Capítulo 20
La vida y la sangre... ¿las trata usted como cosas sagradas?
1. a) ¿Cómo considera Dios la vida? b) ¿Cómo podemos demostrar que apreciamos el don divino de la vida?
NO DEBERÍA sorprendernos el que el punto de vista de Dios en cuanto a la vida sea muy diferente del que tiene el mundo. Para Dios, la vida humana es sagrada. ¿La considera usted así? Dependemos completamente de Dios, quien “da a todos vida y aliento y todas las cosas” (Hech. 17:25-28; Sal. 36:9). Si compartimos el punto de vista de Dios, protegeremos nuestra vida. Pero no violaremos la ley divina en un intento por salvar nuestra vida actual. Atesoramos la promesa de Dios de que él dará vida eterna a los que verdaderamente ejerzan fe en su Hijo. (Mat. 16:25, 26; Juan 6:40; Jud. 21.)
2. ¿La actitud de quién para con la vida refleja el mundo, y a qué clase de razonamiento conduce esto a veces?
2 En contraste, Jesús dijo que Satanás el Diablo, el gobernante de este mundo, “era homicida cuando principió” (Juan 8:44; 12:31). Desde el mismo principio de su proceder de rebelión Satanás trajo muerte a la humanidad. La violenta historia del mundo refleja su espíritu. Pero Satanás también puede presentar una imagen aparentemente diferente. Así, hombres en los cuales influye el pensamiento de éste alegan que aunque esté bien el que usted sea religioso, cuando la vida está en juego le sería provechoso a usted prestar atención al consejo “de perito” que ellos dan, en vez de citar de la Biblia (compare con 2 Corintios 11:14, 15). Cuando usted se vea ante una situación que aparentemente sea de vida o muerte, ¿en qué dirección se inclinará su corazón? Por supuesto, nuestro deseo debe ser agradar a Jehová.
3. a) ¿Por qué debemos estar especialmente interesados en lo que la Biblia dice acerca de la sangre? b) Lea Génesis 9:3-6 y Hechos 15:28, 29, y entonces conteste con estos textos bíblicos las preguntas que se dan en el párrafo.
3 La Palabra de Dios revela una relación íntima entre la vida y la sangre, cuando dice: “El alma [o vida] de la carne está en la sangre”. Tal como la vida es sagrada, así, también, Dios ha hecho sagrada la sangre. Es algo que pertenece a él, y que se ha de usar solamente como él aprueba (Lev. 17:3, 4, 11; Deu. 12:23). Por eso hacemos bien en considerar con cuidado lo que él requiere de nosotros respecto a la sangre.
Lea Génesis 9:3-6
¿Qué prácticas del área donde usted vive exigen que usted se mantenga alerta para no consumir sangre animal?
En vista de lo que se dice en el Gé 9 versículo 4 acerca de la sangre animal, ¿cómo reaccionaría usted ante el que se bebiera sangre humana (algo que se hacía en ocasión de encuentros entre gladiadores romanos)?
Como se muestra en los versículos Gé 9:5 y 6, ¿a quiénes, principalmente, tiene uno que responder por el derramamiento de sangre humana?
Lea Hechos 15:28, 29
¿Declara esto que los requisitos aplicarían durante solamente un período limitado? ¿Aplican a nosotros?
¿Queda excluida la sangre humana por el lenguaje que se usa aquí?
¿Indica este texto que se pudieran hacer excepciones en casos de emergencia?
4. Como se considera aquí, ¿qué acción muestran las Escrituras que uno quizá tenga que tomar para no participar en culpa por derramamiento homicida de sangre?
4 En cuanto a la sangre humana, no podemos suponer que por simplemente abstenernos del asesinato nos mantenemos libres de culpa. Las Escrituras muestran que si somos parte de alguna organización que es culpable de derramamiento homicida de sangre delante de Dios tenemos que cortar los lazos que nos unen a esa organización si no queremos participar en sus pecados (Rev. 18:4, 24; Miq. 4:3). Tal acción merece atención urgente.
5. ¿Qué relación existe entre la diligencia en el ministerio del campo y el hallarse uno libre de culpa por derrame de sangre?
5 En el caso de los siervos de Dios a quienes él ha comisionado para que den advertencia de la destrucción que vendrá en la gran tribulación, el que ellos permanezcan libres de culpa por derramamiento de sangre exige que proclamen fielmente ese mensaje (compare con Ezequiel 3:17-21). El apóstol Pablo se consideraba deudor a personas de toda clase debido al ministerio que se le había asignado. Solamente se sentía libre de responsabilidad por la sangre de estas personas después de haber dado testimonio cabal a ellas acerca de la provisión de Dios para la salvación (Rom. 1:14, 15; Hech. 18:5, 6; 20:26, 27). ¿Refleja su diligencia en el ministerio del campo que usted también está al tanto de la responsabilidad que tienen todos los testigos de Jehová?
