¿Qué puede hacerse con los problemas de las encías?
LAS enfermedades de las encías afligen a un gran número de personas. Según la Inspección Nacional de la Salud de los Estados dice que de los que están entre las edades de dieciocho y veinticuatro años, el 70 por ciento de los hombres y el 63 por ciento de las mujeres tienen problemas de las encías. Aproximadamente cinco millones de norteamericanos que viven hoy perdieron toda su dentadura debido a enfermedades de las encías para cuando llegaron a los treinta y cinco. De hecho, los adultos pierden más dientes como resultado de enfermedades de las encías que debido a las caries.
Los problemas de las encías comienzan con la inflamación de las encías. Los dentistas llaman a esto gingivitis. Hablan de nuestras encías, el tejido rosado debajo y entre nuestros dientes, como gingiva. La inflamación se manifiesta por encías que sangran al cepillar los dientes o hasta al comer algún alimento que requiere un masticar más vigoroso tal como una manzana fresca. Puede también ser solo un enrojecimiento del borde del tejido de la encía más cercano al diente. Por lo general es indoloro, y las encías comienzan a perder su natural firmeza y rigidez. El problema puede comenzar temprano; de hecho, un estudio mostró que el 85 por ciento de los niños entre las edades de once y dieciocho padecen de gingivitis.
Los investigadores dentales dicen que las causas de las encías que sangran son muchas. Pero por lo general la causa básica es la falta de buenos hábitos de higiene bucal. A menudo hay una acumulación de comida entre los dientes. Aunque una deficiencia de vitamina C puede ocasionar encías que sangran, la causa más corriente es el cepillar incorrectamente los dientes y encías.
Si la gingivitis o el sangrar de las encías inflamadas no es tratada, la enfermedad progresa lentamente hacia la próxima etapa. Esta es la enfermedad periodontitis más corrientemente llamada piorrea. Si no se detiene el progreso de ésta, quizás sea necesario extraer el diente.
¿Qué se puede hacer acerca de estos trastornos de las encías?
Haciendo frente a la placa dental
Los trastornos de las encías comienzan con la formación de una placa. Esta es una sustancia blancuzca sobre los dientes que es difícil de ver y que se adhiere tenazmente a los dientes. Esta placa cargada de bacterias se acumula cada vez que uno hace un trabajo deficiente al cepillarse los dientes. La placa se forma más rápidamente entre los restos de alimentos compuestos de carbohidratos. Pero una buena cepillada de los dientes remueve estos depósitos blandos y pegajosos.
El cepillarse con regularidad con un cepillo semi-blando puede remover la placa y mantener su formación a un nivel muy bajo. Para la mayoría de las personas un cepillo semi-blando es mejor para las encías, pues las autoridades dentales han hallado que los cepillos duros pueden hacer retroceder las encías. Los cepillos duros y semi-duros pueden provocar una grave erosión del diente, especialmente a lo largo de la línea de la encía. Los cepillos duros ejercen una acción como la de una sierra. Además, los cepillos más duros no ceden lo suficiente para limpiar apropiadamente entre los dientes, donde rápidamente se forma la placa.
Dado que la placa dental parece estar estrechamente relacionada con las enfermedades de las encías, entonces el controlar su formación ayudará a prevenir una grave enfermedad de las encías. Algunas cosas que han sido aprendidas le ayudarán a reducir la acumulación de la placa:
(1) Limite la ingestión de azúcar; esto ha resultado en reducir de gran manera la formación de la placa.
(2) Cepille sus dientes con regularidad, en especial inmediatamente después de las comidas.
(3) El uso de seda o hilo dental es otro método práctico de controlar la formación de la placa.
Haciendo frente a la formación de tártaro
Cuando la placa permanece sobre la superficie de los dientes, se endurece formando sustancia más oscura llamada por los dentistas “cálculo” pero corrientemente llamada “tártaro.” Es de color amarillo claro a marrón oscuro. Se forma en los dientes a lo largo de la línea de la encía, y tiene bordes muy afilados, que se incrustan en las encías al masticar el alimento. El tártaro se puede asemejar a las formaciones o incrustaciones que se acumulan en una tetera después de algún uso. Se forma en capas. Aunque el tártaro está mezclado con otros restos en la boca, está compuesto principalmente de calcio.
La formación del tártaro es más abundante en dos zonas generales: En la parte exterior de los molares superiores y en la parte interior de los incisivos inferiores. ¿Por qué? Porque estas dos zonas de la boca están cerca de las aberturas de las glándulas salivares, y la saliva deposita allí las sales de calcio con más prontitud.
La acumulación del tártaro a menudo resulta en graves enfermedades de las encías. Esto se debe a que el tártaro, a medida que se forma y endurece, separa las encías de los dientes. Esto resulta en sacos en los que se forma más tártaro. Los microorganismos y las partículas de comida se acumulan en los sacos, causando más inflamación... un círculo vicioso. A medida que el tártaro separa la encía del diente, su color se hace más oscuro (debido a los pigmentos de sangre).
Lo que sucede a continuación lo explica una publicación del Instituto Nacional de Investigación Dental: “A medida que la enfermedad empeora, la inflamación se esparce, los sacos se profundizan, y se forma pus dentro de los mismos. Las encías infectadas se llenan de úlceras y sangran, y aumenta el daño a los tejidos. En las etapas finales, el hueso que soporta los dientes es atacado y destruido. A menos que la persona reciba tratamiento, los dientes se aflojan y con el tiempo llegan a caerse.”—Research Explores Pyorrhea and Other Gum Diseases.
