Julio
Lunes 1 de julio
Sé un ejemplo para los fieles por tu manera de hablar (1 Tim. 4:12).
Como Jehová nos quiere, nos dio la capacidad de hablar. Pero ese regalo se usó mal. Satanás le mintió a Eva, y por culpa de esa mentira los seres humanos somos pecadores e imperfectos (Gén. 3:1-4). Adán no usó bien la capacidad de hablar cuando culpó a Eva y al propio Jehová de sus errores (Gén. 3:12). Caín le mintió a Jehová después de haber matado a su hermano, Abel (Gén. 4:9). Hoy día es casi imposible encontrar una película que no tenga lenguaje grosero. Y este es el tipo de lenguaje que se usa en los centros escolares y en el trabajo. Si no tenemos cuidado, podríamos acostumbrarnos tanto a escuchar malas palabras que hasta empezáramos a decirlas nosotros. Como los cristianos queremos agradar a Jehová, no solo evitaremos el lenguaje obsceno, sino que nos esforzaremos por usar la capacidad de hablar de la manera correcta: para alabar a Jehová. w22.04 4 párrs. 1-3
Martes 2 de julio
No pueden ser esclavos de Dios y a la vez de las Riquezas (Mat. 6:24).
Jesús tenía un criterio equilibrado de las cosas materiales. Disfrutaba de la comida y la bebida (Luc. 19:2, 6, 7). En una ocasión, convirtió el agua en vino de la más alta calidad, y ese fue su primer milagro (Juan 2:10, 11). Además, el día de su muerte llevaba una túnica costosa (Juan 19:23, 24). Pero las cosas materiales no eran lo más importante en su vida. Jesús enseñó que, si buscamos primero el Reino, Jehová se encargará de que tengamos lo necesario (Mat. 6:31-33). Muchos se han beneficiado de seguir los sabios consejos de Jehová relacionados con el dinero. Veamos el ejemplo de un hermano soltero llamado Daniel. Él cuenta: “Cuando era adolescente, decidí que servir a Jehová sería lo más importante en mi vida”. Como Daniel se ha esforzado por llevar una vida sencilla, ha podido usar su tiempo y sus habilidades para colaborar en labores de socorro y servir en Betel. Añade: “No hay dinero en el mundo que se pueda comparar con todas las bendiciones que Jehová me ha dado”. w22.05 21, 22 párrs. 6, 7
Miércoles 3 de julio
Jehová los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa (1 Ped. 2:9).
Una manera de demostrar nuestro amor por la verdad es estudiando con frecuencia la Biblia y nuestras publicaciones. Al fin y al cabo, no importa cuánto tiempo llevemos en la verdad, siempre hay cosas que aprender. Para estudiar, debemos esforzarnos, pero vale la pena hacerlo. No a todos nos gusta leer y estudiar, pero Jehová nos pide que sigamos buscando su conocimiento con la meta de entender mejor la verdad (Prov. 2:4-6). Si lo hacemos con empeño, siempre saldremos ganando. Un hermano llamado Corey dice que, cuando hace su lectura de la Biblia, se centra en un solo versículo a la vez. Explica: “Leo las notas a pie de página, busco las referencias marginales y me pongo a investigar. [...] Así le saco el jugo a mi lectura”. Sea que usemos este método o no, si le dedicamos tiempo y esfuerzo al estudio de la Biblia, demostramos que valoramos la verdad (Sal. 1:1-3). w22.08 17 párr. 13; 18, 19 párrs. 15, 16
Jueves 4 de julio
Yo estuve junto a él como un obrero experto. Día tras día su mayor alegría era yo, y siempre me sentía feliz delante de él (Prov. 8:30).
Cuando Jesús estuvo en la Tierra, usó la creación para enseñarles a sus discípulos varias lecciones sobre su Padre. Veamos una. Jehová le demuestra su amor a todo el mundo. En el Sermón del Monte, Jesús les habló a sus discípulos de dos aspectos de la creación que mucha gente da por sentados: la luz del sol y la lluvia. Estas dos cosas son imprescindibles para la vida. En vez de privar a quienes no le sirven de estos elementos, Jehová, que es un Dios amoroso, permite que todo el mundo se beneficie de estos regalos (Mat. 5:43-45). Jesús usó este ejemplo para enseñarles a sus discípulos que Jehová quiere que les mostremos amor a todas las personas. Cuando veamos un atardecer espectacular o disfrutemos de una llovizna refrescante, pensemos en el amor y la imparcialidad de Jehová. Su ejemplo nos puede motivar a demostrar esa clase de amor predicándole a todo el mundo. w23.03 17 párrs. 9, 10
Viernes 5 de julio
Me quedé totalmente asombrado (Apoc. 17:6).