6. ¿Qué conexión hay entre el evitar accidentes y el respeto a lo sagrado de la vida?
6 También deben preocuparnos seriamente los accidentes en que ocurren muertes. Bajo la Ley mosaica no se consideraba sin culpa a las personas que, por accidente, causaban la muerte de su semejante humano. Se imponían penas (Éxo. 21:29, 30; Deu. 22:8; Núm. 35:22-25). Si tomamos a pecho el principio envuelto en esto, ejerceremos cuidado para no contribuir a ningún accidente mortífero por la manera como conducimos un vehículo, por tontamente correr algún riesgo o por permitir que en nuestro hogar o en nuestro lugar de negocio existan condiciones inseguras. ¿Muestra su actitud en cuanto a estas cosas que usted tiene plena comprensión de lo sagrado de la vida?
¿QUÉ HAY DEL USO MÉDICO DE LA SANGRE?
7. a) ¿Es compatible con lo sagrado de la sangre la transfusión de sangre de un humano a otro? b) ¿Por qué no es razonable limitar el mandato de ‘abstenerse de sangre’ a las prácticas que eran comunes en el primer siglo?
7 Aunque no se trata de una práctica nueva, particularmente en el siglo XX se ha dado uso extenso a la sangre para transfusiones, con la intención de sostener la vida. Tanto la sangre completa como componentes principales de la sangre se usan de este modo. Por supuesto, esos procedimientos médicos no garantizan que el paciente no haya de morir. De hecho, a veces la muerte viene como resultado directo de tal uso de la sangre. Pero algo más importante es esto: ¿Aplica a esta práctica médica el requisito bíblico de que nos ‘abstengamos de sangre’? ¡Sí! Admitir en el cuerpo de uno sangre de cualquier otra criatura, humana o animal, viola la ley divina. Muestra que no se hace caso del hecho de que la sangre es sagrada (Hech. 15:19, 20). No hay base para restringir el mandato de ‘abstenerse de sangre’ a las prácticas que eran corrientes en el primer siglo, y así excluir las técnicas médicas de hoy día. Razone sobre el asunto: ¿Quién alegaría que el mandato de la Biblia contra el asesinato no incluía el quitar la vida humana ilegalmente mediante un revólver, puesto que la invención de la pólvora tuvo lugar en el siglo X? Y, ¿sería razonable afirmar que la prohibición de la borrachera aplicaba solo con relación a bebidas que se conocían en el primer siglo y no a las fuertes bebidas alcohólicas de nuestros tiempos? Para las personas que verdaderamente desean agradar a Dios, el mensaje que comunica el mandato de ‘abstenerse de sangre’ es claro.
8. a) ¿Cómo puede usted determinar si cierto procedimiento médico es propio o no para un cristiano? b) Si un médico sugiere sacarle parte de su propia sangre, almacenarla y después devolverla a su cuerpo durante una operación, ¿qué principios bíblicos pudieran ayudarle a tomar una decisión sana? c) ¿Cómo pudiera alguien razonar respecto a un tratamiento que requiera que la sangre circule a través de equipo que esté fuera del cuerpo?
8 No obstante, la complejidad de algunos procedimientos médicos quizá haga surgir preguntas. ¿Cómo pueden resolverse éstas? Primero, pida que su médico le dé una explicación clara del procedimiento que se intenta usar. Entonces analícelo con oración a la luz de los principios bíblicos. El médico quizá sugiera que usted permita que le saquen alguna de su propia sangre y la almacenen para usarla, si se hace necesario, durante una operación posterior. ¿Concordaría usted con eso? Recuerde que, según la Ley de Dios dada mediante Moisés, la sangre que se quitaba de una criatura había de ser derramada en el suelo (Deu. 12:24). Hoy nosotros no estamos bajo el código de la Ley, pero el mensaje implícito es que la sangre es sagrada y que, cuando se quita o remueve del cuerpo de una criatura, debe ser devuelta a Dios mediante el derramarla sobre el estrado de sus pies, la Tierra (compare con Mateo 5:34, 35). Por eso, ¿cómo pudiera ser apropiado el almacenar su sangre (aunque sea por un tiempo relativamente corto) y entonces meterla de nuevo en su cuerpo? Pero ¿qué hay si el médico dice que, durante una intervención quirúrgica, o mientras se administra otro tratamiento, su sangre sería conducida a través de cierto equipo fuera de su cuerpo y entonces volvería inmediatamente a él? ¿Consentiría usted en eso? Algunos han pensado que, con conciencia clara, podrían permitir esto, con tal que el equipo sea cebado con un fluido que no venga de la sangre. Han considerado el equipo externo como una extensión de su propio sistema circulatorio. Por supuesto, las situaciones varían, y es usted quien tiene que decidir. Pero su decisión debe dejarlo con una conciencia limpia delante de Dios. (1 Ped. 3:16; 1 Tim. 1:19.)
