellos le dijeron: “¿Por qué habla mi señor tales palabras? Es inconcebible que tus siervos hicieran cosa semejante. 8 ¡Si el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales te lo trajimos de vuelta desde la tierra de Canaán!+ Entonces, ¿cómo podríamos hurtar plata u oro de la casa de tu amo?+ 9 Que muera aquel de tus esclavos* con quien se halle, y que nosotros mismos también lleguemos a ser esclavos de mi amo”.+ 10 Entonces dijo él: “Sea ahora exactamente conforme a sus palabras.+ Así aquel con quien se halle llegará a ser esclavo mío,+ pero ustedes mismos quedarán probados inocentes”. 11 Ante aquello, apresuradamente bajó cada uno su costal a tierra y abrió cada uno su propio costal. 12 Y él se puso a escudriñar cuidadosamente. Comenzó por el de más edad y acabó por el más joven. Por fin se halló la copa en el costal de Benjamín.+
13 Entonces ellos rasgaron sus mantos,+ y cada uno alzó su carga otra vez sobre su asno y volvieron a la ciudad. 14 Y Judá+ y sus hermanos fueron entrando en la casa de José, y él estaba allí todavía; y procedieron a caer a tierra delante de él.+ 15 José ahora les dijo: “¿Qué suerte de acción es esta que han hecho? ¿No sabían que un hombre como yo puede leer con pericia los agüeros?”.+ 16 A lo cual exclamó Judá: “¿Qué podemos decir a mi amo? ¿Qué podemos hablar? ¿Y cómo podemos probarnos justos?+ El Dios [verdadero] ha descubierto el error de tus esclavos.+ ¡Mira que somos esclavos de mi amo,+ tanto nosotros como aquel en cuya mano se halló la copa!”. 17 Sin embargo, él dijo: “¡Es inconcebible que yo haga esto!+ El hombre en cuya mano se halló la copa es el que llegará a ser esclavo mío.+ En cuanto a los demás de ustedes, suban en paz a donde su padre”.+
18 Judá ahora se le acercó y dijo: “Te ruego, amo mío, que por favor permitas a tu esclavo hablar una palabra a oídos de mi amo,+ y que no se enardezca tu cólera+ contra tu esclavo, porque es lo mismo contigo que con Faraón.*+ 19 Mi amo* preguntó a sus esclavos, diciendo: ‘¿Tienen padre o hermano?’. 20 De modo que dijimos a mi amo: ‘Sí, tenemos un padre envejecido y un niño de su vejez, el más joven.+ Pero su hermano murió, de modo que él es el único que queda de su madre,+ y su padre de veras lo ama’. 21 Después de eso dijiste a tus esclavos: ‘Bájenmelo para que ponga mi ojo sobre él’.+ 22 Pero nosotros dijimos a mi amo: ‘El muchacho no puede dejar a su padre. Si dejara a su padre, él ciertamente moriría’.+ 23 Entonces dijiste a tus esclavos: ‘A menos que baje con ustedes su hermano menor, no podrán volver a ver mi rostro’.+
24 ”Y aconteció que subimos a donde tu esclavo mi padre y entonces le referimos las palabras de mi amo. 25 Posteriormente dijo nuestro padre: ‘Vuelvan, cómprennos un poco de alimento’.+ 26 Pero nosotros dijimos: ‘No podemos bajar. Si nuestro hermano menor está con nosotros ciertamente bajaremos, porque no podemos verle el rostro al hombre en caso de no estar con nosotros nuestro hermano menor’.+ 27 Entonces nos dijo tu esclavo mi padre: ‘Ustedes mismos bien saben que mi esposa solo me dio a luz dos hijos.+ 28 Más tarde el uno salió de mi compañía, y exclamé: “¡Ah, de seguro ha sido despedazado!”,+ y no lo he visto hasta ahora. 29 Si se llevaran a este también fuera de mi vista y le acaeciera un accidente mortal, ciertamente harían descender mis canas con calamidad al Seol’.+
30 ”Y ahora, luego que llegara yo a tu esclavo mi padre sin el muchacho junto con nosotros, siendo que el alma de aquel está ligada con el alma de este,+ 31 entonces con certeza sucederá que tan pronto como vea que no está allí el muchacho, simplemente morirá, y tus esclavos realmente harán descender las canas de tu esclavo nuestro padre con desconsuelo al Seol.* 32 Porque tu esclavo se hizo fianza+ por el muchacho cuando estuviera ausente de su padre, y dijo: ‘Si no te lo traigo de vuelta, entonces habré pecado contra mi padre para siempre’.*+ 33 Ahora pues, por favor, deja que tu esclavo quede en vez del muchacho por esclavo de mi amo, para que el muchacho suba con sus hermanos.+ 34 Porque ¿cómo podré yo subir a donde mi padre sin el muchacho junto conmigo, por temor de que entonces mire la calamidad que descubrirá a mi padre?”.+
45 Ante esto, José no pudo contenerse más delante de todos los que estaban apostados junto a él.+ De modo que gritó: “¡Hagan salir a todos de delante de mí!”. Y no permaneció con él ningún otro mientras José se dio a conocer a sus hermanos.+
2 Y empezó a alzar la voz llorando,+ de modo que los egipcios llegaron a oírlo y la casa de Faraón llegó a oírlo. 3 Al fin dijo José a sus hermanos: “Yo soy José. ¿Todavía está vivo mi padre?”. Pero sus hermanos no pudieron contestarle en absoluto, porque quedaron perturbados a causa de él.+ 4 De modo que José dijo a sus hermanos: “Acérquense a mí, por favor”. Con eso, se le acercaron.
Entonces dijo: “Yo soy José su hermano, a quien ustedes vendieron en [manos de] Egipto.+ 5 Pero ahora no se sientan heridos+ y no se encolericen contra ustedes mismos por haberme vendido acá; porque para la conservación de vida me ha enviado Dios delante de ustedes.+ 6 Pues este es el segundo año del hambre en medio de la tierra,+ y todavía hay cinco años en que no habrá tiempo en que se are, ni habrá siega.+ 7 Por consiguiente, Dios me envió delante de ustedes a fin de colocarles un resto*+ en la tierra y para mantenerlos vivos mediante un gran escape. 8 Así pues, no fueron ustedes los que me enviaron acá,+ sino el Dios [verdadero], para nombrarme padre+ de Faraón y señor de toda su casa y como uno que domina sobre toda la tierra de Egipto.
9 ”Suban apresuradamente a mi padre, y tienen que decirle: ‘Esto es lo que ha dicho tu hijo José: “Dios me ha nombrado señor de todo Egipto.+ Baja a mí. No vayas a tardar. 10 Y tendrás que morar en la tierra de Gosén,+ y tendrás que continuar cerca de mí, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos y tus rebaños y tus vacadas y todo cuanto tienes. 11 Y yo ciertamente te proveeré de alimento allí, porque todavía hay cinco años de hambre;+ por temor de que queden reducidos a pobreza tú y tu casa y todo cuanto tienes”’. 12 Y aquí los ojos de ustedes y los ojos de mi hermano Benjamín están viendo que es mi boca la que les habla.+ 13 De modo que tienen que informar a mi padre acerca de toda mi gloria en Egipto y de todo lo que han visto; y tienen que darse prisa y hacer que mi padre baje acá”.
14 Entonces cayó sobre el cuello de Benjamín su hermano y cedió al llanto, y Benjamín lloró sobre su cuello.+ 15 Y él se puso a besar a todos sus hermanos y a llorar sobre ellos,+ y después sus hermanos hablaron con él.
16 Y en casa de Faraón se oyó la noticia, que decía: “¡Han venido los hermanos de José!”. Y aquello resultó bueno a los ojos de Faraón y de sus siervos.+ 17 Por lo tanto Faraón dijo a José: “Di a tus hermanos: ‘Hagan esto: Carguen sus bestias de carga y vayan y entren en la tierra de Canaán,+ 18 y tomen a su padre y sus casas y vengan acá a mí, para que les dé lo bueno de la tierra de Egipto; y coman la parte más rica de la tierra.+ 19 Y a ti mismo se te manda:*+ “Hagan esto: Tomen para ustedes carruajes+ de la tierra de Egipto para sus pequeñuelos y para sus esposas, y tienen que alzar a su padre sobre uno y venir acá.+ 20 Y no vaya a sentirse apenado su ojo a causa de su equipo,+ porque lo bueno de toda la tierra de Egipto es de ustedes”’”.+
21 Luego lo hicieron así los hijos de Israel, y José les dio carruajes conforme a las órdenes de Faraón, y les dio provisiones+ para el camino. 22 A cada uno de ellos dio mudas individuales de mantos,+ pero a Benjamín dio trescientas piezas de plata y cinco mudas de mantos.+ 23 Y a su padre envió lo siguiente: diez asnos que llevaban buenas cosas de Egipto y diez asnas que llevaban grano y pan y sustento para su padre para el camino. 24 De este modo envió a sus hermanos, y ellos procedieron a irse. Sin embargo, él les dijo: “No se exasperen unos con otros en el camino”.+
25 Y ellos emprendieron su subida de Egipto y finalmente llegaron a la tierra de Canaán, a Jacob su padre. 26 Entonces le informaron, diciendo: “¡Todavía está vivo José, y él es quien domina sobre toda la tierra de Egipto!”.+ Pero el corazón de él se aturdió, porque no les creía.+ 27 Cuando siguieron hablándole todas las palabras de José que él les había hablado y él llegó a ver los carruajes que José había enviado para llevarlo, el espíritu de Jacob su padre empezó a revivir.+ 28 Entonces exclamó Israel: “¡Basta! ¡Todavía está vivo José mi hijo! ¡Ah, permítaseme ir y verlo antes de morir!”.+
46 Por consiguiente, Israel partió con todos los suyos y vino a Beer-seba,+ y se puso a sacrificar sacrificios al Dios de su padre Isaac.+ 2 Entonces Dios habló a Israel en visiones de la noche y dijo:+ “¡Jacob, Jacob!”, a lo cual dijo él: “¡Aquí estoy!”.+ 3 Y él pasó a decir: “Yo soy el Dios [verdadero],+ el Dios de tu padre.*+ No tengas miedo de bajar a Egipto, porque allí te constituiré en gran nación.+ 4 Yo mismo bajaré contigo a Egipto y yo mismo de seguro te haré subir también;+ y José pondrá su mano sobre tus ojos”.*+
5 Después de eso Jacob procedió a levantarse de Beer-seba, y los hijos de Israel continuaron transportando a Jacob su padre y a sus pequeñuelos y a sus esposas en los carruajes que Faraón había enviado para transportarlo.+ 6 Además, se llevaron sus manadas y sus bienes, que habían acumulado en la tierra de Canaán.+ Por fin entraron en Egipto, Jacob y toda su prole con él. 7 Trajo consigo a sus hijos y a los hijos de sus hijos, a sus hijas y a las hijas de sus hijos, aun a toda su prole, consigo a Egipto.+
8 Ahora bien, estos son los nombres de los hijos de Israel que entraron en Egipto:+ Jacob y sus hijos: El primogénito de Jacob, Rubén.+
9 Y los hijos de Rubén: Hanok y Palú y Hezrón y Carmí.+
10 Y los hijos de Simeón:+ Jemuel y Jamín y Ohad y Jakín+ y Zóhar y Shaúl+ el hijo de una cananea.
11 Y los hijos de Leví:+ Guersón,+ Qohat+ y Merarí.+
12 Y los hijos de Judá:+ Er+ y Onán+ y Selah+ y Pérez+ y Zérah.+ Sin embargo, Er y Onán murieron en la tierra de Canaán.+
13 Y los hijos de Isacar:+ Tolá+ y Puvá+ y Yob y Simrón.+
14 Y los hijos de Zabulón:+ Séred y Elón y Jahleel.+
15 Estos son los hijos de Lea,+ que ella le dio a luz a Jacob en Padán-aram, junto con su hija Dina.+ Todas las almas de sus hijos y de sus hijas fueron treinta y tres.