¿Qué fue lo que dejó asombrado al apóstol Juan? Una mujer que estaba sentada sobre una bestia salvaje de color rojo escarlata. Se la representa como una “gran prostituta”, y su nombre es “Babilonia la Grande”. Ella tiene “relaciones sexuales inmorales” con “los reyes de la tierra” (Apoc. 17:1-5). ¿Qué es “Babilonia la Grande”? Esta mujer no puede representar a una organización política porque Apocalipsis dice que tiene relaciones sexuales inmorales con los líderes políticos del mundo (Apoc. 18:9). El hecho de que vaya sentada sobre la bestia salvaje muestra que ella intenta controlarlos. Y tampoco puede representar a las codiciosas organizaciones comerciales del mundo de Satanás, pues Apocalipsis habla de ellas más adelante y las llama “los comerciantes de la tierra” (Apoc. 18:11, 15, 16). La antigua Babilonia era una ciudad donde abundaba la religión falsa. Así que Babilonia la Grande tiene que representar la adoración falsa en todas sus formas. De hecho, es el conjunto de religiones falsas que hay en el mundo (Apoc. 17:5, 18). w22.05 11 párrs. 14-16
Sábado 6 de julio
Su adversario, el Diablo, anda a su alrededor como un león rugiente tratando de devorar a alguien (1 Ped. 5:8).
Puede que una madre a veces se pregunte si sus hijos tomarán la decisión de servir a Jehová. Al fin y al cabo, los padres saben muy bien que sus hijos se enfrentan a muchas presiones en el mundo de Satanás. Por si esto fuera poco, muchas madres tienen la dificultad de criar a sus hijos sin un esposo o con un esposo que no sirve a Jehová. Ahora bien, llegar al corazón de un hijo para que se convierta en un siervo fiel de Jehová no es un desafío únicamente para los padres que están solos en la verdad. También es un reto cuando ambos sirven a Jehová. Si usted está sola en la verdad, no tiene por qué preocuparse. Jehová está ahí para ayudarla. Hable con otros padres para ver cómo usan ellos en la adoración en familia las herramientas que da la organización (Prov. 11:14). Además, pídale a Jehová que la ayude a comunicarse bien con sus hijos para saber lo que de verdad piensan y sienten (Prov. 20:5). w22.04 17 párrs. 4, 7; 18 párr. 9
Domingo 7 de julio
Sigo pidiendo en mis oraciones que el amor de ustedes se haga cada vez más abundante con conocimiento exacto y pleno discernimiento (Filip. 1:9).
Una forma de alimentar nuestro amor por Jehová es conociendo mejor a su Hijo, que refleja a la perfección la personalidad de su Padre (Heb. 1:3). Y la mejor manera de conocer a Jesús es estudiando los cuatro Evangelios. Joven, ¿tienes la buena costumbre de leer la Biblia todos los días? Si todavía no la tienes, puedes empezar ahora. Cuando leas lo que hizo y dijo Jesús, fíjate en su personalidad. Era una persona accesible y cercana; hasta tomaba a los niñitos en sus brazos (Mar. 10:13-16). Hacía que sus discípulos se sintieran a gusto cuando estaban con él; por eso ellos le decían con toda libertad lo que pensaban (Mat. 16:22). Jesús era así porque su Padre celestial es así. Jehová es muy accesible. Por eso podemos orarle y decirle todo lo que tenemos en el corazón. Y lo hacemos con la seguridad de que no pensará mal de nosotros. Él nos ama y se preocupa por nosotros (1 Ped. 5:7). w22.08 3 párrs. 4, 5
Lunes 8 de julio
Tú, oh, Jehová, eres bueno y estás dispuesto a perdonar (Sal. 86:5).
