Nuevos arreglos para la organización de congregación
Como se anunció en las asambleas de distrito, habrán algunos arreglos nuevos en la organización de congregación. Todos los ancianos deben leer cuidadosamente esta información que se basa en los discursos que se pronunciaron en la asamblea y obrar en armonía con ella.
SECRETARIOS PARA BENEFICIO DEL REBAÑO DE DIOS
1 En estos tiempos modernos en los que la obra del Reino está bien establecida con más de cuarenta mil congregaciones de testigos de Jehová por todo el mundo, es necesario tener ciertos registros para beneficio de la congregación. Esto está en armonía con el principio bíblico que se declara en 1 Corintios 14:40: “Que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo.”
2 Por lo tanto, a todas las congregaciones les sería provechoso tener un Secretario nombrado que aceptara la responsabilidad de encargarse de la correspondencia y los registros importantes de la congregación. Durante los primeros seis meses de este año de servicio (cuando visite el superintendente de circuito), el cuerpo de ancianos de cada congregación recomendará a uno de los ancianos para ser nombrado como Secretario de la congregación. El Secretario debe ser un hermano que esté capacitado para encargarse debidamente de los registros y archivos de la congregación y para contestar bien la correspondencia. Algunos hermanos están mejor capacitados para este trabajo que otros. (1 Cor. 12:28-30) Así es que los ancianos deben examinar cuidadosamente la capacidad del hermano que van a recomendar, tomando en consideración los deberes que hay que desempeñar y el espíritu dispuesto que éste tiene de desear servir a sus hermanos. En algunas congregaciones pudiera haber varios hermanos que estén bien capacitados. Pero, puesto que solamente se puede asignar a uno de ellos a este servicio, los ancianos tendrán que elegir y recomendar solamente a uno de ellos. También deben tener presente que una vez que el Secretario haya sido nombrado, no cambiará por turno o alternará de esta asignación de Secretario sino que servirá continuamente de año en año hasta que al cuerpo de ancianos le parezca prudente un cambio.—Vea 2 Reyes 12:10, 11 y 2 Rey. 22:3.
3 El cuerpo local de ancianos debe recomendar al Secretario durante la primera visita del superintendente de circuito después del 1 de septiembre. Se hará esta recomendación al enviar las recomendaciones corrientes de nombramientos de ancianos y siervos ministeriales. Debe escribirse la palabra “Secretario” en el margen del formulario de recomendación (S-2-S) antes del nombre del individuo, bajo recomendaciones para ancianos.
4 Debe incluirse con la recomendación el nombre y dirección completos del Secretario en el formulario S-29-S. Los superintendentes de circuito tienen un surtido de este formulario. La dirección del Secretario llegará a ser la dirección permanente de correos de la congregación. Toda la correspondencia que la congregación reciba del Cuerpo Gobernante o de la Sociedad será dirigida a esa dirección.
5 El hermano a quien se nombre como Secretario de la congregación debe ser regular al asistir a las reuniones y hacer disponibles los registros de la congregación a los otros ancianos para el beneficio de la congregación. Si en alguna ocasión él sabe que tendrá que estar ausente de la zona por alguna razón, entonces debe hacer arreglos para que otro hermano se encargue de sus deberes temporeramente y se mantenga informado de si se ha recibido algún correo o correspondencia en su dirección.
6 Será preciso que el Secretario lleve los registros vitales de la congregación ordenadamente, incluso los nombramientos de ancianos y siervos ministeriales, todas las cartas de la Sociedad a los ancianos y la congregación, las copias de los informes de los superintendentes viajantes, pedidos y remesas a la Sociedad, los registros relacionados con la propiedad del Salón del Reino u otras propiedades de la congregación, información acerca de cualesquier préstamos, seguros, escrituras y otros documentos pertinentes al Salón. También hay que guardar en los archivos de la congregación los registros de casos de expulsión que los comités judiciales hayan tratado.