16 Y los hijos de Gad:+ Zifión y Haguí, Suní y Ezbón, Erí y Arodí y Arelí.+
17 Y los hijos de Aser:+ Imnah e Isvá e Isví y Berías,+ y Sérah hermana de ellos.
Y los hijos de Berías: Héber y Malkiel.+
18 Estos son los hijos de Zilpá,+ la cual Labán dio a su hija Lea. Con el tiempo le dio a luz estos a Jacob: dieciséis almas.
19 Los hijos de Raquel,+ esposa de Jacob: José+ y Benjamín.+
20 Y llegaron a nacerle a José, en la tierra de Egipto, Manasés+ y Efraín,*+ los cuales le dio a luz Asenat+ la hija de Potifera el sacerdote de On.
21 Y los hijos de Benjamín: Bela+ y Béker+ y Asbel, Guerá+ y Naamán,+ Ehí y Ros, Mupim+ y Hupim+ y Ard.
22 Estos son los hijos de Raquel que le nacieron a Jacob. Todas las almas fueron catorce.
23 Y los hijos de Dan:+ Husim.+
24 Y los hijos de Neftalí:+ Jahzeel y Guní+ y Jézer y Silem.+
25 Estos son los hijos de Bilhá,+ la cual Labán dio a su hija Raquel. Con el tiempo le dio a luz estos a Jacob; todas las almas fueron siete.
26 Todas las almas que vinieron con Jacob a Egipto fueron las que procedieron de la parte superior de su muslo,+ aparte de las esposas de los hijos de Jacob. Todas las almas fueron sesenta y seis. 27 Y los hijos de José que le nacieron en Egipto fueron dos almas. Todas las almas de la casa de Jacob que entraron en Egipto fueron setenta.*+
28 Y él envió a Judá+ delante de sí a José para impartir información antes de él* a Gosén. Después de eso entraron en la tierra de Gosén.*+ 29 Entonces José hizo alistar su carro y subió al encuentro de Israel su padre en Gosén.+ Cuando se le apareció, cayó al instante sobre su cuello y cedió a las lágrimas sobre su cuello vez tras vez.+ 30 Al fin Israel dijo a José: “Esta vez estoy dispuesto a morir,+ ya que he visto tu rostro, puesto que todavía estás vivo”.
31 Entonces José dijo a sus hermanos y a la casa de su padre: “Déjenme subir y presentar informe a Faraón y decirle:+ ‘Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han venido acá a mí.+ 32 Y los hombres son pastores,+ porque se hicieron ganaderos;+ y sus rebaños y sus vacadas y todo cuanto tienen lo han traído acá’.+ 33 Y lo que tiene que suceder es que cuando Faraón los llame y realmente les diga: ‘¿Cuál es su ocupación?’, 34 tienen que decir: ‘Tus siervos hemos continuado siendo ganaderos desde nuestra juventud hasta ahora, tanto nosotros como nuestros antepasados’,+ a fin de que moren en la tierra de Gosén,+ porque todo pastor de ovejas es cosa detestable a Egipto”.+
47 Por consiguiente, José vino y presentó informe a Faraón y dijo:+ “Mi padre y mis hermanos y sus rebaños y sus vacadas y todo cuanto tienen han venido de la tierra de Canaán, y aquí están en la tierra de Gosén”.+ 2 Y del número cabal de sus hermanos tomó a cinco hombres, para presentárselos a Faraón.+
3 Entonces dijo Faraón a sus hermanos: “¿Cuál es su ocupación?”.+ De modo que dijeron a Faraón: “Tus siervos somos pastores de ovejas,+ tanto nosotros como nuestros antepasados”.+ 4 Después dijeron a Faraón: “Hemos venido a residir como forasteros en la tierra,+ porque no hay pastos para el rebaño que tienen tus siervos,+ porque es grave el hambre en la tierra de Canaán.+ Y ahora permite que tus siervos moren, por favor, en la tierra de Gosén”.+ 5 Ante esto, Faraón dijo a José: “Tu padre y tus hermanos han venido acá a ti. 6 La tierra de Egipto está a tu disposición.+ En lo mejor de la tierra haz morar a tu padre y a tus hermanos.+ Que moren en la tierra de Gosén,+ y si sabes que hay entre ellos hombres valientes,*+ tienes que nombrarlos mayorales* del ganado sobre lo mío”.+
7 Entonces José trajo a Jacob su padre y se lo presentó a Faraón, y procedió Jacob a bendecir a Faraón.+ 8 Faraón ahora dijo a Jacob: “¿Cuántos son los días de los años de tu vida?”. 9 Así que Jacob dijo a Faraón: “Los días de los años de mis residencias como forastero son ciento treinta años.+ Pocos y angustiosos han resultado los días de los años de mi vida,+ y no han alcanzado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de sus residencias como forasteros”.+ 10 Después de eso Jacob bendijo a Faraón y salió de delante de Faraón.+
11 Así José hizo morar a su padre y a sus hermanos, y les dio una posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Ramesés,+ tal como había mandado Faraón. 12 Y José siguió proveyendo de pan a su padre y a sus hermanos y a toda la casa de su padre,+ según el número de los pequeñuelos.*+
13 Ahora bien, no había pan en todo el país, porque era muy grave el hambre;+ y la tierra de Egipto y la tierra de Canaán quedaron agotadas como resultado del hambre.+ 14 Y José siguió recogiendo todo el dinero que se hallaba en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán por los cereales que la gente iba comprando;+ y José siguió introduciendo el dinero en la casa de Faraón. 15 Con el tiempo se agotó el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, y todos los egipcios empezaron a venir a José, y a decir: “¡Danos pan!+ Y ¿por qué debemos morir enfrente de ti porque se ha acabado el dinero?”.+ 16 Entonces dijo José: “Entreguen su ganado y les daré pan a cambio de su ganado, si se ha acabado el dinero”. 17 Y ellos empezaron a traer su ganado a José; y José siguió dándoles pan a cambio de sus caballos* y del ganado del rebaño y del ganado de la vacada y los asnos,+ y siguió proveyéndoles pan a cambio de todo su ganado durante aquel año.
18 Gradualmente terminó aquel año, y ellos empezaron a venir a él el año siguiente* y a decirle: “No se lo ocultaremos a mi señor, pero el dinero y las manadas de animales domésticos se han gastado ante mi señor.+ No queda nada delante de mi señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra.+ 19 ¿Por qué debemos morir delante de tus ojos,+ tanto nosotros como nuestra tierra? Cómpranos a nosotros y a nuestra tierra por pan,+ y nosotros junto con nuestra tierra nos haremos esclavos de Faraón; y danos semilla para que vivamos y no muramos y nuestra tierra no vaya a quedar desolada”.+ 20 Así que José compró toda la tierra de los egipcios para Faraón,+ por cuanto los egipcios vendieron cada uno su campo, porque el hambre los tenía fuertemente agarrados; y la tierra llegó a ser de Faraón.
21 En cuanto al pueblo, él lo trasladó a las ciudades desde un extremo del territorio de Egipto hasta su otro extremo.+ 22 Solo la tierra de los sacerdotes no compró,+ porque las raciones de los sacerdotes provenían de Faraón y ellos comían sus raciones que les daba Faraón.+ Por eso no vendieron su tierra.+ 23 Entonces José dijo al pueblo: “Miren, hoy los he comprado a ustedes y su tierra para Faraón. Aquí tienen semilla, y tienen que sembrar la tierra con ella.+ 24 Cuando haya resultado en producto,+ entonces tendrán que dar la quinta parte a Faraón,+ pero cuatro partes llegarán a ser de ustedes como semilla para el campo y como alimento para ustedes y para los que están en sus casas y para que coman sus pequeñuelos”.+ 25 Por consiguiente, ellos dijeron: “Nos has conservado la vida.+ Hallemos favor a los ojos de mi señor, y nos haremos esclavos de Faraón”.+ 26 Y José procedió a hacer que fuera decreto hasta el día de hoy sobre los terrenos de Egipto el que Faraón recibiera la quinta parte. Solo la tierra de los sacerdotes como grupo distinto no llegó a ser de Faraón.+
27 E Israel continuó morando en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén;+ y quedaron establecidos en ella y fueron fructíferos y llegaron a ser muchísimos.+ 28 Y Jacob siguió viviendo en la tierra de Egipto diecisiete años, de modo que los días de Jacob, los años de su vida, llegaron a ser ciento cuarenta y siete años.+
29 Gradualmente se aproximaron los días en que Israel había de morir.+ De modo que llamó a su hijo José y le dijo: “Si, pues, he hallado favor a tus ojos, coloca tu mano, por favor, debajo de mi muslo,+ y tienes que ejercer bondad amorosa y confiabilidad* para conmigo.+ (Por favor, no me entierres en Egipto.)+ 30 Y tengo que yacer con mis padres,+ y tienes que sacarme de Egipto y enterrarme en el sepulcro de ellos”.+ Por consiguiente, él dijo: “Yo mismo haré en conformidad con tu palabra”. 31 Entonces él dijo: “Júramelo”. De modo que se lo juró.+ Tras esto, Israel se postró sobre la cabecera del lecho.*+
48 Y después de estas cosas aconteció que le fue dicho a José: “Mira, tu padre está debilitándose”. Por lo cual él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín.+ 2 Entonces le fue informado a Jacob y dicho: “Mira que tu hijo José ha venido a ti”. De modo que Israel hizo un gran esfuerzo y se incorporó en su lecho. 3 Y Jacob se puso a decir a José:
“Dios Todopoderoso* se me apareció en Luz,+ en la tierra de Canaán, para bendecirme.+ 4 Y pasó a decirme: ‘Mira que estoy haciéndote fructífero,+ y ciertamente haré que seas muchos y de veras te transformaré en congregación de pueblos+ y ciertamente daré esta tierra a tu descendencia después de ti para posesión hasta tiempo indefinido’.+ 5 Y ahora tus dos hijos, que te nacieron en la tierra de Egipto antes que yo viniera acá a ti en Egipto, son míos.+ Efraín y Manasés llegarán a ser míos como Rubén y Simeón.+ 6 Pero tu descendencia de la cual llegarás* a ser padre después de ellos llegará a ser tuya. Junto con el nombre de sus hermanos serán llamados en su herencia.+ 7 Y en cuanto a mí, cuando yo venía de Padán,+ Raquel murió+ al lado mío en la tierra de Canaán, en el camino, mientras todavía quedaba un buen trecho de tierra antes de llegar a Efrat,+ de modo que la enterré allí en el camino a Efrat, es decir, Belén”.+
8 Entonces Israel vio a los hijos de José y dijo: “¿Quiénes son estos?”.+ 9 De modo que José dijo a su padre: “Son mis hijos que Dios me ha dado en este lugar”.+ A lo cual dijo él: “Tráemelos, por favor, para que los bendiga”.+ 10 Ahora bien, los ojos de Israel estaban ofuscados debido a la vejez.+ No podía ver. Por consiguiente, él se los acercó, y entonces él los besó y los abrazó.+ 11 E Israel pasó a decir a José: “No tenía idea de que vería tu rostro,+ pero mira que Dios me ha dejado ver también a tu prole”. 12 Después José los hizo salir de entre las rodillas de aquel, y se inclinó, rostro a tierra.+
13 José ahora tomó a los dos, a Efraín con su mano derecha a la izquierda+ de Israel, y a Manasés con su mano izquierda a la derecha+ de Israel, y se los acercó a él. 14 Sin embargo, Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín,+ aunque era el menor,+ y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés.+ De propósito puso sus manos así,* pues Manasés era el primogénito.+ 15 Y procedió a bendecir a José y decir:+
“El Dios [verdadero] delante de quien anduvieron+ mis padres Abrahán e Isaac,
el Dios [verdadero] que ha estado pastoreándome durante toda mi existencia hasta el día de hoy,+
16 el ángel que ha estado recobrándome* de toda calamidad,+ bendiga a los muchachos.+
Y sea llamado sobre ellos mi nombre y el nombre de mis padres, Abrahán e Isaac,+
y aumenten hasta una multitud en medio de la tierra”.+
17 Al ver José que su padre mantenía su mano derecha puesta sobre la cabeza de Efraín, le fue desagradable,+ y trató de asir la mano de su padre para apartarla de la cabeza de Efraín a la cabeza de Manasés.+ 18 Por lo tanto José dijo a su padre: “Así no, padre mío, porque este es el primogénito.+ Pon tu mano derecha sobre su cabeza”. 19 Pero su padre siguió rehusando y dijo: “Lo sé, hijo mío, lo sé. Él también llegará a ser pueblo y él también llegará a ser grande.+ Pero, de todos modos, su hermano menor llegará a ser más grande que él,+ y su prole llegará a ser el pleno equivalente* de naciones”.+ 20 Y continuó bendiciéndolos en aquel día,+ diciendo:
“Por medio de ti* pronuncie Israel bendición repetidas veces, diciendo:
‘Constitúyate Dios como a Efraín y como a Manasés’”.+
Así siguió él poniendo a Efraín antes de Manasés.+
21 Después de eso Israel dijo a José: “Mira, estoy para morir,+ pero Dios ciertamente continuará con ustedes y los volverá a la tierra de sus antepasados.+ 22 En cuanto a mí, de veras te doy yo una porción saliente [de tierra] más que a tus hermanos,+ la cual tomé de la mano de los amorreos mediante mi espada y mediante mi arco”.
