Curación por fe... ¿cómo se efectúa?
‘“ESA joven con el aparato ortopédico para el cuello. Sencillamente quíteselo. Usted ha sido sanada. Suba acá y alabe a Jesús.” La joven va de su asiento hacia el altar. Ella dice que se ha sometido a 12 operaciones y que la artritis reumatoidea la ha dejado imposibilitada desde 1973. Se para frente al sacerdote, ella mueve el cuello de atrás hacia adelante. El sacerdote la bendice, la muchedumbre aplaude y el sacerdote dice: “¡Ha sido sanada!”’
¡Imagínese el gozo que tiene la persona curada de artritis reumatoidea! ¿Suceden realmente semejantes cosas?
Informes como éste que salió en el diario Sunday Telegram de Worcester sugieren que puede que sucedan. No es de extrañarse que la curación por fe del día presente esté llamando mucho la atención. Personas enfermas acuden en tropel a sanadores por fe, con la esperanza de ser sanadas. ¿Se realizan sus esperanzas? ¿Es la curación por fe realmente eficaz para tratar la enfermedad? ¿Cómo se efectúa?
¿Qué cosa es?
De hecho, hay diferentes formas de curación por fe. En Occidente, a menudo se efectúa en servicios religiosos que se celebran por evangelistas o ministros de las religiones principales... tal vez por aquellos que se asocian con el movimiento carismático. Estos sanadores por fe afirman estar imitando a Jesucristo y a sus apóstoles y dicen que Dios mismo es quien les suministra su poder.
Otro grupo consta de “sanadores” que son miembros de las religiones no cristianas... sacerdotes del vudú, médicos brujos, curanderos, y así sucesivamente. Estos sanadores creen que la enfermedad se debe a espíritus inicuos, y ejecutan ceremonias para echar fuera los espíritus.
Además, hay los “cirujanos síquicos” que llevan a cabo lo que ellos llaman “operaciones síquicas.” Por ejemplo, en las Filipinas ellos afirman poder alcanzar dentro del cuerpo del enfermo con sus mismísimas manos y sacar los tejidos enfermos y coágulos de sangre. Según se informa, sus “pacientes” están totalmente conscientes durante la operación y no quedan cicatrices después.
Por último, hay quienes dicen que su “curación” no tiene nada que ver con la religión o con la fe. Se refieren a ella como a algo que consta de un proceso natural, una manera de utilizar o aprovechar una misteriosa fuerza sanadora que existe a nuestro alrededor, o en el cuerpo mismo. Algunos de entre ellos prefieren que se les llame “sanadores síquicos” más bien que “sanadores por fe.”
¿Da resultados?
La contestación depende de la persona a quien se haga la pregunta. Los creyentes relatan acerca de curaciones que ellos mismos han visto o experimentado. Los escépticos cuentan sobre personas que han investigado más a fondo los casos de tales curaciones milagrosas y han llegado a la conclusión de que esto realmente no sucede. ¿A qué se debe la contradicción?
A veces puede ser que realmente se haya cometido una equivocación. Una señora sinceramente creyó haber sido curada de cáncer cervical. Se había sometido a una prueba clínica que indicaba que tenía cáncer; de modo que fue a un sanador por fe. La siguiente vez que ella se sometió a la prueba, el resultado fue negativo. Está convencida de que el sanador por fe la curó. Pero su médico dijo que hubo equivocación en el resultado de la primera prueba, como a veces sucede.
Otras veces hay personas que se hacen de ilusiones debido a que desesperadamente abrigan la esperanza de que acontezca un milagro. Una joven que padecía de cáncer en estado avanzado acudió a un sanador por fe. Después, su doctor le hizo otro examen médico. “Cuando el médico me vio no podía creerlo,” ella dijo con alegría. “Según él me quedaban dos meses de vida. Pero no sucedió nada . . . para ahora no debería estar viva, no me explico por qué Dios me ha salvado.” Lamentablemente, ella falleció menos de un año después.
Una vez, se citó a un médico que dijo que el recobro de su paciente fue un milagro. Pero, cuando un periodista obtuvo más detalles sobre el caso, el médico explicó que él utilizó la palabra “milagro” en “sentido figurativo.” El estaba seguro de que la curación se había efectuado por un “proceso natural.” El dijo: “No creo que se pueda probar que Dios intervino personalmente. He visto suceder la misma cosa cuando no estaba envuelta la curación por fe.”
Hay factores que hacen difícil determinar lo que realmente ha efectuado ciertas “curaciones.” El efecto que el estado mental tiene en la salud física es algo que todavía no se entiende a cabalidad. En el caso de muchas enfermedades no se puede predecir cómo progresarán. Algunas experimentan una remisión sin que se sepa por qué. El cuerpo mismo se cura de muchas enfermedades, a veces con la ayuda de medicación. El Dr. William A. Nolan sugirió que pudiera ser la emoción intensa que se experimenta en algunos de los servicios religiosos de curación la que haga que la enfermedad reaccione más pronto al tratamiento que lo acostumbrado. Además es digno de notar que muchas de las alegadas curaciones son sencillamente una leve mejoría en la salud del enfermo.
Algunos sanadores por fe reconocen que hay la posibilidad de que muchas de las curaciones no sean curaciones milagrosas. Un sacerdote asociado con el movimiento carismático dijo: “Algunas [curaciones] son sicosomáticas, algunas pueden atribuirse a histeria y otras pueden explicarse por medio de razones naturales.” Entonces él agregó: “Eso no representa ningún problema para mí porque todavía las curaciones son verdaderas.”
Por supuesto, no todos concuerdan en que las curaciones pueden explicarse por medio de razones naturales. Muchas personas sinceramente creen que se efectúan milagros y que alguna fuerza sobrehumana cura a los enfermos. Así que la persona que está investigando tal vez razone: ‘Bueno, puede que la curación por fe se efectúe, en cambio puede que no. Pero, ¿de qué modo pudiera perjudicar?’ Esta es una pregunta importante.