7 El Secretario debe ser una persona puntual que lleve cuenta de las fechas en que hay que atender las necesidades de la congregación. Si la congregación ha formado una corporación legal con el fin de efectuar su servicio a Jehová, el Secretario debe saber lo que el gobierno exige en cuanto a informes a las oficinas gubernamentales, reuniones anuales, llevar las actas de las reuniones, y fijar los anuncios necesarios concernientes a la corporación. Debe llevar los archivos de la corporación y asegurarse de que la persona responsable de preparar las actas las tenga en orden.
8 Si la congregación es propietaria de un Salón del Reino o de otra propiedad, el Secretario debe asegurarse de que se satisfagan todos los requisitos del gobierno local a fin de garantizar el recibo de cualquier exención de impuestos que sea posible obtener en la localidad. Si se recibe alguna notificación legal él se encargará de dirigirla a la atención del cuerpo de ancianos y de que la congregación le dé pronta atención.
9 El Secretario se interesará en coordinar las actividades de negocio de la congregación, como el pago pronto de las cuentas del servicio público, el seguro cuando éste se vence, los pagos de cualesquier préstamos, pago de cualesquier impuestos que se deban, los envíos de pedidos para las invitaciones del Memorial con bastante adelanto, y de enviar los informes a tiempo.
10 Él enviará la correspondencia a las oficinas de la Sociedad, incluso los formularios de pedido y remesa que preparan otros hermanos que sirven en la congregación. Tendrá la responsabilidad de verificar éstos para asegurarse de que sean legibles y que las cifras sean exactas.
11 Él pasará de anciano a anciano cualquier carta que los ancianos reciban de la Sociedad, haciendo que cada anciano ponga sus iniciales en la carta para mostrar que la ha leído. Llevará un registro de tales cartas y las volverá a recibir después que todos los ancianos las hayan leído y atendido y las guardará en los archivos de la congregación.
12 El Secretario llevará las tarjetas de Registro del Publicador y recopilará los informes del servicio del campo de la congregación. En algunas congregaciones el cuerpo de ancianos quizás desee asignar a un anciano (si está disponible) o a un siervo ministerial capacitado para ayudar al Secretario a encargarse de algunos de los registros.
13 No se espera que estos deberes ocupen todo el tiempo del Secretario, sino que los que sean nombrados como Secretarios podrán participar en conducir un estudio de libro de congregación, llevar la delantera en el servicio del campo en relación con estos grupos de estudio, servir como cualquier otro anciano de la congregación, encargarse de partes en las reuniones, servir como miembro de un comité judicial, y así por el estilo.
14 En las congregaciones grandes en las que hay un buen número de ancianos ya nombrados, la recomendación pudiera significar que un hermano que ahora sirve en un puesto en que está muy ocupado, como el superintendente de estudios bíblicos o superintendente del campo, sea recomendado como Secretario. Si así es, entonces el cuerpo de ancianos quizás desee hacer arreglos para que otro anciano se encargue de tales servicios cuando el secretario sea nombrado para su nuevo trabajo. En las congregaciones pequeñas el secretario quizás pueda servir en otros puestos también.
15 Creemos firmemente que el nombramiento de un Secretario en cada congregación satisfará una necesidad que ahora existe en las congregaciones y resultará en beneficios adicionales a medida que el cuerpo de superintendentes presta atención a todos los que forman parte del rebaño de Dios.—Hech. 20:28.
“TODOS ELLOS SERÁN ENSEÑADOS POR JEHOVÁ”
16 En estos últimos días los cristianos continúan siendo “personas enseñadas por Jehová.” (Isa. 54:13) También aprecian la provisión de tener “dones en la forma de hombres,” quienes entre otras cosas tienen la responsabilidad de enseñar. (Efe. 4:11-13) Acerca de este punto el discípulo Santiago escribió: “No muchos de ustedes deberían hacerse maestros, hermanos míos, sabiendo que recibiremos juicio más severo.” (Sant. 3:1) Por eso, los ancianos constantemente tratan de mejorar en su enseñanza. Muchos son eficaces en el nivel individual o dando discursos. Otros son buenos maestros en el campo y dando ayuda a los nuevos. Hay ancianos que tienen éxito particularmente en ayudar a otros a adelantar espiritualmente por medio de conducir estudios instructivos de La Atalaya o la Escuela Teocrática. Hay diferentes habilidades, pero sea cual sea el don que uno tenga, se le anima a usarlo para el beneficio de otros.—1 Ped. 4:10, 11.