49 Algún tiempo después Jacob llamó a sus hijos y dijo: “Reúnanse para que les declare lo que les sucederá a ustedes en la parte final de los días. 2 Júntense y escuchen, hijos de Jacob, sí, escuchen a Israel su padre.+
3 ”Rubén, tú eres mi primogénito,+ mi vigor y el principio de mi facultad generativa,+ la excelencia de dignidad y la excelencia de fuerza. 4 Con precipitada licencia como de aguas,* no sobresalgas,+ porque has subido a la cama de tu padre.+ En aquella ocasión profanaste mi canapé.+ ¡Subió a él!
5 ”Simeón y Leví son hermanos.*+ Instrumentos de violencia son sus armas de degüello.*+ 6 En su grupo íntimo no entres,+ oh alma mía. Con su congregación no vayas a unirte,+ oh disposición mía,* porque en su cólera mataron a hombres,*+ y en su arbitrariedad desjarretaron toros. 7 Maldita sea su cólera,+ porque es cruel,+ y su furor, porque actúa con dureza.+ Permítaseme distribuirlos en Jacob, y permítaseme esparcirlos en Israel.+
8 ”En cuanto a ti, Judá,+ tus hermanos te elogiarán.+ Tu mano estará en la cerviz de tus enemigos.+ Ante ti se postrarán los hijos de tu padre.+ 9 Cachorro de león es Judá.+ De la presa, hijo mío, ciertamente subirás. Se inclinó, se estiró como león* y, como león,* ¿quién se atreve a hacer que se levante?+ 10 El cetro* no se apartará de Judá,+ ni el bastón de comandante* de entre sus pies,* hasta que venga Siló;*+ y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos.*+ 11 Él atará su asno adulto a una vid, y el descendiente de su propia asna a una vid selecta,* y ciertamente lavará su ropa en vino y su prenda de vestir en la sangre de uvas.+ 12 De color rojo oscuro están sus ojos debido al vino, y la blancura de sus dientes se debe a la leche.
13 ”Zabulón residirá junto a la orilla del mar,+ y estará junto a la orilla donde se hallan ancladas las naves;*+ y su lado remoto estará hacia Sidón.+
14 ”Isacar+ es un asno de huesos fuertes, echado entre las dos alforjas. 15 Y verá que el descansadero es bueno y que la tierra es agradable; y doblará su hombro para llevar cargas y llegará a estar sujeto a trabajos forzados de esclavo.*
16 ”Dan juzgará a su pueblo como una de las tribus de Israel.+ 17 Resulte ser Dan serpiente a la orilla del camino, culebra cornuda a la orilla del sendero, que muerde los talones del caballo de modo que su jinete cae hacia atrás.+ 18 Verdaderamente esperaré* salvación de parte tuya,* oh Jehová.+
19 ”En cuanto a Gad, una partida merodeadora hará incursión contra él, pero él hará incursión contra la extrema retaguardia.+
20 ”De Aser su pan será pingüe,+ y él dará los bocados exquisitos de un rey.+
21 ”Neftalí+ es una cierva delgada.* Está dando palabras de elegancia.*+
22 ”Retoño* de árbol frutal,+ José es retoño de árbol frutal junto a la fuente,+ que impele sus ramas* por encima de un muro.+ 23 Pero los arqueros siguieron hostigándolo, y dispararon contra él y siguieron abrigándole animosidad.+ 24 Y sin embargo su arco moraba en lugar permanente,+ y la fuerza* de sus manos era flexible.*+ De las manos del Poderoso de Jacob,+ de allí es el Pastor, la Piedra de Israel.+ 25 Él procede del Dios* de tu padre,+ y él te ayudará;+ y él está con el Todopoderoso,+ y te bendecirá con las bendiciones de los cielos arriba,+ con las bendiciones de la profundidad acuosa* que yace allá abajo,+ con las bendiciones de los pechos y la matriz.+ 26 Las bendiciones de tu padre ciertamente serán superiores a las bendiciones de las montañas eternas,+ al adorno* de las colinas de duración indefinida.+ Continuarán sobre la cabeza de José, aun sobre la coronilla de la cabeza del singularizado* de entre sus hermanos.+
27 ”Benjamín seguirá desgarrando como lobo.+ Por la mañana se comerá el animal prendido, y al atardecer dividirá el despojo”.+
28 Todos estos son las doce tribus de Israel, y esto es lo que les habló su padre cuando estuvo bendiciéndolos. Bendijo a cada uno conforme a su propia bendición.+
29 Después de eso les mandó y les dijo: “Voy a ser recogido a mi pueblo.+ Entiérrenme con mis padres, en la cueva que está en el campo de Efrón el hitita,+ 30 en la cueva que está en el campo de Macpelá, que está enfrente de Mamré, en la tierra de Canaán, el campo que Abrahán compró a Efrón el hitita para la posesión de una sepultura.+ 31 Allí enterraron a Abrahán y a Sara su esposa.+ Allí enterraron a Isaac y a Rebeca su esposa,+ y allí enterré yo a Lea. 32 El campo que se compró* y la cueva que hay en él provinieron de los hijos de Het”.+
33 Así acabó Jacob de dar mandatos a sus hijos. Entonces recogió los pies en el lecho y expiró, y fue recogido a su pueblo.+
50 Entonces José cayó sobre el rostro de su padre+ y prorrumpió en lágrimas sobre él y lo besó.+ 2 Luego mandó José a sus siervos, los médicos, que embalsamaran+ a su padre. De modo que los médicos embalsamaron a Israel, 3 y tomaron cuarenta días completos para él, pues esos son los días que suelen tomar para el embalsamamiento, y los egipcios continuaron derramando lágrimas por él setenta días.+
4 Por fin pasaron los días de llorarlo, y José habló a la casa de Faraón, diciendo: “Si es que he hallado favor a los ojos de ustedes,+ hablen, por favor, a oídos de Faraón, y digan: 5 ‘Mi padre me hizo jurar,+ y dijo: “¡Mira! Estoy para morir.+ En mi sepultura que he excavado para mí en la tierra de Canaán+ es donde has de enterrarme”.+ Y ahora, por favor, permíteme subir y enterrar a mi padre, después de lo cual estoy dispuesto a volver’”. 6 Por consiguiente, Faraón dijo: “Sube y entierra a tu padre tal como él te hizo jurar”.+
7 De modo que José subió para enterrar a su padre, y con él subieron todos los siervos de Faraón, los ancianos*+ de su casa y todos los ancianos de la tierra de Egipto, 8 y toda la casa de José y sus hermanos y la casa de su padre.+ Solo a sus niñitos y sus rebaños y sus vacadas dejaron en la tierra de Gosén. 9 También subieron con él tanto carros+ como hombres de a caballo, y el campamento llegó a ser muy numeroso. 10 Entonces llegaron a la era+ de Atad,* que está en la región del Jordán,+ y allí se dieron a un plañido muy grande y grave, y él siguió con los ritos de duelo por su padre siete días.+ 11 Y los habitantes de la tierra, los cananeos, llegaron a ver los ritos de duelo en la era de Atad, y exclamaron: “¡Grave duelo es este para los egipcios!”. Por eso se le llamó por nombre Abel-mizraim,* que está en la región del Jordán.+
12 Y sus hijos procedieron a hacer con él exactamente como les había mandado.+ 13 De modo que lo llevaron sus hijos a la tierra de Canaán y lo enterraron en la cueva del campo de Macpelá, el campo que Abrahán había comprado para posesión de sepultura a Efrón el hitita, enfrente de Mamré.+ 14 Después José volvió a Egipto, él y sus hermanos y todos los que subieron con él para enterrar a su padre, después que él hubo enterrado a su padre.
