BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w70 1/4 págs. 215-218
  • Su primera visita a un Salón del Reino

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Su primera visita a un Salón del Reino
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1970
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • EL EDIFICIO MISMO
  • UN LUGAR DÓNDE APRENDER DE LA BIBLIA
  • REUNIONES LOS DOMINGOS
  • LA GENTE QUE USTED LLEGARÁ A CONOCER
  • La primera vez que fueron al Salón del Reino
    ¡Despertad! 1970
  • Los lugares donde adoramos a Dios
    Organizados para hacer la voluntad de Jehová
  • ¿Cómo considera usted su Salón del Reino?
    Nuestro Servicio del Reino 1976
  • Aquí es donde adoramos a nuestro Dios
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová (lenguaje sencillo) 2015
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1970
w70 1/4 págs. 215-218

Su primera visita a un Salón del Reino

¿HA PENSADO usted en asistir a alguna de las reuniones de los testigos de Jehová en su Salón del Reino en la sección donde usted vive?

Sin duda usted ha notado el Salón del Reino de los Testigos de Jehová. Y, aunque usted mismo no sea testigo de Jehová, es posible que haya pensado que a usted le gustaría hacer una visita para ver lo que sucede en las reuniones y cómo es el edificio por dentro.

O es posible que usted tenga un estudio bíblico de casa gratuito con un ministro de los testigos de Jehová y él bondadosamente lo haya invitado a asistir a las reuniones que se celebran en el Salón del Reino. Reconociendo cuánto ha aprendido usted por su estudio bíblico semanal, y con la seguridad que él le da de que las reuniones del Salón del Reino son muy provechosas y deleitables, es posible que usted esté haciendo planes para acompañarlo. Estamos seguros de que se le hará sentir muy bienvenido.

‘Pero,’ quizás usted esté pensando, ‘exactamente, ¿cómo será? Realmente no sé qué esperar.’

Es natural pensar así. A menudo el que visita a una iglesia de la cristiandad por primera vez queda pasmado, si es que no queda sumamente alarmado, por lo que sucede en la iglesia. No obstante, cuando usted asista a su primera reunión en el Salón del Reino comprenderá inmediatamente que es muy diferente de los servicios de esas iglesias. Creemos que usted encontrará que las diferencias son refrescantes y espiritualmente edificantes.

Describamos una visita a un Salón del Reino. Esto probablemente conteste muchas de las preguntas que usted tenga.

EL EDIFICIO MISMO

Quizás el edificio mismo le sugiere a usted que las reuniones de los testigos de Jehová en el Salón del Reino difieren de los servicios religiosos de las iglesias de la cristiandad. No hay tamaño ni estilo que se requiera para los Salones del Reino. Varían de lugar en lugar dependiendo del número de personas que asista, las instalaciones disponibles localmente y las circunstancias financieras de los testigos de Jehová de esa sección. Así sucedió en el primer siglo. En la Roma de la antigüedad una congregación cristiana se reunía en la casa de Prisca y Aquila. En Éfeso las reuniones cristianas se celebraban en una sala de conferencias de una escuela.—Rom. 16:3, 5; Hech. 19:9.

De manera semejante, hoy algunas congregaciones se reúnen en casas particulares, o alquilan espacio en un edificio de oficinas o salón público. Otras han construido sus propios salones. Por lo general éstos son algo modestos en comparación con las iglesias y catedrales adornadas que se diseñan para infundir respeto en la gente. Pero Jesús mostró que no se necesitan tales estructuras elaboradas, pues “Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad.” (Juan 4:24) En armonía con esto, en el Salón del Reino de los Testigos de Jehová la gente y la instrucción bíblica que se provee son importantes, no el edificio mismo.

Cuando usted entre en el Salón del Reino verá evidencia adicional del énfasis que se da a ‘adorar con espíritu y con verdad.’ Por ejemplo, no se ve exhibida ninguna imagen ni cruz. La Palabra de Dios dice que para rendir adoración verdadera no se usan ídolos, ni siquiera de Jesús o de llamados “santos.” Más bien, se nos dice: “Guárdense de los ídolos.” (1 Juan 5:21) En cuanto a la cruz, la Biblia indica que Jesús fue ejecutado en un madero vertical sencillo o crux simplex. (Hech. 5:30; 10:39) No hay mandato ni precedente bíblico para reverenciar el instrumento de la muerte de Jesús. En consecuencia, accesorios religiosos de esa clase, que no están de acuerdo con la verdad bíblica, no se exhiben en el Salón del Reino, evitándose así lo que reste de la adoración “con espíritu y con verdad.”