17 Como aprendimos en las asambleas de distrito de este año se han hecho algunos ajustes que afectarán la superintendencia de dos reuniones de congregación. Cuando se efectúe la próxima alternación o cambio por turno anual en septiembre de 1977 dos de las cinco posiciones de servicio de los ancianos no estarán sujetas a la alternación de allí en adelante. Éstas serán (1) el conductor del estudio de La Atalaya y (2) el superintendente de la Escuela Teocrática. El cuerpo de ancianos debe considerar quiénes entre ellos servirían particularmente bien en estas dos posiciones. Los ancianos que por alternación tomen estas posiciones en septiembre servirán temporeramente hasta que el superintendente de circuito visite de nuevo la congregación.
18 En cuanto a hacer su selección final, los cuerpos de ancianos podrían beneficiarse de las sugerencias del superintendente de circuito, durante su próxima visita. Se entiende que las asignaciones efectivas a estas dos posiciones serán hechas por el cuerpo de ancianos y no por el superintendente de circuito. No se necesitarán cartas de nombramiento de la oficina sucursal de la sociedad en estos casos. Sin embargo, para que haya algún registro al cual la oficina sucursal pueda referirse, el superintendente de circuito hará una anotación apropiada al dorso del formulario de recomendación (S-2b-S). En el lado izquierdo de la lista de los nombres de todos los ancianos nombrados de la congregación, él indicará qué anciano ha sido asignado a encargarse del estudio de La Atalaya y qué anciano se encargará de la Escuela Teocrática. Él usará las abreviaturas “CEA” y “SET” respectivamente. De esta manera tanto la oficina sucursal como la congregación local tendrán un registro de quién ha sido asignado a servir continuamente en estas dos posiciones.
19 Además de asignar a los ancianos que supervisarán cada una de estas dos posiciones, el cuerpo de ancianos, junto con el superintendente de circuito, asignará a otros ancianos que tienen buena habilidad para enseñar en estas dos reuniones, para ayudar al conductor del estudio de La Atalaya y al superintendente de la Escuela Teocrática. Dependiendo de las circunstancias locales, el conductor del estudio de La Atalaya aceptará con gusto que otros ancianos le ayuden, conduciendo los estudios semanales de La Atalaya por períodos de hasta un mes a la vez. El conductor del estudio de La Atalaya tendrá la responsabilidad de programar a estos ancianos adicionales para los estudios de La Atalaya. Lo mismo será cierto del superintendente de la Escuela Teocrática, quién recibirá con gusto ayuda que los ancianos adicionales pudieran suministrarle conduciendo la escuela o escuelas adicionales de la congregación, por lo general por períodos de dos meses. El superintendente de la Escuela Teocrática sería responsable de programar a estos hermanos.
20 Como se indicó antes, estos dos ancianos por lo general permanecerán en sus puestos de enseñanza por un espacio indefinido de tiempo. Si en algún tiempo futuro el cuerpo de ancianos junto con el superintendente de circuito visitante lo considera prudente, se podrían hacer cambios. Estos arreglos para mejorar la enseñanza permitirán que los hermanos sirvan en armonía con su propia capacidad. En las congregaciones en que hay pocos ancianos será necesario adaptarse hasta el grado que les sea posible por medio de usar al hombre, o a los dos hombres que elijan, aunque la presidencia seguirá alternando anualmente.