15 Al ver los hermanos de José que su padre había muerto,* se pusieron a decir: “Quizás José nos esté abrigando animosidad+ y sin falta nos haya de pagar todo el mal que le hemos hecho”.+ 16 Por eso le expresaron un mandato a José en estas palabras: “Antes de su muerte tu padre dio el mandato, diciendo: 17 ‘Esto es lo que han de decir a José: “Te ruego, perdona,+ por favor, la sublevación de tus hermanos y su pecado, por cuanto te han hecho mal”’.+ Y ahora perdona, por favor, la sublevación de los siervos del Dios de tu padre”.+ Y José prorrumpió en lágrimas cuando le hablaron. 18 Tras eso sus hermanos vinieron también y cayeron delante de él y dijeron: “¡Aquí estamos como esclavos* tuyos!”.+ 19 Entonces les dijo José: “No tengan miedo, ¿pues acaso estoy yo en el lugar de Dios?+ 20 En cuanto a ustedes, ustedes tenían pensado un mal contra mí. Dios lo tenía pensado para bien, con el propósito de obrar como sucede hoy, para conservar viva a mucha gente.+ 21 Ahora pues, no tengan miedo. Yo mismo seguiré proveyéndoles alimento a ustedes y a sus niñitos”.+ Así los consoló y les habló alentadoramente.*
22 Y José continuó morando en Egipto, él y la casa de su padre; y vivió José ciento diez años. 23 Y José logró ver a los hijos de Efraín de la tercera generación,*+ también a los hijos de Makir,+ hijo de Manasés. Nacieron sobre las rodillas de José.+ 24 Al fin José dijo a sus hermanos: “Estoy para morir; pero Dios sin falta dirigirá su atención a ustedes,+ y ciertamente los hará subir de esta tierra a la tierra acerca de la cual juró* a Abrahán, a Isaac y a Jacob”.+ 25 Por eso José hizo jurar a los hijos de Israel, y dijo: “Dios sin falta dirigirá su atención a ustedes. Por consiguiente, tienen que llevarse de aquí mis huesos”.+ 26 Después de eso José murió, a la edad de ciento diez años; y mandaron embalsamarlo,+ y fue puesto en un ataúd en Egipto.
“En el principio.” Heb.: Bere’·schíth. En heb. este primer libro de la Biblia recibe su nombre de esta palabra de apertura. LXXVg llaman al libro: “Génesis”.
“Dios.” Heb.: אֱלהִים (’Elo·hím), sin el artículo definido. ’Elo·hím, “Dios”, con el artículo definido se halla por primera vez en 5:22. El título ’Elo·hím está en pl. para denotar excelencia o majestad, y no una personalidad múltiple ni varios dioses. Gr.: ὁ θεός (ho The·ós), sing. para denotar una sola persona, “Dios”. Compárese con Jue 16:23, n.
O: “las aguas agitadas; el océano primitivo”. Heb.: thehóhm; gr.: a·býs·sou, “abismo”; lat.: a·býs·si. Véase 7:11, n: “Acuosa”. Compárese con 6:17, n: “Diluvio”.
“Y [...] fuerza activa (espíritu).” Heb.: werú·aj. Además de traducirse “espíritu”, rú·aj también se traduce “viento” y mediante otras palabras que denotan una fuerza activa invisible. Véanse 3:8, n: “Airosa”; 8:1, n.
“Y [...] procedió a decir.” Heb.: wai·yó’·mer. El primero de más de 40 casos en el capítulo 1 de Génesis en que la acción progresiva se indica mediante un verbo heb. en el estado imperfecto. Véase Ap. 3C.
Lit.: “según su género”. Heb.: lemi·nóh; gr.: gué·nos; lat.: gé·nus. Aquí el término “género” significa un género creado o familia genérica, su significado o definición más antigua, y no el que le atribuyen los evolucionistas de la actualidad.
“Y [...] procedió a hacer.” Heb.: wai·yá·‛as (de ‛a·sáh). Diferente de “crear” (ba·rá’), que se halla en los vv. 1, 21, 27; 2:3. Se indica acción progresiva mediante el estado imperfecto. Véase Ap. 3C.
“De almas vivientes.” Gr.: ψυχῶν ζωσῶν (psy·kjón zo·són, pl.); heb.: né·fesch jai·yáh, sing., se refiere a animales marinos. En heb. se emplea la misma expresión con referencia al hombre en 2:7. Véase Ap. 4A.
“Y [...] procedió a crear.” Heb.: wai·yiv·rá’ (de ba·rá’). Se indica acción progresiva mediante el estado imperfecto. Véase Ap. 3C.
“Alma viviente.” Heb.: né·fesch ha·jai·yáh, sing.; gr.: ψυχὴν ζῴων (psy·kjén [sing.] zói·on [pl.], “alma de vivientes”).
O: “animal manso”. Heb.: behe·máh, sing. Compárese con Job 40:15, n.
O: “y criatura viviente”. Heb.: weja·yethóh. También “criatura viviente” en el v. 28.
“Dios.” Heb.: ’Elo·hím. Véase v. 1, n: “Dios”.
“Hagamos.” Heb.: na·‛aséh. Véase v. 16, n.
O léase: “hombre terrestre”. Heb.: ’a·dhám, sin el artículo definido.
“A nuestra imagen (sombra; parecido).” Heb.: betsal·mé·nu.
O: “que se arrastra”. Heb.: ha·ro·mé·seth; lat.: quae mo·vén·tur.
Heb.: hin·néh.
Lit.: “alma viviente”. Heb.: né·fesch jai·yáh, que también se vierte “alma(s) viviente(s)” en el v. 20 y 2:7.
Lit.: “un día, el sexto”.
“Y procedió a descansar.” Heb.: wai·yisch·bóth. Verbo en el estado imperfecto, que denota una acción incompleta o continua, o acción en progreso. Véase Ap. 3C.
“Y a hacerlo sagrado.” O: “y procedió a santificarlo (tratarlo como santo)”. Heb.: wai·qad·désch ’o·thóh; lat.: et sanc·ti·fi·cá·vit íl·lum. Véase Éx 31:13, n.
O: “él sí descansa (desiste)”. Heb.: scha·váth, estado perfecto. Muestra la característica de una persona, a saber, Dios, en el séptimo día de su semana creativa. Esta traducción de scha·váth concuerda con el argumento del escritor inspirado que se halla en Heb 4:3-11. Véase v. 2, n.
“Hacer”, es decir, todas las cosas definidas en el cielo y en la tierra.
O: “Estos son los orígenes históricos”. Heb.: ’él·leh thoh·ledhóhth, “Estos son los engendramientos de”; gr.: háu·te he bí·blos gue·né·se·os, “Este es el libro de origen (fuente)”; lat.: í·stae ge·ne·ra·ti·ó·nes, “Estas son las generaciones”. Compárese con Mt 1:1, n.
“Jehová.” Heb.: יְהוָה (YHWH, que aquí tiene los puntos vocálicos correspondientes a Yehwáh), que significa: “Él Causa Que Llegue a Ser” (del heb.: הָוָה [ha·wah, “llegar a ser”]); LXXA(gr.): Ký·ri·os; sir.: Mar·ya’; lat.: Dó·mi·nus. La primera vez que aparece el nombre personal distintivo de Dios, יהוה (YHWH); estas cuatro letras heb. se denominan el Tetragrámaton. El nombre divino identifica a Jehová como El Que Se Propone. Solo el Dios verdadero podría llevar este nombre apropiada y auténticamente. Véase Ap. 1A.
“Jehová Dios.” Heb.: Yehwáh ’Elo·hím. Esta expresión, sin el artículo definido heb. ha antes de ’Elo·hím, se usa 20 veces en Gé 2 y 3. La primera vez que se halla la expresión Yehwáh ha·’Elo·hím, vertida “Jehová el Dios [verdadero]”, es en 1Cr 22:1. Véase Ap. 1A.
O: “Pero un vapor”. Heb.: we’édh; LXX(gr.: pe·gué)Vg(lat.: fons)Sy: “fuente”, dando a entender una corriente subterránea de agua dulce; T: “nube”.
O: “barro”, según el uso posterior de esta palabra heb. en la alfarería. Heb.: ‛a·fár.
“Aliento de vida.” Heb.: nisch·máth (de nescha·máh) jai·yím.
“Alma viviente [criatura respiradora].” Heb.: lené·fesch jai·yáh; gr.: ψυχὴν ζῶσαν (psy·kjén zó·san, “alma viviente”); lat.: á·ni·mam vi·vén·tem. Véanse 1:20, 21, 30; 1Co 15:45; Ap. 4A.
“Jehová.” Heb.: Yehwáh; LXXP. Oxy. VII.1007. Esta hoja de vitela del tercer siglo E.C. representó el nombre divino, “Jehová”, en los vv. 8 y 18 duplicando la primera letra Yohdh, escrita como “Z”, con una línea horizontal que cruzaba ambas letras por el centro. Véase Ap. 1C, sec. 6.
“Un jardín [o: parque] en Edén.” Heb.: gan·be‛É·dhen (“Edén”, que significa: “Placer; Deleite”); LXXBagster(gr.): pa·rá·dei·son en E·dém; lat.: pa·ra·dí·sum vo·lu·ptá·tis, “paraíso de placer”.
“Desde el principio”, Vg.
En heb. la forma verbal es un participio que denota una corriente continua.
Heb.: Kusch; LXXVg: “Etiopía”.
Heb.: Jid·dé·qel; LXXVg: “Tigris”.
“Asiria.” Heb.: ’Asch·schúr; LXXVg: “asirios”.
“Éufrates”, LXXVg; heb.: Feráth.
“Positivamente morirás.” Lit.: “muriendo morirás”. Heb.: mohth ta·múth; la primera vez que se menciona la muerte en la Biblia. Véase Eze 3:18, n.
Véase Ap. 1C, sec. 6.
O: “correspondiente para él”, adecuada para él.
En la corriente del tiempo todavía era el sexto día creativo. El verbo “formar” está en el imperfecto, lo que indica que la acción es progresiva, continua. Véase Ap. 3C.
Lit.: “él no halló ayudante”.
Heb.: Yehwáh.
Lit.: “una varona”. Heb.: ’isch·scháh.
“Del hombre.” Heb.: me·’ísch.
O: “mujer”.
Lit.: “árbol”, sing., pero en sentido colectivo, para significar una arboleda o bosque.
“Positivamente no morirán.” Lit.: “no muriendo morirán”. Heb.: lo’-móhth temu·thún. Compárese con 2:17.
“Como Dios.” Heb.: kE’·lo·hím, sin el artículo definido. Este título está en pl. para denotar majestad o excelencia.
“Para contemplarlo”, LXXSyVg. Lit.: “para impartir sabiduría (inteligencia; prudencia)”.
O: “a su hombre”. Heb.: le’i·scháh.
O: “el sonido”.
Lit.: “relativo a la brisa de”. Heb.: lerú·aj, la misma palabra básica traducida “fuerza activa” en 1:2.
O: “el hombre terrestre”. Heb.: ha·’a·dhám; LXXSyVg: “y Adán”.
O: “a quien pusiste”.
Heb.: Yeho·wáh. El primero de varios casos en BHS donde el nombre divino tiene el punto vocálico adicional para la “o”. Véanse 2:4, n: “Jehová”; Ap. 1A.