Como Jehová es nuestro Creador, lo sabe todo de nosotros. ¿No es impresionante pensar que conoce en detalle a cada persona que vive en este planeta? (Sal. 139:15-17). Así que puede ver todas las imperfecciones que hemos heredado de nuestros padres. Y eso no es todo. Él está al tanto de cada una de las vivencias que han influido en nuestra forma de ser. ¿Qué hace Jehová con toda esta información? Conocernos tan a fondo lo impulsa a mostrarnos misericordia (Sal. 78:39; 103:13, 14). Jehová ha demostrado que quiere perdonarnos. Él comprende muy bien que por culpa de lo que hizo el primer hombre, Adán, la maldición del pecado y la muerte cayó sobre todos nosotros (Rom. 5:12). Y no podíamos hacer nada para liberarnos a nosotros mismos ni a nadie de esta maldición (Sal. 49:7-9). Pero Dios sintió compasión e hizo algo para liberarnos. Como se explica en Juan 3:16, por amor Jehová envió a su Hijo unigénito a morir por nosotros (Mat. 20:28; Rom. 5:19). w22.06 3 párrs. 5, 6
Martes 9 de julio
El hombre bueno se beneficia a sí mismo (Prov. 11:17).
En los días de Job, Jehová dejó claro que él nos perdonará si perdonamos a los demás. Este siervo fiel de Dios había tenido que soportar los comentarios hirientes de tres hombres: Elifaz, Bildad y Zofar. Jehová le ordenó a Job que orara por ellos. Y, cuando Job lo hizo, Jehová lo recompensó (Job 42:8-10). Guardar rencor nos perjudica. El rencor es como una carga, y Jehová quiere que nos quitemos ese peso de encima (Efes. 4:31, 32). Nos aconseja: “Deja de lado la ira, renuncia a la furia” (Sal. 37:8). Seguir este consejo nos beneficia porque el rencor es malo para la salud física y mental (Prov. 14:30). Guardarle rencor a alguien es como tomar veneno: solo nos hacemos daño a nosotros mismos. Así que, cuando perdonamos a los demás, nos hacemos un regalo a nosotros mismos. Nos sentimos en paz y podemos seguir adelante sirviendo a Jehová. w22.06 10 párrs. 9, 10
Miércoles 10 de julio
Pongámonos la coraza de la fe y el amor, y el casco de la esperanza de la salvación (1 Tes. 5:8).
La esperanza cristiana es como un casco que nos protege la mente y nos ayuda a no llevar una vida de autocomplacencia, que arruine nuestra amistad con Jehová (1 Cor. 15:33, 34). El casco de la esperanza también nos protege de la idea de que no vale la pena esforzarnos por agradar a Jehová. Recordemos que Elifaz, uno de los falsos amigos de Job, le dijo algo parecido: “¿Cómo puede ser puro el hombre mortal [...]?”. Luego añadió: “Mira, Dios no confía en sus santos, y ni siquiera los cielos son puros a sus ojos” (Job 15:14, 15). ¡Qué gran mentira! Recordemos que es Satanás el que quiere que pensemos así. Él sabe que, si seguimos dándole vueltas a esta idea, iremos perdiendo la esperanza. Por lo tanto, luchemos contra esta mentira. Nunca dudemos de que Jehová quiere que todos sus siervos vivamos para siempre y de que nos ayudará a alcanzar esa meta (1 Tim. 2:3, 4). w22.10 25, 26 párrs. 8-10
Jueves 11 de julio
Job no pecó con sus labios (Job 2:10).
Satanás quería que Job pensara que estaba sufriendo porque ya no tenía la aprobación de Jehová. Con esa intención, usó un viento fuerte para que se cayera la casa donde estaban los 10 hijos de Job disfrutando de un banquete (Job 1:18, 19). También hizo que cayera fuego del cielo y matara no solo a los rebaños de Job, sino también a los sirvientes que los cuidaban (Job 1:16). Está claro que ese viento y ese fuego no eran simples fenómenos naturales. Así que Job llegó a la conclusión de que Jehová los había mandado, y eso lo llevó a pensar que había hecho algo que disgustaba a Jehová. A pesar de todo, Job se negó a maldecir a su Padre celestial. Reconoció que a lo largo de los años Jehová le había dado muchas cosas buenas y que, así como había aceptado lo bueno, tenía que aceptar las cosas malas. Por eso dijo: “Que siga siendo alabado el nombre de Jehová” (Job 1:20, 21). w22.06 21 párr. 7
Viernes 12 de julio
Toda la gente los odiará por causa de mi nombre. Pero el que aguante hasta el fin será salvado (Mar. 13:13).