21 LA VISITA DEL SUPERINTENDENTE DE CIRCUITO: Desde hace mucho los superintendentes viajantes del pueblo de Jehová han servido a las congregaciones como maestros nombrados. Ellos satisfacen los requisitos bíblicos para enseñar en la congregación. En sus visitas contribuyen en buen grado al esclarecimiento sostenido de las congregaciones.
22 Hasta ahora, las reuniones de congregación se han celebrado en cuatro de los días de su visita, además de una reunión con los ancianos y siervos ministeriales, una reunión con los ancianos y la reunión con los precursores. Tal horario ha sido bien activo tanto para los miembros de la congregación como para el superintendente de circuito.
23 A partir de septiembre de 1977, entrará en vigor un programa semanal ajustado. Las reuniones de congregación se celebrarán en solamente tres de los días de la visita.
24 Se recomienda que la Escuela Teocrática y la reunión de servicio se celebren el martes de su visita. Después de la Escuela Teocrática regular y la reunión de servicio de 30 minutos el superintendente de circuito pronunciará un discurso de servicio de conclusión, dando a la sesión un total de dos horas, incluyendo los cánticos y las oraciones.
25 La entera congregación se volverá a reunir en el Salón del Reino, preferiblemente en una noche de reunión regular, tal vez en las noches del jueves o el viernes. El cuerpo de ancianos escogerá a uno de sus miembros para conducir el único estudio de libro grande durante esa noche. El estudio de libro se reducirá a 45 minutos, pero se debe hacer el esfuerzo de abarcar la porción asignada para esa semana.
26 Después del estudio de libro, el superintendente de circuito presentará una sesión especial con participación del auditorio que será llamada “Continúa en las cosas que aprendiste.” (2 Tim. 3:14) En ésta se pudiera incluir información sobre cualesquier puntos que al superintendente de circuito le parezcan útiles para la congregación. Quizás le parezca apropiado considerar material no solo de Atalayas recientes sino también del libro Organización, Nuestro Servicio del Reino y otras publicaciones. Después de esta sesión de 30 minutos el superintendente de circuito pronunciará un discurso de servicio de conclusión. En conjunto, esta reunión de a mediados de semana duraría una hora y 45 minutos, incluyendo los cánticos y oraciones.
27 El programa para el domingo de la visita también se ajustará a dos horas incluyendo los cánticos y oraciones. El superintendente de circuito presentará un discurso público por 55 minutos. El cambio está en la manera y en la duración del estudio de La Atalaya, el cual se conducirá sin leer los párrafos. Se dedicarán treinta minutos para que el auditorio participe en contestar las preguntas. Después de esto el superintendente de circuito presentará su discurso final.
28 Creemos que este programa semanal ajustado presentará un programa más equilibrado para la semana. Esto eliminará para los hermanos una noche adicional de reunión, tiempo que los hermanos pueden usar en otra actividad. Deben hacerse planes para aumentar los esfuerzos en el servicio del campo durante esta semana especial. De esta manera todos en la congregación participarán en resplandecer como una luz colectiva en su comunidad.
29 LA ESCUELA DEL MINISTERIO DEL REINO: Los ancianos han expresado gran aprecio por el entrenamiento provisto por la Escuela del Ministerio del Reino. De hecho, muchos de ellos han preguntado si pueden tener otra oportunidad de volver a asistir y así mantenerse al día. Con los ajustes de organización que se han hecho en el transcurso de los años sería prudente que los ancianos recibieran entrenamiento adicional. Parece que cuando varios ancianos pasan por la escuela a la misma vez la congregación siega los mayores beneficios.
30 El curso ha sido revisado y ajustado para satisfacer las necesidades actuales de las congregaciones cristianas. Se ha preparado el material para un libro de texto revisado.
31 Se han hecho arreglos para que todos los ancianos asistan a la Escuela del Ministerio del Reino durante este otoño en sus circuitos respectivos. Confiamos en que esta provisión será una gran fuente de estímulo y refrigerio espiritual.