O: “se te maldice como a ningún otro de”.
O: “morderás”.
O: “prole; posteridad; simiente”.
“Él”, M(heb.: hu’)LXXSyVgmss.
Esta traducción concuerda con la referencia que se hace a esta expresión divina en Ro 16:20, donde la palabra gr. empleada significa “aplastar” o “magullar”.
“Le”, MLXXSy; es decir, la “descendencia” (masc. en heb.) de la mujer.
Lit.: “Aumentaré [...] tu dolor y tu preñez”. Esta es una figura de endíadis en la que se coordinan dos palabras con la conjunción “y”, pero se hace referencia a un solo concepto.
Que significa: “Una Viviente”, fem. Heb.: Jaw·wáh; gr.: Zo·é, “Vida”; Vgc(lat.): Hé·va.
Véase 2:4, n: “Dios”.
Que significa: “Algo Producido”. Eva explica por qué le dio ese nombre.
“He producido.” Heb.: qa·ni·thí (de qa·náh, “producir”).
Lit.: “de días”.
SamLXXItSy insertan estas palabras que están entre corchetes; Vg: “Vamos afuera”; M las omite; algunos mss y ediciones tienen un espacio en blanco aquí.
Lit.: “La voz de”.
Lit.: “sangres”, palabra modificada por “clamando”.
O: “su producto”. Heb.: ko·jáh.
“Por esa razón.” Heb.: la·kjén; LXXSyVg opinan que el texto heb. original dice: lo’ kjen, y por tanto lo traducen: “¡No es así!”.
O: “tierra de Nod”.
Lit.: “padre”.
O: “la flauta”. Posiblemente una combinación de caramillos.
Lit.: “martillador”.
“Por consiguiente, [...] compuso estas palabras.” Lit.: “Y [...] procedió a decir”, en el imperfecto. (Véase Ap. 3C.) El verbo “componer” es apropiado en este caso porque lo que él procedió a producir era poético.
O: “mi canción (poema)”. Heb.: ’im·ra·thí. En las Escrituras se usa esta palabra en composiciones poéticas.
En heb. la partícula ki precede a la palabra ’isch, “un hombre”, pero es simplemente introductoria al poema y por eso no es preciso traducirla.
Lit.: “por mi herida”.
Lit.: “por mi golpe”.
Que significa: “Nombrado; Puesto; Colocado”, en el sentido de reemplazar o sustituir.
O: “prole; posteridad; simiente”.
Lit.: “En aquel tiempo se comenzó”.
O: “Adán”; o: “humanidad”. Heb.: ’a·dhám.
O: “llegaron a ser”.
Que significa: “Dedicado; Iniciado”. Heb.: Janóhkj.
“Enoc era del buen agrado de”, LXX. Compárese con Heb 11:5.
“El Dios [verdadero].” Heb.: ha·’Elo·hím, el primer caso en que ’Elo·hím, “Dios”, viene precedido del artículo definido ha, por lo que se ha vertido “el Dios [verdadero]”. GK, sec. 126 e, dice: “הָאֱלֹהִים o הָאֵל ὁ θεός, el único Dios verdadero”. Véase Ap. 1F.
“Dios.” Heb.: ’Elo·hím, sin el artículo definido.
“Porque Dios lo transfirió”, LXX. Compárese con Heb 11:5.
Que significa: “Descanso; Consolación”.
“Ángeles”, LXXA.
“Él”, se refiere a “hombre”, y no a “mi espíritu”.
O: “Los derribadores”. Heb.: han·Nefi·lím, “los que hacen caer a otros”.
“Los poderosos.” Heb.: hag·guib·bo·rím.
Lit.: “nombre”.
Lit.: “día”.
“Entre sus contemporáneos.” Lit.: “entre sus generaciones”. Heb.: bedho·ro·tháv.
Lit.: “árboles de gofer”, una madera resinosa, posiblemente ciprés.
O: “celdas; cámaras; cabinas”.
Un codo equivalía a 44,5 cm (17,5 pul.).
O: “abertura para iluminación”. Heb.: tsó·har.
Lit.: “desde arriba”.
O: “el océano celestial”. Heb.: ham·mab·búl; lat.: di·lú·vi·i (raíz de “diluvial”). Véase 7:6, n.
Lit.: “en la cual [está] la fuerza activa (espíritu) de vida”. Heb.: ’ascher-bóh rú·aj jai·yím. Aquí rú·aj significa “fuerza activa; espíritu”. Véase 1:2, n: “Activa”.
Lit.: “según su género”. Heb.: lemi·né·hu. Véase 1:11, n.
Lit.: “siete siete”.
Lit.: “un hombre y su esposa”.
Lit.: “simiente”.
Véase v. 6, n.
“Dios”, MLXXSy; SamTJ,OVgmss: “Jehová”. Este es un caso en que los mss de Vg apoyan el uso del nombre divino. Véanse las nn sobre Gé 7:9 en BHK y BHS; Ap. 1A.
Véase v. 6, n.
“Segundo mes.” Después del Éxodo israelita de Egipto, cuando Jehová dio a los israelitas el calendario sagrado, este llegó a ser el octavo mes, llamado Bul, que correspondía a la segunda mitad de octubre y la primera mitad de noviembre. Véase Ap. 8B.
“Profundidad acuosa.” O: “las aguas agitadas; el dosel de agua”. Heb.: tehóhm; LXXVg: “abismo”. Véase 1:2, n: “Acuosa”. Según 1:7, estas tienen que haber sido “las aguas que deberían estar sobre la expansión”. Compárese con 6:17, n: “Diluvio”.
Lit.: “las ventanas”. LXX: “las cataratas”.
Véase 6:17, n: “Vida”.
O léase: “océano celestial”. Véase 6:17, n: “Diluvio”.
Véase 6:17, n: “Vida”.
Heb.: rú·aj; antes se ha traducido “fuerza activa; parte airosa; espíritu”.
O: “del dosel de agua”. Véase 7:11, n: “Acuosa”.
O: “ventanas”.
“Retirándose progresivamente.” Lit.: “yéndose y retirándose”.
“Séptimo mes.” Este correspondía al mes Abib (o: Nisán), el primer mes del calendario sagrado judío después del Éxodo. Abib correspondía a la segunda mitad de marzo y la primera mitad de abril. Véase Ap. 8B.
Lit.: “yéndose y menguando”.
“Mes décimo.” Este correspondía al mes Tamuz, el cuarto mes del calendario sagrado judío después del Éxodo. Tamuz correspondía a la segunda mitad de junio y la primera mitad de julio. Véase Ap. 8B.
Lit.: “continuó saliendo”.
“Primer mes.” Este correspondía al mes Etanim (o: Tisri), el séptimo mes del calendario sagrado judío después del Éxodo. Etanim correspondía a la segunda mitad de septiembre y la primera mitad de octubre. Véase Ap. 8B.
“Conducente a descanso.” O: “sosegador; tranquilizador”.
Lit.: “todos los días de la tierra”.
O: “vida”. Véase 1:30, n.
O: “vidas”.
O: “la humanidad”. Heb.: ha·’a·dhám.
Lit.: “un hombre”. Heb.: ’isch.
Heb.: né·fesch, como en 2:7; gr.: psy·kjén.
Lit.: “simiente”.
O: “Ciertamente daré”.
“La población de toda la tierra.” Lit.: “toda la tierra”.
Lit.: “un hombre del suelo”.
Lit.: “el”.
Lit.: “estaban hacia atrás”.
Lit.: “el esclavo de esclavos”.
Heb.: Yeho·wáh. Véase 3:14, n: “Jehová”.
O: “siervo”.
O: “viva en tienda; viva en tabernáculo”.
“Rodanim”, SamLXX. Véase 1Cr 1:7, n: “Rodanim”.
Lit.: “Procedente de estos las islas (tierras costaneras)”.
“Un poderoso.” Heb.: guib·bór. Esta palabra aparece por primera vez en 6:4, después en este v., luego dos veces en el v. 9.
Lit.: “un poderoso en la caza”.
Lit.: “enfrente de”, pero en el sentido de desafío y oposición a [algo o alguien], como en el caso de la misma expresión en Nú 16:2; Jos 7:12, 13; 1Cr 14:8; 2Cr 14:10; Job 23:4. Heb.: lif·néh; gr.: e·nan·tí·on, generalmente “contra”.
“Babel”, MSamSy; LXXVg: “Babilonia”.
“Lasa”, identificada tradicionalmente con Calirroe (Callirhoe), en la orilla oriental del mar Muerto.
Que significa: “División; Corriente”.
O: “la población de la tierra”.
Lit.: “de un solo labio”, MLXXVg.
O: “de un solo vocabulario”.
“Y también una torre.” Heb.: u·migh·dál; gr.: pýr·gon; lat.: túr·rem.
O: “hagámonos un monumento”.
O: “entienda”.
“Babel.” Heb.: Ba·vél. Moisés derivó “Babel” del verbo radical ba·lál, “confundir; embrollar”, lo cual da a “Babel” el significado de “Confusión”. SyVg: “Babel”; gr.: Sýg·kjy·sis, “Confusión”. En acadio: Bab-ilu. Los habitantes de la localidad afirmaban que Bab significaba “Puerta” e ilu significaba “Dios” (’El en heb.), así: “Puerta de Dios”.
O: “la población de la tierra”.
Los vv. 12 y 13 de LXX dicen: (12) “Y Arpaksad vivió ciento treinta y cinco años y llegó a ser padre de Cainán. (13) Y Arpaksad, después de producir a Cainán, vivió cuatrocientos treinta años y llegó a ser padre de hijos e hijas, y murió. Y Cainán vivió ciento treinta años y llegó a ser padre de Selah. Y Cainán, después de producir a Selah, vivió trescientos treinta años y llegó a ser padre de hijos e hijas, y murió”. Esta fuente inserta el nombre Cainán entre los nombres Selah y Arpaksad. Compárese con Lu 3:36.
O: “mientras Taré todavía vivía”. Lit.: “delante del rostro de Taré”.
O: “Ur de Caldea”.
Lit.: “estos salieron con ellos”, M; Sy: “él salió con ellos”; SamLXXVg: “él los condujo fuera”.
O: “tu hogar”.
“Serán bendecidas”, LXXVg. Véase 22:18, n.
Hoy relacionada con Nablus, especialmente con el cercano tell Balata.
O: “declarar (predicar) el nombre”. Véase Éx 34:5.
O: “el sur”, es decir, el sur de la Tierra Prometida.
El título “Faraón” aparece por todo M sin artículo definido.
SamLXX añaden: “y a Lot con él”.
O: “procedió a declarar (predicar) allí”.
Lit.: “delante de ti todo el país”.
O: “Cuenca”. Heb.: Kik·kár. El territorio más o menos circular del valle bajo del Jordán alrededor de Jericó.
“Paraíso”, LXXSyVg.
“Zoan”, Sy.
Lit.: “hacia el Négueb”.
Lit.: “hacia el mar [Mediterráneo]”.
O: “Abrán fue de un lugar a otro asentando su tienda”.
