El Holocausto: las víctimas olvidadas
“Las medidas genocidas de los nazis resultaron en la muerte de casi tantos gentiles polacos como judíos polacos, de modo que aquellos se convirtieron en víctimas de un ‘Holocausto olvidado’.”—“The Forgotten Holocaust” (El Holocausto olvidado), de Richard C. Lukas
HOLOCAUSTO: ¿qué significa esta palabra? Según algunos diccionarios, fue el genocidio de judíos europeos perpetrado por los nazis durante la segunda guerra mundial. Esto podría fácilmente dar la impresión de que solo los judíos sufrieron y murieron a manos de los nazis. Sin embargo, ¿se hace honor a la justicia y a la verdad cuando se aplica el término “Holocausto” únicamente a las víctimas judías de la era nazi?
El escritor Richard Lukas declara: “A la mayoría de la gente la palabra Holocausto le hace pensar en la tragedia que sufrieron los judíos bajo los alemanes durante la segunda guerra mundial. Desde un punto de vista psicológico, es comprensible que hoy día los judíos prefieran que el término se refiera exclusivamente a lo que ellos sufrieron [...]. No obstante, al excluir a otros del Holocausto, se suelen pasar por alto, si no se olvidan, los horrores que aguantaron los polacos, otros eslavos y los gitanos”.
Lukas también dice: “Para ellos [los historiadores], el Holocausto fue una experiencia singular de los judíos, y, por consiguiente, han tenido poco o nada que decir sobre los nueve millones de gentiles, entre los que se cuentan tres millones de polacos [gentiles], que también perecieron en la mayor tragedia que el mundo jamás ha conocido”.
El ansia de Hitler de disponer de espacio vital
Cuando los ejércitos hitlerianos invadieron Polonia en septiembre de 1939, tenían órdenes de llevar a cabo la política de Hitler de obtener para el pueblo alemán su Lebensraum, su espacio vital. Richard Lukas dice a este respecto: “Para los nazis, los polacos eran Untermenschen (subhumanos) que ocupaban una tierra que formaba parte del Lebensraum (espacio vital) codiciado por una raza superior, la raza alemana”. De modo que Hitler autorizó a sus tropas a que mataran sin piedad ni misericordia a hombre, mujer y niño de ascendencia o lengua polaca. “Solo de esta forma —dijo él— podemos obtener el espacio vital que necesitamos.”
En septiembre de 1939 comenzó una despiadada pesadilla para el pueblo polaco. Hitler había dicho: “La guerra tiene que ser una guerra de aniquilación”, y Heinrich Himmler, su hombre de confianza, declaró: “Todos los polacos desaparecerán del mundo. [...] Es esencial que el gran pueblo alemán considere que la destrucción de todo el pueblo polaco es una tarea de suma importancia”. Por consiguiente, el Holocausto no iba dirigido solo a los judíos polacos, sino a “todos los polacos”.
“En todos los países ocupados se estableció un régimen de terror. [...] Pero en Polonia, todo el mundo era sometido a una cruel brutalidad, y las ejecuciones en masa basadas en el principio de culpabilidad de comunidad eran mucho más frecuentes, pues todo polaco —prescindiendo de su edad, sexo o estado de salud—, era miembro de una nación condenada... condenada por los que delinearon la política del partido y el gobierno nazis”, escribe Catherine Leach, traductora del libro polaco Values and Violence in Auschwitz. Ella dice que Himmler consideraba a los polacos una raza inferior que debía ser mantenida en servidumbre.
“Aun después de la rendición de Polonia [28 de septiembre de 1939], la Wehrmacht [el ejército alemán] continuó tomando en serio la admonición pronunciada por Hitler el 22 de agosto de 1939, cuando autorizó a matar ‘sin piedad ni misericordia a hombre, mujer y niño de ascendencia o lengua polaca’.” ¿Cómo pudieron el ejército alemán y las SS perpetrar asesinatos tan despiadados? Porque fueron saturados por la enseñanza de la supremacía de la raza aria y la inferioridad de todas las demás. Así que, como dice Lukas en The Forgotten Holocaust, “la teoría nazi del imperio colonial en Polonia se basaba en negar a los polacos su condición de humanos, ya que estos, después de los judíos, eran los más odiados por Hitler”.