¿Qué puede hacerse para evitar la acumulación del tártaro? Cepille sus dientes con regularidad para remover depósitos blandos de la placa dental antes que se endurezcan y se conviertan en tártaro. Mantenga a un mínimo los alimentos blandos y pegajosos, pues éstos estimulan la formación del tártaro. Los alimentos de consistencia dura ayudan a mantener limpios los dientes y las encías.
Sin embargo, a pesar del buen cuidado dental todavía puede acumularse algo de tártaro, por lo menos en algunas personas. Es importante que éste sea removido profesionalmente. Por lo general los dentistas llaman a esto “escamadura.” Usan un instrumento afilado para raspar el tártaro.
Las autoridades dentales informan que las personas que mantienen un alto grado de higiene bucal tienen una formación de tártaro muy pequeña en comparación con las personas que no son tan regulares y metódicas en cepillar sus dientes. Aunque algunas personas quizás necesiten que se les haga una “escamadura” por lo menos una vez al año, las que practican una buena higiene bucal no necesitan por lo normal que se les haga una “escamadura” tan a menudo. Sin embargo, a los dentistas les agrada que sus pacientes los visiten por lo menos una vez al año, y muchos recomiendan hacer anualmente una “escamadura” y limpieza.
Sin embargo, muchas personas van al dentista solo para una “limpieza.” Pero las autoridades dentales dicen que es mucho más prudente gastar su dinero en una “escamadura,” en vez de solo en una “limpieza.” La “escamadura” debe hacerla el dentista o un auxiliar dental entrenado. Lleva más tiempo y cuesta más que una limpieza, pero puede ser muy importante en prevenir graves trastornos.
¿Es la piorrea irremediable?
¿Qué hay si uno ya tiene piorrea? ¿Qué se puede hacer? De inmediato es necesario un tratamiento. De otro modo no solo se llegará a perder los dientes sino que también existe el peligro de que se esparzan las bacterias nocivas por todo el cuerpo. En algunos casos la piorrea puede ser la causa de reumatismo, artritis, problemas de corazón y otras dolencias.
En sus primeras etapas la piorrea se puede curar si se le trata apropiadamente. Por lo general requiere atención profesional y a veces hasta requiere cirugía a fin de eliminar los sacos de pus.
En años pasados se pensaba que las personas con piorrea o problemas de las encías debían extraer todos sus dientes de inmediato y entonces hacerse dentaduras postizas. Ahora se da más y más énfasis al tratamiento de los problemas de las encías en un esfuerzo por controlar el proceso de la enfermedad y para conservar los dientes por más tiempo.
Un dentista con muchos años de experiencia explica que en la mayoría de los casos el hueso destruido por la piorrea no puede ser restaurado, por eso, la idea es “detener la enfermedad y así prevenir más destrucción. Se han logrado éxitos notables, aun en los que casi parecían ser casos sin remedio. . . . Tanto la experiencia de la práctica moderna como el peso de la evidencia de los experimentos me han llevado a creer que actualmente, si el dentista y su paciente comienzan el cuidado preventivo con suficiente anticipación, casi nadie tiene que perder los dientes a causa de la llamada piorrea.”
Una persona con piorrea también tiene que asegurarse de recibir buena alimentación. Los expertos en nutrición consideran importante una ingestión adecuada de calcio, fósforo, el complejo vitamínico B y la vitamina C. Por ejemplo, Catharyn Elwood, experta en nutrición, declara que la “piorrea es similar al escorbuto [ocasionado por la falta de la vitamina C]. Las encías sangran fácilmente, se hacen blandas y esponjosas, ceden los tejidos del hueso.” Ella informa que el “Dr. Martin C. E. Hanke de la Universidad de Chicago corrigió la piorrea en un orfanato de centenares de niños administrándoles diariamente 453,6 gramos de jugo de naranja, al cual se le había añadido el jugo de un limón. La vitamina C está muy concentrada en los jugos de estas frutas.” También declara que “por medio de tomar diariamente 300 a 1000 miligramos de vitamina C en alimentos naturales, o usar tabletas de vitamina C,” uno puede ayudar a detener el proceso destructivo.
Se reconoce que la piorrea se hace más corriente y rigurosa con la edad avanzada, así es que cada año que pasa uno tiene mayor posibilidad de padecer de ella. Si el lector ya tiene una clase de enfermedad de las encías, las posibilidades son de que ésta empeorará y no que mejorará con el paso del tiempo, a menos que sea tratada.
Al igual que los otros trastornos de las encías, la piorrea se previene mejor por medio de la higiene bucal apropiada. El cepillarse los dientes y el uso de la seda dental son particularmente importantes antes de ir a la cama. Después de una comida durante el día, si no es posible cepillarse los dientes, puede comer algunos alimentos que tienen un efecto limpiador natural, alimentos duros, fibrosos tales como las ensaladas y las frutas crudas.
Como la mayoría de los problemas, los trastornos de las encías tienen comienzos pequeños, pero en ellos existe la posibilidad de causar grandes problemas. Hay personas que naturalmente tienen buenos dientes y encías saludables hasta con poco o ningún cuidado por parte de ellos. Pero con mucho, la gran mayoría necesita practicar buena higiene bucal para evitar y controlar las enfermedades de las encías.