“Ahora bien, aconteció en los días de.” Heb.: wai·hí bi·méh. Esta frase aparece seis veces en M; aquí, también en Rut 1:1; Est 1:1; Isa 7:1; Jer 1:3, y con una inserción en 2Sa 21:1. Señala a un período de prueba que termina en bendición.
“Rey.” Heb.: mé·lekj; la primera vez que aparece este título, y sin el artículo definido, pero seguido de un nombre propio en caso genitivo.
“Naciones”, LXXVg.
O: “al valle de los Campos”.
Lit.: “Entonces ellos”, es decir, los vencedores.
Lit.: “dueños (amos) del pacto de”. Heb.: ba·‛aléh veríth.
Lit.: “nacidos de su casa”. Eran hijos de esclavos, y no comprados.
Lit.: “a la izquierda”, es decir, al mirar hacia el este.
O: “al valle del Llano”. Este valle estaba cerca de Salem, o Jerusalén.
“Sacerdote de.” Heb.: kjo·hén; la primera vez que aparece la palabra.
“Del Dios Altísimo.” Heb.: le’Él ‛El·yóhn. La palabra heb. aquí no es ’Elo·hím, sino ’El sin el artículo definido, aunque ’El va seguido por el adjetivo ‛El·yóhn, “Altísimo”.
“Productor.” LXXVg: “quien creó”; pero en el v. 22 Vg dice: “Poseedor”.
Lit.: “él”.
O: “diezmo”. La primera mención del diezmo, o décimo.
“Las almas”, M(heb.: han·né·fesch, sing., pero en sentido colectivo)SyVg; LXX: “hombres”.
“Soy para ti un protector y tu grandísimo galardón”, Vg.
“Señor Soberano Jehová.” Heb.: ’Adho·nái Yehwíh. En los casos en que el nombre de Dios sigue al título ’Adho·nái, como aquí, nótese el cambio de los puntos vocálicos en YHWH. Aquí BHK dice Yehwíh en lugar de Yehwáh; mientras que Gins. dice Yeho·wíh en lugar de Yeho·wáh. Véase Ap. 1E.
“Puso fe.” Esta es la primera mención de ejercer fe, y debidamente, porque Ro 4:11 declara que Abrahán es “el padre de todos los que tienen fe mientras están en incircuncisión”.
Heb.: Yehwíh; LXXP. Oxy. IV.656 originalmente dejó suficiente espacio para cuatro letras donde el Tetragrámaton aparece en este v. en M. Véase The Oxyrhynchus Papyri, parte IV, preparado por B. P. Grenfell y A. S. Hunt, Londres, 1904, pp. 30, 33.
“Mí”, MLXXVg; Sy: “ti”.
Lit.: “un terror, gran oscuridad”.
Lit.: “cortó”. LXX: “pactó”.
“Y tú.” Lit.: “y entre tú”. Heb.: u·veh·néi·kja. En M la letra Yohdh está marcada con un punto extraordinario de los soferim (escribas), tal vez para llamar atención a la ortografía. Véase Ap. 2A.
O: “afligirla”.
“El ángel de Jehová.” Heb.: mal·’ákj Yehwáh; la primera vez que aparece esta expresión.
Que significa: “Dios Oye”.
O léase: “onagro”. Véase Job 39:5.
Heb.: ’El.
O: “un Dios que me ve”; o: “un Dios que se deja ver (que aparece)”.
O: “También”.
“Mirado [...] al [lit.: tras él].” Para esta traducción, véase JTS, vol. L, 1949, p. 179.
“Por eso ella llamó al pozo”, Sy.
Que significa: “Pozo del Viviente Que Me Ve”.
“Dios Todopoderoso.” Heb.: ’El Schad·dái.
Heb.: ’Elo·hím, pl., sin el artículo definido.
Que significa: “Padre de Ensalzamiento”. Heb.: ’Av·rám.
Que significa: “Padre de una Multitud”. Heb.: ’Av·ra·hám.
“Yo [...] Dios.” Lit.: “por un Dios”. Heb.: lE’·lo·hím, pl., sin el artículo definido.
O: “cualquier hijo de esclavo”.
Lit.: “plata”. Heb.: ké·sef.
Que significa: “Contenciosa”. Heb.: Sa·rái.
Que significa: “Princesa”. Heb.: Sa·ráh.
Véase Ap. 1F.
Que significa: “Risa”. Heb.: Yits·jáq; un ejemplo de onomatopeya, en que el sonido da idea del sentido.
O: “nasis”. Heb.: nesi·’ím; Vg: “adalides; caudillos”; LXX: “naciones”.
Este es el primero de los 134 lugares donde los soferim judíos cambiaron YHWH por ’Adho·nái. Esta sustitución se debió a una aplicación equivocada de la reverencia que se debe al nombre de Dios. Véase Ap. 1B.
Un sea equivalía a 7,33 L (6,66 qt. á.).
“Le.” En M esta expresión está marcada con puntos extraordinarios de los soferim, pero no exige ningún cambio al traducirla al español. Véase Ap. 2A.
O: “por este tiempo en la primavera”. Vg: “por este [mismo] tiempo, siendo la vida una compañera”. Compárese con Ro 4:17-20.
Lit.: “el modo según las mujeres”. Hasta hoy día, esta es la expresión común en heb. para el período menstrual.
Lit.: “y mi señor”. Heb.: wa’·dho·ní. Sara es elogiada por llamar a su esposo: “mi señor”. Véase 1Pe 3:6.
“Y Jehová.” Heb.: wa·Yho·wáh.
La primera de las Dieciocho Enmiendas de los Soferim, la única en Gé. M: “pero en cuanto a Abrahán, él todavía estaba de pie delante de Jehová”. Véase Ap. 2B.
Véase v. 3, n.
Véase v. 3, n.
Véase v. 3, n.
Véase v. 3, n.
O: “de todas partes”.
Lit.: “arruinarla”, refiriéndose a la “ciudad”.
O: “que tenían la intención de tomar”.
“Ellos”, LXXSyVgc.
O: “la Cuenca”. Véase 13:10, n: “Distrito”.
Uno de los 134 cambios de YHWH a ’Adho·nái que hicieron los escribas. Véase Ap. 1B.
O: “tu amor leal”. Heb.: jas·dekjá.
O: “consideración en esta cosa”.
Que significa: “Pequeñez”.
“Mirar detrás de ella”, SyVg.
“Ni cuando se levantó”, heb.: u·vequ·máh. En M la segunda Waw está marcada con un punto extraordinario de los soferim (escribas), tal vez para llamar atención a la ortografía. Véase Ap. 2A.
Que significa: “De Padre”. Heb.: Moh·’áv. LXX añade: “diciendo: ‘De mi padre’”.
Que significa: “Hijo de Mi Pueblo”, es decir, hijo de mis parientes; no de extranjeros como los sodomitas. Heb.: Ben-‛am·mí.
Probablemente un título oficial.
Uno de los 134 cambios de YHWH a ’Adho·nái que hicieron los escribas. Véase Ap. 1B.
“Profeta.” Heb.: na·ví’; la primera vez que aparece la palabra.
Heb.: ’Elo·hím, pl. para denotar la excelencia del Dios de Abrahán.
“Hizo salir errante”, pl. en heb. para corresponder con ’Elo·hím, “Dios”; Sam: “hizo salir errante”, sing.
O: “tu amor leal”. Heb.: jas·dékj.
O: “abierta para ti”. Lit.: “delante de ti”.
“Piezas de moneda de plata”, es decir, siclos de plata. Heb.: ké·sef.
“Es”, es decir: “ello es”, o: “él es”. Heb.: hu’, masc.
“Cobertura de los ojos.” Modismo heb. que aquí señala una declaración legal de reputación femenina intacta que libra a la mujer de acusación a los ojos de otras personas.
O: “‘delante de todos’. Y ella [Sara] fue librada de culpa”.
Heb.: ’Elo·hím, sin el artículo definido ha.
Que significa: “Pozo del Juramento [o: de Siete]”. Heb.: Be’ér schá·va‛.
“Y, alzando la voz, el niño lloró”, LXX.
Lit.: “se hizo arquero, flechero”.
Heb.: ’Elo·hím, pl. para denotar excelencia y sin el artículo definido.
O: “cortar”.
O: “Dios hasta tiempo indefinido”. Heb.: ’El ‛oh·lám, “Dios de eternidad”.
O: “muchachos”.
M añade: “y dijo”, pero esto o es una inserción de un escriba o se ha puesto para indicar que alguien habla, lo cual nosotros hemos hecho con el uso de comillas.
O: “eres uno que teme a Dios”.
Que significa: “Jehová Se Encargará de [Ello]; Jehová Proveerá”. Heb.: Yehwáh yir·’éh.
“En la montaña de Jehová se proveerá.” Heb.: behár Yehwáh ye·ra·’éh; LXX: “En la montaña se ha visto a Jehová”; Sy: “En esta montaña Jehová verá”; Vg: “En la montaña Jehová verá”. Algunos modificarían ligeramente toda la oración para que dijera: “Como se llama en la actualidad la montaña donde Jehová se aparece”.
Es decir, de la ciudad.
“Ciertamente se bendecirán.” El verbo heb. está en la forma reflexiva, o hith·pa·‛él, y por eso difiere del mismo verbo en la forma níf·‛al en 12:3b, que a veces tiene significado pasivo, pero con mayor frecuencia tiene significado reflexivo como se ha vertido allí. LXXSyVg: “serán bendecidas”, como en 12:3b. Compárese con Dt 29:19.
“Los hijos de Het.” Heb.: beneh-Jéth. O: “los hititas”.
O: “mi señor”. Heb.: ’adho·ní, la palabra ’a·dhóhn, “señor; amo”, con el sufijo pronominal i, “mi”.
O: “Un principal poderoso”.
“Más selecta.” Lit.: “selecta”.
Lit.: “ante la gente de la tierra”. Heb.: le‛am-ha·’á·rets.
Lit.: “con su alma”, en sentido colectivo. Heb.: ’eth-naf·schekjém; gr.: psy·kjéi.
Lit.: “la Duplicación”, posiblemente proviene de la entrada doble o de los dos nichos o receptáculos. Heb.: ham·Makj·pe·láh.
Para calcular el valor, véase Ap. 8A.
Lit.: “días”.
“Que administraba.” Lit.: “el que gobernaba”. Heb.: ham·mo·schél, es decir, el que servía de mayordomo, administrador doméstico. Véase Lu 12:42, n.
O: “mi hogar”.
“Mesopotamia” (que significa: “[Tierra] Entre Ríos”), LXXVg; heb.: ’Arám Na·hará·yim, que significa: “Aram de los Dos Ríos”.
“Pues bien, la joven.” Heb.: wehan·na·‛ará.
“Virgen.” Heb.: bethu·láh; gr.: par·thé·nos; lat.: vír·go.
Un siclo pesaba 11,4 g (0,367 oz. t.).
O: “maldición”, a la cual se expone el que jura y viola su juramento.
“La doncella (virgen).” Heb.: ha·‛al·máh; gr.: par·thé·nos; lat.: vír·go. Véase Isa 7:14, n: “Doncella”.