9. a) Para asegurarse de que se respete su decisión de ‘abstenerse de sangre’, ¿qué precauciones debe tomar usted? b) Hasta en el caso de una emergencia, ¿cómo puede a veces evitarse un careo desagradable? c) Si un médico o un tribunal tratara de obligar la aceptación de una transfusión de sangre, ¿qué haría usted?
9 Para asegurarse de que su médico respete su decisión de ‘abstenerse de sangre’, hable con él antes de que surja alguna emergencia médica. Si es necesario ingresar en un hospital para recibir tratamiento, tome la precaución de solicitar por escrito que no se use sangre, y también hable de ello personalmente con el médico que se ha de encargar de su caso. Pero ¿qué sucede si hay una emergencia inesperada? Frecuentemente se pueden evitar careos desagradables si se tiene una consideración respetuosa y razonable con el médico y se le insta a usar sus habilidades para ayudar, pero con respeto para la conciencia cristiana del paciente (Pro. 15:1; 16:21, 23). Sin embargo, si cierto personal médico, quizá con buenas intenciones, insiste en que el negarnos a aceptar sangre pone en peligro nuestra vida y por eso trata de obligarnos a acceder, entonces ¿qué? La fe en lo correcto de los caminos de Jehová debería hacernos firmes. La lealtad a Jehová debería llevarnos a resistir con resolución, porque escogemos obedecer a Dios antes que a los hombres. (Hech. 5:29; compare con Job 2:4; Proverbios 27:11.)
¿CUÁN SERIO ES ESTE ASUNTO?
10. ¿Por qué no cambiaría nuestro punto de vista sobre este asunto la alegación de que se necesitaría una transfusión para salvar una vida?
10 Puede ser que a las personas que todavía no conocen a Jehová los argumentos a favor de las transfusiones de sangre a veces parezcan mostrar gran estima a lo sagrado de la vida. Pero no olvidamos que muchos que razonan de este modo también aprueban tácitamente la destrucción de la vida mediante el aborto. Jehová sabe más acerca de la vida y la sangre que cualquier “perito” médico. Todos Sus mandamientos han resultado ser para bien nuestro, y protegen nuestra vida actual y nuestras perspectivas respecto al futuro (Isa. 48:17; 1 Tim. 4:8). ¿Difiere de algún modo de esto el mandato de ‘abstenernos de sangre’?
11. a) ¿Cuál era el único uso de la sangre que Jehová permitía a los israelitas? b) ¿Por qué es esto muy importante para nosotros como cristianos?
11 La seriedad de respetar lo sagrado de la sangre recibe énfasis por lo que Jehová dijo acerca del único uso que se podría dar a la sangre. “El alma de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes para hacer expiación por sus almas, porque la sangre es lo que hace expiación por el alma en ella. Es por eso que he dicho a los hijos de Israel: ‘Ninguna alma de ustedes debe comer sangre’” (Lev. 17:11, 12). Toda la sangre animal que se derramó sobre el altar de Jehová en armonía con ese requisito prefiguró la sangre preciosa de Jesucristo (Heb. 9:11, 12; 1 Ped. 1:18, 19). Así, lo sagrado de la sangre de Jesús mismo recibe énfasis por la ley de Dios que prohíbe cualquier otro uso de la sangre. De esto se puede ver que cualquier mal uso de la sangre muestra crasa falta de respeto a la provisión de Jehová para la salvación mediante su Hijo.
12. Si un cristiano verdadero se enfrenta a la muerte, ¿por qué no recurriría a un mal uso de la sangre en un intento por mantenerse vivo?
12 Cuando nos enfrentamos a una situación de vida o muerte, ¡qué miope sería por parte de nosotros el que le volviéramos la espalda a Dios! Aunque apreciamos los servicios de los médicos concienzudos, no tratamos desesperadamente de mantenernos vivos nosotros mismos, o mantener vivos a personas a quienes amamos, por unos cuantos días o años más mediante violar la ley de Dios, como si esta vida fuera todo lo que hay. Tenemos fe en el valor de la sangre derramada de Jesús y en la vida eterna que esa sangre hace posible. Con todo el corazón creemos que los siervos fieles de Dios —hasta los que mueren— serán recompensados con vida eterna. (Juan 11:25; 1 Tim. 4:10.)
CONSIDERACIÓN DE REPASO
● ¿Qué hace que la vida y la sangre sean sagradas? ¿Por qué arguye el mundo a favor de un punto de vista diferente?
● En cuanto a los animales, ¿cómo mostramos respeto por lo sagrado de la sangre de ellos?
● ¿De qué varias maneras debemos mostrar todos que tratamos como sagrada la vida humana? ¿Cuán importante es hacer eso?