APLICANDO LA LEY DE DIOS EN LA CONGREGACIÓN
32 El arreglo de aplicar la ley de Dios en la congregación cristiana hoy día es similar al que existía en el primer siglo de nuestra era común entre los primeros cristianos. Trabajando en unión con el “esclavo fiel y discreto,” hay un cuerpo gobernante o central de ancianos que tiene una responsabilidad especial en la dirección de la administración de las leyes bíblicas entre los testigos cristianos de Jehová. A los ancianos de congregación y también a los superintendentes viajantes se les autoriza para que actúen como jueces a favor de la congregación. Apreciamos a estos administradores como una provisión amorosa de Jehová y los consideramos con respeto debido a su obra. (1 Tes. 5:12, 13; 1 Tim. 5:17) Con el fin de educar a otros y sostener los requisitos de Dios estos hombres tienen que estar bien familiarizados con las leyes bíblicas. Están conscientes del hecho de que el juzgar no es sencillamente un asunto de oír casos. El que ellos apliquen la ley de Dios envuelve el cumplirla y enseñarla, instar obediencia a ella y también usarla como base para juicio al actuar en una capacidad judicial.
33 Hoy en día se necesitan tanto consejeros capacitados como jueces. (Isa. 1:26) En la mayoría de las situaciones en la vida cuando surgen problemas, verdaderamente se aprecia a los consejeros cuando éstos ayudan a resolver preguntas o problemas que se traen a su atención. Por tanto, si alguien comete un mal “antes de darse cuenta de ello,” por lo general dos o más de los ancianos pueden suministrar ayuda amorosa. Esto se hace con un “espíritu de apacibilidad” a medida que aconsejan y reajustan al individuo que ha errado. (Gál. 6:1, 2) Cuando los ancianos observan que un individuo emprende un proceder que está en conflicto directo con la ley divina, deben hacer un esfuerzo diligente por ayudarlo a enderezar sus pasos, dando repetidas admoniciones según sea necesario. (Tito 3:10, 11) Por medio de ser misericordiosos quizás tengan buen éxito en ‘arrebatarlo del fuego,’ evitando a tal individuo un juicio severo. (Jud. 23) Los casos que son notorios exigen que los ancianos ‘censuren con severidad’ a fin de restaurar la fe saludable. Para beneficiarse apropiadamente de los pastores de la congregación debe traerse a la atención de ellos todos los casos serios a fin de que puedan aplicar las leyes de Dios según sea necesario.
34 En el arreglo actual el superintendente presidente, el superintendente del campo y el superintendente de estudios bíblicos han servido como un comité judicial. Pero estos hermanos ya tienen muchas responsabilidades. Además, es preciso tener experiencia y tiempo para encargarse de los asuntos judiciales y tratar con casos en que se haya cometido algún mal serio, los cuales a menudo se complican y exigen cuidadosa deliberación, consideración y dar consejo y censura bíblicos, o tomar medidas de expulsión en los casos en que no hay arrepentimiento. A veces más de un caso pendiente necesita atención urgente. Si ciertos casos se posponen o se prolongan innecesariamente, puede que algunos se perturben y crean que no se está haciendo nada o que se está descuidando la protección de la congregación. Aunque todos los ancianos que sirven en la congregación tienen un sentido de responsabilidad, los hechos muestran que los que han tenido automáticamente que asumir la función del comité judicial no siempre han estado preparados ni tienen la experiencia hasta el grado que se requiere para aplicar cuidadosamente la ley de Dios dentro de la congregación.