“La joven (muchacha; virgen).” Heb.: han·na·‛ará; gr.: par·thé·nos.
Lit.: “con nosotros días o diez [de ellos]”. Sy: “con nosotros un mes de días”. Compárese con 29:14.
Lit.: “millares de miríadas”.
Es decir, de la ciudad.
O: “los”, es decir, la descendencia, simiente, prole, posteridad.
O: “sus muchachas”.
“Meditar”, LXXVg; es decir, hablar para sí.
Lit.: “después de su madre”. LXX: “respecto a Sara su madre”. Vg dice al final de este v.: “él [la] amó tan intensamente como para atemperar el desconsuelo que resultó de la muerte de [su] madre”.
Puesto que cada uno de estos tres nombres en heb. tiene la terminación pl. im, se entiende que representan tribus o pueblos.
“Lleno de días”, LXXSyVg.
O: “hacia el este”.
Lit.: “cayó”, M; LXX: “moró (se estableció)”; Vg: “murió”.
Lit.: “el arameo”.
Que significa: “Llanura de Aram (Siria)”; una parte de Mesopotamia. Véase 28:2.
“Viva”, insertada en armonía con Sy. Compárese con 27:46.
O: “más pequeño”.
Que significa: “Velludo”. Heb.: ‛E·sáw.
Que significa: “Asirse del Talón; Suplantador”. Heb.: Ya·‛aqóv.
O léase: “hombre agreste”.
Lit.: “porque la caza estaba en su boca”.
O: “potaje”.
“Lo rojo.” Heb.: ha·’a·dhóm.
Que significa: “Rojo; Rubicundo”. Heb.: ’Edhóhm.
O: “un derecho de primogénito”.
Véase 22:18, n.
O léase: “obedeció”.
O: “en el uadi (arroyo)”.
“Que habían cavado en los días de Abrahán su padre”, M; SamLXXVg: “que los siervos de Abrahán su padre habían cavado”.
O: “viva; viviente”. Heb.: jai·yím.
Que significa: “Altercación; Contienda”.
Que significa: “Acusación”.
Que significa: “Lugares Anchos”.
O: “el país”.
O: “y declaró (predicó)”.
O: “para contigo y”.
O: “desconsuelo mental”.
“Los terrenos fértiles.” Lit.: “las gorduras”, refiriéndose a la fertilidad.
O: “continuará”.
Que significa: “Asirse del Talón; Suplantador”.
O: “está abrigando venganza”.
O: “para qué quiero”.
O: “los cananeos”.
Véase 25:20, n: “Padán-aram”.
Lit.: “el arameo”.
“Jacob y Esaú.” Jacob está antepuesto a Esaú, su hermano gemelo mayor, lo cual denota preferencia.
O: “malas; malvadas”.
O: “los ismaelitas”. Para este tiempo Ismael mismo había muerto y Esaú tenía unos 77 años de edad. Véase 25:17, 26.
O: “como almohada”.
O: “escalinata de piedras ascendente”.
“Serán bendecidas”, LXXVg. Véase 22:18, n.
Que significa: “Casa de Dios”. Heb.: Behth-’Él.
O: “Dios para mí”. Heb.: li lE’·lo·hím.
Lit.: “a la tierra de los hijos del Este”.
O: “ganado menor”, incluso cabras.
Lit.: “¿[Hay] paz para él?”. Heb.: hascha·lóhm loh?.
Lit.: “Y dijeron: ‘¡Paz!’”. Heb.: wai·yo’·merú scha·lóhm.
O: “¡Si todavía queda gran parte del día!”.
“Hermano”, pero en realidad el sobrino.
Lit.: “un mes de días”.
O: “eran apagados (débiles)”.
O: “Cumple”.
Es decir, Lea.
Es decir, Raquel.
Que significa: “¡Vean, un Hijo!”. Heb.: Re’u·vén.
Que significa: “Oír”, es decir, con aceptación. Heb.: Schim·‛óhn.
Que significa: “Adherencia; Ligado”. Heb.: Le·wí.
Que significa: “Elogiado; [Objeto de] Elogio”. Heb.: Yehu·dháh.
Que significa: “Juez”. Heb.: Dan.
O: “sobrehumanas”. Lit.: “de Dios”. Heb.: ’Elo·hím, sin el artículo definido.
Que significa: “Mis Luchas”. Heb.: Naf·ta·lí.
“¡Ha venido buena fortuna!”, Mmargen.
Que significa: “Buena Fortuna”. Heb.: Gadh.
Que significa: “Feliz; Felicidad”. Heb.: ’A·schér.
Lit.: “dado mi salario [como alquilada]”.
Que significa: “Él Es Salario; Él Trae Salario”. Heb.: Yis·sas·kjár.
O: “morará (vivirá) conmigo”.
O: “Por fin mi esposo me hará su esposa legítima”. (Para esta posible traducción, véase VT, vol. I, 1951, pp. 59, 60.) LXX: “En este tiempo mi esposo me escogerá [por esposa]”. El verbo asirio zabalu, en relación con el verbo heb. za·vál empleado aquí, significa “arrastrar (tirar); llevar cargas”, y en un contexto marital significa introducir los regalos matrimoniales del esposo en la casa de su suegro.
Que significa: “Habitación; Morada”; posiblemente: “Tolerancia; Señorío”. Heb.: Zevu·lún.
Que significa: “Juzgada; Absuelta; Vindicada”. Heb.: Di·náh.
Que significa: “Aumentador; Añadidor”. Heb.: Yoh·séf.
Lit.: “Labán dijo: ‘¡Mira! ¡Quisiera que [fuera así]!’”.
O: “ramitas”.
“Para que concibieran”, Vg.
O: “tu hogar”. Lit.: “tu lugar de nacimiento”.
O: “me ha engañado”.
“Dios”, MLXXVg; Sam: “Jehová”.
“El Dios [verdadero] de Betel.” Heb.: ha·’Él Behth-’Él; LXX: “el Dios que se te apareció en el lugar de Dios”. Véase Ap. 1G.
O léase: “hogar; tus parientes”.
Lit.: “una parte y una herencia (posesión)”; es una endíadis. Compárese con 3:16, n.
“Dios”, MLXXVg; Sam: “Jehová”.
“Terafim”, M; LXXVg: “ídolos”; Sy: “imágenes”.
Lit.: “robó el corazón de”.
Lit.: “desde lo bueno hasta lo malo”.
Aparentemente debe decir: “Labán había plantado su tienda”. Originalmente debió decir “su tienda” en vez de la palabra heb. para “sus hermanos”, que es parecida.
Lit.: “robaste mi corazón”.
“Mis dioses.” Heb.: ’elo·hái, pl., refiriéndose a dioses falsos; gr.: the·óus; lat.: dé·os.
“Tus dioses.” Heb.: ’elo·héi·kja, pl., refiriéndose a dioses falsos.
“Mi señor.” Heb.: ’adho·ní, la palabra ’a·dhóhn, “señor, amo”, con el sufijo pronominal i, “mi”.
“Y así por veinte años te he servido en tu casa”, Vgc.
O: “Pavoroso”.
O: “de modo que dictó una decisión”.
O: “para que realmente pueda”.
Expresión aramea (siríaca) que significa: “Majano de Testimonio”.
Expresión heb. que significa: “Majano de Testimonio”.
“Y La Atalaya (El Mirador).” Heb.: weham·Mits·páh.
Lit.: “cuando estemos ocultados”.
“Mira, no hay hombre alguno con nosotros que vea”, LXXmss.
“Juzguen.” El verbo heb. está en pl. Compárese con 20:13, n: “Errante”.
O: “dioses”. Heb.: ’elo·héh, pl.; posiblemente se empleó en el sentido pl. porque el sirio Labán creía en los terafim.
O: “dioses”. Heb.: ’elo·héh, pl. y puede que no se refiera solo a Jehová, porque el verbo “juzguen” también está en pl. SamLXXSyVg emplean “juzgue” en sing. para indicar un solo Dios.
MLXX terminan aquí el capítulo 31, con solo 54 vv.
SyVg terminan aquí el capítulo 31, con 55 vv., de modo que el capítulo 32 tiene un v. menos que en M.
O: “mensajeros”, como en los vv. 3, 6.
Que significa: “Dos Campamentos”.
O: “la verdad”. Heb.: ha·’eméth.
O: “prole; posteridad; simiente”.
O: “del uadi; del arroyo; de la corriente [el uadi que corre con agua]”.
O: “tocó el hueco de su cadera”.
Lit.: “Envíame”.
Que significa: “Dios Contiende; Contendiente (El Que Persevera) Con Dios”. Heb.: Yis·ra·’él.
O: “persistido; perseverado; te has esforzado”, según BDB, p. 975.
Que significa: “Rostro de Dios”. Heb.: Peni·’él.
O: “de la vena del muslo”.
“Y besarlo”, MSamLXXBagsterVg. En M esta expresión está marcada con puntos extraordinarios de los soferim, tal vez para indicar que los soferim opinaban que se deberían omitir estas palabras. Las nn de BHK y BHS dan a entender que probablemente fueron añadidas al texto. Véase Ap. 2A.
Lit.: “¿Quién para ti es todo?”.
Que significa: “Cabañas; Puestos Cubiertos”.
Lit.: “cien qesi·táh”. Unidad monetaria de valor desconocido.
“Dios el Dios de Israel.” O: “Dios es el Dios de Israel”. Heb.: ’El ’Elo·héh Yis·ra·’él.
“Principal de.” Heb.: nesí’; LXX: “gobernante (príncipe)”; Vg: “príncipe”.
O: “humilló”, LXX.
O: “su mente (deseo) se mantuvo fija en Dina”.
Lit.: “al corazón de”.
O: “viajen de un lugar a otro”, es decir, con propósitos comerciales.
O: “precio para la compra de una esposa”.
“Negocien.” Véase v. 10, n.
Lit.: “ancha en ambos lados”, es decir, espaciosa.
O: “sosegados”.
O: “entraron y cayeron sobre”.
“Pocos en número.” Lit.: “hombres de número”. Véanse 1Cr 16:19; Sl 105:12.
O: “ramera”.
Lit.: “dioses de”. Heb.: ’elo·héh, pl. de ’elóh·ah, que indica una pluralidad de dioses.
Que significa: “El Dios de Betel”.
Que significa: “Árbol Macizo del Llanto”.
Véase 17:1, n.
“Naciones”, LXXVg; M: “Una nación”.
O: “prole; posteridad; simiente”.
“Alma (vida) de ella.” Heb.: naf·scháh; gr.: psy·kjén.
Que significa: “Hijo de Mi Pena”.
Que significa: “Hijo de la Diestra”. Heb.: Vin·ya·mín.
O: “lleno (saciado) de días”, MLXXVg.
Lit.: “hija”, M; SamLXXSy: “hijo”. Compárese con el v. 24.
“Un país”, M; Sy: “el país de Seír”.
O: “nietos”.
