Buscando la buena voluntad de Dios ahora
“Porque el que me halla [dice la sabiduría] ciertamente hallará la vida, y consigue buena voluntad de Jehová.”—Pro. 8:35.
1, 2. (a) Por qué están fallando millones en la búsqueda de la salud y la vida? (b) ¿Qué pregunta debería considerar el que desee el bien?
¿QUÉ busca usted? ¿Busca lo que le traerá buena salud, felicidad, contentamiento, seguridad y larga vida? Millones de personas en la Tierra desean fervientemente estas bendiciones pero no han podido hallarlas, porque las buscan de una fuente incorrecta. Muchos buscan riqueza material y éxito financiero, pero encuentran al fin que las recompensas de las riquezas son sumamente inciertas y que el dinero no puede comprar la salud y la vida. Otros buscan placer y autocomplacencia, muy a menudo a costa de su moralidad y pundonor. Algunos se esfuerzan por conseguir poder e influencia, mientras que otros solo buscan justicia e igualdad. Algunos se desilusionan dolorosamente por lo que ven a su alrededor y se esfuerzan por cambiarlo todo mediante rebelión y violencia, mientras que otros buscan una vía de escape deludiendo su mente con beber en exceso y drogas que entorpecen el cerebro.
2 Pero ¿hay algo en todo esto que sea fuente de verdadera felicidad y vida? ¿Se puede decir que los presentes problemas sin solución que plagan y dividen a la humanidad arrojan el resplandor afectuoso de esperanza sobre el futuro? Las cuestiones faltas de solución que se hacen cada día más complejas y confusas, cuestiones que hacen que hombres y mujeres riñan y peleen, que se odien y se destruyan unos a otros... ¿prometen éstas suministrar lo que usted busca? Un mundo de creciente avaricia y odio, en que se extienden rápidamente crímenes, violencia, inmoralidad, afición a las drogas, delincuencia e iniquidad de toda clase... ¿le ofrece semejante mundo la perspectiva de alcanzar las cosas buenas que usted desea tan fervientemente? Si no, entonces quizás usted quiera considerar estas palabras de sabiduría de los Proverbios: “El que anda procurando el bien, seguirá buscando la buena voluntad; pero en cuanto al que anda en busca de lo malo, le sobrevendrá.” (Pro. 11:27) Si usted busca el bien, entonces considere la pregunta que más que cualquier otra tendrá un efecto profundo sobre su futuro —sí, sobre el de toda la humanidad— a saber: ¿Está usted buscando la buena voluntad de Dios?
3. ¿Por qué es ahora el tiempo apropiado para buscar la buena voluntad de Dios?
3 ¿Por qué es tan vital esta pregunta? ¿Por qué es preciso que en este tiempo en particular tomemos nuestra decisión en cuanto a buscar la buena voluntad de Dios? Porque según las pruebas inequívocas de la Palabra de Dios, la Biblia, hemos llegado al tiempo de la historia humana identificado en las Escrituras como los “últimos días,” el tiempo “para proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová y el día de la venganza de parte de nuestro Dios.”—2 Tim. 3:1-5; Isa. 61:2.
4. ¿Cómo ha demostrado Dios su deseo de extender buena voluntad a la humanidad?
4 Dios siempre ha mostrado su buena voluntad a los que han ejercido fe en él y que han mostrado aprecio por su benignidad y bondad amorosa. Jamás ha rechazado a alguno de la humanidad que verdaderamente buscaba su favor. Muchos hombres de fe en el transcurso de los siglos han buscado Su justicia y verdad y así han conseguido su favor y bendición. Jamás les pesó, como dice el proverbio: “La bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella.” (Pro. 10:22) Jehová mismo siempre ha tomado la iniciativa en hacer disponible su bondad amorosa y buena voluntad a los de la humanidad que lo desearan. La mayor evidencia hasta la fecha de ese interés amoroso por el mundo de la humanidad fue el enviar a su Hijo Jesús a la Tierra, porque esto demostró el deseo amoroso de Dios de otorgar bendiciones y vida a los habitantes de la Tierra que las aceptaran, así como Jesús mismo lo expresó: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.”—Juan 3:16; 1 Juan 4:9, 10.
5, 6. (a) ¿Cómo indican las profecías de la Biblia que la buena voluntad de Dios se muestra a la humanidad? (b) Cuándo se presentó el rey principesco en cumplimiento de profecía?