Jesús les dio a sus discípulos una advertencia parecida, que se encuentra en Juan 17:14. No cabe duda de que hemos visto el cumplimiento de esa profecía, especialmente en los últimos 100 años. ¿Por qué lo decimos? Jesús se convirtió en el Rey Mesiánico en 1914 y poco después expulsó a Satanás del cielo. Ahora el Diablo solo puede ejercer su influencia en la Tierra y está esperando su destrucción (Apoc. 12:9, 12). Pero no está esperando de brazos cruzados. Con furia y desesperación, ataca al pueblo de Dios (Apoc. 12:13, 17). Esa es la razón por la que el mundo nos odia hoy más que nunca. Pero no tenemos por qué temer a Satanás y a sus seguidores. Al contrario, podemos tener la misma certeza que tenía el apóstol Pablo, quien escribió: “Si Dios está de nuestra parte, ¿quién podrá estar en contra de nosotros?” (Rom. 8:31). Podemos confiar por completo en Jehová. w22.07 18 párrs. 14, 15
Sábado 13 de julio
Las buenas noticias del Reino se predicarán en toda la tierra habitada (Mat. 24:14).
Jesús estaba seguro de que durante la conclusión del sistema habría suficientes trabajadores. Sabía que se cumplirían estas palabras proféticas: “Tu pueblo se ofrecerá voluntariamente el día en que dirijas a tus fuerzas militares” (Sal. 110:3). Si usted predica las buenas noticias, está apoyando a Jesús y al esclavo fiel, y participando en el cumplimiento de esta profecía. La predicación se está llevando a cabo, pero hay algunos obstáculos. Uno de ellos es la oposición. Apóstatas, políticos y líderes religiosos esparcen muchas mentiras sobre nuestra obra. Si nuestros familiares, conocidos y compañeros de trabajo las creen, quizás intenten que dejemos de servir a Jehová y de predicar. En algunos países, nuestros enemigos nos amenazan, nos atacan, nos detienen y hasta nos encarcelan. w22.07 8 párr. 1; 9 párrs. 5, 6
Domingo 14 de julio
Tenemos que pasar por muchas dificultades para entrar en el Reino de Dios (Hech. 14:22).
Jehová espera que tengamos la costumbre de estudiar la Biblia y que reflexionemos en lo que leemos. Si ponemos en práctica lo que aprendemos, nuestra fe y nuestra amistad con él se harán más fuertes. Y eso nos dará fuerzas para aguantar. Por otra parte, si confiamos en su Palabra, Jehová nos dará su espíritu santo. Con ese espíritu, tendremos “el poder que va más allá de lo normal” para aguantar cualquier prueba que se presente (2 Cor. 4:7-10). Con el apoyo de Jehová, “el esclavo fiel y prudente” nos da muchísimos artículos, videos y canciones que nos ayudan a tener una fe fuerte y a estar vigilantes en sentido espiritual (Mat. 24:45). Jehová ha enseñado a sus siervos a amarse y consolarse unos a otros en los momentos de angustia (2 Cor. 1:3, 4; 1 Tes. 4:9). Nuestros hermanos y hermanas desean ayudarnos a ser fieles cuando pasamos por dificultades. w22.08 12, 13 párrs. 12-14
Lunes 15 de julio
Hagan todo lo posible por mantener la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz (Efes. 4:3).
Hablando abiertamente de las buenas cualidades que vemos en los demás contribuimos a que los hermanos se quieran más y sean mejores amigos. Puede que a veces hasta los cristianos maduros tengan un desacuerdo o incluso una discusión con otros. Eso les pasó al apóstol Pablo y a Bernabé, que eran buenos amigos. El motivo de su desacuerdo fue si debían llevar o no a Marcos en su siguiente viaje misional. ¿Cómo acabó la discusión? La Biblia dice: “Esto provocó un fuerte estallido de ira, y cada uno se fue por su lado” (Hech. 15:37-39). Pero Pablo, Bernabé y Marcos arreglaron las cosas. Tiempo después, Pablo habló bien de Bernabé y de Marcos (1 Cor. 9:6; Col. 4:10). Nosotros también debemos resolver cualquier diferencia que tengamos con otros hermanos de la congregación y centrarnos en sus buenas cualidades. De ese modo, fomentaremos la paz y la unidad. w22.08 23 párrs. 10, 11
Martes 16 de julio
Dejen de juzgar, para que no sean juzgados (Mat. 7:1).
Aunque nos esforzamos por vivir según las normas justas de Jehová, no debemos juzgar a otros ni pensar que somos más justos que ellos. Tenemos presente que Jehová es “el Juez de toda la tierra” (Gén. 18:25). Él no nos ha nombrado jueces. Pensemos en el ejemplo de José, que era un hombre justo. Él no juzgó a los demás, ni siquiera cuando lo trataron mal. Sus propios hermanos lo maltrataron, lo vendieron como esclavo y le hicieron creer a su padre que había muerto. Años más tarde, José se reencontró con ellos. Ahora que era un gobernante poderoso, podía haberlos juzgado con dureza y haberse vengado. Eso es justo lo que sus hermanos temían que hiciera, aunque estaban muy arrepentidos por lo que habían hecho. Pero José les aseguró: “No tengan miedo. ¿Acaso estoy yo en el lugar de Dios?” (Gén. 37:18-20, 27, 28, 31-35; 50:15-21). José fue humilde y pensó que solo Jehová tenía el derecho de juzgar a sus hermanos. w22.08 30 párrs. 18, 19
Miércoles 17 de julio
No dejes de hacerles el bien a quienes debes hacérselo si está a tu alcance ayudarlos (Prov. 3:27).
¿Sabía usted que Jehová lo puede utilizar para responder el ruego de algún hermano? No importa si somos ancianos, siervos ministeriales, precursores, publicadores, jóvenes, mayores, hombres o mujeres. Cuando alguien que ama a Jehová le suplica ayuda, nuestro Dios muchas veces se vale de los ancianos y de otros siervos suyos para que sean “una fuente de gran consuelo” para esa persona (Col. 4:11). Es un gran honor servir así a Jehová y a nuestros hermanos. Podemos hacerlo cuando surgen brotes epidémicos, en situaciones de emergencia o ante la persecución. Ahora bien, quizás tengamos todo el deseo de ayudar a otros, pero nuestra propia familia está sufriendo. Aun así, queremos ayudar a los hermanos, y a Jehová le hace feliz ver que hacemos todo lo que está a nuestro alcance (Prov. 19:17). w22.12 22 párrs. 1, 2
Jueves 18 de julio
Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros tal como yo los he amado (Juan 15:12).
El amor es la base de la confianza. Jesús dijo que los dos mandamientos más importantes son amar a Jehová y amar al prójimo (Mat. 22:37-39). Como amamos a Jehová, queremos ser como él, que es la persona más confiable que existe. Por ejemplo, el amor a nuestros hermanos nos impulsa a no divulgar sus asuntos personales. Jamás revelemos nada que pudiera herirlos o avergonzarlos. La humildad también nos ayudará a ser confiables. El cristiano humilde no intentará impresionar a los demás siendo el primero en dar una noticia (Filip. 2:3). Tampoco se hará el importante dando a entender que sabe cosas que no puede contar. Por otro lado, si somos humildes, no andaremos pregonando nuestras ideas personales sobre cuestiones que no se mencionan ni en la Biblia ni en nuestras publicaciones. w22.09 12 párrs. 12, 13
Viernes 19 de julio
El conocimiento verdadero se hará abundante (Dan. 12:4).
Un ángel le dijo a Daniel que el pueblo de Dios entendería mejor las profecías del libro de Daniel. Pero añadió: “Ningún malvado entenderá” (Dan. 12:10). Ahora es el momento de demostrar que no estamos en el grupo de los malvados (Mal. 3:16-18). Jehová está reuniendo a los que él considera su “propiedad especial”, o su posesión valiosa. ¿Verdad que queremos estar entre ellos? Sin duda vivimos en tiempos emocionantes. Pero pronto sucederán cosas aún más asombrosas. Se acerca el día en que desaparecerá toda la maldad. Después de eso, veremos cómo se cumplirá la promesa que Jehová le hizo a Daniel: “Al fin de los días te levantarás para recibir tu parte” (Dan. 12:13). ¿Está deseando usted que llegue el día en que Daniel, junto con sus seres queridos que han muerto, se levanten de nuevo? En tal caso, haga todo esfuerzo posible por ser fiel, y su nombre quedará escrito en el libro de la vida de Jehová. w22.09 24 párr. 17; 25 párrs. 19, 20
Sábado 20 de julio
Te envío (Ezeq. 2:3).
Esas palabras debieron animar mucho a Ezequiel. Seguro que recordaba que Jehová había usado palabras parecidas cuando eligió a Moisés y a Isaías para que fueran sus profetas (Éx. 3:10; Is. 6:8). Ezequiel también sabía que Jehová había ayudado a estos profetas a llevar a cabo tareas muy difíciles. Así que, cuando Dios le dijo dos veces: “Te envío”, él sabía que podía contar con su apoyo. Además, en el libro de Ezequiel encontramos muchas veces esta afirmación: “Recibí las palabras de Jehová” (Ezeq. 14:2). Y vez tras vez aparece la frase: “Recibí de nuevo las palabras de Jehová” (Ezeq. 6:1). De modo que el profeta no tenía ninguna duda de que era Jehová quien lo había enviado. Además, como su padre era sacerdote, seguro que le había enseñado que Jehová siempre les confirmaba a sus profetas que les daría todo su apoyo. De hecho, Jehová les había dicho a Isaac, Jacob y Jeremías: “Yo estoy contigo” (Gén. 26:24; 28:15; Jer. 1:8). w22.11 2 párr. 3
Domingo 21 de julio
Esto significa vida eterna (Juan 17:3).
Aunque Adán y Eva pecaron y por su culpa todos sus descendientes heredaron la muerte, Jehová no dejó a un lado su propósito (Is. 55:11). Él sigue queriendo que las personas fieles vivan para siempre. Piense en todas las cosas que Jehová ha dicho y hecho para cumplir su propósito. Él ha prometido que resucitará a las personas que han muerto y les dará la oportunidad de obtener la vida eterna (Hech. 24:15; Tito 1:1, 2). El fiel Job estaba seguro de que Jehová ansía resucitar a quienes han muerto (Job 14:14, 15). El profeta Daniel sabía que los seres humanos resucitarían y tendrían la oportunidad de vivir para siempre (Sal. 37:29; Dan. 12:2, 13). Los judíos del tiempo de Jesús también sabían que Jehová podía darles a sus siervos fieles “la vida eterna” (Luc. 10:25; 18:18). Jesús habló en muchas ocasiones de esta promesa y él mismo fue resucitado por su Padre (Mat. 19:29; 22:31, 32; Luc. 18:30; Juan 11:25). w22.12 5 párrs. 8, 9
Lunes 22 de julio
Yo, oh, Jehová, confío en ti (Sal. 31:14).
Jehová nos invita a estar cerca de él (Sant. 4:8). Desea ser nuestro Dios, nuestro Padre y nuestro amigo. Responde nuestras oraciones y nos ayuda cuando tenemos problemas. Además, nos enseña y nos cuida mediante su organización. Podemos acercarnos a Jehová orándole, leyendo su Palabra y meditando en ella. Esto hará que sintamos amor y gratitud por él. Desearemos darle toda la obediencia y alabanza que él tanto se merece (Apoc. 4:11). Mientras más lo conozcamos, más confiaremos en él y en la organización que ha puesto para cuidarnos. Sin embargo, el Diablo intenta ir debilitando nuestra confianza en Jehová y en su organización. Pero podemos hacerle frente. Si tenemos una fe sólida y una confianza absoluta en Jehová, no los abandonaremos ni a él ni a su organización (Sal. 31:13, 14). w22.11 14 párrs. 1-3
Martes 23 de julio
Estuvieron dispuestos a morir antes que servir y adorar a otro dios que no fuera su propio Dios (Dan. 3:28).
Muchos cristianos verdaderos han arriesgado su libertad y hasta su vida por amor a Jehová, su Rey Soberano. Están tan decididos a ser íntegros como los tres hebreos que se salvaron de morir en el horno de fuego por mantenerse fieles al Supremo. El salmista David sabía lo importante que es ser íntegros a los ojos de Dios. Escribió: “Jehová sentenciará a los pueblos. Júzgame, oh, Jehová, según mi rectitud, de acuerdo con mi integridad” (Sal. 7:8). Y también dijo: “Que la integridad y la rectitud me protejan” (Sal. 25:21). La mejor manera de vivir es siendo fieles a Jehová, sin violar nuestra lealtad. Así, nos sentiremos igual que el salmista que escribió: “Felices los que son íntegros [...], los que andan de acuerdo con la ley de Jehová” (Sal. 119:1, nota). w22.10 17 párrs. 18, 19
Miércoles 24 de julio
Sus cualidades invisibles se perciben por las cosas creadas (Rom. 1:20).
De todas las conversaciones que tuvo Job en su vida, seguro que la que más le impactó fue la que tuvo con Jehová. Jehová le dijo que se fijara en algunas cosas impresionantes de la creación. Eso lo ayudaría a saber lo sabio que es Jehová y a confiar en que él puede cuidar de sus siervos. Por ejemplo, Job pudo ver que, si Dios les da a los animales lo que necesitan para vivir, también podía hacer lo mismo por él (Job 38:39-41; 39:1, 5, 13-16). Al pensar en estos ejemplos de la creación, Job aprendió mucho sobre las cualidades de Dios. Nosotros también podemos aprender más sobre Dios al observar la creación. Pero puede que no siempre sea fácil hacerlo. Si vivimos en la ciudad, tal vez no tengamos mucho contacto con la naturaleza en nuestra vida diaria. Incluso si vivimos en una zona rural, puede que nos parezca que no tenemos tiempo para fijarnos en la creación, pero vale la pena sacar tiempo para observarla. w23.03 15 párrs. 1, 2
Jueves 25 de julio
El prudente ve el peligro y se esconde (Prov. 22:3).