En armonía con esto, usted también observará que no hay vidrieras de color, como las hay en muchas iglesias, para ayudar a crear una atmósfera silenciosa y solemne de santidad artificial. Más bien, el ambiente espiritual en el Salón del Reino es genuino, que brota de un verdadero interés en la adoración verdadera y la instrucción bíblica. Y la decoración natural con abundante luz en el salón estimula a los presentes a ser accesibles y amigables, no a inhibirse por una misteriosa solemnidad impuesta.

UN LUGAR DÓNDE APRENDER DE LA BIBLIA

Otros aspectos del Salón del Reino también ilustran que es un lugar para instrucción bíblica. Por ejemplo, usted observará que la entera congregación se reúne en el mismo sitio, sin ninguna segregación según la edad. No hay un cuarto apartado para los niños ni para una “escuela dominical.” ¿A qué se debe esto?

Tanto de las Escrituras Hebreas como de las Escrituras Griegas Cristianas se desprende claramente que los padres mismos tienen la responsabilidad principal de suministrar instrucción bíblica personal a sus hijos. (Deu. 6:6, 7; Efe. 6:4) El padre y la madre no deben evadir esa asignación dada por Dios entregando sus jovencitos a un “maestro de escuela dominical.” Pero, ¿qué hay de las reuniones donde se consideran asuntos espirituales profundos?

Dios le dijo a Israel que la Ley, incluso sus partes de peso, había de leerse “enfrente de todo Israel.” Jehová dijo: “Congrega al pueblo, los hombres y las mujeres y los pequeñuelos . . . a fin de que escuchen y a fin de que aprendan.” (Deu. 31:11, 12) Así los padres saben lo que oyen sus hijos, y por eso pueden ayudarlos más tarde a entender los puntos más difíciles. La unidad se desarrolla cuando enteras familias se sientan juntas a considerar la Palabra de Dios. Y los jovencitos aprenden a estar quietos y atentos, y también a usar la Biblia para buscar los textos citados durante la reunión. Sí, los beneficios son muchos.

A Jesús le dio gusto tener niñitos entre los que oían cuando consideraba la Palabra de Dios, y lo mismo sucede con los testigos de Jehová hoy. (Mat. 19:13, 14) Usted observará esto en el Salón del Reino.

REUNIONES LOS DOMINGOS

Por lo general cada congregación de los testigos de Jehová tiene reuniones en varias ocasiones diferentes durante la semana. Cada una es distinta y abarca materia diferente, pero describiremos lo que usted notará si asiste a las reuniones que se celebran el fin de semana, por lo general los domingos. Se escoge la hora de modo que estas reuniones importantes sean convenientes para la mayoría en esa localidad.

Primero se pronuncia un discurso público sobre un tema bíblico. Un presidente anuncia el tema y presenta al orador. Entonces, durante la conferencia, que dura casi una hora, los del auditorio pueden seguir lo considerado con sus propias Biblias mientras el orador considera con las Escrituras el tema anunciado. Posiblemente trate sobre la aplicación de principios bíblicos a la vida de familia, o una doctrina como la resurrección o el arreglo de Dios para restaurar el paraíso, o una consideración, versículo por versículo, de algunos capítulos de la Biblia.

Jesús pronunció discursos públicos de esta clase, y “las muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar.” (Mat. 5:1, 2; 7:28) Los oradores públicos en el Salón del Reino han estudiado la manera de enseñar de Jesús, y creemos que usted descubrirá que los discursos son mucho más provechosos que los sermones eclesiásticos que se acostumbra presentar en la cristiandad. Es orador quizás use una pizarra o un cuadro. A veces se presentan preguntas a modo de repaso, y algunos del auditorio que quieran contestar voluntariamente pueden hacerlo.

Después del discurso hay un estudio de materia bíblica de La Atalaya, que se estudia con la Biblia, y esto dura una hora. Esta sección del programa principia con un cántico. Entonces uno de los ministros hace una oración. Durante el estudio se leen las preguntas impresas al pie de cada página de la revista que se está considerando. Si usted quiere dar un comentario breve, puede hacerlo. Por supuesto, el que dirige el estudio por lo general solo llama a los que levantan la mano para ofrecer una respuesta voluntariamente, de modo que nadie tiene por qué sentirse incómodo.

Al terminarse el estudio se canta otro cántico, tal como Jesús concluyó una de sus reuniones con cántico. (Mat. 26:30) Utilizamos el cancionero “Cantando y acompañándose con música en su corazón.” (Efe. 5:19) Si usted no tiene un ejemplar, uno de los Testigos del Salón del Reino con gusto compartirá con usted el suyo. Todos disfrutamos mucho de estos cánticos agradablemente conmovedores. En conclusión se ofrece una oración final de gracias a Dios.