O: “jefes”. LXX: “jefes; caudillos; gobernadores”; Vg: “caudillos; adalides”. La palabra heb. es ’al·lu·féh y se deriva de ’é·lef, “mil”. Por lo tanto, ’al·lúf significa básicamente “caudillo de un millar” y corresponde al gr. quiliarca. Véase Mr 6:21, n.
“El jeque Coré”, MLXXSyVg; Sam omite esta frase. Los vv. 5, 14, 18 muestran que era hijo de Esaú (no de Elifaz) por Oholibamá.
“Los manantiales de aguas termales.” Heb.: hai·ye·mím; lat.: á·quas cá·li·das, “aguas calientes”.
“Disón”, SamLXXSyVgc y 1Cr 1:41; MVg: “Disán”.
O: “se hallaba asociándose”.
O: “asunto”.
“El rebaño de su padre”, MLXXSyVg. En M la partícula heb. ’eth, que modifica estas palabras, está marcada con puntos extraordinarios de los soferim para indicar que las palabras son dudosas y han de omitirse. Si así fuese, tal vez signifiquen que los hermanos de José habían ido a alimentarse. La palabra “rebaños” no aparece específicamente en el v. 13, pero el verbo es igual al del v. 12. Véase Ap. 2A.
Lit.: “Ve la paz de tus hermanos y la paz del rebaño”.
“Ahí viene ese soñador.” Lit.: “El amo (señor) de los sueños, ese que está ahí, viene”.
Lit.: “le hiramos en el alma”.
Es decir, bálsamo de Galaad.
“Al Seol.” Heb.: sche’ó·lah; gr.: eis hái·dou; sir.: la·schiul; lat.: in in·fér·num; la primera vez que aparece esta palabra. Véase Ap. 4B.
Véase 12:15, n.
“Este”, M; LXXSy: “esta”.
“Él”, es decir, Judá; LXX: “ella”.
Lit.: “Entra a”.
O: “matrimonio de levirato”. Más tarde Jehová le dio reconocimiento oficial en la Ley mosaica, en Dt 25:5-9.
Lit.: “[lo] desperdició en la tierra”.
O: “Porque pensaba”.
O: “prostituta”. Gr.: pór·nen. Véase 1Co 6:15, n.
O: “fornicación”.
“Cordón”, TOLXXSyVg; M: “cordones”.
Que significa: “Ruptura Perineal”.
Que significa: “Un Brillar; Un Levantamiento”.
Véase 12:15, n.
“Su amo.” Heb.: ’adho·náv, pl. de ’a·dhóhn, para denotar excelencia, como en los vv. 3, 7, 8, 16, 19, 20.
“En este día, como en otros días.” Para esta traducción, véase VT, vol. II, 1952, pp. 85-87.
LXX añade: “y él me dijo: ‘Voy a cohabitar contigo’”.
Lit.: “casa del castillo [redondo]”.
Lit.: “mantenían atados”.
Lit.: “atados”.
O: “el príncipe”. Heb.: sar.
Lit.: “él”.
“Contra su señor.” Heb.: la·’adho·neh·hém, pl. de ’a·dhóhn, para denotar excelencia. Compárese con 39:2, n.
Heb.: sar, que se tradujo “príncipes de” en 12:15, donde está en pl.
Lit.: “la cisterna”, es decir, un hoyo con apariencia de cisterna y empleado como prisión.
O: “palo; poste”. Lit.: “madera”. Gr.: xý·lou; lat.: crú·ce (de crux). Véase 41:13, n.
Lit.: “dos años de días”.
O: “las cañas”.
“Sus sueños”, Sam; MLXXVg: “su sueño”.
“A él lo colgó”, M; LXX: “aquel fue colgado”; Vg: “aquel fue colgado en un madero de tormento [lat.: crú·ce (de crux)]”.
“Sin mí Dios anunciará”, Vg.
Lit.: “en tu boca todo mi pueblo besará [cabrá; se ajustará]”.
O: “tela de byssos”.
“¡Avrekj!” Heb.: ’Av·rékj. Todavía no se ha determinado el significado exacto de esta expresión que se ha transliterado del egipcio al heb. Sy: “¡Padre y Gobernante!”; Vg: “Que todos doblen la rodilla delante de él”.
Que significa: “Revelador de Cosas Escondidas”, según entendían los hebreos esta forma de la palabra. Lat.: Sal·va·tó·rem mún·di, “Salvador del mundo”.
En el museo de El Cairo hay una estela funeraria descubierta en 1935 que hace referencia a un personaje llamado Potifare.
“On”, M; LXXVg: “Heliópolis”, que significa: “Ciudad del Sol”, porque en el templo de aquella ciudad se adoraba al Sol, representado por el dios Ra.
Que significa: “Uno Que Hace Olvidadizo; Uno Que Hace Olvidar”. Heb.: Menasch·schéh.
Heb.: ’Elo·hím, sin el artículo definido.
Que significa: “Doblemente Fructífero; Tierra de Fruto”. Heb.: ’Ef·rá·yim.
Lit.: “abrir todo lo que había entre ellos”. LXX: “abrir todos los depósitos de grano”.
O: “a Egipto”.
Lit.: “Además, toda la tierra”, pero el verbo “vinieron” está en pl., lo cual denota personas.
Lit.: “una curación”, empleada como eufemismo de “un accidente mortal”.
O: “lo indefenso”. Lit.: “la desnudez”.
Heb.: ’adho·néh, pl. para denotar excelencia.
Véase v. 4, n.
“Al Seol.” Heb.: sche’óh·lah; gr.: eis hái·dou; sir.: la·schiul; lat.: ad ín·fe·ros. Véase Ap. 4B.
Lit.: “todos los días”.
Es decir, bálsamo de Galaad.
Lit.: “plata”.
“Y [...] Dios Todopoderoso.” Heb.: we’Él Schad·dái. Ni ’El, “Dios”, ni Schad·dái, “Todopoderoso”, tienen el artículo definido.
Lit.: “él les preguntó acerca de la paz (el bienestar)”.
Lit.: “¿Tiene su padre paz (bienestar)?”.
O: “siervos”.
O: “eres como Faraón”.
O: “Mi señor”.
“Al Seol.” Heb.: sche’ó·lah; gr.: eis hái·dou; sir.: la·schiul; lat.: ad ín·fe·ros. Véase Ap. 4B.
Lit.: “todos los días”.
O: “sobrevivientes; un remanente”. Heb.: sche’e·ríth.
“Manda”, es decir, que les digas. LXX: “da órdenes”.
O: “Yo, el Dios [verdadero], soy el Dios de tu padre”.
Es decir, para cerrarlos al morir Jacob.
Después de Efraín, LXX añade otros cinco nombres, pues dice: “Pero le nacieron hijos a Manasés, los cuales le dio a luz su concubina siria, a saber, Makir. Y Makir llegó a ser padre de Galaad. Pero los hijos de Efraín, el hermano de Manasés, fueron Sutalaam y Taam. Y los hijos de Sutalaam fueron Edem”. Puede que esto explique por qué LXX, en Gé 46:27 y Éx 1:5, y Esteban, en Hch 7:14, cuentan 75 almas en vez de 70.
“Setenta”, MTSyVg; LXX: “setenta y cinco”.
“A José, para que le hiciera el anuncio”, Vg.
“A José para que se encontrara con él en Heroopolis en la tierra de Ramesés”, LXX.
“Hombres industriosos”, Vg.
Heb.: sa·réh.
O: “la familia”.
Lit.: “de los caballos”. Heb.: bas·su·sím; la primera mención bíblica de caballos, por los cuales Egipto se hizo famoso.
Lit.: “segundo”.
O: “y verdad; y fidelidad”. Heb.: we·’eméth.
“El lecho.” Heb.: ham·mit·táh; LXX: “E Israel adoró sobre (apoyándose en) la parte superior de su bastón”. “Bastón” o “vara” (heb.: mat·téh, como en 38:25) y “cama” o “lecho” (heb.: mit·táh, como en 48:2) tienen consonantes idénticas, y sin los puntos vocálicos se pueden leer de un modo o de otro.
Véase 43:14, n.
O: “has llegado”.
O: “puso sus manos cruzadas”, en armonía con LXXVg.
O: “redimiéndome; rescatándome”.
O: “la plena cantidad”. Lit.: “la plenitud”.
“Ti”, MSamSyVg; TPLXX: “ustedes”.
O: “Hubo precipitada licencia como de aguas impetuosas”.
“Búhos reales; hienas”, según otros puntos vocálicos.
“Armas de degüello.” Algunos consideran que la palabra heb. correspondiente a esta frase todavía es inexplicable. El v. 5 en LXXBagster: “Simeón y Leví, hermanos, realizaron la injusticia de cortarlos [de la vida]”.
“Gloria mía”, MVg; LXX: “hígado mío”. Véase VT, vol. II, 1952, pp. 358-362.
O: “un hombre”. Heb.: ’isch, posiblemente en sentido colectivo.
“Como león.” Heb.: ke’ar·yéh, el león africano.
“Y, como león.” Heb.: u·kjela·ví’, el león asiático.
“Cetro.” Heb.: sché·vet; lat.: scép·trum; gr.: ár·kjon, “gobernante”.
O: “ni un comandante”. Heb.: lo’ [...] u·mejo·qéq.
O: “de delante de él”. Compárese con Jue 5:27.
“Siló.” O: “aquel de quien es”. Heb.: Schi·lóh, que significa: “Aquel de Quien Es”, o: “Aquel a Quien Pertenece”; LXX: “las cosas reservadas para él”; Vg: “aquel que ha de ser enviado”.
“Y él será la expectativa de naciones”, LXXVg.
O: “una vid con uvas de color rojo vivo”.
O: “donde las naves desembarcan”.
O: “llegará a ser esclavo bajo trabajos forzados”.
O: “he esperado”.
“Salvación de parte tuya.” Heb.: li·schu·‛oth·kjá; esta es la primera vez que aparece este sustantivo. La palabra heb. yeschu·‛áh, “salvación”, tiene la misma raíz que los nombres bíblicos Jesúa, Josué y Jesús.
O: “ágil”.
O: “Está echando astas ramificadas”.
Lit.: “Hijo”.
Lit.: “hijas”.
Lit.: “los brazos”.
O: “ligera”.
“Del Dios de.” Heb.: me·’Él.
O: “las aguas agitadas”. Vg: “abismo”, como en 1:2.
O: “deseo; a la morada”.
“Singularizado.” Heb.: nezír; en Nú 6:2, 13, 18-20 se tradujo “nazareo”, que significa: “Uno Singularizado; Uno Dedicado; Uno Separado”.
Lit.: “La compra del campo”.
O léase: “hombres mayores”.
Lit.: “el Arbusto Espinoso”. Heb.: ha·’A·tádh.
Que significa: “Duelo de los Egipcios”. “Mizraim” es el nombre heb. para egipcios. Véase 10:13.
“Los hermanos de José vieron que su padre había muerto y tuvieron miedo”, Sy; Vg: “Ahora que él estaba muerto, sus hermanos tenían miedo”.
O: “siervos”.
Lit.: “habló al corazón de ellos”.
Lit.: “hijos de los terceros [generados]”.
O: “tierra que él prometió bajo juramento”.