Sirviendo de precursor auxiliar durante la siega
1 La siega es un tiempo de mucho trabajo. Cuando la cosecha está madura, la siega tiene que comenzar. Cualquier tardanza puede resultar en serias pérdidas. Se le pide a todo el mundo que ayude, incluso a mujeres y niños. Se pone a un lado temporalmente toda otra tarea que sea menos importante. Cada día de trabajo comienza antes de la salida del Sol y a menudo se extiende hasta mucho después de la puesta del Sol. Aun así, la siega produce mucho regocijo. (Isa. 9:3.)
2 De igual manera, la siega espiritual requiere mucho trabajo. Jesús indicó esto cuando dijo a sus discípulos: “Sí, la mies es mucha, mas los obreros son pocos. Por lo tanto, rueguen al Amo de la mies que envíe obreros a su siega” (Mat. 9:37, 38). Además de traer más obreros al campo, algunos de los que ya están trabajando quizás puedan dedicar más tiempo a la obra en el campo. En la mies o siega espiritual del día presente, muchos publicadores han respondido a la necesidad que existe en el campo por medio de participar por un mes o más en el servicio de precursor auxiliar. Su recompensa ha aumentado proporcionalmente a medida que han localizado a las personas interesadas en la verdad y hasta comenzado estudios bíblicos con algunas de ellas. Esto ha requerido trabajo adicional, pero están “llenos de gozo” a medida que participan en segar la abundante cosecha de nuevos discípulos. (Hech. 13:48, 52.)
3 El servicio de precursor auxiliar ha abierto el camino a muchos publicadores para que aumenten su participación en la siega. Para satisfacer los requisitos de horas de precursor auxiliar, tan solo se requiere dedicar un promedio de dos horas diarias al servicio del Reino. Algunos han podido hacer arreglos para dedicar menos tiempo a su trabajo seglar. En algunas escuelas a los estudiantes se les permite hacer un horario de sus clases de modo que puedan terminarlas temprano en el día. Otros se han aprovechado de los días festivos y de los períodos de vacaciones. A muchas amas de casa les ha sido posible participar en el servicio de precursor auxiliar por medio de sencillamente distribuir su tiempo de manera equitativa y práctica, y de contar con la cooperación de la familia. Muchos están disfrutando de ricas bendiciones por haber hecho los ajustes necesarios para ser precursores auxiliares.
EJEMPLOS DE LOS QUE HAN TENIDO ÉXITO
4 Una hermana escribió: “Como ama de casa y madre, he podido disfrutar del servicio de precursor auxiliar, y esto ha sido edificante en sentido espiritual tanto para mí como para mi familia”. Una estudiante de 15 años relata cómo usó sus dos semanas de vacaciones durante la primavera para participar en el servicio de precursor auxiliar, dice: “Ciertamente puedo ver la diferencia, particularmente mi conversación ha mejorado. Los resultados han sido sobresalientes, y pude sostener muchas más conversaciones con las personas en las puertas”. Otro testigo escribió: “El servir de precursor auxiliar ha hecho que desarrolle en el corazón un amor más profundo por la raza humana moribunda”.
5 Mientras hace los arreglos, ¿por qué no habla con otros publicadores que hayan tenido buenos resultados al servir de precursores para que se beneficie de la experiencia de ellos? Además, siempre es provechoso acercarse a Jehová en oración y pedir su ayuda. Para efectuar este trabajo necesitamos fortaleza, tanto física como espiritual; y él imparte ésta a todos aquellos que se ofrecen de buena gana (Isa. 40:29-31). Podemos pedirle sabiduría para que digamos y hagamos las cosas correctas, y su espíritu para que nos sostenga. (Sant. 1:5; Luc. 11:13.)
6 ¡Qué privilegio el nuestro: vivir durante el tiempo de la siega espiritual cerca del fin de este viejo sistema! El trabajo relacionado con la siega quizás exija mucho de nuestro tiempo y muchas de nuestras energías; pero por participar en él se nos recompensa con un gozo sobrepujante. El que nos esforcemos por aumentar nuestra participación en la obra de hacer discípulos, mediante el servicio de precursor auxiliar, hará que tengamos la bendición de Jehová. (1 Tim. 4:10.)