Jesús dijo que antes del fin habría “grandes terremotos” y otras catástrofes (Luc. 21:11). También dijo que aumentaría la maldad, y esa maldad la vemos reflejada en la delincuencia, la violencia y los ataques terroristas (Mat. 24:12). Jesús nunca dijo que estas situaciones solo afectarían a quienes están lejos de Jehová. De hecho, muchos siervos fieles de Dios han sufrido por culpa de los desastres (Is. 57:1; 2 Cor. 11:25). Puede que Jehová no nos proteja milagrosamente de todas las situaciones de emergencia, pero sí nos dará lo necesario para que estemos tranquilos y en paz. Nos resultará más fácil sentirnos así si estamos preparados. ¿Pero no indicaría eso que nos falta confianza en Jehová? Al contrario. Si nos preparamos bien para una emergencia, en realidad demostramos que sí tenemos fe en que él nos cuidará. ¿Por qué decimos eso? Porque la Biblia nos aconseja que tomemos medidas de precaución ante los peligros. w22.12 18 párrs. 9, 10
Viernes 26 de julio
Dios me ha enviado aquí antes que a ustedes para salvar vidas (Gén. 45:5).
Mientras José estaba en la cárcel, Jehová hizo que el rey de Egipto tuviera dos sueños inquietantes. Así que, cuando el faraón se enteró de que José tenía el don de interpretar sueños, lo mandó llamar. Con la ayuda de Jehová, José no solo le explicó el significado de los sueños, sino que también le dijo cómo debía actuar. Y esto impresionó mucho al faraón. Al darse cuenta de que este joven tenía el apoyo de Jehová, lo nombró administrador de los alimentos de todo Egipto (Gén. 41:38, 41-44). Años después, surgió una larga época de hambre que no solo afectó a Egipto, sino también a Canaán, donde vivía la familia de José. Gracias al puesto que tenía José, ahora podía salvar a los suyos, que se convertirían con el paso del tiempo en antepasados del Mesías. Está claro que fue Jehová quien hizo que a José le saliera bien todo lo que hacía. Al final, Jehová convirtió el plan perverso de los hermanos de José en un medio para cumplir su voluntad. w23.01 16, 17 párrs. 11, 12
Sábado 27 de julio
Vigílense a ustedes mismos (Luc. 21:34).
¿Qué significa vigilarnos a nosotros mismos? Estar atentos a todas las cosas que puedan dañar nuestra amistad con Jehová y hacer lo posible por evitarlas. De esta manera, nos mantendremos en el amor de Dios (Prov. 22:3; Jud. 20, 21). El apóstol Pablo les dijo a los cristianos que debían vigilarse a ellos mismos. Por ejemplo, les escribió a los cristianos de Éfeso: “Tengan muchísimo cuidado de no comportarse como tontos, sino como sabios” (Efes. 5:15, 16). Satanás intenta por todos los medios acabar con nuestra espiritualidad. Por eso la Biblia nos aconseja que comprendamos “cuál es la voluntad de Jehová”, y así podremos resistir cualquier ataque (Efes. 5:17). Para tomar buenas decisiones, debemos comprender “cuál es la voluntad de Jehová”. ¿Cómo lo hacemos? Estudiando la Palabra de Dios y meditando en ella con regularidad. Cuanto mejor entendamos la voluntad de Jehová y más nos esforcemos por tener “la mente de Cristo”, más fácil nos resultará comportarnos “como sabios”, incluso cuando no haya una norma específica que nos diga qué hacer (1 Cor. 2:14-16). w23.02 16, 17 párrs. 7-9
Domingo 28 de julio
Transfórmense renovando su mente, para que comprueben por ustedes mismos cuál es la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios (Rom. 12:2).
¿Con cuánta frecuencia limpia usted su casa? Quizás antes de entrar a vivir en ella la limpió a fondo. ¿Pero qué pasaría si dejara de limpiarla? Como bien sabemos, el polvo y la suciedad se acumularían rápidamente. Para mantener la casa presentable, hay que limpiarla con frecuencia. Algo parecido debemos hacer con nuestros pensamientos y nuestra personalidad. Claro, antes de bautizarnos luchamos para hacer los cambios necesarios en nuestra vida y limpiarnos “de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu” (2 Cor. 7:1). Pero ahora nos toca obedecer este consejo del apóstol Pablo: “Deben seguir renovando su forma de pensar” (Efes. 4:23). La “suciedad” y el “polvo” de este mundo se pueden acumular rápidamente en nuestro interior. Para que eso no nos ocurra y estemos siempre presentables delante de Jehová, debemos examinar con frecuencia nuestros pensamientos, nuestra personalidad y nuestros deseos. w23.01 8 párrs. 1, 2
Lunes 29 de julio
Vio el espíritu de Dios bajando como una paloma y viniendo sobre Jesús (Mat. 3:16).
¿Hemos pensado en cómo debió ser escuchar a Jesús cuando enseñaba? Él tenía la costumbre de citar de las Sagradas Escrituras, y siempre de memoria. Cuando fue bautizado y ungido con espíritu santo, al parecer los recuerdos de su vida en el cielo antes de venir a la Tierra volvieron a su memoria. En sus primeras palabras registradas después de su bautismo, así como en algunas de las últimas que dijo antes de morir, citó de las Escrituras (Deut. 8:3; Sal. 31:5; Luc. 4:4; 23:46). Y, durante los tres años y medio que duró su ministerio, Jesús a menudo leyó de ellas, citó de ellas y las explicó (Mat. 5:17, 18, 21, 22, 27, 28; Luc. 4:16-20). Incluso antes de que empezara su ministerio, tenía la costumbre de leer la Palabra de Dios y escuchar a otros cuando la leían y hablaban de ella. De seguro que en su casa oía a María y a José citar de las Escrituras (Deut. 6:6, 7). Además, Jesús iba todos los sábados a la sinagoga con su familia y prestaba mucha atención a la lectura de las Escrituras (Luc. 4:16). w23.02 8 párrs. 1, 2
Martes 30 de julio
Ama a Jehová tu Dios (Mar. 12:30).
Hay muchísimas razones para amar a Jehová. Por ejemplo, usted ha aprendido que él es “la fuente de la vida” y que nos da “todos los regalos buenos y todos los dones perfectos” (Sal. 36:9; Sant. 1:17). Todas las cosas buenas que usted tiene vienen de Jehová, que es generoso y nos quiere mucho. Y el rescate es un regalo especial de Jehová. ¿Por qué podemos decir eso? Pensemos en cuánto se quieren Jehová y su Hijo. Jesús dijo: “El Padre me ama” y “Amo al Padre” (Juan 10:17; 14:31). Esa relación fue haciéndose más y más fuerte a lo largo de miles de millones de años (Prov. 8:22, 23, 30). Ahora piense en lo desgarrador que debió ser para Jehová permitir que su Hijo sufriera y muriera. Pero Jehová ama tanto a la humanidad, incluido usted, que entregó a su querido Hijo como sacrificio para que usted y otras personas puedan vivir para siempre (Juan 3:16; Gál. 2:20). ¿Puede haber mayor motivo que este para amar a Dios? w23.03 4, 5 párrs. 11-13
Miércoles 31 de julio
Aférrense a lo que tienen (Apoc. 2:25).
Rechacemos las enseñanzas de los apóstatas. Jesús reprendió con firmeza a algunos cristianos de Pérgamo porque fomentaban divisiones y sectas (Apoc. 2:14-16). Por otro lado, felicitó a los cristianos de Tiatira que habían evitado las “cosas profundas de Satanás” y los animó a aferrarse a la verdad (Apoc. 2:24-26). Los cristianos que estaban débiles en sentido espiritual y se habían dejado engañar por enseñanzas falsas tenían que arrepentirse. Igualmente, nosotros debemos rechazar cualquier enseñanza que vaya en contra de lo que piensa Jehová. Puede que los apóstatas aparenten “tener devoción a Dios”, pero en realidad están “negando el poder de esa devoción” (2 Tim. 3:5). Si somos buenos estudiantes de la Palabra de Dios, nos será más fácil reconocer y rechazar las enseñanzas falsas (2 Tim. 3:14-17; Jud. 3, 4). Es muy importante asegurarnos de que Jehová acepta nuestra adoración. Si estamos haciendo algo que está mal, hagamos de inmediato los cambios necesarios (Apoc. 2:5, 16; 3:3, 16). w22.05 4 párr. 9; 5 párr. 11