35 De ahora en adelante cuando se llame a la atención de los ancianos asuntos serios que requieran acción judicial, ¿cómo se iniciará el proceso de seleccionar un comité judicial? En algunos casos, los individuos culpables de cometer un mal serio, o aquellos que definitivamente saben de tal mal, quizás aborden a cualquiera de los ancianos con el que les parezca que desean hablar. Éste, a su vez, puede pedir al presidente que convoque una reunión de ancianos. Si el presidente está ausente se puede llevar el asunto al que éste haya designado para servir por él temporeramente y ese anciano presidiría en tal reunión. El anciano que por primera vez oyó acerca del problema relataría brevemente la naturaleza del caso al entero cuerpo de ancianos presentes. Esto no significa que tenga que entrar en detalles innecesarios sino sencillamente declarar el nombre de la persona o personas envueltas y la naturaleza del problema, sea inmoralidad, fraude, borrachera, abuso de drogas, o algún otro mal serio. El cuerpo de ancianos consideraría si el problema envuelve a una persona soltera o casada, juventud o alguna otra característica que fuera útil para hacer una elección apropiada de ancianos. Por ejemplo, si el asunto envuelve una controversia que incluye una acusación de fraude, quizás deseen elegir a ancianos experimentados, quienes debido a sus antecedentes están más capacitados para servir en este asunto como comité judicial que investigue el caso.
36 Lo que se considera en esta reunión inicial no debe considerarse con aquellos que no tienen el derecho de saberlo. Los ancianos tienen la responsabilidad de ser reservados. El habla indiscreta puede ocasionar problemas o una brecha de confianza de parte de cualquiera de los ancianos o miembros del comité judicial. Proverbios 25:9 dice: “Defiende tu propia causa con tu semejante, y no reveles el habla confidencial de otro.” Debe prestarse estrecha atención a la sabiduría de estas palabras. Si hay una brecha de confianza, los ancianos deben darse cuenta de que esto pudiera hacer surgir dudas en cuanto a su buen juicio y la profundidad del amor que sienten por las otras personas que estuvieran envueltas en el asunto.—Pro. 10:19; 11:13.
37 A veces quizás surja más de un caso de naturaleza seria a la vez. Quizás sea necesario elegir a dos comités judiciales para encargarse de los diferentes casos, con tal que haya suficientes ancianos capacitados. Si no, ellos tendrían que decidir lo que sería más apropiado hacer para satisfacer las necesidades de la situación. Cuando hay menos de tres ancianos en una congregación, entonces, si hay ancianos disponibles en una congregación cercana se les puede invitar a servir en el caso. Si una congregación está en una zona aislada y no es conveniente el que ancianos de un lugar distante se reúnan con los miembros del comité judicial de la localidad, entonces se pudiera elegir a un siervo ministerial bien capacitado para completar el comité judicial. O, si en una o dos semanas los visitará el superintendente viajante, los ancianos de la localidad quizás decidan esperar su visita y pedirle que sirva con ellos. Donde no sea posible que más de dos ancianos estén presentes, entonces solamente dos pudieran encargarse del asunto. (Mat. 18:19) Si no están de acuerdo en cuanto a qué acción tomar en el asunto, cada uno de ellos puede enviar su informe a la oficina sucursal de la Sociedad. Si en algunas regiones muy aisladas no es posible elegir ninguna de estas alternativas, el anciano de la localidad o la persona responsable que sirve como superintendente sustituto puede escribir a la oficina sucursal de la Sociedad pidiendo dirección.
38 El comité judicial no tiene que estar limitado a tres miembros. Las Escrituras no suministran un número específico de ancianos que hayan tratado casos de hacer el mal en la congregación cristiana primitiva. El número de ancianos que oían los casos durante la historia de Israel posiblemente haya dependido de cuántos de estos ancianos que servían en la comunidad estaban disponibles en la puerta de la ciudad. Por ejemplo, Booz eligió a diez de los ancianos de la ciudad para que escucharan el caso que él iba a presentar. (Rut 4:1, 2) Sin embargo, en aquel tiempo todos los miembros de la comunidad estaban bajo el arreglo del pacto de la Ley, y esto aumentaba el número de individuos a quienes los ancianos eran responsables. Hoy día dentro de cada congregación, la cantidad no sería tan grande en la mayoría de los casos, así es que por lo general tres serían suficientes para servir en un comité judicial. Cuando la gravedad del caso envuelto justifique el que cuatro o hasta cinco hombres experimentados sirvan, pueden hacerse arreglos para esto.
