BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • g98 22/4 págs. 17-19
  • ¿Cómo puedo impedir que mi amigo me agobie?

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • ¿Cómo puedo impedir que mi amigo me agobie?
  • ¡Despertad! 1998
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • Es preciso tener tiempo para uno mismo y para estar a solas
  • “Ensánchense”
  • Pasa tiempo con los amigos adecuados
  • ¿Por qué no me duran las amistades?
    ¡Despertad! 1996
  • Usted puede ser amigo de Jehová
    ¡Disfrute de la vida para siempre! Curso interactivo de la Biblia
  • Aprendiendo acerca de la amistad
    ¡Despertad! 1970
  • ¿Quiénes son mis verdaderos amigos?
    ¡Despertad! 2011
Ver más
¡Despertad! 1998
g98 22/4 págs. 17-19

Los jóvenes preguntan...

¿Cómo puedo impedir que mi amigo me agobie?

“Mi amiga actuaba como si yo le perteneciera. No me daba ni un respiro.”—Hollie.

“EXISTE un amigo más apegado que un hermano”, reza un acertado proverbio (Proverbios 18:24). Y si tienes un amigo que comparte tus convicciones, sentido del humor o intereses, es natural que desees estar a su lado. Una joven llamada Caroline dice: “Mi amistad íntima con algunas personas de la congregación cristiana se debe a que participamos juntas en diferentes actividades”. Como es testigo de Jehová, Caroline pensó dedicar sesenta horas durante cierto mes a la evangelización. Sus amigas programaron su propio horario para ayudarla a lograrlo.

Ahora bien, aunque estar juntos tiene sus beneficios, algunas veces puede llegar a cansar. Hollie, citada al principio, se ve agobiada por una de sus amigas. Y ella no es la única que se siente así. Hollie comenta: “Parece que a otros chicos les sucede lo mismo. Están casi todo el día juntos hasta que se produce un tremendo estallido. Entonces pasan semanas sin hablarse”.

El problema es que no resulta fácil decirle a un amigo que te sientes agobiado y que necesitas más espacio vital. Puede que temas herir sus sentimientos o poner en peligro la relación. Sin embargo, reservar en una amistad un margen razonable para la vida privada, más bien que herir, puede ayudar.

Ilustrémoslo: En un parque de Sydney (Australia), tuvieron que cercar un árbol con una alambrada. ¿Por qué? Porque, poco a poco, las oleadas de visitantes estaban compactando el terreno y ahogando las raíces. Sin protección, el árbol hubiera muerto. Lo mismo puede decirse de las amistades. El apego excesivo puede ahogar una relación. El rey Salomón escribió: “Haz cosa rara tu pie en la casa de tu semejante, para que no tenga su suficiencia de ti y ciertamente te odie” (Proverbios 25:17).

Es preciso tener tiempo para uno mismo y para estar a solas

¿Por qué se expresó así Salomón? Una razón es que a todos nos hace falta disponer de tiempo para nosotros mismos y para estar a solas. Hasta Jesucristo tuvo esa necesidad. Aunque estaba apegado a sus discípulos, de vez en cuando se iba “solo [...] a orar” (Mateo 14:23; Marcos 1:35). Del mismo modo, el piadoso Isaac halló momentos para pasarlos en soledad (Génesis 24:63). Tú también precisas tiempo para ti mismo, tiempo para ocuparte de los deberes escolares, de las tareas domésticas y de tu estudio personal de la Biblia. Y si tus amigos demuestran falta de consideración al pasar por alto tus necesidades al respecto, es fácil que surja resentimiento.

Por lo tanto, no temas decirle a un amigo que precisas tiempo para ti. Puesto que el amor cristiano “no busca sus propios intereses”, por lo común un amigo de verdad tratará de ser comprensivo (1 Corintios 13:4, 5; Proverbios 17:17). “En el período anterior a los exámenes finales —escribe una joven—, mis amigos me dieron todo su apoyo y comprensión. Me sentía con la confianza de pedirles que me dejaran cuando necesitaba tiempo para estudiar. Me resulta fácil ser sincera con ellos, pues saben que todos tenemos obligaciones.”

Por supuesto, la regla áurea requiere que trates con la misma consideración a tus amigos (Mateo 7:12). Una joven llamada Tamara escribe: “Sin duda alguna, el tener muchas responsabilidades me ha hecho más consciente de que mi amiga necesita tiempo para sí”. Y cuando Tamara tiene trabajo en casa, sus amigas no insisten en que lo termine cuanto antes o en que lo postergue. Más bien, Tamara dice: “Por lo general me ayudan para estar juntas después”. Esos amigos altruistas son como un tesoro, y vale la pena pasar tiempo a su lado.

