Ponderando las noticias

La China y Confucio

● La China roja ha iniciado una campaña contra Confucio. Por semanas los periódicos chinos han estado llenos de acres ataques contra este filósofo del sexto siglo a. de la E.C. “Su cadáver continuó despidiendo su hedor entre nosotros hoy. Su veneno es profundo y su influencia extensa,” se declaró en una radiodifusión desde la provincia de Kueicheu. Pero, ¿a qué se debe esta campaña?

Evidentemente a que muchos de los ideales de Confucio están en contraposición al comunismo chino. Por ejemplo, él no favorecía la unificación de la China por una sola administración y un solo código; el comunismo sí. Él aceptaba rangos en la sociedad, como los de esclavo, amo y emperador; el comunismo aboga por una sociedad sin clases. ¿A qué se debe, pues, que el comunismo tolerara por tanto tiempo al confucianismo?

Parece que un factor fue la popularidad de éste entre el pueblo chino. Pero ahora algunos ven los ataques actuales como parte de la campaña continua de la China contra todo lo que sea religioso. El taoísmo, el budismo y el “cristianismo” han sido fuertemente desaprobados desde 1950. Pero aunque al confucianismo se le ha llamado un ‘sistema ético,’ tiene aspectos definitivamente religiosos.

¿Dice algo la Biblia acerca de este ataque aparentemente antirreligioso? Es digno de notarse lo que se dice acerca del “rey del norte,” al cual rey la historia identifica con los gobiernos totalitarios. De él leemos: “Al dios de sus padres no dará consideración.” Más bien, “al dios de las plazas fuertes . . . dará gloria.” (Dan. 11:37, 38) A la luz de esta profecía bíblica, será interesante observar hasta dónde se promoverá esta campaña en contra del confucianismo.

Promesas de la ciencia

● Muchas personas han esperado que la ciencia mejoraría la calidad de su vida. Ahora aumenta continuamente el número de las personas que piensan que el ‘maravilloso mundo del mañana’ que ha prometido la ciencia es solo otro fracaso de tubo de ensayo. Un escritor de los EE. UU. expresa su punto de vista cuando dice: ‘Las aspiraciones humanas a una buena vida, al esparcirse y aumentar, están exigiendo demasiado de los recursos mundiales. Las grandes ciudades están en deterioro, convirtiéndose en junglas. Cada vez son menos las cosas que funcionan bien.’

La gente ve casas llenas de artefactos, pero también ve que aumenta la contaminación del aire y el agua. Se lee acerca de promesas de paz, pero se nota que miles de millones de dólares obtenidos por impuestos se están gastando en nuevas armas “científicas” para destrucción. Se oyen informes acerca de “granos milagrosos,” pero miles de personas mueren de hambre en África, y en otros lugares hay un alza vertiginosa en el precio de los alimentos. ¿Extraña el que muchos que aclamaban a la ciencia como salvadora hace unos años ahora estén desilusionados con ella?

¿Por qué ha pasado esto? Bueno, los logros científicos obviamente exigen cierto grado de sabiduría. Sin embargo, el apóstol Pablo dice: “La sabiduría de este mundo es necedad para con Dios.” La situación actual muestra que esa “sabiduría” no puede producir una “buena vida” que dure para siempre. Eso exige la sabiduría que el mundo de la ciencia menosprecia, a saber, “la sabiduría de Dios.”—1 Cor. 2:6-8; 3:19.

¿Está cerca la paz?

● ¿Qué le parecen los esfuerzos que se están haciendo por establecer la paz? ¿Cree que tendrán buen éxito?

Considere estos desenvolvimientos: Las tropas israelíes y árabes han dejado de encontrarse en combate en el Sinaí; tropas de las N.U. forman un amortiguador entre ellas. De modo similar se trazan planes para que suceda lo mismo entre Israel y Siria. Se han dado pasos para abrir el canal de Suez para fines del año. Y se ha logrado progreso en cuanto a las limitaciones de armamentos.

Todo esto llena de optimismo a los líderes mundiales. En un discurso del 24 de febrero, el vicepresidente de los EE. UU., Gerald Ford, dijo: “Hay una era de paz al alcance.” Al día siguiente el presidente Nixon declaró: “Nos está yendo bien en el frente de la paz.”

Estos líderes basan sus opiniones en la creencia de que el que los gobiernos continuaran participando en conflictos armados sería desastroso para todos. De modo que la tendencia actual en los asuntos del mundo es hacia “détente,” es decir, relaciones pacíficas entre las potencias mundiales contrarias. Pero, ¿qué dice la profecía bíblica en cuanto a esto?

Indica que las naciones alcanzarán una paz aparente. Pero, ¿qué significará eso? La Biblia contesta: “Cuando sea que ellos estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!’ entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente . . . y no escaparán de ninguna manera.” De modo que el esfuerzo actual por alcanzar la paz es solo una ilusión; anuncia un fin súbito para este sistema completo.—1 Tes. 5:3.