39 No es preciso que la persona que tiene el problema se preocupe demasiado en cuanto a quiénes serán los ancianos individuales con los cuales se reunirá. Al someterse a los que los pastorean, los cristianos pueden estar seguros de que los subpastores desean lo mejor para el rebaño. (Heb. 13:17) Deben respetar el juicio de los que sean nombrados para actuar, aplicando los justos principios de Dios y señalando lo que Su Palabra dice, tal como se esperaba en el Israel de la antigüedad. (Deu. 17:10-13) Si saben que el malhechor o la persona acusada tiene cierta animosidad para con uno de ellos, el cuerpo de ancianos tendrá esto presente y ejercerá buen juicio al elegir. Al tomar en cuenta a todos los interesados, se obtendrá la mayor cooperación de ellos en la audiencia misma.
40 Es posible que en algunas ocasiones insólitas uno o más de los individuos envueltos afirmen que un miembro del comité judicial es parcial. Si esto sucede antes de comenzar el juicio en sí, el cuerpo de ancianos considerará si tal afirmación tiene base real. Proverbios 24:23 dice: “Mostrar parcialidad en el juicio no es bueno.” Por lo tanto, toca al cuerpo local de ancianos decidir si es necesario hacer un cambio en los miembros que componen el comité. Por lo general los ancianos emparentados con la persona acusada o los que han estado juntos en negocios con ésta o que han tenido una amistad especial no servirían en el comité judicial si se puede usar a otros hermanos capacitados. Cada persona debe sentir concienzudamente que puede servir sin mostrar parcialidad.
41 Debe estar claro que no hay un “arreglo de alternación o cambio por turno” envuelto en la elección de estos comités. En vista del hecho de que hay muchos ancianos que han sido nombrados recientemente y no tienen experiencia previa en tratar asuntos judiciales, el cuerpo de ancianos puede invitar a uno de ellos para que sirva con el comité al tratar asuntos que no sean excesivamente complicados. De esta manera, los ancianos que no tienen experiencia tendrán la oportunidad de aprender mientras están presentes como parte de un comité judicial que trata un caso real.
42 Cuando un comité judicial comienza a tratar un caso, hay otros factores que considerar. En vez de solo buscar leyes rígidas que muestren cómo tratar una situación, es preciso determinar si verdaderamente se ha violado una ley básica de Dios. Los principios bíblicos, las circunstancias envueltas, así como la gravedad del pecado cometido, son factores que hay que tomar en cuenta. ¿Y qué hay de la actitud del individuo? Esto también, es importante. Por medio de abordar los asuntos de esa manera y ser cuidadosos, los comités judiciales evitarán el censurar o expulsar apresuradamente a personas donde no hay suficiente fundamento para tales acciones. (Pro. 25:8) Por otra parte, no serán indulgentes al tratar con individuos que en verdad no han mostrado arrepentimiento genuino. Recordamos como Pablo estimuló a los cristianos corintios a recibir entre ellos al hombre expulsado que se ha arrepentido. Sin embargo, en la misma segunda carta él se refirió a otros que no se arrepintieron de sus hechos malos.—2 Cor. 12:21.
43 El tener hombres espirituales que sirvan imparcialmente en una capacidad judicial dentro de la congregación es una provisión amorosa para nuestro propio bienestar. El obedecer la ley de Dios y respetar a los que la aplican resulta en muchos beneficios. No solo se nos ayuda a entender y aplicar los justos principios de la Biblia, lo cual, en sí mismo, nos salvaguarda y nos mantiene limpios, sino que la aplicación de la ley de Dios también sirve para disciplinar, enderezar y restaurarnos siempre que esto sea necesario. Así podemos mantener una posición aprobada con Jehová, lo cual es esencial para disfrutar de la vida en su venidero nuevo orden.—Sal. 19:7-11.