“Política demográfica negativa”
En el prólogo del libro Commandant of Auschwitz, Lord Russell, de Liverpool, dijo: “Durante la guerra, los alemanes probablemente asesinaron a por lo menos doce millones de hombres, mujeres y niños de los territorios invadidos y ocupados. Según un cálculo conservador, ocho millones de ellos perecieron en los campos de concentración, y de estos, cinco millones, como mínimo, eran judíos. [...] La cantidad real, sin embargo, nunca se sabrá”. Con solo estas cifras como base, llegamos a la conclusión de que hubo por lo menos siete millones de víctimas que no eran judíos.
Otro testimonio es el de Catherine Leach, quien escribe: “Polonia fue el primer país sometido a la ‘política demográfica negativa’ de Hitler, cuyo propósito era preparar los vastos territorios del ‘Este’ para nueva colonización alemana, y sufrió la mayor pérdida de vidas de todos los países ocupados: 220 por cada 1.000 habitantes. Fuentes polacas dicen que más de 6.028.000 ciudadanos polacos [...] perdieron la vida”. De estos, 3.200.000 eran judíos, lo que significa que casi el 50% de los polacos que murieron no eran judíos.
No hay ninguna duda de que ha habido un “Holocausto olvidado”, un Holocausto que afectó a millones de no judíos, principalmente a aquellos de origen eslavo. Entre estos están los millones de rusos masacrados por los nazis. Ninguno de ellos tuvo escapatoria, pues fueron condenados a muerte inexorablemente por causa de la doctrina racial nazi.
Sin embargo, estos datos no toman en cuenta a los miles de alemanes no judíos que también sufrieron como víctimas del Holocausto porque se atrevieron a oponerse a Hitler y a su filosofía racista de supremacía. Entre estos hubo miles de testigos de Jehová que rehusaron colaborar con las pretensiones militaristas de Hitler. Sí, esparcidos por toda Alemania y por los países ocupados por los nazis, había miles de personas cuya selección deliberada los condujo a campos de concentración y, en muchos casos, a morir como mártires.
Por eso, una pregunta oportuna sería: ¿qué diferencia hay entre los que fueron víctimas del Holocausto y los que fueron sus mártires?
[Fotografías/Mapa en la página 10]
Hitler dijo: “La guerra tiene que ser una guerra de aniquilación”. Maten “sin piedad ni misericordia a hombre, mujer y niño de ascendencia o lengua polaca”
[Reconocimiento]
UPI/Bettmann Newsphotos
Himmler declaró: “Todos los polacos desaparecerán del mundo”
[Reconocimiento]
Biblioteca del Congreso
[Mapa]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Algunos de los campos de concentración y de exterminio nazis distribuidos por Europa. Además, había 165 campos de trabajos forzados
MAR DEL NORTE
HOLANDA
Westerbork
Vught
ALEMANIA
Papenburg
Neuengamme
Belsen
Oranienburg
Dora-Nordhausen
Buchenwald
Ohrdruf
Flossenbürg
Dachau
Landsberg
Ravensbrück
Sachsenhausen
Lichtenberg
Torgau
Gross-Rosen
BÉLGICA
LUX.
FRANCIA
Natzweiler-Struthof
SUIZA
ITALIA
AUSTRIA
Mauthausen
Sachsenburg
CHECOSLOVAQUIA
Theresienstadt
PRUSIA
ORIENTAL
POLONIA
Stutthof
Chelmno
Treblinka
Sobibor
Skarżysko-Kamienna
Plaszow
Auschwitz
Lublin
Majdanek
Belzec
LITUANIA
Kaunas
LETONIA
Riga