“Ensánchense”

Hay otra razón que hace aconsejable establecer cierto margen en una amistad. Si volcamos todo el tiempo y los sentimientos en una sola persona, pudiéramos tender a descuidar otros afectos importantes, como el de nuestros padres y hermanos, y el de otros cristianos. También restringimos en buena medida nuestro crecimiento emocional y espiritual. La Biblia dice: “Con hierro, el hierro mismo se aguza. Así un hombre aguza el rostro de otro” (Proverbios 27:17). Es evidente que apenas podrás ‘aguzarte’ si te juntas con una sola persona, especialmente si esa persona es igual que tú.

Por consiguiente, la Biblia desaconseja que nos hagamos exclusivistas, estrechos de miras o excluyentes al escoger a los amigos. Nos insta a ‘ensancharnos’ (2 Corintios 6:13). “Hasta si tienes una relación especial con alguien —aconseja el libro Moods and Feelings (Estados de ánimo y sentimientos)—, es importante que también saques tiempo para ver a otros amigos.”

Ese consejo no siempre es fácil de seguir. Un joven cristiano llamado Michael dice: “Troy y yo lo hacíamos todo juntos, tanto en el plano espiritual como para divertirnos. Éramos inseparables. Entonces otro joven Testigo se mudó a la congregación. Él y yo queríamos servir juntos de evangelizadores de tiempo completo, así que empecé a pasar tiempo a su lado”. ¿La consecuencia? “Troy dejó de hablarme —dice Michael—, y después de que intenté inútilmente la reconciliación, yo dejé de hablarle a él. Así estuvimos un año.” Él califica su amistad de “celosamente posesiva”.

En una relación equilibrada, sin embargo, los amigos no se tratan como si fueran posesiones. Así que si un amigo se enfada cuando intentes ensancharte, es preciso que tengas una conversación franca con él. Tal vez solo necesite estar seguro de que aún aprecias su amistad. Hazle ver que seguirás haciendo cosas con él.

Hay que reconocer que a tu amigo posiblemente le lleve tiempo hacerse a la idea. Por ejemplo, Zaneta, de 16 años, tuvo accesos de celos cuando su amiga íntima comenzó a estar con otras personas. Pero ella dice que se sobrepuso a esos sentimientos “gracias a la oración y al estudio personal de la Biblia”. De esa forma mantuvo una relación estrecha con su amiga. Troy, el amigo de Michael, también superó sus celos iniciales, y volvieron a tener una buena amistad. Puede que tu amigo haga lo mismo. En realidad, ensancharse resulta a la larga en beneficios para todos. Debbie, de 17 años, observa que cuando sus amigas hacen nuevas amigas, “estas a menudo llegan a ser [sus] amigas también”.

Ahora bien, ¿y si tu amigo sencillamente se niega a aceptar esos cambios en la relación? Puede que no te quede más remedio que separarte de él. Sin embargo, ¿por qué no preguntas a tus padres antes de darlo todo por perdido? Al fin y al cabo, tus padres piadosos son en realidad tus mejores amigos. Y es posible que te den sugerencias prácticas para ayudarte a salvar dicha amistad sin sacrificar el margen de libertad que necesitas.

Pasa tiempo con los amigos adecuados

Un toque de atención: ensancharte no significa que tengas que hacerte amigo de cualquiera. Un libro sobre la amistad explica: “Es natural que llegues a ser como las personas con las que pasas mucho tiempo. A veces sucede sin que lo percibas. Es posible que te pongas a pensar y a actuar como tus compañeros, independientemente de cuáles sean tus propios sentimientos. De esa manera, el grupo puede llegar a dominarte”. La Biblia expresó esta misma idea hace miles de años, al decir: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal” (Proverbios 13:20).

Puede que en la escuela o en el empleo tengas que estar con personas que no se interesan en servir a Jehová. Pero a la hora de escoger amigos íntimos, acuérdate del consejo bíblico: “Las malas amistades destruyen los buenos caracteres” (1 Corintios 15:33, Comentario al Nuevo Testamento, de William Barclay).

Recuerda, también, que más importante que cualquier amistad humana es la de nuestro Creador, Jehová Dios. Debbie, citada antes, tiene varios buenos amigos. Sin embargo, su consejo es que “nos aseguremos de que Jehová siempre esté primero”. Así lo hizo el fiel Abrahán de la antigüedad, y Jehová lo llamó especialmente “mi amigo” (Isaías 41:8). Y piensa en esto: a Jehová no le molesta que estés con amigos que también lo aman; de hecho, te anima a ello. ¡Es un Amigo de verdad!

[Ilustración de la página 18]

Los auténticos amigos comprenden la mutua necesidad de disponer de tiempo para sí

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir