Escuchando su voz
1. ¿Qué debe tributarse a Jehová, y por qué esto?
EN EL Salmo 29:3-9, Jehová manifiesta cómo truenos y relámpagos saldrán de los cielos y hasta los grandes cedros del Líbano serán reducidos a fragmentos como astillas. Las montañas del desierto se estremecerán. De manera semejante las naciones de la tierra serán estremecidas por el Gobernante Soberano del universo, porque ellas no quieren adorar a Jehová Dios. Todos los dioses falsos de este mundo tienen que ser destruídos. No hay lugar para ellos. Cuando el Salmo 29:1 dice: “Tributad a Jehová,” quiere decir que tenemos que dar, que tenemos que atribuir, las cosas correctas a Jehová Dios. ¿No es Jehová quien nos dió vida? ¿No fué él el Creador del hombre y de todas las cosas de la tierra? ¿Qué otra cosa podríamos dar a Jehová a no ser nuestra alabanza? Debemos estar agradecidos. Debemos manifestar nuestra gratitud. Por eso adórele a él, y no a dioses falsos.
2. ¿Qué atribuyó Moisés, en canción, a Jehová, y cuándo?
2 Es mediante lo que hacemos y decimos que podemos manifestar a Jehová Dios que reconocemos su gran poder y supremacía, su fuerza y su gloria. Cuando Jehová Dios le dió a Moisés la victoria cuando pasó a través del mar Rojo y le dejó ver la destrucción de Faraón y sus ejércitos, Moisés cantó una canción a Jehová. Cuarenta años después Moisés cantó otra canción con estas palabras de apertura: “¡Escuchad, oh cielos, y hablaré; y oiga la tierra los dichos de mi boca! Descenderá, como lluvia, mi doctrina; destilará, como el rocío, mi discurso; como llovizna sobre la hierba, y como los aguaceros sobre la grama. Porque el nombre de Jehová proclamaré: ¡atribuíd la grandeza a nuestro Dios!”—Deu. 32:1-3.
3. ¿Quiénes siguen hoy el curso que mostró Moisés en esta canción, y quiénes no?
3 Hoy los testigos de Jehová proclaman el nombre de Jehová, y ellos atribuyen la grandeza a su Dios. Aprecian las dádivas que caen del trono de Dios y las bendiciones que descienden del cielo. Están agradecidos por el entendimiento de las enseñanzas de Jehová y por su instrucción en cuanto a cómo hemos de vivir hoy en la sociedad del nuevo mundo. Oh, hay muchos que han recibido las bendiciones de Dios quienes no dan la gloria a Dios por las bendiciones que han recibido. Eso fué cierto de los israelitas que se desviaron de Dios después de haber cruzado el mar Rojo y después de haber viajado a través del desierto. Se enfadaron. La canción que Moisés les enseñó se desvaneció de su mente porque dejaron de seguir constantes en la adoración del Altísimo. Ellos no permanecieron lado a lado con los que se inclinaban a Jehová en la hermosura de la santidad, sino que se aislaron y se desviaron a dioses paganos.
4. ¿Qué curación milagrosa efectuada por Jesús recordamos debido a esto?
4 Usted recuerda a los diez leprosos que fueron limpiados. Jesús pasaba por la alta Palestina en ese tiempo. Había diez leprosos allí y Jesús los limpió a todos. Después que hizo eso él dijo: “Vayan y muéstrense a los sacerdotes.” La razón para hacer esto fué para que pudieran dar alabanza a Jehová Dios en el lugar de adoración. Habían de ofrecer sus sacrificios de alabanza a Dios mediante los sacerdotes, lo cual estaba de acuerdo con el arreglo de Jehová. Pero ¿no fué raro que sólo uno de ellos, cuando vió que estaba curado y se enajenó de alegría por todo, regresó a Cristo Jesús para glorificar a Dios en voz alta? Él buscó los pies de Jesús, y fué un samaritano quien dió gracias por las bendiciones que habían caído sobre él. Jesús dijo a éste: “Los diez fueron limpiados, ¿no es verdad? Entonces ¿dónde están los otros nueve? ¿No hubo nadie que regresara para dar gloria a Dios sino este hombre de otra nación?”—Luc. 17:17, 18, NM.
5. ¿Cómo hay muchos hoy semejantes a los nueve limpiados que siguieron su camino, y cómo hay algunos semejantes al samaritano?
5 Hay muchos hoy que oyen el mensaje de Jehová, hay muchos que luego se han dedicado a Dios, pero sólo por un período breve. Sí, ellos fueron curados, pero ¿dónde se ve que dan su dádiva de “gloria a Dios”? Se asocian por unas cuantas semanas, unos cuantos meses o quizás unos cuantos años con los testigos de Jehová, pero no manifiestan gratitud duradera a Jehová Dios por haber sido limpiados. No están adorando a Jehová. No cantan alabanzas. No van a las casas de la gente, de puerta en puerta, y predican a la gente las buenas nuevas que han aprendido. No conducen estudios bíblicos. No revisitan a los que quieren oír. Ni siquiera estudian la Palabra de Dios cabalmente. No quieren adorar a Jehová en la hermosura de la santidad. Sólo se asocian por un tiempo y luego poco a poco se alejan. Igual que los nueve leprosos limpiados que se acercaron a Jesús y participaron de su bendición por un tiempo, ellos nunca dan gloria a Jehová por su bendición. Hoy, con toda la predicación de los testigos de Jehová, no son muchos los que se apartan completamente de este viejo mundo y se ponen a adorar a Jehová en unión con su gran organización. Es la responsabilidad de ellos hacerlo, porque tienen conocimiento y entendimiento. La gratitud es una cosa maravillosa que tener, y los que estudian la Palabra de Dios y adoran a Jehová en la hermosura de la santidad junto con su entera organización felizmente expresan a su Dios en el cielo la gratitud que tienen por haber recibido la verdad y por poder ver que el reino de Dios ahora ha nacido, que el Reino está establecido y ha llegado, que en breve Cristo Jesús con poder del Reino manifestará su fuerza en contra de las naciones de la tierra, y que él las triturará junto con Satanás el Diablo y toda su organización demoníaca.
6. ¿Qué se necesita para separarse de este mundo, y cómo se ejercita esta cualidad regularmente para llegar a ser maduro?
6 El separarse de este mundo adornado chillonamente requiere fe por parte del individuo. Esta fe, sin embargo, viene sólo mediante un estudio cuidadoso de la Palabra de Dios. Por eso es tan importante que los siervos de Dios en la tierra, sus esclavos, vayan continuamente a los estudios bíblicos y se reúnan con sus hermanos. Tienen que tener fe como la de Abrahán. Tienen que apreciar que el poder de Dios puede operar en nosotros mediante su Palabra santa y hacernos mejores siervos. Uno debe apreciar que cuando entra a la verdad sólo es un novicio. Uno puede crecer. No tiene que ser un bebé toda su vida. Uno puede obtener más conocimiento y entendimiento de la Palabra de Jehová. Puede conducir estudios bíblicos si tiene fe en Jehová Dios para emprender un estudio bíblico. Puede comentar en un estudio de La Atalaya si tiene fe en Jehová Dios de que sabe algo acerca de su Palabra. Puede asistir a las reuniones del pueblo de Dios y allí adquirir conocimiento constantemente. Puede asociarse con la escuela de ministerio teocrático de los testigos de Jehová y aceptar su parte en el programa de oratoria. Con el tiempo, mediante fe y estudio y haciendo un esfuerzo diligente, uno puede llegar a ser un orador público de la organización de Jehová. Pero hay que tener fe, y usted sabe que la fe sin ningún esfuerzo u obras está muerta. Haga vivir su fe. Dé gloria a Dios como hizo el agradecido; no sea como los nueve desagradecidos.
7. ¿La fe de quién se nos pone como ejemplo, y en qué resultará el dejar de o el esforzarse por ejercitarla?
7 Demasiados piensan, “No puedo hacerlo. Esa obra no fué para mí.” Pero todo el que viene bajo la organización de Dios con el tiempo tiene que ser un buen ministro, un buen predicador. Eso es parte de su educación para efectuar la adoración verdadera en hermosura de santidad. Sólo necesita considerar la fe de Abrahán. Él era un anciano cuando Dios le dijo que Sara daría a luz la simiente de la promesa, un hijo de la mujer libre. Pablo nos dice que en el vientre de Sara, la mujer de Abrahán, había inercia. “Pero a causa de la promesa de Dios él no titubeó con falta de fe, sino que se hizo poderoso mediante su fe, dando a Dios la gloria y estando plenamente convencido de que lo que él había prometido también lo podía hacer. En consecuencia ‘se le contó como justicia’.” (Rom. 4:20-22, NM) ¿Tiene usted tal fe que lo que parece ser imposible usted lo puede hacer mediante la ayuda de Jehová? La ayuda está ahí. Úsela. Hágala obrar para usted en todas las reuniones a que concurre. ¿Cree usted que no podría ser ministro? ¿que no podría proclamar las buenas nuevas de Jehová Dios? Si es así, entonces a usted le falta fe y no será ministro. Ni siquiera hará algún esfuerzo en esa dirección. Pero si usted tiene fe y cree en el poder de Jehová y se esfuerza diligentemente por estudiar, y asiste a las reuniones de estudio y adquiere conocimiento y aprende la verdad de la Palabra de Dios para adorarle con todo su pueblo, entonces se inclinará a Jehová en su gran organización, en la hermosura de la santidad. Usted puede traer gloria a Dios.
EL TIEMPO PARA ESCUCHAR
8. ¿Contra quiénes se expresará la voz de Jehová, como se declara en el Salmo 29:3, pero cuál será su reacción?
8 El nombre de Jehová se dará a conocer, no sólo a sus siervos hoy, sino a todas las naciones de la tierra mediante la proclamación de él por sus testigos. Pero un testimonio aun mayor será dado, porque él se revelará ejecutando obras maravillosas. El salmista en el Salmo 29 describe una tormenta, una tormenta terrible y poderosa. Es el poder de la naturaleza en toda su furia, pero detrás de ese poder está Jehová Dios controlándolo en el Armagedón para honra suya. El Sl 29 versículo tres dice: “¡Voz de Jehová sobre las aguas! ¡Truena el Dios de gloria! Jehová está sobre las muchas aguas.” La voz de Jehová se oye en el trueno, y en la guerra del Armagedón ellos sabrán quién está hiriendo a las naciones de la tierra, así como Jehová hirió a Faraón en Egipto. En el capítulo nueve del Éxodo, versículo 23, se lee: “Extendió pues Moisés su vara hacia el cielo, y Jehová envió truenos y granizo, y el fuego descargó sobre la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto.” La voz de Jehová se oyó y se sintió en su expresión de ira sobre hombre, bestia y campo. Sin embargo, en la tierra de Gosén, donde estaba el pueblo escogido de Jehová, no hubo granizo ni tormenta. Esta plaga, junto con todas las demás plagas que se trajeron contra Faraón, sólo endureció su corazón. Él no quiso reconocer el nombre de Jehová, su gloria, su poder; él no quiso prestar atención a la voz de Jehová. Cuando la guerra del Armagedón estalle, las naciones de la tierra tampoco prestarán atención a la voz de Jehová. Ahora pueden oírla a través de sus testigos fieles, mas entonces será demasiado tarde. No habrá una confesión de último instante por parte de ellas manifestando que estaban equivocadas para luego correr a ponerse de parte de Jehová. No, ellas endurecerán su corazón como siempre lo habían hecho al oír la voz de Jehová.
9. ¿Por qué es ahora el tiempo para escuchar la voz de Jehová, y cómo puede uno hacerlo?
9 Ahora es el tiempo para que las personas escuchen la voz de Jehová. Ahora es el tiempo para que estudien su Palabra y presten atención a los siervos de Jehová, sus testigos en la tierra que están proclamando el mensaje del Reino. Ahora es tiempo para estudiar y averiguar. Al tiempo del Armagedón será demasiado tarde. ¿Por qué continuar endureciendo su corazón ahora? ¿Por qué continuar separando más a Jehová de usted? ¿Por qué no escuchar su voz y oír lo que tiene que decir? Los que sí escuchan la voz de Jehová ahora se le inclinarán en la hermosura de la santidad. El salmista estaba bajo inspiración cuando escribió: “¡Voz de Jehová sobre las aguas!” Él estaba escribiendo esto acerca de la tormenta desde la cual Jehová Dios se manifestaría. Ciertamente Jehová manifestará su poder desde los cielos en la guerra de su gran día. ¿Por qué esperar hasta entonces para escuchar su voz?—Jer. 10:12, 13; Sal. 24:7.
10. ¿Cómo es que la gente ahora no presta atención a la voz de Dios, y con qué consecuencias para ella?
10 En el Salmo 29:4 (AN) David dice: “La voz de Jehová es poderosa; la voz de Jehová está llena de majestad.” Es cierto que muy pocas personas hoy creen a la voz de Dios. Ellas no prestan atención a su Palabra. Sin embargo, Jehová Dios ha probado verídica su Palabra por las cosas que él ha hecho. La gente del mundo desprecia la Palabra de Dios, y los que proceden así tendrán que sufrir las consecuencias, así como se expresa en Números 15:31: “Por cuanto ha tratado con desprecio la palabra de Jehová y ha quebrantado su mandamiento, será enteramente cortada aquella persona: recaiga su iniquidad sobre ella.”
11. ¿Podemos escoger la parte de la Palabra de Dios que se nos antoja creer? y ¿qué requiere Dios de sus hijos hoy?
11 Los que han venido a conocer la Palabra de Dios ciertamente deben ser obedientes a ella, porque la Palabra de Dios significa vida para los que la obedecen. Dios no nos pide que escojamos la parte de la Biblia que queramos para vivir de acuerdo con ella y olvidar todo el resto. Muchos de los guías religiosos del día presente sí escogen lo que quieren creer, y a menudo cuando los testigos de Jehová discuten cosas con clérigos y miembros de su rebaño y citan la Escritura, ellos dicen: “Nosotros no creemos eso.” Jehová no nos está preguntando qué parte de la Biblia queremos creer y que parte no queremos creer. Él nos está dando sus mandamientos. Él expresa el asunto muy claramente en su propia Palabra: “Cuidaréis de cumplir todo el mandamiento que yo os ordeno hoy, a fin de que viváis y os multipliquéis, y entréis a poseer la tierra que prometió Jehová con juramento a vuestros padres.” (Deu. 8:1) Jesús como Hijo de Dios estuvo anuente a aceptar toda la Palabra de Dios, lo que fué dado en la Ley y los Profetas y los Salmos. Él se rigió por ellos, y recibió vida eterna. De hecho, sólo pasaron tres días después que fué muerto sobre el madero de tormento cuando su Padre en el cielo lo levantó de entre los muertos y le dió la gloria que tuvo antes, aun mayor, porque le sentó a su diestra hasta que pusiera a sus enemigos por tarima de sus pies. Jehová Dios exige fidelidad de sus hijos hoy, lo mismo que la exigió de su Hijo Cristo Jesús. Moisés lo entendió claramente cuando dijo: “Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores; Dios grande, y poderoso, y terrible, que no hace acepción de personas ni toma regalos; que hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al extranjero, dándole pan y vestido.”—Deu. 10:17, 18.
12. ¿Por cuánto tiempo debemos adorar a Dios? y ¿cómo sirvieron de ilustración los israelitas infieles de que es desastroso el desatender la voz de Dios?
12 Una persona no puede ser siervo del Altísimo Dios y efectuar adoración sólo por un breve tiempo y luego pensar que puede escoger su propio camino y todavía esperar obtener vida eterna. Es necesario, por lo tanto, que “amarás pues a Jehová tu Dios, y guardarás su precepto, y sus estatutos, y sus leyes y sus mandamientos, en todo tiempo”. (Deu. 11:1) Lo que Dios dice es lo que vale. Es la voz de Jehová la que debemos obedecer. No nos toca adelantarnos a Jehová y decidir las cosas nosotros mismos y decir: “Nosotros vamos a hacerlas de ésta o esa manera; Dios está equivocado.” Es mejor que aceptemos el consejo de Dios y escuchemos su voz. (Deu. 1:41-46) A los israelitas infieles se les dijo en una ocasión que no salieran y combatieran al enemigo, pero a ellos les pareció que sería bueno ir. No, ellos iban a subir a las montañas y pelear con los que se les oponían. Y ¿qué sucedió? Fueron derrotados, fueron vapuleados, fueron dispersados. Jehová les había dicho que no subieran al monte y pelearan con esa gente. Jehová le dijo a Moisés: “Diles: No subáis, ni peleéis, que yo no estoy en medio de vosotros; no suceda que seáis heridos delante de vuestros enemigos.” (Deu. 1:42) Ellos fueron muy presumidos, y subieron a la serranía contrario al mandamiento de Dios. Se rebelaron contra la voz de Jehová y por consiguiente fueron heridos.
13. ¿Por qué no debe nadie ser irrespetuoso y arrogante hacia la Palabra de Dios?
13 Siempre debemos recordar que la Palabra de Jehová tiene autoridad que la respalda. La Palabra de Jehová tiene razón, es poderosa. Créala. Nadie debería manifestar desacato a lo que Dios ha expuesto en su Palabra. Es su voz. Él es el más majestuoso de todo el universo. Él es el más autoritativo. No se puede hallar mayor conocimiento o sabiduría en ningún otro. Él es el Todopoderoso, el Altísimo; él debe tener nuestro respeto. Los que son orgullosos y arrogantes ciertamente serán abatidos en la guerra del Armagedón, cuando se oiga su voz en la tormenta de los cielos. El profeta Isaías dijo concerniente a la humillación de la arrogancia del hombre: “Porque Jehová de los Ejércitos tiene señalado un día contra todo lo elevado y lo soberbio, y contra todo lo ensalzado, para que sea abatido; y contra todos los cedros del Líbano, soberbios y ensalzados, y contra todas las encinas de Basán.”—Isa. 2:12, 13.
14. ¿Qué indica el Salmo 29:5, 6 que acontecerá a los cedros simbólicos del Líbano y al monte mismo?
14 Cuando esa guerra del Armagedón estalle los hombres ciertamente parecerán pequeños y endebles, aun cuando a algunos se les compare a los grandes cedros del Líbano. Estos árboles poderosos estaban en los montes altos al norte de Israel. Aun estos árboles poderosos, grandes en tamaño y que han permanecido en pie por siglos, serán abatidos por Jehová. El Salmo 29:5 dice: “La voz de Jehová quebranta los cedros, y Jehová ha hecho pedazos los cedros del Líbano.” Cuando él los quebrante y los desarraigue saltarán por las faldas cubiertas de nieve del monte Líbano como becerros que van brincando. El versículo seis nos dice: “Él los hace saltar también como un becerro; el Líbano y el Sirión como un toro salvaje joven.” (AN) Un pequeño becerro saltando ciertamente puede brincar y jugar. Se retuerce y da vueltas por todos lados. Ahora bien, ¿puede usted imaginarse un cedro tremendo saltando y brincando en la falda de una montaña? No un solo cedro, sino todos los cedros del Líbano serán abatidos debido al acto poderoso de Jehová Dios. No sólo los árboles serán sacudidos, sino que la tierra literalmente se estremecerá. La voz de Jehová dice que estas cosas sucederán. “Las montañas saltaron como carneros, los collados, como corderos.” (Sal. 114:4) “Entonces sacudióse la tierra y temblaba; los cimientos de los montes se iban conmoviendo y se sacudieron, porque él se indignó.” (Sal. 18:7) Cuando Jehová manifieste su ira en contra de las naciones de la tierra ellas ciertamente lo sabrán. No será una cosa cualquiera.
15. ¿Cómo manifiesta el Salmo 29:7, 8 cuán extensa será la destrucción que Jehová causará? Por eso ahora es el tiempo para hacer ¿qué cosa?
15 “La voz de Jehová taja con llamas de fuego. La voz de Jehová hace temblar el desierto; Jehová hace temblar al desierto de Cades.” (Sal. 29:7, 8) Esta es una expresión poética y describe al rayo lanzándose desde las nubes. Seguramente, también, habrá grandes terremotos durante la guerra del Armagedón, así como los hay hoy, sólo que serán peores. Ahora es el tiempo para anunciar estas cosas. Ahora es el tiempo para dar la amonestación de la destrucción inminente que sobreviene al mundo de la humanidad. Ahora es el tiempo para decir a la gente de la tormenta venidera, no cuando llegue o después que se acabe. El Salmo 29 manifiesta que la tormenta no se concentra sólo alrededor de las montañas al norte de Palestina, sino que barre a través de toda la tierra desde un extremo hasta el otro, hasta Cades en el extremo meridional del desierto. Manifiesta que Jehová Dios barrerá a través de toda la tierra y ninguna nación estará segura.
PROTECCIÓN DURANTE LA TORMENTA
16. En medio de la tormenta ¿dónde hay protección, y qué dicen los que están bajo ella?
16 Los únicos que estarán bajo su protección serán los que han escuchado la voz de Jehová. Por eso él dice en el Sl 29 versículo nueve: “La voz de Jehová hace estar de parto a las ciervas aterradas, y despoja los bosques; y en su Templo todo . . . le dice: ¡Gloria!” Este será un tiempo tan espantoso que hasta los animales de los campos que estén preñados darán a luz prematuramente. Esta tormenta será tan feroz que hasta los árboles serán despojados de sus ramas y hojas, hasta de su corteza. Y mientras toda esta tormenta esté aconteciendo, esta demostración de la ira de Jehová en contra de las naciones, esta demostración de su poder, esta voz de Jehová hablando a las naciones en la guerra del Armagedón, él dice: “Y en su Templo todo . . . le dice: ¡Gloria!” Sí, todos los que entienden a Dios y que han llegado a conocerle mediante su Hijo dirán: “¡Gloria!” pues la gloria pertenece a Jehová. Ellos le adorarán en la hermosura de la santidad. Todas las criaturas en el cielo y en la tierra que han llegado a adorarle se regocijarán en este día y se alegrarán, porque significa la vindicación del nombre y la Palabra de Jehová. Significa la destrucción completa de toda la iniquidad y la organización del Diablo.
17. ¿Cómo se sentó Jehová como Rey en el Diluvio?
17 Esta hermosa descripción de poder majestuoso en los cielos y sobre la tierra llega ahora a su conclusión en los versículos 10, 11 del Salmo 29. Dicen: “¡En el diluvio Jehová se sentó entronizado: y Jehová se sienta como Rey para siempre! ¡Jehová dará fortaleza a su pueblo! ¡Jehová bendecirá a su pueblo con la paz!” Ciertamente no hay duda en la mente de los testigos de Jehová de que Jehová fué Rey en el Diluvio. Noé, su esposa, sus tres hijos y sus esposas escucharon la voz de Jehová, y debe haber sido un maravilloso arreglo ordenado de animales el que entró al arca bajo la dirección de estas ocho personas. Y la puerta del arca fué cerrada, y luego vino el diluvio. Jehová se sentó como Rey en el diluvio. Lo tuvo todo bajo dominio absoluto. Cuando abrió los cielos y las aguas se precipitaron sobre la tierra, cuando el diluvio vino de todos lados, Jehová estaba ejerciendo dominio absoluto, destruyendo al enemigo, anonadando a todos aquellos dioses falsos y sus hijos, los adoradores de los dioses; y allí, navegando sobre las aguas, estaba Noé, su familia y todo lo que Dios deseó que se preservara a través del diluvio. Él fué Gobernante absoluto; él fué Rey.
18. ¿Cómo sucederá lo mismo en el Armagedón, y dónde habrá refugio?
18 Así será en la guerra del Armagedón. Él tendrá pleno dominio, dirigiendo a su Hijo en lo que hay que hacer para destruir al Diablo y su organización y preservar a su propio pueblo. Ciertamente los testigos de Jehová pueden confiar plenamente en el Gobernante Soberano, Jehová. Aun cuando esta condición espantosa exista en la tierra, aun cuando se arroje terror en el corazón del enemigo, sus siervos tendrán refugio. Las palabras del salmista vendrán a la memoria: “Dios es nuestro refugio y fortaleza; socorro muy bien experimentado en las angustias. Por tanto no temeremos aunque la tierra sea conmovida, y aunque las montañas se trasladen al centro de los mares; aunque bramen y se turben sus aguas, aunque tiemblen las montañas a causa de su bravura.”—Sal. 46:1-3.
19. ¿Por cuánto tiempo es Rey Jehová, y por qué no tememos la dificultad venidera?
19 No fué sólo durante el Diluvio que Jehová fué Rey. Él se ha sentado como Rey y Gobernante para siempre, aun desde el tiempo que Adán desobedeció a Dios en el jardín del Edén. Él sólo permitió que Satanás y su organización permanecieran después que Satanás la restableció algún tiempo después del diluvio, para que Dios pudiera manifestar su poder. Él hizo una gran demostración de su poder al tiempo del diluvio. Él va a manifestar su poder de nuevo en la guerra del Armagedón. De modo que Jehová se sentará como Rey entonces y para siempre jamás, aun a través de toda la eternidad. Los testigos de Jehová no se aterrorizarán por las cosas que van a suceder, ni temen las cosas que están aconteciendo ahora con la persecución que se efectúa contra ellos en muchos países, porque ellos saben que “Jehová de los Ejércitos es con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob”. (Sal. 46:11) Confían plenamente en que el fin de toda esta dificultad introducirá paz, prosperidad y bendiciones en el nuevo mundo.
20. ¿Por qué deseamos que venga esta gran guerra, pero por qué estamos anuentes a esperar hasta que estalle?
20 Los del pueblo de Dios hoy en el mundo hacen frente a mucha oposición. Tienen que trabajar duramente para predicar estas buenas nuevas del Reino y dar a conocer el nombre de Jehová mientras son afligidos y perseguidos; pero ellos lo consideran todo gozo. Este odio por parte de las naciones no va a desanimarlos. Ellos desean que venga la gran guerra, este tiempo de dificultad, porque significa paz para ellos después de eso, pero no la esperan con un espíritu demasiado ansioso. Ellos son pacientes. Están anuentes a esperar hasta que la tormenta estalle, porque saben que entre ahora y el tiempo de esa guerra final una gran obra tiene que efectuarse. Es la grandiosa obra de predicar estas buenas nuevas del reino de Dios en todo el mundo para dar un testimonio, y mientras hagan eso van a inclinarse a Jehová en la hermosura de la santidad.
21. ¿A pesar de qué continuamos predicando, y cómo lo haremos bajo circunstancias semejantes a las del día de Josafat?
21 De modo que ahora tienen una gran obra en las manos, y saben que los religiosos de todos los países se oponen a ellos para que no lleven a cabo su obra. Saben que todos los gobernantes de todas las naciones están contra su mensaje. Los comunistas rehusan dejar a los testigos de Jehová predicar tocante al reino de Jehová Dios, porque los comunistas creen que sólo hay una forma de gobierno que debe existir en esta tierra y que ésa es la forma comunista. ¿Por qué permitir entonces que alguien hable del reino de Dios y su gobierno de paz? La oposición comunista o la oposición de no importa quién no desanima a los testigos de Jehová. Ellos continúan predicando a pesar de toda la persecución. Son como Josafat y sus súbditos en su día: “Por la mañana madrugaron y salieron al desierto de Tecoa. Y en tanto que iban saliendo al combate, Josafat se levantó, y dijo: ¡Oídme, oh Judá y vosotros los habitantes de Jerusalem! ¡Creed en Jehová vuestro Dios, así estaréis firmes; creed en sus profetas, así prosperaréis! Y habiendo consultado con el pueblo, señaló personas que cantasen a Jehová, y que alabasen la hermosura de la santidad, mientras salían al frente de los hombres armados, y que dijesen: ¡Alabad a Jehová, porque para siempre es su misericordia!” (2 Cró. 20:20, 21) Su pueblo no aflojó la mano entonces, ni la aflojará ahora, en cantar alabanzas al Altísimo. Ellos tienen el privilegio grandioso de predicar las buenas nuevas a los pobres y sacar a los que están presos al dios de este mundo. Satanás es su nombre.
22. ¿Cómo nos ofrecemos al servicio de Jehová, y de acuerdo con qué texto del año actuaremos?
22 El tiempo ha llegado para predicar y consolar a los pueblos del mundo y decirles acerca del Dios del nuevo mundo. Jehová es su nombre. Los siervos de Dios se están ofreciendo a su servicio voluntariamente. Están alegres al presentarse. Tienen presente el Salmo 110:3: “Tu pueblo se presentará como ofrendas voluntarias en el día de tu poder, ataviados con los adornos de la santidad.” Con verdadero gozo y alegría los testigos de Jehová avanzan en su obra hoy en unidad mutua, y como un solo hombre cantan las alabanzas del Altísimo. ¡Qué gozo tienen porque ellos escuchan la voz de Jehová! Por eso, expresado en las palabras del texto que los testigos de Jehová han seleccionado para su calendario de 1953, ellos ‘se inclinarán a Jehová en la hermosura de la santidad’.—Sal. 29:2.
¡Estadme atentos, oh pueblo mío, y prestadme oídos, oh nación mía! porque de mí procederá una ley, y estableceré mi ordenanza para luz de los pueblos. Cercana está mi justicia, y ha salido ya mi salvación, y mi brazo juzgará los pueblos; las tierras lejanas me esperarán, y en mi brazo confiarán.—Isa. 51:4, 5.