5 Por siglos las profecías inspiradas de las Escrituras Hebreas habían predicho el interés de Dios en la Tierra y sus habitantes humanos. Las profecías se remontan hasta el Jardín de Edén inmediatamente después de la desobediencia y caída de la primera pareja humana, Adán y Eva. Esa primera profecía predijo la “descendencia” que odiaría a la “serpiente,” el principal enemigo de Dios, Satanás, y que esa descendencia con el tiempo ‘magullaría’ de muerte a la “serpiente” en la cabeza, poniéndole fin así al mayor enemigo de la humanidad, a aquel que por sus inicuas maniobras metió a la familia humana en el pecado y la muerte. Profecías posteriores hablaron de la promesa de Dios de un rey, mayor que David, la descendencia de Abrahán, que traerá a todas las naciones de la humanidad las bendiciones de un justo gobierno con rectitud y paz, un rey que gobernará con sabiduría y entendimiento, cuya gobernación será una gobernación indefinidamente duradera, a quien todos los pueblos pueden acudir por justicia y paz, un reino que pondrá fin a los reinos y gobiernos políticos guerreantes, y subsistirá en rectitud hasta tiempo indefinido.—Gén. 3:15; 22:17, 18; Isa. 2:2-4; 11:1-5; Dan. 2:44; 7:13, 14.
6 Entonces vino el siguiente paso en el propósito de Dios para otorgarle bendición y buena voluntad a la humanidad merecedora. ¡Cuán dramáticamente se ilustró su interés amoroso en la humanidad por la circunstancia que rodeó los acontecimientos milagrosos que tuvieron lugar en el año 2 a. de la E.C. allá en la provincia romana de Judea! Había llegado el tiempo para la venida del prometido Rey Mesías, el gobernante principesco de paz y rectitud predicho por el profeta Isaías siglos antes: “Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el gobierno principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. De la abundancia del gobierno principesco y de la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino a fin de establecerlo firmemente y sustentarlo por medio del derecho y por medio de la justicia, desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido. El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto.”—Isa. 9:6, 7.
7, 8. (a) ¿Cuáles fueron las circunstancias del anuncio angelical, y qué promesa adicional de bendición contenía? (b) ¿Cómo demostraron los pastores interés en la promesa y agradecimiento por la buena voluntad de Dios?
7 El nacimiento de ese príncipe Mesías prometido por siglos ciertamente sería causa de aclamación gozosa y buenas nuevas a todos los que deseaban la buena voluntad de Dios y anhelaban paz y justicia. En esa ocasión, hasta los mismísimos ángeles de Dios participaron en el anuncio gozoso de ese nacimiento sobresaliente en la ciudad de Belén. Los pastores que atendían sus rebaños en la ladera de una colina de Judea fueron los espectadores privilegiados y favorecidos del imponente espectáculo angelical que siguió. Para provecho de los que buscan la buena voluntad de Dios, el escritor bíblico Lucas nos lo relata: “El ángel les dijo: ‘No teman, porque, ¡miren! les declaro buenas nuevas de un gran gozo que todo el pueblo tendrá, porque les nació hoy un Salvador, que es Cristo el Señor, en la ciudad de David. Y esto les servirá de señal: hallarán un nene envuelto en bandas de tela y acostado en un pesebre.’ Y de súbito se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, alabando a Dios y diciendo: ‘Gloria en las supremas alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad.’”—Luc. 2:8-14.
8 Aquellos pastores humildes demostraron ser hombres interesados en la buena voluntad de Dios, porque inmediatamente se pusieron en marcha a Belén para ver al niño cuyo nacimiento movió hasta a los ángeles a proclamar, ‘Gloria a Dios en los cielos,’ y cuyo nacimiento llevaba consigo la promesa de ‘paz en la tierra entre los hombres de buena voluntad.’ ¡Qué favorecidos de Dios habían sido al haber recibido el anuncio especial de este acontecimiento sumamente importante y extraordinario de la historia humana, no por medio de las complicadas vías de comunicación electrónicas que habrían de diseñarse más tarde por hombres, como la radio o la televisión, sino por comunicación directa de los hijos espíritus de Dios extraterrestres sobrehumanos! Por su buena voluntad para con ellos, Dios por medio de sus ángeles les había permitido ser testigos presenciales de lo que estaba haciendo a favor de la humanidad al enviar al prometido Mesías o Cristo el Señor, el descendiente real del rey David, pues María su madre era descendiente de David. Llenos de agradecimiento por la buena voluntad que les mostró Dios, “se volvieron los pastores, glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que oyeron y vieron, así como éstas se les habían dicho.”—Luc. 2:20.
9. ¿Qué significa llegar a ser uno de los “hombres de buena voluntad” de Dios?
9 Por lo tanto, como se muestra por el favor muy especial que se les otorgó a aquellos fieles pastores judíos, los “hombres de buena voluntad” de Dios, que reciben su paz, son aquellos a quienes Dios otorga su favor, a quienes muestra su agrado. Este es el pensamiento que indican varias traducciones de la Biblia al verter las palabras de aquella multitud celestial de ángeles al tiempo de nacer Jesús. La Versión Latinoamericana traduce Lucas 2:14 de esta manera: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres con quienes él está complacido!” La traducción del Dr. Moffatt dice: “¡Gloria a Dios en el alto cielo, y paz en la tierra para los hombres a quienes él favorece!” La Versión Popular dice: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres que gozan de su favor!” De modo que es patente que la bendición de la paz de Dios es para los que han buscado su buena voluntad y han conseguido su favor o agrado.
10. (a) ¿De qué maneras dio a saber Jesús que la buena voluntad de Dios estaba disponible para muchos? (b) ¿Cómo fue evidente que no todos recibieron buena voluntad de parte de Jehová?
10 Durante su ministerio terrestre, Jesucristo llamó la atención al hecho de que la buena voluntad de Dios estaba disponible entonces para los de la nación judía que la desearan. Su mismísima presencia entre ellos quería decir que Dios de modo especial estaba ejerciendo buena voluntad a favor de ellos, y el aceptar ellos su buena voluntad obraría para su beneficio eterno. En la sinagoga en la ciudad de Nazaret, donde había sido carpintero hasta los treinta años de edad, a Jesús en una ocasión se le dio el rollo del profeta Isaías. De él leyó del capítulo sesenta y uno, Isa. 61 versículos uno y dos (New World Translation): “El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí, por motivo de que Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los llevados cautivos y la apertura ancha de los ojos aun a los prisioneros; para proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová y el día de la venganza de parte de nuestro Dios.” Cuando Jesús terminó de leer esta profecía, se dirigió a su auditorio y afirmó: “Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír.” (Luc. 4:17-21) Maravillosas bendiciones están reservadas así para los que aceptan las buenas nuevas ofrecidas por Jesús. Sin embargo, no es difícil notar el fuerte contraste de pensamiento en las referencias al “año de la buena voluntad” y el “día de la venganza de parte de nuestro Dios.” Obviamente están envueltos destinos opuestos, lo cual hace manifiesto el hecho de que la buena voluntad de Dios no es para todas las personas. Si lo fuera, no habría necesidad de un “día de la venganza.”
UN EJEMPLO PARA NUESTRO DÍA
11. Explique por qué los judíos del día de Jesús disfrutaban de un “año de la buena voluntad” de parte de Jehová.
11 Allá en la Jerusalén del primer siglo, esa promesa de un “año de la buena voluntad” seguido del “día de la venganza” destructivo tuvo un cumplimiento típico en una serie de circunstancias que suministran causa para preocupación en este día. La proclamación del “año de la buena voluntad” que Jesús comenzó, más tarde fue emprendida por sus fieles seguidores ungidos después del Pentecostés. Dio prominencia a un mensaje de buenas nuevas que giraba en torno del Reino prometido por el Mesías nombrado de Dios, y fue hecho público por la actividad predicadora de aquellos a quienes Dios había ungido con su espíritu santo. Ofreció a todos los judíos allá en Judea la mismísima bendición que sus antepasados habían esperado por siglos, los que habían ejercido fe en las promesas escritas por los profetas. El Agente Principal de Dios para la salvación y la vida se hallaba entre ellos. De veras que éste era su “año de la buena voluntad de parte de Jehová.”
12. ¿Por qué no habría de durar indefinidamente su “año de la buena voluntad”?
12 Pero, ¿lo aceptarían? ¿Estaría este “año de la buena voluntad” con sus expectativas de bendiciones siempre disponible a aquella nación judía de modo que pudieran acudir a él si quisieran y cuando quisieran? No, las circunstancias que siguieron indican que ése no fue el caso. Tal como un año es un período definido con un principio y un fin, así su “año de la buena voluntad” no duraría indefinidamente. Los que verdaderamente deseaban conseguir la buena voluntad de Dios y aprovecharse de sus beneficios y bendiciones tendrían que obrar rápida y decisivamente antes que éste terminara, antes que les sobreviniera el “día de la venganza de parte de nuestro Dios.”
13. La profecía de Jesús predijo ¿qué conclusión para el “año de la buena voluntad” en el primer siglo?
13 La profecía de Jesús tocante a lo que les sobrevendría a los que rechazaran la buena voluntad de Dios había llevado consigo una advertencia de un período limitado. Jesús había descrito los acontecimientos arrolladores que conducirían a la destrucción de Jerusalén en 70 E.C.: “Además, cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado.” Teniendo presente esta advertencia, los judíos en Judea que verdaderamente tenían un deseo sincero de conseguir la buena voluntad de Dios se interesarían profundamente en las siguientes instrucciones: “Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de Jerusalén retírense, y los que estén en los lugares rurales no entren en ella; porque éstos son días para hacer justicia, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.” Luego señalando con exactitud cuán limitado resultaría ser ese “año de la buena voluntad” para esa nación, Jesús añadió la advertencia ominosa: “En verdad les digo: Esta generación no pasará de ningún modo hasta que sucedan todas las cosas.”—Luc. 21:20-22, 32.
14. ¿Optó la nación judía por aceptar la buena voluntad de Dios? (b) ¿Qué fueron obligados a aceptar, y cómo?
14 Exactamente como Jesús predijo, 37 años después, dentro de esa mismísima generación, ese “año de la buena voluntad de parte de Jehová” se detuvo, y fue seguido rápidamente por el destructivo “día de la venganza” que le sobrevino violentamente al pueblo judío, especialmente a Jerusalén. En el año 66 E.C. los ejércitos de Roma vinieron exactamente como Jesús había advertido y rodearon la ciudad. Cuando los ejércitos romanos se retiraron por un tiempo, los que buscaban la buena voluntad de Dios todavía tuvieron tiempo para prestar atención a la advertencia de Jesús de “huir a las montañas.” Hicieron esto, y velozmente. Sin embargo, en 70 E.C. el general romano Tito vino con sus legiones, esta vez para descargar una horrible desolación tanto sobre el pueblo como sobre la ciudad, pues mató atrozmente a 1.100.000 judíos y se llevó cautivos a otros 97.000 esclavos desdichados que habrían de ser esparcidos por todo el Imperio Romano. Así tal como Dios había usado las fuerzas militares del gobernante impío Nabucodonosor de Babilonia en 607 a. de la E.C. para castigar a la nación que lo había rechazado, así en 70 E.C. las legiones militares de Roma bajo el general Tito sirvieron sus propósitos muy bien, al caer su destructivo “día de la venganza” violenta y dolorosamente sobre la nación que optó por rechazar su “año de la buena voluntad.” Las víctimas desdichadas que habían perseguido a Jesús y sus seguidores fieles y perpetrado su muerte, y que habían rehusado dar oídos a la advertencia dada por Jesús y sus discípulos obedientes de huir por su vida del desastre inminente, fueron obligadas a sentir los efectos severos del “día de la venganza” de Dios, una experiencia que no pudieron evitar.
15. ¿Cómo benefició al resto de creyentes el aceptar la buena voluntad de Dios?
15 Dios había hecho disponible su buena voluntad a toda aquella nación por medio del anuncio de su Hijo y sus discípulos, pero solo unos cuantos la aceptaron y demostraron su fe en ella por su obediencia. Solo un resto trató de conseguir la paz de los hombres de buena voluntad de Dios, y éstos llegaron a ser discípulos de Jesús, quedando constancia pública en cuanto a su decisión al ser bautizados como seguidores de Jesús. Así estos “hombres de buena voluntad” se escaparon de la destrucción de Jerusalén y de la esclavitud de los sobrevivientes desdichados porque prestaron atención a la advertencia y obraron en armonía con las instrucciones que Jesús había dado.
LECCIÓN PARA HOY
16, 17. (a) ¿Para quiénes sirve de lección la circunstancia de aquella nación judía? (b) ¿Cuáles son algunos rasgos provechosos del “año de la buena voluntad”? (c) ¿Por qué todavía hay tiempo para buscar la buena voluntad de Dios?
16 En todo esto hay una fuerte lección para todos los que viven en la Tierra hoy día. Los mismísimos “tiempos críticos” que ahora engolfan a todas las naciones y familias de la Tierra nos colocan inequívocamente en el período conocido como los “últimos días,” el tiempo de la “conclusión del sistema de cosas.” (2 Tim. 3:1-5; Mat. 24:3) Este limitado período bíblico, aunque está lleno de crecientes ayes mundiales y dificultades para el mundo de la humanidad, es a la vez un tiempo sumamente feliz para los que aman a Dios. Pues en la profecía de Isaías que Jesús leyó aquel día de sábado allá en Nazaret, él describió las bendiciones espirituales que muchos habrán de recibir antes del “día de la venganza de parte de nuestro Dios.” Estas incluyen el ‘anunciar buenas nuevas a los mansos, vendar a los quebrantados de corazón, proclamar libertad a los llevados cautivos y la apertura de los ojos aun a los prisioneros,’ todo lo cual habrá de efectuarse junto con la proclamación del año de la buena voluntad de parte de Jehová.
17 Esto significa que vivimos en el tiempo cuando la buena voluntad de Dios todavía se puede obtener, cuando todavía no es demasiado tarde antes que les sobrevenga el “día de la venganza de parte de nuestro Dios” a los que no han buscado su buena voluntad. Ese “día de la venganza” se realizará en la venidera tribulación grande que culmina con la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” la batalla del “Armagedón,” cuando Dios expresa su venganza en todos los que han rechazado su buena voluntad y se han alineado contra él, su reino, y su justicia.—Isa. 61:1, 2; Rev. 16:14, 16.
18. ¿Qué selección afrontan hoy los humanos?
18 Por lo tanto, la pregunta que afrontamos es: ¿Seremos prudentes y aceptaremos la oportunidad que actualmente tenemos ante nosotros de buscar la buena voluntad de Dios y hacer posible que él nos favorezca con la vida? O, como los de Jerusalén en el primer siglo a quienes les faltó fe, ¿menospreciaremos tontamente la advertencia, y rechazaremos la instrucción, sellando así nuestro destino en muerte permanente, víctimas del “día de la venganza” final de Dios?
19. Ennumere algo de la evidencia que prueba que la profecía de Jesús está cumpliéndose otra vez.
19 Según el horario de Dios como se muestra por las profecías de la Biblia y los acontecimientos de este siglo veinte, el año 1914 E.C. marcó el principio del “tiempo del fin” de este inicuo sistema de cosas. En este tiempo se ha presenciado innegablemente un constante empeoramiento de los asuntos humanos desde ese tiempo, subrayado por dos guerras mundiales principales, así como por docenas de guerras más pequeñas, algunas de las cuales todavía continúan, y otras amenazan con estallar a cualquier hora. Todo el creciente egoísmo, odio, crimen, inmoralidad e impiedad de toda clase señalan el hecho de que la mayoría de la humanidad no ha buscado la buena voluntad de Dios, ni le ha dado causa alguna para extender su buena voluntad a favor de ella. Otra vez la profecía de Jesús en Mateo veinticuatro en la cual suministró una descripción detallada de la degradación de las relaciones humanas en este día se cumple, esta vez no solo en la tierra de Judea, sino en los acontecimientos que afectan a la gente de toda nación de la Tierra. Él predijo que “se levantará nación contra nación y reino contra reino,” junto con escaseces de alimento, “terremotos en un lugar tras otro,” angustia, y la persecución de los siervos fieles de Dios. “A muchos se les hará tropezar y se traicionarán unos a otros y se odiarán unos a otros. Y muchos falsos profetas se levantarán y extraviarán a muchos; y por el aumento del desafuero se enfriará el amor de la mayor parte.” (Mat. 24:7-13) Ninguna persona racional puede negar que estas palabras son verdaderas en esta generación, más que en cualquier otro tiempo.
20. (a) ¿A quiénes está disponible ahora el “año de la buena voluntad” de Dios? (b) ¿A qué anuncio da prominencia? (c) ¿Para quiénes especialmente son “buenas nuevas” el anuncio del Reino?
20 Verdaderamente este es un tiempo en que la buena voluntad de Dios se necesita más que nunca antes. Felizmente, el “año de la buena voluntad de parte de Jehová” se ha hecho accesible no solo a una comunidad limitada de israelitas carnales, sino a todas las familias de la Tierra habitada. ¿Cómo es eso? Jesús explica en el siguiente versículo de su profecía para nuestro día: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14) Jesús no está aquí con nosotros para predicar esas buenas nuevas en la Tierra. Sin embargo, en obediencia a ese mandato, el cuerpo mundial de testigos cristianos de Jehová ha estado predicando “estas buenas nuevas del reino” en toda la Tierra, desde el nacimiento de ese Reino en el año 1914, y con creciente eficacia. Han estado anunciando fielmente a todos los amadores de la justicia que desean gobierno perfecto y pacífico en la Tierra que el reino de Dios que se ha buscado por largo tiempo y por el cual se ha orado por largo tiempo, con el Hijo ensalzado de Dios, Cristo Jesús, sobre su trono celestial, fue autorizado por Dios en 1914. Este anuncio es “buenas nuevas” a los que están buscando la buena voluntad de Dios, porque lleva consigo la expectativa de conseguir el favor y la buena voluntad de Dios para la bendición y beneficio eternos de ellos bajo ese gobierno perfecto. Son “buenas nuevas” para los “hombres de buena voluntad” de Dios, porque significa que el rey entronizado de Dios pronto dirigirá su atención decisivamente a la Tierra para ejecutar cambios que sacudirán al mundo, necesarios para permitir la restauración de la Tierra a las condiciones deleitables y pacíficas que Dios se propuso originalmente.—Dan. 2:44; Sof. 3:8; Sal. 37:10, 11.
21. ¿Qué derrotero nos dirige la sabiduría que tomemos? ¿Por qué?
21 ¡Qué magnífica oportunidad está disponible ahora a los que prestan atención a la advertencia y optan por buscar la buena voluntad de Dios en el tiempo restante que queda del “año de la buena voluntad de parte de Jehová”! ¿Verdad que es prudente escoger aquello que lo beneficiará a uno óptimamente? ¿Verdad que es el proceder que demuestra sabiduría buscar beneficios futuros de una fuente que es confiable y segura? Escuche mientras la Sabiduría nos habla desde los Proverbios de la Biblia, diciendo: “Porque el que me halla ciertamente hallará la vida, y consigue buena voluntad de Jehová. Pero el que no me alcanza le está haciendo violencia a su alma; todos los que me odian con intensidad son los que de veras aman la muerte.” (Pro. 8:35, 36) ¿Verdad que es mostrar sabiduría práctica proteger uno su vida? ¿Verdad que es mostrar sabiduría prepararse para el futuro de uno y hacer provisión para ello? Los que rechazan la sabiduría divina y optan por el derrotero del desafuero están odiando la sabiduría y son los que “de veras aman la muerte.”
22, 23. (a) ¿Qué ejemplo de la antigüedad ilustra la selección colocada delante de los que quieren hallar favor con Dios? (b) ¿Por qué es importante no demorarse en buscar la buena voluntad de Dios?
22 La selección que afrontamos hoy nos hace recordar una selección que fue colocada delante de los errantes hijos de Israel en la llanura del desierto de Moab precisamente antes que hubieran de atravesar el río Jordán para entrar en la tierra prometida a su antepasado Abrahán. En aquella ocasión Moisés dirigió la palabra a las muchedumbres congregadas y ofreció esta advertencia: “De veras tomo yo los cielos y la tierra como testigos contra ustedes hoy, de que he puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu prole, amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y adhiriéndote a él.”—Deu. 30:19, 20.
23 Así mismo, nosotros hoy tenemos una selección. Si deseamos vida, querremos escuchar la voz de Jehová y dar los pasos que garantizan su favor. Si deseamos lo que es bueno, haremos algo que nos encamine a conseguir la buena voluntad de Dios, como exhorta Proverbios 11:27: “El que anda procurando el bien, seguirá buscando la buena voluntad; pero en cuanto al que anda en busca de lo malo, le sobrevendrá.” Felizmente todavía estamos en el “año de la buena voluntad de parte de Jehová.” Todavía hay oportunidad para que busquemos y consigamos su favor y buena voluntad eternos. La sabiduría dicta que es preciso que no esperemos ni nos demoremos. Ahora es el tiempo para tomar nuestra decisión, porque no siempre tendremos la oportunidad de buscar la buena voluntad de Dios. Por eso actúe ahora y escoja la vida. Busque la buena voluntad de Dios y disfrute de la “paz [de Dios] entre los hombres de buena voluntad” para siempre aquí en la Tierra.
[Ilustración de la página 658]
Al nacer Jesús los ángeles proclamaron a pastores humildes: ‘Paz en la tierra entre los hombres de buena voluntad.’ ¿Está usted buscando la buena voluntad de Dios en estos “últimos días”?