Una cosa que usted posiblemente haya notado en esta descripción es que no se hizo ninguna mención de pasar un platillo de colecta. Aunque esa práctica es común en la cristiandad, es antibíblica y los testigos de Jehová no la observan. Tocante a contribuciones, la Palabra de Dios dice: “Que cada uno haga así como lo ha resuelto en su corazón, no de mala gana ni como obligado, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Cor. 9:7) De modo que en el Salón del Reino hay una cajita de contribuciones que no es conspicua para los que deseen hacer una dádiva “en secreto,” como Jesús mencionó.—Mat. 6:3, 4.

LA GENTE QUE USTED LLEGARÁ A CONOCER

Con toda probabilidad usted tiene curiosidad tocante a la gente que llegará a conocer en el Salón del Reino. Los que vienen al Salón del Reino no lo hacen porque consideren socialmente correcto hacerlo, ni lo hacen para impresionar a sus amigos, sino porque quieren aprender la voluntad de Dios expresada en la Biblia y desarrollarse hacia la madurez espiritual como cristianos. ¡Imagínese cuán deleitable es estar entre personas como ésas!

La Palabra de Dios da énfasis a la importancia de ‘reunirnos, animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar’ que el fin de este inicuo sistema de cosas se acerca. (Heb. 10:25) Por consiguiente, cuando los testigos de Jehová se reúnen tratan de animarse unos a otros espiritualmente. Un modo de hacerlo es participando en el programa y haciendo comentarios valiosos durante la reunión. Pero otra manera es participando en conversación afectuosa y edificante antes y después de las reuniones. Usted notará que tal es el caso cuando diferentes personas se acercan a usted y se le presentan, genuinamente complacidas en darle a usted la bienvenida al Salón del Reino.

Quizás algunas personas con quienes hable allí sean conocidos de su vecindario o personas que hayan estado en la misma iglesia que usted. Ellas también en una ocasión vinieron por primera vez al Salón del Reino. Por lo tanto entenderán exactamente cómo se siente usted en su primera visita, y con gusto le contestarán cualquier pregunta que tenga en cuanto a la actividad de los testigos de Jehová. Muchas personas quedaron tan contentas con lo que vieron y oyeron en su primera visita al Salón del Reino que han continuado asistiendo con regularidad. Esperamos que usted haga lo mismo.

Ninguno de los Testigos que usted llegue a conocer tendrá un título como “Rabí,” “Padre” o “Reverendo.” Aunque los líderes religiosos usan comúnmente esos títulos, la Biblia categóricamente dice que los adoradores verdaderos no deben adoptar títulos religiosos altisonantes. Jesús aconsejó: “No sean llamados Rabí, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos. Además, no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su Padre, el Celestial. . . . Pero el mayor entre ustedes tiene que ser su ministro.” (Mat. 23:8-12) En armonía con esto, no hay distinción de clero y legos entre los testigos de Jehová. Todos los cristianos bautizados son hermanos y hermanas espirituales, tal como Jesús lo indicó.

Es posible que usted trate personalmente con ministros encargados de asignaciones particulares para ayudar a sus compañeros cristianos. Se hace referencia a éstos en la Biblia, y en ella se les llama “superintendentes” y “siervos” de la congregación. (1 Tim. 3:1, 8) ¡Cuan apropiados son estos términos, porque estos hombres suministran superintendencia necesaria y verdaderamente sirven a sus hermanos y hermanas espirituales! Estos “siervos” no le llamarán la atención debido a alguna clase especial de ropa, sino que es probable que usted vea a algunos de ellos ayudando a otros a obtener Biblias y otras publicaciones que son útiles para ayudar a las personas de corazón sincero y honrado a aprender la voluntad de Jehová. O es posible que estén haciendo arreglos para que varios de la congregación preparen conferencias para las reuniones. Sí, el Salón del Reino estará lleno de personas activas y felices, y creemos que usted disfrutará de estar allí.

Naturalmente hay otras cosas que pudiéramos considerar, como las otras reuniones programadas y la biblioteca para investigación en el Salón del Reino. Pero dejaremos que algunos de los ministros amigables de la reunión le hablen acerca de estas cosas.

Como usted se dará cuenta por esta breve descripción, las actividades del Salón del Reino giran en torno de la Biblia. Lo invitamos a que traiga con usted su ejemplar.

Creemos que su visita al Salón del Reino será una ocasión remuneradora y memorable. Acepte la invitación que le extendemos de disfrutar pronto de esta experiencia.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir