Ponderando las noticias
La sacarina y el tabaco
● Las recientes proscripciones gubernamentales de la sustancia endulzadora llamada sacarina han despertado crítica intensa. Por supuesto, es encomiable que los gobiernos se interesen en la salud de sus ciudadanos, sea que concuerde toda persona con ciertas acciones específicas o no. Sin embargo, muchas personas han planteado preguntas en cuanto a lo sincero que pueda ser este interés, cuando no se muestra la misma oposición a una sustancia que ya ha demostrado ser indefinidamente más mortífera que la sacarina... el tabaco.
Entre la mitad y un tercio de todos los fumadores de cigarrillos morirán prematuramente debido a su hábito, según un estudio de veinte años por 34.000 doctores británicos del que informó recientemente el “British Medical Journal.” Y la revista “Natural History” señala que “a pesar de la publicidad que ha recibido la relación entre los cigarrillos y el cáncer, muchas más de las muertes conectadas con el fumar cigarrillos tienen que ver con la enfermedad coronaria del corazón —el asesino principal en la mayoría de los países desarrollados— que con el cáncer. . . . Además, el fumar se combina con otros factores peligrosos de importancia, como el colesterol de las arterias y la hipertensión arterial, lo cual multiplica muchas veces el riesgo de enfermarse del corazón.” Sin embargo, no hay proscripciones... solo advertencias que fácilmente se pasan por alto impresas en las cajetillas.
¿Por qué trato tan delicado a un asesino mortífero mientras se descarga plena ira contra un delincuente comparativamente secundario? “Natural History” habló de “hipocresía gubernamental al tratar con el tabaco” y dijo que o los gobiernos están “como rehenes en manos del poder político de los productores de tabaco y cigarrillos o los atrae la conveniencia [ingresos por impuestos].”
¡Qué refrescante será cuando el reino de Dios, no afectado por presiones de esa índole, gobierne solo con el bien permanente de la humanidad en el corazón!—Isa. 32:1.
Los católicos de Sri Lanka y la Biblia
● En una carta relativamente reciente a “The Ceylon Catholic Messenger” (El mensajero católico de Ceilán), el escritor se queja de la obra que los testigos de Jehová están efectuando entre los católicos de Sri Lanka. Hace notar que una “cantidad grande de muchachas y muchachos jóvenes de hogares católicos [están] ahora en su lista de emisarios nocivos.” ¿A qué se debe esto? El escritor dice que los Testigos “saben que por un tiempo bastante considerable a los católicos no se les ha permitido leer la Biblia. Por consiguiente pueden embaucarlos sin mucha oposición.”
Pasa a sugerir que “la presencia de estos Testigos debe tratarse más como una bendición disfrazada que otra cosa, porque si queremos impedir el extravío de más católicos, entonces el clero tiene que promover la lectura de la Biblia en todo hogar católico.”
Sin embargo, esta línea de razonamiento hace surgir algunas preguntas escrutadoras. ¿Por qué ‘no han estado leyendo la Biblia por un tiempo bastante considerable los católicos de Sri Lanka’? ¿No ha sido siempre cierto que los cristianos verdaderos han encontrado maneras de obtener ejemplares de la Palabra de Dios y leerlos, aun donde está proscrita? ¿Por qué no ha estado ya el clero promoviendo “la lectura de la Biblia en todo hogar católico”? ¿Es la única razón que tienen para hacerlo el contrarrestar la obra de estudios bíblicos de los testigos de Jehová?
Realmente, el buen éxito de los testigos de Jehová entre los católicos de Sri Lanka se debe a que éstos están aprendiendo las verdades que contiene la Biblia. Sin duda debe encomiarse la promoción de la lectura de la Biblia, pues mientras más se lea la Biblia mayor libertad tendrán del dominio clerical no bíblico.
¿Aceptable la poligamia?
● Por un voto de cuarenta contra seis, el Octavo Sínodo Provincial de la Iglesia Anglicana del África Central ha mantenido que el hombre que tenga más de una esposa puede ser recibido en esa organización religiosa junto con sus esposas e hijos creyentes. Se permite esto “en casos excepcionales y merecidos.” Según “The Christian Century,” los delegados del sínodo “convinieron en que ‘aunque la poligamia . . . sí choca con el ideal pleno del matrimonio cristiano,’ a veces es imposible apartarse de las situaciones en que existe tal choque.”
Superficialmente, a algunas personas quizás les parezca que este arreglo muestra consideración. Sin embargo, el razonamiento y las normas humanos no son de interés principalísimo en tales asuntos. La monogamia (el tener solo un cónyuge vivo) fue la norma original que Jehová Dios instituyó para la familia. Más tarde toleró la poligamia hasta el debido tiempo que tenía para restaurar aquella norma original. Esto lo hizo en la congregación cristiana. En consecuencia, se requería que los ancianos y siervos ministeriales de la congregación fueran ‘esposos de solo una esposa.’ (1 Tim. 3:2, 12) Además, el apóstol Pablo declaró: “La mujer casada está atada por ley a su esposo mientras éste vive . . . mientras vive su esposo, sería llamada adúltera si llegara a ser de otro hombre.”—Rom. 7:2, 3.
En armonía con los requisitos divinos, las personas que han deseado dedicar su vida a Jehová Dios, pero que han estado envueltas en uniones polígamas, han terminado con esos arreglos. Estos hombres han hecho provisión apropiada para los hijos que les han nacido como resultado de matrimonios polígamos. Pero solo después de poner su vida en armonía con los justos requisitos de Dios han podido dedicarse a Dios y bautizarse como testigos de Jehová.